Caprichos y delirios del ranking BCS

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Con la primera liberación del ranking BCS sobre el horizonte, el fin de semana se convertiría en toda una auténtica pesadilla para varios de los equipos más destacados del antiguo ranking AP Poll, apareciendo el caos habitual de estas fechas. En una temporada que parecía transcurrir según el guión previsto y sin demasiado ajetreo, la presencia del primer release del ranking BCS parece trastocar a muchos y disipar el panorama a otros, hasta el punto que el escenario por el campeonato nacional comienza a enredarse (Oklahoma pasa de No.6 en el AP Poll a No.1 absoluto), con lo que habitualmente supone dentro de la tradicional polémica en este particular mundillo del college football. Después de una tarde muy competitiva en Lexington, South Carolina (No.10) se vería sorprendida en los últimos instantes por Kentucky, donde el ol’ ball coach Steve Spurrier intuyó (y con razón) lo peor después de comprobar personalmente el estado de la rodilla de su RB estrella, Marcus Lattimore. La defensa de Texas, con una disciplina y técnica espectacular sobre sus asignaciones, convertiría la tarde literalmente en miserable para el QB Taylor Martinez y la propia Nebraska (No.5). Pero el upset que más sorprendería a un servidor sería el naufragio de los Buckeyes (No.1) en Madison ante Wisconsin (No.18). Más que por el propio desplome de Ohio State después de disfrutar de un calendario placentero y sencillísimo (salvo el “complicado” viaje a Illinois o la primera parte ante los ‘Canes), sorprendería la contundencia y facilidad con la que los Badgers dominarían sobre la línea de scrimmage a ambos lados del football durante los primeros 17 minutos y la falta de respuesta en esos instantes por parte de los pupilos de Jim Tressel. Después de la dolorosa y abultada derrota por 31-13 en Columbus la pasada temporada, tras contener a OSU en 184 yardas totales (sus guarismos más bajos de toda la temporada) y conseguir, en cambio, 368 totales en ataque (22-8 en primeros downs y más del 71% de posesión), la línea defensiva de los Buckeyes forzaría errores decisivos, traducidos en dos intercepciones retornadas para TD, y junto a un retorno de kickoff también retornado para TD, Ohio State superaría a Wisconsin después de ser dominada estadísticamente. La línea ofensiva y los propios pupilos del head-coach Bret Bielema debieron señalar esta fecha en rojo, porque los Badgers golpearían agresivamente con las mismas armas que un año atrás les costaron el partido en The Horseshoe. En la segunda semana consecutiva que el No.1 absoluto muerde el polvo (después de la derrota de Alabama ante South Carolina), la atmósfera en Madison ya era ensordecedora durante los prolegómenos del partido con 81.194 almas, hasta que el explosivo WR David Gilreath aumentase aún más si cabe los decibelios, con un contundente retorno de 97 yardas en el kickoff del partido. La masiva línea ofensiva de Wisconsin (promedia 321 libras) es una de las 10 más experimentadas sobre el papel de todo el país (107 titularidades totales) y el lado izquierdo entre el LT All-American Gabe Carimi, el LG Travis Frederick y el OC John Moffitt trataría como auténticos “peleles” al front-seven de los Buckeyes (la defensa ranqueaba No.3 del país). El masivo RB John Clay (de otras 255 libras) se aprovecharía de estos físicos y poderosos bloqueos (generalmente sobre el lado izquierdo) para golpear con contundencia los gaps, siendo literalmente imparable (la primera vez que OSU encaja 100 yardas de un RB desde Joe McNight de USC en el 2008), en una noche donde tanto los habitualmente efectivos linebackers de los Buckeyes como el propio estelar DE Cameron Heyward serían reducidos en un factor prácticamente inexistente. John Clay (21 para 