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Nunca han sido tan altas las aspiraciones para un programa de football tan modesto. Los Broncos de Boise State lo volvieron a hacer la temporada pasada: temporada invicta (14-0) victorias sobre equipos de primera, victoria en la Tostitos Fiesta Bowl y un #4 final en los principales polls. Todo ello con un equipo plagado se sophomores en sus posiciones claves. Esta temporada regresan por lo menos 9 titulares a cada lado del balón, por lo que los objetivos no pueden ser más ambiciosos. La clave de la campaña será si el equipo consigue responder a tan altas miras sin sentir el vértigo de su posición.
A los Broncos se les queda pequeña la Western Athletic Conference (WAC). Son 7 títulos en las últimas 8 campañas, con un récord de 62-2, y sería una gran sorpresa que no se llevara un 8º antes de unirse a la Mountain West Conference en 2011. Pero los aficionados miran más arriba. Quieren una opción para disputar el National Championship. Para ello deberán vencer a Virginia Tech en Washington, a Oregon State en el turf azul, al resto de sus rivales del año y poner unas velas para que los votantes de los polls se acuerden de nosotros.
No será fácil. Dependerá de lo que hagan el resto de los candidatos pero también de lo que piense el “establishmnet”. Hace dos años ya le hicieron el feo de invitar a Ohio State antes que a ellos a una BCS Bowl y el año pasado el de enfrentar a los dos equipos de conferencias “no BCS” en la Fiesta Bowl, sin darles la opción de medirse a equipos como Florida o Georgia Tech.
De todos modos, lo que tienen que hacer los de Chris Petersen, «Bear» Bryant Coach of the Year de 2009, es centrarse en el football y mantener el nivel que permitió vencer a unos Oregon Ducks que venían con el marchamo de un top 6 de pretemporada, sin permitirles un 1º down en toda la 1ª mitad y a unos TCU Horned Frogs, razonadamente el 2º mejor equipo, tras Alabama, en una durísima Fiesta Bowl. Hay que seguir en la misma línea desde el mismo opener de la temporada frente a los Hookies en el FedEx Field.
MVP ATAQUE: Kellen Moore. Sus 39 TD por sólo 3 intercepciones de la temporada pasada hablan por sí mismos. Puede ser el 1º jugador de una conferencia «no BCS» en ganar el Heisman Trophy |
Los Broncos no son ese equipo de ataque explosivo de temporadas anteriores, pero siguen siendo los más anotadores de la nación, con 42,2 puntos por partido. Gran parte del mérito radica en la efectividad y eficiencia de su QB junior Kellen Moore (6-0, 187). El año pasado lanzó 39 pases de TD por sólo 3 intercepciones, alcanzando el 7º puesto en las votaciones para el Heisman Trophy. Su QB rating de 161,7 fue el 2º de la nación. Es frío y soporta bien la presión. Su brazo izquierdo no es un cañón, pero es extremadamente preciso. Sabe leer la defensa y mandar el balón al receptor mejor colocado. El senior Mike Coughlin (6’5, 212) es su primer sustituto, pero teniendo en cuenta que es su última temporada, es probable que veamos más a los freshmen, sobre todo a Joe Southwick (6-1, 182), disputar algunos snaps en los minutos de la basura. Entre ellos saldrá el sucesor de Moore, esperemos que dentro de dos años.
El sólido cuerpo de receptores, que no notó la pérdida de grandes jugadores la temporada pasada, vuelve al completo. Los seniors Titus Young (5-11, 168) y Austin Pettis (6-3, 197) serán los titulares de las posiciones de split end y flanker respectivamente en su última campaña. Young superó las mil yardas de recepción (1041) con sus 79 balones atrapados, 10 de ellos para TD. Anotó también otros dos de carrera. Se ha convertido en un possession receiver, aunque sigue siendo una amenaza en el juego profundo. Pettis, el 1º objetivo de Moore en la redzone, sumó 63 recepciones para 855 yardas y 14 TD (récord del college). Es una pareja de receptores envidiable y los objetivos más buscados por Moore. El junior Tyler Shoemaker (6-1, 217), los sophomores Mitch Burroughs (5-9, 189) y Kirby Moore (6-2, 200), hermano de Kellen, y el redshirted freshman «holandés» Geraldo Hiwat (6-4, 189) dan profundidad a la unidad y seguro que irán ganando protagonismo a lo largo de la temporada. Por su parte, el senior Tommy Gallarda (6-5, 249) y el junior Kyle Efaw (6-4, 229) serán las principales armas en la posición de TE. El primero tiene un perfil más bloqueador, pero también sumó 4 TD en sus 9 recepciones de su temporada de junior. El 2º es rápido y es muy peligroso en campo abierto. Fue el Offensive MVP de la pasada Fiesta Bowl, después de protagonizar junto con el punter la “trick play del partido”.
