Hace exactamente un año por estas fechas, el ambiente de optimismo en la ciudad de Pittsburgh con su equipo de football no podía ser mayor. Los Steelers se presentaban a la defensa de su trono sin apenas bajas de importancia, y los aires de dinastía reflotaban la ciudad. Doce meses después, la situación es bien diferente, y tras una decepcionante campaña, le siguió una aún más decepcionante off-season.
Pittsburgh empezó con un record de 6-2 la temporada pasada, parecía que los buenos augurios iban a cumplirse, pero pronto empezaron a sucederse una serie de lesiones de las que el equipo nunca pudo recuperarse. La baja de los defensas Aaron Smith, y sobre todo de Troy Polamalu, fueron un lastre que nunca pudieron superar. La defensa muy lejos de mostrar ese nivel espectacular del año anterior, y con una ofensiva que rápidamente se contagió, los Steelers realizaron un pésimo final de temporada con cinco derrotas consecutivas que los dejaron fuera de los playoffs, sin tener opciones de defender su anillo de campeón.
Una vez olvidada la decepcionante campaña, y con vistas al draft, el día 5 de marzo Ben Roethlisberger fue acusado de violación por segunda vez en menos de un año. Todas las alarmas volvieron a saltar en Pittsburgh, su máxima estrella volvía a verse envuelta en problemas extradeportivos, y su futuro al frente de la franquicia volvía a ser cuestionado. Por si esto no fuera poco, el receptor Santonio Holmes, héroe de la última Superbowl, también volvió a tener problemas fuera de los terrenos de juego, y tras un altercado en una discoteca, los Steelers decidieron cambiarlo a los NY Jets a por una quinta ronda. Holmes fue claramente usado como “cabeza de turco” en todo este asunto, en un claro mensaje de tolerancia cero respecto a estos problemas fuera de los terrenos de juego, algo de lo que siempre ha presumido la franquicia de los Steelers, pero que en los últimos años ha sido el denominador común en los meses fuera de competición.
Con todos estos asuntos dejados a un lado, la nueva temporada para los Steelers se presenta con varias incógnitas aún sin resolver, empezando por la ausencia de su QB, que finalmente será suspendido 4 partidos. La lesión de Willie Colon que debilita aún más una línea ofensiva con bastantes problemas, además de encontrar un substituto de nivel para Santonio Holmes, serán varios de los puntos que Pittsburgh deberá resolver para afrontar con garantías esta nueva temporada. A pesar de todos estos contratiempos, la familia Rooney que siempre ha demostrado una gran saber hacer a lo largo de tantos en años al frente de la organización, han realizado una serie de movimientos muy importantes para volver a encauzar al equipo dentro de la estabilidad. Las renovaciones del entrenador Mike Tomlin, y del director deportivo Kevin Colbert, aportan un claro mensaje de estabilidad dentro del equipo. Paciencia y margen para trabajar siempre han sido señas de identidad de la organización para alcanzar el éxito, y no parece que esto vaya a cambiar a estas alturas. Veremos si los Steelers logran finalmente sobreponerse a tantos problemas, es obvio que la plantilla aún es muy talentosa. Conseguir sobrevivir a los primeros partidos sin su máxima estrella debe ser el objetivo a corto plazo, y teniendo en cuenta que la franquicia siempre se ha mostrado mucho más peligrosa cuando está alejada del grupo de favoritos, los Steelers son unos claros Outsiders esta temporada, un papel que siempre les ha venido como anillo al dedo.
Puede que muchos aficionados se pregunten cómo un coordinador ofensivo puede ser criticado después de conseguir un QB con más de 4000 yardas, un RB con más de 1000, y dos WR superando también las 1000 yardas. Bruce Arians colocó a su ofensiva en la 12 º posición en cuanto a yardas totales, pero ni con esos registros ha conseguido ganarse la aprobación unánime de los aficionados. El “estilo” Arians no termina de cuajar en Pittsburgh, y su ofensiva abierta no termina de satisfacer a una afición que se ha forjado bajo las carreras de Franco Harris y Jerome Bettis.
