Estadísticas 2013 (8-7-1):
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Draft 2014:
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Los Packers enfrentan la nueva campaña 2014-15 con una misión clara: mejorar el aspecto defensivo si quieren tener alguna aspiración de volver a llevarse el Lombardi a casa. La temporada pasada llegaron a playoffs como siempre, pero una vez más se vieron las carencias generales (en especial en el puesto de safety) del equipo a las primeras de cambio. Ted Thompson, aunque nunca lo reconozca, año a año va drafteando un poco más según las necesidades en lugar de según su clásica filosofía de best player available, esto es, mejor jugador disponible. Y es que si bien cuando comenzó en la franquicia tocaba prácticamente crear un equipo nuevo, poco a poco la mayoría de veteranos se han ido asentando y lo que toca es mejorar y mucho lo presente, con jugadores que puedan aportar desde el primer día, todo ello sin descuidar la profundidad en las líneas. La mayor bomba de la post-temporada ha sido sin lugar a dudas la contratación del agente libre Julius Peppers, en un intento casi desesperado por mejorar el pass-rush. Y este movimiento nos recuerda a aquél también controvertido de Charles Woodson hace varios años, cuyo resultado superó con creces las expectativas. A poco que le salga la mitad de bien puede ser la pieza que falte en el engranaje quesero para volver a la ansiada SuperBowl.
Mike McCarthy sigue al frente de un equipo que aspira a todo, aunque será difícil dado el altísimo nivel de la NFC. Debe mejorar en varios aspectos, en especial en su gestión de los tiempos muertos y de los momentos finales de los partidos y segundos cuartos, así como algunos de sus challenges. Por lo demás es un entrenador que sabe muy bien lo que hace y sus récords así lo demuestran: es el cuarto entrenador en activo con mejor porcentaje de victorias.
MVP ATAQUE: Aaron Rodgers será otro año más el jugador estrella de los Green Bay Packers. Con el apoyo del juego terrestre y si las lesiones lo permiten rendirá al nivel que nos tiene acostumbrados cuando está al 100%. Y eso es un nivel muy alto, al alcance de muy pocos en la historia de la NFL. |
Los de Wisconsin tienen uno de los mejores ataques de la liga, una unidad muy explosiva al haber encontrado ya el equilibrio entre el pase y la carrera. El año pasado fueron el tercer equipo que más yardas obtuvo y estuvieron en el top-10 tanto en carrera como en pase, como en puntos anotados, a pesar de los problemas de lesiones. La única incógnita es saber cómo funcionará la hurry-up offense de este año, alternando un runningback en cada drive y con Rodgers haciendo prácticamente todo. Pinta muy bien sobre el papel, pero habrá que ver la no-huddle este año en acción para poderlo valorar.
Sobre el quarterback titular sobran las palabras: sigue teniendo el mejor rating en la historia de la NFL. Lo único preocupante es que si algo le pasa el equipo perderá enteros, como sucedió la temporada pasada. Y es que el circo que montó Ted Thompson en la posición de quarterback suplente casi supuso la debacle tras una lesión de Aaron Rodgers justo a la mitad. Se hicieron muy mal las cosas y tras despedir a Vince Young, se optó por pillar in extremis a Seneca Wallace, que se lesionó a las primeras de cambio en su primer partido. Cuando la cabeza pedía a Matt Flynn, TT nos sorprendió ignorando lo obvio y confiando ciega e incomprensiblemente en Scott Tolzien, quien dada su inexperiencia poco pudo hacer, y el ataque se convirtió en completamente inexistente mientras él estuvo al mando. Por suerte, rectificar es de sabios y aunque ya fue muy muy tarde, la contratación de Matt Flynn dio otro aire al equipo, que comenzó a carburar y gracias a ello se entró en playoffs. Y es que hasta entonces, debido a la inoperancia de Tolzien, todo era sencillo: los rivales se centraban en parar a la única amenaza (y vaya amenaza), Lacy. Con Flynn a los mandos, y a pesar de no haber entrenado nada con el equipo, Lacy tenía mucho más campo para él y por tanto el ataque volvió a ser bidimensional porque volvía a haber juego de pase, haciendo más grande aún a Lacy. Además, la defensa ya podía descansar, porque con Tolzien era todo tres y fuera o intercepción, y eso se notó también en su rendimiento. La consecuencia de esto es que se logró entrar, aunque de chiripa, en playoffs, algo que habría sido más sencillo de haber realizado el movimiento mucho antes, cuando todos lo pedíamos. Este año no se cometerá el mismo error y se ha hecho hincapié en el puesto de QB suplente. Ahora mismo tanto Matt Flynn como Scott Tolzien se disputan en pretemporada ese honor. Lo ideal sería conservar a los dos, pero está por ver qué hace el equipo. No nos engañemos con lo anterior: Tolzien es, a todas luces, mucho mejor QB. Tiene más brazo y apunta maneras, pero carece aún de la experiencia necesaria para tomar las decisiones adecuadas que permitan al equipo ganar partidos en ausencia de Rodgers. Por el contrario, Flynn tiene peores condiciones y desde que se lesionó tampoco es el mismo, juega como con miedo a ser golpeado; además, viene de varios fracasos en el intento de hacerse un sitio como titular en la NFL… Sin embargo, suple todo esto con un mejor conocimiento del playbook y bastante más experiencia, por lo que a día de hoy (que no mañana) es el ideal para el puesto. Sería muy ventajoso hacer el esfuerzo de mantener a los dos al menos este año por lo que pudiera pasar, mientras Tolzien mejora y se asienta más de cara a próximas temporadas, porque él será el futuro, o eso se espera.
