Una de las ventajas que tiene escribir la previa de los Chicago Bears en los últimos años es que la estructura la tienes más o menos clara desde meses antes de recibir el encargo: comienzas hablando de la decepción que supuso la temporada para luego entrar en la descripción de los esfuerzos hechos en offseason para suplir las múltiples carencias que se pusieron de manifiesto durante el otoño. Y este año, con algunos matices, no ha sido una excepción. El 2009 era el año de Jay Cutler. El commodore era el primer quarterback de renombre que aparecía por la ciudad del viento desde, como mínimo, los tiempos gloriosos de Jim McMahon (y estoy siendo generoso con la franquicia; lo correcto hubiera sido extender la comparativa hasta alcanzar a Sid Luckman).
Pero en los deportes de equipo las estrellas, en el mejor de los casos, te sacan las castañas del fuego alguna que otra vez. Y sin línea ofensiva, con un juego terrestre que dio un paso atrás respecto al año 2008 y con una unidad defensiva que siguió mostrando su lento pero constante languidecer, el balance final del año (siete victorias y nueve derrotas) no puede considerarse una sorpresa. Para ser justos no hay que olvidar que el cuerpo de linebackers perdió en los dos primeros partidos a Brian Urlacher y Pisa Tinoisamoa, que los runningbacks Kevin Jones y Garret Wolfe acabaron en injury reserve y que el titular, Matt Forte, jugó renqueante todo el año y tuvo que pasar por el quirófano al finalizar la temporada. Pero también hay que recordar que dos de las siete victorias se obtuvieron en los dos últimos partidos, cuando ya nada nos jugábamos.
Acabando ya con el año 2009, permitidme que destaque lo mejor y lo peor. Si bien fuimos el hazmerreir de toda la liga, el cuerpo de receptores tuvo una actuación notable a lo largo de la temporada y, de cara al 2010, jugadores como Johnny Knox o Devin Aromashodu pueden dar un salto de calidad importante (el primero ya obtuvo como premio su viaje a una descafeinada Pro Bowl como kick returner). Sin embargo, la defensa, en especial la secundaria, volvió a ser el punto negro del equipo. La edad no perdona y la falta de agresividad se nota.
El draft del pasado mes de abril volvía a ser un draft “escaso” para la franquicia. La elección de 1ª ronda se utilizó en el trade por Cutler en 2009 y la de 2ª ronda en el trade por el malogrado Gaines Adams (fallecido esta offseason debido a un problema cardíaco; el casco de los jugadores llevará su número en recuerdo esta temporada). Pero a pesar de estas carencias no se puede estar muy descontento con el draft realizado. Se necesitaba a un safety urgentemente y con la elección de tercera ronda se escogió a Major Wright, que tiene los mimbres para aportar desde el primer domingo. Corey Wooton (DE, Northwestern) es un robo – si le respetan las lesiones – en la cuarta ronda. Joshua Moore aporta profundidad al cuerpo de cornerbacks y tanto Dan LeFevour como J’Marcus Webb son proyectos que, tras unos años, se verá si cristalizan o no. Por poner un pero, quizá se debería haber buscado antes ayuda para la línea ofensiva.
Fuera del draft, la offseason ha sido bastante ajetreada tanto en el apartado de bajas como en el de altas. Entre las primeras habría que mencionar al left tackle Orlando Pace (retirada), a los defensive ends Adewale Ogunleye (agente libre) y Alex Brown (Nueva Orleans), el cornerback Nathan Vasher (San Diego) y el running back Kevin Jones (agente libre). Por el lado de las adquisiciones, el primer día de la agencia libre el equipo se hizo con Julius Peppers, Chester Taylor y Brandon Manumaleuna. Más adelante analizaré qué supone cada una de estas incorporaciones para la franquicia. Pero, además, en la retaguardia también se han producido cambios importantes. Cronológicamente, el primero en caer fue el coordinador ofensivo Ron Turner (chivo expiatorio, es curioso cómo se culpó a Turner –con un quarterback nuevo, un cuerpo de receptores lleno de novatos, una línea ofensiva deficiente, etc.– mientras que en el lado defensivo no se buscaron responsables) y, con él, varios de sus ayudantes. Su sustituyo fue Mike Martz, un movimiento arriesgado por la filosofía que representa. En la defensa Rod Marinelli fue promovido a coordinador, después de haberse responsabilizado de la línea defensiva en 2009. Además, Tim Ruskell llegó como director de personal en sustitución de Greg Gabriel.
