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Una nueva temporada se presenta para Oklahoma con esperanzas renovadas tras la desilusionante campaña del año pasado. Después del calvario de lesiones sufridas la temporada pasada, en la que los Sooners perdieron una oportunidad de oro para conseguir su tan ansiado campeonato nacional, viendo como desperdiciaban uno de sus equipos con más potencial de los últimos años, con el número 1 del Draft incluido.
Es posible que un record de 8-5 no se considere como una mala temporada en muchos lugares, pero desde luego no en Norman, donde cada temporada el campeonato nacional es el objetivo primordial.
Malos augurios resoplaban a comienzos de temporada en Oklahoma, tras la lesión de su mejor receptor, el TE Jermaine Greshman, antes de que comenzara el campeonato. Aunque la peor de las noticias estaba aún por llegar, el QB Sam Bradford cayó lesionado en el primer partido de liga frente a BYU, dejando prácticamente fuera para toda la temporada al que posiblemente era el mejor jugador de toda la nación. Por si esto fuera poco, el RB DeMarco Murray también arrastró problemas físicos durante el inicio de la temporada, al igual que la línea ofensiva, que también tuvo enormes problemas para mantenerse sana, con 10 formaciones diferentes durante toda la competición.
Los Sooners no tuvieron más remedio que remar contra viento y marea durante el resto de campeonato, finalizando con un respetable record de 8-5, y la victoria en la SUN BOWL frente a Stanford.
El lado positivo de tanto contratiempo, es que la ofensiva recupera a un buen número de jóvenes con gran talento, quienes contarán esta temporada con mucho rodaje debido a que han tenido que asumir muchas responsabilidades antes de lo esperado, como su nueva joya, el QB Landry Jones, quien posiblemente sea una de las mayores, si no la mayor promesa de la Big 12.
Por otro lado la defensa mostró un nivel muy bueno durante todo el año, posiblemente eclipsado por la mala suerte sufrida en el “otro lado del campo”, no fue valorada como se mereció, y este año posiblemente vuelva a estar entre las mejores de toda la nación, con nombres como Jeremy Beal o Travis Lewis al frente de la unidad.
Esta temporada, Oklahoma cuenta con un calendario a priori un poco más asequible que la temporada pasada. Los Sooners tendrán en su jornada dos, la primera piedra de toque seria de la temporada, cuando se enfrenten a Florida State. Como no puede ser de otra manera el día 2 de octubre “The Red River Rivalry” volverá a ser la cita más importante para los Sooners, y seguramente a partir de este partido el equipo podrá ver hacia que cotas aspira.
Si Oklahoma llega a este punto con buen balance, las dos salidas, primero a Missouri (a quienes tiene cogida la medida, 7-0 bajo Stoops) y luego a Texas, para medirse a los Aggies (Quienes este año aspiran a ser una de las revelaciones de la Big 12) serán los dos últimos obstáculos serios que tendrá el equipo para soñar con lo máximo esta nueva temporada.
Con todo esto, considero a los Sooners un equipo con claras aspiraciones a ganar un año más la Big 12, la que sería la quinta en los últimos seis años, y porque no decirlo, un aspirante al campeonato nacional, aunque para esto es necesario que se den una serie de circunstancias.
Empezando porque Landry Jones deje a un lado los típicos errores de Fr, y siga con su buena evolución. Si a esto le sumamos un excelente grupo de corredores, y si la OL consigue mantenerse sana, podemos estar ante una ofensiva casi de élite, unida a una muy sólida defensa, hacen de este equipo un claro aspirante para la lucha por el campeonato, aunque esta temporada las expectativas no sean tan altas como hace un año por estas fechas.
La juventud podría ser problema añadido, un equipo que podría estar preparado para un asalto más real al título la temporada que viene.
