w4: Historias de Filadelfia

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En la Ciudad del Amor Fraterno se desarrolló toda una tragicomedia que recuerda a la obra de teatro de Philip Barry, llevada al cine por George Cukor. Tenemos al galán, el puesto de QB titular de los Philadelphia Eagles (2-2), casado con la protagonista, Donovan McNabb, durante 11 años, hasta que aparece una más joven, Kevin Kolb. El triángulo de toda la vida. Pero aún hay más. Nuestra protagonista se casa en segundas nupcias con el viejo rival de su exmarido, el puesto de QB de los Washington Redskins (2-2), mientras que «la otra» prueba de su propia medicina y es abandonada por su reciente marido debido a la irrupción de la «femme fatale», Michael Vick, la chica mala, de pasado oscuro.

Los tres protagonistas se dieron cita el domingo en el Lincoln Financial Field. Lo más destacado fue la gran ovación que se llevo McNabb procedente de un público siempre muy difícil. Toda una lección de elegancia de la normalmente hostil afición de Philadelphia. Casi le aplaudieron más que cuando iba de verde y blanco.

 

Luego el partido fue para olvidar. McNabb (8/19, 125, TD, pick) arrancó motivado y los Redskins anotaron sendos TD en sus dos primeros drives. Pero fue un espejismo y el resto del partido estuvieron atascados, de hecho, no anotaron en toda la segunda mitad… ¡y ganaron!. Claro que tuvo mucho que ver la lesión de Vick, que recibió un fuerte golpe en sus costillas en un sensacional scramble de 23 yardas hasta la yarda 1… anulado por un holding. Kolb volvió a los mandos del equipo pero su actucación fue bastante gris (22/35, 201, TD, pick).

 

Con todo, Kolb pudo haber tenido un final más feliz. Su Hail Mary de 32 yardas en la última jugada del partido fue directamente a la manos de Jason Avant, pero desafortunadamente el WR no pudo retener el balón en la caída, y éste acabó en las manos de DeAngelo Hall.

 

NO DISPAREN AL QB

Es lo único que le faltó al pass rush de los New York Giants (2-2), que maltrató a Jay Cutler como ningún otro QB lo ha sido en medio partido en la historia de la NFL. Cutler encajó 9 sacks y acabó conmocionado en el banquillo, con -13 yardas netas de juego aéreo y 2 turnovers. Rumores apuntan a que Mike Martz está en búsqueda y captura por la policía de Chicago por complicidad en un intento de asesinato perpetrado por Justin Tuck y Osi Umenyiora (6 sacks y 3 fumbles forzados entre ambos). Martz mejora los números de los ataques en los equipos a donde llega, pero también los sacks y los turnovers. Los constantes dropbacks de 7 pasos, los backfields vacíos, sin protección, fueron una cruz para Cutler. Si la semana pasada hablaba de los head coaches inteligentes, que saben cuándo cambiar al plan B, Martz es todo lo contrario. Es un entrenador dogmático y cabezón, que tuvo éxito en una ocasión y que no va a volver a catarlo de nuevo, incapaz de construir sus ataques de otra manera.

 

Eli Manning (18/30, 195 yardas, 2 fumbles perdidos) tampoco tuvo un día fácil contra el pass rush de los Chicago Bears (3-1), liderado por un motivadísimo Julius Peppers (sack y fumble forzado), pero por lo menos los Giants pudieron correr. Ahmad Bradshaw (23 acarreos, 129 yardas, TD) y Brandon Jacobs (6, 62, TD) fueron los que pusieron los puntos en el marcador. Los Bears, ni corrieron (48 yardas de sus RB), ni movieron el balón con el resto de QBs de la plantilla en la 2ª mitad.

 

UN MINUTO DE GLORIA

Joe Flacco tuvo 59 minutos difíciles en el Heinz Field. Nunca es fácil jugar contra la defensa de los Pittsburgh Steelers (3-1). Había movido el balón, pero una tonta intercepción y un fumble de Willis McGahee mantenían el partido aún en el limbo. Los Baltimore Ravens (3-1) también mostraron su aguerrida defensa y habían contenido a los Steelers en 210 yardas ofensivas.

