w3: Domingo de Fútbol Americano

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Así fue como rebautizaron el Sunday Night Football que enfrentó a Miami Dolphins (2-1) y New York Jets (2-1). La NFL celebra el Mes de la Herencia Hispana del 15 de septiembre al 15 de octubre. Algunos de los equipos de la liga lo celebrarán en un partido especial con guiños a sus respectivas aficiones latinas en forma de música, presencia del idioma español y diversos actos conmemorativos.

El football no ha sido un deporte preferente en la comunidad latina de los Estados Unidos. Basta comparar la prevalencia de apellidos hispanos en la NFL y en la Major League Baseball. La afición latina también ha sido preferentemente «pelotera» y también más seguidora del soccer que el resto del país, pero a medida que la comunidad está progresando en la sociedad, también se van acercando más al football. La NFL también está trabajando para acercarse a ese incipiente mercado. Y el número de jugadores latinos también está creciendo exponencialmente. Tony Gonzalez ha dejado de ser el único referente conocido, para dejar paso a estrellas emergentes como la de Mark Sanchez, entre otros.

 

Y fue precisamente Sanchez uno de los triunfadores de la jornada en la que los Dolphins inauguraban el Mes de la Herencia Hispana. Miami cuenta con una de las comunidades hispanas más numerosas del País y no es nuevo el interés de los Dolphins en estrechar lazos con la misma. Hace un par de años el matrimonio Jennifer Lopez & Marc Anthony entraron en el grupo de propietarios de la franquicia. Ambos acudieron, por supuesto, al encuentro y Marc se encargó de cantar el himno.

 

El partido respondió a las expectativas. Fue muy interesante y disputado, entre dos equipos muy igualados, que practican un «old fashioned football», con un machacón juego de carrera «smash-mouth» y unos jóvenes QB dispuestos a sorprender y a abrir las defensas rivales con sus play actions.

 

Los Jets dieron primero, a pesar de tener a Braylon Edwards castigado el 1º cuarto por haber sido detenido conduciendo bajo los efectos del alcohol, y se adelantaron 14-0. Los Dolphins, sin embargo, no se pusieron nerviosos y siguieron con su gameplan. Chad Henne (26/44, 363 yardas, 2 TD) aprovechó la ausencia de Darrelle Revis para jugar profundo con Brandon Marshall (10 recepciones, 166 yardas, TD), a quien Antonio Cromartie no pudo frenar, pero también el resto de los receptores dieron un paso adelante, aprovechando la bisoñez de Kyle Wilson. Davone Bess y Brian Hartline sumaron otras 11 recepciones para 170 yardas. Pero a Henne le faltó rematar su buen juego al final, cuando tuvo la oportunidad de empatar el partido con un 1º down en la yarda 11 de los Jets en el último minuto, pero su pase en 4º down fue interceptado en la endzone.

 

Los Jets se llevaron un partido que podría haber caído de cualquier lado porque al final cometieron menos errores. Su secundaria sin Revis fue un coladero, pero supieron frenar la carrera de los Dolphins. Sanchez volvió a firmar una magífica actuación completando 15/28 pases para 256 yardas y 3 TD de nuevo. No cometió errores, aunque se libró de un par de intercepciones por los pelos. Dustin Keller fue su mejor socio, con 6 recepciones para 98 yardas y un par de TD de impecable factura. El díscolo Edwars, con la inestimable colaboración de Jason Allen (autor también de un gravoso pass interference en una pésima noche), anotó en una espectacular escapada de 67 yardas en un momento crucial del partido, justo en la siguiente jugada al TD de Marshall que había puesto por primera y única vez por delante a los locales. Un punt bloqueado al final del 3º cuarto también ayudó lo suyo.

 

El partido tuvo aún más cosas de interés, como el espectacular duelo entre el viejo ídolo local Jason Taylor y el joven LT Jake Long, con victoria parcial para este último, y el buen tono mostrado de nuevo por LaDainian Tomlinson (70 yardas de carrera, 18 de recepción, importantes conversiones de 3º down y un TD).

 

La estrella de Mark Sanchez crece en la NFL. Ha sido el nombre hispano más destacado de la semana, desbancando por fin a Inés Sainz.