Como conclusión, simplemente decir que el equipo ha sido construido con urgencia, basándose en la agencia libre y que todo lo que no sea llegar a la offseason supondría el adiós de Lovie Smith (y quizá incluso llegando a la offseason). A priori, no le auguro un buen futuro al entrenador, pues es evidente que tanto Green Bay como Minnesota están un peldaño por arriba que la franquicia de Chicago y Detroit está mejorando poco a poco. Siendo muy optimistas, vería a los Bears en el entorno de las diez victorias peleando por una plaza de wildcards. Las incógnitas, como siempre, se empezarán a despejar a finales del mes de Julio en Bourbonnais.
Como se ha mencionado anteriormente, las riendas del ataque las llevará este año Mike Martz, que fue jefe de Lovie Smith en Saint Louis. Hay interés en ver cómo funcionará este invento: Martz (un entrenador pass happy) en Chicago (un equipo de eminente tradición corredora: we get off the bus running que solía repetir Smith).
Jay Cutler cerró 2009 lanzando para 3.666 yardas (registros que hacía tiempo que no se veían por la Ciudad del Viento) y 27 touchdowns, pero con unas lamentables 26 intercepciones. Durante buena parte de la temporada se compararon sus guarismos con los de Kyle Orton (especialmente mientras Denver se mantuvo con registro positivo). pero la mejora respecto al quarterback de la Universidad de Purdue era evidente (y esto lo escribe uno que, precisamente, no es anti-Orton). El brazo y la movilidad de Cutler no son comparables a nada de lo que haya pasado últimamente por este equipo. En cualquier caso, Cutler no se puede permitir unas estadísticas tan pobres como las del año pasado: el éxito del equipo dependerá en buena medida de su disposición a recibir sacks cuando la ocasión lo requiera y a no rifar el balón cuando no haya otra alternativa. Otro año más, aunque con la misma experiencia en la NFL (ninguna), Caleb Hanie se encuentra a disposición del entrenador por si algo sucediese con Cutler. Como tercer quarterback está el producto local Dan LeFevour (Central Michigan), que está considerado más un proyecto a largo plazo. La falta de experiencia de los recambios de Cutler ha hecho crecer los rumores sobre un interés en hacerse con un quarterback veterano que, llegado el momento, pueda tomar las riendas del equipo. Esta opción, aunque no es descartable, no la considero muy factible pues significaría descartar –o enviar a practice squad- a uno de los dos quarterbacks jóvenes, el elegido sería Hanie (pues LeFevour es una elección de draft de este año) y no creo que estuviese mucho tiempo sin equipo.
A pesar de la adquisición el año pasado en la agencia libre de Orlando Pace, la línea ofensiva no rayó a buena altura. Pace no fue una excepción y sólo al final cuando, tras una lesión de éste, Chris Williams pasó a ocupar el lado izquierdo, donde se defendió razonablemente bien, teniendo en cuenta que, entre otros, tuvo que verse las caras con Jared Allen. Este año Pace ya no está y a Williams nadie le quita el lado izquierdo. Pero no ha habido ninguna incorporación reseñable más y eso, lamentablemente, no es suficiente. Tras la primavera parece claro que Frank Omiyale jugará como right tacke (en 2009 estuvo de left guard, donde probó esta offseason Kevin Shaffer, que finalmente quedará en el banquillo como swing tackle) y Roberto Garza, más por falta de competencia que por otra razón, lo hará como right guard. El veteranísimo capitán Olin Kreutz no ha participado en ninguna de las actividades de primavera por una lesión en el talón de Aquiles, aunque se espera que esté al 100% al inicio del training camp. Si todo transcurre según este guión, Josh Beekman (que ha estado supliendo a Kreutz como center en la primavera) pelearía por el puesto de left guard con los jóvenes Lance Louis y John Asiata. El tercero en discordia de estos tres jugadores peleará, a su vez, por conseguir un hueco en el roster final de 53 jugadores con el tackle rookie J’Marcus Webb.