MVP ATAQUE: DeMarco Murray. El veterano corredor debe dar un paso al frente esta temporada, y convertirse en el referente ofensivo. Murray debe demostrar que es carne de NFL y quitarle presión al chico al frente de esta ofensiva, debe ser su año. |
No cabe duda que siempre es complicado substituir a tu QB titular, pero más complicado es cuando ese QB es el mejor en su puesto de todo el país, es líder histórico del programa en yardas por aire, y encima lleva el Heisman Trophy debajo del brazo.
Oklahoma tuvo que afrontar la temporada sin su máxima estrella, pero puede que eso les haya permitido encontrar otra para un futuro inmediato. El QB Landry Jones tuvo que convertirse en el referente de la ofensiva como freshman, y con resultados muy esperanzadores. Landry consiguió la cifra nada despreciable de 3198 yardas, 26 TD y 14 INT, unos números realmente buenos para un jugador de primer año.
Landry es un QB con un tamaño excelente (6-4/216 LB), y además cuenta con un potente brazo. La temporada pasada además de un increíble potencial, mostró que aún esta algo verde, sobre todo en los partidos frente a rivales de entidad, como Nebraska y Texas, donde el joven jugador fue interceptado 7 veces entre ambos partidos. Veremos si esta temporada muestra una mejora en cuanto a su madurez, por que el talento ya lo tiene.
Como reserva de Landry, los Sooners cuentan con el rFr Drew Allen, un jugador con unas cualidades atléticas de primer nivel, además de un fantástico brazo. Blake Bell reclutado esta temporada como uno de los mejores pasadores de la nación de instituto, completa el que posiblemente sea el grupo de jóvenes QBs con más potencial del país dentro de un mismo programa.
Otra de las claves del éxito de la ofensiva dependerá del desempeño del Runningback DeMarco Murray. Esta temporada tiene que ser en la que el corredor explote de una vez por todas. Murray comenzó la temporada pasada con problemas físicos, y no estuvo a la altura que se espera en un corredor de su potencial. El RB tan solo superó las 100 yardas en dos ocasiones, frente a Idaho y Baylor, quienes no contaban precisamente con dos de las mejores defensas del país.
Murray es un corredor con potencial NFL, tiene la velocidad, agilidad y visión para marcar diferencias, y esta temporada como Sr, está ante su última oportunidad de hacer algo grande, y necesita mantenerse sano para ello.
Si Murray vuelve a tener problemas con las lesiones, hay dos jugadores que podrían dar un paso al frente de la ofensiva. El Sophomore Jermie Calhoun mostró algo del potencial que se le presuponía a uno de los recruits más importantes del país, y demostrando que puede convertirse en el futuro del backfield de los Sooners.
Por otra parte el top–recruit de este año, Brennan Clay, podría convertirse en el número dos muy pronto. Clay es un jugador muy inteligente, y muy físico para su tamaño, y seguramente vea acción desde el primer día.
Otra de las grandes noticias de la temporada pasada fue la explosión del por entonces jugador de segundo año Ryan Broyles. El joven receptor se convirtió en la referencia de la ofensiva, consiguiendo 1120 yardas y 15 TD!!. Broyles es un WR muy pequeño, pero con una velocidad endiablada, siempre apareciendo en los momentos más necesarios para su equipo. Además es un jugador muy peligroso retornando punts. Ryan Broyles al igual que otros jugadores también arrastró problemas físicos, de ahí que muchos duden de su durabilidad debido a su pobre físico.
Una de las incógnitas de la ofensiva será encontrar una pareja al pequeño WR. Muchas esperanzas están puestas en DeJuan Millar. Si comentábamos el pobre físico de Broyles, decir todo lo contrario de Miller (6-4/224). Miller cuenta con una enorme envergadura, pero es que además posee una impresionante velocidad para un hombre de su tamaño, estamos ante un jugador con un margen de mejora impresionante, aunque deberá demostrar que es algo más que un físico privilegiado.
