Tennessee Volunteers

1195

 


Record 2009:
7-6 (4-4 local)
Bowl: Derrota ante Virginia Tech en la Chick-Fil-A Bowl (37-14)
Conferencia: SEC
Coach: Derek Dooley

Calendario:

Fecha Rival
04-09-2010 UT Martin
11-09-2010 Oregon
18-09-2010 Florida
25-09-2010 UAB
02-10-2010 en LSU
09-09-2010 en Georgia
23-10-2010 Alabama
30-10-2010 en South Carolina
06-11-2010 en Memphis
13-11-2010 Ole Miss
20-11-2010 en Vanderbilt
27-11-2010 Kentucky

Estadísticas 2009:

Categoría
Total
País
Yardas Totales
383,5
60º
Yardas de Carrera
157,1
54º
Yardas de Pase
226,3
46º
Yardas Totales Permitidas
318,7
22º
Yardas de Carrera Permitidas
149,5
65º

Yardas de Pase Permitidas

169,2
12º

Líderes 2009:

PASE PAS CMP YDS TD
Jonathan Crompton 384 224 2.800 27
CARRERA CAR MED YDS TD
Montario Hardesty 282 5 1.345 13
RECEPCIÓN REC MED YDS TD
Gerald Jones 46 15 680 4

 

Año II de reconstrucción en Knoxville… ¿o debería decir “Año I”? El caso es que tras más de un año y medio desde el final de la era Fulmer, Tennessee se encuentra de nuevo en pleno proceso de establecimiento de un nuevo proyecto para el programa de football. Y es que la ‘experiencia Kiffin’ terminó de forma prematura y, al menos para la Vol Nation, de forma dramática.

 

La pieza que desencadenó el efecto dominó, y con ello los cambios en Tennessee, fue la marcha de Pete Carroll, longevo head coach de la universidad de Southern California, a los Seattle Seahawks de la NFL a principios de Enero. Esto, obviamente, hizo que los Trojans se pusieran manos a la obra en la búsqueda de un nuevo entrenador. Y es ahí donde entra Lane Kiffin. Ante los cantos de sirena llegados desde California, Kiffin recogió sus cosas, a su padre Monte, y a Ed Orgeron y se fue hacia el lejano oeste, todo tras una brevísima e improvisada rueda de prensa de despedida, y en medio de la ira de aficionados y estudiantes de la universidad de Tennessee. Tras estos eventos, Mike Hamilton, director deportivo de la universidad, se puso ipso facto a buscar un sustituto. Y dió con Derek Dooley, entonces en Louisiana Tech. Hijo de Vince Dooley, legendario entrenador de Georgia, Derek es un entrenador que ha mamado SEC football desde pequeño. Es un tipo de modales y carácter sureños, conocedor de la conferencia, y ha trabajado con Nick Saban en Baton Rouge y Miami. Lo cierto es que más allá de cuáles sean sus prestaciones como entrenador (cosa que se comprobará a partir del 4 de Septiembre) su personalidad le ha hecho conectar rápidamente con la comunidad, y supone un cambio de estilo en el puesto, aunque no sea necesariamente la antítesis de Kiffin. Con Dooley, siguen en el barco naranja Jim Chaney, coordinador ofensivo, y Lance Thompson, entrenador de linebackers, e inician el viaje: Charlie Baggett, proveniente de los St. Louis Rams, como asistente de Dooley y entrenador de receptores, Justin Wilcox, que deja de ser el coordinador defensivo de Boise State para serlo de Tennessee, Harry Hiestand, ex-entrenador de la línea ofensiva de los Chicago Bears y que desempeñará la misma labor en Tennessee, Darin Hinshaw, ex-entrenador de receptores en Memphis y nuevo entrenador de quarterbacks, Terry Joseph, que viene de la mano de Dooley como entrenador de la secundaria, Eric Russell, reputado coordinador de equipos especiales en Louisiana Tech y Texas Tech, y que desempeñará la misma función en Tennessee, además de ser el entrenador de tight ends, Chuck Smith, alumno y ex-jugador de Tennessee y reputado entrenador personal de líneas defensivos como Albert Haynesworth, Richard Seymour u Osi Umenyiora, y el preparador físico, procedente de Texas Tech, Bennie Wylie. Este staff supone garantía de trabajo y formación de jugadores, así como un buen cuerpo de reclutadores, de perfil menos agresivo que el anterior, pero más honesto y fiable. De hecho, estos rasgos son los que posibilitaron salvar la clase tras la espantada de Kiffin y compañía: jugadores que en ningún momento pensaron en jugar bajo las órdenes de Kiffin, cambiaron de opinión tras ser reclutados por el staff de Dooley.

