Estadísticas 2012 (8-8):
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Draft 2013:
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El enésimo día de la marmota en el Rancho comenzó sin el acostumbrado golpe de efecto en la agencia libre por parte de Jerry Jones y con un draft tildado por algunos especialistas como de mediocre y sin mucho sentido.
Un año más la nación Vaquera se despierta pensando que la nueva temporada podría traer sino la Super Bowl sí, una mejora del equipo que le saque de la mediocridad y le dé alguna chance en los disputados playoffs de la NFC, cosa que no ocurre desde hace tres temporadas.
Bien sea por las lesiones, bien por la inoperante línea ofensiva que contribuyó a ser el segundo peor ataque terrestre de la liga o bien por los complejos esquemas ofensivos del defenestrado Rob Ryan pero lo cierto es que los Cowboys terminaron un año más fuera de playoffs , con una pobre marca de 8-8, y nuevamente sin cumplir las expectativas que habían levantado.
Ante tal situación Jerry Jones anuncio grandes cambios y en apenas unos días estos se tradujeron en el despido del coordinador defensivo Rob Ryan junto con un rosario de entrenadores ayudantes. Ryan nunca fue capaz de justificar la fama que le precedía de agresivo coordinador defensivo y más allá de sus gritos y gestos sus dos campañas en el Rancho se movieron en unas estadísticas bastante modestas para lo que prometía cuando llego a dirigir la 3-4 Tejana.
El recambio de Ryan fue toda una sorpresa ya que Jones rescató del futbol colegial a Monte Kiffin y le dio los galones de mando y a un puñado de entrenadores nuevos, entre ellos el afamado Rod Marinelli de los Bears, para dirigir la defensa vaquera. La primera decisión del septuagenario entrenador llegó anunciando el cambio de la defensa que ahora pasará ser una similar a una Tampa 2 con lo cual los Cowboys retornan de nuevo a jugar en formación 4-3.
La siguiente decisión de Jones fue mantener, para muchos contra viento y marea, a Jason Garret en la que será su cuarta temporada al frente del equipo. El pelirrojo que a pesar de todos los rumores sigue al frente de la nave vaquera ha sido capaz de sobrevivir a dos temporadas con un balance 8-8 y aunque aún mantiene el crédito para Jones y dos temporadas más de contrato, para muchos esta será la última al frente de los Cowobys, a menos que un Lombardi Trophy dicte lo contrario. Como mano derecha de Garret, y tras una serie de rumores en uno y otro sentido, Bill Callaham fue nombrado coordinador ofensivo y será el encargado de cantar las jugadas ofensivas de los Cowboys, algo que había recaído en las manos de Garret desde 2007 y que ahora pasa a manos del entrenador de la línea ofensiva.
El rosario de agentes libres que han abandonado Dallas es importante y mas si tenemos en cuenta que en su lugar los Cowboys han contratado apenas a tres jugadores de nivel, algo sorprendente cuando la línea ofensiva vaquera pedía a gritos ir de caza a la agencia libre.
Y como los males de los Cowboys de la temporada pasada nacieron en dicha línea ofensiva los Tejanos ni cortos ni perezosos emplearon su primera ronda del draft en Travis Frederick, un Center de Wisconsin que debería de ser el ancla que solidifique la línea y evite que Romo bese en suelo tanto como la campaña pasada donde sufrió la friolera de 36 sacks. Del resto de elecciones vaqueras en un principio solo cabe destacar a Terrance Williams, un receptor que promete y que para muchos nunca debía haber caído a tercera ronda. El resto de rookies, tanto los drafteados como los agentes libres tendrán que luchar duro para ver su nombre en el roster final.
MVP ATAQUE: Tony Romo. Brillante y frustrante, capaz de lo mejor y de lo peor en un mismo partido, las opciones de los Cowboys vuelven a pasar por las manos de Romo. Esta temporada será un nuevo «ahora o nunca» para el siempre cuestionado QB. |
Correr, esa es la consigna de los Cowboys en esta temporada 2013. Los Vaqueros se situaron penúltimos en la campaña anterior en yardas terrestres y de ahí derivaron el resto de problemas que asolo al ataque durante todo el año. Aunque nuevamente Romo volvió a poner unos buenos números, ya que se acerco a las 5000 yardas con unos respetables 28 TDs, otro año más no contó con una protección fiable y tanto su número de intercepciones, que se elevó a 19, como el de los sacks que sufrió dan una idea de lo que sufrió el QB vaquero.