El backfield del equipo se ha visto reforzado está primavera con el fichaje del agente libre Chester Taylor lo que, además, ayuda a debilitar a un rival divisional como es Minnesota. Tanto él como Matt Forte son running backs muy similares, en el sentido de que ambos son buenos receptores y bloqueadores y, si bien el titular es Forte y él sería quién tendría que perder ese puesto, se espera que se presente una dura batalla en el training camp. No hay que olvidar que el segundo año de Forte fue bastante anodino, mermado por lesiones y por una línea ofensiva que era un coladero, y la presión que pueda ejercerle Taylor será mucho mayor. A otro nivel quedarían Garret Wolfe, que no termina de tener continuidad en el juego aunque es una pieza clave de equipos especiales y Kahill Bell, que supuso un soplo de aire fresco en la última parte de la pasada temporada. Sin Jason McKie, y teniendo en cuenta que la carga de trabajo de los FB para el 2010 seguro que será menor que la de otros años pues Martz suele apoyarse más en los tightends que en los fullbacks, se ha añadido a Harvey Unga (BYU), elegido por el equipo en el draft suplementario (con una séptima ronda del draft 2011). Unga, al que algunos scouts le dan un valor de tercera o cuarta ronda, destaca como receptor y bloqueador.
Como comenté anteriormente, el cuerpo de receptores tuvo una actuación razonablemente buena en 2009, a pesar de la juventud de la mayoría de sus miembros, de una línea ofensiva muy normalita y de que el quarterback era nuevo. El principal desafío para 2010 es ver si esa actuación se puede, no sólo mantener sino mejorar, teniendo en cuenta que los playbooks de Martz se caracterizan por no ser muy sencillos. Además, el papel de Devin Hester se verá reducido volviéndose a centrar más en los retornos. Johnny Knox, que en su temporada rookie consiguió 527 yardas en 45 recepciones (record de la franquicia de recepciones de un novato) se postula como vertical threat en esta nueva ofensiva. Devin Aromashodu será también otro jugador a tener en cuenta (en la pretemporada de 2009 Cutler mostró sus preferencias por este jugador –6’2 de altura– aunque estuvo inactivo la mayor parte de la temporada; finalmente fue activado y anotó 4 TD en los últimos 4 partidos convirtiéndose en uno de los objetivos preferidos de Cutler en situaciones de red zone). Como possession receiver se encuentra Earl Bennett, compañero de universidad de Cutler que, tras pasarse su año rookie en blanco, consiguió 54 recepciones en 2009. Juaquin Iglesias –cuyo curriculum guarda semejanzas con el de Bennett pues el ex jugador de la Universidad de Oklahoma se pasó en blanco su primer año de profesional– ha mostrado mejoría durante la offseason y podría presionar a Bennett aunque, de momento, se encuentra en un escalón por debajo. Una de las incógnitas que no se van a despejar hasta que comience la temporada es el papel de Greg Olsen en el equipo. Quizá no haya cumplido en este tiempo las esperanzas en él depositadas, pero el hurricane era una amenaza constante para las defensas rivales por los desequilibrios que provocaba: demasiado corpulento para un defensive back, demasiado rápido para un linebacker. El problema es que Mike Martz siempre ha utilizado en sus ataques tightends eminentemente bloqueadores (como Brandon Manumaleuna, adquirido en la agencia libre de San Diego), algo en lo que no destaca Olsen. Se habló al principio de la posibilidad de que el vikingo entrase en alguna operación con otro equipo para así cubrir alguna otra necesidad perentoria de Chicago (free safety) pero parecía más un rumor que otra cosa. Por tanto, habrá que esperar para ver si Martz se adapta y aprovecha la materia prima que tiene o, por el contrario, Olsen se ve relegado a un segundo plano. El veterano Desmond Clark y Kellen Davis contarán, a priori, con menos minutos que el año pasado.
