Estadísticas 2012:
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Draft 2013:
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La temporada 2012 de los Cleveland Browns empezaba con aires de renovación merced a la compra del equipo por un nuevo propietario y la apuesta en el draft por dos jugadores que deberían ser la nueva cara de la franquicia, el corredor Trent Richardson y el quarterback Brandon Weeden.
Las únicas reminiscencias del régimen anterior estaban en el staff técnico y directivo que mantenía a Pat Shurmur como entrenador jefe y a Tom Heckert como general manager.
Tras una temporada decepcionante (otra más) la renovación se ha hecho completa y para el nuevo año los Browns parten de cero (otra vez) con Rob Chudzinski como nuevo entrenador y el televisivo Michael Lombardi como nuevo general manager. Está por ver el acierto en este nuevo cambio de rumbo pero al menos parece que por primera vez en mucho tiempo el nivel de talento en el equipo tiene poco que envidiar al de sus vecinos en la potente AFC North.
MVP ATAQUE: Trent Richardson. No cumplió del todo las expectativas por culpa de una línea bastante deficiente y demasiadas dudas a la hora de correr con el balón pero Richardson demostró que puede ser ese workhorse que los Browns estaban buscando cuando lo eligieron en la tercera posición del draft. |
Para extraer todo el jugo a ese talento Chudzinski ha apostado sobre seguro y ha rescatado a Norv Turner como coordinador ofensivo del equipo. El ex entrenador de los Chargers ha vuelto a demostrar su incompetencia como máximo responsable de un equipo pero es lo más parecido a un cheque al portador a la hora de coordinar la parcela ofensiva.
Mimbres para trabajar no le van a faltar aunque probablemente le falten los más importantes para fabricar un buen cesto y es que la temporada de debut de los presuntos buques insignia del nuevo proyecto levantaron más dudas que certezas.
Empezando por un Weeden que demostró tener un gran brazo pero muy poco tino a la hora de escoger destinatarios para sus pases. Malas decisiones traducidas en malos porcentajes, excesivos riesgos y numerosos errores, facetas en las que debe mejorar drásticamente por su propio bien ya que con su edad no va a tener muchas más oportunidades para ser el quarterback franquicia que llevan esperando en Cleveland desde los lejanos tiempos de Bernie Kosar.
Tampoco Trent Richardson respondió a las expectativas. Demostró ser un auténtico «workhorse» capaz de aguantar altísimas cargas de trabajo pero aunque dejó detalles de gran jugador también dejó la muy inquietante sensación de ser un corredor demasiado dubitativo y bailarín tras los bloqueos.
Lo bueno de ambos casos es que el esquema ofensivo de Turner admite muy pocas medias tintas, tanto para la posición de quarterback como la de corredor por lo que si en esta temporada ambos jugadores no dan claros síntomas de mejora se va a ver muy pronto. Turner es uno de los más fervientes (y exitosos) practicantes de la auténtica West Coast Offense un sistema basado en un potente juego de carrera tras un sistema de bloqueo zonal y un juego de pase vertical. Este sistema se adapta como un anillo al dedo a Weeden puesto que exige quarterbacks con brazo potente, simplicidad en las lecturas y una confianza ciega (o un cierto punto de locura) a la hora de soltar el balón. La cara negativa puede estar en Richardson ya que el sistema de bloqueo zonal necesita de corredores que corten con decisión y potencia, sin medias tintas y sin bailes.
Como ya se ha dicho, lo bueno de la auténtica West Coast Offense es que es un sistema de blanco y negro y en seguida sabremos si los dos presuntos líderes del equipo están a la altura o en Cleveland van a tener que confiar esta temporada a sus respectivos suplentes, el contrastado Jason Campbell en el caso de Weeden o en los poco probados Brandon Jackson y Jamaine Cook en el caso de Richardson. Confiemos en que no sea el caso porque si no el año que viene mucho me temo que vamos a tener que hacer muchos cambios en los protagonistas de la previa.
Otro de los apartados del juego en el que el alto nivel de exigencia de Norv Turner se va a dejar notar es en un cuerpo de receptores que lleva anclado en la mediocridad desde tiempos inmemoriales. Josh Gordon y Greg Little han dejado destellos de calidad pero hasta la fecha no han tenido la continuidad necesaria, Davone Bess es una interesante incorporación para el slot mientras que Travis Benjamin y David Nelson completarán una rotación que va a tener que lidiar con un nivel de perfeccionismo en la ejecución de las rutas que roza con lo psicótico.
