Estadísticas 2012:
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Draft 2013:
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“No debía haber venido solo”, pensó demasiado tarde el joven mientras era llevado en volandas por dos fornidos guardaespaldas de inquietantes tatuajes hacia el interior del oscuro hangar en ruinas. A una orden seca, en inconfundible lengua eslava, los gorilas arrojaron al suelo al incauto becario de la empresa de inversiones. Desde el desgastado y húmedo cemento, acertó a divisar entre la penumbra las figuras de dos hombres. Uno de ellos, grueso, vestido de impecable etiqueta y fumando un imponente habano, sentado en un suntuoso sillón alto de cuero, absolutamente incoherente con la miseria que rodeaba la desolada nave, susurraba algo ininteligible al otro, alto y espigado, nariz aguileña y pelo negro engominado hacia atrás, cuya vestimenta de sport contrastaba con la ostentosa cadena de oro y cruz ortodoxa que colgaban de su cuello.
– Jefe quierre saber qué venir a ofrecerr – dijo con voz suave el hombre alto, en un marcado acento del este, arrastrando mucho las “erres”.
Tratando torpemente de incorporarse, sobreponiéndose al incesante temblor de sus piernas, el joven se sacudió el polvo de su traje de rebajas y alcanzó el maletín que había salido despedido un par de metros por delante de él.
– Verán ustedes –empezó con trémula voz-, mi nombre es Boomer Highfield, y pertenezco a la empresa de inversiones…
– Sabemos dónde viene –interrumpió el hombre alto-. Jefe hecho fortuna especulando con primas de riesgo de estúpidos países unión eurropea. Pero vaca ya no más leche, como decimos en mi tierra. Ahorra busca nuevo negocio. Si gusta, serrá generroso. Si no gusta, Boris y Mijail se encargarán. ¿Comprendido? ¿Y qué ridículo nombre es ese de Boomer?
– En realidad, debía llamarme James, –respondió el aterrorizado joven mientras revolvía en su maletín unos documentos que, a resultas de lo que acababa de decirle su intimidante cliente, iban a ser completamente inútiles, puesto que se trataba de propuestas de inversión de lo más obvio y común- pero mis padres encargaron a mi tío Ernest que me apuntara en el registro, y él me inscribió con el nombre de su quarterback favorito.
La mención de su desquiciado tío Ernest y su fanática afición le dio una idea. Total, no tenía nada que perder. Ya se veía en el fondo de la fría bahía con un lastre en los pies siendo pasto de los peces. O peor aún, despedido del único miserable y mal pagado trabajo que había conseguido encontrar tras salir de la universidad.
– El negocio que le ofrezco es infalible, novedoso y muy rentable. Se trata de invertir en acciones de los Cincinnati Bengals.
El hombre alto tradujo, incrédulo, al hombre gordo lo que Boomer acababa de transmitirle. Tras unos instantes de pausa que al joven le parecieron eternos, y justo cuando el hombre alto empezaba a hacer una seña para llamar a sus secuaces, el hombre gordo soltó una especie de gruñido.
– Tú mucha suerte –declaró el hombre alto-, de momento. Jefe quierre oír propuesta. Nunca nadie habla antes de esos bungles.
– “Bengals”, no “bungles”. Se trata de un equipo de f’utbol americano que…
– ¿Quierres hacer perder tiempo con apuesta deportiva? –inquirió irritado el hombre alto mientras echaba mano a un bulto sobre la cintura de su chándal, sospechosamente parecido a un revolver-.
– No, no. Esto no es una apuesta, es algo seguro –mintió Boomer-. Los Bengals llevan dos campañas consecutivas entrando en playoffs, cosa que no ocurría en 30 años. El año pasado se repusieron de un decepcionante balance inicial de 3-5 para acabar 10-6 y entrar en postemporada como wildcard. Y en la siempre competida AFC Norte, esto tiene mucho mérito. El ataque, aunque formado en su mayoría por jóvenes que no superan los dos años de experiencia en la liga, ha enviado a varios representantes a la ProBowl. Y la defensa quedó entre las 6 mejores de la liga en yardas encajadas y 3ª en sacks conseguidos. Pero lo mejor de todo es que para esta temporada, no sólo han conseguido mantener íntegro el núcleo del equipo y todos sus entrenadores, sino que se ha reforzado en el draft y la agencia libre en cuanto a talento y experiencia respectivamente. Es un grupo en clara progresión, que ha superado el estigma de no ganar a nadie con balance positivo derrotando nada menos que a los vigentes campeones en aquel momento, los Giants, así como a los actuales, los Ravens, e incluso a los Steelers en el propio Pittsburgh a dos jornadas del final en un partido donde ambos se jugaban la vida. Es cierto que aún tiene la asignatura pendiente de avanzar en playoffs, pero precisamente por esto, los expertos no confían aún plenamente en ellos y se resisten a ponerle la etiqueta de favoritos, y de ahí que invertir ahora resulte tan rentable.
