De nuevo, USC mostró síntomas muy preocupantes de motivación y falta de focalización en partidos de está índole. Los Trojans cometerían 8 penalizaciones para 75 yardas, 0 de 10 en conversiones de terceros downs y un total de 3 turnovers dentro de la yarda 35 de Washington, y los pupilos de Pete Carroll únicamente serían capaces de anotar 13 puntos (favoritos por prácticamente tres TD con un spread de -18.5) frente a unos Huskies absolutamente desahuciados, después de una temporada pasada espantosa sin ninguna victoria y donde caerían derrotas por 56-0 en el Coliseum de LA, el peor descalabro en los 80 años de historia de esta serie.
El efecto Steve Sarkissian en Washington fue bastante extendido durante toda la semana como potencial upset y este antaño poderoso programa en el Oeste conseguiría su victoria más importante de la era moderna. Los Huskies llegaban con momentum después de cortar la semana pasada ante la modestísima Idaho con un “record” (igualado) de 15 derrotas consecutivas dentro de su propia conferencia. Si a esto lo sumamos el apuntado efecto Sarkissian, quien trabajaría para USC los últimos siete años, Nick Holt, coordinador defensivo también de USC los dos últimos años, y el estelar QB Jake Locker (21/35 para 237 yardas), atléticamente equiparable a sus rivales y de un liderazgo incalculable, tendríamos la bomba poderosa necesaria para incendiar Troya.
USC conseguiría distanciarse 10-0 en el marcador sobrepasando a Washington 133 a 15 yardas en tan sólo los primeros 10 minutos del encuentro, pero entonces comenzarían con su particular harakiri con constantes errores, y de nuevo los Trojans dieron vida a un equipo que parecía no competir frente a los innumerables blue-chips y futuras selecciones del Draft de la NFL que presenta de arriba a abajo este programa. Joe McNight conseguiría un big-play de 34 yardas, y el receptor David Ausberry recuperaría el fumble milagrosamente al final de su carrera, y USC alcanzaba la 22 de los Huskies, 13-10 abajo en el marcador y con 6 minutos restantes. Pero un estelar ILB Donald Butler, presente en los 3 turnovers de los Trojans (además de conseguir 12 placajes, 1 intercepción y 1 fumble forzado), detendría al RB Stafon Johnson en tercer down y 6 yardas. Esa sensacional acción defensiva obligó a los Trojans a intentar y convertir un FG de 25 yardas por parte del PK Jordan Congdon, igualando el partido a 13 con únicamente cuatro minutos restantes. En un tercer down largo de 15 yardas (tras un sack) y con 3 minutos, Locker ejecutaría un roll-out y conectaría con Jermaine Kearse en una acción de 21 yardas. Locker conseguía avanzar 4 yardas en un scramble convirtiendo, de nuevo, un tercer down y alcanzando la 39 de USC con un minuto sobre el reloj. Locker entonces evitaría la presión con habilidad y dispararía con un lanzamiento muy ajustado sobre el lado derecho de 19 yardas para Kearse, llegando a la 16, y un terrible roughing-the-passer restaba aún mas yardas situando el football sobre la 8 de USC, con únicamente 33 segundos. El kicker sophomore de Woodland Hills, California, Eric Folk conectaba perfecto por el centro un FG de 22 yardas con 0 segundos en el reloj, desatando la locura en Seattle y los fans invadían inmediatamente el campo presos de la exaltación. (R: 13-16)
Alerta de Huracán
El esperado y auténtico choque de trenes del pasado jueves noche en Miami entre candidatos de la división Coastal en la conferencia ACC, terminó sorprendentemente en un auténtico paseo triunfal por parte de los locales Miami Hurricanes, quienes recuperaron el carácter y el orgullo al que nos tenían acostumbrados en las últimas décadas. Realmente, el primer intercambio de anotaciones resumió a la perfección lo acontecido en este partido. GTU buscaría un drive largo, con constantes misdirections, counter-plays y QB-Keepers de Josh Nesbitt bajo la Triple-Option, sin embargo, los Yellow Jackets tuvieron que conformarse con un FG de 32 yardas del PK Scott Blair, en un drive largo y sólido de 13 jugadas y prácticamente 7 minutos (posiblemente, el único consistente por parte de GTU durante todo el partido). Inmediatamente, los ‘Canes, liderados celestialmente por su QB Jacory Harris, responderían a través de su imparable juego aéreo y Harris