Cuando termina la temporada de la NFL uno tiene tiempo para otras muchas cosas, en mi caso particular suelo dedicarle mucho tiempo a mis otras aficiones, la March Madness, la liga de baseball que empieza poco después y la lectura. Desde hace mucho tiempo tengo la costumbre de simultanear libros, mas desde que existe ese maravilloso invento llamado Kindle donde a dos clicks estás en otro libro.
Entre los libros que estoy leyendo hay uno que me ha apasionado especialmente, “The man who built the NFL”, un inmenso trabajo de investigación de 10 años, horas intermInables de biblioteca, cientos de entrevistas y que habla de los primeros años de existencia de la NFL. En particular es la biografía de Joseph F. Carr, mas conocido como Joe Carr, nombrado Comisionado de la NFL en sustitución de Jim Thorpe, el primer Comisionado que tuvo la recién nacida liga, pero que no pudo compatibilizar su cargo con su carrera de jugador.
Carr es el gran olvidado, gobernó la NFL desde 1921 hasta su muerte en 1939. La NFL le debe tanto como lo que le puede deber a otros Comisionados posteriores, para empezar su nombre, una de las primeras decisiones de Carr fue cambiar el nombre de American Professional Football Association a National Football League, nombre con el que la liga llegará en breve a su centenario. También fue el promotor de una de las claves del éxito de la liga, una idea que copió de la MLB, la liga solo sería rentable si los equipos se movían a las grandes ciudades. Carr fue nombrado Comisionado con una liga de 21 equipos, vio aparecer y desaparecer a mas de 40 franquicias, a su muerte había 10 equipos, todos ellos salvo Green Bay bien plantados en grandes ciudades y con un nucleo de propietarios comprometidos con su proyecto y su particular visión de lo que debería ser el football profesional, nombres como los de George Preston Marshall, George Halas, Tim Mara, Bert Bell, Art Rooney, Charlie Bildwill y aunque no era propietario, Curly Lambeau, el presidente y entrenador de los Green Bay Packers.
El 27 de enero de 1933 Carr era entrevistado por un periodista local de Columbus, Ohio, donde la NFL tuvo su primera oficina en la planta 11 del número 16 de la calle East Broad Street, una modesta oficina con dos huecos desde donde Carr dirigia la NFL, una liga que nació en un garaje. Hace poco mas de un mes la NFL había celebrado su primer partido de playoff, la final de 1932, aunque las estadísticas oficiales nunca lo reconozcan como tal. El partido se había jugado el Chicago Stadium, un edificio pensado para otros usos que no fueran football, pero el éxito de público tenía entusiasmado a Carr.
En la entrevista le decía al periodista que solo era cuestión de tiempo para que la NFL acabara siendo el deporte número 1 de todos los americanos. Carr vaticinó que durante un tiempo el baseball ocuparía ese espacio, la MLB llevaba mucha ventaja en su plan de expansión al football, pero que el football acabaría sobrepasanndolo, incluso al amado football colegial, anclado en sus tradiciones, algo de lo que el football profesional carecía. Terminaría diciendo que si tuviera dinero edificaría estadios cerrados para todos los equipos, eso sería el boom definitivo que necesitaba la liga que llevaba 12 años dirigiendo.
Carr murió en 1939, la liga estaba bastante asentada y estable, a propuesta de Bert Bell, uno de los propietarios elegidos a dedo por Carr se había implantado el sistema de draft, otra de las claves de la la NFL y de no haber sido por la II Guerra Mundial y por los mediocres Comisionados que sucudieron a Carr en su cargo es mas que probable que su popularidad hubiera explotado mucho antes. En 1946 la NFL nombra a Bell nuevo comisionado que deja como gran herencia su fusión con la American Association Football Conference, la liga rival que trajo a los Cleveland Browns, San Francisco 49ers y Baltimore Colts, con otro equipo ya implantado en Los Angeles la liga era mas nacional que nunca. En 1958, gracias a la célebre final de 1958 la NFL empezó un despegue que no tiene final de momento.
