w8: Halloween londinense

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Dedicado a Josechu, que estuvo entre nosotros «en espíritu» y por SMS en el «London 2k10».

 

La 4ª edición de las International Series de la NFL coincidieron con la celebración de Halloween, lo que significó más ambiente (si cabe), más desparpajo a la hora de vestir en las londinenses (si cabe), más pintas de cerveza y más cachondeo, aunque no necesariamente más football.

 

Ya que fue un fin de semana de disfraces, tal vez sea el momento de quitarnos las caretas y decir que el partido en sí es lo menos importante de un fin de semana que significa un encuentro entre amigos y una oportunidad para escaparnos de nuestras rutinas semanales. Por favor, guardadnos el secreto.

 

El «Rat Pack» de esta edición lo componíamos Pepelu y su hermano Esteban, Alejandro, Miguel Angel, Jose Villelabeitia y el que suscribe. Lo primero que hay que decir es que el 1º objetivo del viaje era sacarnos una foto con nuestra camarera favorita de nuestro pub favorito, al lado de nuestro hotel favorito. Lamentablemente, no tenemos testimonio gráfico, lo que quiere decir que tendremos que volver. Esperé a Jose en Stansted y para cuando llegamos al bar, donde nos esperaba el resto del grupo, ya había finalizado su turno.

 

Jose dice que es muy raro que una camarera aguante tanto tiempo en un mismo bar en Londres, pero nuestra amiga lo hace. No me extraña, con los horarios que tiene, porque no la volvimos a ver. Sin embargo, las referencias de Alejandro, Miguel Angel y los hermanos Pérez Blanco señalan que sigue estendo muy bien… de salud. Si no mejor. Nos bebimos una Young caliente recomendada por Pepelu (una y no más), y nos dirigimos a Picadilly a cenar.

 

Hay dos maneras de comer bien en Londres. Una es ir a restaurantes especializados en cocinas foráneas. Otra es desayunar tres veces. Después de haber cenado en un italiano y en un indio en años anteriores, tocaba hacerlo en un japonés, recomendado por Jose, quien se encargo de hacer la reserva días antes. En el restaurante las mesas están en un semicírculo rodeando la plancha del cocinero que cocina todo delante de tus ojos. El cocinero no era japonés, pero dominaba el cuchillo y el espectáculo de la plancha como ninguno.

 

Lo mejor no es que comimos bien, sino que compartimos el semicírculo con una simpática pareja noruega. Jan nos presentó a su prometida Karen, con la que se pensaba casar… ¡cuando deje a su mujer y se divorcie! Había estado recientemente en Bilbao y lo que más le gustaban era.. el vino y las mujeres, ¡cómo no!. El rijoso noruego engañaba a su prometida pidiéndole a la camarera que le trajera vino blanco en un vaso de agua cuando ésta se ausentó para ir al baño. ¡Un figura! Porque tenía que coger un vuelo temprano, que si no se viene de juerga con nosotros después de dejarla en el hotel.

 

La noche londinense en víspera de Halloween fue más loca aún de lo acostumbrado, llena de gente disfrazada y de bares decorados. En mi entorno soy conocido por llevar siempre menos ropa de lo que la climatología aconseja, incluso para ser vasco. Pero las chicas de Londres tienen menos frío aún, o por lo menos lo parece. Era todo un contraste ver a la sección almeriense del Rat Pack enfundada en guantes, abrigos y bufandas y cruzarse con las chicas, disfrazadas o no, deambulando del metro a un bar o de un club a otro.

El resto de la noche os lo podéis imaginar. Unas pintas de cerveza y al hotel de manera correcta y ordenada, como corresponde a seis apuestos pero sensatos jóvenes que aman a sus respectivas esposas/novias.

 

El domingo tuvimos una»floppy» mañana para hacer un poco de turismo en Londres. Optamos luego por ir a comer al Sports Cafe de Haymarket en lugar de al Tailgate, después de nuestra experiencia de la pasada temporada. Sin embargo, puede apreciar a posteriori que este año estaba bastante bien montado. No sé si hubo muchas colas o no para conseguir comida. Espero vuestras aportaciones.