Es obvio que los tiempos cambian, y en una liga cada vez más orientada hacia el juego de pase, los Steelers pusieron todo el peso de la ofensiva en su QB, Ben Roethlisberger, quien consiguió los mejores números de carrera. Arians puede ser criticado por muchas cosas, pero desde luego su trabajo realizado con Big Ben ha sido espléndido. Roethlisberger consiguió la mejor temporada de su carrera, superando las 4300 yardas, y sumado 26 TD. No cabe duda que la evolución del QB bajo la tutela de Arians ha sido muy buena, y su control de la ofensiva es total. Roethlisberger volverá a ser la clave de la ofensiva esta temporada, y los Steelers le necesitan más que nunca. Tras superar sus peores momentos como deportista esta off-season, Ben ha mencionado que todo este asunto le ha llevado a un nivel de maduración superior, después de reconocer que el “personaje” había tomado el control de su persona. El QB sabe que ya no habrá más oportunidades, la paciencia se terminó, y el momento de convertirse en un héroe o en un villano para la ciudad de Pittsburgh ha llegado.
Una de las batallas más duras durante toda la pretemporada ha sido la de los 3 QBs restantes de la plantilla, por ver quien inicia los 4 partidos que BR estará suspendido. Finalmente y tras la lesión de Byron Lefwitch, el puesto será para Charlie Batch o Dennis Dixon. Batch, es un veterano curtido en mil batallas, además de conocer al dedillo los entresijos del sistema ofensivo del equipo. El veterano jugador de 35 años ha perdido varios puntos físicamente desde que llegó a los Steelers, pero su veteranía, y su liderazgo podrían colocarle un poco por delante de Dixon en esta batalla, además sería la apuesta menos arriesgada. Por otra parte Dixon es un jugador con un talento innegable, y de no haber sufrido la lesión tan grave de rodilla en Oregon, no cabe duda que su elección en el draft habría sido mucho más alta. Una vez ya recuperado, Dixon ofrece unas capacidades atléticas como pocos QB en la NFL. Su peligrosidad escapando del pocket ofrece algo que ninguno de los QB de los Steelers podría incluso soñar, además cuenta con un brazo mucho más poderoso que Batch. Esta temporada ha recuperado el número 10 que vestía en la universidad, quien curiosamente años atrás tuvo Kordell Stewart. La nueva versión de Slash sería la más arriesgada, pero a la vez la más atractiva. La debilidad de la OL protegiendo el pase es otro punto a su favor por su enorme elusividad.
Sea quien sea el QB de los Steelers en las primeras jornadas, necesitará mucha ayuda del juego terrestre, que parece que esta temporada volverá a coger protagonismo, pues Arians ya ha comentado que los Runningbacks cobrarán más importancia esta temporada. La afición ha recogido de muy buen agrado esta decisión, al igual que el propietario Dan Rooney, quien también ha mostrado su opinión al respeto durante esta temporada baja. De todas formas la sanción de Big Ben es la excusa perfecta, pues ninguno de los QB de los Steelers está preparado para asumir tanta responsabilidad por aire. La era Willie Parker llegó a su fin en Pittsburgh, y el joven corredor Rashard Mendenhall tendrá la oportunidad de demostrar porque fue escogido en la primera ronda del draft. Mendenhall es un RB que tiene todas las cualidades para ser el futuro corredor de los Steelers, su mezcla de poder y velocidad hacen que sea un corredor muy peligroso tanto por dentro como por fuera. La pasada temporada consiguió 1108 yardas y 7 TD en 12 partidos como titular, por lo que se espera que esta temporada mejore esos registros, y sea el encargado de llevar sobre su espalada la ofensiva, al menos hasta la vuelta de Roethlisberger. Su pobre protección del balón, y las dudas en cuanto a su durabilidad, son sus mayores enemigos. Fuera de Mendenhall, Pittsburgh cuenta con un interesante ramillete de corredores especializados en diferentes funciones, pero que siembran muchas dudas para tener que llevar el peso terrestre en caso de lesión del propio Mendenhall. Mewelde Moore es un extraordinario jugador de terceros downs. Sus conocimientos a la hora de detectar el blitz son de primer nivel, y por su puesto es un jugador muy peligroso recibiendo el balón fuera del backfield, pero no es un corredor que pueda llevar el peso terrestre por si solo. El rookie Jonathan Dwyer, y el joven Isaac Redman, lucharán por el puesto de especialista en jugadas de corto yardaje. Dwyer tiene mucho más talento natural, un jugador muy productivo a nivel colegial, muy poderoso, con una velocidad bastante buena para un jugador de su peso, sin embargo existen serias dudas sobre capacidad de sacrificio. Redman es la otra cara de la moneda, siendo un jugador con menor talento natural, pero es un jugador de enorme sacrificio. La lucha estará abierta hasta el final. Por otra parte el puesto de FB esta temporada tendrá un rol de mayor importancia, apenas ultilizado estas últimas campañas. Fran “The Tank” Summers se perfila como el titular esta temporada. “El Tanque” es un jugador con mucho coraje, y cuenta con buenas manos que le permiten ser una opción interesante saliendo a recibir. El mencionado Redman o el TE David Johnson también podrían ser alternativas serias.