A la muerte de Bell por un infarto le sucudió otro Comisionado, pero su reinado duro muy poco y llegaría Pete Rozelle (derecha), al que se considera como el mas importante de todos ellos y quien la elevó definitivamente a los altares. A Rozelle se le atribuye, erroneamente, la fusión de la NFL con la AFL y la implantación de la Superbowl. Sin embargo aunque es una figura clave en ambos hitos no serían ninguno posible sin la figura de Lamar Hunt, el propietario de los Kansas City Chiefs y uno de los socios fundadores de la AFL. Hunt puenteó a su propio Comisionado, Al Davis, partidario de la guerra total, estableciendo negocaciones secretas con Rozelle para fusionar ambas ligas puesto que las dos corrían peligro de desaparecer
Rozelle, con la ayuda de su mano derecha, el abogado Paul Tagliablue, vencieron a la USFL, otra liga rival que amenazaba a la NFL. Rozelle se marcha en 1989 y la NFL nombra sucesor a Paul Taglablue y con él la liga vive su etapa de expansión mas importante, no en número de equipos, pero si en cuanto a su alcance, todos los grandes mercados tienen su equipo con la excepción de Los Angeles, el gran lunar en la gestión de Tagliablue, que en un solo año vio como los dos equipos abandonaron la ciudad y desde entonces la mega urbe del sur de California está huérfana de un equipo, algo que cada vez parece preocupar menos a la NFL. También vivió el capítulo de Cleveland, aunque este finalmente pudo solventarse, allí fue parte activa y muy importante quien le acabaría sucediendo, Roger Goodell.
LA ERA GOODELL
El actual Comisionado llega tras la renuncia voluntaria de Tagliablue. Roger tuvo muy clara desde su mas tierna infancia que se quería dedicar al football, primero fue jugador en su etapa de instituto, pero le volaron la rodilla en mil pedazos y no recibió ni una sola beca deportiva de ninguna universidad. Pero no eso no fue suficiente para él, tras graduarse en la universidad le escribió una carta a su padre, un ex senador al que su partido político le dejó vendido por defender sus principios y los de los soldados americanos en Vietnam antes que los intereses de Richard Nixon y los del partido republicano. Goodell le decía en aquella carta que aparte de ser Comisionado de la NFL su único anhelo en la vida era que su padre se sintiera orgulloso de él.
Tras terminar sus estudios Goodell bombardeó a los 28 equipos de la liga con cartas solicitándoles una oportunidad para un empleo, también mandó cartas a las propias oficinas de la liga en New York. En una ocasión, Don Weiss, un alto ejecutivo de la liga, tras leer la docena de cartas que Goodell había mandado a la liga solicitando un empleo, aunque fuera de los chicos de los recados y sin cobrar un solo céntimo, el director gerente decidió entrevistarlo. Tras contactar con él le invitó a tener una entrevista con él al día siguiente. Pese a estar a mas de 7 horas de la Gran Manzana se presentó y aceptó el trabajo, sin salario y sin mas promesa que revisar su situación pasado un tiempo.
El resto es historia, aquel chico que soñaba con ser el Comisionado de la NFL veía como un 8 de agosto de 2006 Dan Rooney le comunicaba que era el elegido tras 5 rondas de votaciones -el puesto de comisionado exige 2/3 de mayoría-. Goodell que llevaba años ya como miembro de la oficina liga, fue desde chofer y auxiliar personal de Rozelle a mano derecha de Tagliablue, pero tampoco era santo de la devoción de muchos propietarios. Tenía fama de buen gestor, pero su mal temperamento y peor genio también era mas que conocido, y sobre todo sus a veces difíciles relaciones personales y ataques de ira.
Goodell sin embargo desde el primer día lo tuvo muy claro, una vez que fue nombrado Comisionado lo primero que hizo es intentar meter en cintura a los jugadores, de allí su tremenda impopularidad entre ellos (mas del 60% de los jugadores rechazan a Goodell). Todo jugador que tuviera problemas legales, aunque acabaran sin consecuencias, sería además objeto de suspensión por la propia liga. Las primeras víctimas no tardaron en caer, Michael Vick fue expulsado de la liga, como lo fueron otros como Adam “Pacman” Jones. Ben Roethlisberger, pese a nunca haber sido culpado de nada, sufríó su dosis de castigo y otros muchos jugadores han visto caer la mano implacable de Goodell, que pretende crear una liga sin delincuentes y donde todos los chicos sean modelos de buen comportamiento.
Su otra gran cruzada es la seguridad de los jugadores. Año tras año la liga va introduciendo medidas en defensa de la seguridad personal de los jugadores, lo que a la liga le esta valiendo el sobre nombre de “National Flag Football” ya que de persistir en su particular cruzada este deporte será de cualquier cosa menos de contacto.