 

Repasando la temporada pasada, la cual concluyó con un balance de 7-6, y el juego del equipo, se puede decir que Tennessee tuvo una temporada ciclotímica. Por un lado, hubo partidos en los que se ralló a un nivel superior al esperado, como frente a Alabama, a la postre campeón nacional, en Tuscaloosa, donde Tennessee estuvo a un field goal de la victoria en el último segundo, frente a Georgia o South Carolina en casa, con sendas victorias convincentes, o frente a Florida en Gainesville, donde muchos esperaban una paliza por parte de los Gators y sin embargo Tennessee aguantó el tipo. Por contra, Tennessee jugó partidos en los que sus prestaciones no fueron las esperadas, como frente a UCLA u Ohio (aunque frente a estos últimos se consiguió la victoria), y otros en los que el rival se impuso por talento y/o físico ante la impotencia naranja, como en las derrotas frente a Ole Miss y Virginia Tech.

 

De cara a la temporada 2010, Tennessee comienza con cuatro partidos consecutivos en Neyland: primero, con un a priori sencillo partido frente a UTM (Tennessee-Martin) antes de afrontar, el sábado siguiente, el gran encuentro out-of-conference de la temporada del equipo frente a Oregon, vigente campeón de la Pac-10 y top-12 de pretemporada aún sin desterrado Jeremiah Masoli y el drafteado LeGarrette Blount, pero todavía con un poderoso juego terrestre. Una semana después, Florida visitará Knoxville en el año I después de Tim Tebow, y con John Brantley a los mandos del ataque, y se cierra dicha serie de partidos en Neyland frente a UAB. Las dos siguientes semanas, UT viajará a Baton Rouge y Athens en dos difíciles salidas frente a Louisiana State y Georgia respectivamente, mientras que siete días depués, de nuevo en Knoxville, recibirá a Alabama, vigente campeón nacional. Tres partidos fuera frente a South Carolina, Memphis y Vanderbilt, y dos en casa frente a Ole Miss y Kentucky, cerraran la temporada regular. Que después se juegue una bowl, ya se verá. A priori, este equipo está capacitado para ello. Un balance de 6-6 o incluso 7-5 está al alcance del equipo, pese a que el propio Dooley ha catalogado esta temporada como de reconstrucción. Una cosa es segura: salvo rendimiento estratosférico, jugar el campeonato de la SEC está totalmente descartado.

 

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Shane VereenMVP ATAQUE: Luke Stocker. El tigh-end senior tendrá un gran protagonismo en el ataque del equipo, más teniendo en cuenta el gusto de Dooley por los tight-ends. Gran receptor y bloqueador, es un potencial All-American.

Matt Simms tomará las riendas del ataque. Si hubo alguna duda tras el Orange & White Game, ha sido disipada en los últimos meses, más tras el Manning Camp de Julio. El quarterback junior, hijo de la leyenda de los Giants de Nueva York, Phil Simms, vuelve a la FBS tras pasarse una temporada en el JUCO El Camino. Tras haber pisado poco el terreno de juego en Louisville, Simms parte casi desde cero en cuanto a experiencia en football universitario. Qué decir de los novatos Tyler Bray y Nash Nance: Bray es el claro #2 en el depth chart tras Simms, mientras que Nance finalmente no se enfundará la camiseta roja, teniendo en cuenta la inesperada marcha en busca de nuevos aires del senior Nick Stephens y del poco menos que irrelevante Nick Lamaison. Quien sí cumplió ciclo es Jonathan Crompton, ‘drafteado’ por los San Diego Chargers el pasado mes de Abril: quién lo iba a decir a finales de Septiembre del año pasado, cuando comenzó la temporada de una forma calamitosa, si bien luego se consiguió que enderezara su juego, finalizando la temporada de forma aceptable.