104 carreras y 2 TD) anotaba con una poderosa carrera de 14 yardas sobre el lado de Carimi, mientras que aliándose con el RB James White (17 carreras para 75 yardas y 1 TD), quien también es otra presencia física muy importante para los Badgers sobre el juego terrestre, y los seguros screen-plays sobre el WR Nick Toon (6 recepciones para 72 yardas), ampliaban en 21 puntos la diferencia con otra nueva carrera en goal-line de John Clay, después de un dominante e incontestado drive de 10 jugadas, 89 yardas y más de 10 minutos (que arrancaría desde la propia 11 de los Badgers). Sin duda, Wisconsin mostraba sus mejores cartas, que son las mismas que han definido a este programa durante prácticamente dos décadas; dominar sobre la línea de scrimmage mediante un juego terrestre masivo y poderoso (sobrepasando a OSU 197-93 yardas en los primeros 30 minutos). Adentrados en el segundo cuarto, Terrelle Pryor y Dan Herron mostrarían por tierra signos de vida en los Buckeyes y realmente “Boom” Herron (19 carreras para 91 yardas y 2 TD) disfrutaría de gran éxito toda la noche mediante un juego físico terrestre, pero antes del descanso, OSU se debería conformar con un FG de 21 yardas del PK Devin Barclay. El end JJ Watt, quien experimentaría una noche espectacular (3 sacks), no permitiría nada más después de que los Buckeyes consiguiesen un break en el partido con una intercepción del LB Andrew Sweat sobre la yarda 23 de Wisconsin, en el primer error de toda la noche del QB Scott Tolzien (13/16 para 152 yardas y 1 INT) tras una lectura errónea. Barclay fallaría su intento de 45 yardas. En la segunda parte, Pryor (14/28 para 156 yardas y 1 INT) comenzaría a conectar por aire con su clásico objetivo Dane Sanzenbacher (destacando especialmente un deep-out de 24 yardas) y Herron haría el resto por tierra para reducir diferencias con un TD de carrera de 13 yardas después de romper varios placajes. En un tercer down clave con JJ Watt (la pesadilla de la línea ofensiva toda la noche) y varios defensores literalmente sobre la cara de Pryor en la yarda 37 de Wisconsin, el atlético QB conseguía conectar con un lanzamiento bastante peligroso sobre Sanzenbacher de 9 yardas para que Herron redujese aún más la diferencia con una carrera corta de 1 yarda. En una acción diseñada, Pryor ejecutaba un roll-out sobre el lado derecho, para detenerse repentinamente y buscar la esquina inversa conectando con Reid Fragel en la conversión de dos puntos y reduciendo la distancia en solamente 3 puntos con 11:48 en el último cuarto. Cuando muchos en Madison se temieron lo peor después de que el ataque de Wisconsin se “bloquease” en la segunda parte, disfrutando de la cómoda diferencia y un cierto juego conservador, la respuesta de los Badgers ante un potencial cambio de momentum sería contundente. Nick Toon conseguiría varias acciones físicas por aire aprovechando la extrema atención sobre el backfield (sobre todo en un ajustadísimo y fantástico lanzamiento de 20 yardas de Tolzien sobre la línea de banda) y la pareja de RB entre James White y John Clay volvería a ser imparable por tierra, donde White anotaría con una eléctrica acción terrestre de 12 yardas. JJ Watt y la línea defensiva se encargaría del resto conteniendo y presionando con agresividad a Pryor y Philip Welch prácticamente sentenciaba con un FG de 41 yardas (y dos anotaciones de diferencia sobre el marcador), permitiendo finalmente la invasión de la habitual ruidosa y animada sección de estudiantes en el campo para celebrar la primera victoria del programa ante un No.1 desde 1981, cuando los Badgers vencieron a Michigan. Wisconsin rompe, además, con una racha de 3 derrotas consecutivas frente a OSU, en la victoria más importante de Bielema en sus cinco años en Madison (0-4 ante rivales dentro del Top10). (R: 18-31)