En el Sports Cafe nos dimos cuenta que habíamos caído a traición en una fiesta de los Broncos, pero había que comer algo. Claro está que las traiciones, con Cheerleaders, son más llevaderas y así Brianne, Nikky, Nicole, Michelle, Tara y Allyson (en la foto) pudieron quitarme el disgusto con unas fotos y unos autógrafos. Lo cierto es que las chicas son unas grandes profesionales y no se cansaban de atender e interesarse por todos los aficionados que nos acercábamos a darles un poco la pelmada, aunque fuera con la camiseta del rival. Por simpáticas, les prometí que las incluiré en la sección de la cheerleader de la semana en cuanto ganen los Broncos el siguiente partido.

 

Con el estómago lleno y con las vejigas vacías, aunque hay que decir que para los hermanos Pérez Blanco esto último no dura mucho después de unas diuréticas pintas, nos dirigimos a Wembley.

 

CHEERLEADER DE LA SEMANA

La «cheerleader» de la semana no podía ser otra que Marisa Miller, fan declarada de los San Francisco 49ers (2-6), y que acudió a promocionar la NFL a Londres, a animar el Fan Rally de Trafalgar Square y el tailgate.

 

El pregame fue tan espectacular como siempre, con el añadido de ver con tus propios ojos a unos mitos vivientes como John Elway y, por supuesto, Jerry Rice. Fue curioso ver cómo los ingleses se atreven con todo, como tocar su himno con una guitarra en lugar de cantarlo, con unos resultados más que cuestionables.

 

En lo que se refiere al partido, tuvo el aliciente para Miguel Angel y para mí de ver en directo a tus colores y ver a los 84.000 espectadores agitando banderas de los 49ers en un magnífico estadio. Tal vez lo volvamos a ver algún día en Santa Catalina.

 

El ser parte interesada en el partido ayudó a tragarse una primera mitad infumable. Mike Singletary y Josh McDaniels hicieron un flaco favor al football con un gameplan tan conservador y miedoso. En la 1ª mitad no llegaron a las 250 yardas totales entre los dos equipos y vimos 8 punts y un FG.

 

El partido transcurrió así entrados 5 minutos del 3º cuarto hasta que lo despertaron los Denver Broncos (2-6) con un play action de Kyle Orton (28/40, 369 yardas, TD, pick), que se comió la defensa minera, con un pase de 71 yardas al ex-niner Brandon Lloyd (7 recepciones, 169 yardas, TD). En la siguiente jugada, el jugador más aclamado por los Broncofans, el Heisman Tim Tebow, salió para anotar su TD desde la yarda 1.

 

Después de un largo FG (52 yardas) de Joe Nedney, que se estrelló en el fosforescente goal post, antes del final de 3º cuarto vino la jugada clave del partido. La defensa de los Niners volvió a caer en un flea flicker, con pase de TD a Jabar Gaffney. Lo que parecía un TD que aseguraba la victoria de los Broncos y mataba el interés del partido fue anulado por un milagroso chop block de Knowshon Moreno, que aunque no fue intecionado, es una falta que ha de pitarse. Los Broncos se tuvieron que conformar con un FG y con un 10-3 nos encaminamos al mejor cuarto del partido.

 

Troy Smith (12/19, 196 yardas, TD), el otro Heisman, se soltó la melena en el 4º cuarto, en el que se ha ganado la titularidad de la posición. Primero fue una «mandarina» (Miguel Angel dixit) que lanzó en una jugada rota y que si en 9 de cada 10 ocasiones termina en intercepción, esta vez acabó en un pase de 38 yardas, hasta la 1 de los Broncos, a Delanie Walker, que hizo de Vernon Davis, al estar éste muy tocado. Luego el propio Smith anotó el primer TD en un roll out. Los Niners encadenaron tres TD. El 2º fue un pase de 28 yardas a un desmarcado Michael Crabtree y el 3º una carrera de Frank Gore (29 acarreos, 118 yardas), aprovechando un fumble de Orton en un scramble.

 

Fueron 8 minutos de oro para los Niners y la afición minera alcanzó el delirio, viendo como un partido que parecía perdido se había asegurado a menos de 4 minutos para el final. Aún así, le dieron emoción hasta el final. La defensa prevent de los Niners permitió un TD de Lloyd a poco más de dos minutos para el final. El punto extra fallado dejó a los Broncos a 8 puntos de los Niners. 3 carreras del rookie Anthony Dixon no fueron suficientes para lograr un 1º down y los Niners tuvieron que chutar un punt tras el two minutes warning.