A mi personalmente esto de la “seguridad de los jugadores” me parece una pantomima de cuidado, hace cosa de unos meses dejé clara mi postura, es una simple fachada, o como se dice por las redes sociales, especialmente twiiter, “postureo”. La NFL es consciente que se enfrenta a demandas millonarias de ex jugadores que buscan una recompensa por parte de una liga multimillonaria hasta la nausea y de la que ven que no reciben su porcentaje de participación. Por eso hace tiempo la NFL va introduciendo reglas para dar la apariencia de que cuida de la salud de sus jugadores, pero que nadie se lleve al engaño, a Goodell la salud de los jugadores le importa poco o nada, sino que solamente le importa la cuenta corriente de quienes le pagan su astronómico salario, los 31 propietarios que conforman uno de los clubes mas elitistas del planeta, ser propietario de una franquicia de la NFL. Y si no que se lo pregunten a Jerry Jones, que termina todas las temporadas con cifras de mas de 100 millones en la caja.
Los propietarios están encantados con su gerente, ni un solo propietario de empresa despide a su empleado mas valioso cuando cada año le hace mas rico, mas cuando la prestigiosa revista Sports Illustrated acaba de nombrar a Goodell la figura mas poderosa de todo el deporte mundial, por encima de otros “popes” deportivos como David Stern, Joseph Blatter o el mismísimo presidente del COI, Jacques Rogge. El Rey Goodell está encantado con su papel de hombre poderoso, y rico, el año pasado se embolsó la friolera de mas de 29 millones de dólares, 71,6 veces mas que lo que ganó un rookie como salario base, o 32 veces mas que el salario mínimo de un veterano con 8 años de experiencia en la liga, esos mismos jugadores por lo que dice velar tanto.
Pero el gran problema de Goodell es que de momento es solamente eso, un gran gestor, es ese “guardador” que deja a buen recaudo el juguete favorito de los 31 propietarios mas Green Bay, es su banquero suizo, pero su papel de momento no pasa de allí, de darle una palmadita en la espalda y decirle lo majo que es, que gran capataz eres y “como cuidas la finca”. Como para que no, soy mas millonario de lo que era y cada día lo soy aún mas, la liga acaba de cerrar un astronómico contrato con Verizon para que esta compañía mantenga los derechos en exclusiva para el visionado de partidos a traves de teléfonos móviles, no hablamos de tablets, no, sino de móviles.
LOS OBJETIVOS
Roger Goodell echa la vista atrás, y con sus errores y aciertos los que han ocupado su puesto han dejado un legado, y de momento el suyo no existe, la liga es rica, sí, inmensamente rica, pero es impopular entre los jugadores, en New Orleans es objeto de vudú y en otras muchas ciudades como Miami no le tragan. Está acabando con la dureza del juego, algo que escandaliza a los puristas del deporte, tiene en contra tanto a jugadores en activo como del pasado mas reciente por sus cambios de reglamento. A Roger Goodell le gusta compararse en las conferencias donde participa con el presidente Theodore Roosevelt, aquel que obligó a cambiar las reglas de un juego llamado football en un año donde murieron 18 chicos practicándolo. Compararse con un presidente de los Estados Unidos quizás sea algo pretencioso y arrogante por parte de Goodell, pero lo que está mas que claro es que busca su lugar en la historia, dejar su legado.
Y dos son sus objetivos, el primero de ellos no deja de ser eso que he llamado “postureo”. Alguien que ha hecho de la seguridad de los jugadores su bandera tiene marcado a fuego ampliar la temporada regular los actuales 16 partidos a 18, no le parece que hay suficientes lesionados en 16 semanas de competición y quiere añadir dos jornadas mas con lo que supone, mas lesiones. Y no hablamos ya de la degradación de la competición, una temporada regular mas larga le quita interés a la misma al aumentar el margen de error, algo que además viene acompañado con otra medida, ampliar el actual formato de playoffs, bastante barato por otra parte y donde llegan equipos que aportan poco o nada, la ronda de Wildcards es un éxito televisivo, pero deportivamente no pasan de ser partidos muy mediocres con alguna excepción. Pero nuevamente volvemos a lo mismo, esto es otro intento mas de buscar mas ingresos, mas partidos no de pretemporada supone mas dinero de las taquillas, pero sobre todo mas dinero de las TV.