encontraría detrás del safety al WR LaRon Byrd (5 recep. para 83 yardas y 1 TD) corriendo un post-pattern y completamente abierto en una zona desguarnecida por el CB Mario Butler, conectando en un TD de 40 yardas. A partir de entonces, la defensa de Georgia Tech comenzaría a mostrar signos alarmantes de cansancio físico y a cometer multitud de errores (la alta humedad y el haber disputado 3 encuentros en un periodo de 12 días fueron razones importantes). Los ‘Canes presentaron una OL desequilibrada con el tackle estrella Jason Fox, habitual en el blind-side, sobrecargando constantemente al lado derecho, con el único objetivo de reventar con un poderoso juego terrestre la línea defensiva rival, y realmente lo consiguieron. El cuerpo de linebackers de GTU, además, tomaba constantemente ángulos horrorosos, llegaba a destiempo y se mostraba tremendamente lento. El estelar end Derrick Morgan se pasó gran parte de la noche en la banda recuperando oxígeno, siendo eliminado completamente del partido, y Jacory Harris apenas sufrió presión alguna por parte de la defensa. La secundaria de GTU fue incapaz de competir frente al talentoso y rápido grupo de receptores de Miami, en todo un auténtico missmatch, y Harris conectaría cómodamente y con autoridad con cada uno de ellos (incluso un antiguo center en basket, como el TE Jimmy Graham, conseguiría su primer TD en toda su carrera). Harris, con un roll-out sobre el lado izquierdo, encontraría completamente abierto en la esquina de la endzone al TE Dedrick Epps, tras un drive cómodo de la Hurry-Up de los ‘Canes que totalizaría 13 jugadas, 71 yardas y prácticamente 6 minutos. Con únicamente 7 puntos sobre el marcador al comienzo del segundo cuarto, la diferencia entre ambos conjuntos comenzaba a ser ya muy palpable. Por otra parte, el frente defensivo de los Hurricanes se mostró extremadamente motivado y disciplinado en sus asignaciones (después de permitir 472 yardas de carrera la temporada pasada, este año únicamente permitieron 95), y cuando una unidad de tantísimo talento como la de Miami juega a un tan alto nivel de intensidad, su éxito se traduce en automático, aunque la línea ofensiva de GTU también mostrase falta de oxígeno, además de los constantes fallos del ataque bloqueando en campo abierto. Realmente espectacular está siendo la evolución como QB de Jacory Harris (20/25 para 270 yardas y 3 TD), quien ha recibido como toda una bendición la llegada al programa de Mark Whipple como preparado de QB (dirigió en la NFL a jugadores del nivel de Ben Roethlisberguer o Donovan McNabb). (R: 17-33)
Boise State demuestra a FSU quien es el gallo
Este encuentro sería todo un ejemplo perfecto en lo que se ha convertido esta pseudo-rivalidad (por definirlo de algún modo) entre Fresno State y Boise State. Los Bulldogs mostraron mucha explosividad, talento y garra, mientras que los Broncos del coach Chris Petersen siempre son capaces de encontrar el camino a la victoria. Boise State conseguiría grandes big-plays, destacando un sprint para TD de 60 yardas del RB DJ Harper y una recepción en un swing-pass para TD de 67 yardas del RB Jeremy Avery, pero sobre todo no cometerían los errores ni la inconsistencia en el juego de FSU, a pesar de que sintieron auténtico pánico ante los tremendos y constantes big-plays de carrera de 69, 60 y 68 yardas para TD del explosivo RB Ryan Matthews (19 carreras para 234 yardas y 3 TD). Pero la impresión general fue que Boise State actuaría como todo equipo grande que persigue su victoria, mientras que Fresno State, a pesar de ser un conjunto poderoso y peligroso, aún deberá continuar siendo el segundo mejor equipo de la actualidad de la conferencia WAC. Hubo una jugada especialmente muy significante. Con tres minutos y medio para finalizar el tercer cuarto, FSU conseguiría un primer down y goal dentro de la yarda 10 de BSU. Después de haber recuperado un 24-3 sobre el marcador en la primera parte y mantenerse en la pelea por el encuentro con un 34-24 sobre el luminoso, el coach Pat Hill se sentiría satisfecho con un FG tras modificar radicalmente el aspecto de su ataque y esencialmente, está decisión les costaría el encuentro. Los Bulldogs se alinearían en la célebre y extendida formación Wildcat e intentarían