 

Para seguir dando emoción al partido, Eddie Royal retornó el punt 78 yardas para TD, pero otra vez otra falta (bloqueo ilegal) anuló otro TD de los Broncos. Al final, la intercepción de Shawntae Spencer aseguró la victoria de los «locales» y vimos algo poco frecuente este año, la formación victory de los 49ers.

 

El balón del partido es para el Smith. Tuvo suerte en su «mandarina», pero se le vio espabilado en el pocket, no cometió ningún fallo y aprovechó sus oportunidades. No es poco, viendo lo que hemos tenido hasta la fecha.

 

MINUTO DE JUEGO Y RESULTADO

El resto de los partidos de las 7, que en Londres eran a las 5 sumando a la hora de retraso, el delay de una semana en el cambio de hora en USA, se siguen a través del videomarcador. Puede que alguno se acuerde de los viejos «marcadores simultáneos» que teníamos en los campos de fútbol hace décadas, como en el viejo Atocha. Un empleado cambiaba los cartones de los números a medida que llegaban las noticias de los goles por la radio. Y ni siquiera se indicaban los nombres de los equipos que jugaban. El marcador de cada partido tenía un patrocinador y tú tenías que consultar una «chuleta» para ver a qué partido correspondía cada patrocinador. Una imagen vale más de mil palabras.

 

Pues en Wembley no tuvimos nada de esto. La NFL va mejorando en muchos aspectos y entre drive y drive no sólo nos ofrecieron en el videomarcador los resultados del resto de los partidos, sino que pudimos ver las imágenes del Red Zone Channel con los TD y las jugadas más interesantes de los mismos. No se puede pedir más. Lo cierto es que para nuestra cuadrilla (nos dividíamos a tercios entre Niners, Dolphins y Lions fans) los resultados no pudieron ser más celebrados.

 

Y para celebrados, los TD de los Jacksonville Jaguars (4-4) en el Cowboys Stadium. Desde luego, a los Dallas Cowboys (1-6) se les ama o se les odia, y por la reacción del público de Wembley, parece que mucha gente le tiene ganas a los Vaqueros, no es el Europa’s Team. Los Cowboys se han rendido ya. La lesión de Tony Romo no justifica una actuación defensiva como la pusieron en escena. Volvieron a encajar 4 TD aéreos en casa por 2ª vez consecutiva, propiciando el mejor partido de la carrera de David Garrard (17/21, 260 yardas, 4 TD, más otro de carrera). En cambio, Jon Kitna tuvo un partido negro y fue interceptado en 4 ocasiones, «ayudado» por las defelcciones de sus bien pagados receptores. Sólo pudo maquillar el resultado en el 4º cuarto. Además de los productivos Mike Sims-Walker (8 recepciones, 153 yardas, récord personal, TD) y Marcedes Lewis (2 recepciones, ambas para TD, 51 yardas), la defensa tuvo su momento de gloria en un goaline stand al filo del descanso, cuando el partido estaba aún abierto. A partir del mismo, los Jaguars pusieron tierra de por medio y sepultaron las esperanzas vaqueras de jugar una Super Bowl en casa. Jerry Jones nunca ha echado a un entrenador a mitad de temporada, pero el proyecto de Wade Phillips es ya historia.

 

Nuestros destacados Dolphans, Jose y Alejandro, también difrutaron con las noticias que llegaban del otro lado del Atlántico, a pesar de los dos TD de Terrell Owens (5 recepciones, 62 yardas) en la 1ª mitad, uno de ellos en colaboración con Chris Clemons. Pero los Cincinnati Bengals (2-5) no están nada finos y no han mejorado tras el bye. Los Miami Dolphins (4-3) se repusieron de la injusta derrota de la semana pasada, y aunque parece que tienen aversión a pisar la endzone, les basta con que Dan Carpenter sigan antando los FG de 5 en 5. Volvió a estar perfecto en la manita de FG que chutó, el más largo de 54 yardas, y no hizo falta nada más para derrotar a unos poco feroces tigres. El TD de Ricky Williams sólo fue la puntilla. Los Bengals no llegaron a la redzone en toda la 2ª mitad, y para una vez que se acercaron, Carson Palmer (17/38, 156 yardas) fue interceptado. Los Dolphins siguen contando sus salidas por victorias y sus partidos en casa por derrotas.

