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Estadísticas 2013 (13-3):
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Draft 2014:
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La temporada 2013 quedará grabada con letras de oro en los anales de los Seattle Seahawks.
Después de muchos años de frustraciones en la ciudad esmeralda, los chicos de Pete Carroll cumplieron los pronósticos y con un juego «a la antigua» basado en una fortísima defensa y un ataque conservador orientado hacia el juego de carrera, dominaron a sus rivales durante la temporada regular para acabar con el mejor récord dentro de la NFC, lo que les aseguraba disputar todos los playoffs en su fortín del CenturyLink Field.
Aupados por su entusiasta y ruidoso público los Seahawks se deshicieron sin grandes problemas de los New Orleans Saints en Divisionales para a continuación imponerse de manera dramática a sus archirrivales de la bahía de San Francisco en una épica Final de Conferencia. En la Superbowl, la autodenominada «Legion of Boom» se aseguró su lugar en la historia del football masacrando sin contemplaciones a unos impotentes Denver Broncos, muy poco preparados para sufrir los rigores de una defensa al estilo NFC West.
La ciudad esmeralda ya puede disfrutar de su primer Vince Lombardi Trophy pero el reto para esta temporada es aún mayor, la posibilidad de repetir título está muy presente en un equipo muy joven y que apenas ha perdido piezas de importancia. Sólo el endurecimiento de los criterios arbitrales en los marcajes de la secundaria (para muchos una medida surgida precisamente a raíz de la exhibición de los Seahawks en la pasada Superbowl) se presenta como el principal obstáculo en el camino de un grupo llamado a hacer historia.
 MVP ATAQUE: Russell Wilson. La evolución de este pequeño gran quarterback marcará en buena medida la evolución del ataque Seahawk. El juego de carrera seguirá siendo el que lleve la voz cantante pero se espera que Wilson dé un paso al frente para generar un ataque aéreo más continuo y fiable. |
Las variaciones en este apartado son tan minúsculas que prácticamente podríamos hacer un corta y pega con la previa del año pasado y nadie se daría cuenta de la diferencia.
Darrell Bevell sigue siendo el coordinador ofensivo y la filosofía del equipo va a seguir siendo la misma. Juego de carrera poderoso e insistente y en el juego de pase a vivir del playaction y de la genialidad de Russell Wilson en momentos puntuales.
Precisamente la progresión del fantástico pasador de tercer año va a marcar el camino para ver por donde evoluciona este ataque. Hasta la fecha Wilson ha cumplido con su misión de manera excelente pero el ataque aéreo ha sido muy inconstante en su rendimiento. Es de esperar a medida que Wilson va mejorando y madurando, también lo haga el juego de pase de los Seahawks.
Sin embargo para que este proceso de mejora del quarterback se produzca es necesario que el joven Wilson disponga de compañeros a la altura de su talento y en este sentido las sensaciones son contrapuestas. Golden Tate (fichado por los Lions en la agencia libre) y Sidney Rice (retirado) ya no son de la partida y los nombres de Doug Baldwin, Ricardo Lockette, Jermaine Kearse o Phil Bates no dicen mucho. Otra cosa es lo que puedan aportar un Percy Harvin en buenas condiciones de salud por ahora (y subrayamos el por ahora) y el novato Paul Richardson, pero salvo que estos dos jugadores rindan a muy alto nivel, el cuerpo de receptores no dice demasiado.
Otro tanto podemos decir de la posición de tight end en la que figura como titular un jugador fiable pero no demasiado explosivo como Zach Miller. Más sensación de peligro genera el atlético jugador de segundo año Luke Willson, sensación que desaparece por completo al mirar al tercer elemento de la rotación, el bloqueador Cooper Helfet.
Con el juego de carrera hay menos dudas, vuelve Marshawn Lynch y con «Beast Mode» en el emparrillado ya sabemos lo que hay, golpes, yardas y defensas tirados por el suelo mientras el número veinticuatro sigue galopando a la búsqueda de otro defensor contra el que percutir. Su estilo es tan característico como agresivo por lo que desde la propia franquicia ya se ha manifestado la intención de «protegerlo» dándole más oportunidades a Christine Michael y Robert Turbin. Para abrir huecos a cualquiera de los tres volverá el fullback Derrick Coleman en su segunda temporada como profesional.
Para finalizar este apartado dedicado al ataque vamos ahora a repasar los nombres de los gordos que sostienen todo el invento. La línea ofensiva de este equipo ha sido quizá el punto más débil del equipo pero lo que falta en calidad lo suplen con una mentalidad agresiva que le va de mil maravillas al estilo guerrillero de su corredor principal. A día de hoy esta unidad sigue siendo un «work in progress» pero hay síntomas esperanzadores de cara al futuro. Russell Okung (LT) y Max Unger (C) están sólidamente asentados entre la élite de la NFL en sus respectivas posiciones y son los encargados de dar poso a la unidad. Junto a ellos repetirán el sólido James Carpenter (LG) y el prometedor J.R. Sweezy (RG) mientras que el novato Justin Britt será el encargado de cerrar el lado derecho de la línea.
¡Ah, se nos olvidaba! En caso de desgracia suprema, el suplente de Russell Wilson es el errático Tarvaris Jackson. ¿Alguien se sorprende de que no nos acordáramos de él? Estamos seguros que los hinchas de los Seahawks tampoco querrían acordarse de él.