MVP ATAQUE: A.J. Green. Consolidado como uno de los mejores WR de la liga, Adriel Jeremiah Green (entiendo que prefiera ser conocido como A.J.) debe dar el siguiente paso, que consiste en pasar de gran jugador a líder del equipo. Un ataque limitado en su potencial como el bengalí necesita que su principal baluarte se convierta en la estrella imparable que decante la balanza hacia el bando atigrado, ya sea como protagonista principal, o despejando el terreno para sus compañeros. |
Cuando el hombre alto acabó de traducirlo, el hombre gordo aspiró una profunda calada de su habano y, adelantando su corpachón hacia Boomer, exhaló el humo sobre su cara. “Aetanh”, le dijo. “Detalles”, tradujo el hombre alto. Aguantando a duras penas las arcadas (Boomer odiaba el olor a puro, y la tensa situación tampoco ayudaba), empezó a relatar el análisis del equipo.
– El quarterback es un pelirrojo llamado Andy Dalton que este año será su tercero en la liga. Pese a su supuesta falta de experiencia, ha sido capaz de llevar dos veces consecutivas a playoffs a un equipo un tanto limitado de talento. Tiene carácter, pero también sangre fría. No es muy preciso lanzando profundo, pero tampoco arriesga alocadamente la posesión del balón. Intenta buscar siempre la mejor opción, aunque esto en ocasiones le lleva a aguantar demasiado el oval y recibir el sack. En su defensa, hay que reconocer que aparte del fabuloso A.J.Green, tampoco ha tenido mucha ayuda en el juego de pase del resto de WRs, TEs ni RBs. Este año, con las nuevas adquisiciones en el draft, tendrá más objetivos a su disposición, y por lo tanto, menos excusas para confirmar si estamos realmente ante un QB que pueda conseguir grandes gestas, o simplemente un game-manager aseadito. En todo caso, está tan consolidado en su puesto de QB titular y capitán del ataque, que el club no se ha esforzado en retener al suplente, y ahora esta plaza se la disputan dos QB de medio pelo como Josh Johnson y John Skelton. ¡Habrá que rezar a San Jorge como se lesione!
La referencia al santo patrón moscovita no pasó desapercibida para el hombre alto, quien por primera vez sonrió mientras traducía a su jefe, que asentía con satisfacción e intercambiaba con él algún comentario.
– Jefe dice que Riúrik, líder de tribu Rus y fundador de madre patria, también pelirrojo –señaló el hombre alto dirigiéndose nuevamente a Boomer-. Símbolo de suerte. Pero quierre más datos.
– Donde el valor de la inversión subirá más enteros será en el juego de carrera –prosiguió Boomer-. La llegada del rookie Giovani Bernard va a dotar al backfield bengalí de una amenaza de big-play de la que antes carecía. El ataque terrestre había sido unidimensional, limitado a carreras interiores de potencia. Con el Tar Heels, se ganará en velocidad, elusividad y capacidad para recibir pases fuera del backfield, convirtiendo esta faceta del juego en más variada e impredecible. No obstante, el castigo a las líneas defensivas llevando la mayor parte de las carreras, los downs cortos donde hay que ganar las yardas duras, y las jugadas de goal-line, seguirán siendo responsabilidad de Benjarvus Green-Ellis.
– ¡Abogados! –exclamó el hombre alto escupiendo con asco-. Siempre lían todo.
– Antes de proseguir, me gustaría conocer el montante de capital que nuestro cliente estaba pensando invertir.