El otro gran objetivo es la internacionalización de la NFL. La NFL a diferencia de las otras Mayors es la que menos expansión internacional tiene. La MLB puede que por estos lares europeos sea prácticamente desconocida, pero su arraigo en los países latino americanos y en Japón es innegable. Lo mismo podría decirse de la NHL, firmemente implantada en Canadá, donde el hockey religión y una cuestion de estado, lo único que une tanto a francófonos como anglófonos, y tiene amplísimo eco en los países escandinavos y Rusia. Y que podemos decir de la NBA, la liga que mejor ha sabido llevar su internacionalización, sólidamente implantada en Europa y con enormes ramificaciones en Asia, ahora misma esta trabajando el enorme mercado de la India tras ganarse el chino, aunque a ello contribuye que el baloncesto es un deporte con mas seguimiento en todo el planeta que el football y la NBA es la liga de las ligas en materia de baloncesto y con una maquinaria de marketing imparable.
Por detrás de todas ellas está la NFL, de hecho nadie habla de “hockey americano”, o “baloncesto americano”, y el football por estos lares sigue recibiendo el nombre de fútbol americano, y en otros muchos países europeos y asiáticos se le llama así “futbol americano”, para distinguirlo del football, o como dicen los amantes del postureo “soccer”.
INTERNATIONAL SERIES
La NFL ya intentó en el pasado un experimento como la NFL Europa, antes hubo un pretencioso intento de World League, pero todos saldados como absolutos fracasos y tras años de pérdidas se cancelaron los experimentos. Años después la NFL lanza una nueva propuesta de internacionalización del football, crean las llamadas “International Series”, que primero, de internacionales no tienen nada, y de series menos aún. Se trata de poner un partido, eso sí, de temporada regular en Europa, y ver cuales son sus resultados.
No sé cuantos de los que esto están leyendo se acuerdan de lo que pasó con motivo de la primera edición de las International Series en Londres en el renovado estadio Wembley. El servidor de Ticketmaster, proveedor de las entradas, se colapsó en cuestión de minutos y conseguir entradas para ese primer partido fue toda una hazaña, y eso que antes se establecieron sistema de filtrados, asignaciones de turnos, etc… En una sola mañana todas las entradas se volatilizaron, aunque luego se podían encontrar en la reventa y el mismo día del partido en los alrededores de Wembley era posible encontrar entradas por debajo de su precio de salida, los reventas se pillaron los dedos. La NFL anunció que todo se había vendido, era cierto, pero otra cosa es que el estadio ofreciera espacios libres, que los había.
La NFL en todo caso dio un rápido giro con las International Series, por eso llamarlas internacionales no deja se der una bagatela. En un primer momento se habló de poner un partido en Alemania donde había estadios del agrado de la NFL como el Allianz Arena, o se habló de poner otro en el fastuoso Saint Denis de la ciudad de las luces, Paris. Otros destinos ni sonaron siquiera aunque algunos quisieran demostrar lo contrario, en todo caso la NFL rápidamente dejó muy claro al resto de Europa que los partidos se celebrarían en todo caso en Londres.
Hasta la fecha todas las ediciones se celebraban en la misma fecha, el último domingo de octubre, que mas o menos coincide con la mitad de la temporada regular. Los equipos que jugaban en Londres luego recibían su “bye week”. Ante el éxito de cada edición la NFL toma la decisión de poner un segundo partido y además del ya tradicional partido de octubre coloca un segundo encuentro en septiembre. La puesta a la venta de las entradas es un éxito rotundo, se vuelven a agotar en unos pocos días, aunque lo cierto es que los equipos implicados son bastante interesantes, los Steelers que cuentan con un auténtico ejercito de seguidores en Europa; los Vikings de Adrian Peterson, el mejor RB de la liga y un jugador de leyenda; y los San Francisco 49ers, un equipo con muchísimo carisma en Europa y actual subcampeón de la NFL. El 4º equipo son los Jacksonville Jaguars, un equipo al que hace años donde el mundo coloca en todas partes menos en Jacksonville.
Y ese es precisamente el problema. Los Jaguars aceptaron jugar un partido al año en Londres los 3 próximos ejercicios, pero el éxito de taquilla les ha debido nublar los sentidos y para la temporada que viene se empieza a barruntar otro partido, lo que haría un total de 3 partidos en Reino Unido, porque esa es otra, de otros países ni se habla, de otros estadios sí. Pero Roger Goodell no ha descartado colocar una franquicia residente en el Reino Unido ¿Los London Jaguars? O como ha dejado caer que puede celebrarse en otros campos como el Olimpico de Londres, el Millenium Stadium de Cardiff u Old Trafford podriamos hablar de los England Jaguars.