Cameron Kenney será otro de los jugadores que intenten dar un paso al frente para ser una alternativa real a Broyles. Kenney es un jugador peligroso a la hora de estirar el campo, y sus mejoras al final del verano parece que han convencido a los entrenadores.
El Freshman Kenny Stills podría tener muchos minutos de juego, y convertirse en un jugador importante a lo largo que avanza la temporada. Brandon Caleb será el 4º o 5º WR en la rotación, a pesar de ser el 3er WR con más yardas la temporada pasada, lo cual dice mucho de la competencia de este grupo.
Como TE nos encontramos un vacío enorme en la posición, tras la marcha del TE Jermaine Gresham a la NFL. El junior Trent Ratterree será el encargado de llenar unos zapatos enormes. Ratterree es un jugador muy completo, pero que no destaca especialmente en nada, y a priori no va a ser un factor determinante en los esquemas de Stoops.
Para terminar con la ofensiva llegamos al que en principio es la unidad más débil de la ofensiva, aunque no por ello estamos hablando de un grupo mediocre.
Lo Sooners tradicionalmente cuentan con grandes OL, y tan solo hace falta revisar el buen núcleo de jugadores que han exportado a la NFL recientemente, incluido el LT Trent Williams, primera ronda de los Washington Redskins en el pasado draft.
Cuando uno pierde a un LT de la calidad de Williams, es imposible poder llenar el vacío a corto plazo, y ahí está uno de los principales problemas la unidad, una unidad que ha tenido muchos problemas con las lesiones, lo cual ha permitido que muchos jugadores tengan la posibilidad de coger una experiencia que les vendrán muy bien de cara a esta temporada.
Curiosamente la temporada pasada esta unidad consiguió unos números muy esperanzadores pese a tener tantos problemas. De hecho su juego terrestre fue aún más eficaz respecto a la temporada anterior, y su número de sacks recibidos fue menor.
Como substituto del mencionado Williams, nos encontramos con Donald Stephenson, un OT muy atlético y con un gran margen de mejora. Esta temporada tendrá una gran responsabilidad, pues Phil Loadholt y Trent Williams han puesto el listón muy alto en el lado ciego de línea en tiempos recientes.
En el Left guard será de nuevo propiedad de Sthepen Good, un reclutamiento de alto rango en su día, y que a pesar de ser Jr, es uno de los jugadores más veteranos de la unidad. Un jugador que destaca más en el juego terrestre, siendo un jugador muy físico y uno de los mejores Guards de la nación en este aspecto.
El centro de la OL será de nuevo para el sophomore Ben Habern. Sin lugar a dudas Habern es el jugador con más futuro de la unidad, siempre y cuando las lesiones le dejen por fin mostrar todo su potencial, el mismo que se le presuponía cuando llegó como uno de los mejores prospectos del país dentro de la posición.
Tyler Evans fue el enésimo jugador con problemas la temporada pasada. Ya recuperado de esos problemas, se perfila como RG titular. Evans es un jugador con un físico imponente, y de largo el jugador más pesado de la unidad con 320 libras. En su segundo año, Tyler Evans puede convertirse en uno de los referentes de esta unidad, y en uno de los jugadores de OL con más futuro de la Big 12.
El lado derecho de la unidad será propiedad de Cory Brandon, el mejor jugador de la unidad, y el más veterano. Brandon es un Tackle muy físico, que sin ser un gran atleta cuenta con mucho oficio, y es todo un trabajador, que destaca sobre todo en el juego terrestre. Uno de los mejores jugadores de la conferencia.
Una vez comentadas todas las posiciones, podemos ver como la ofensiva de los Sooners cuenta con potencial para ser realmente buena, sin embargo necesita conseguir que ciertos jugadores con enorme potencial den un paso al frente.
Por otra parte necesitan ese extra de suerte, y que las lesiones no vuelvan a ser un lastre para toda la unidad, que pese a que han sabido sobreponerse como han podido, nos privan de ver un ataque con muy buenos mimbres, y que será aun mucho más peligroso la temporada que viene.