– Segurro buena cantidad. Jefe toma dinero muy en serrio. Voy a contarte historia. Cuando revolución soviética, jefe joven heredero inmensa fortuna. Grupo bolchevique acerca a casa y dice: nosotros sabemos tú tienes tesorro, ahorra todo pertenece a pueblo, y venimos a llevar. Entonces, jefe dirrige a esposa y dice: “TESORO, estos señorres vienen a buscarte”.
– Entendido. Continúo entonces con el grupo de receptores. Debe saber que aquí se encuentra el principal valor, la “acción de oro”: A.J.Green. Este receptor está llamado a ser uno de los principales referentes de la posición en los años venideros, y es ya el motor esencial del ataque bengalí. Le harán compañía dos jóvenes de 2º año que ya como rookies dieron muestras de que pueden ser valores en alza: Mohamed Sanu y Marvin Jones. El cuarto de la lista es Andrew Hawkins, un pequeño pero rocoso y veloz multiusos, que siempre genera alta rentabilidad y al ser undrafted, desgrava impuestos. Pero los auténticos bonos AAA se encuentran en la posición de Tight-End. Con el primer pick del draft de este año conseguimos a Tyler Eifert, el mejor de la promoción, que vendrá a sumar esfuerzos con otro ex 1ª ronda: Jermaine Gresham.
A una señal del mafioso, uno de los matones agarró el brazo de Boomer y se lo retorció por la espalda, hasta hacerle gritar de dolor.
– ¿Acaso quierres engañar? –preguntó el mafioso- ¿Tú crees yo idiota? ¿Cómo buena inversión gastar pick primera ronda en TE si ya otro TE con calidad Probowl en plantilla?
– ¡Arrghh, déjeme explicarle! El año pasado el equipo sufrió una descapitalización en terceros downs y red-zone por falta de un auténtico posession-receiver que prolongase los ataques y amortizase los drives. Le aseguro que aportar a Dalton un segundo TE alto y poderoso para aguantar el contacto y con buenas manos para asegurar la posesión es la mejor inversión posible.
– Hmmm, no sé no sé. Yo creo tú tomar pelo. Si descubro mientes, yo digo Boris rompe brazo.
– ¡No, por favor no, el brazo no! Lo necesito para trabajar. Me despedirán si pido la baja. Haré lo que me pidan, pero no lo haga, por piedad –suplicó Boomer con pavor.
A medida que pasaba el tiempo, la vista de Boomer se iba acostumbrando a aquella tenebrosa oscuridad. Tenuemente, logró distinguir al fondo de la nave, dos cuerpos amordazados que se retorcían con las manos atadas y los ojos inyectados en pánico. –¿Quienes son? –preguntó con un hilo de voz temiendo conocer la respuesta.
– Derrecha, sucio chivato. Yo digo Boris saca ojos y corta lengua para nunca decir más a policía. El otro acostar con puta favorrita de jefe. Yo digo Boris arrancar testículos y hace tragar. Pero Boris maldito holgazán todavía no hecho. ¡Boris (ininteligible parrafada en ruso)! –gritó.
Dirigiéndose al tal Boris, Boomer le recordó –No se confunda Señor Boris, yo soy el del brazo, eh, el del brazo.
Tras exhalar una bocanada de humo en forma de “O”, el jefe de los mafiosos le susurró una orden a su edecán, quien inmediatamente la trasladó a Boomer. Jefe opina todo esto muy aleatorrio, ¿qué segurridad puedes ofrecer?
– La seguridad la ofrece una línea ofensiva con una perfecta mezcla entre juventud en prometedora progresión y veteranía en su punto deportivo álgido. Los extremos los protegerán Andre Smith por la derecha y Andrew Whitworth por el lado ciego, dos de los mejores OT de la liga. El puesto de center se reembolsará a Chris Cook, ya plenamente recuperado de su lesión; mientras que los guards serán los jóvenes Kevin Zeitler a su derecha y Clint Boling a su izquierda. Pero…
– Pero, ¿qué? Continúa si quierres seguir vivo.
– Si le soy sincero, el principal riesgo que veo es que caiga lesionado alguno de ellos. Los suplentes son una mezcla de jóvenes undrafted y veteranos sin suficiente experiencia ni categoría.