 

Los Ravens se habían adelantado en el marcador gracias a un FG al filo del descanso y así se mantuvo el partido en un toma y daca defensivo, cuando Rashard Mendenhall (25 acarreos, 79 yardas) dio la vuelta al marcador con su 2º TD. A Flacco se le puso el partido cuesta arriba, pero con un buen drive llegó hasta la yarda 2, donde los Steelers protagonizaron otro goaline stand. Quedaban sólo 2:40 para el final, pero su defensa le dio otra oportunidad. Un minuto y una buena posición de campo, la yarda 40 de los locales. Es cuando Flacco tuvo su minuto de gloria. Completó 4 pases consecutivos, dos para Anquan Boldin (7 recepciones, 68 yardas) y otros dos para T.J. Houshmandzadeh (incluyendo en de 18yardas para el TD de la victoria).

 

Los Ravens están rentabilizando los fichajes de sus receptores, con una gran victoria en un entorno tan hostil. De paso, evitan que sus rivales se escapen. Es el 3º derby consecutivo que se decide por tres puntos. Ambos son claramente los equipos más fuertes de la división. Los Steelers pasan con éxito la travesía del desierto sin Ben Roethlisberger. Se ha conocido que Dennis Dixon va a ser baja el resto de la temporada, pero Big Ben estará a los mandos el próximo partido, después del bye, frente a los Browns. Habrá que ver cómo llega, porque ya ha tenido algún año difícil después de otra offseson difícil.

 

La AFC Norte hacía doblete, ya que los Cleveland Browns (1-3) y los Cincinnati Bengals (2-2) disputaron otra edición de la Batalla de Ohio. Un típico partido loco entre las dos franquicias de uno de los dos estados más «footballeros» del país.

 

Los Bengals llevaban 8 victorias consecutivas cotra rivales divisionales, pero el partido con los Browns siempre se escapa de la lógica. Fue el día de Terrell Owens, muy calladito hasta ahora esta temporada. T.O. sumó 222 yardas en 10 recepciones, incluyendo un cómodo TD de 78. Se convirtió en el jugador más veterano en lograrr más de 200 yardas de recepción en un partido y además, con sus 15.325 yardas, superó a Isaac Bruce para quedar 2º, tras Jerry Rice, en la lista de receptores de todos los tiempos.

 

Otra cosa fue la victoria, que cayó del lado de los locales, que gracias al juego de carrera de Peyton Hillis (27 acarreos, 102 yardas, TD) y a un crucial sack a un productivo Carson Palmer (25/36, 371 yardas, 2 TD, 2 fumbles perdidos), pudieron mantener su ventaja en el 4º cuarto.

 

LA AFC ESTE SE ESTIRA

Jets y Pats están una racha de 5 victorias entre ambos. Dolphins y Bills en una conjunta de 6 derrotas. Los primeros resolvieron contundentemente sus rivalidades divisionales y se disputan la cabeza de la división.

 

Habitualmente, los Buffalo Bills (0-4) vs. New York Jets (3-1) suelen ser apretados y en muchas ocasiones dan lugar a la sorpresa. No fue así esta vez. El partido no tuvo color y los Bills encajaron más de 30 puntos por 3º partido consecutivo. Los Jets están pareciéndose a ese equipo favorito en pretemporada. Mark Sanchez, en un partido cómodo, completó 14 de 24 pases para 161 yardas y 2 TD. Lleva 8 TD, sin intercepciones, en el 1º cuarto de la liga y su juego está madurando a marchas forzadas. Dustin Keller es otro vértice del triángulo de los Jets y volvió a anotar otro par de TD.

 

El triángulo lo cierra el, de momento, «comeback player» de la liga, LaDainian Tomlinson que se encontró a si mismo entre la floja defensa terrestre de los Bills. El veterano RB sumó 133 yardas y 2 TD en 19 acarreos, además de sumar otras 22 yardas en 3 recepciones. No son sólo sus números. Corrió duro, firmó quites rapidísimos y volvió a oler la endzone como antes. Rex Ryan tiene además la posibilidad de mantenerlo fresco a lo largo de la temporada dándole más trabajo al joven Shonn Greene, y podría encarar la mejor offseason de su carrera. Pero eso está aún lejos y tienen que pasar muchas cosas aún. Los Jets tienen además la grata noticia de que ya pueden contar con Santonio Holmes, una vez cumplida su sanción, y andan en camino de recuperar a Darrelle Revis y a Calvin Pace.

