El resumen de la temporada de los Colts presenta elementos que invitan al optimismo y otros que arrojan bastantes más dudas. Por una parte destacar la siempre complicada transición que el equipo ha experimentado en la posición de Head Coach, y que en este caso podemos decir que ha sido satisfactoria, por cuanto el equipo ha seguido manteniendo su tono general, aunque quizás se ha pecado de excesivo afán de continuidad. Este es un aspecto que para esta temporada creo que va a sufrir un giro importante: Jim Caldwell entra en su segundo año y con la confianza de haber llegado nada menos que a la Super Bowl en su temporada de novato, con lo que creo que a partir de ahora se va a ver con la fuerza suficiente para empezar a implantar su filosofía de forma más clara.
Como ya nos tienen acostumbrados, los de Indianápolis realizaron una excelente temporada regular, ensombrecida eso sí por la controversia de ir o no a por la temporada perfecta, debate que ellos se encargaron de finiquitar durante el partido contra los Bills y contra los Jets, en los que sentaron a sus principales hombres y que acabaron ambos con derrota. En los playoffs supieron jugarle de forma inteligente a los Ravens, controlando a Ray Rice, que era la gran amenaza, tanto en jugadas de carrera como en pases cortos, y dejando que fuera Joe Flacco quien tirara del carro. El resultado fue una victoria relativamente cómoda para los Colts. Contra los Jets la cosa fue mucho más complicada, sobre todo en la primera mitad en la que su defensa nos puso en muchos aprietos y su ataque estuvo muy acertado, llegando al descanso en desventaja. En la segunda parte únicamente hubo un equipo y ese fueron los Colts, muestra de ello es que los Jets no anotaron en toda la segunda mitad. Respecto a la Super Bowl, decir que la ganó Sean Payton tanto como la perdió Caldwell, uno por su atrevimiento y el otro ser demasiado conservador cuando en la primera parte la inercia del partido les favorecía claramente.
No hace falta decir que el ataque gira en torno a Peyton Manning, un auténtico coach en el campo y acreedor de 4 MVP’s en su exitosa carrera. El problema es que detrás de él no hay absolutamente nadie, sobre todo después de dejar marchar a Jim Sorgi, eterno reserva de Manning. Ahora tenemos a Curtis Painter, jugador de 2º año como backup, y la verdad es que tras verle contra los Jets, hay que rezar para que el nº 18 no se lesione.
La línea ofensiva está inmersa en un proceso de cambio, empezando por el retiro de su entrenador Howard Muud, que va a ser reemplazado por Pete Metzelaar. La intención del nuevo entrenador es dotar a la línea de mayor tonelaje, con el objeto de fortalecer el juego de carrera (uno de los puntos débiles más significativos de los Colts) aún a costa de no ser tan efectivo en la protección de pase. Ryan Lilja no fue renovado y en su lugar ha llegado Andy Alleman proveniente de los Chiefs. También han incorporado a Adam Terry, un enorme OT de 6’8’’ procedente de los Ravens. En el draft también se ha reforzado la línea, drafteando en 4ª ronda al G proveniente de Tennessee, Jacques McClendon. Una posible línea de ataque estaría compuesta por Charlie Johnson/Tony Ugoh como LT, Alleman como LG en sustitución de Lilja, el veterano Jeff Saturday (12 temporadas a sus espaldas) como C, Kyle DeVan/Mike Pollak como RG y Ryan Diem, otro fijo en la OL de los de la herradura, como RT.
Es primordial para el éxito del juego de pase tener mayor consistencia en el juego de carrera y para ello se eligió hace 2 años en 1ª ronda a Donald Brown, corredor fuerte y capaz de ser el caballo de batalla que Joseph Addai, por su parte, entra en su último año de contrato y su futuro es incierto, sobre todo si Brown se destapa con una buena temporada.