 

ES FÁCIL PERDER UN PARTIDO SI SABES CÓMO

Suelo repetir frecuentemente una frase de una de mis películas de culto: «He escogido un mal día para dejar de fumar«. Es lo que debió pensar más de un head coach (y muchos aficionados) viendo perder a sus equipos el domingo. Desconozco si hay muchos entrenadores que fuman. Seguro que no. Es fácil dejar de fumar si saben cómo. Pero lo que de verdad necesitan saber algunos es si pueden fiarse de su kicker o cómo evitar las faltas en sus equipos.

 

Los Green Bay Packers (2-1) jugaron mejor que los Chicago Bears (3-0) en el 180º derby entre dos viejos rivales de la Back’&’Blue. Aaron Rodgers (34/45, 316 yardas, TD, 30 yardas en 2 scrambles, uno de ellos para TD) volvió a demostrar que es uno de los mejores pasadores de la liga. Su OL le mantuvo de pie toda la noche, frenando las acometidas de Julius Peppers, y el ataque superó en más de 100 yardas a sus rivales. En el otro sentido del juego, la defensa agobió a Jay Cutler durante todo el partido, sumando 3 sacks, interceptándolo en 3 ocasiones y forzando un fumble.

 

¿Me he olvidado de comentar algo? Ah, sí. Fueron los Bears los que ganaron el partido.

 

No es que los Bears no hicieran méritos para ganar el mismo. Jugaron un partido serio, motivados con sus uniformes de los Monsters of the Midway de 1940, invictos, ante su afición, en un MNF. En ataque Cutler movió el balón en drives cruciales y en defensa paracticaron un «bend but no break«, impidiendo las yardas posteriores a las recepciones, que permitió mover el balón a Rodgers, pero que no le dejó anotar con su facilidad habitual. Y estuvieron brillantes en equipos especiales con un gran retorno de punt de 62 yardas para TD de Devin Hester (después del típico cartelito que decía que había anotado 7 TD de retorno de punt en sus primeros 32 partidos y 0 en los últimos 31) y otro bloqueo de FG por parte de Peppers, 2º de la liga en la especialidad, con 10, tras Shaun Rogers (16).

 

Pero eso no hubiera bastado para ganar a uno de los mejores equipos de la liga. Hizo falta que los Packers cometieran ¡18 faltas!, igualando el récord de la franquicia establecido en 1945, hace más de medio siglo. Muchas fueron salidas falsas provocadas por la presión de Peppers, pero también hubo flagrantes interferencias de pase y absurdas faltras personales por violencia innecesaria. Dos de ellas anularon sendas intercepciones a Cutler (16/27, 221 yardas, TD, pick). Con todo, los Packers tenían el balón del partido, pero la defensa de los Bears consiguió lo que estuvo buscando todo el partido cuando Brian Urlacher forzó un fumble crucial. Cutler quien también tuvo suerte en dos «casi intercepciones» y las penalizaciones de los Packers hicieron avanzar a los Bears hasta la yarda 1 para terminar el partido con un FG ganador de Robbie Gould.

 

La gestión de Mike McCarthy dejó mucho que desear, perdiendo un tiempo muerto en un innecesario challenge y no ordenando a su defensa que se dejaran anotar un TD. Su única opción era hacerlo e intentar anotar en un two minutes drill. Con Rodgers cantando las jugadas no es una mala opción. Fue el colofón de un partido que se va a recordar y que deja a los Bears como el único invicto en la NFC.

 

Otro que que no dormiría a gusto el domingo fue Tom Cable. Al final del partido levantó un brazo para celebrar que los Oakland Raiders (1-2) añadían otra victoria a su marcador, pero… ¡que no ha entrado! Sebastian Janikowski falló un FG de 32 yardas, poco más que un extra point, sobre la bocina. Ya había fallado otros dos largo antes (también había convertido otros tres, el más largo de 54 yardas), pero si quieres ganarte las lentejas chutando FG en la NFL no puedes fallar uno así y en un momento así.

 

No fue el único fallo de la noche, desde luego. Raiders y Arizona Cardinals (2-1) rivalizaron en faltas (11 para 123 yardas para Raiders, 7 para 106 para Cards), intercepciones (una para cada QB), fumbles (ambos cometieron dos pero los Raiders recuperaron los de los Cards y estos no) e inefectividad (7 y 3 puntos, respectivamente, en la 2ª mitad). Los Cards pusieron en bandeja el triunfo a sus rivales con un clamoroso pass interference de Dominique Rodgers-Cromartie de 39 yardas en el ultimo minuto que dejó a los Raiders en la yarda 13, un punto por debajo en el marcador. Pero Janikowski, generosamente, devolvió el favor.