un lanzamiento a la endzone con su RB Ryan Matthews, pero su intento sería paupérrimo, muy cerca de ser interceptado, junto con dos incompletos de Colburn, romperían con el excelente ritmo de touchdowns de los pupilos de Pat Hill. Kellen Moore (18/26 para 181 yardas y 3 TD) conectaría a continuación con el WR Austin Pettis, quien, en cambio, no perdonaría con una recepción de 8 yardas para TD. El propio Pat Hill no pudo ser más locuaz al final del partido; “Siempre que lográbamos reducir distancias, Boise State, por su propios méritos, conseguiría una gran jugada. Cuando parecía que tendríamos la posibilidad de recuperar el balón, ¡bang!, ellos conseguían una jugada”. Esta es la victoria No.57 en los últimos 59 encuentros de Boise State dentro de su propia conferencia, por el contrario, esta es la décima derrota consecutiva de Fresno State ante rivales ranqueados dentro del Top25. (R: 51-34)
Nebraska regala la victoria en Blacksburg
Partido tremendamente igualada el disputado en Blacksburg entre estas dos excepcionales defensas, pero que finalmente se le escaparía de la mano a los ‘Huskers debido a un gravísimo error de cobertura y la siempre capacidad innata para el oportunismo de los pupilos del coach Frank Beamer. Virginia Tech sobreviviría durante toda la tarde gracias a un retorno de 76 yardas del especialista Dyrell Roberts en la primera acción de todo el partido, dejando a los Hokies en una situación franca sobre la 24 de Nebraska y que no desaprovecharían gracias a una física carrera de 1 yarda del RB Ryan Williams (21 carreras para 107 yardas y 1 TD), quien se encontraría en la dirección intencionada ante el devastador y violento pull del guard All-Conference Sergio Render. La reducción en la distancia sobre el marcador con un FG de 40 yardas por parte de Nebraska llegaría con otro gran retorno de 55 yardas de Niles Paul, y a partir de entonces, el encuentro se sumergió en un intercambio de fieldgoals y toda una batalla defensiva, donde el DT All-American Ndamukong Suh controlaría absolutamente la línea de scrimmage causando terror con su violento juego de manos, su espectacular capacidad atlética y una habilidad innata para bloquear constantemente lanzamientos sobre la propia línea de scrimmage (llegó a bloquear 4 sobre Tyrod Taylor). Un juego ofensivo inconsistente por parte de VTU y una falta de eficiencia por parte de Nebraska dentro de la redzone imperaron como norma habitual durante toda la tarde, sin embargo, los Cornhuskers perderían una oportunidad decisiva y única para sentenciar definitivamente el encuentro en los instantes finales del tercer cuarto. Después de un big-play de 29 yardas del RB Roy Helu y un play-calling estupendo con un QB-draw en situación de tercer down de Zac Lee, aprovechando el lado derecho de la defensa de VTU completamente desguarnecido, este QB procedente del JuCo conectaría en la endzone con su TE intencionado para TD, sin embargo, un holding invalidaría la jugada. Pero más tarde, de nuevo un holding y varios false-start de la línea de ataque arruinarían una situación franca para ampliar la distancia, teniendo que alejar el balón y consiguiendo finalmente un touchback. De todos modos, con 5 puntos de ventaja sobre el marcador y un turnover-on-downs de los Hokies dentro de su propia 46 pareció cerrar el partido a poco más de 2 minutos para el final del mismo. Nebraska sería detenida con los timeouts de VTU y los Hokies recuperarían una última remota posibilidad encerrados dentro de su propia yarda 12 y con la necesidad imperiosa de un TD. Entonces ocurriría el primero pero gravísimo error defensivo de los ‘Huskers en todo el partido. El WR sophomore Danny Coale se mostraba completamente abierto sobre el lado derecho, sin oposición de su marca y Tyrod Taylor (12/27 para 192 yardas y 1 TD) conectaría con él, escapándose 81 yardas llegando hasta la 3 de los ‘Huskers. Sobre la “bocina” en tercer down y en una jugada completamente rota ante la asfixiante presión, Taylor encontraría en la endzone al WR Dyrell Roberts, quien recepcionaba el lanzamiento con un defensive-back sobre su espalda, dando sorprendentemente la vuelta al partido con 21 segundos sobre el reloj. (R: 15-16)
¿Qué fue de aquella humillante victoria, Florida?
