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Estadísticas 2013 (11-5):
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Draft 2014:
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El segundo año de la era PPM (post Peyton Manning), también conocido como Año II de la era Andrew Luck, en la franquicia de la herradura no pudo saldarse de manera más positiva.
Con su quarterback de segundo año demostrando la categoría que se le suponía antes del draft los Colts dominaron con comodidad su división. Firmaron varias victorias de prestigio ante los rivales más duros de la competición. Sumaron la primera victoria de la postemporada en esta nueva era, firmando una histórica remontada en el partido que les enfrentó a los Kansas City Chiefs en la ronda de Wild Cards. No está nada mal para una temporada que debía servir de transición para afianzar el nuevo proyecto.
Así las cosas, la posterior eliminación a manos de los veteranos New England Patriots en la ronda de Divisonales podemos considerarla como parte del proceso de formación y aprendizaje de un equipo que está llamado a las más altas cotas gracias al niño-prodigio que se alinea tras el center.
En este proceso la nueva temporada supone un nuevo escalón para un equipo que, no nos engañemos, no está demasiado bien pertrechado en lo que a talento individual se refiere. Las soberbias prestaciones de su quarterback, una defensa disciplinada y oportunista y el penoso nivel de la competencia dentro de la división han servido para enmascarar estas deficiencias pero si este equipo quiere aspirar a convertirse en un contendiente debe seguir mejorando. En ello están.
 MVP ATAQUE: Andrew Luck. Por si quedaba algún escéptico con el fenómeno de la Universidad de Stanford, su segunda temporada, culminada con esa excepcional remontada en playoffs, ha disipado cualquier duda. Estamos ante un jugador llamado a marcar época. |
La llegada del coordinador ofensivo Pep Hamilton la pasada temporada y la implantación de un sistema ofensivo «Walsh Offense» supuso una pequeña mejora en las prestaciones del ataque, sobre todo a la hora de asegurar la posesión del balón, pero ni mucho menos obtuvo los resultados deseados. La poca fiabilidad y contundencia de la línea ofensiva y la ausencia de un corredor de garantías provocó un ataque demasiado dependiente de los arranques de genialidad de su quarterback algo que se pretende evitar esta temporada.
Para ello se confía en la evolución y mejora de una línea ofensiva que añade al novato Jack Mewhort en la posición de left guard y en la que repiten Anthony Castonzo (LT), Khaled Holmes (C), Hugh Thornton (RG) y Gosder Cherilus (RT). El año pasado la unidad no demostró demasiado poderío a la hora de abrir huecos a sus corredores y tampoco ralló a gran altura a la hora de proteger a su quarterback pero los entrenadores confían en que con un año más de experiencia en el sistema el rendimiento mejore notablemente.
Otro de los puntos a mejorar en el ataque está en la posición de runningback en la que la fuerte apuesta realizada por Trent Richardson (los Colts enviaron su primera ronda del draft 2014 a los Browns a cambio del jugador) no ha dado los resultados esperados. El presunto corredor franquicia se ha mostrado como un jugador dubitativo e indeciso lo que se ha reflejado en una paupérrima estadística de 2,9 yardas por acarreo. Al igual que con los muchachos de la línea ofensiva el cuerpo técnico tiene confianza en que superado el período de aclimatación y aprendizaje del nuevo sistema el flamante número tres del draft 2012 demuestre la calidad que se le supone. En cualquier caso, para cubrirse las espaldas, se ha decidido recuperar al veterano Ahmad Bradshaw, un corredor que no ofrece ninguna duda en cuanto a su rendimiento siempre y cuando la salud le respete.