El potencial de los Cowboys permanece intacto ya que Witten, Austin, Bryant y Murray son razones más que suficientes para asustar a cualquier coordinador defensivo rival. Ahora bien el saber como responderá la renovada línea ofensiva, probablemente con un rookie como Center, es gran pregunta y la piedra filosofal del proyecto vaquero.
La sorprendente selección de Travis Frederick en el draft podría marcar el devenir de la franquicia no sólo en esta temporada sino en los próximos años, ya que a Romo aún le quedan unas temporadas entre los mejores de la liga. De cómo sea Frederick capaz de amoldarse a dirigir su unidad dependerá muy mucho el éxito del ataque vaquero. Para ello los Cowboys contarán con Tyson Smith en el Tackle izquierdo, el joven de 22 años en su tercer año en la liga se ha situado ya entre los mejores en su puesto y si su progresión se mantiene y Frederick ofrece lo que se espera de él los Cowboys quizás habrán encontrado el buen camino para facilitar el juego terrestre. El resto de la línea nada en la mediocridad, tanto es así que el RT Doug Free, otrora el mejor pagado del grupo, tuvo que aceptar una reducción importante de su salario y deberá competir por el puesto con Jermey Parmell. Los Guards, salvo que Frederick no se adapte al puesto de Center y haya que retocar la línea, deberán salir de la pelea entre Phil Costa, Ronald Leary, Nate Livings, David Arkin, Kevin Kowalski y Mackenzy Bernadeau. En el peor de los escenario es posible que Ryan Cook retome el puesto de Center como ya hizo el año pasado tras ser adquirido a solo unos días del comienzo de la competición. Si eso ocurre será señal de que los planes no han funcionado con Frederick o que las lesiones han hecho acto de aparición y entonces el efecto dominó de esta línea vaquera sería imprevisible.
La segunda gran incógnita de este año en el ataque de los Cowboys será ver si DeMarco Murray es capaz de aguantar la temporada libre de lesiones y ser el RB que ha dejado destellos de poder estar entre los mejores de la liga. El curso pasado los Cowboys solo anotaron 8 TDs de carrera, de los cuales uno fue de Romo. Esto da una idea del anémico juego terrestre de los vaqueros y de lo mucho que deben de mejorarlo para poder optar a algo serio. Junto a Murray estarán el novato Joseph Randle, proveniente de la siempre prolífica universidad de Oklahoma, y Lance Dumbar, Philip Tanner y Kendial Lawrence, quien como rookie free agent ha sorprendido a todos con su nivel de juego en este comienzo del verano.
Si hay una posición de la plantilla que haya estado definida desde hace unos años es la del puesto de TE. Jason Witten sigue siendo uno de más completos TEs de la liga, sino el mejor, y un futuro Hall of Fame. A pesar de que ya se encuentra en la treintena Witten sigue produciendo para la ofensiva vaquera como el primer día y así será en el curso entrante. En su ayuda los Cowboys contaran con el rookie Gavin Escobar, en un intento de que éste sea el recambio de futuro para Witten, algo que los Cowboys no consiguieron ni con Anthony Fasano ni con Martellus Bennet, y se convierta en una opción más para el juego de pase. Y para las formaciones con varios TE James Hanna, en su segundo año, volverá para confirmar las buenas sensaciones que dejo en su primer año en la liga. La experiencia al grupo la aportará Dante Rosario, que llegó como agente libre este verano y que a buen seguro será una ayuda en el bloqueo ya que en un principio se alineará en muchas ocasiones en el puesto de FB.