En el backfield vamos a tener al flamante rookie ofensivo de la temporada pasada, Eddie «the Hammer» Lacy, un auténtico martillo que el año pasado cautivó a propios y extraños con su habilidad para romper placajes y sacar 2 ó 3 yardas cuando parecía parado. Y es que no se veía un runningback así de bueno por aquí desde hace bastante tiempo. Alternando drives con él se espera que James Starks continúe al mismo nivel que estuvo el año pasado, donde mantuvo un promedio de 5,5 yardas por carrera, muy alto. El tercero en discordia será DuJuan Harris; veremos de qué es capaz este prometedor jugador una vez recuperado ya de sus lesiones.
Dentro de la franquicia se comenta que el cuerpo de receptores es el más talentoso en la era McCarthy y eso es mucho decir si tenemos en cuenta que de calidad siempre ha sido un grupo que ha ido sobrado. Jordy Nelson lideró la NFL el año pasado en número de recepciones de más de 25 yardas lo que unido a su habilidad para capturar esos balones que van pegados a la banda le hacen el receptor perfecto para Green Bay. Su punto más débil, las lesiones, es algo que comparte con el explosivo Randall Cobb, y uno pudiera pensar que tras la ausencia de James Jones el grupo podría no acabar siendo todo lo bueno y fiable que promete. Pero con Jarrett Boykin por ahí con sus buenas manos y las nuevas incorporaciones vía draft de Davante Adams y Jeff Janis (un jugador rapidísimo), todo parece controlado y listo para el espectáculo.
Con la grave lesión del tight end Jermichael Finley, se espera que el también drafteado Richard Rodgers rellene su hueco sin perder muchos enteros. Brandon Bostick (ahora mismo lesionado para la preseason) es el mejor bloqueador de todo el grupo y Andrew Quarless, cuyas condiciones son excelentes, debe dar un paso adelante en productividad. Colt Lyerla, un jugador bastante problemático con un historial de problemas en el pasado, podría intentar hacerse un hueco también, así como Jake Stoneburner.
John Kuhn, el favorito de la afición, será el fullback una vez más, un puesto que será complementado por los tight ends saliendo como bloqueadores desde el backfield en muchísimas jugadas del playbook.
La línea ofensiva también se espera que sea más fiable que otros años. Y es que al fin se ha dejado atrás a gente como Marshall Newhouse. David Bakhtiari —jugador de segundo año que estuvo excelente el año pasado— y Bryan Bulaga serán los tackles izquierdo y derecho. Josh Sitton —considerado uno de los mejores en su posición en toda la NFL y el mejor de todo el grupo quesero— y T. J. Lang, los guards. La única duda es el puesto de center, y es que tras la ausencia de Scott Wells Aaron Rodgers lleva 4 años cambiando el center titular en cada temporada. Esta vez le corresponde el turno a JC Tretter, y él será el encargado de intentar al fin darle una continuidad a esta posición.
MVP DEFENSA: Clay Matthews tiene que brillar este año más que nunca gracias al peligroso tándem que formará con Julius Peppers. Es de esperar que esta temporada no reciba tantos dobles o triples bloqueos. Su talón de Aquiles será el de siempre: las lesiones. Es un jugador indispensable para que la defensa funcione. |
Otra temporada más, éste sigue siendo el punto débil del equipo. Se acabó de forma casi humillante, y es que las estadísticas de defensa top-10 que se manejó tanto en yardas por partido, como en puntos, defensa del pase y la carrera, y en sacks es bastante engañosa. Las intercepciones brillaron por su ausencia (puesto 26º en la NFL) y aunque la estadística no lo muestre, daba la sensación de que el pass rush era inexistente y se fallaban placajes cuando más falta hacía. En concreto el juego de los safeties fue absolutamente lamentable todo el año. Así se puede llegar a playoffs, pero ganar partidos una vez ahí es terriblemente difícil. De ahí que Ted Thompson se haya decidido al fin por intentar hacer como hizo en la «era Charles Woodson»: fichar a un jugador sobre el que se tienen dudas (como sucedía con el de los Raiders), pero que si se adapta puede ser un bombazo: Julius Peppers.