Hablar de la defensa obliga a hablar de Julius Peppers. La cover 2 de Chicago es muy previsible y no está funcionando. En esto influye el déficit de jugadores de calidad en la secundaria, pero un poco más de presión desde la línea ayudaría a forzar errores de los ataques rivales. Habrá que ver, también, si Marinelli logra mejorar a la unidad defensiva (el gurú de la línea defensiva no consiguió mejoras importantes en esa unidad y, aún así, fue ascendido a coordinador defensivo). Tras las salidas de esta offseason, frente a Peppers estará Mark Anderson, que culminó un buen 2009 (con 3.5 sacks), sobre todo si se comparan sus números con los de las decepcionantes temporadas anteriores. Tras ellos estarán el longhorn Henry Melton (jugador de segundo año) y el rookie proveniente de la universidad de Northwestern Corey Wootton. El wildcat no fue elegido hasta la cuarta ronda del draft ya que se perdió todo el año 2009 por lesión. Si se recupera y juega al nivel de 2008 puede considerarse todo un robo. El interior de la línea estará manejado por Tommie Harris (hay que ver si mantiene la inercia positiva de la última parte del 2009… y sí se puede beneficiar de la mayor atención que, previsiblemente, requerirá Peppers) y el veterano Anthony Adams. En teoría debería decir Marcus Harrison y no Anthony Adams, pero lo cierto es que el razorback no termina de despegar y hacerse con un lugar que, por calidad, debería ser suyo sin matices. En la recámara quedan Jarron Gilbert e Israel Idonije, aunque éste último podría pasar al exterior donde no hay tanta profundidad de jugadores.
El cuerpo de linebackers recupera a dos piezas claves que, por lesión, prácticamente no participaron el último año: Brian Urlacher y Pisa Tinoisamoa. Por tanto, esta unidad es una de las que menos incógnitas presenta: Urlacher jugará en el medio, Pisa por el lado fuerte y Lance Briggs, el jugador defensivo más regular de los últimos 3 o 4 años, lo hará por el lado débil. Como reservas destacar a Nick Roach y Hunter Hillenmeyer, así como a Tim Shaw, que tuvo una contribución estelar en equipos especiales el año pasado y que sólo la altísima competencia que existe en la unidad le impedirán tener minutos de juego con asiduidad.
La secundaria es la unidad que más interrogantes presentaba y presenta y la que más rápidamente fue reforzada en el draft. El gator Major Wright puede ser el único titular que los Bears se lleven en este draft. En principio para él será el puesto de strong safety (aunque también podría jugar de free safety) y será el repescado Chris Harris (gracias a un trade con Carolina a cambio del linebacker Jamaar Williams) el que ocupe el puesto de free safety. La mejoría en la posición es evidente pero, aunque ambos se deberían beneficiar de la presión que ejerza Peppers en la línea, lo cierto es que ambos son más strongs que free safeties por lo que la seguridad no es absoluta en el buen hacer de esta pareja. Sus recambios serían Craig Steltz y Al Afalava, jugadores jóvenes pero con experiencia en está defensa (buenas elecciones de Jerry Angelo en pasados drafts) pero que, como la pareja titular, son más strong safeties. Es por ello que quizá el veterano Josh Bullocks pueda mantener un puesto en el roster final. A pesar de que esta offseason se volvió a hablar de la posibilidad de que Charles Tillman probase como free safety, la cordura imperó de nuevo y el mejor cornerback del equipo jugará en su posición. Al otro lado estará Zackary Bowman, que para mi hizo un muy buen año 2009 (su año rookie fue el anterior, pero sólo jugó un partido –en el que consiguió una intercepción– antes de acabar en injury reserve). Como reservas estarán Corey Graham, el jugador de segundo año D.J. Moore (otro de los commodores con los que cuenta el equipo de Chicago) y el rookie Joshua Moore. El nickelback parece que ya no ofrece discusión y será Danieal Manning.
A pesar de la sequía de Devin Hester, Chicago tiene verdadera dinamita en el puesto de retornador. En los últimos años han conseguido TD’s jugadores tan variados como Danieal Manning, Johnny Knox y Earl Bennett. Parece que Hester recobrará el protangonismo perdido últimamente como retornador, tanto en punts como en kickoffs. En cualquier caso, si no retornará él en todas las ocasiones, probablemente sería Johnny Knox su sustituto. Destacar la grata sorpresa que fue Tim Shaw el año pasado (liderando los placajes en equipos especiales), un digno sucesor de jugadores como Brandon Ayanbadejo en esta unidad.
El trío restante de especialistas –Pat Mannely (long snapper), Robbie Gould (kicker) y Brad Maynard (punter)– se mantiene en forma como siempre. Si hay que destacar a alguno, sería a Maynard que hizo una de sus mejores temporadas en Chicago.
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