Cuando hablamos de este aprendiz de brujo que es Roger Goodell nunca se sabe, si algo sabemos es que a terco le ganan pocos y así como ha abandonado la idea de colocar un equipo en Los Angeles, imposible mientras no haya un estadio del gusto de la NFL y la mejor prueba es que la 50ª edición de la NFL se celebrará en San Francisco y no en Los Angeles como indicaría tal especial edición. Canada tampoco interesa, con poner un partido en Toronto al año se dan por satisfechos, además que contar con una liga subsidiaria como la CFL que se financia ella sola siempre es interesante para formar jugadores. México, pese a tener una gran afición no está siquiera en el punto de mira de la liga y el mercado chino, aunque enorme, aún no está lo suficientemente maduro para intentar una aventura de semejante calado, además que por un asunto de diferencias horarias es practicamente imposible.
Eso deja sola al Reino Unido, el llamada por muchos 51 estado de la unión por su seguidismo político y militar y por ser el aliado mas fiel en Europa de USA y sobre todo por eso tan británico de considerarse europeos, pero menos, de hecho se están planteando el abandonar la UE y seguramente tendría mas exíto integrarse en USA que seguir siendo parte de la UE.
A mi personalmente esto siempre me ha parecido una autentica locura, los motivos innumerables, desde económicos a de infraestructura, y una vez mas, la cacareada salud de los jugadores, esa que tanto defiende Roger Goodell. Estoy a favor de que se juegue un partido o dos al año en Londres, es una fiesta del football, y ojo con lo que digo, es una fiesta del football y poco mas. Los miles de aficionados que asisten al partido van para asistir a un partido en directo de la NFL, pero nada tienen que ver la experiencia de un partido en USA con la experienica de un partido en Londres. He vivido ambas experiencias, os aseguro que siendo ambas muy bonitas, no tienen color, Londres es la fiesta del aficionado europeo al football, la ocasión que tienen los europeos en un viaje mas o menos cómodo de ver un partido en vivo de la NFL, pero no tiene que ver nada con lo que es un partido en una ciudad con equipo NFL.
En el Reino Unido hay una enorme polémica sobre la materia ¿Existe una base sólida para tener una franquicia residente en el Reino Unido? Veamos, nadie duda de que existe la base de aficionados mas solida de toda Europa con diferencia (la NFL hace tiempo que lo sabe y que el resto de Europoa le importa una higa) dos partidos en abierto a la semana, resumenes en la BBC, la Superbowl en TV en abierto, los jugadores visitan Londres (Andrew Luck acaba de participara en un simposio) y sobre todo no existe ninguna barrera del idioma y en UK viven miles de americanos.
El otro día escuche a un periodista inglés (partidiario de poner una franquicia) decir que tampoco en Jacksonville, Carolina o Seattle cuando les dieron franquicias existía esa base de aficionados. Argumento estúpido donde los haya, me juego a que en Oklahoma, Utah o Dakota, que tampoco tienen equipo profesional, un domingo al mediodia o tarde en todos los bares de la zona está puesto un partido de la NFL en todos los TV. O me juego a que cuando no tienen puesto un partido está el canal ESPN las 24 horas del día puesto con el football y debatiendo sobre Tim Tebow, Peyton Manning o RG III.
¿OPCIÓN DE FUTURO?
En Londres, o en todo UK si queremos, os puedo asegurar que la ESPN no está puesta las 24 horas en todos los bares, y de la NFL si vas a un pub de Londres un domingo por la tarde estará puesto el Manchester City contra el Arsenal o parecido. Aún recuerdo la última vez que estuve en Londres con ocasión de las International Series, en los alrededores del estadio los aficionados buscaban locales donde en esos momentos estuviesen emitiendo el Manchester United contra Liverpool, y peor aún, en todos los palcos de lujo de Wembley, es lo que estaban viendo. En un estadio de la NFL todos los monitores tienen puesto otros partidos o los programas previos, o en su defecto baseball. En una ciudad NFL, cualquiera, el día de partido, todos los TV tienen puesto partidos de la NFL, y los sábados de college. En Londres un sábado por la tarde, o domingo, un partido de NFL lo tienen puesto los Sports Bar de temática deportiva USA, y punto.