 

Los New England Patriots (3-1) también apalizaron a sus rivales divisionales Miami Dolphins (2-2), pero el nivel de juego de ambos equipos dista mucho de lo reflejado en el marcador. De hecho, Chad Henne comenzó de manera brillante el partido, completando los primeros 7 pases que lanzó, conectando con facilidad con Davone Bess (9 recepciones, 93 yardas, TD) en la espalda de los linebackers y adelantando a su equipo 7-0 en el marcador.

 

Pero todo fue un espejismo. Henne (29/39, 302 yardas, 2 TD, 3 picks) empezó a lanzar intercepciones (las dos primeras fueron las primeras en la carrea de Rob Ninkovich), pero sobre todo fueron los equipos especiales los que crucificaron a los locales. Los Pats retornaron el kickoff de la 2ª mitad para TD (Brandon Tate, 103 yardas) y bloquearon un punt y un FG, éste retornado 35 yardas para TD por Kyle Arrington. El héroe del partido fue Pat Chung, autor de los bloqueos de las dos patadas y de retornar una intercepcion 51 yardas para TD. Una ventaja tan grande en equipos especiales, curiosamente la única área no coordinada por Bill Belichick, es demasiada en un efrentaminento tan parejo.

 

Tom Brady tuvo un partido tranquilo (19/24, 153 yardas, TD), pero se convirtió en el QB que más rápido ha sumado 100 victorias como titular (131 partidos), 8 por delante de Joe Montana. Randy Moss fue secado por Vontae Davis y no pilló ningún balón. Ni siquiera uno fácil en un «spike fake» de Brady, en un homenaje a Dan Marino en su propia casa. No parece que vaya a pillar más balones lanzados por Brady, ya que va a ser «devuelto» a los Vikings.

 

LA NFC WORST, MÁS WORST QUE NUNCA

Ningún equipo de la NFC Oeste tiene récord positivo. Eso no es noticia. Que los Rams, que traen un récord de 6-42 en las últimas tres campañas, sean co-líderes y hoy por hoy, el mejor equipo de la división, ya es más raro. O que los Cards sean también co-líderes con un margen de puntos de -60 (sí, menos 60). O que los Seahawks sólo ganen con el jugador #12. O que los 49ers, favoritos casi unánimes para ganar la división, no se hayan estrenado aún. Todo esto no quiere decir otra cosa que la división está peor que nunca, y eso que arrastra una década ominosa.

 

En el país de los ciegos, el tuerto, St. Louis Rams (2-2), es el rey. Es cierto que han contado con la ventaja de jugar 3 partidos en casa, pero también es cierto que su QB rookie, #1 del pasado draft, Sam Bradford está jugando bastante bien. El domingo completó 24 de sus 41 pases para 298 yardas, 2 TD y un pick. Estuvo bien apoyado por Steven Jackson, quien a pesar de su lesión sumó 70 yardas en 22 acarreos y 54 más en tres recepciones. Pero los Rams también hicieron un buen partido al otro lado del balón. Sumaron 4 sacks, una intercepción y un fumble y no permitieron más que un FG.

 

Los Seattle Seahawks (2-2), en cambio, hicieron su típico partido fuera de casa, y esta vez no les salvó Leon Washington. Y eso que en el Earl Jones Dome se sienten como en casa. Con un partido muy malo estropean una racha de 10 victorias consecutivas contra sus rivales. La mitad de ellas, en el Dome.

 

En el Qualcomm Stadium se dieron cita los San Diego Chargers (2-2) y los Arizona Cardinals (2-2). Los primeros para jugar al football. Los segundos para pasear por la costa, como hacen los del interior cuando hace un buen día. Philiph Rivers completó un partido perfecto. Sus 15/20 para 241 yardas y 2 pases de TD a Antonio Gates (7 recepciones, superando las 500 en su carrera, 144 yardas) generaban un QB ratong de 148,1. El FB Mike Tolbert y el rookie Ryan Mathews sumaron 155 yardas de carrera y otros 2 TD. En defensa forzaron 9 sacks, 2 picks y un fumble. Shaun Phillips, él solito, firmó 4 sacks y retornó una intercepción 31 yardas para TD. No está mal.

