La llegado de un nuevo propietario a la franquicia del sur de Florida no ha supuesto apenas cambios en el área deportiva puesto que Stephen Ross no ha dejado sentir su presencia, al igual que tampoco lo hacía Wayne Huizenga. Sí en cambio se ha notado la mano de Ross en el área social y en los palcos del Sun Life Stadium se pueden ver muchas caras conocidas que residen en el área de Miami.
En la parcela deportiva continúa la conocida como “Trifecta”: con poderes absolutos y mando en plaza Bill Parcells, en los despachos su mano derecha Jeff Ireland y en el campo Tony Sparano, aunque éste último deberá mejorar algunas cuestiones, como apostar por un ataque mas alegre y sobre todo su manejo de los partidos donde ha mostrado serias deficiencias y decisiones mas que controvertidas, algunas incluso le pudieron costar alguna victoria al equipo. El primer año de la Trifecta el equipo sobrepasó todas las expectativas al ganar la división (AFC East) y meterse en los playoffs, aunque la experiencia se saldaría con una derrota estrepitosa ante los Baltimore Ravens. En su segundo año el equipo dio un paso atrás al quedar tercero tras NY Jets y New England Patriots en la dura AFC East, aunque ello se debió mas a fallos propios. Miami dependía de si misma en el último mes de competición, pero sus errores y limitaciones en ciertas áreas ofensivas y defensivas acabaron siendo su tumba.
En post temporada Bill Parcells y sus lugartenientes han decidido resolver las limitaciones por la vía rápida, es decir, adquiriendo jugadores y así han llegado los 2 grandes fichajes de la temporada, el WR Brandon Marshall y el LB Karlos Dansby, el primero vía trade, el segundo vía agencia libre. Ambos tienen en común sus elevados salarios y que pocos son los que dudan que hacen a los Dolphins mejor equipo al estar en los mejores momentos de su carrera.
Desde que Parcells llegó a Miami su objetivo fue crear el ataque desde dentro para fuera, su primera elección en el draft fue el OLT Jake Long y la piedra angular sobre la que se ha reconstruido la unidad. Desde entonces la OL se ha hecho más grande, más física, más mastodóntica y en resumen más potente. El mejor símbolo de su poder es el estilo ofensivo del equipo, un equipo al que correr y pasar por encima de sus rivales con el que la OL realmente disfruta. Miami fue la temporada pasada el equipo con más porcentaje de posesión de toda la liga.
Por contundente y físico que pudiera ser el ataque de Miami también era evidente su total falta de pegada y su incapacidad para generar big plays. Los WR de Miami totalizaron 6 TD en toda una temporada y aquello acabó siendo la tumba de los Doplhins. Cuando el equipo tenía que forzar en ataque, pasar, faltaban las piezas. Miami contaba y cuenta con una buena unidad de WR de segundo nivel o nivel medio, pero carece de un WR de referencia. Tedd Ginn Jr. si algo ha mostrado desde su llegada a Miami, es que estaba muy lejos de su puesto de elección en el draft: no corre rutas correctamente, malas manos y que tan solo es un buen retornador. Ni un equipo malgasta una primera elección alta en un retornador, aunque en descarga de Parcells es producto del desastroso régimen de Cam Cameron. En cuanto terminó la temporada todo WR que pudiera quedar libre u objeto de traspaso sonaba en Miami como futurible Dolphin, nombres como T.O. o Anquan Boldin fueron los primeros en oírse, aunque desde el equipo en todo momento declaró que no tenía interés en ningún WR y confiar en sus jugadores y el futuro draft. También se colocaba vía draft en Miami a Dez Bryant, uno de los WR con mas talento que ha salido de la universidad en mucho tiempo y que suscitaba comparaciones con Randy Moss en cuanto a su potencial.
Pero poco antes de celebrarse el draft Miami sorprendía haciéndose con los servicios del polémico y talentoso Brandon Marshall. Parcells pensó que dos segundas elecciones del draft eran un precio justo, además de renegociar su salario. Brandon Marshall responde perfectamente al prototipo de jugador que busca Parcells, grande y muy físico, tiene la constitución de un TE pero juega de WR, le falta velocidad pero sus más de 100 recepciones y más de 7 TD de media en los 3 últimos años son un aval mas que suficiente para un equipo que necesitaba un WR de rompe y rasga como el agua. La presencia de Marshall hace que sus compañeros de ataque Davone Bess y Brian Hartline puedan ver muy mejorados sus prestaciones y números. Considerados como buenos 2º WR la presencia de una estrella como Marshall les va a permitir centrar menos atención defensiva. Pero Brandon Marshall no sólo es un gran WR sino que es un excelente bloqueador, lo que redundará en beneficio del ya poderoso juego terrestre y de los TE, lo que seguramente también supondrá que los números del TE Anthony Fasano, el gran olvidado la temporada pasada, mejoren mas que considerablemente.