Dez Bryant, Miles Austin, Dwayne Harris y Terrance Williams son el póker principal del cuerpo de receptores que tendrá Romo como objetivo. Con Bryant, que ha tenido una inusual y tranquila postemporada libre de problemas, puede que estemos refiriéndonos potencialmente al segundo mejor receptor de la liga y si mantiene su progresión y los números que hizo en la segunda mitad de la temporada no solo jugara la ProBowl sino que los Cowboys tendrán muchas papeletas de estar en los playoffs. Austin es una incógnita ya que a pesar de su calidad contrastada ya dio en año pasado muestras de que las lesiones comienzan a hacer mella en él y solo si esta al 100% es un factor determinante. Para el tercer puesto de receptor pelearán bien Dwayne Harris o el novato Terrance Willams. En este duelo Harris parte con ventaja ya que además de tener un par de años de experiencia en la liga será uno de los jugadores encargados de retornar los punts lo cual le pone a priori en mejor situación. El resto de los receptores son los jóvenes Cole Beasley, Danny Coale y Anthony Amstrong, que sobre el papel no deberían tener mucho protagonismo salvo lesión de alguno de los titulares.
Y por último a los mandos de todo este arsenal estará un año más Tony Romo. Todo lo que sea que Romo no se encuentre de titular presentara un problema para los Cowboys y a pesar de que Kyle Orton sigue ofreciendo garantías, no presenta ni de lejos las prestaciones que Romo puede dar en determinadas situaciones. El efecto dominó de una potencial lesión de Romo traería la búsqueda de un QB, que a día de hoy no existe, para el puesto de reserva ya que en el camp sólo estarán jóvenes sin ninguna experiencia y que ni siquiera pasaron por el draft.
MVP DEFENSA: DeMarcus Ware. Esta temporada puede significar un «fresh start» de este intimidante DE. El cambio de defensa a un frente 4-3 puede hacerle volver a su mejor nivel. |
El recién llegado Monte Kiffin tiene por delante la tarea de aprovechar una plantilla que se amoldó a jugar en una defensa 3-4 y ahora deberá convertirla en una 4-3, algo para lo que en un principio parece estar más orientada dadas las características físicas de muchos de sus jugadores. Kiffin siempre se ha definido por contar con jugadores ligeros y veloces en detrimento de otros más pesados con lo cual en Dallas cuenta con mimbres para poner en marcha esa filosofía. Los números de la defensa coordinada por Rob Ryan fueron tan pobres que la mejora de las estadísticas defensivas, sólo siete intercepciones y 34 sacks, debería de ser tarea fácil ya que como plus los Cowboys recuperaran de larga lista a jugadores que no terminaron la temporada por lesión o lo hicieron como De Marcus Ware, que finalizó en un estado lamentable.
El cambio a esta 4-3 fijará en el centro de la línea a Jay Ratliff, en una situación ideal para sacar partido de su velocidad y empuje, y a Sean Lissemore, que en teoría deberá rotar con él. En el otro puesto del DT pelearan por la plaza Jason Hatcher y algún agente libre por llegar ya que Tyrone Crawford ha sufrido la rotura del tendón de Aquiles en la primera sesión del trainning camp . Para los puestos de End los Cowboys tendrán el lujo de emparejar a Anthony Spencer, que volvió a ser designado como jugador franquicia, y a DeMarcus Ware. En una temporada normal Ware se debería de acercar a los 20 sacks por temporada, si Spencer mantiene el nivel que exhibió la pasada campaña estamos hablando de una dupla que podría ser dominante. Como comodín a estará Alex Albright, aunque para ello deberá ajustarse a la posición desde su puesto de OLB.
Los linebackers también tendrán que adaptarse a los cambios en la defensa. Sean Lee, el líder natural de la escuadra defensiva, será por lógica el «Mike» de la defensa y ahora tendrá la tarea de cubrir mas zona de campo de las que cubría hasta ahora lo cual le obligara emparejarse con los TEs rivales. En el lado débil se alineará Bruce Carter, quien al contrario que Lee, debería tener más tamaño para jugar en la posición pero que el motor con el que juega a buen seguro ayudara a suplirá esta carencia. En cualquier caso estamos hablando de dos jugadores jóvenes que han demostrado ser autenticas máquinas de placar y que sea como sea terminaran produciendo. El recién llegado de la agencia libre Justin Durant con seis años de experiencia será el tercer miembro de los linebackers. Para las rotaciones contarán DeVonte Holloman y Brandon Magee, ambos rookies , en los cuales los Cowboys tienen puestas muchas esperanzas.