 

Más disfrutaron aún los hermanos Pérez Blanco. Pepelu y Esteban jalearon los 4 pases de TD de un Matt Stafford que reaparecía tras el bye. Tres de ellos fueron para Calvin Johnson (9 recepciones, 101 yardas). Pero los Detroit Lions (2-5) no sólo cimentaron la victoria en el buen hacer de su joven QB. En el otro sentido del juego su DL machacó literalemente a los Washington Redskins (4-4), sumando 6 sacks, 10 placajes para pérdida de yardas y rematando su magnífica actuación con un sack y fumble de Kyle Vander Bosch retornado para TD por Ndamukong Suh, cuando Rex Grossman intentaba dar la vuelta al partido con un drive ganador. Sí, he dicho bien, «Sexy Rexy». Mike Shanahan sorprendió a propios y a extraños sentando en el banquillo a Donovan McNabb (17/30, 210 yardas, TD, pick, 45 yardas de carrera). Shanahan dijo el domingo que fue porque Grossman está más familiarizado con la «two minutes offense», y el lunes que McNabb no estaba en condiciones cardiovasculares para dirigir el último drive.  Shanahan ha dejado claro quien manda, pero esto puede acabar siendo un culebrón. Los Redskins tienen 15 días para aclararse. En las dos últimas temporadas, los Lions van 2-0 frente a los Redskins y 2-19 frente a los demás equipos.

 

La sorpresa de la tarde fue sin duda el shut out de los Green Bay Packers (5-3) a los New York Jets (5-2). La defensa de los Packers frenó a LaDainian Tomlinson y a Shonn Greene y dejaron el partido en las manos de Mark Sanchez (16/38, 256 yardas, 2 picks). Es cierto que el ventoso día en el New Meadowlands no era el mejor escenario para el lucimiento de un QB, pero el ataque de los Jets desmereció de un equipo que lleva 5 victorias consecutivas y viene descansado del bye. Aaron Rodgers (15/34, 170 yardas) tampoco fue capaz de mover el balón, y el juego de carrera tampoco superó al de los Jets, pero las buenas posiciones de campor tras los turnovers forzados los aprovechó Mason Crosby para anotar 3 cortos FG de los 4 que chutó. Soy de los que pronosticó un Jets – Packers en la Super Bowl XLV, no es en absoluto descartable. Ahora bien, espero que si este partido se repite este año, ambos equipos nos ofrezcan un espectáculo más vistoso.

 

Otro resultado sorprendente era el del Arrowhead Stadium. La revelación de la temporada, los Kansas City Chiefs (5-2) se veían en problemas para deshacerse de los desafortunados Buffalo Bills (0-7), a pasar del desequilibrado match-up entre el mejor ataque y la peor defensa terrestres de la liga. Mr. Inside (Thomas Jones) & Mr. Outside (Jamaal Charles) movieron las cadenas (77 y 177 yardas respectivamente), pero no se traducían en puntos, y Ryan Fitzpatrick (24/48, 223 yardas) tuvo la oportunidad de empatar el partido en el 4º cuarto. Un fumble de Lee Evans en la redzone a 4 minutos del final parecía que sentenciaba a los Bills, pero Mike Vrabel, que recuperó el balón, estaba tocando la línea con la punta del codo y el balón volvió milagrosamente a manos de Fitzpatrick, que empató el partido con un pase de TD a Steve Johnson (que iguala el récord de la franquicia con 5 partidos consecutivos con TD). Y pudo haber evitado la prórroga en el siguiente drive pero fue interceptado por el rookie Eric Berry. Siguiendo con su secular desgracia, Rian Lindell convirtió el que parecía FG de la victoria, de 53 yardas, pero Todd Haley pidió el típico tiempo muerto para enfriar al kicker. Después de fallar en el rekick, Ryan Succop tuvo su oportunidad. Falló uno de 39 en el siguiente drive, pero acertó con uno de 35 a un segundo para el final de la prórroga. Los Bills perdieron por 2ª vez consecutiva en la prórroga y, de nuevo, de una manera bastante cruel.