En cuanto a los receptores, se puede decir que es una posición muy bien cubierta, ya que cuentan con Reggie Wayne, uno de los mejores jugadores de la liga en su posición, Pierre Garçon, el jugador de origen haitiano que fue quien realmente explotó la temporada pasada, Anthony González, aunque habrá que ver qué tal se ha recuperado de la lesión de rodilla, y por último otra grata sorpresa como fue Austin Collie, utilizado como receptor de ranura y que tuvo una actuación más que digna para un rookie. El puesto de TE sigue bien cubierto por el estelar Dallas Clark, aunque siguiendo con la filosofía de mejorar el juego de carrera se ha drafteado al mejor TE bloqueador del draft, Brody Eldridge, con el claro objetivo de completar situaciones de 3ª y corto y fundamentalmente de goal line. Con todo, si el que lanza el balón es Manning, cualquier cuerpo de receptores apañado se convierte en uno de élite.
En la Super Bowl se vio lo importante que es Dwight Freeney y el pass rush que es capaz de generar. Si a esto le añadimos la marcha de Raheem Brock, está más que justificada la elección en 1º ronda de Jerry Hugues, con el objetivo de dar profundidad a la posición y cubrirse las espaldas ante cualquier lesión de los titulares Robert Mathis y Freeney. En cuanto al interior de la línea defensiva, se espera una mayor aportación de Fili Moala, elegido en 2ª ronda el año pasado y que pasó bastante desapercibido en su año rookie. Podría dar una alternativa a la pareja de preumibles DT titulares: Daniel Muir y Antonio Johnson. Es una de las carencias más evidentes de los Colts, la incapacidad en determinadas ocasiones de detener el juego de carrera rival, algo que a la larga provoca que la defensa pase mucho más tiempo en el campo que el ataque.
Por lo que respecta al cuerpo de linebackers, se ha renovado por cinco años al capitán de la defensa y MLB, Gary Brackett, y se ha escogido en 2ª ronda al que puede ser su sucesor en un par de años, Pat Angerer, procedente de Iowa. Brackett volverá a ser escoltado, al igual que el año pasado, por Clint Session y Phillip Wheeler, en el lado débil y fuerte, respectivamente. Pero si Angerer puede ser el mike del fututro, los Colts de quedan poco profundos en las posiciones de OLB, tras la no renovación de Freddy Keiaho y Tyjuan Hagler.
Un examen de la secundaria nos revela ciertas carencias, sobre todo en la posición de CB. A la pérdida de Marlin Jackson hay que añadir la lesión para toda la temporada de nuestra 3ª ronda del draft, Kevin Thomas. Esta elección levantó suspicacias por el hecho de que el jugador salía de una lesión importante, y desgraciadamente se ha roto de nuevo. De esta forma tras Kelvin Hayden, Jacob Lacey y Jerraud Powers no hay mucho más que elegir, y será necesario que sobresalga alguno en el training camp si no quieren pasarlo mal esta temporada. Afortunadamente no todo son malas noticias en la secundaria. Así destacamos la renovación del free safety Antoine Bethea, y sobre todo la vuelta del estelar Bob Sanders, jugador que para los Colts es fundamental por el impacto emocional y anímico que otorga su presencia en el campo, además de ser un enorme placador y contundente en la ayuda contra la carrera.
Adam Vinatieri parece estar recuperado de las lesiones que el año pasado prácticamente le impidieron jugar, siendo sustituido por Matt Stover. Este año está entrenando sin problemas y suyo será el puesto de kicker. El punter seguirá siendo Pat McAfee, quien tuvo una gran temporada rookie sustituyendo al veterano Hunter Smith.
Otro de los problemas perennes de este equipo es el poco aprovechamiento de la posición de campo, ya que las yardas conseguidas en retornos de kickoff son bastante discretas. Con el objetivo de mejorar este apartado se eligió en 7ª ronda a un especialista como Ray Fisher, de Indiana, y se fichó a Brandon James de Florida como agente libre no reclutado en el draft. Tras la no renovación de Chad Simpson y de T.J. Rushing, parece probable que entre ellos esté la batalla por ser el retornador del equipo, lo que les otorgaría una plaza entre los 53 elegidos para disputar la temporada.
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