MVP DEFENSA: Geno Atkins. Simple y llanamente, el mejor DT de la NFL, como así lo demuestran los 20 sacks conseguidos durante estas dos últimas campañas, presionando siempre desde el centro de la línea defensiva. Imparable tanto por la rapidez de sus movimientos como por su bull-rush, es tal el caos que genera en el pocket rival que facilita considerablemente la labor a los defensives-ends a los que prácticamente entrega el quarterback a sus brazos. En sin lugar a dudas, la pieza angular sobre la que se sustenta la defensa bengalí. |
El jefe de los mafiosos se revolvió inquieto en su sillón. El ayudante comprendió el gesto, cogió del suelo un objeto metálico y se dirigió, con él en ristre, en dirección a Boomer.
– No se inquiete, señor camarada mafioso –empezó a farfullar el joven-, precisamente ahora quería hablarle del principal activo del equipo, su línea defensiva. En especial, los defensive tackles. El jefe de la línea es el veterano Domata Peko, quien también es pelirrojo por cierto, como a ustedes les gusta, y a su lado se alinea el mejor DT de la liga estos dos últimos años: Geno “demonio de Tasmania” Atkins. Es sin duda el principal valor de apalancamiento con el que aumentar el capital propio.
– Apalancamiento voy a dar yo con esta palanca –amenazó el mafioso mostrando su improvisada arma- Seguir hablando.
– En los ends hay dos jugadores que el año pasado sumaron la nada despreciable cifra de 17,5 sacks y 4 fumbles. La presión que generan es la base de la defensa bengalí. Michael Johnson jugará bajo la etiqueta de “jugador franquicia”, lo cual es un buen incentivo para motivarle a tener una gran actuación que le proporcione un más lucrativo contrato. Por su parte, Carlos Dunlap acaba de firmar un jugoso acuerdo que le ligará a la organización durante los próximos 6 años, lo que le dará tranquilidad para desarrollar todo su potencial. Pero la clave de la unidad son las continuas rotaciones que garantizan que esta presión se mantiene todo el encuentro: Robert Geathers, Wallace Gilberry, y el novato Margus Hunt, que les gustará porque precisamente procede de una de sus ex-repúblicas, de Estonia.
– ¿Tener perro traidor en vuestras filas? –escupió el mafioso-. ¿Cómo pensar que nosotros interresados en cobardes desertores? Tú no saber nada nuestra culturra, ¿verdad?
– Bueno –balbuceó Boomer-, lo cierto es que aunque no he jugado nunca a la ruleta rusa, me divierte subirme a las montañas rusas. Y por supuesto me encanta su gastronomía: el filete ruso, la ensaladilla rusa y los polvorones de la Estepa.
– Tú mucho tonto, más que Miss. Vamos, continúa.
– El cuerpo de linebackers era la unidad defensiva más débil, y hacia ahí se han encaminado los principales refuerzos. Se ha traído de Pittsburgh al veterano James Harrison, para dotar al grupo de un carácter del que adolecía, y se drafteó a Sean Porter para añadir profundidad. Ellos se disputarán el lado fuerte mientras que el débil será para dos undrafted revelación del año pasado: Vontaze Burfict y Emmanuel Lamur. Además, estos serán los dos LBs que queden en el campo cuando nos alineemos en defensa nickel, formación que utilizamos en más del 50% de los snaps. El centro de la defensa será un año más para el decepcionante Rey Maualuga en su última oportunidad de resarcirse.
– Rey, Rey –repitió pensativo el mafioso-. “Rey” es igual que “Zar”, ¿verdad? ¿Tú sabes qué hacer bolcheviques con familia zar?
Boomer tragó saliva porque conocía la respuesta. –Fusilar a todos y luego decir que una hija escapó con vida para vender los derechos de la película a Hollywood-.
– Exacto. Nosotros no escrúpulos. Así más vale cuentes cosa interesante si quierres seguir respirando.
Boomer resopló y continuó su explicación. –Las acciones preferentes de esta inversión sin duda se centran en el cuerpo de cornerbacks. Los 4 primeros del depth-chart fueron en su día seleccionados en la 1ª ronda del draft: Leon Hall, Terence Newman, Adam “Pacman” Jones, y Dre Kirkpatrick. Este último, tras perderse su campaña rookie por lesión, ha regresado con fuerza y es en la práctica como contar este año con un 1ª ronda extra. El resto son veteranos de sobrada calidad y experiencia.
– Sí –reconoció el mafioso-, recuerdo este Pacman de tiempos pasados en cárcel. Buen chico, mucho divertido. Pero sólo cuentas cosas buenas. Creo tú no mucho sincero.