Una de las buenas noticias esta temporada baja para la franquicia, ha sido la contratación del nuevo entrenador de OL Sean Kugler. El tiempo de Larry Zierlein estaba más que agotado, después de que los resultados hayan sido pésimos durante su estancia al frente de la unidad. Kugler tendrá un complicado trabajo por delante, pues se encontrará una OL con no demasiado talento a su cargo, que viene de permitir 47, 49 y 50 sacks en las tres últimas campañas. La buena noticia es que esta temporada por fin se ha incorporado un jugador de primer nivel la unidad vía draft, seleccionando a Maurkice Pouncey en la primera ronda, quien puede ser una soplo de aire fresco en el centro de la unidad. Esta temporada Max Starks volverá como titular en el LT, y parece que finalmente se ha asentado como el futuro de la OL en esta posición. A estas alturas de la película, puede apreciarse que Starks ya no va a ser ese jugador de primer nivel que hace un tiempo se creía que podría ser. Starks es un LT de perfil medio, con un tamaño espectacular que le permite alejar a sus objetivos con cierta facilidad, suele anular a los DE grandes, sin embargo cuenta con un primer paso muy mediocre que le hace sufrir mucho ante DE muy ágiles. Su desempeño en el juego terrestre tampoco es lo que se espera de un hombre de semejante tamaño, con muchos problemas para alcanzar el segundo nivel, y no muestra tanta fuerza como se espera de una “bestia” de 340 libras. Como reserva de Starks estará Tony Hills, un joven jugador que una vez recuperado de las lesiones que le lastraron en los últimos tiempos, empieza a mostrar signos de recuperación como un jugador de futuro.
Al lado de Starks volverá Chris Kemoeatu, que regresa tras una lesión que le cortó su progresión la temporada pasada, en la que incluso llegó a sonar para acudir al Pro-Bowl. Kemo es un Guard con un físico imponente, cercano a las 350 libras, cuenta con una movilidad extraordinaria para arrastrar semejante peso, que le permite ser un jugador demoledor haciendo pulls, su mayor especialidad. El problema de Kemoeatu sigue siendo su poca capacidad para entender el juego, sigue confundiendo asignaciones que le cuestan muchos problemas, y no le permite jugar con todo su potencial. En puesto de Center estará el rookie Maurkice Pouncey, seleccionado en el pasado draft prodecente de la universidad de Florida. Pouncey será titular inmediato después de las excelentes sensaciones que ha dejado esta pretemporada, donde ha sido muy superior a Justin Hartwig en los partidos de pretemporada, quien tendrá que aceptar un rol de suplente o lo que es más seguro, abandonar el equipo. Con la llegada de Pouncey se espera que se recupere una de las posiciones más emblemáticas de la historia de la franquicia, y es que el chico ya es sin haber jugado un solo partido, el jugador con más talento natural de toda la unidad. Pouncey cuenta con todas las aptitudes físicas para convertirse en un jugador de primer nivel. Si finalmente Hartwig deja el equipo, Doug Legusrsky se presenta como el backup en la posición. El Right Guard será por segundo año consecutivo para Trai Essex, un jugador que cuenta con su polivalencia como su mayor virtud, capaz de actuar en prácticamente todas las posiciones de la OL. Essex comenzó los 16 partidos de la temporada pasada pero su desempeño fue bastante mediocre Un buen jugador de equipo que está lejos de tener un rol como titular de garantías. Es posible que según avancen las jornadas su puesto sea ocupado por el jugador de segundo año Ramon Foster, El ex Volunteer fue una de las revelaciones de la unidad en el poco tiempo que jugó como titular, cumpliendo con creces para un rookie que no fue ni tan siquiera escogido en el draft, y terminó quitándole el sitio a Kraig Urbirk, escogido en tercera