 

Geno Smith acaba con un viejo fantasma

 

En la carrera por la conferencia Big East, South Florida había sido tradicionalmente la bestia negra de los Mountaineers en las últimas temporadas, venciéndoles hasta en tres ocasiones durante los últimos cuatro años, pero este pasado jueves noche se demostró que West Virginia (No.25 del AP Poll) es, hoy por hoy, la clase de la conferencia, después de una victoria trabajada, sólida y correctamente gestionada en un duelo bastante físico y de baja puntuación, aunque el echo de que WVU superase los 19 puntos en ataque, supondrían los guarismos más amplios del programa ante la defensa de los Bulls desde 1995. Después de que, una vez más, la potente defensa de USF anulase al explosivo RB Noel Devine (13 carreras para 29 yardas), la fantástica gestión del QB Geno Smith (24/31 para 219 yardas y 2 TD), en su sexto partido como titular en toda su carrera, se antojaría como clave, después de mostrar una sólida compostura dentro del pocket y una eficaz distribución entre su escurridizo y veloz cuerpo de wide-outs, quienes siempre que Smith dispuso de tiempo dentro del pocket, conseguirían mostrarse abiertos. WVU basaría su juego tras un inusual arsenal de lanzamientos cortos y controlados en un enfoque bastante desequilibrado (por ejemplo, el WR Jock Sanders realizaría 10 recepciones para sólo 31 yardas), donde incluso Smith llegaría ha completar 13 lanzamientos consecutivos (abarcando las dos mitades del partido), y después que el propio Smith encontrase completamente abierto en el seam junto a la endzone al WR Brad Starks en un lanzamiento de 31 yardas, subiendo en el marcador una ventaja de 10-0 durante el primer cuarto, el partido se sumergiría en un control absoluto de ambas defensas donde la unidad de USF (No.7 de todo el país) forzaría a Smith sobre terceros downs largos (ambos equipos ejecutarían punts en 7 posesiones consecutivas durante todo el segundo cuarto). Pero con segundos para finalizar la primera parte, llegaría el game-changing-play del partido cuando Robert Sands se adelantaría sobre un lanzamiento del QB BJ Daniels buscando al WR Evan Landi para interceptarlo y retornarlo 27 yardas hasta la 7 de USF, donde un tradicionalmente conservador Bill Stewart llamaría al trickery permitiendo que Noel Devine anotase una recepción de 11 yardas después de un hook-and-lateral sobre su dirección. En el primer año del QB BJ Daniels como titular en el programa (después de dar el salto en su año true-freshman), los Bulls demostraron una falta preocupante de explosividad y carencia de playmakers después de perder a una referencia como Carlton Mitchell (ahora en la NFL) y USF fracasaría en su intento por aislar al WR Dontavia Bogan en situaciones de hombre-a-hombre. Sin embargo, Skip Holtz buscaría centrar su juego sacando a Daniels del pocket, pero el front-seven de WVU no lo permitiría, contendiéndole con eficiencia y proporcionando constante presión off-the-edges. Las pobres decisiones (3 INT y 4 sacks encajados) de un inexperto BJ Daniels tampoco ayudaron y los Bulls han sido incapaces de anotar un TD ofensivo en los dos últimos encuentros. Uno de los aspectos más importantes a considerar es que la defensa de West Virginia se mostró al nivel de la de USF, reduciendo el ataque de los Bulls en 202 yardas. Su progreso en las cuatro últimas semanas está siendo bastante significante con un promedio de 231 yardas permitidas, 156 aéreas, 5,6 yardas por intento y un ratio 4-7 de touchdowns respectos a intercepciones. (R: 6-20)

 

Texas baja los humos a Nebraska en Lincoln

 

