w10: Aliados de la Fortuna

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En una liga tan igualada como ésta, en la que ningún equipo está dominando la competición, el factor suerte puede determinar más de un clasificado para los playoffs y quién sabe si el desarrollo de éstos. Ya decía Bud Grant que «Hay entrenadores que preparan días un partido y luego pierden porque el balón es oval y no se puede controlar su bote«.

 

La diosa Fortuna, la Tyké griega, era por supuesto una de las deidades más veneradas en el panteón romano. No hay nada tan poco racional pero a la vez tan intrínsecamente humano que el recurrir a todo tipo de amuletos, ritos u ofrendas propiciatorias para ser uno de los «afortunados», a quienes les sornríe la Fortuna, valga la redundancia. Los sacrificios a la diosa son historia, pero nada más presente en el mundo del deporte que todo tipo de amuletos y rutinas por parte de jugadores, técnicos y aficionados para que la suerte no les sea eaquiva. Aunque nadie sea supersticioso… porque da mala suerte, ¡claro!

 

En la NFL, si hay hoy en día algún equipo Aliado de la Fortuna no es otro que los New York Jets (7-2). Podría pensarse que el año pasado gastaron toda la suerte que les quedaba, al alcanzar los playoffs después de estar virtualmente fuera, gracias a la fortuna de un calendario que les hizo enfrentarse a Colts Y Bengals en las últimas dos jornadas de la temporada regular, con ambos equipos previamente clasificados y que les dio por no disputar el partido.

 

Pero este año tampoco les va mal. Con el del domingo es el 2º partido consecutivo que ganan en la prórroga, después de estar virtualmente derrotados. Hace siete días fueron los errores de los Lions los que les dieron la opción a Nick Folk de mandar el partido a la prórroga, primero, y rematarlo después. Esta vez fueron los Cleveland Browns (3-6) los que tuvieron el partido en sus manos, concretamente en las manos de Chansi Stuckey, a 32 yardas de la endzone, en la prórroga, pero perdió el balón por la acometida de Drew Coleman y Antonio Cromartie recuperó el fumble.

 

El partido fue equilibrado y disputado. Los Jets atacaron mejor que en los dos partidos anteriores, con Mark Sanchez completando 17/44 pases para 299 yardas, 2 TD, un pick y otro TD en un draw), y con un run-by-comitée de Shonn Greene, LaDainian Tomlinson y Brad Smith, que sumó 168 yardas de carrera (y 81 de recepción entre los tres).

 

Pero los Browns no se quedaron atrás y el rookie Colt McCoy (18/31, 205 yardas, TD) completó otro buen partido, complementado con la carrera de Peyton Hillis (19 acarreos, 82 yardas, TD). Era un tira y afloja en el que parecía que los Jets se iban a llevar el gato al agua cuando Folk puso a los suyos 7 puntos arriba a falta de 2:45 para el final. Pero entonces vimos al mejor McCoy. El tejano firmó un magnífico drive, impropio de un rookie, y empató el partido con un pase de TD a Mohamed Massaquoi. La secundaria de los Jets hizo aguas.

 

En la prórroga tuvimos hasta 7 drives. Los Browns tuvieron el partido en su mano, como se ha dicho, pero los Jets son Aliados de la Fortuna. No sólo se salvaron gracias al fumble. Sanchez firmó una par de escapadas de sacks como las de Eli Manning en la Super Bowl XLII, incluyendo una con un pase milagroso a un cojo pero bravo Jerricho Cotchery para mantener vivo un drive. Al final, Sanchez lanzó un pase profundo envenenado y el rookie Joe Haden picó, interceptándolo en la yarda 3. Los Browns no pudieron salir de la ratonera en la que se habían metido y chutaron un punt a 35 segundos del final de la prórroga. Los Jets se quedaron a un paso del FG range. Entonces volvió a aparecer Santonio Holmes, que atrapó el pase de Sanchez, se evadió de su marcador y recorrió los 37 yardas que lo sepraraban de la endzone. Folk había fallado 3 FG ya, incluyendo uno de 47 yardas en la prórroga, por lo que el TD le evitó el trago de tener que chutar otro.

 

Fue un día de encuentros. El del abucheado Braylon Edwards con su ex-afición. El de Eric Mangini con su ex equipo, pero sobre todo el de los hermanos gemelos Rex y Rob Ryan, head coach de Jets y coordinador defensivo de Browns, respectivamente. Ambos bromearon antes del partido en compañia de su padre, Buddy Ryan, padre de la «defensa 46» popularizada por los Monsters of the Midway en los años 80. Las cenas de Acción de Gracias en casa de los Ryan deben ser interesantísimas, aunque te dejen poco pavo.

 

Otro de los partidos resueltos por un golpe de fortuna (y un golpe de fortuna de los que se van a recordar durante mucho tiempo) fue el que enfrentó a Jacksonville Jaguars (5-4) y Houston Texans (4-5).