El otro gran beneficiado con la presencia de Brandon Marshall es sin dudas el hombre más contento del equipo ahora mismo, el QB Chad Henne. Henne tiene uno de los mejores brazos de la liga, pero no tenía a quien lanzar. Con Marshall en el ataque podrá lanzarle esos pases profundos que Tedd Ginn era incapaz de atrapar y será también la hora de demostrar que tiene madera de QB para esta liga. Con 3 años de experiencia, y en su segundo año como titular, es el momento de demostrar que es el QB que Miami lleva más de una década buscando. Miami contará con los servicios de Chad Pennington del que se espera continúe ejerciendo su labor de tutor de Chad Henne y es un seguro por lo que pudiera pasar. Tylor Thigpen, un QB con experiencia como titular y Pat White se disputan la última plaza del equipo.
Donde apenas hay novedades es en el potente ataque terrestre, los RB Ronnie Brown y Ricky Williams esperan no tener que enfrentarse esta temporada con 8 y 9 hombres en defensa y que el ataque sea menos previsible. A ambos RB les une una excelente amistad y que ninguno de los 2 quiere protagonizar el ataque, están dispuestos a compartir el backfield e incluso jugar ambos a la vez, sobre todo en la formación wildcat, formación ofensiva que Miami ha perfeccionado como nadie en la liga y en la que Ronnie Brown es un auténtico maestro. Brown regresa de una grave lesión y Williams juega la que puede ser su última temporada en activo en el equipo, aunque son muchos los que le piden quedarse otro año pese a tener ya 33 años. Ambos RB se compenetran a la perfección y el equipo los necesitará a ambos sanos toda la temporada si aspira a algo. El 3er RB será el polivalente Patrick Cobbs, que regresa también de una lesión, y cierra el backfield el FB Lousaka Polite se le continuará utilizando mucho por que es un finalizador nato en situaciones cortas.
La OL de Miami ofrece pocos cambios salvo la partida de ORG Justin Smiley y que se espera sea reemplazado más que correctamente por Donald Thomas hasta que la elección de 3ª ronda John Jerry esté preparado. El OLT Jake Long es el líder de la unidad y en su segundo año se ha consolidado como uno de los mejores en su puesto. En el lado derecho regresa el ex primera ronda Vernon Carey, como regresa también el Center Jack Grove, cerrando la OL Richie Incognito, un jugador con fama de sucio y marrullero. De nuevo se apostará por una OL grande y muy física, aunque este año debido a la presencia de Brandon Marshall deberá mejorar a la hora de proteger a Chad Henne.
Miami volverá a contar con el esquema 3-4 al que son adeptos todos los equipos donde ha estado Bill Parcells, del que es más que conocida su querencia a coleccionar LB. De hecho una de sus frases mas míticas es que nunca tiene suficientes LB en su equipo y que los colecciona. Aunque el esquema 3-4 se repita lo que cambiará es la figura del coordinador defensivo con la llegada de Mike Nolan, que viene a reemplazar a Paul Pasquoloni, cortado el año pasado en plena temporada y que fue el que acabó pagando los platos ratos de los fiascos defensivos del equipo. Tampoco las lesiones o los fallos en algunos fichajes contribuyeron en demasía, especialmente en la secundaria, donde las lesiones obligaron a los Dolphins a tener que jugar con Davis y Smith, 2 CB rookies toda la temporada. También en la secundaria estaba el fiasco Gibril Wilson, un safety con fama de duro pero que en Miami no ha rendido conforme a su salario y por ello lo cortaron al terminar la temporada. Otras ausencias defensivas del equipo serán los veteranos Jason Taylor y Joey Porter. Taylor, un histórico del equipo en la cuesta debajo de su carrera no ha querido asumir un nuevo rol, y por supuesto salario, en el equipo y ha decidido marcharse a los archienemigos NY Jets en la búsqueda del anillo. Taylor pese a ser un favorito del público estaba muy lejos de ser el jugador que fue y que aterrorizaba los ataques rivales. Joey Porter por el contrario fue cortado por el equipo, su salario estaba lejos de su rendimiento en el campo y sólo era equiparable a su boca, por no hablar de las desavenencias más que públicas que mantenía con el equipo de Tony Sparano, que llegó a suspenderlo la temporada pasada.