 

Los Cardinals se podrían haber ido de vacío. Su ataque sólo sumó 124 yardas totales y un FG en los minutos de la basura. Derek Anderson, después de ser interceptado en dos ocasiones antes del descanso, fue sustituído por el rookie Max Hall. Tampoco estuvo mucho mejor, pero sólo perdió un balón en un sack. Qué malo debe de ser Matt Leinart cuando lo echaron de este equipo.

 

LONDON CALLING

Estamos a un mes de volver a disfrutar de la experiencia de la NFL en Londres y es tiempo para ir calentando motores. Será la 4ª edición y, como siempre, el ambiente y la diversion alrededor del partido estarán asegurados para la afición europea. Otra cosa será lo que se vea en el campo.

 

El 1º año tuvimos a los Giants (5-2) frente a unos flojísimos Dolphins (0-7). El partido resultó igualado pero aburrido, en gran parte por la lluvia y el blando terreno de juego. A la postre, resultó que vimos al que sería campeón en una increible Super Bowl. Los Dolphins a duras penas evitaron la «temporada nefasta». En la 2ª edición tuvimos espectáculo, con dos equipos ofensivos frente a frente y un tiempo seco. Saints (3-4) y Chargers (3-4) completaron un enfrentamiento emocionante y vistoso. Pudimos ver al que sería campeón la siguiente temporada, además. El año pasado, la diferencia de calidad entre Pats (4-2) y Bucs (0-6) se notó demasiado.

 

Es interesante, por tanto, seguir la evolución de 49ers y Broncos este mes. Los pesimistas prevén un partido flojo (ver el récord de los mineros es para llorar), pero yo soy optimista y creo que dentro de un mes ambos equipos van a estar luchando por la clasificación y que la victoria va a ser importante y disputada.

 

No le queda otra a Mike Singletary. O los San Francisco 49ers (0-4) se ponen las pilas, o va a tener que buscar empleo la próxima campaña. El domingo lo volvieron a hacer en el Georgia Dome, el derrotarse a sí mismos. No es que se notara demasiado la mano del nuevo coordinador ofensivo Mike Johnson, pero Alex Smith (21/32, 188 yardas, TD, 2 picks) comenzó el partido con un drive espectacular con 6/6 pases completados, el último de ellos para TD a Vernon Davis. En el siguiente drive, la defensa minera firmó un «3 y fuera» y bloqueó el punt de Michael Koenen. El safety rookie Taylor Mays, demostró concentración y fundamentos atrapando el balón en la endzone por los pelos.

 

Hasta aquí las buenas noticias para los californianos. No volvieron a anotar en los restantes 49 minutos de partido. Ni se acercaron a FG range. Es cierto que en defensa estuvieron finos y contuvieron a los Atlanta Falcons (3-1) durante casi todo el partido. Michael Turner y Jason Snelling apenas sumaron 81 yardas de carrera, y Matt Ryan (26/43, 273 yardas, TD, 2 picks) no encontraba la cerradura de la defensa minera. Un TD por allí, un par de FG por allá y los Falcons se acercaban, pero eran incapaces de dar la vuelta al marcador. A 3:40 del final, Ryan, desde su yardas 8, parecía iniciar su último drive, sólo un punto por debajo en el marcador. Dos minutos después, a 1:30 del final era interceptado por Nate Clements.

 

¿Final de partido? ¡No! Clements no es sólo uno de los jugadores mejor pagados de la liga, es un jugador mal entrenado y que antepone su lucimiento personal al bien del equipo. Intentando anotar en el retorno (algo que no es lo que más interesaba, pues dejaba a Ryan un minuto y medio para empatar el partido) perdió el balón. Ryan agradeció el favor dirigiendo un drive ganador rematado por un FG de 42 yardas de Matt Bryant sobre la bocina, que clavó el último clavo en el ataúd de los 49ers.