 

Otro gaffe monumental fue el de Garrett Hartley en el Superdome. New Orleans Saints (2-1) y Atlanta Falcons (2-1) disputaron un intenso e igualado derby jugado de poder a poder y no puede decirse que el fallo del kicker no hiciera justicia al final. De hecho, creo que los hombres de Mike Smith dieron una lección de seriedad, buen planteamiento del partido, buena ejecuación y buena gestión en los momentos claves.

 

Los Falcons corren (50 carreras/30 pases el domingo, con 114 yardas y un TD para Michael Turner y 62 más para Jason Snelling), machacan a la defensa rival, controlan el reloj y Matt Ryan (19/30, 228 yardas, 2 TD) los remata con pases precisos y certeros. A los Saints, en cierta medida, la Diosa Fortuna les quitó lo que les dió el lunes pasado en San Francisco. Drew Brees volvió a hacer los números que acostumbra (30/38, 365 yardas, 3 TD), pero también fue intercepctado en dos ocasiones, una de ellas de manera realmente estúpida. El que hizo el partido de su vida fue Lance Moore, que anotó dos TD, uno de ellos de 80 yardas, el más largo de su carrera, además de retornar un punt otras 72 yardas. Por los Falcons destacó Gonzalez, que celebró la herencia hispana con otra de sus actuaciones habituales (8 recepciones, 110 yardas y un TD). Por él no pasan los años.

 

Hartley llevó el partido a la prórroga con un FG de 32 yardas. Gracias a un sack de Will Smith los Saints tuvieron la oportunidad de finiquitar el partido. Brees hizo sus deberes y dejó el balón en la yarda 11. Hartley chutó el FG en 1º down. A nadie se le pasaba por la cabeza que fallara a 32 yardas del goalpost. Pero lo hizo. El partido se dio la vuelta y Ryan dio opción a Matt Bryant para un FG de 41. Después del típico tiempo muerto y de una salida falsa que convirtió el FG en uno de 46, Bryan lo clavó.

 

RIVERS HACE DE SÍSIFO

Philiph Rivers reencarna a la perfección el mito de Sísifo. El mítico fundador de Corinto, por avatares de su vida que no voy a entrar a detallar, fue castigado en el infierno a subir una gran roca a la cima de una montaña, pero que siempre volvía a rodar cuesta abajo justo antes de llegar a la cima. Así una y otra vez.

 

Algo debió hacer Rivers para que los dioses del football lo tengan siempre castigado. Tiene  un talento innegable, viene siendo candidato a llegar a lo más alto todas las temporadas, pero siempre le pasa algo. Pueden ser lesiones, entrenadores poco determinantes, kickers fallones, lo que sea. Siempre hay algo que se impone entre su brillante juego y sus obletivos. Este año le han privado de su receptor favorito, Vincent Jackson, se le ha lesionado su RB titular y, a pesar de todo, fue capaz de lanzar el domingo para 455 yardas (récord de la franquicia), con 2 TD, en una serie de 29 de 53 pases completados. En una jornada como la 3ª, no hace falta decir que los San Diego Chargers (1-2) perdieron. Los Seattle Seahawks (2-1) no hicieron nada de particular, pero dos TD de retorno de kickoff de 101 y 99 yardas de Leon Washington ayudaron mucho, ¡claro!

 

Los Chargers salieron empanados, como es habitual en el 1º cuarto de la temporada, y los Seahawks en casa son siempre más efectivos. Así llegaron estos 10-0 arriba al descanso. Me puedo imaginar a Rivers animando a sus compañeros en el decanso, subiendo la piedra a la montaña. Pero llega el kickoff de la 2ª mitad y los Chargers ya están 17-0, la piedra vuelve a rodar cuesta abajo. Rivers volvió a subir la piedra: TD, Safety, FG, FG en contra… Llegó a empatar el partido con un TD y una conversión de dos, y no de cualquier manera. Rivers tuvo que completar 4 pases consecutivos a la endzone, ¡4 consecutivos! Conectó con Antonio Gates (7 recepciones, 103 yardas, TD) en una jugada milagrosa, pero fue anulada por holding. Volvió a conectar con Gates para el TD válido. Luego conectó con Legedu Naanee para la conversión de 2, pero fue anulado por toque ilegal de WR. Y por fin volvió a conectar con Naanee para la conversión de 2 puntos válida. 4 balones consecutivos a la endzone para empatar un partido 24 minutos después del 17-0. Y luego Washington vuelve a poner a los suyos 7 puntos arriba 15 segundos después!!! Es como para colgar las botas.