Para suplir la marcha de ambos veteranos se ha fichado a un jugador que está en la cumbre de su carrera, el LB Karlos Dansby, que llega como agente libre tras 2 grandes temporadas en los Arizona Cardinals. En Miami esperan al menos el mismo rendimiento del jugador a pesar de sus deficiencias en las coberturas de pase, pero para eso el equipo cuenta con Channing Crowder como pareja de ILB, un jugador que cuando no está el equipo lo nota en demasía. También se espera que explote definitivamente el ex jugador defensivo del año de la liga canadiense, Cameron Wake, al que muchos ven con potencial para ser un Probowler. Formará pareja de OLB con Quentin Moses.
El equipo por otra parte en el draft ha optado por reforzarse en defensa. La primera elección fue Jared Odrick, una elección típica de Parcells, un DE que se espera aporte desde el primer día y que será parte de la rotación en la DL junto con Kendall Langford, y más ahora que Phillip Merling se perderá la temporada. Durante las 8 primeras semanas el equipo no podrá contar con el NT Jason Ferguson, que tras lesionarse la temporada pasada fue suspendido por la NFL por abuso de sustancias ilegales. Su reemplazo hasta que regrese será Randy Starks, que se ha reconvertido de DE a NT y hasta la fecha con buenos resultados. La otra gran elección del draft, y del que esperan grandes cosas, es Koa Misi, un LB que Parcells y su equipo esperan que haga olvida pronto a los aficionados a Jason Taylor, hay analistas que incluso se atreven a predecir que puede ser el jugador defensivo del año por encima de elecciones de primera ronda.
En la secundaria sigue habiendo grandes incógnitas. El duro año de aprendizaje que sufrieron ambos CB rookies (Vontae Davis y Sean Smith) no se espera que se repita y los fallos de marcajes y la tendencia a los big plays se piensa que son cosa del pasado, pero a pesar de ellos estamos hablando de dos jugadores de 2º año, con lo que se pueden aún esperar algunos fallos, si bien el equipo ha renovado, quizás por demasiado dinero, a Will Allen, que tras su grave lesión la temporada pasada, regresa esta temporada. Yeremiah Bell continuará con sus buenos resultados como strong safety y liderando al equipo en esa área, pero el gran agujero del equipo en la otra posición de safety. El ex primera ronda Jason Allen continúa en el equipo, pero más por sus contribuciones en equipos especiales que por sus habilidades en la secundaria. El año pasado demostró alguna progresión, pero no es ni de lejos el jugador que se esperaba que pudiera ser. El fichaje de Gibril Wilson fue un auténtico fiasco, el jugador nunca respondió ni a su fama de duro pegador ni mucho menos a su estratosférico salario, los Dolphins tomaron la decisión de cortarlo. Se tanteó la posibilidad de fichar a Antrel Rolle, pero el equipo lo descartó por sus elevadas pretensiones y ahora deberá, o bien buscar en su propio roster alquien que pueda ejercer esas labores, como Chris Clemons, o cambiar de posición a alguno de los CB, o bien esperar a los cortes finales de temporada para fichar a algún veterano que quede libre.
La marcha del equipo de Ted Ginn Jr. supone que se perderá potencial en los retornos, pero será el único sitio donde se le echará de menos al ex primera ronda y actualmente 49er. De momento Davone Bess asumirá el rol de retornador salvo que en el roster aparezca alguna sorpresa de última hora.
El kicker Dan Carpenter, una excelente elección de Bill Parcells, se ha consolidado en el equipo y es uno de los más sólidos de la liga. Sólo falló 3 FG de los 28 que ejecutó, es de los que se puede confiar totalmente y ha ganado partidos en sus 2 años en la liga. El punter Brandon Fields es otro seguro de vida y sus punts en la zona de 20 yardas son ya un habitual en su repertorio defensivo. Donde los Dolphins tiene que mejorar es en las coberturas defensivas y no permitir como la temporada pasada que los equipos rivales empiecen sus ataques muy metidos en el campo.
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