Después de perder miserablemente en casa ante UCLA o de quedarse a un fumble de completar una milagrosa remontada en el Red River Shootout ante Oklahoma, muchos de los más reputados analistas y las propias casas de apuestas (10 puntos de spread como auténtico underdog) habían dejado de confiar en Texas y unos Longhorns que hace apenas unos meses competían por el campeonato nacional en Pasadena ante Alabama. Para muchos, Nebraska era la clase actual de la conferencia Big-XII e incluso sus aparentes fervientes ganas de revancha después de la derrota del año pasado en el último segundo en Arlington, la convertían en la gran favorita para este showdown, pero los corn-fed apenas llegaban avalados por victorias ante rivales de dudosa entidad como Washington o Kansas State (que me perdonen sus fanáticos), donde su joven quarterback, Taylor Martinez, había maravillado a propios y extraños, con incluso muchos atreviéndose a mencionar el Heisman Trophy. De cualquier modo, sí algo tienen los ‘Horns es una defensa atlética, fuerte y rapida como se demostró en la segunda parte ante los Sooners, pero su paupérrima actuación en varias acciones puras de zone-read frente a los Bruins, habían disparado la desconfianza general sobre los pupilos de Mack Brown. Con dos semanas de preparación, el astuto DC Will Muschamp tuvo el tiempo suficiente para tener lista a su unidad defensiva frente a la zone-read, la spread general y el explosivo ataque de los Cornhuskers, y los Longhorns lo bordaron defensivamente (202 yardas totales y 125 terrestres permitidas cuando los ‘Huskers promediaban por tierra por encima de las 337 yardas). El LB Keenan Robinson, el DT Kheeston Randall, el end Alex Okafor y los Achos, Sam y Emmanuel, se pusieron las pilas para controlar la línea de scrimmage y la defensa en general se mostraría muy disciplinada y tremendamente eficaz en sus asignaciones defensivas, convirtiendo en miserable la tarde para Taylor Martinez, quien apenas conseguiría 14 yardas en su acción terrestre más explosiva sobre un total de 21 en 13 intentos (cuando promediaba más de 147 yardas terrestres por partido y 11 por intento). Con los habituales problemas de Texas para hacer funcionar su juego aéreo, los ‘Horns fueron a lo básico y más seguro, abandonando literalmente este apartado del juego (62 yardas) e incluso involucrando significativamente al QB Garret Gilbert sobre el juego terrestre (11 carreras para 71 yardas y 2 TD). Keenan Robinson recuperaba un fumble del RB Roy Helu en la 21 de Nebraska, para que en un fake de reverse sobre el WR John Chiles, Gilbert consiguiese un sencillo TD en un scramble de 3 yardas sin ser tocado, subiendo 10 puntos sobre el marcador. La defensa de los ‘Horns conseguirían eliminar tanto las posibilidades terrestres como la propia habilidad dentro del pocket de Taylor Martinez, pero gran parte de esta paupérrima actuación ofensiva (77 yardas aéreas totales) llegaría por la gran variedad de constantes y fatales drops de los ‘Huskers. Nada más arrancar la segunda parte, el habitualmente confiable RB Rex Burkhead dejaría caer un balón completamente abierto junto al pylon que, en cambio, obligaría a Nebraska a buscar el FG de 45 yardas del PK Alex Henery. El safety Rickey Thenarse cometería un facemask para más tarde ser incapaz de asegurar un placaje que permitiría al RB Fozzy Whittaker escaparse 41 yardas hasta la 10 de Nebraska, donde Gilbert anotaría con un QB-sneak, ampliando la ventaja 17-3. En los instantes finales del tercer cuarto, el head-coach Bo Pelini abandonaría completamente el plan con Martinez después de ser un factor ofensivo irrelevante, mandándole directamente al banco y buscaría (principalmente) el juego aéreo con el experimentado QB backup Zac Lee dentro del pocket, sin embargo, el WR Niles Paul cometería un nuevo drop y nuevamente Nebraska tenía que conformarse con un FG de 28 yardas de Alex Henery, reduciendo la distancia en dos anotaciones. En situación de 4th down y en la yarda 28 de Texas en el último cuarto, Lee conectaría aparentemente en el hombre-a-hombre con el WR Brandon Kinnie, sin embargo éste cometía un nuevo drop clamoroso cuando se adentraba a la endzone sin oposición. Después de este break y con poco más de 7 minutos sobre el reloj, Texas se dedicaría simplemente a hacer correr el tiempo con su poderoso FB/RB Cody Johnson atacando físicamente por tierra, pero desde la 33 de Nebraska y ante un FG bastante largo, el PK Justin Tucker, en una acción bastante interesante e inteligente buscando eliminar al retornador, ejecutaba un punt directamente desde una formación de kickoff, pero con tan mala suerte que Eric Hagg en una acción eléctrica, después de que Jared Crick eliminase del camino a Blake Gideon, conseguía retornarlo 95 yardas para TD. Sin embargo, Bo Pelini apostaría sin éxito por el onside-kick con poco más de 3 minutos y por novena ocasión en 10 encuentros desde que los Cornuskers llegasen a la Big-XII, los corn-fed parecen abandonar la conferencia sin derrotar a un rival que ha atormentado a este programa durante los últimos años. (R: 20-13)