 

También jugaban St. Louis Rams (4-4) y Carolina Panthers (1-6). Los Rams hicieron su típico partido en casa, con 25/32 para 191 yardas y 2 TD de Sam Bradford. Los Panthers hicieron su típico partido con 4 turnovers: 3 picks a Matt Moore y un fumble de Steve Smith. Sin más. Los Rams, el peor equipo de la temporada pasada, llegan a midseason con récord equilibrado.

 

EN EL SPORTS CAFE DE HAYMARKET

Tras el partido volvimos al Sports Cafe de Haymarket, donde no se disfruta de la mejor comida de Londres, precisamente, pero es el mejor sitio para ver footboll en la noche del domingo. El plato fuerte era el partido de Foxboro, que concentró a una buena proporción de seguidores de Nueva Inglaterra en la Vieja Inglaterra.

 

La 1ª noticia era el retorno de Brett Favre, con su doble fractura de tobillo (supongo que será una doble fisura). La 2ª fue su salida del campo con una herida en su madíbula, consecuencia de un fuerte impacto del DT Myron Pryor. En sus 3 cuartos y medio completó 22/32 pases para 259 yardas y un pick en un lanzamiento profundo). Tarvaris Jackson remató el drive con un pase de TD al FB Naufahu Tahi y otro de conversión de dos puntos a Percy Harvin.

 

Pero los Minnesota Vikings (2-5) se quedaron ahí. Favre es historia, para lo bueno y para lo malo. Con más intercepciones que pases de TD y el 29º QB rating de la liga, es más un lastre que una solución. Los New England Patriots (6-1), en cambio, presentan el mejor récord de la liga con un juego basado en una vuelta a sus orígenes. Están desarrollando una pléyade de jovenes jugadores a ambos lados del balón. Si Tom Brady (16/27, 240 yardas, TD) es el director de orquesta, los jóvenes intérpretes del domingo fueron BenJarvus Green-Ellis (17 acarreos, 112 yardas, 2 TD), receptores como Brandon Tate (3 recepciones, 101 yardas, TD) y el iPhone Danny Woodhead (es pequeño, es eléctrico y vale para todo: 45 yardas de recepción + 13 de carrera con un TD).

 

Brady controló el reloj en el 4º cuarto con un típico «dink & dunk» que sentenció el partido. Adrian Peterson (25 carreras, 92 yardas, TD, más 50 yardas de recepción) volvió a ser insuficiente, siendo frenado en un fenomenal goaline stand de los Pats antes del descanso. Pero el hombre del partido, o más bien del postpartido fue Randy Moss (1 recepción, 8 yardas), que volvía a Foxboro, abrazó emocionado a sus excompañeros, head coach y hasta presidente, protagonizó una estrambótica rueda de prensa y horas después fue cortado por los Vikes, quienes invirtieron una 3ª ronda en su fichaje hace tres semanas. ¡Gran negocio!

 

Aún a riesgo de quedarnos bizcos, podíamos contemplar simultáneamente la paliza que le dieron los Oakland Raiders (4-4) a los Seattle Seahawks (4-3), que volvieron a añorar el Qwest Field. Los de Tom Cable están en racha, con un 92-17 en sus dos últimos partidos. Desde 2002 no se encontraban con un récord igualado en noviembre. Darren McFadden volvió a mover las cadenas (21 acarreos, 111 yardas), pero el juego de Jason Campbell (15/27, 310 yardas, 2 TD) también dio un paso adelante. Darrius Heyward-Bey (5 recepiones, 101 yardas, TD) y el FB Marcel Reece (3, 90, TD) fueron los receptores más productivos. También la defensa estuvo espectacular. No permitió un 1º down hasta casi el descanso, sumó 8 sacks y sólo permitió un FG vergonzante con el que Jim Carroll quiso evitar un rosco. Los Raiders tienen la suerte de cara y atraparon sendos balones después de dobles deflecciones. El 1º supuso una ganancia de 55 yardas, el 2º una intercepción.