 

Nada hacía presagiar que este derby de la AFC Sur fuera a pasar a la historia. Unos descansados Jaguars dominaron el partido en su inicio, con un activo Maurice Jones-Drew (24 acarreos, 100 yardas, 2 TD, más 26 yardas de recepción) y un efectivo David Garrard (24/31, 342 yardas, 2 TD), aprovechando la floja defensa tejana. Luego a los Texans, un equipo ciclotímico como ninguno, les dio por remontar los 14 puntos de desventaja en la segunda mitad, con un productivo Matt Schaub (22/32, 314 yardas, 2 TD), con Andre Johnson (9 recepciones, 146 yardas, TD) y Kevin Walter (6, 90. TD) como principales aliados, además de las 56 yardas de carrera y el TD de Arian Foster.

 

Hasta aquí todo normal. Un anodino partido. Pero el final fue digno de aparecer en las antologías de TD inverosímiles. Los Texans tenían el balón. Sin tiempos muertos, en 3º down, en la yarda 45 de los Jaguars, a falta de 16 segundos para el final, Schaub debía lanzar un pase a la banda, intentar acercarse al FG range y chutar. Sin embargo lanzó un incomprensible pase corto al centro a Joel Dreessen. Los Texans no podían realizar el spike y el partido parecía condenado a la prórroga. En el forcejéo Dressen cometió un fumble y los Jaguars recuperaron el balón en su yarda 34 a 8 segundos para el final. Tampoco parecía nada grave. Pero Garrard, en lugar de arrodillarse, completó un pase de 11 yardas y lanzó a falta de 3 segundos un Hail Mary que voló 50 yardas.

 

La bomba le cayó al CB Glover Quin quien, como mandan los cánones, palmeó el balón en lugar de intentar atraparlo, pero con la mala suerte de que el palmeo le cayó al WR Mike Thomas, el jugador más pequeño de los de Florida, en la yarda 1, y con él entró en la endzone ante el alborozo de propios e incredulidad de ajenos. Increible.

 

Lo dicho, hay que llevarse bien con la diosa Fortuna, y los Jaguars también lo hacen, ya ganaron a los Colts con un FG de 59 yardas en el último segundo hace unas jornadas. Llevan un increible récord positivo, mientras que la 3ª derrota consecutiva de los Texans, en la apretada AFC Sur, los relega del 1º puesto al último.

 

LOS PATS VUELVEN A LIDERAR EL LOMBARDÍMETRO

Los New England Patriots (7-2) dieron un soberano repaso a los siempre difíciles Pittsburgh Steelers (6-3). Bill Belichick no suele perder dos partidos consecutivos (sólo lo ha hecho en dos ocasiones), y Tom Brady tenía la mirada del tigre, con ganas de olvidar su pésimo partido de Cleveland. Esto unido a las bajas en la OL de los Steelers propició un inesperado varapalo para los locales.

 

Brady firmó un partido como los de hace 3 años. Completó 30 de 43 pases para 350 yardas y 3 TD, además de anotar otro en un valiente QB sneak. En un momento del partido les soltó una tremenda reprimenda a los suyos al fallar en un 3º down. Brady no quería prisioneros. Impecablemente protegido por su OL (la «D» de los Steelers no es la misma sin Aaron Smith y ni se acercó al QB), movió el balón como quiso con su dink & dunk, entre 8 receptores. El más efectivo fue el TE rookie Ron Gronkowski, autor de un gravoso fumble en Cleveland, pero que se resarció con 5 recepciones para 72 yardas, 3 de ellas para TD. Es la 1ª vez que un receptor rookie atrapa 3 pases de TD para los Pats.

 

En el otro sentido del juego, las cosas no fueron mejor para los locales. Con Jonathan Scott y Ramon Foster supliendo al LT Max Starks y al RG Chris Kemoeatu, respectivamente, la OL fue totalmente incompetente para proteger a Ben Roethlisberger (30/49, 387 yardas, 3 TD, «pick six»), que sufrió 5 sacks y que nunca pudo mover el balón hasta los minutos de la basura. Entrada la 2ª mitad los Steelers llevaban 18 yardas ofensivas en 18 jugadas. Era un dato revelador.

 

Brady ganó el primer duelo entre QB con múltiples SB ganadas desde el «Joe Montana vs. Jim Plunkett» de hace 25 años. Lleva 6 victorias en sus 7 enfrentamientos contra los Steelers. Hines Ward, que sufrió una conmoción cerebral por un fortuito «casco contra casco» vio cómo se cortaba su racha de 186 partidos con alguna recepción.

 

ESPECTÁCULO EN LA NFC ESTE

Los partidos los ganan y los pierden los jugadores, pero si alguien quiere evaluar la importancia del head coach en la marcha de un equipo tiene un magnífico ejemplo en el partido del Giants Stadium.

 

La situación era excepcional, porque estaba claro que Wade Phillips había perdido el respeto del vestuario, pero el cambio que dieron los Dallas Cowboys (2-7) con Jason Garrett a los mandos fue impresonante. Bien motivados, los Cowboys quisieron demostrar que no eran tan malos y defendieron como nunca, controlando el potente juego de carrera de los New York Giants (6-3) (90 yardas en 25 acarreos de Brandon Jacobs y Ahmad Bradshaw), e interceptando en dos ocasiones a Eli Manning (33/48, 373 yardas, 2 TD), una de ellas retornada 101 yardas para TD por Bryan McCann.

