Es complicado estar más cerca de la SB y no llegar a jugarla. Quedarse a un slide de ganar la NFC puede pasar factura a este gran pero también veterano equipo. La temporada acabó precipitadamente en la final de la Conferencia Nacional, cuando Brett Favre arriesgó en un pase innecesario en lugar de correr unas pocas yardas y tirarse al suelo para buscar el FG ganador. Previamente, habían conseguido un récord de 12-4 y aplastaron a los Cowboys en los divisionales. El Coach anteriormente conocido como Brad «Amarrategui» Childress se desmelenó, a pesar de su calvicie, para dar al ataque una alegría que no se veía por Minny desde los mejores años de Chris Carter, Randy Moss y Daunte Culpepper.
Según mi opinión, el año pasado era el año indicado, con un RB a tope de facultades, unos WR capaces de cualquier cosa, una muy buena OL y una defensa que asustaba. Este año muchas cosas podrían cambiar, aunque parece confirmarse que Favre vuelve, tal como ha predicho el gran pulpo Paul (un experto en la materia). A estas alturas es difícil saber cuál va a ser el estado físico con el que llegue el abuelo al opener, pero en sus últimas declaraciones ha dejado entrever que el tobillo lesionado la temporada pasada le sigue molestando. Y más difícil será aún cuál será su estado en unos eventuales playoffs a sus castigados 41 años.
En lugar de usar el draft para buscar un próximo sustituto del #4, se ha usado para dar profundidad a algunas posiciones que requerían suplentes de garantías o jóvenes valores que puedar dar un susto a los veteranos titulares. El CB/S Chris Cook, el RB/FB Toby Gerhart y el DE Everson Griffen dispondrán de minutos importantes, en principio en rotaciones. Se comentó mucho la decisión de dejar pasar al QB de Notre Dame Jimmy Clausen con su primer pick. El tiempo dirá si acertaron. En la agencia libre han perdido más que ganado. Han salido Chester Taylor y Artis Hicks. En las llegadas se puede destacar a Lito Sheppard, que no ha rendido como se esperava por NY. Un jugador muy aprovechable, aunque su cotización esté muy a la baja. Ayudará en la parte más débil del equipo mientras Cook madura.
La llegada al equipo de Brett Favre marcó un antes y un después en este ataque. Se pasó de ser un equipo run first, con QB que jugaban a no perder los partidos, a jugar con tácticas mucho más agresivas, usando bien un play action completamente creible con A.P. en el backfield. También ayudó mucho la aparición de jóvenes receptores, que jugaron a un nivel muy por encima del esperado. Si el rubio no está en el campo, el ataque volverá a ser más plano, sin tantas jugadas de pase para quitar presión a los mediocres QB del equipo. De su previsible retorno, y del estado de salud en el que llegue y pueda mantener a lo largo de la temporada dependerá, por lo tanto, la eficacia del ataque vikingo. El puesto para cubrirle las espaldas a Favre se lo jugaran Sage «Helicóptero» Rosenfelds y Tarvaris Jackson. Ninguno de los dos es garantía de nada. Jackson debería ganarse el puesto ya que es más joven y tiene mejor físico y brazo. Es capaz de ganar yardas corriendo, pero debe mejorar mucho su lectura de las defensas y reducir su número de fallos. Rosenfelds no es más que un veterano que ha dado muchas vueltas a lo largo de su carrera.
El RB será un año más Adrian Peterson. El Sooner es, junto con CJ2K, el mejor corredor de la liga. Es fuerte y puede correr por dentro. Es una bala y puede correr por fuera. Sólo tiene un problema, comete muchos fumbles, lo que hace que haya partidos en los que Childress le quita carries. Es una cosa muy entrenable y seguramente este año veremos un AP más seguro. Su reserva y RB de 3r down, Chester Taylor se ha ido a un rival divisional (Chicago). Para sustituirle, la gerencia eligió al corredor de Stanford y candidato al Heisman el año pasado Toby Gerhart. Es un corredor potente y seguro. Un trabajador. Seguro que las oportunidades que tenga no las desaprovechará. Lucharán también, por quedarse en el equipo y tener alguna aparición jugadores como Albert Young o Ian Johnson, protagonista de uno de los partidos más históricos de la NCAA, la Fiesta Bowl de hace 3 años con los Broncos de Boise St. El FB volverá a ser Naufahu Tahi.
Abriendo huecos a los corredores estará una unidad a la que le falta un poco de frescura. Los eternos Bryant McKinnie colo tackle y Steve Hutchinson como guard, volveran a formar un lado izquierdo de escándalo. Ambos son perennes probowlers. El lado derecho lo forman el tackle Phil Loadholt y el gurad Anthony Herrera. El primero es un sophomore, compañero de AP en Oklahoma. Sustituirá en el lado izquierdo al eterno McKinnie cuando éste se retire. Mientras tanto, usa su corpachón para abrir autopistas para los RB desde el RT. En el centro, el católico John Sullivan seguirá haciendo bien su trabajo. La perdida de Artis Hicks les puede pasar factura, ya que no tienen ningún suplente veterano de garantías.