 

Newton vuelve a aparecer en el clásico shootout en The Plains

 

Después de salvar a Auburn en Lexington con una actuación sublime ante Kentucky y donde, además, sería clave en el drive ganador con un FG del PK Wes Byrum con el reloj a cero, el QB Cameron Newton volvería a ser, una semana más, literalmente imparable para la defensa rival con un total de 328 yardas de ataque (188 yardas y 3 TD terrestres). Las expectativas eran grandes después de haber sido un prestigioso recruit (No.2 en su posición en la clase del 2006 para Rivals.com) y tras su breve pero prestigioso paso por la universidad de Florida, sin embargo, pocos eran los que vaticinaban este brutal nivel de impacto después de su paso por el JuCo de Blinn College en Brenham (Texas). Newton lideraría terrestremente el shootout frente al enorme y poderoso QB Ryan Mallet, sin embargo, el QB natural de Texarkana sufriría una conmoción cerebral en el segundo cuarto que le sacaría definitivamente del partido, tomando el testigo un inexperto QB backup Tyler Wilson (su única experiencia fue la primavera donde trabajaría con mayor relevancia debido a los problemas físicos de Mallet). Un sweep-play de 13 yardas sobre el RB Onterio McCalebb subirían al marcador 10 puntos de diferencia con poco más de 4 minutos para finalizar la primera parte, en una diferencia que se sospechaba como una losa demasiado grande de levantar para unos mermados y aparentemente desmoralizados Hogs tras la lesión de su líder, Ryan Mallet, y el particular show ofensivo de Newton, pero la defensa de Auburn decidió unirse a la fiesta (566 yardas totales permitidas). Wilson bombardearía con descaro y fantástica precisión la secundaria local hasta encontrar en la endzone en un lanzamiento de 36 yardas al WR Greg Childs reduciendo la distancia en 3 puntos con poco más de un minuto sobre el descanso, y partir de entonces, el encuentro se sumergiría en un auténtico “duelo del oeste” entre ambos signal-callers. En el último cuarto, Wilson conectaba in-stride sobre un eléctrico slant de Childs en una acción de 23 yardas y la genial conversión de dos puntos del propio Childs, situaba sorprendentemente a Arkansas por delante del marcador 43-37, pero estos no serían suficientes puntos en una noche donde se establecería el record absoluto de la conferencia SEC para un partido sin prórroga. Después del esfuerzo de los Hogs para aguantar cara a cara el poderosísimo ataque de Auburn en un ruidoso y ostil Jordan-Hare Stadium, el LB Craig Stevens y el DT Mike Blanc harían un “sandwich” sobre el RB Broderick Green, para que este cometiese un muy riguroso fumble que sería recuperado y retornado 47 yardas para TD por el safety Zac Etheridge, en una jugada que sería definitiva y también polémica, aunque ya en la primera parte los cebras preservarían otra polémica anotación de los Tigers. Entonces Wilson cometería dos intercepciones consecutivas sobre el LB Josh Bynes en sus dos únicos errores del partido, que acabarían con las posibilidades de los Razorbacks. Auburn ha sobreanotado 69-21 a sus rivales después del tercer cuarto (incluyendo la OT ante South Carolina) y en los dos últimos encuentros ante rivales ranqueados, su oportunista defensa ha conseguido forzar 7 turnovers en el último cuarto. (R: 65-43)

 