ronda, y que es posible que termine siendo cortado antes del comienzo de la liga. El puesto de RT tendrá un nuevo propietario esta temporada, bajo la figura de Frozell Adams. The Hotel será el encargado de reemplazar a Willie Colon, quien se perderá toda la temporada por lesión. Una baja sensible para la unidad, pues Colon fue el mejor jugador de la unidad la temporada pasada, lo cual tampoco quiere decir demasiado. Adams es todo un mamut, uno de los mejores OT de la última década, pero que sus mejores años ya quedaron muy atrás. Sus capacidades atléticas ya no son ni la sombra de lo que un día fueron, y sufre mucho frente a los jóvenes y ágiles DE. Sin embargo Adams sigue siendo un fantástico jugador en el juego de carrera, y aportará liderazgo y experiencia a la unidad. Como reserva de Adams, el entrenador Kugler contará con uno de sus ex pupilos de Buffalo, Jonathan Scott, quien estará muy familiarizado con el sistema, y podría ser un reemplazo de Adams si a este se le termina la poca gasolina que le queda en el tanque.
Para terminar la ofensiva, el cuerpo de receptores ha sido otra de las unidades que más cambios ha sufrido en estos últimos meses, destacando sobre todo la marcha de Santonio Holmes a los NY Jets. La baja de Holmes deja a esta unidad sin el que fuera su mejor jugador de la unidad durante la temporada pasada. Holmes deja el equipo debido a sus problemas fuera del campo, justamente cuando se había convertido en ese gran WR que siempre se espero que fuera. El lugar dejado por Tone será ocupado por la nueva sensación en la ofensiva, el velocísimo Mike Wallace. El joven receptor que consiguió 756 yardas y 6 TD la temporada pasada como rookie, tendrá que demostrar que está listo para ocupar un rol mucho más importante. Wallace es uno de los jugadores más veloces de la liga, y una de las armas profundas más peligrosas. Esta temporada las defensas estarán mucho más centradas en su figura, y quizá tenga que hacer frente a una responsabilidad que le llega demasiado pronto. Como compañero de Wallace estará el incombustible Hines Ward. El veterano receptor cuajó la segunda mejor temporada de su carrera estadísticamente hablando, y a sus 34 años sigue siendo un jugador muy productivo para su equipo. Ward ha perdido gran parte de velocidad y aceleración, pero sigue siendo un excelente corredor de rutas que le permiten sacar ventaja de sus marcas, y es un gran receptor en tráfico. Con estas dos posiciones cerradas, nos encontramos con una gran cantidad de WR que se disputarán las 3 plazas restantes, y es posible que veamos cambios según avance la temporada. Para el puesto de tercer receptor ha retornado a la ciudad un viejo conocido, Antwaan Randle El. Veremos lo que puede aportar ARE, que puede ser una interesante opción como nº 3, pues ya conoce a Ben de otras temporadas, y su adaptación será inmediata. Arnaz Battle es otro fichaje que procede de los 49ers, es un jugador veterano que no ha producido demasiado en los dos últimos años, es un buen bloqueador que cuenta con buenas manos, pero no es especialmente rápido. Por último están los rookies de 3ª y 6ª ronda respectivamente, Emmanuel Sanders y Antonio Brown, sin duda las dos grandes revelaciones del training camp. Sanders es un jugador que viene con todos los records de SMU bajo el brazo. Es WR con buena velocidad, y manos, además sabe ajustarse muy bien a la recepción, su mayor problema es que ha jugado bajo un sistema colegial, y no ha corrido todas las rutas del árbol. Brown por su parte es un jugador más eléctrico, muy peligroso cuando tiene el balón en su poder, además puede aportar como retornador. Habrá que estar muy atento a estos dos jóvenes receptores, que no sería extraño que terminaran desplazando a alguno de los veteranos según avance la temporada.