El puesto de receptor era el que más dudas despertaba el año pasado, pero dos jóvenes se encargaron de disiparlas. Sidney Rice es un Larry Fitzgerald en potencia. Grande, con gran salto es una amenaza vertical. 1.300 yardas el año pasado y un gran futuro por delante. El otro es Percy Harvin, un receptor diferente. No muy alto, pero fuerte, rápido y explosivo. Es un WR en un cuerpo de RB. Se le suele buscar en la zona media-corta para que gane yardas él con su explosividad. Se suele alinear en el slot. Dándo veteranía a la unidad está Bernard Berrian, muy rápido y capaz de escaparse si no tiene doble cobertura. Los TE se aprovechan de la atención que las defensas ponen en Peterson y Rice. Visanthe Shiancoe no es gran cosa, pero tiene un sexto sentido en la red zone. Jimmy Kleinsasser tiene un perfil más bloqueador, pero si le pasan el balón, los suele agarrar. Ambos TE son jugadores muy seguros.
Si una cosa es constante en el equipo Vikingo estos últimos años, es la defensa. Muchas piezas similares y un rendimiento óptimo, sobretodo parando la carrera. Seguirán jugando su habitual Tampa2 del DC Leslie Frazier, que ha vuelto a sonar para HC en diferentes lugares, pero que no ha concretado nada y volverá un año más.
En el medio de la linea, un año más, estaran «los Williams» formando un muro infranqueable. Pat y Kevin Williams son una pareja temible, de esas que comprometen un gameplan contrario. Correr por el medio contra ellos es un suicidio. Además, Kevin sigue siendo un buen DT en el rush. Jimmy Kenedy y Fred Evans les daran los merecidos descansos. A los lados, vuelven Jared Allen y Ray Edwards. Allen, alineado a la derecha, es una bestia parda. Tiene una energía descomunal que le permite jugar todos los minutos al 100%. Es de esos jugadores que contagia al resto. Sin dudas, un Top3 en la posición en la NFL. Edwards se aprovecha de la atención que reciben los otros 3 miembros de la linea para hacer buenas actuaciones. El rookie Everson Griffen debería ser el tercero en la posición. Un jugador con un gran físico y muchas posiblidades a medio y largo plazo.
La linea de LB está pendiende de la evolución de la lesión que sufrió E.J. Henderson el año pasado. Se rompió la tibia y el peroné en la derrota de los Vikes en Arizona. Henderson, el MLB titular, es una bestia parando la carrera. Si no llegase a tiempo o si su estado no fuera bueno, Jasper Brinkley sería su sustituto. El MLB procedente de la Universidad del Sur de Carolina fue una estrella universitaria y tratará de no notar el cambio de college a pros. Dificil papeleta, ya que el puesto que ocupa es uno de los más complejos de la defensa. A los lados, Chad Greenway y Ben Leber. El primero, después de pasar su año rookie lesionado, se ha convertido en una garantía en el lado fuerte de la defensa. Es uno de los mejoes OLB jóvenes de la liga, ya que tiene muy pocas debilidades. Ben Leber es un buen WLB. Trabajador y más gris que sus otros compañeros. Erin Henderson, hermano pequeño de E.J., será el principal suplente.
La secundaria es la parte más floja del equipo desde hace unos años. Han tratado de ir rejuveneciéndola. Este año la novedad es Chris Cook, CB elegido en la posición número 34 del pasado draft. Seguramente será el relevo de Antoine Winfield en uno o dos años. Por ahora, el ex de Buffalo seguirá siendo un fijo. Al otro lado, Cedric Griffin debería ser el titular. No lo tendrá facil, el citado Cook (que también puede acabar jugando de FS), Lito Sheppard, Benny Sapp o Asher Allen son opciones que tiene el cuerpo técnico. Hay bastante profundidad en este cuerpo. Los safeties serán, otro año más, Tyrrell Johnson, una apuesta personal de Childress en la posición de strong safety, y Madieu Williams como FS. Johnson, en su primer año como titular lo hizo bastante bien, a pesar de tener que sustituir a un histórico como Darren Sharper, al que la gerencia cortó el año pasado.
Probablemente, la parte más fuerte de este equipo. Ryan Longwell es un excelente kicker, preciso y con pierna aceptable, a pesar de la edad. Muy veterano, se lo robaron hace unos años a sus vecinos divisionales Green Bay Packers. No le tiembla la pierna en los momentos decisivos. No tengo ninguna duda que hubiera conseguido en el FG de la victoria ante los Saints, si Favre no hubiera cometido aquella tonta intercepción. Los punts serán tarea de Chris Kluwe, un punter del que no se habla mucho, cosa que no suele ser mala.
Los retornos volveran a ser cosa de Percy Harvin. El gator es un peligro cada vez que tiene el balón en las manos y, a pesar del riego a lesiones que implica el retornar tanto kickoffs como punts, debería ser un fijo en la tarea.
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