– Si he de serle franco, creo que donde más flaquea la inversión y pueden aparecer números rojos es en la posición de safety. Si bien el puesto de “Free” está bien cubierto con Reggie Nelson, quien no parece en absoluto el mismo jugador que decepcionase en Jacksonville, el de “Strong” está más en el aire. Se lo disputan el jugador de 2º año George Iloka, el ex-niner Taylor Mays, y el recién drafteado en 3ª ronda Shawn Williams. En principio, hay que reconocer que no da la impresión de ser una unidad deslumbrante.
– En este caso, necesitarremos aportes algo más especial.
– Pues precisamente –confirmó Boomer- ahora iba a hablarles de los equipos especiales. Los pateadores son fiables y experimentados en situaciones comprometidas. El kicker Mike Nugent es muy certero desde distancias razonables y sus únicos 4 fallos se produjeron en field-goals de 41, 46, 48 y 50 yardas. El punter Kevin Huber, sin ser el más espectacular de la liga, se sitúa entre los 5 mejores en las estadísticas de yardas netas, punts clavados dentro de la yarda 20 rival, y menos yardas permitidas en los retornos. Los retornos son la asignatura pendiente. Si bien Adam Jones es bastante productivo en los de punt, y suele conseguir algún TD, no lo es tanto Brandon Tate en los de kickoff, incapaz de sacar partido a uno de los mejores conjuntos de cobertura de toda la liga.
– Basta, ya he oído suficiente –ordenó el jefe de los mafiosos, para sorpresa de Boomer, en un lenguaje perfectamente claro y sin acento; toda esa farsa de hacerse traducir las respuestas resultó no ser más que una estratagema para ganar tiempo analizando cada frase-. Me has convencido chico. Tu propuesta parece sólida y original. A pesar de haber recorrido las más importantes firmas internacionales de inversiones, ninguna antes me había hablado de estos Bengals que, como dices, parece un negocio serio y, al no despertar excesiva expectación, con inmejorables oportunidades lucrativas. Me gusta. Dejaré de especular con deuda pública de países en crisis y centraré aquí mi capital. Sin embargo –añadió el obeso jefe mafioso chasqueando la lengua y poniéndose con dificultad en pie mientras aplastaba con la punta de sus caros zapatos la colilla del habano-, la mala noticia para ti es que no saldrás vivo de ésta. Lo siento pero no podemos dejar testigos. Compréndelo, no es nada personal. Solo negocios.
Mientras Boomer, incapaz de pronunciar palabra, era arrastrado por los dos gorilas, del bolsillo de su chaqueta se cayó una fotografía. El jefe mafioso la recogió y, santiguándose a la inversa según el rito ortodoxo ordenó a sus secuaces que dejasen al joven en el suelo. Con lágrimas formándose en los ojos, preguntó.
– ¿Có..cómo tienes esto?
– Es una foto firmada de James Gandolfini, mi actor favorito –respondió a duras penas Boomer-.
– Para ti será un actor, para nosotros Tony Soprano es Dios. Descanse en paz. No podemos matar a uno de sus seguidores. Tienes suerte chico, por esta vez te has salvado. ¡Dejadle ir! -ordenó a sus secuaces mientras se guardaba la fotografía en el bolsillo-. Boomer no se lo hizo repetir y desapareció corriendo entre la bruma nocturna como alma que se lleva el diablo.
Así que, amigos lectores, no os dejéis engañar por las insinuaciones de brotes verdes, efectos de la reforma laboral, coyuntura socioeconómica global, ni historias por el estilo. Si realmente mejora la economía mundial se deberá al hecho de que los poderosos lobbys de inversión han centrado sus miras en otro negocio más fiable y prometedor: los Cincinnati Bengals de 2013.
Un equipo serio, centrado, compensado y rebosante de calidad y juventud. Los Bengals se mueven en un territorio desconocido para ellos en los últimos tiempos: partir como favoritos. Su firme progresión le lleva a ser el referente de la división en años venideros. |
Tras dos años de caer a las primeras de cambio en playoffs, todo lo que no sea superar la ronda de wildcard será visto como un fracaso. Las expectativas son altas, y no está claro cómo podrá sobrellevar la presión una plantilla tan joven y un entrenador que parece haber tocado techo. |