 

VIDAS PARALELAS

Parafraseando a Plutarco, los del 50º aniversario llevan vidas paralelas esta temporada. Cowboys y Vikings ganaron sus «finales» de la 3ª jornada y se quitan un poco la presión de encima. Su camino es tan paralelo que comparten hasta la semana de bye.

 

 

Los Dallas Cowboys (1-2) no sólo salvaron su inicio liguero, sino que ganaron una buena dosis de orgullo al volver a ganar la «Batalla de Texas» en territorio enemigo. El equipo carburó por fin como se esperaba. Tony Romo (23/30, 284 yardas, 2 TD) estuvo perfecto. Roy Williams (5 recepciones, 117 yardas) se sumó a la fiesta al recibir los dos pases de TD de su QB. El juego de carrera de Marion Barber y Felix Jones fue más productivo y DeMarcus Ware vovió loca a la OL de los Houston Texans (2-1) sumando 3 sacks y martitizando a Matt Schaub (23/32, 241 yardas, TD, 2 picks) todo el partido, facilitando la labor de la secundaria vaquera.

 

A los locales les faltó el sancionado LT Duane Brown y un poco de carácter para ganar un derby ante 71.456 espectadores, récord de asistencia en el Reliant Stadium para un partido de los Texans. Este año ya han ganado a los Colts, no van a conseguir todos sus objetivos. Ya buscarán su venganza dentro de 5 años… salvo que se encuentren antes en una Super Bowl. Si es este año sería la SB más tejana de la historia.

 

Los Minnesota Vikings (1-2), como señalé la pasada semana, se aprovecharon de la visita del invitado más cómodo de la liga, los Detroit Lions (0-3), quienes llevan 22 derrotas consecutivas como visitante, a dos partidos del récord que detentan… los Lions, ¡quién si no!.

 

Brett Favre sigue acartonado. Estuvo muy presionado por la defensa de los Lions y volvió a lanzar otro par de intercepciones, su media esta campaña (lleva 6 en tres partidos). Pero los Vikings tienen otro jugador en el equipo que puede mover el balón. Brad Childress decidió poner el mismo en las manos de Adrian Peterson y el RB tuvo 28 balones para 190 yardas y 2 TD. No está mal para un «Plan B». De los Lions no se puede destacar nada bueno en su 13ª derrota consecutiva en el Metrodome. A la lesión de Matt Stafford se añade ahora la de su mejor rookie, Jahvid Best. Desde luego no han tenido nada de suerte en un arranque liguero en el que estaban depositadas muchas esperanzas.

 

EL «PLAN B»

Pienso que en el football hay muchos menos head coaches genios que tipos con suerte. Grandes dinastías se han fundado en decisiones más afortunadas que planificadas. Qué sería de Brady y los Pats si Drew Bledsoe no se hubiese lesionado. Qué sería de Manning y los Colts si estos hubiesen seleccionado a Ryan Leaf. En esta liga tan compleja hay demasiados factores como para poder estudiarlos y analizarlos todos y el destino siempre es caprichoso. Por ejemplo, Mike McCarthy, a la sazón OC de los Niners, fue uno de los que apostó por Alex Smith en detrimento de Aaron Rodgers, y ahora ltiene a éste a sus órdenes haciendo olvidar a Favre en Lambeau Field.

 

Al final los entrenadores que triunfan no son los que tienen un plan magistral, sino que saben adaptarse a lo que surge y son capaces de ver cuándo es mejor cambiar al «Plan B» en lugar de persistir en la idea original. Andy Reid no tuvo ninguna duda cuando anuinció en pretemporada que Kevin Kolb iba a ser el QB titular de los Philadelphia Eagles (2-1) esta campaña. Ni siquiera le dio opción a Michael Vick a que se ganara el puesto en el training camp. Pero después de la «afortunada» conmoción cerebral de Kolb, no podemos decir que Reid tenga buen ojo de scout, pero sí que sabe rectificar, cuando anunció que Vick iba a ser el titular en Jacksonville.