El senior Jeremy Avery (5-9, 173) seguirá siendo el líder del ataque terrestre de los Broncos. Lideró al resto de los corredores de la unidad en carreras (209) y yardas (1150), sumando 6 TD (más otro de recepción). Seguirá siendo el encargado de mover las cadenas en el juego terrestre. Pero quien se destapó en 2009 fue el junior Doug Martin (5-9, 201), quien sumó nada menos que 15 TD en sus 129 acarreos para 855 yardas. Es de esperar que la participación en el juego de carrera del potente half back vaya “in crescendo” en sus dos últimas campañas. El rápido además de potente, y también junior D.J. Harper (5-9, 198) será el 3º en discordia si no se resiente de su lesión de ligamento cruzado anterior de rodilla. Darán profundidad a la unidad el senior Jarvis Hodge (5-9, 203) y el sophomore Matt Kaiserman (6-0, 188). El junior Dan Paul (6-0, 241) seguirá siendo el FB encargado de abrir carriles para el juego de carrera, tras la retirada por lesión de Richie Brockel, aunque también sumó 3 TD en sus 4 recepciones en la pasada campaña.
La Offensive Line también respondió fenomenalmente a la ausencia de la generación de Ryan Clady la temporada pasada. A pesar de la juventud e inexperiencia, no sólo contribuyó a que el ataque fuera el más anotador de la nación, sino que fue la OL que mermitió menos sacks (5 en todo el año). Seguirá siendo joven, pero más experimentada. La posición de tackle izquierdo la pelearán el sophomore Faraji Wright (6-3. 295) y el redshirted freshman Charles Leno Jr. (6-3, 278). El junior Nate Potter (6-6, 297), un gran atleta, alto, gran bloqueador y magnífico en la protección del pase, probablemente pasará de tackle a guard izquierdo, posición en la que ha entrenado esta primavera. El experimentado senior Matt Slater (6-4, 285) sería la primera alternativa a Potter. En el centro, el junior Thomas Byrd (5-11, 279), titular en todos los partidos de las dos últimas campañas, gran bloqueador y con gran capacidad de anclaje de la OL, tendrá que pelear con el sophomore Joe Kellogg (6-2, 304) para mantener su titularidad. Kellog tiene experiencia como guard, pero va a pasar al centro. El senior Will Lawrence (6-2, 290), titular toda la pasada campaña tras la lesión del vasco junior Cory Yriarte (6-1, 281), volverá a encargarse de la posición de guard derecho, con el sophomore Bronson Durrant (6-3, 266) como suplente. Por último, la importante posición de tackle derecho, encargado de proteger el lado ciego del zurdo Moore, será peleada por un par de sophomores que brillaron la temporada pasada. Brenel Myers (6-2, 266) cubrió la posición magníficamente, pero mejor aún fue la progresión de Michael Amens (6-4, 277), ganándose la titularidad para la Fiesta Bowl, en la que desempeñó un gran trabajo manteniendo limpio a Moore frente a la mejor defensa del país.
MVP DEFENSA: Ryan Winterswyk. Un prototipo del jugador de Boise State. Llegado como walk-on, se ha convertido en uno de los mejores de su equipo, con 19 sacks en sus tres temporadas. |
La defensa es sólida, apenas permite 17,1 puntos por partido. Han perdido a su coordinador defensivo, Justin Wilcox, pero no se espera que cambie mucho con Pete Kwiatkowski. Es más rápida que fuerte. Su punto más sólido seguirá siendo la defensa aérea, con un 4-3 se convierte en muchas ocasiones en un 4-2-5. Han permitido más yardas y TD que en 2008, pero siguen siendo peligrosos con sus 24 intercepciones (2º de la nación). Y si no, que se lo pregunten a Andy Dalton, QB de TCU, que fue interceptado en tres ocasiones en la Fiesta Bowl cuando en toda la temporada había lanzado sólo 5 picks. Pero también saben frenar disciplinadamente la carrera como hicieron con la de los Horned Frogs o la de los Ducks. La falta de “talla” del front seven la suplen con un juego disciplinado y con buenos fundamentos en el placaje.