 

El backfield será un seguro de vida. Y es que el establo está lleno un año más, pese a las bajas. Montario Hardesty completó una excelente temporada como senior que le valió para ser ‘drafteado’ en segunda ronda por los Cleveland Browns. Fue, sin duda, el mejor jugador en ataque la temporada pasada. El estelar freshman Bryce Brown, que dejó el equipo tras el Kiffingate, tuvo una interesante contribución pese a la alargada sombra del Hardesty. De todas formas, no se le echará de menos. El junior Tauren Poole ha demostrado una gran suficiencia desde primavera. Servidor ve en él un caso parecido al de Hardesty el año pasado por estas fechas. Si bien no ha jugado todo lo que podría merecer, en cuanto ha tocado el balón ha contribuido. Mucho ojo a este hombre como le respeten las lesiones, ya que una temporada de ‘milyardista’ no sería de extrañar. Tras él en el depth chart está David Oku. El sophomore tuvo pocas apariciones el año pasado desde el backfield (más como retornador) pero lo hizo bien en cuanto pisó el campo. De vuelta de una grave lesión está Toney Williams, redshirt freshman, que no pudo jugar nada el año pasado. Pese a su buen hacer en los entrenamientos, será el #3 en el depth chart. Del true freshman Rajion Neal no se espera una gran contribución, a no ser que hayan lesiones de por medio (esperemos que no).

 

Abriendo el paso a la caballería, aparece como fullback #1 el senior Kevin Cooper. Tras el cambio de posición de Austin Johnson a linebacker, Cooper será el titular. Detrás de él emerge el freshman Channing Fugate, uno de los novatos más infravalorados. Físicamente, un Mike Alstott en potencia. Cierra la unidad el junior Sam Edgmon.

 

Esperando ávidos los balones lanzados por los quarterbacks estarán los miembros del cuerpo de receptores. La única pérdida destacable es la del freshman Nu’Keese Richardson, expulsado del equipo tras asaltar una gasolinera junto al también novato Mike Edwards (DB), y cuya mayor aportación fue en equipos especiales como retornador; no se le echará de menos. El senior Gerald Jones será el go-to-guy de la unidad, compartiendo galones con el también senior Denarius Moore. Sin embargo, grandes expectativas rodean a los novatos Da’Rick Rogers, Matt Milton y Justin Hunter, que podrían ensombrecer a los veteranos del equipo. Rogers es uno de los mejores receptores de su promoción. Físicamente es un freak: rapidísimo, con grandes manos, y una extraordinaria capacidad de salto. All-American en ciernes. Milton es un mismatch para casi cualquier marcador por su altura, velocidad y capacidad de salto, y es una amenaza constante en red zone. Hunter tiene muelles en los pies, si bien físicamente tiene que pulirse más. Compaginará el football con el atletismo, disciplina en la que es campeón nacional junior, concretamente de salto de longitud. El sophomore Zach Rogers será el slot receiver del equipo. La temporada pasada tocó poco balón, pero se espera que en ésta contribuya más. Por lo que respecta al buen sophomore Marsalis Teague, teniendo en cuenta su gran polivalencia, ha sido movido a la secundaria ante la falta de profundidad en la unidad, al igual que el freshman Ted Meline. Evander Wells, senior del equipo de atletismo de la universidad, podría haber sido una contribución de última hora sobretodo en equipos especiales, pero se rompió el ligamento cruzado anterior a principios de Agosto, por lo que se perderá toda la temporada.