Después de uno de los rivalry-games más esperados de los últimos años en Gainesville, tras una polémica off-season con la llegada del coach Lane Kiffin a Rocky Top, unos Gators enfurecidos, clamarían venganza sin ningún tipo de compasión, con el único objetivo de cerrar la boca al charlatán de Kiffin, quien había acusado sin sentido a Urban Meyer de hacer trampas reclutando e incluso había amenazado con cantar entusiasmadamente Rocky Top tras una potencial victoria de sus pupilos en The Swamp. Mientras que una mayor parte de los medios veían estas declaraciones como rematadamente absurdas, Kiffin demostró que realmente si disponía de un game-plan consistente y los Florida Gators pasaron más “apuros” de los esperados, sobre todo teniendo en cuenta que Las Vegas presentaba un contundente spread de -28,5 a favor de los pupilos de Urban Meyer (quien subscribe estuvo a punto de jugarse una minúscula cantidad de su jornal contra ese valor).
Realmente sorprendente fue el sensacional partido de la línea ofensiva de los Vols, especialmente su pareja de guards. Esta combinación senior de mamuts entre Vladimir Richard y Jacques McClendon se impuso sobre la línea de scrimmage ante un decepcionante frente defensivo de Florida, donde un habitual intimidador y fuerza defensiva como Brandon Spikes, sería completamente anulado y sacado del partido (fuera del mismo físicamente en la segunda parte por una tendinitis en el talón de Aquiles). El plan de Kiffin era muy claro y sencillo; drives muy largos y extremadamente conservadores sacando del campo el mayor tiempo posible al ataque de Florida. Y realmente lo conseguiría con la sensacional actuación de su frente ofensivo y de un fantástico Montario Hardesty (20 carreras para 96 yardas y 1 TD), quien no recibe el suficiente crédito de su inconmiable trabajo terrestre entre tackles. Un drive de más de 8 minutos y medio, 15 jugadas y 66 yardas, contestando contundentemente a la primera anotación de Florida en el partido con un FG de 37 yardas del PK Caleb Sturgis, marcó el plan de Tennessee durante gran parte de este duelo de máxima rivalidad en la SEC. Desde el otro lado del balón, el mega-estelar coordinador defensivo de UT, Monte Kiffin, taponaría cualquier posibilidad por tierra con el nose-guard Dan Williams, quien colapsaría constantemente el pocket, mientras que Chris Walker dejaría en evidencia off-the-edge a la OL de los Gators. El safety All-American Eric Berry se ocuparía de todo el resto y sus constantes choques con Tim Tebow en campo abierto fueron épicos. Pero la diferencia del partido la marcaría el de siempre, Superman Tim Tebow (imparable en situaciones clave), mientras que los Vols se mostrarían unidimensionales con todo un bulto sospechoso por QB como es Jonathan Crompton, incapaz de amenazar tímidamente con su brazo a la secundaria de UF (apenas Kiffin le mostró confianza con carreras en 3rd downs largos), y cuando lo intentaba, sus lanzamientos se traducieron en turnovers. La diferencia del partido la marcó indiscutiblemente la posición de quarterback.