Otro argumento. En la NFL la moda de los nuevos mega estadios y sus palcos de lujo, Personal License Seats, concesiones, derechos de parking, etc… ¿Se contempla algo parecido en Londres? Conozco Wembley y otros campos como el Millenium, y sinceramente, no me imagino un Tail Gate Party al estilo de los que se llevan en Green Bay u otras localidades. Pero dejando eso, que puede ser anecdótico ¿Hay aficionados en Londres dispuestos a pagar las astronómicas cifras que cuesta una PSL y luego el abono de esa localidad? Yendo mas lejos aún ¿Existe aficionados o empresas dispuestos a pagar el ya mas que astronómico importe que cuesta tener un palco VIP? ¿Hay “postureo” suficiente en Londres para que esos palcos se ocupen de forma que haya largas colas por tener uno?
Y ya que hablamos del asunto ¿Dónde tendría la franquicia su residencia permanente y donde pagarían impuestos los jugadores? De eso aún no he oído a Roger Goodell decir ni una sola palabra. La NFL tiene un régimen especaial anti trust concedido por el Senado ¿Es aplicable ese régimen en UK?
¿Los jugadores donde pagarían impuestos? En UK donde la legislación local, como toda la europea, establece que si tienes mas de 183 días de residencia eres residente fiscal británico. Ahora resulta que los agentes de los jugadores de la NFL van a tener que aprender la legislación británica de impuestos. Y otra cuestión ¿Y si te lesionas? En Europa, y UK no es una excepción, la sanidad es un bien y derecho público, todos tenemos derecho a la asistencia sanitaria aunque no la podamos pagar. En USA la sanidad es una cuestión privada 100%, los jugadores retirados se quejan que una vez que no juegan no pueden pagar sus elevados seguros médicos para tratar sus lesiones ¿Van a esos jugadores NFL que han pasado su vida deportiva en UK exigir al sistema sanitario inglés que les sufrague sus dolencias? O mejor aún ¿Van a querer las autoridades británicas eso e implantar una especie de turismo sanitario NFL?
Y podemos seguir con miles de cosas ¿Es aplicable en UK la legislación laboral de la NFL? ¿El CBA tendría vigencia en UK? ¿Se puede despedir a un jugador y no pagarle el resto de su contrato? No se donde leía que el Chelsea quiería echar al español Fernando Torres, en la NFL lo echaban y a otra cosa, pero el Chelsea tendrá que pagarle hasta la última libra de su contrato, garantizado 100%.
Todo esto se podría saltar con una ficcion. Ponemos una franquicia en Londres pero la trasladamos los domingos a jugar y volvemos a suelo estadounidense al día siguiente. Entonces no tendríamos la franquicia residente, sino un auténtico chiste, un experimento que ya intentó la MLB cuando se quedó con los Montreal Expos y puso partidos en Puerto Rico, o algo que practica un equipo ruso de fútbol, propiedad de un oligarca ruso del petroleo, que vive y entrena en Moscú, pero que juega sus partidos a miles de kilómetros y el día del partido se trasladan a jugar alli.
Es una opción muy interesante, así siempre que un equipo NFL empiece a tener problemas con su estadio o ciudad, siempre podrá amenazar al resto de la liga con mover el equipo a Johanesburgo, Sydney o Moscú ¿Para qué voy a decir Los Angeles cuando en Johanesburgo tengo un fastuoso estadio y una base de aficionados locos por ver un partido?
¿Qué los jugadores tienen que viajar cientos de miles de kilómetros para jugar el domingo en Johanesburgo, el siguiente en Sydney y después vuelta a Londres para jugar el jueves en el Thursday Night en Seattle? Y eso durante 18 semanas. A eso se le llama cuidar la salud de los jugadores.
Mirad, a Roger Goodell es cierto que le tengo ojeriza, primero porque desde hace tiempo está convirtiendo a la NFL en la National Flag League y en un baile de salón, pero cada vez que piensa en algo, no sale nada bueno, o mas que nada bueno, Roger Goodell no piensa en la liga, ni en los jugadores, y cada vez menos en los equipos, está pensando en su legado, en aquello que dejará cuando se vaya. Joe Carr, Bert Bell, Pete Rozelle o Paul Tagliablue pensaban mas allá de si mismos, por eso fueron tan grandes e importantes.
En el caso de Roger Goodell creo que todos los aficionados a la NFL deberíamos mandar una carta a su esposa, la ex presentadora de TV, Jane Skinner, y pedirle que se lo lleve a casa.