La línea ofensiva quizá sea la unidad que presenta menos dudas, repiten sus cinco integrantes y el quinteto formado por el excepcional Joe Thomas (LT), John Greco (LG), Alex Mack (RG), Shaun Lavao (RG) y el prometedor sophomore Mitchell Schwartz (RT) ha demostrado un rendimiento por encima de la media a la hora de proteger a su quarterback aunque ha resultado muy deficiente abriendo huecos a sus corredores tal y como demuestra el penoso promedio de 3,6 yardas por acarreo de Trent Richardson. Para ayudar a sus corredores Turner suele decantarse por tight ends de corte clásico más bloqueadores que receptores en campo abierto y en esta ocasión no iba a ser una excepción. Los oscuros Jordan Cameron, Gary Barnidge y Kellen Davis garantizan litros de sudor en la trinchera pero poco más. Tampoco nos podemos olvidar de la labor del fullback en esta faceta puesto que Turner es un coordinador tan clásico que hasta cuenta con dos fullbacks en su rotación, Brad Smelley se presenta como el típico lead blocker mientras Chris Ogbonnaya ofrece un poco más de versatilidad.
MVP DEFENSA: D’Qwell Jackson. Aunque hay jugadores más brillantes en el equipo (Joe Haden o Jabaal Sheard) Jackson es el verdadero líder de la defensa y su presencia en el centro del cuerpo de linebackers es básica para el funcionamiento de la unidad. |
Si bien el ataque presenta bastantes dudas en cuanto a su rendimiento en la parcela defensiva todo apunta a que los Browns van a contar con una de las unidades más eficaces, sorprendentes, agresivas y divertidas de la competición. De ello se encargará Ray Horton, uno de los mejores coordinadores de la actualidad y digno heredero de las enseñanzas de su maestro, el mítico Dick Lebeau. Con estos antecedentes ya sabemos lo que podemos esperar: Sistema 3-4, agresividad sin límites, blitzes salvajes, coberturas desquiciantes y la presión sobre el backfield rival como bandera y lema fundamental. Todo esto suena muy bien pero suena mucho mejor si tenemos en cuenta los juguetes que va a tener a su disposición.
Y es que aunque muy pocos lo sepan el front seven de los Browns es uno de los mejores de la NFL tanto por la calidad como por la cantidad de sus integrantes. Empezando por una línea defensiva formada por dos moles como Athyba Rubin y Phil Taylor que se comen los bloqueos sin rechistar y con la guinda de la incorporación del explosivo Desmond Bryant como RE, un jugador llamado a aportar la necesaria dosis de presión por el interior de la línea que es marca de la casa en los esquemas de Horton.
Si la línea defensiva ya es toda una garantía el cuerpo de linebackers es de verdadera locura. En el interior tenemos a esa máquina de placar conocida como D’Qwell Jackson quién no sólo es uno de los mejores de la liga a la hora de detener la carrera si no que también cae en cobertura con gran dignidad. A su lado se alineará el prometedor Craig Robertson un jugador del que se esperan grandes cosas y que puede ser el gran beneficiado en los originales esquemas de Horton con blitzes centrales tan sorprendentes como efectivos. Nos pasamos al exterior y aquí ya se desata la lujuria. Jabaal Sheard abandona su posición como defensive end y pasa a jugar como «endbacker» con la misión fundamental de arrimar candela a los quarterbacks rivales. Por si fuera poco con esto en la agencia libre los Browns se hicieron con los servicios de Paul Kruger y de Quentin Groves y añadieron más leña al fuego al escoger en primera ronda al explosivo Barkevious Mingo. Se perciben malos tiempos para las líneas ofensivas y los quarterbacks que tengan que lidiar con semejante cuarteto.
Y por si fuera poco con todo esto en la secundaria los Browns también cuentan con elementos de altísima calidad. Sin que nadie se haya dado cuenta Joe Haden es ya uno de los mejores cornerbacks de la competición y otro tanto podemos decir del magnífico T.J. Ward en la posición de strong safety. Contar con dos jugadores de tanta calidad es un lujo al alcance de muy pocos equipos en la liga. Para complementar a estos dos fenómenos en la rotación de cornerbacks figuran Buster Skrine, Leon McFadden y Chris Owens, mientras que Tashaun Gibson y Johnson Bademosi completan las posiciones de safety.
Aires de cambio en esta unidad. El eterno kicker Phil Dawson ha abandonado el equipo por lo el irregular Shayne Graham será el encargado de hacer olvidar al único pateador que conocen los aficionados de Cleveland en el nuevo periplo de su franquicia. El eléctrico Joshua Cribbs también se ha marchado por lo que las novedades siguen a la hora de retornar patadas con la presencia de Johnson Bademosi en los kickoffs y de Travis Benjamin en los punts. La renovación se cierra con la presencia del anónimo Spencer Lanning como punter del equipo.
Por primera vez en mucho tiempo hay talento del bueno en el equipo y la sensación de que hay un staff capaz de aprovecharlo, especialmente en el lado defensivo. |
Las dudas que generan los buques insignia del proyecto. Tanto Brandon Weeden como Trent Richardson tienen que dar un salto de calidad para que el equipo haga lo mismo. |