 

Llendo hacia el interior de la formación de ataque, nos encontramos con los tight ends, donde Luke Stocker es ‘el hombre’. El senior tiene madera de All-American y para muchos es el mejor TE del país. Teniendo en cuenta el gusto de Dooley por los tight ends, Stocker va a estar muy atareado esta temporada, sea recibiendo balones o bloqueando. Tras Stocker, el #2 en el depth chart es Ben Bartholomew, un junior que ha tenido muy poco protagonismo y que puede jugar de FB, y que tendrá que apretar para que el junior procedente de JUCO, Mychal Rivera, no le adelante en el chart. Incluso el senior Brent Slusher, transfer ex de Auburn, puede tener sus opciones a ser #2 si es elegible. Como bajas, destacar la de Brandon Warren, expulsado del equipo durante la temporada pasada tras enfrentarse al entonces entrenador de receptores, Frank Wilson.

 

La línea ofensiva será completamente nueva. La temporada pasada sufrió mucho contra las líneas defensivas rápidas y atléticas (véase, Ole Miss y Virginia Tech). A priori, el problema sigue siendo el mismo, pero habrá que sentarse y mirar para comprobarlo. Cinco son las bajas, y las cinco son de titulares: Jacques McClendon (right guard) y Chris Scott (left tackle) vía draft, Aaron Douglas (right tackle) por ‘motivos personales’ y los hermanos Sullins (Cody, center, y Cory, left guard) por fin de ciclo universitario. En el centro de la línea, el junior Cody Pope será el tercer center titular en tres años, dándole mayor físico a la zona media. A sus espaldas en el chart, está el sophomore procedente de JUCO, Darin Gooch, todo un workout warrior, mientras que el senior reconvertido desde el defensive tackle, Victor Thomas, vuelve a su posición original debido a los problemas en el DT. A la derecha de Pope, en el right guard, ocupará espacio el senior Jarrod Shaw, que sabe lo que es jugar con asiduidad, mientras que en el left guard emerge la mole del redshirt freshman JerQuari Schofield. Como suplentes a derecha e izquierda, el sophomore Carson Anderson y el redshirt freshman Kevin Revis respectivamente, y esperando dar el salto en el chart están los novatos Zach Fulton y James Stone. En el right tackle destaca la presencia del mastodóntico freshman Ja’Wuan James: 2’01 y 142 kilos para este futuro aspirante al Outland Trophy. Tras él está el guard reubicado a tackle Chase Phillips, redshirt freshman. Al otro lado de la línea aparece como left tackle titular el sophomore Dallas Thomas, con poca presencia el año pasado, que tiene la difícil tarea de sustituir a Scott. Daniel Hood es el primer suplente en el puesto aunque tiene que coger kilos, mientras que el freshman Marques Pair tiene que ganar peso para ser el tackle que todo el mundo espera.

 

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Mike MohamedMVP DEFENSA: Chris Walker. Bien como defensive-end o como OLB en una defensa 3-4, el senior es un pass rusher polivalente, rápido y con buenas manos a la hora de atacar el balón, esté en el aire o en las manos del rival.

Se ha comentado mucho el hipotético paso a una defensa 3-4, teniendo en cuenta la abundancia de linebackers y la carencia de defensive tackles que hay en plantilla. Pero ha sido el propio Dooley quien ha desmentido este cambio, manifestando que se implementará un esquema ‘Multiple 40’ de base, caracterizado por mantener a cuatro hombres en la línea, variando las unidades tras la línea: 4-3, 4-4, 4-2-5 (formación Nickel), 4-1-6 (formación Dime)… Sin embargo, Justin Wilcox sabe lo que es experimentar en defensa en Boise (ver su 3-2-6 frente a Texas Christian en la pasada Fiesta Bowl), por lo que tal vez no haya que descartar experimentos a día de hoy, más teniendo en cuenta la nómina de buenos tweeners que hay en plantilla.