Los Gamecocks parecen no querer llevarse la división y pinchan en Lexington


Después de su trabajado y merecido upset la semana anterior ante Alabama (antiguo No.1) en Columbia en la victoria más importante del programa en toda su historia, South Carolina (No.10 en el AP Poll) sencillamente sufriría las consecuencias de la resaca tras la victoria frente a los Crimson Tide, ante un rival que se está convirtiendo en todo un pseudo “mata-gigantes” en Lexington (nunca antes habían ganado a un equipo de Steve Spurrier en 17 enfrentamientos y sumaban 10 derrotas consecutivas ante USC). Mientras su RB true-freshman Marcus Lattimore estuvo sobre el campo, los ‘Cocks lideraría con comodidad sobre el marcador 28-10 durante la primera parte, con Lattimore corriendo para 79 yardas (15 intentos, 5,3 de promedio y 2 TD). La estrella emergente del programa conseguiría 212 yardas y 3 TD totales (USC explotaría los constantes miss-matches de Lattimore con los ends de Kentucky en sus asignaciones y el sobreagresivo puss-rush local sacándole del backfield), pero se pasaría prácticamente toda la segunda parte fuera del partido, después de sufrir una lesión en su rodilla izquierda en un placaje durante los primeros compases del tercer cuarto. La defensa de Kentucky limitaría el ataque de los Gamecocks en 103 yardas totales durante los últimos 30 minutos (teniendo en cuenta que en el último drive a la desesperada conseguirían 49) para arrebatarles la diferencia de 18 puntos sobre el marcador. En situación de 4th down y 7 yardas en la 24 de USC y con 1:15 sobre el reloj, Mike Hartline (32/42 para 349 yardas y 4 TD) ejecutaría un fake sobre el slant-pattern de Chris Matthews como decoy (12 recepciones para 177 yardas y 1TD), encontrando completamente abierto en la goal-line al WR Randall Cobb en un lanzamiento de 24 yardas para TD, que sería ampliado con la conversión de dos puntos del propio Cobb, situando a UK por delante en el marcador por primera vez con 3 puntos de ventaja. Los Gamecocks conseguirían llegar a la yarda 20 de UK en el último minuto, pero el QB Stephen Garcia, que había experimentado un partido muy sólido con los mejores guarismos aéreos de toda su carrera (20/32 para 382 yardas, 2 TD y 2 INT), buscaría al WR Lamar Scruggs en la endzone y el propio partido con 4 segundos restantes, sin embargo, acabaría siendo interceptado mansamente en el aire por Anthony Mosley después de ser previamente desviado su lanzamiento. (R: 28-31)

 

 

 

 


  • La defensa de Michigan State. Después de un inicio de temporada bastante titubeante en Septiembre, los Spartans parecen haber dado un salto cualitativo defensivamente. Tras destruir las posibilidades de Heisman del QB Denard Robinson, Michigan State conseguiría su record de la temporada con 4 sacks y contendría a la Illini por debajo de 100 yardas en su promedio terrestre de la temporada.

  • Ya lo apunté la anterior semana. Es interesante el potencial de futuro y el talento emergente de Taylor Martinez para Nebraska, pero repito, es un ataque que aún busca su personalidad y una cierta continuidad (como evidenció el cambio de filosofía en el tercer cuarto con Zac Lee tras el center). La primera defensa real que apareció en el camino de Martinez, acabaría convirtiéndole en un factor literalmente inexistente, pero cierto es que sus receptores no ayudaron ni lo más mínimo con innumerables drops y muchos de los cuales fueron decisivos en la dirección del partido.

  • Texas tampoco puede presumir demasiado de su mediocre ataque. La tradicional blackshirt defense de los ‘Huskers no es, ni de cerca, el mismo intimidante grupo sin Ndamukong Suh y los ‘Horns consiguieron solamente las jugadas justas que necesitaron en ataque con Gilbert, sorprendentemente, tendiendo considerablemente sobre el juego terrestre (71 yardas) con acciones muy poco ortodoxas. En la próxima oportunidad, de poco les servirá este enfoque a los pupilos de Mack Brown.