 

Por cada jugdor poco inteligente en el campo como Clements hay otro espabilado que se aprovecha. Roddy White, lider de los receptores de su equipo (7, 104 yardas), salvó a los Falcons persiguiendo al CB y robándole el balón de un manotazo. ¿Os suena la jugada? La temporada pasada el propio White robó otro balón interceptado a otro Niner poco inteligente, Dre’ Bly, mientras hacía tonterías en el retorno. Seguro que la mayoría de aficionados recuerda la jugada. Clements, no.

 

Mejor van las cosas para Los Denver Broncos (2-2), que igualaron su récord gracias a una brillante victoria en Nashville, cimentada en el buen juego de su QB, siempre sospechoso, Kyle Orton (35/50, 341 yardas, 2 TD, pick), quien repartió el balón entre Brandon Lloyd (11 recepciones, 115 yardas) y Eddie Royal (8, 113, TD), ante la imposibilidad de mover el balón por tierra (¡8 yardas en 17 acarreos de sus RB!). Y eso que Orton sufrió 6 sacks para una pérdida de 33 yardas. En Denver nadie se acuerda ya de Cutler.

 

Los Tennessee Titans (2-2) no estuvieron tan finos en ataque como en su pass rush y en su defensa terrestre. Si la defensa rival frena a Chris Johnson (19 acarreos, 53 yardas), Vince Young (17/28, 173 yardas, TD) no es capaz de sacar el partido adelante con el juego aéreo, y eso que el rookie Marc Mariani colaboró con un retornde de kickoff de 98 yardas para TD.

 

TWO MINUTES WARNING

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Los Jacksonville Jaguars (2-2) volvieron a interpretar ese papel de «bestia negra» de los Indianapolis Colts (2-2) que hace tiempo no veíamos. David Garrard, amenazado por el fichaje de Trent Edwards, trató de tú a tú a Peyton Manning y completó un partido productivo y sin errores (17/22, 163 yardas, 2 TD), bien escoltado por Maurice Jones-Drew (26 acarreos, 105 yardas, TD, más otro de recepción. Manning tuvo sus números habituales (33/46, 352 yardas, 2 TD, con un pick de carambola), con otro par de TD de Joseph Addai en situaciones de goaline.

 

La clave de un partido como éste, en el que ambos equipos alternaron touchdowns, es no darle el último balón a Peyton. Garrard puso a los suyos un TD arriba al filo del two minutes warning. El partido tenía pinta de ir a la prórroga, dos minutos eran mucho tiempo para el #18. Pero los Jaguars inventaron involuntariamente una defensa contra el gameplan de Manning. Dejaron desmarcados a Dallas Clark y Reggie Wayne (15 recepciones, 196 yardas, récord personal), y en poco más de un minuto, Peyton ya lanzó a Austin Collie el TD del empate. Ahora el último balón era para Garrard, y con un par de buenos pases, un incomprensible tiempo muerto pedido por Andre Caldwell y una cuasi-intercepción malograda por Kelvin Hayden, consiguió dejar a Josh Scobee el balón a 59 yardas del goalpost. El FG de la victoria es el más largo de la historia de la franquicia, el 8º de la historia de la NFL.

 

No fue el único récord de la tarde. Manning y Jeff Saturday batieron el de partidos (158) para un combo QB-center, batiendo a Jim Kelly y Kent Hull. El tándem Manning-Wayne pasó a ser 2º en la lista de yardas de pase, sólo superados por el tándem… Manning-Marvin Harrison.

 

La derrota de los Colts deja en la cabeza de la AFC sur a los Houston Texans (3-1), que completaron un partido serio en el Black Hole. Gary Kubiak dio una lección como head coach. A pesar de la ausencia del lesionado Andre Johnson, se atrevió a sentar disciplinariamente a su mejor hombre hasta entrado el 2º cuarto por haber llegado tarde a un par de reuniones durante la semana. Su ausencia fue bien cubierta por Derrick Ward (12 acarreos, 80 yardas, TD) y cuando Arian Foster salió, se comió el campo con 131 yardas y un TD en 16 acarreos y otras 56 y otro TD en 3 recepciones. No es fácil tomar una decisión así, pero Kubiak dejó claro que nadie es más importante que el equipo… y además se llevó la victoria.

 

Los Oakland Raiders (1-3) siguen grises… como sus cascos.