El TE Heath Miller dió un paso enorme en su evolución como receptor, consiguiendo 76 recepciones para 789 yardas y 6 TD. Miller que siempre había sido la principal válvula de escape del equipo, ha dado un paso más allá, y se ha confirmado como una de las armas más peligrosas de la ofensiva, a pesar de no ser un jugador veloz, sabe como conseguir la separación, y cuenta con unas manos muy fiables. Como suplente de Miller volverá Matt Spaeth, quien debe empezar a producir algo más para corresponder la tercera ronda que se invirtió en él. Su evergadura es extraordinaria. Por otra parte David Johnson es más un tercer Tackle que un receptor, buen bloqueador que también se puede alinear como FB.
La ofensiva de los Steelers deberá intentar sobreponerse a la ausencia de su QB durante las primeras jornadas, e intentar establecer las bases para consolidar un buen juego de carrera si quiere sobrevivir. El rookie, Maurkice Pouncey, Flozell Adams, y la vuelta de Kemoeatu pueden ser buenos alicientes para empezar a rememorar viejos laureles. De momento la ofensiva terrestre de los Steelers ha sido la más productiva de la pretemporada, veremos si cuando empiece lo serio es una realidad o un espejismo. Si los jóvenes recpetores, en especial Mike Wallace, pueden dar ese paso al frente para subsanar la marcha de Holmes, los Steelers podrían tener una ofensiva muy interesante esta temporada.
No cabe duda que la defensa fue una decepción la temporada pasada, y aunque quedó 13ª en cuanto a yardas totales, eso en la ciudad del acero es sinónimo de fracaso, y más después de la espectacular temporada del año anterior, donde se consiguieron unos registros históricos, a la altura de las mejores defensas de todos los tiempos. Muchos fueron los males de la defensa la pasada temporada, pero principalmente hubo dos que marcaron el devenir de la misma. Las lesiones de Aaron Smith, y sobre todo la de Troy Polamalu. La ausencia de Polamalu condicionó a toda la secundaria, que unida a unas campañas muy pobres a nivel individual, permitieron que la defensa de los Steelers se cayera como un castillo de naipes. Esta temporada se espera que con la recuperación de estos jugadores, y la vuelta de viejos conocidos, la defensa recupere el nivel de hace dos temporadas, pues tienes jugadores de nivel en todas sus líneas, además cuentan con uno de los mejores DC de todo la competición, bajo la figura del recientemente ingresado en el salón de la fama, Dick Lebeau.
Aaron Smith es sin duda uno de los jugadores más infravalorados de toda la NFL, y eso es algo que en Pittsburgh saben muy bien. Las ausencias de Smith suelen costarle muy caro a la defensa acerera. Smith volverá a compartir frente con Casey Hampton y Brett Keisel. Big Snack volverá a ser el ancla de la DL en su décima temporada en el equipo. Hampton volvió a jugar un fantástico nivel esta pasada temporada, callando a sus críticos sobre su posible declive, y de paso le valió para ganarse su renovación. Por otra parte Keisel no cuajó una de sus mejores temporadas, pero sigue manteniéndose como un jugador muy sólido, además es un fantástico profesional, y un jugador muy carismático dentro del grupo. Por otra parte, fuera de estos tres jugadores Pittsburgh cuenta con un buen fondo de armario en la unidad, gracias en parte a su coordinador John Mitchell, uno de los secretos mejores guardados del éxito de la defensa de los Steelers, quien no deja de mejorar a los jugadores que están bajo su tutela año tras año. Esta temporada se espera mucho del jugador de segundo año Ziggy Hood. La primera ronda del año pasado está mejorando rápidamente, y esta temporada vamos a verle más tiempo dentro del campo, dando descanso tanto a Keisel como a Smith. Además será un jugador con protagonismo en terceros downs. Nick Eason y Chris Hoke son dos veteranos que llevan años dentro del equipo y conocen el sistema a la perfección., Ambos jugadores destacan deteniendo el juego terrestre, y son recambios de ciertas garantías en caso de lesión.