  • Lo apuntó Brent Musberger durante la retransmisión del Saturday Night Game y lo corroboro. Salvando las distancias, el end JJ Watt recuerda mucho en su pasión e incansable motor a Jared Allen. Increíble que este chico estuviese tan desaprovechado en Central Michigan (de donde procede tras su transfer), después de ser utilizado única y exclusivamente como tight-end.

  • El lado ciego de Wisconsin con el LT All-American Gabe Carimi sería una pesadilla para la línea defensiva de los Buckeyes, donde casualmente habita el estelar DE Cameron Heyward (posible Top10 del próximo Draft de la NFL), quien sería eliminado literalmente del partido gracias al poderoso y dominante esfuerzo sobre el punto de ataque de la masiva línea ofensiva de los Badgers. Con este poderoso juego terrestre, Wisconsin va a ser muy complicado de detener, pero esta aún por ver si los pupilos de Bielema mantienen esta regularidad durante el resto de la temporada. Sí es así, la Rose Bowl podría dejar de ser una utopía en Madison.

  • La nueva Mississippi State de Dan Mullen. El plan de reconstrucción en Starkville parece haber encontrado definitivamente su “marquee victory” en The Swamp, que catapulte definitivamente la publicidad del programa alrededor del sur y la nación entera. Sin ir más lejos, esta hazaña es la primera victoria de los Dawgs en Gainesville desde 1965. Después de sumar cuatro victorias consecutivas (con un increíble récord de 5-2), MSU tan sólo tiene que vencer a una débil UAB para acabar con una sequía de 3 años sin visitar la post-temporada. El héroe en la sombra esta siendo el nuevo coordinador Manny Diaz, quien dirige una defensa que tan sólo ha permitido un promedio de 16 puntos en los encuentros de conferencia ante Auburn, LSU, Georgia y Florida.

  • Alabama continúa “olvidándose” de su poderoso juego terrestre (105 yardas en 26 intentos y 4 yardas de promedio entre su célebre backfield) e insiste en dejar toda la responsabilidad sobre las manos del QB Greg McElroy, a quien nadie puede reprocharle nada, ciertamente. Por momentos, la línea ofensiva Crimson Tide parece tener problemas para “abrir la lata” sobre el juego terrestre en los early-downs y nuevamente ‘Bama ganaría con jugadas aisladas (un roughing-the-kicker que convertiría 3 puntos en un TD del H-back Preston Dial y un big-play de 85 yardas en un screen-play sobre Richardson). Como aficionado confeso de Alabama, estoy un tanto preocupado por la peligrosa dirección que está tomando la temporada.

  • Todo el mundo habla del monstruoso QB Blaine Gabbert y el potente juego aéreo de Mizzou, pero la defensa de Dave Steckel es la gran y única razón de porque los Tigers muestran actualmente un record perfecto de 6-0. Con un total de 7 sacks (3 del joven DE Brad Madison), Missouri mantendría a los Aggies fuera de la endzone durante los primeros 52 minutos del partido y aún no han permitido un TD durante los primeros 3 cuartos de los tres últimos partidos.

  • Después de varias semanas manteniéndome un poco alejado de cualquier discusión sobre el Heisman, es momento de hacer público mi gran favorito, y ese no es otro que el QB Cameron Newton (cuarto partido por encima de las 170 yardas terrestres y 25 TD totales, 13 por aire y 12 por tierra. Sin ir más lejos, el QB Pat Sullivan tiene el record de TD totales en Auburn con 26 en 1971 cuando ganaría el Heisman Trophy). Creo que los que lleváis siguiéndome conocéis mi predilección absoluta por Newton desde aquella complicada visita de los Tigers entre los cencerros de Starkville el 4 de Septiembre. Newton ha dado un giro de 360 grados al programa.

  • Ya que cada semana hablo de un receptor élite, ¿qué me dicen de Greg Childs? Con Ryan Mallet fuera por una conmoción cerebral, Childs se echaría los Hogs a la espalda con explosivos cambios de dirección, acrobáticas recepciones y fluídos movimientos, que le convierten en un wide-out auténtico para el siguiente nivel.