 MVP DEFENSA: Earl Thomas. Richard Sherman se lleva la fama pero Earl Thomas carda la lana. Ya hemos comprobado que los Seahawks son capaces de «crear» cornerbacks adaptables a su sistema y meterlos en la alineación sin que decaiga el rendimiento de la unidad. No creemos que la cosa fuese tan sencilla a la hora de reemplazar a un jugador con los instintos y capacidad física de Thomas que le convierten en el mejor safety de la competición. |
Creo que nadie se sorprenderá si decimos que la piedra angular de este equipo es su soberbia defensa. Y es que esta unidad ha sido el alfa y el omega de los éxitos del equipo hasta el punto de marcar claramente no sólo el estilo de juego si no hasta la filosofía de toda la franquicia e incluso el de la competición.
Porque si en el mundo del deporte todo el mundo copia al que gana, parece que a la NFL ahora ha llegado la fiebre por las secundarias XXL, con cornerbacks de tamaño linebacker y que pegan si de un linebacker se tratara. Una tendencia que la propia liga no parece mirar con buenos ojos si tenemos en cuenta los nuevos criterios arbitrales impuestos esta misma pretemporada. Un endurecimiento arbitral que muchos atribuyen al brutal apalizamiento que sufrió «el mejor ataque de la historia» a manos de la Legion of Boom. Tampoco sería de extrañar porque no parece que el estilo de «palo y tentetieso» que practica este equipo sea muy del agrado del espectador medio.
En cualquier caso la secundaria seguirá marcando la pauta en este equipo. ¿Como no a hacerlo si tenemos en cuenta la incontenible presencia de Richard Sherman en la unidad? Sherman, aparte de ser un cornerback excepcional, es un personaje tan desbordante que es el santo y seña de la franquicia. Su fantástico juego y su imagen provocativa y chulesca («Straight outta Compton») son la seña de identidad del equipo para bien y para mal. Junto a él, en un discreto segundo plano el free safety Earl Thomas, la auténtica pieza clave de la secundaria, y Kam Chancellor, imponiendo su tremenda presencia física en la posición de strong safety. Brandon Browner, el cuarto miembro de la Legion of Boom original, no sigue en el equipo después de varias sanciones relacionadas con el dopaje pero su baja ya fue perfectamente cubierta el año pasado por Byron Maxwell. Detrás del cuarteto titular figuran los nombres relativamente desconocidos de Jeremy Lane, Tharold Simon, Jeron Johnson, DeShawn Shead y Marcus Burley pero si algo quedó demostrado el año pasado es que este equipo puede encontrar sustitutos de garantías para la secundaria de debajo de las piedras si hace falta.
A la sombra de la tan traída y llevada Legion of Boom está la no menos soberbia línea defensiva, una unidad que para muchos fue la verdadera clave en el triunfo del año pasado. En años anteriores Seattle formaba una defensa híbrida con tres gordos ocupando las posiciones de defensive tackles y left defensive end y un «endbacker» más ligero en el lado débil. La marcha de Red Bryant y el fantástico rendimiento de Michael Bennett van a provocar una formación más clásica, con el propio Bennett como end del lado fuerte, el inmenso Brandon Mebane como nose tackle, Tony McDaniel como three technique y Cliff Avril como defensive end en el lado débil en sustitución de Chris Clemons. En teoría se presenta una formación más débil contra el juego de carrera pero mucho más peligrosa a la hora de generar presión sobre el backfield. En cualquier caso es de esperar que Dan Quinn siga presentando muchos frente híbridos en función del rival y la situación de partido así que los amantes de la buena defensa seguro que no se aburren con este equipo. Para dar profundidad a la trinchera aparecen los nombres de Gregg Scruggs y O’Brien Shofield en la posición de end y Jordan Hill y el veterano procedente de los Minnesota Vikings, Kevin Williams en la de defensive tackle.
Para rematar la defensa un cuerpo de linebackers que figura en un discreto segundo plano pero que está lleno de hombres más que validos. Bobby Wagner volverá a ser el alma de la defensa desde su posición de MLB mientras a su lado se alinearán K.J. Wright (ROLB) y Mike Morgan (LOLB). En el banquillo esperarán su turno Malcolm Smith (flamante MVP de la Superbowl), el decepcionante Bruce Irvin y el desconocido Brock Coyle. Como decimos, una unidad sin grandes nombres pero en la que todos los jugadores están más que capacitados para cumplir con su papel.
Una de las claves en el éxito de la pasada temporada hay que buscarla en la brillantez de unos soberbios equipos especiales. Nada hace pensar que este año no vayan a jugar al mismo nivel o incluso superior. Los pateadores, Steven Hauchska y Jon Ryan repiten y en los retornos van a cambiar al peligroso Golden Tate por el todavía más temible Percy Harvin, así que…
 – El equipo campeón vuelve prácticamente al completo, Rusell Wilson sigue mejorando, la línea ofensiva da síntomas esperanzadores, el CenturyLink Field seguirá siendo una olla a presión, Percy Harvin está sano… Hacía mucho tiempo que no teníamos tantas razones para apostar por el equipo campeón como favorito al título. |
 – El endurecimiento de los criterios arbitrales sobre los contactos en la secundaria puede ser un gran hándicap para la defensa. Eso y la falta de profundidad en algunas posiciones son las principales pegas que le podemos poner. |