 

Los New Orleans Saints (3-1) siguen ganando partidos por los pelos. No se esperaba que el derby sureño contra los Carolina Panthers (0-4) fuera fácil. Nunca lo son. Ppero lo cierto es que tuvieron el partido cuesta arriba durante la 2ª mitad, y no tomaron la ventaja definitiva hasta los últimos 4 minutos del partido.

 

Drew Brees (33/48, 275 yardas) sigue al ralentí, y sólo lanzó un pase de TD, un screen a Lance Moore. Por suerte, les funcionó el repescar al veterano John Carney en detrimento de Garrett Hartley, a quien no le perdonaron el fallo de la semana pasada. Carney conectó los 3 cómodos FG que lanzó, dándole la vuelta al marcador a cuatro minutos del final. Jimmy Clausen (11/21, 146 yardas) tuvo la opción de conseguir el 1º drive ganador de su corta carrera. En el 1º cuarto había lanzado el 1º pase de TD de su carrera profesional, uno de 55 yardas a un desmarcado Jonathan Stewart. En el momento de la verdad salvó un 4º down con un buen pase de 16 yardas, pero su drive murió cuatro snaps después, a sólo 14 yardas del FG range.

 

Por último, los Green Bay Packers (3-1) y los Detroit Lions (0-4) disputaron un extraño derby divisional. Aaron Rodgers se fue al descanso con 8 pases completados de 9, tres de ellos para TD. Pero en la 2º mitad el poderoso ataque quesero no subió ni un sólo punto al marcador. Rodgers completó sólo 4 pases de 8 y fue interceptado en dos ocasiones. A los Lions les funcionó la conexión Shaun Hill (24/53, 331 yardas, 2 TD, 2 picks) – Calvin Johnson en dos ocasiones en la 1ª mitad, pero en la 2ª sólo consiguieron recortar distancias a base de FG (4/5 para Jason Hanson).

 

Los Lions están jugando mejor de lo que indica su récord, pero si estás perdiendo a 6 minutos y medio del final, tu récord es 0-3, llevas 22 derrotas consecutivas a domicilio y estás en 4ª y 9, en la yarda ¡37! de los Packers y chutas un punt, te mereces no volver a tocar el balón. Fue precisamente lo que ocurrió. Nunca unos Leones fuerion tan poco fieros. La semana pasada mantuve a los Packers en el Lombardímetro con una derrota en Chicago. Esta vez los defenestro con una victoria. Por último, Charles Woodson sumó el 10º TD de retorno de intercepción de su carrera. Todo un especialista.

 

BYES DE LA SEMANA

Nadie quiere, cuando el calendario es publicado, un bye en la 4ª semana, pero en ocasiones les viene bien a equipos que arrancan con problemas. Este puede ser el caso de Minnesota Vikings (1-2) y Dallas Cowboys (1-2). Los primeros necesitan que el motor diessel de Brett Favre empiece a carburar. Los segundos salvaron un «match ball» en la Batalla de Texas y tienen una semana más para disfrutarla y ponerse a punto. Sin embargo, ni Kansas City Chiefs (3-0), ni Tampa Bay Buccaneers (2-1) tienen necesidad alguna de descanso. Los de Missouri quedan como únicos invictos en la NFL, ¡quién lo iba a decir hace un mes!. De todos modos, creo que esta temporada nadie va a ganar sus 4 primeros partidos de la temporada. Esta vez los Dolphins del 72 se tomarían su champagne temprano… si la tradición no fuera más que una leyenda urbana. Por último, los de Florida tendrán una semana más para preparar su visita a Cincinnati. No es que sea gran cosa, pero es lo que hay.

 

 

Han ganado a domicilio a Jets y Steelers. Está claro el #1.

La madurez de Sanchez y la 2ª juventud de LT han revitalizado el ataque.

3-1 sin Big Ben. Merecen la 3ª posición por delante de cualquier equipo de la NFC

 

Han alcanzado un liderato que pueden mantener el resto de la temporada.

Si Clausen se va adaptando al nivel «pro» pueden abandonar la 2ª posición.

Se lo merecen por cobardes. Si los Niners no ganan a los Eagles desbancarán a los leones la semnana que viene.

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