MVP DEFENSA: Travis Lewis. No hay duda, es el líder de esta defensa. Lewis lo tiene todo para ser un jugador dominante a todos los niveles, y es muy posible que esta sea su última temporada en el equipo, los cantos de sirena de la NFL ya se empiezan a escuchar por Norman. |
La defensa de los Sooners fue una de las grandes noticias del equipo la temporada pasada. Las defensivas en Oklahoma suelen estar eclipsadas por unas ofensivas de élite, lo sorprendente es que la temporada pasada pese a tener la octava mejor defensa de la nación en cuanto a yardas permitidas, pese a promediar tan solo 14,5 puntos permitidos o 180 yardas aéreas por partido, la defensa de los Sooners volvió a ser la gran olvidada un año más.
Sin embargo, esta temporada la defensa podrá volver a resarcirse de este pequeño ostracismo al que su ofensiva le relega cada temporada. Los Sooners tendrán que sobreponerse a la perdida de su mejor jugador defensivo, Gerald McCoy, quien fue escogido en Tampa Bay para intentar convertirlo en el sucesor de Warren Sapp.
Ver como la defensa se sobrepone a la baja de McCoy va a ser muy interesante, pues era el encargado de recibir dobles bloqueos, y se llevaba la toda la atención de la OLs rivales.
No cabe duda que esta temporada ese rol debe ser recogido por el DE Jeremy Beal. El margen de progresión de Beal ha sido fantástico, y se espera que esta temporada sea un jugador dominante, y serio candidado a ser All-American. Jeremy Beal consiguió 11 sacks, 19 TFL, y realizó 70!! placajes la campaña pasada, no cabe duda que estamos hablando de un jugador total, y mucho del éxito de esta defensa recae sobre sus hombros.
Otro de los jugadores llamados a ser importantes en esta defensa es el DT Adrian Taylor, quien se espera que sea el substituto natural de McCoy al frente de la DL. Taylor es un jugador de gran tamaño, muy inteligente, y es un especialista en irrumpir en el backfield rival, mostrando una gran penetración interior. El problema de Taylor es que se lesionó una pierna en el último partido de la temporada pasada, y es muy posible que su incursión en el equipo sea más paulatina.
Mientras Taylor logra ir entrando en el equipo, la responsabilidad interior caerá sobre dos sophomores, Casey Walker y Stacey McGee. El primero es un jugador de más peso, y será el ancla de la unidad frente al juego terrestre. Por otra parte McGee es más especialista en tareas de pass rush, y cuenta con una mayor agilidad y aceleración que Walker.
El Sophomore Jamarcus McFarland es otra posibilidad en el interior, y posiblemente cuente con mucho más potencial que los dos anteriormente mencionados. McFarland fue uno de los reclutamientos más importantes de su posición, y su futuro se presenta muy esperanzador para los Sooners.
Al otro costado de Beal nos encontramos con Frank Alexander. Típico jugador sólido, que llega al equipo sin grandes expectaciones, y que poco a poco consigue ser un jugador importante. Ha vivido a la sombra de grandes nombres, pero aún es junior, y puede convertirse en un jugador interesante, sobre todo con la atención que Beal reclamará en el otro costado.
R.J Washington, David King y Justin Chaisson son tres jóvenes jugadores con talento, que podrían ver acción en caso de alguna lesión.
La unidad de Linebakers es la más fuerte de la defensa. Una temporada más esta unidad está comandada por Travis Lewis, un jugador de calibre NFL, una máquina de hacer placajes por todos los costados del campo, y uno de los mejores jugadores de la nación. Atléticamente es un prodigio, se dice que ha sido cronometrado a 4.35 en las 40 dash, es todo un líder y el alma de la defensa de Oklahoma.