 

Vick le agradeció la confianza con un partido soberbio frente a los flojos Jacksonville Jaguars (1-2). Fue el responsable de los 4 TD de su equipo, 3 de pase y otro de carrera. Sólo le faltó chutar los extra points. Sus números: 17/31, 291 yardas, 3 TD, 30 yardas de carrera, otro TD.  Sus jóvenes y rápidos receptores DeSean Jackson y Jeremy Maclin aprovecharon sus pases profundos para sumar los 3 TD y 236 yardas entre los dos en sólo 9 recepciones. Vick lleva un QB rating de 110,2 esta temporada, el mejor de su carrera, y ha lanzado 7 pases de TD sin haber sido interceptado. Los Jaguars ni las vieron venir. David Garrard volvió a completar un pésimo partido y pone sus barbas a remojar después de la llegada de Trent Edwards, rebotado de Buffalo.

 

Mike Tomlin tenía también un «Plan B» para la ausencia de Ben Roethlisberger en el 1º cuarto de la temporada. Pero la lesión de Dennis Dixon y el juego de Byron Leftwich le obligaron a pasar al «Plan C» y hasta al «Plan D». Al final, a los Pittsburgh Steelers (3-0) les salen todos los planes y Charlie Batch completó un magnífico partido y más si tenemos en cuenta que era su 1ª titularidad desde 2006 y su 1º pase fue interceptado por la defensa de los Tampa Bay Buccaneers (2-1). Pero Batch es un jugador en el que se puede confiar (tiene un récord de 4-1 como titular), y sus 12/17 para 186 yardas, 3 TD y 2 picks, son un ejemplo de ello. Mike Wallace atrapó pases de TD de 46 y 41 yardas y Rashard Mendenhall (19 acarreos, 143 yardas, TD) hizo el resto.

 

No hace falta decirlo, pero los Steelers también tienen defensa. Sólo permitieron un par de FG y un TD en los minutos de la basura, sumaron 4 sacks, un pick, forzaron un fumble y hasta anotaron en el retorno de la intercepción (Brett Keisel, 79 yardas). Sin más. De los Bucs nada que decir, completaron el rosco de Florida del domingo.

 

John Fox también optó por el «Plan B» a las primeras de cambio, tirando para adelante con Jimmy Clausen. Es su último año de contrtato, o triunfa o al paro. Pero los Carolina Panthers (0-3) tienen serios problemas que no se resuleven sacando un conejo de la chistera. Prueba de ello es que los Cincinnati Bengals (2-1) ganaron un partido en el que Carson Palmer estuvo fatal, impreciso, competando apenas la mitad de sus pases y siendo intercpetado en dos ocasiones. Pero con Cedric Benson moviendo las cadenas (27 acarreos, 81 yardas, TD) y controlando el tempo del partido y una defensa que apenas permitió 7 puntos y forzó 4 turnovers, tuvieron suficiente para deshacerse de los Panthers en este duelo felino.

 

Clausen tuvo un negro debut como titular, completando sólo 16 de los 33 pases que lanzó, para 186 yardas, un pick y dos fumbles perdidos. Pintan bastos en Chalotte.

 

TWO MINUTES WARNING

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Los Kansas City Chiefs (3-0) are for real… de momento. En un gran partido a ambos lados del balón derrotaron a la mayor decepción del inicio liguero, los San Francisco 49ers (0-3). Charlie Weis, con un juego imaginativo (profundo pase de TD de Matt Cassel a Dwayne Bowe en un fake de reverse) y rookies como el WR Dexter McCluster (TD de 31 yardas) y el TE Tony Moeaki, con un increíble TD en una recepción a una mano que recordó al gran Tony Gonzalez, resucitó un ataque romo y conservador la temporada pasada. Además en defensa Tamba Hali con tres sacks lideró a una unidad que sólo permitió un TD a los Niners en la última jugada del partido.

 

Los Niners estuvieron horribles y Mike Singletary cesó al coordinador ofensivo Jimmy Raye, que será sustituido por el entrenador de QB Mike Johnson. Es el agónico movimiento de un head coach en la cuerda floja. Habrá que ver los resultados, pero de momento les toca una poco esperanzadora visita al Georgia Dome.