Kiffin fue con la idea de no volver a Knoxville con una “churrada” de puntos de The Swamp, y realmente lo conseguiría, sin embargo, un fantástico drive de prácticamente 7 minutos y 13 jugadas liderado por Tim Tebow (14/19 para 115 yardas y 1 INT, además de 24 carreras para 76 y 1 TD) y rematado en la redzone por el RB Jeffery Demps con un TD de carrera de 7 yardas, prácticamente sentenciaba el partido en los instantes finales del último cuarto. Después de forzar a los Vols con un contundente tres-y-fuera, Florida tuvo en su mano ampliar el marcador y sentenciar definitivamente después de un scramble de Tebow hasta la yarda 2 de UT, pero Tennessee forzaba sorprendentemente un fumble sobre Tebow, sorprendentemente el segundo turnover del antiguo Heisman en la tarde. El primero, una intercepción a ras de turf de Berry, conducía a un FG de 20 yardas del PK Daniel Lincoln, y éste, el segundo, finalizaría con un fantástico TD de carrera de 17 yardas de Hardesty. (R: 13-23)
Realmente Florida no sufrió ni vio peligrar el partido en ningún momento, pero se encontró con un rival motivado e ilusionado por demostrar que puede competir con los big-boys de su conferencia. Sí los Gators deben preocuparse por algo es porque mostraron vulnerabilidades en determinadas áreas, especialmente la unidad de wide-outs que busca urgentemente sustitutos para Percy Harvin y Louis Murphy.
FSU pega un tortazo a BYU y acaba con su sueño
Después de más de un año donde la conferencia Mountain West lleva reclamando crédito como una de las más competitivas de todo el país e intentando convencer de la capacidad suficiente de sus principales componentes para ser competitivos frente a la crème de la crème de toda la nación, Florida State demostró en Provo que, en la mayoría de las ocasiones, aquellos programas con mejores atletas suelen llevarse el gato al agua en esto del football. Los Seminoles fueron muchísimo más rápidos (anotaron siempre que llegaron a la redzone), atléticos y demostrarían mayor talento que BYU, y aunque Brigham Young siempre se muestra como un programa plagado de jugadores muy maduros (después de haber gastado años fuera del país en misiones eclesiásticas), los Cougars nunca tuvieron una respuesta para su evidente falta de velocidad. Florida State, por su parte, experimentaría una de las mejores actuaciones (y más completas) que se le recuerdan en mucho tiempo a los pupilos de Bowden, rememorando aquella powerhorse que sembraría el terror de la nación en los años 90. Además, la secundaria de FSU, considerada una de las más rápidas que jamás haya tenido en sus manos Bobby Borden, acabaría desquiciando al QB Max Hall (20/31 para 306 yardas, 2 TD y 3 INT), interceptándole en tres ocasiones, con el estelar safety true-freshman Greg Reid anticipándose fantásticamente a un lanzamiento de Hall y retornándolo 63 yardas para TD. El QB Christian Ponder experimentaría una fantástica actuación (21/26 para 195 yardas y 2 TD), conectando constantemente con sus veloces y pequeños receptores, además de correr para 76 yardas gracias al sensacional encuentro de su línea ofensiva. Con 23 puntos en el segundo cuarto y una diferencia de 16 sobre el marcador al descanso, Florida State prácticamente había dilapidado el sueño BCS de los Cougars y acabaría con una racha de 18 partidos invicto de BYU en Provo. (R: 54-28)
UGA sobrevive al shootout de Fayeteville
En todo un auténtico shootout de la conferencia SEC, Georgia fue capaz romper el ritmo de anotaciones de los Hogs, mientras que el QB Joe Cox (18/26 para 375 yardas, 5 TD y 1 INT), en tan sólo su tercer partido como sucesor de Stafford (No.1 del Draft de la NFL), conseguiría acompañarle en el libro de records de los Bulldgos. Cox lanzó para 5 TD, igualando la marca del actual QB de los Detroit Lions, y el quarterback senior, en contraste de Ryan Mallet (21/39 para 408 yardas y 5 TD) y sus Razorbacks, conseguiría mantener vivo el ritmo de anotaciones. A diferencia de lo que quien subscribe esperaba de estos Dawgs para la presente temporada, los pupilos de Mark Richt están demostrando ser un conjunto