 

El punto más débil de la defensa es, sin duda, el tackle. Tras perder a Dan Williams vía draft y al graduado Wes Brown, la dependencia del sophomore Montori Hughes será enorme, teniendo en cuenta que es, tras la baja para toda la temporada de Marlon Walls, el único DT realmente preparado para enfrentarse a los ataques de la SEC. Tras la mencionada baja de Walls (lesión en el tendón de Aquiles), su puesto lo ocupará el redshirt freshman Arthur Jeffery, un tackle que, como Hughes, ocupa mucho espacio. El junior Rae Sykes carece de kilos para jugar dentro, al igual que el reconvertido DE sophomore Steven Fowlkes y el redshirt freshman Joseph Ayres. El novato Greg Clark tiene planta pero no experiencia, mientras que el lanzador de disco Greg Minor no juega a football desde 2007, cuando estaba en Tennessee State. Estos son los tackles a la espera de la elegibilidad (o no) del novato John Brown, cuya presencia hace falta como el comer.

 

En los ends de la línea el panorama mejora. Pese a la sensible baja para toda la temporada del senior Ben Martin (otro lesionado del tendón de Aquiles), hay hombres para rotar con garantías. El senior Chris Walker tiene físico de tweener, si bien en Tennessee siempre ha jugado de DE en una 4-3. Por cualidades atléticas y personales, es uno de los líderes de la defensa y del vestuario, y su presencia inspira confianza. ¿Quién ocupará el lado izquierdo tras caer Martin? Pues todo parece indicar que el titular será el transfer de Southern California, Malik Jackson, el cual encaja perfectamente tanto en una defensa 4-3 como en una 3-4. La llegada de Jackson, al que le quedan dos temporadas de elegibilidad, es una bocanada de aire. Tras Walker y Jackson, el senior Gerald Williams y el sophomore Willie Bohannon deberían ser los primeros hombres en la rotación, pero mucho ojo a los dos novatos estrella: Jacques Smith y Corey Miller. Ambos fueron top-10 de la posición al salir del instituto, y se han convertido en dos de los novatos favoritos de los Vols por su compromiso con la universidad, buen comportamiento y proyección en el campo. Si bien Smith llegó como tweener, ha ganado peso en el gimnasio y puede ser el pack completo en la posición, pudiendo jugar tanto en frentes de cuatro líneas como de tres al igual que Miller, si bien Miller nunca fue reclutado como linebacker.

 

La unidad de linebackers, masacrada por las lesiones la temporada pasada, vuelve con todos sus efectivos salvo el graduado Rico McCoy, y con interesantes incorporaciones. El senior Nick Reveiz es el corazón de la defensa y el Mike (MLB) titular indiscutible. Tras perderse nueve partidos la temporada pasada por lesión (LCA), vuelve para darle consistencia al interior de la defensa naranja. Debuta como Mike el ex-fullback junior Austin Johnson, una de las sorpresas de primavera, y que será un recambio de garantías para Reveiz. Por su parte, el redshirt freshman Jerod Askew aparece en el depth chart tras sus problemas con el playbook la temporada pasada. En el SLB (OLB que cubre el lado del TE rival) el senior LaMarcus Thompson también reaparece tras lesión. Serán suplentes en el Sam el sophomore Greg King y el junior Daryl Vereen. Al otro lado, en el WLB, todo parece indicar que el Will titular será el Freshman All-SEC de la temporada pasada, Herman Lathers. El senior Savion Frazier, lesionado del LCA la temporada pasada, podría ser el eventual titular en lugar de Lathers, mientras que el sophomore Nigel Mitchell-Thornton es el tercero en discordia. Entre el resto, los freshmen Robert Nelson (redshirt el año pasado), Raiques Crump y John Propst tendrán muy poco protagonismo, aunque Crump y Propst han tenido bastantes minutos en los entrenamientos. A la espera de ser elegible está Martaze Jackson.