La Defensive Line, que retorna al completo, la lidera el senior Ryan Winterswyk (6-4, 267). El DE terminó la temporada con 17 placajes para pérdida de yardas y 9 sacks. Además recuperó dos fumbles y bloqueó un FG. Al otro lado se colocará preferentemente el junior Shea McClellin (6-3, 258), que se apuntó 6 placajes para pérdida de yardas y 3 sacks. El redshirted freshman Kharyee Marshall (6-1, 212) tiene opciones de disputarle la titularidad y tendrá bastantes rotaciones. El junior Jarrell Root (6-3, 259), será el encargado de darle algo de descanso a Winterswyk. En el interior, los juniors Billy Winn (6-4, 290) y Chase Baker (6-1, 300) se encargarán de aportar potencia y velocidad a la DL. Ambos brillaron tanto frenando la carrera como en el pass rush. Winn sumó 12,5 placajes para pérdida de yardas y 6 sacks. Los números de Baker son más modestos: 4 y 2, respectivamente. Los juniors J.P. Nisby (6-1, 314) y Cuck Hayes (6-2, 292), y los sophomores Greg Grimes (6-0, 273) y el ex full back Michael Atkinson (6-0, 335), darán profundidad a la unidad.
El senior Derrell Acrey (6-1, 235) será el líder de un cuerpo de linebackers muy versátil, que puede ofrecer muchas caras, y en el que son numerosos los jugadores que entran en la rotación. Acrey ocupa la demarcación de “Mike”, la pieza angular en el centro de la defensa. El junior Byron Hout (6-0, 227) y el sophomore Tommy Smith (6-1, 227) son los que entrarán en las rotaciones como MLB. El junior Hunter White (5-11, 224), rapidísimo y un gran pegador, muy por encima del lo que se podría pensar de su tamaño, juega como “Sam” en el lado fuerte, cuando el SLB no es sacrificado por un nickel back. También lo podría hacer el senior Daron Mackey (5-11, 233), si se recupera de la lesión de la temporada pasada. En el lado débil, la titularidad de la posición de “Will” la pelearán el junior Aaron Tevis (6-3. 231), titular la pasada campaña, y el sophomore J.C. Percy (6-0, 220), que casi de la nada terminó la misma en un magnífico momento de juego.
La única pérdida importante en el lado defensivo es la del CB Kyle Wilson, seleccionado por los New York Jets en la 1ª ronda del pasado draft. Su vacío en el lado izquierdo lo cubrirán el junior Jerrell Gavins (5-9, 178) y el sophomore Jamar Taylor (5-11, 192), ambos con experiencia en la posición y que dieron prueba de su calidad la temporada pasada. Formarán pareja con el senior Brandyn Thompson (5’10, 180), gran atleta, WR reconvertido, que brilló la pasada campaña con 6 intercepciones, más otro par, una de ellas retornada para TD, en la Fiesta Bowl, donde fue elegido MVP Defensivo. El junior George Iloka (6-3, 207) seguirá como strong safety. Es un buen placador, pero le falta instinto para el big play. Por último, el free safety senior Jeron Johnson (5-11, 195), líder en placajes del equipo con 98 la pasada campaña, volverá a cerrar la defensa. Es un duro placador, pero también tiene olfato para el balón, con 4 intercepciones la pasada campaña. Como se ha dicho, los Broncos juegan con frecuencia con una defensa nickel de base, sobre todo frente a los equipos más “aéreos” de la WAC, por lo que el safety senior Winston Venable (5-11, 218) tendrá muchos minutos de juego como nickel back. Cuatro juniors darán profundidad a la secundaria y descanso a los titulares. Como CB tenemos a Antwon Murray (5’11, 179), para la posición de nickel back a Hunter White (5-11, 219), como SS a Travis Stanaway (5-11, 193) y, por último, como FS a Cedrick Febis (6-3, 198).
El senior Kyle Brotzman volverá a encargarse de las patadas. Convirtió 18 de los 25 FG que chutó, con cuatro de los fallos dentro de las 30 yardas, no es muy halagador. Falló también el primer extra point de su carrera colegial. El más largo que conectó fue de 52 yardas. Sin embargo, como punter siguió rindiendo al máximo nivel, con una respetable media de 43,9 yardas por punt.
La ausencia de Kyle Wilson se notará también en el apartado de retornos, pero Petersen sigue contando con gente competente en su escuadra. El WR sophomore Chris Potter (5-9, 162) ya promedió 12,9 yardas por retorno de punt, y es el 1º candidato para retornador de los mismos. Por su parte, Titus Young como Doug Martin pueden encargarse de los retornos de kickof. Young tuvo una media de 26,8 yardas por retorno y dos TD en 2009, mientras que Martin promedió 26,7 en los 6 que retornó.
Los Broncos han ganado 26 de sus últimos 27 encuentros y siguen mejorando. Con 22 de los 24 titulares de la Fiesta Bowl de vuelta, el equipo es más sólido y experimentado, con magníficos jugadores en todas las líneas. | |
Evidentemente lo más duro será responder a unas expectativas tan altas, sin poder permitirse un solo fallo, manteniendo su estilo de juego disciplinado y enfocado a pesar de toda la presión mediática que van a tener que soportar. |