En cuanto al ataque aéreo, las perspectivas son bastante más halagüeñas. Siempre que la línea ofensiva le dé el tiempo suficiente, Andrew Luck va a disponer de un completísimo arsenal de objetivos a los que lanzar. T.Y. Hilton es uno de los receptores más peligrosos de la liga a la hora de dividir las defensas con su velocidad, Reggie Wayne regresa de su lesión para seguir asegurando un blanco fiable para su quarterback en los momentos de tensión, Coby Fleener se confirmó como un tight end de lo más solvente, Dwayne Allen vuelve de su lesión con ganas de confirmar las excelencias que demostró en su temporada rookie y para añadir la guinda al pastel, Hakeem Nicks llega desde la gran manzana para dotar al equipo de un receptor grande capaz de pegarse con quién haga falta por cada balón. Además la elección del prometedor Donte Moncrief en tercera ronda redondea una rotación de receptores que, si las lesiones no lo impiden, promete emociones fuertes.
 MVP DEFENSA: Robert Mathis. La sanción de cuatro partidos por dopaje supone un serio baldón a la imagen de este veterano y un duro golpe para la defensa de los Colts, porque, no nos engañemos, Mathis es de los pocos jugadores que marcan la diferencia en esta unidad. |
El rendimiento de la unidad coordinada por Greg Manusky es una de las bases en el crecimiento del equipo. No olvidemos que Chuck Pagano es un afamado especialista defensivo y se espera que esta unidad empiece a ofrecer unos resultados más acorde con la fama de su head coach. Fácil no lo tiene porque lo cierto es que a nivel de talento individual esta defensa no es una de las más aparentes sobre el papel.
Empezando por la línea ofensiva que cuenta con un enorme boquete en la posición de nose tackle en el que ni Josh Chapman, ni Montori Hughes aseguran un rendimiento aceptable. La posición de defensive end si que ofrece algo más de chicha con la presencia del veterano Cory Redding en el lado izquierdo y la incorporación del fiable Arthur Jones en el derecho, más la presencia de Ricky Jean-François como primer reserva. Nada como para tirar cohetes pero al menos son jugadores de rendimiento más que contrastado.
La sensación de indiferencia se diluye en parte al repasar el cuerpo de linebackers. Sobre todo por la presencia de Robert Mathis como endbacker en el lado ciego, un jugador todo intensidad que el año pasado disfrutó de la mejor temporada de su larga y brillante trayectoria en el equipo. Un rendimiento sorprendente teniendo en cuenta su edad, tanto que muchos no se sorprendieron al conocer su sanción para los cuatro primeros partidos de esta temporada por uso de sustancias dopantes… Malpensados, que sois unos malpensados.
En el centro del cuerpo de linebackers, siguen las buenas noticias con la confirmación del infravalorado Jerrell Freeman como uno de los mejores ILB de la competición y la incorporación de esa tremenda máquina de placar conocida como D’Qwell Jackson. A partir de ahí comienzan los problemas puesto que ni Erik Walden, ni Bjoern Werner están a la altura en el lado opuesto a Mathis y la lista de suplentes es de un anónimo que asusta.
En la secundaria la buena noticia es la confirmación de Vontae Davis como un cornerback de élite pero a partir de ahí tampoco hay mucho que rascar. Laron Landry es una presencia intimidante en la posición de free safety pero todo lo que aporta en cuanto a intimidación lo pierde en irregularidad. Como strong safety llega Mike Adams procedente de los Broncos para paliar la pérdida del veterano Antoine Bethea y en la posición de cornerback, Greg Toler y Darius Butler harán lo que puedan para evitar convertirse en las víctimas propiciatorias de los quarterbacks rivales, quienes, con buen criterio, se centrarán en evitar al receptor marcado por Davis.
Un año más vuelve Adam Vinatieri quién seguirá agrandando su leyenda con cuarenta y una castañas. El discreto Pat McAffee seguirá siendo el encargado de realizar los despejes mientras que T.J. Hilton y Donte Moncrief se turnarán en los retornos.
 Andrew Luck sigue quemando etapas y si sigue la progresión este equipo seguirá creciendo, sobre todo si tenemos en cuenta que la división es, a día de hoy, un chollo. |
 El equipo sigue siendo demasiado dependiente de las genialidades de su quarterback. Es necesario que la línea ofensiva, el juego de carrera y la defensa den un paso al frente para seguir creciendo y no creemos que dispongan de los mimbres necesarios para ello. |