La secundaria es la parte de la defensa que más dudas presenta. Si bien en los puestos de CBs todo está decidido, en los de Safety no hay a priori un jugador que parta con gran ventaja ya que los Cowboys desestimaron ir a la agencia libre buscando un recambio para el retirado Gerald Sensabaugh y tampoco quisieron elegir un Safety en el draft. Dicho esto en las esquinas seguirán inamovibles Brandon Carr y Morris Claiborne, ambos dos sólidos cornerbacks. Carr demostró ser el jugador mas fiable de la secundaria vaquera y lidero a los Cowboys con tres intercepciones, por su parte Claiborne, que mezcló luces y sombras, debería mostrar la progresión en este su segundo año y terminar de sellar su zona del campo a los receptores rivales. En el slot y como tercer cornerback volverá un año más Orlando Scandrik, un jugador a veces infravalorado y que quizás en otro equipo sería un CB titular pero que en los Cowboys es a día de hoy fundamental por su polivalencia. El rookie B.W. Webb deberá ir ganando experiencia para entrar en los paquetes de receptores múltiples y tendrá que robarle snaps a Sterling Moore, todo un descubrimiento a finales de la pasada campaña.
El gran enigma de la defensa vaquera será ver como se comportaran los safeties en la ausencia de Sensabaugh, el que fue su alma mater de los últimos años. Los galones van a recaer en Barry Church, que a pesar de la rotura del tendón de Aquiles, que le privó de jugar en los últimos trece partidos, recibió una prolongación de cuatro años de contrato. Los Cowboys van a arriesgar todo con él y si hay un jugador que a priori parta como titular es Church. La otra plaza de Safety se la disputaran Matt Johnson y el veterano Will Allen, que con sus 10 años de experiencia, deberá partir con ventaja sobre Johnson y también sobre el rookie J.J. Wilcox que también deberiá entrar en los planes del Kiffin. El resto de jugadores que pelearán por algún snap serán Danny Mccray, Eric Frampton y el rookie agente libre Jakar Hamilton y su concurso dependerá de lo que sean capaces de aportar en los equipos especiales.
El triángulo sobre el que se asienta el juego de patada de los Cowboys está asegurado un año más con el Long Snaper J.P. Ladouceur. Para muchos un jugador desconocido pero fundamental en los equipos especiales Vaqueros, tanto es así que su solidez ha sido premiada con un contrato de cinco años que le mantendrá en el Rancho hasta 2018. Por primera vez en muchos años los Cowboys tienen un kicker de garantías y que se puede decir que esta entre la elite de la liga. Dan Bailey clavó los 26 FG que pateó desde menos de 50 yardas y desde más de las 50 sus cifras se fueron a 3 de 5. Ni que decir tiene que salvo lesión será el titular y el place kicker vaquero. El siguiente punto de mejora para Bailey serán los kickoffs, algo para lo que ha trabajado esta primavera. Si consigue afinar en las patadas de inicio los Cowboys bien harían en retenerle para el futuro. Para las patadas de despeje retorna Chris Johnson, el joven de sólo 23 años dejo suficientes buenos detalles en la temporada anterior como para que tras su lesión de rodilla los Cowboys hayan decidido darle otra oportunidad. Es probable que en el trainning camp llegue algún veterano para meter presión a Johnson pero sobre el papel y salvo sorpresa este será el titular cuando comience la temporada.
En los retornos y a falta de lo que dicten los partidos de pretemporada parece ser que Dwayne Harris parte con la ventaja que le proporciona su experiencia y sus 16.1 yardas de media de la pasada campaña aunque la competencia con el ramillete de rookies como B.W Webb, Terrance Willams y el corredor de segundo año Lance Dumbar será grande.
Un año mas Romo dispone de un ramillete de receptores de altísimo nivel. DeMarcus Ware regresa a su posición natural. La sensación de que quizás este año podría ser… |
La incógnita de ver si Monte Kiffin a sus 72 años es capaz de ensamblar una defensa 4-3 de garantías. La facilidad de Murray y Austin para terminar lesionados. A Romo se le agotan las oportunidades. |