 

La secundaria, pese a las bajas, vuelve con efectivos de confianza. Obviamente, la pérdida más importante no sólo de la secundaria sino de todo el equipo es Eric Berry, elegido en el #5 del draft de la NFL por los Kansas City Chiefs. Dada su polivalencia, la temporada pasada jugó mucho de Rover (como ‘cuarto linebacker’), lo cual mejoró la defensa en carerra en ligero detrimento de los ‘antiaéreos’. Este año no hay ‘Berrys’, y el único que podría desempeñar un papel parecido es Janzen Jackson. Otro que cerró ciclo en la universidad fue el CB titular Dennis Rogan, que al no poder ser elegible académicamente decidió probar en el draft, sin demasiada suerte (cosa esperada, por otro lado), y Brent Vinson, que dejó el programa. Los novatos Mike Edwards y Darren Myles Jr., expulsados del equipo por motivos extradeportivos, no suponen una pérdida irreparable, aunque la baja de Myles daña la buena profundidad de la unidad. Centrándonos en los que sí están, el titular indiscutible en la posición de free safety es el sophomore Janzen Jackson: este es el hombre encargado de hacer olvidar a Berry (cosa nada fácil). El año pasado demostró ser un gran apoyo en la defensa del juego terrestre, aunque a veces precipitado (mermando la cobertura), y ser un gran golpeador. Esperemos que se mantenga alejado de problemas fuera del campo, porque tiene potencial NFL. Acompañando a Jackson, como strong safety, no hay un titular claro. Por un lado está el sophomore Rod Wilks, popular jugador pese a disfrutar de pocas oportunidades, por otro el senior Tyler Wolf, que sólo ha visto acción en equipos especiales. Ante esta situación, no sería de extrañar ver al ex-jugador de béisbol Brent Brewer, que ha demostrado ser un gran golpeador, hacerse con el puesto. El problema: no juega a football desde 2006, pero ha dejado buen sabor de boca en los entrenamientos. Otra opción más remota sería mover al sophomore Prentiss Waggner, suplente de Jackson en el SS. En la ‘esquina’ derecha, el redshirt freshman Eric Gordon, uno de los mejores cornerbacks de la clase de 2009, recoge el testigo de Rogan tras permanecer sentado la temporada pasada, con el junior Anthony Anderson como suplente. En la izquierda, el junior Art Evans tendrá que mirar de reojo al redshirt freshman Nyshier ‘Naz’ Oliver, mientras que Stephaun Raines, Dontavis Sapp y compañía tendrán que luchar por hacerse un hueco en el depth chart. Por lo que respecta a los ‘ex-receptores’ Marsalis Teague y Ted Meline, lo más seguro es que terminen en el cornerback. A la espera de ser elegibles están el safety Eddrick Loften (muy importante que lo consiga) y el CB Marcques Dixon. El JUCO Dave Clark es inelegible.

 

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El año pasado, Daniel Lincoln tuvo una mala temporada. 10/16 en field goals para el senior, destacando el desastroso partido frente a Alabama, donde pateó un FG corto de menos de 50 yardas, y le bloquearon un par, incluido uno en los últimos segundos que podría haber dado la victoria a los Vols sobre los a la postre campeones nacionales. Lincoln tiene mucha presión, ya que al margen de sus prestaciones, en esta clase ha firmado el kicker #1 del país, Michael Palardy, de prodigiosa pierna. No tanta presión tendrá el punter senior Chad Cunningham, aunque el punter #1 de la promoción también ha firmado con Tennessee (Matt Darr). El año pasado sólo le bloquearon un punt, que afortunadamente sólo acabó en safety. Por lo demás, pese a que siempre se toma su tiempo para alejar los balones, correcto. El junior Chip Rhome está en la recamara por si las moscas.

 

Los retornos, la temporada pasada, fueron cosa de Oku y Richardson. Con Richardson fuera del equipo, y Evander Wells lesionado para toda la temporada, Janzen Jackson entra en escena. Oku se encargará de retornar los kickoffs, mientras que Jackson hará lo propio con los punts. Se espera que Oku siga sólido en esta faceta, mientras que de Janzen no se espera menos que de sus antecesores, Richardson y Rogan.

 

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El ataque tiene calidad y variedad tanto en el ‘backfield’ como en la unidad de receptores. A poco que la línea dé tiempo, las posibilidades en ataque son múltiples y fiables.
DOWN

Faltan kilos en las trincheras, sobretodo en el ‘defensive tackle’. La contención del juego en carrera rival plantea serias dudas un año más, y la posición está a una lesión de provocar un agujero insalvable en la línea.

 

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