 

También pudimos ver el desenlace del partido de Glendale, que no podía ser otro que una intercepción de Aqib Talib a Derek Anderson (16/24, 234 yardas, TD, 2 picks). Anderson había sustituido a un pésimo Max Hall. 8 de los 16 pases que lanzó sumaron 71 yardas y un TD para los suyos, pero también 86 yardas y 2 TD (retornos de sendos picks) para los Tampa Bay Buccaneers (5-2), quienes se anotaron su 5ª victoria consecutiva a domicilio. Los Arizona Cardinals (3-4) dieron la vuelta al marcador con tres TD consecutivos, pero para remontar el partido en el 4º cuarto ya está Josh Freeman (18/25, 278 yardas, TD).

 

Anderson, aunque movió más el balón, al final tiró el partido al ser interceptado en FG range cuando perdían por 3 puntos a falta de 2:15. Tuvo otra oportunidad a 55 segundos del final, pero perdió el balón en un sack. Por los Bucs, además de a Freeman y a Talib (2 picks, TD), hay que destacar a LeGarrette Blount, el RB de Oregon que se hizo famoso al propinar un puñetazo a un jugador de Boise State en el opener del año pasado, quien sumó 120 yardas y 2 TD en sus 22 acarreos.

 

En el 4º partido de la noche, los San Diego Chargers (3-5) volvieron a empezar como siempre, con su ¡4º punt bloqueado!, esta vez para Safety, en su drive inicial. Los Tennessee Titans (5-3) llegaron al descanso por delante en el marcador, gracias al buen juego de Vince Young (10/21, 253 yardas, 2 TD) y a un TD espectacular de Chris Johnson. Pero los Chargers salieron enchufados en la 2ª mitad, luchando por evitar la 4ª derrota consecutiva. La conexión Philiph Rivers (27/36, 305 yardas, 2 TD, pick) – Antonio Gates (5 recepciones, 123 yardas, TD) funcionó a la perfección, al igual que el running-by-comitée de Mike Tolbert y Ryan Mathews (106 yardas y 2 TD en sus 26 acarreos).

 

Los Chargers son el único equipo que no ha derrotado Jeff Fisher. Young se volvió a lesionar en un scramble, pero esta vez Kerry Collins (8/15, 52 yardas) no anduvo tan fino. Ocho puntos por debajo en el marcador, su último drive murió en la yarda 15, con un pase incompleto a Johnson en 4º down.

 

EL SNF EN CHANNEL 4

Los chicos formales nos retiramos para el hotel, desoyendo cantos de sirena acerca de lo interesantes que son los partidos de las Series Mundiales y evitando las tentaciones en forma de discotecas llenas de señoritas que no tienen frío cuando deambulan por la fresca noche londinense.

 

El SNF, duelo entre los dos últimos ganadores de la Super Bowl, prometía ser interesante y era emitido en abierto por el Channel Four, accesible en la habitación del hotel. Fue cuando se desarrolló una batalla entre Morfeo, apoyado por un buen número de pintas, y el café de cortesía que te puedes preparar en la habitación. Tengo que confesar que Morfeo tuvo mejores aliados.

 

Los New Orleans Saints (5-3) jugaban en el Louisiana Superdome en la noche de Halloween. Eso fue demasiado para los Pittsburgh Steelers (5-2), sobre todo cuando viene acompañada de una defensa feroz y agresiva por parte de los Saints, con continuos blitzes, para suplir la ausencia de los CB titulares, a las que hubo que añadir la del CB rookie de 1ª ronda, Patrick Robinson.

 

Lo cierto es que ninguno de los dos equipos fue capaz de anotar un TD en los tres primeros cuartos. Los Steelers ni con un «1ª y goal» desde la 1. Ben Roethlisberger (17/28, 195 yardas, pick) sucumbió a la defensa. Sin embargo, Drew Brees (34/44, 302 yardas, 2 TD, pick) fue de menos a más, completando 20 de los 22 pases que lanzó en la 2ª mitad, repartidos entre 9 receptores.

 

Los Saints olvidan la derrota frente a los Browns y disfrutarán de su bye más tranquilos. Los Steelers dejan a los Pats al mando de la liga.