Un año más la unidad más fuerte de la defensa será el cuerpo de Linebakers. Tradicionalmente los Steelers siempre cuentan con un fantástico grupo, pero esta temporada podríamos estar a ante uno de los mejores de las últimas décadas en Pittsburgh. James Harrison volverá a ser una temporada más el jugador más emblemático de la unidad. Harrison fue nombrado a su tercer Pro-Bowl consecutivo, al conseguir 10 sacks, y aunque no fue tan dominante como el año anterior, cuando fue nombrado mejor jugador defensivo del año, sigue sembrando terror en las ofensivas rivales, y se mantiene como uno de los mejores OLB de la NFL. Al otro costado de Harrison, volverá LaMarr Woodley, quien se consagró definitivamente como uno de los mejores pass rushers de la liga, con 25 sacks en las dos últimas temporadas. Woodley también fue seleccionado al Pro-Bowl, pero entrando por como reserva, debido a que no empezó bien la temporada, consiguiendo tan solo 2 sacks en 7 partidos. Woodley se termino recuperando sumando 11,5 en las 9 últimas, siendo de largo el mejor jugador del equipo en la última mitad de temporada. Estos dos jugadores son posiblemente la mejor pareja de OLB de toda la liga. Para dar descanso a estos jugadores esta temporada se apuesta por la juventud, después de que los rookies Jason Worilds y Thaddeus Gibson sean los primeros en la rotación. Estas últimas temporadas se había apostado por jugadores veteranos, jugadores que conocían el sistema a la perfección pero lejos de ofrecer garantías de futuro. Jason Worilds fue escogido en la segunda ronda del draft procedente de la universidad de Virginia Tech. Es un jugador dotado con unas capacidades impresionantes para el pass rush, muy veloz y con gran agilidad. Hay una serie de dudas preestablecidas sobre su figura, porque recuerda en cierta manera a Bruce Davis, último fracaso en el draft para esta posición. Por otra parte Gibson es un jugador menos atlético, pero viene mejor preparado a nivel de conocimientos. Gibson ha jugado muchos esquemas en defensa 3-4 en Ohio State, y su adaptación será más sencilla que la de Worilds.
En el centro de la unidad estará comandado una temporada más por el capitán de la defensa, James Farrior, quien viene de jugar su peor temporada desde que llegó a los Seelers hace 8 años. Potsie mostró sus primeros indicios de decadencia la temporada pasada, donde fue expuesto en varios momentos, en especial frente a Baltimore cuando tuvo que marcar al RB Ray Rice. A sus 35 años Farrior mostró que no iba a durar toda la vida, pero según ha comentado esta off-season, ha vuelto en su mejor estado de forma de los últimos años. Al lado de Farrior de nuevo estará Lawrence Timmons, el linebaker más atlético del equipo. Mucho se espera de Timmons esta temporada después de su continua evolución. Timmons ha vuelto más pesado y rápido que nunca, y ahora que ha evolucionado su conocimiento del juego, se espera que empiece a mostrar todo su potencial. En los partidos de este verano, Dick Lebeau lo ha estado moviendo por toda la defensa, incluso alineándolo de CB en más de una ocasión. Para suplir a estos dos jugadores, los Steelers cuentan con dos recambios de garantías, y ambos aún podrían ser titulares en algún otro equipo de la liga. Empezando por otro de los jugadores que han vuelto a la ciudad, Larry Foote. La vuelta de Foote al equipo dota a la unidad de un buen placador, especialista en detener el juego de carrera, además su conocimiento de los esquemas de Lebeau es total. Keyaron Fox es otro jugador que ha demostrado que está listo para jugar en cualquier momento. Fox es un excelente jugador de equipos especiales, pero también ha mostrado un buen nivel cuando ha tenido que jugar con la defensa. Es un jugador muy agresivo y buen placador. Por último mencionar al rookie Stevenson Sylvester, quien ha mostrado ciertos destellos en el poco tiempo que lleva en el equipo, y puede que finalmente consiga quedarse en el equipo.