  • Hablando de Mallet, pocos creerían realmente en las posibilidades reales de Arkansas con su jugador franquicia vestido de paisano en la banda, pero su backup Tyler Wilson lo bordaría durante instantes bombardeando con precisión y contundencia la secundaria de los Tigers, hasta que en su primer error del partido, después de aguantar demasiado el balón dentro del pocket y entregar su envío muy tarde, sería interceptado por el LB Josh Bynes. A continuación, una falta de comunicación con Joe Adams, le costaba otro nueva intercepción a cargo del propio Bynes, y Wilson tiraba al garete en apenas minutos su inconmesurable esfuerzo por superar la sensible baja de Mallet.

  • Tal vez, si no hubiese sido por las prematuras y contraproducentes derrotas (desde el punto de vista propagandístico) ante Boise State y James Madison, Tyrod Taylor podría haber entrado perfectamente dentro de la conversación en la carrera por el Heisman. En una racha de 5 victorias consecutivas de los Hokies, Taylor lidera terrestremente a VTU y es el No.14 en eficiencia de pase de toda la nación, después de lanzar para una docena de touchdowns y sufrir solamente 3 intercepciones.

  • Da’Quan Bowers llegaría a Clemson como el jugador No.2 (según Rivals.com) de todo el país en el instituto, y su carrera parecía correr serio peligro de dirigirse al fracaso, sin embargo, la reciente muerte de su padre en Agosto le ha inspirado para encontrarse frente a la temporada de su boom definitivo. Prácticamente imposible de bloquear durante el último mes, Bowers parece destinado a ser el siguiente end élite del programa después de conseguir 15 placajes para pérdida de yardas y 9 sacks, en una victoria esta semana donde maltrataría literalmente a la línea ofensiva de Maryland (3 sacks).

  • La esquizofrenia permanente en Berkeley. Personalmente siempre evito apostar o hacer un pronóstico sobre California. Son, sin duda, el programa pupas de toda la nación y los Golden Bears realmente tienen talento suficiente para competir con mayor habitualidad. En su tercera derrota en los últimos cuatro partidos, CAL sería literalmente aplastada por unos Trojans de capa caída. Posiblemente uno de los partidos más humillantes de la era del head-coach Jeff Tedford, y las dudas acerca de su dirección del programa se disparan hasta cotas insospechables. Tal vez es el momento de que el programa busque una nueva orientación.

  • Desde el 2006 al 2009, Central Michigan ganaría 38 partidos, tres títulos de la MAC, dos bowls y un fantástico record de 31-4 en duelos interconferenciales. Supuestamente este año se esperaba de “cierto retroceso” y como de reconstrucción en Mount Pleasant, pero el programa aún presenta talento suficiente como para intentar poner cara la conferencia MAC. En cambio, el nuevo head-coach Dan Enos presenta un pobre record de 2-5, con las dos únicas victorias ante rivales de la dudosa identidad de Hampton y Eastern Michigan (quienes han roto con una racha consecutiva de derrotas horrible). No parece que nada cambie esta semana ante Northern Illinois y los Chippewas pueden encontrarse ante un record de 1-4 dentro de su conferencia, después de caer derrotados en casa ante Ball State (quienes perdieron ante los propios Eastern Michigan) y Miami (Ohio). La parroquia de los Chippewas añora la época del QB Dan LeFevour tras el center…

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Israel Llata
Israel Llata es natural de Maliaño, una localidad de Santander (Cantabria). Ingeniero informático de profesión y aficionado al fútbol americano desde mediados de los años 90, asombrado por la habilidad atlética del quarterback Steve Young y aquellos exitosos 49ers. En los últimos tiempos centraría su mirada sobre un desconocido pero excitante college football, destapando su corazón como entusiasta aficionado de Alabama, una institución a la que rinde culto. Analiza en su columna semanal la jornada universitaria desde 2007. @israel_lata

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