La línea defensiva viene de sufrir un serio revés. B. J. Raji se encontraba en año de contrato y estaba haciendo al fin una pretemporada y training camps muy prometedores, pero se ha roto el bíceps y será baja para gran parte de la temporada, si no toda, como parece. Cierto es que en la 3-4 base apenas se juega un 20% de los snaps, pero su ausencia puede notarse a no ser que salga al rescate Josh Boyd, Letroy Guion (lesionado ahora actualmente también), Mike Pennel —jugador que está deslumbrado y con la baja de Raji no hay casi dudas de que entrará en el equipo—, o se contrate a alguien. Se habla de Ryan Pickett, aunque da la sensación de que es un jugador al que no le quedará mucho fuelle a estas alturas para un puesto tan importante como el de nose tackle. Como defensive ends, el tándem Datone Jones y Mike Daniels mejora poco a poco y hay muchas esperanzas depositadas en ellos. El rookie Khyri Thornton puede dar también alguna sorpresa agradable a la línea.
Como hemos comentado antes Julius Peppers es el fichaje estrella del equipo, y es que la contratación de un agente libre de ese calibre no se veía por aquí desde el bueno de Woodson. Debe adaptarse no obstante a su puesto mixto de LB/DE, y todos cruzamos los dedos desde aquí para que a Dom Capers no le dé por sacarlo en cobertura muy a menudo… y para que no se «borre» en algunas fases de los encuentros, algo de lo que se le acusaba en Chicago. Pero podría ser la pareja perfecta para el bueno de Clay Matthews, y es que será muy difícil para las líneas ofensivas rivales pararlos a los dos si entra uno por cada lado. Y si lo hacen pues se abrirán otros huecos, ya sea para pass rush interior, o para el corner blitz que tanto le gusta a Capers. En el interior A. J. Hawk y Brad Jones serán los responsables de parar el juego como linebackers interiores, posición que resulta aparentemente la más floja de toda la defensa. Los suplentes por fuera serán Mike Neal y Nick Perry, mientras que por dentro Jamari Lattimore parece con el puesto asegurado. El resto tendrá que luchar por todas esas plazas disponibles. Sam Barrington, Nate Palmer, Andy Mulumba… El rookie Carl Bradford tendrá que demostrar más para poder quedarse.
En la secundaria tendremos un año más a Tramon Williams y Sam Shields como cornerbacks titulares, jugadores que algunas veces dan una de cal y otra de arena, pero que son relativamente fiables. La única duda con Shields es si con las nuevas normas de arbitraje se hinchará a pañuelos o logrará adaptarse al cambio. Davon House y Casey Howard estarán por ahí, con este último en entredicho por sus problemas de lesiones. El rookie Demetri Goodson podría dar un paso adelante si mantiene el nivel mostrado en el comienzo de la preseason. No nos olvidamos de Jarrett Bush, un clásico entre los clásicos, estelar en los equipos especiales…
El año pasado los safeties no consiguieron ni una sola intercepción. Se espera que este año, tras desprenderse tanto del decepcionante Jerron McMillan como de M. D. Jennings —este último colado a los Bears para deleite de la afición quesera—, Morgan Burnett esté a la altura de las circunstancias como strong safety. A su lado venía recién drafteado Ha Ha Clinton-Dix, pero parece que Mica Hyde le ha ganado la partida y es que este jugador ha demostrado buena visión de juego y buenas habilidades de placaje y cobertura. Habrá sin embargo algunas formaciones que permitan la presencia de los tres en el campo al mismo tiempo y será interesante ver si, con el tiempo, Ha Ha le gana el puesto a alguno de los otros dos como titular. Los suplentes serán Sean Richardson y Chris Banjo.
En los puestos de especialistas, ningún cambio. Mason Crosby ha demostrado la temporada pasada un nivel soberbio tras sus malos años anteriores y no le han traído a nadie para competir como kicker. Tim Masthay será de nuevo el punter, bastante sólido. Y Brett Goode, como siempre, el long snapper.
Como retornadores Micah Hyde, DuJuan Harris y Randall Cobb serán los elegidos.
+ Aaron Rodgers. + El dúo Lacy-Starks, que unido a la hurry-up offense podrían hacer a Rodgers y al equipo imparables. + Cuerpo de receptores de altísima calidad. + Incorporación de Peppers que le otorga al pass-rush un gran potencial. |
– Linebackers interiores en entredicho. – Hueco grande en la línea defensiva tras la lesión de Raji. – La defensa en general: mientras no se demuestre lo contrario, no es fiable en los partidos importantes. – Playcalling y gestión del reloj deficientes en los últimos minutos de cada mitad. |