La secundaria fue de largo la unidad que peor papel desempeño durante la pasada temporada, tanto a nivel individual, como a nivel colectivo. No cabe duda que la lesión de Troy Polamalu volvió a ser determinante en el desempeño de esta defensa, y dejó bastante claro porque es el jugador más determinante. Polamalu es un jugador total, fantástico deteniendo la carrera con sus continuas penetraciones en el backfield rival, e igual de efectivo cuando el balón está por el aire, donde además es un fantástico playmaker. El mayor problema que tiene este jugador es su exceso de agresividad en todas sus acciones, que le impiden mantenerse sano con cierta regularidad. Ryan Clark volverá a ser el compañero de Polamalu en el fondo de la defensa. Clark se había mostrado como un jugador muy sólido hasta que su compañero cayó lesionado. A pesar de todo Clark fue posiblemente el mejor jugador de la unidad, consiguió 80 placajes y 3 intercepciones, y como siempre jugó con esa gran agresividad que le caracteriza. Como reservas esta temporada volverá Ryan Mundy, un jugador con buenos instintos que mejora cada temporada, y que finalmente ha logrado ganarse un puesto en el roster. Mundy compartirá tiempo de juego con el recién llegado Will Allen, quien estuvo a las órdenes de Mike Tomlin durante su estancia en Tampa Bay. Allen es un jugador que tiene experiencia como titular en la liga, además es un buen placador.
La pareja de CB volverá a ser la misma que haces dos temporadas, cuando los Steelers fueron la mejor defensa aérea de la liga. La vuelta de Bryan McFadden tras su nefasta experiencia en el desierto de Arizona, es una buena noticia para una secundaria que mostró un nivel paupérrimo. B-Mac siempre se mostró muy sólido bajo el esquema de Pittsburgh. Un jugador muy atlético y con buenas manos, algo de lo que careció la secundaria durante todo el año pasado. Al otro lado retornará Ike Taylor, quien después de reclamar un sitio entre los mejores CB de la liga hace dos temporadas, tuvo su peor año como titular desde que está en Pittsburgh, cometiendo muchísimos errores, tanto a la hora de placar, como su ya conocida nula capacidad para el big –play. Taylor es un jugador con unas capacidades innatas para la posición, capaz de secar a cualquier WR de la NFL, pero sus lagunas de concentración, y sus nulas manos para lograr interceptar nunca le permitirán estar dentro de la élite. El puesto de nickel posiblemente sea para el joven Keenan Lewis, que tras las lesiones del año pasado en su año rookie parece que está empezando a mostrar ciertas cualidades. Lewis es un CB fuerte físicamente (6-0/208), y cuenta con la velocidad suficiente para ser un sólido jugador en un futuro. Su fuerte carácter puede ser un problema. Luchando con Lewis estará un año más William Gay, sin lugar a duda la gran decepción de la temporada pasada.Gay había mostrado un inicio esperanzador hace dos temporadas, pero cuando tuvo su oportunidad de ser titular no estuvo a la altura. Gay fue claramente atacado por los OC rivales, y estuvo francamente mal. Esta temporada desde una posición con menor presión deberá demostrar que puede volver a ganarse un sitio.
Los equipos de cobertura volvieron a ser un desastre la temporada pasada, y eso le costó la cabeza al entrenador Bob Ligashesky. Para substituirle llega desde San Francisco Al Everest, que contará con muchos de los nuevos jugadores que han llegado a la franquicia con experiencia en equipos especiales, como Arnaz Battle o Will Allen entre otros. Una de las asignaturas pendientes del equipo es encontrar un buen retornador, hace mucho tiempo que los Steelers no asustan a nadie cuando hay que retornar, ya sea un kickoff o un punt. El experimento Stefan Logan no resultó del todo bueno, y puede que el rookie Antonio Brown sea el encargado esta temporada de los retornos. Randle El podría ser otra opción para los retornos de punt, pero ya no es aquel jugador “eléctrico” de antaño.
Como Kicker volverá una temporada más Jeff Reed, al que cada vez se le van notando más los años en su pierna derecha. Aún sigue siendo un kicker muy seguro, sobre todo en Heinz Field, pero su rango de distancia cada vez es menor. Como Punter volverá Daniel Sepulveda, un buen jugador y con mejor futuro, y que seguramente esté un largo tiempo en la ciudad de los tres ríos.
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