 

Los Baltimore Ravens (2-1) sufrieron más de lo previsto para deshacerse de sus rivales divisionales Cleveland Browns (0-3), que llegaron a estar arriba en el marcador en el 4º cuarto. Las 144 yardas de carrera y un TD en 22 acarreos de Peyton Hillis y un Seneca Wallace (18/24, 141 yardas, TD) preciso sorprendieron a la defensa local que no estuvo tan expeditiva como acostumbra. Pero «Mangenius» no estuvo tan brillante planteando la defensa. No se le ocurrió otra cosa que presionar a Joe Flacco (22/31, 262 yardas, 3 TD) hasta con 8 hombres, dejando a los receptores en cobertura individual, y éste lo aprovechó brindando a Anquan Boldin el mejor de los estrenos en su nuevo hogar, con 8 recepciones para 142 yardas y 3 relativamente cómodos TD. Boldin se convirtió además en el más rápido en la historia de la NFL en atrapar 600 balones. ¡Felicidades!

 

Los Indianapolis Colts (2-1) siguen cogiéndole el ritmo a la liga. Peyton Manning vovió a liderar a los suyos controlando en todo momento el partido. Con Anthony Gonzalez y Pierre Garçon en el dique seco, y Reggie Wayne cubierto por Champ Bailey, el game plan de Manning (27/43, 325 yardas, 3 TD) fue pasar el balón a Austin Collie (12 recepciones, 171 yardas, 2 TD) y a un tal Blair White (3, 27, TD), un undrafted rookie que pasaba por allí. Es lo que pasa cuando a un WR se le pone un casco con una herradura Los Denver Broncos (1-2) jugaron motivados en memoria del malogrado Kenny McKinley, y Kyle Orton (37/57, 476 yardas, TD, pick) movió el balón más que nunca, con Brandon Lloyd (6 recepciones, 169 yardas, TD) y Jabar Gaffney (12, 140) como mejores socios, pero Manning con jugadas como un pase de 48 yardas a Collie en un 3ª y 15 en el 4º cuarto, cuando los Broncos apretaban, no les dio ninguna opción.

 

Los New York Giants (1-2) están comenzando a cavar su tumba, o por lo menos la de su head coach, ya que empieza a sonar demasiado el nombre de Bill Cowher en la Gran Manzana. La colección de errores que cometieron es antológica: Dos picks de Eli Manning, uno de ellos, imperdonable. Dos FG fallados. Un Safety por doble falta personal en la propia endzone. Dos turnovers en las últimas 5 yardas. Expulsión del tackle Kareem McKenzie. ¿Hace falta que siga? Los Tennessee Titans (2-1) corrieron con Chris Johnson (32 acarreos, 125 yardas, 2 TD) y Vince Young (10/16, 118 yardas, TD), de nuevo en la alineación, movió un poco el balón para despistar y se anotaron, con toda comodidad, su 10ª victoria consecutiva contra equipos de la NFC.

 

Los New England Patriots (2-1) recuerdan a la historia del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Su ataque no tiene problemas. 21/27 para 252 yardas y 3 TD para Tom Brady, y 210 yardas de carrera con 2 TD es para sobresaliente alto. Pero si tu defensa permite 30 puntos a los Buffalo Bills (0-3) es que tienes un problema. El mayor agujero es su secundaria, y Ryan Fitzpatrick pudo completar 20 de los 28 pases que lanzó para 247 yardas y 2 TD, aunque también fue interceptado en dos ocasiones, la última cuando luchaba por empatar el partido en el último drive. Suerte tuvieron los Pats de que tenían enfrente a los Bills, a quienes han ganado en 19 de sus últimos 20 enfrentamientos. Si les pilla cualquier otro…

 

Los St. Louis Rams (1-2) le tienen cogida la medida a los Washington Redskins (1-2). Desde 2008 van 2-1 contra ellos y 2-30 contra el resto de la liga. Fue mel mejor partido de la «Era Spagnuolo», a pesar de la lesión de Steven Jackson. Los capitalinos, sin embargo, no acaban de  escapar de la mediocridad. Remontaron un 14-0 con 16 puntos consecutivos, pero los Rams volvieron a anotar otros 16 tantos seguidos.

 

 

Luego pasará que llegará Big Ben, perderá un partido y llegará la polémica.

La derrota en Chicago les puede venir bien. Lo que les falla se puede corregir para enero.

Les conviene bajar un poco el tono de expectación y continuar mejorando su juego

 

Buen partido contra los Ravens, luego vendrá otro malo detrás.

Buen partido contra los Pats, luego vendrá otro malo detrás.

Podrían haber entrado los Niners, pero les daré un par de semanas de margen.

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