demasiado errático y propenso a situaciones caóticas, y cada vez que cometerían un error en este partido, Mallet (transfer de Michigan) con su poderoso y vertiginoso brazo explotaba instantáneamente la secundaria de UGA buscando a sus pequeños y explosivos wide-outs. Sin duda, el coach Bobby Petrino ha conseguido a la pieza perfecta para hacer correr su Pass-Happy Offense y el estelar QB sophomore lo demostraría con un auténtico cañón por brazo y con unos lanzamientos ajustados permitiendo que su grupo de receptores dispusiesen de la posibilidad de hacer jugadas tras la recepción. Arkansas aprovecharía fumbles en punts y en los runningbacks rivales, errores clamorosos en coberturas, etc., para que inmediatamente Mallet conectase con sus receptores en la endzone con auténticas bombas caídas del cielo. Antes de finalizar la primera parte, un big-play para TD de 80 yardas del RB Richard Samuel (16 carreras para 104 yardas y 1 TD) aprovechando un enorme agujero en el centro, un crossing-pattern de AJ Green golpeado por Cox 25 yardas para TD y una Hurry-Up Offense liderada por Cox en un drive rápido en los segundos finales (consiguiendo un FG de 37 yardas), daba la vuelta al partido en el segundo cuarto en favor de Georgia con 17 puntos incontestados y UGA se dirigiría al descanso con 6 puntos de ventaja en el marcador a pesar de su colección de errores. La segunda parte fue un auténtico intercambio de TD de pase en toda una noche de big-plays aéreos, hasta que UGA detuviese en situación de goal-line a Mallet y sus Razorbacks obligándoles a chutar y convertir un FG de 23 yardas. Después de “romper el saque”, Georgia aprovecharía el momentum para que Cox encontrase en un lanzamiento de 28 yardas al estelar WR AJ Green (7 recep. para 137 yardas y 2 TD), quien bajaría el balón del aire a la endzone con comodidad y talento a pesar de la excepcional defensa de su marca. Los Dawgs situaban 11 puntos sobre el marcador a falta de poco más de 10 minutos y Arkansas ya no reaccionaría, a pesar de que los cebras perdonaron un claro fumble de Richard Samuel dentro de la 30 de UGA. En el siguiente drive de los Hogs, el end Cornelius Washington llegaba por primera vez a Mallet y conseguía el primer sack de todo el partido sumergiendo a Arkansas en un down largo dentro de su propia yarda 5, el cual sería ya insuperable para los pupilos de Petrino. (R: 52-41)
El festival ofensivo en The Plains toma otra nueva dimensión
En una salvaje lluvia que inundaría The Plains y que retrasaría más de una hora el inicio del encuentro, el drenaje de Jordan-Hare Stadium funcionaría a la perfección y mostraría el turf como una auténtica alfombra en los instantes posteriores a esta espectacular tormenta. Tal vez este estupendo mecanismo era consciente del sensacional showdown ofensivo que tenía por delante, en una noche donde ambos conjuntos se combinarían para más de 900 yardas. Auburn tuvo que pelear muy duro para dar la vuelta a esta auténtica batalla ofensiva, y una vez más, se volvió a demostrar el radical cambio que está sufriendo este programa desde la llegada de Gene Chizik y el gurú ofensivo Gus Malzahn (debemos recordar que este ataque acabó ranqueado el No. 110 de todo el país el año pasado, ahora es el No.8). West Virginia anularía completamente el juego terrestre de los Tigers (100 yardas y 2,4 de promedio), dejando el partido sobre las manos de Chris Todd, y por primera vez en toda la temporada, Auburn tuvo que orientar su juego sobre otra perspectiva completamente diferente. Sin embargo, Todd experimentaría su mejor actuación desde que llegase a The Plains (16/31 para 284 yardas, 4 TD y 1 INT), consiguiendo varios big-plays, donde destacaría un brillante TD del all-around WR Mario Fannin en una jugada de 82 yardas (igualando el partido 27-27 en el tercer cuarto, después de haber estado abajo 11 puntos sobre el marcador). Pero esta fantástica actuación no sólo se redujo a aspectos puramente ofensivos. A pesar de permitir 302 yardas aéreas a un ataque de la categoría de WVU, la defensa se mostraría terrorífica en los momentos clave, creando