 

EL MNF EN CASA

La mañana del lunes es para «excursiones facultativas». Después de un opíparo desayuno continental (como de todo pero no puedo con las judías que toman los ingleses para desayunar), Miguel Angel y yo nos encaminamos al Museo Británico. Hacia 10 años que no lo visitaba y no conocía su nuevo gran atrio bajo la cúpula de Norman Foster. El museo es inabarcable en una visita y nos dedicamos a repasar los highlights de las civilizaciones de la Antigüedad. Tras un largo fin de semana de football, no podíamos evitar el asociar las representaciones artísticas con los distintos equipos de la NFL. Si tengo tiempo desarrollo el tema en la crónica de Midseason de la semana que viene.

 

Después de una tarde de autobuses, aviones, más autobuses, llegué a casa para alegría de mi hijo mayor que me esperaba levantado reclamándome un casco de los Dolphins que le había prometido. Su cara de emoción al verlo vale por todo el viaje. Luego teníamos el MNF, una hora antes de lo acostumbrado por el retraso en el cambio de hora de USA. Los Houston Texans (4-3) aspiraban a firmar su 1º doblete frente a unos Indianapolis Colts (5-2) que tienen que aprender a vivir sin Dallas Clark, y que también contaban con las bajas de Austin Collie y Joseph Addai.

 

Los dos primeros pases de Peyton Manning fueron clamorosos drops para los TE Jacob Tamme (6 recepciones, 64 yardas, TD) y Brody Eldridge, y tras un 1º «tres y fuera» se mascaba la tragedia en el Lucas Oil Field. Pero Manning es Manning y sacó petróleo de su supporting cast. Completó 26/45 pases para 268 yardas y 2 TD, jugándose un 4º down en medio campo cuando se necesita y controlando el reloj y el tempo del partido como ninguno. La defensa también hizo un buen trabajo, sumando tres sacks y un fumble y controlando a Arian Foster en 102 yardas y un TD. Además, Kelvin Hayden retornó para TD una intercepción en un slant de Matt Schaub (22/38, 201 yardas, TD) que ayudó a mantener a los Texans siempre muy atrás en el marcador.

 

A los tejanos (0-9 en Indianapolis) les falta «matar al padre» para convertirse en un equipo grande. Mantienen un récord positivo, pero en la AFC Sur el título va a estar muy caro.

 

BYES DE LA SEMANA

La 8ª semana es de las que tiene el mayor número de equipos en Bye, seis, lo que siempre dificulta las alineaciones en las ligas Fantasy. En la NFC Este han descansado New York Giants (5-2) y Philadelphia Eagles (4-3). Al margen del siempre agradecido reposo, ambos equipos salen reforzados en la jornada, después de ver a los Cowboys hundidos y a los Redskins mucho más flojos de lo que su récord proclama, quedando como los favoritos para hacerse con el título divisional. Los Atlanta Falcons (5-2) también se encaminan en buena posición hacia la midseason, pero viendo cómo Bucs y Saints no les van a poner las cosas fáciles. Baltimore Ravens (5-2) y Cleveland Browns (2-5) también han visto perder a sus dos rivales divisionales. Los Ravens vuelven a compartir el liderato divisional con los Steelers y los Browns pueden luchar por no ser de nuevo colistas. Por último, los Chicago Bears (4-3) bastante tienen con lo suyo, y no deberían ir mirando cómo van el resto de sus rivales divisionales. Mike Martz, El Empecinado, debe dar su brazo a torcer y articular una ofensiva que no deje a Jay Cutler siempre a los pies de los caballos, si no quiere verse implicado en un juicio por homicidio en 1º grado, porque lo suyo es premeditación (su ofensiva a base de múltiples receptores es su biblia), nocturnidad (en los SNF y MNF) y alevosía (es un «erre que erre»).

 

 

 

Con el mejor récord de la liga se encaraman inapelablemente a la 1ª posición

 

Una derrota en el Superdome en Halloween entra dentro de lo permisible.

En su descanso nadie ha hecho méritos suficientes para desbancarlo de su posición.

 

En dos semanas reciben a Bears y a unos Lions que pueden batir su propio récord de derrotas consecutivas a domicilio. Es su oportunidad para abandonar el liderato.

 

Tenía razón cuando señalaba que una victoria contra los Niners después de un bye no era aún motivo suficiente para abandonar el Lockerómetro.

Los Boys han pasado de favoritos para la jugar la Super Bowl a entrar en la pugna por…¿Andrew Luck?

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