El medio de la defensa será propiedad del jovencísimo Tom Wort, una de las mayores promesas de su clase. Wort es un jugador muy agresivo que viene de recuperarse de una grave lesión de rodilla, sin embargo estará listo y recuperado para el inicio de campeonato.
Ronnell Lewis ocupará el lado fuerte esta temporada. Considerado uno de las mayores promesas del reclutamiento del año pasado, Lewis cierra un trío con un potencial enorme, sin duda uno de los mejores de la nación, aunque la juventud será un pequeño handicap para una unidad, que podría ser terrorífica la temporada que viene.
Jaydan Bird será el encargado de dar profundidad al centro de la unidad. Bird es un jugador que poco a poco ha ido teniendo minutos, aunque lejos de tener un rol relevante, su capacidad atlética es su mejor virtud. El So Joseph Ibiloye y el HR Corey Nelson serán los encargado de dar profundidad a los costados en caso de se produzca alguna lesión.
Para terminar con la defensa vamos con la secundaria, una de las más sólidas de la nación, aunque la ausencia de un jugador de renombre no la hace tan mediática a nivel popular.
El Free Safety, Quinton Carter es el jugador más sólido de la secundaria. Carter es un jugador muy completo, buen placador, inteligente y con buenas manos. La temporada pasada consiguió 88 placajes y 4 Ints, serio candidato a estar en el equipo final de la conferencia Big 12.
Acompañando a Carter en el fondo de la secundaria estará Jonathan Nelson, que después de pasar de S a CB, vuelve de nuevo a su posición habitual. Nelson es un jugador totalmente undersized para la posición, sin embargo juega mucho más duro de lo que su tamaño indica, además cuenta con buenos instintos.
Como primer CB, los Sooners cuentan con un jugador de muy poco tamaño, como es Demontre Hurst (5-0/165), es un jugador que posee mucho coraje, el cual le hace que su pobre físico no sea un problema, un jugador sorprendentemente competitivo para su físico.
Al otro costado estará Jamell Fleming que cambia su rol de S a CB. Fleming estrenará titularidad, y aunque tiene experiencia como jugador de equipos especiales, habrá que ver como se desenvuelve con esta nueva responsabilidad. Stoops suele contar con sólidas secundarias, así que en principio no hay porque tener dudas.
Sam Proctor será un reserva de garantías para ambos safetys, después de ser titular la temporada, posee la experiencia, y es un jugador bastante completo aunque no destaca especialmente en ninguna faceta.
Gabe Lynn y Aaron Colvin serán los encargados de dar profundidad a la posición de CB.
En definitiva los Sooners cuentan este año con una defensa muy sólida en todas sus líneas, y con algunos de los mejores jugadores de la nación. Puede que aún les falte un poco para considerarse una defensa de élite, y podría tener algunos problemas si Adrian Taylor no regresa a tiempo, o si los CB no están a la altura de lo que se espera de ellos.
Los equipos especiales de Stoops siempre están bien trabajados, y suelen ser de los mejores de la competición.
Esta temporada el equipo cuenta con sus dos retornadotes de vuelta, tanto el PR Ryan Broyles, que promedió 15,9!! yardas por retorno, como el KR Mossis Madu, quien tuvo un promedio más discreto de 21,4.
El Punter Tress Way también regresa. El año pasado consiguió 45,7 yardas por pateo, y colocó 17 balones dentro de la yarda 20.
Como Kicker volverá el HR Jimmy Stevens, quien tuvo un registro de 11-13 en Field Goals la temporada pasada, ambos fallos en el rango de 40-49 yardas.
La solidez del equipo en todas sus líneas hacen de los Sooners un equipo muy competitivo, balanceado tanto ofensiva como defensivamente. Mucho joven talento por todas las áreas. | |
La juventud puede ser un problema cuando lleguen los momentos clave del año, empezando por su joven QB, quien debe dar muestras de seguridad al principio de temporada para ganarse la confianza de sus compañeros |