suficiente presión sobre un muy móvil Jarrett Brown (18/32 para 221 yardas, 1 TD y 4 INT), generando errores y desbaratando al ataque rival. Sin ir más lejos, un jugador defensivo conseguiría la mejor jugada de todo el partido. El SLB Craig Stevens interceptaría un screen-play de los Mountaineers y lo retornaría 16 yardas para TD en el último cuarto, sentenciando definitivamente el encuentro a favor de la nueva e ilusionante Auburn de Gene Chizik, un conjunto que, gracias a su sensacional versatilidad, (y como ya apunté la anterior semana) está emergiendo como auténtica darkhorse en la conferencia SEC, muy a diferencia de la traumática “regresión” que se esperaba tanto por sus propios aficionados como por los medios. (R: 30-41)
Texas venga con desidia la derrota del año pasado
Los fanáticos de los Longhorns pueden ya dormir tranquilos, su equipo de football vengaría la dolorosa derrota de Lubbock la pasada temporada. A pesar de todo, los pupilos del coach Mike Leach y su reluciente nuevo QB Taylor Potts (46/62 para 420 yardas, 3 TD y 1 INT) demostraron carácter y orgullo en su visita a Austin, a pesar de las cuantiosas y sensibles bajas esta temporada en ataque. El primer drive de los Red Raiders fue todo un órdago, recordando a esa máquina ofensiva de la temporada pasada, pero a diferencia de entonces, Potts (inexperto frente a un ambiente tan hostil) combinaría decisiones mediocres con otras un tanto más acertadas, y los Raiders se consolarían con un FG de 41 yardas del célebre walk-on PK Matt Williams. La línea defensiva de TTU con Colby Whitlock (pesadilla de Texas el año pasado) y Richard Jones en el interior, estuvo formidable desbaratando el ritmo en el partido del ataque de los Longhorns, pero entonces apareció todo un clásico como Jordan Shipley, quien retornaría un electrizante punt 46 yardas para TD, estando a punto de arrollar en la celebración incluso a un relajado Bevo tras la endzone. El encuentro entonces se sumergiría en una mediocridad ofensiva impropia de los estándares de ambos programas la temporada pasada, y Texas intentaría romper esta apatía con constantes formaciones y aspectos de Wildcat objetivándose sobre el WR John Chiles, pero Colt McCoy (24/34 para 205 yardas, 1 TD y 2 INT) se seguiría mostrando impasible e incomodo desde el pocket, y el QB candidato al Heisman, preso de la ansiedad y las desmesuradas expectativas, lanzaría constantemente desequilibrado, con pases demasiado altos e imprecisos sobre sus objetivos aéreos. Y todo esto lo divisaría el propio Mike Leach, quien consciente del excelente partido de su defensa incluso rechazaría disputar un 4th down corto dentro de la yarda 46 de Texas, algo impropio de este conjunto la temporada pasada. A pesar del fantástico encuentro del front-seven de Texas Tech, algo que permitiría a TTU jugar con sus safeties en two-deep constantemente, Texas experimentaría éxito por tierra nada más comenzar la segunda parte, y guiado por los excelentes bloqueos de la OL, el RB freshman Tre’ Newton, aprovechando un fantástico resquicio provocado por el center All-Conference Chris Hall desplazando a un tackle de la jugada, conseguiría una carrera de 19 yardas para touchdown. Tyler Potts es el QB de la era de Mike Leach que mayor libertad está disponiendo para realizar checks y audibles sobre la línea de scrimmage, y en la segunda parte así se demostraría, cuando el QB junior reconocería la presión, ajustaría la jugada y llamaría inmediatamente al snap para aprovechar el man-to-man de la secundaria y encontrar en la endzone sólo con el safety en el post-pattern al WR Lyle Long en un TD de 14 yardas, reduciendo la distancia inmediatamente a 7 puntos. Pero en el último cuarto, afloró el híbrido LB Sergio Kindle, muy tapado toda la noche, consiguiendo un contundente sack (más fumble) por la espalda de Potts, quien inclusó perdió sus lentillas por el brutal impacto contra el suelo. El turnover, recuperado en la 14 de los Raiders, lo aprovecharía Texas para sentenciar el partido gracias al TD de recepción de Dan Buckner en un lanzamiento de 3 yardas. (R: 24-34)