 

Pero no sólo es cuestión de motivación. También hay que saber gestionar el partido, y Garrett tomó sus riesgos y fue a buscar la victoria. Así Jon Kitna tuvo un gran partido, completando 13/22 pases para 327 yardas, 3 TD y una sola intercepción. El rookie Dez Bryant fue su mejor receptor, con tres recepciones para 104 yardas, una de ellas para un espectacular TD. El chiste fácil sería el que a los Giants se le fundieron los plomos, pues el nuevo y flamante estadio de East Rutherford se quedó unos segundos completamente a oscuras por un apagón.

 

De todos modos, los Giants no tienen que preocuparse demasiado por los Cowboys, quién más les debe preocupar, por supuesto, son los Philadelphia Eagles (6-3), que les alcanzan en la clasificación. Y es que si la reacción de los Cowboys la he calificado de impresionante, qué adejetivos han de usarse para hablar de la actuación de Michael Vick en el FedEx Field en la lluviosa noche del lunes.

 

Vick no sólo batió todos los récords del Monday Night Football, sino que tuvo una actuación inédita en la historia de la NFL. Nunca antes un QB ha pasado más de 300 yardas, ha corrido más de 50, la lanzado 4 pases de TD y ha corrido para otros dos en un partido. Como no hay adjetivos, sólo repetiré una cosa, la actuación ha sido única en la historia de la NFL.

 

Después del primer snap del 2º cuarto, los Ealges ya ganaban 35-0, con un variado repetorio de juego ofensivo, con un pase profundo de 88 yardas para TD a DeSean Jackson en la 1ª jugada desde el scrimmage, un pase preciso de 48 yardas al pico de la endzone con recepción increíble de Jeremy Maclin, una carrera de 50 yardas de Jerome Harrison, carreras de Vick, reverses, de todo. Los Washington Redskins (4-5) ni las veían venir. Con ese 35-0 en el marcador, con Vick sin fallar un pase aún, los Redskins habían sumado sólo 23 yardas ofensivas (menos que puntos los Eagles), no habían conseguido un 1º down aún y Donovan McNabb ya había sido interceptado en una ocasión. El resto del partido fue una especie de scrimmage de pretemporada bajo la lluvia.

 

Vick completó 20 de los 28 pases que lanzó, para 333 yardas, 4 TD, 80 yardas de carrera en 8 scrambles y otros 2 TD. Los Eagles también batieron su récord con sus 592 yardas ofensivas y sus 45 puntos en una mitad (también es un récord negativo para los Redskins), y el récord de la liga de ventaja al final del 1º cuarto para un equipo visitante. Mike Shanahan nunca ha encajado 59 puntos en un partido.

 

La actuación de Vick eclipsó la noticia de la semana, la ampliación del contrato de McNabb de 5 años por 78 millones de $, 40 garantizados, en un momento en el que su futuro era cuestionado. No hay quien entienda a Dan Snyder. McNabb, «castigado» por Shanahan a jugar 45 «minutos de la basura», completó 17/31 pases para 295 yardas y 2 TD, pero también fue interceptado en 3 ocasiones. Los Eagles estaban conjurados para hacerle pagar lo chulito que se puso cuando los Redskins ganaron en el Lincoln Financial Field.

 

TODO ES POSIBLE EN LA NFC OESTE

Desde que los 49ers ganen la división desde un 1-6, o hasta que la gane cualquiera con un récord negativo. Browns y Chargers ya han sido campeones de división con un 8-8, pero aún nadie lo ha sido con un 7-9. En la peor NFC Worst de los últimos años, todo es posible. El que el líder sea un equipo que ha sufrido dos derrotas por más de 30 puntos en los tres ultimos partidos y que su diferencial de anotación sea de -33, ya dice bastante.

 

El duelo entre San Francisco 49ers (3-6)St. Louis Rams (4-5) es bastante representativo. Ambos llegaban descansados, con 15 días para preparar el partido, pero no se puede decir que estuvieran demasiado diciplinados. Entre ambos equipos sumaron casi a partes iguales 26 faltas para 240 yardas. Ed Hochuli y los suyos casi acaban tirando kleenex. Hubo más pañuelos amarillos que en un partido en el Heinz Field.

 

El partido enfrentaba a dos QB ganadores del Heisman Trophy en su carrera colegial. El acontecimiento es menos frecuente de lo que podría pensarse. En toda la historia de la NFL el resto de enfrentamientos han sido el de Jim Plunkett vs. Roger Staubach (en 3 ocasiones), y los de Vinny Testaverde vs. Doug Flutie (en 3 ocasiones), Chris Weinke y Carson Palmer.

 

Los Rams estuvieron en posición de ganar el partido. Tras una primera mitad igualada (10-10) los Rams tomaron la delantera en el 3º cuarto, con un buen juego de su tándem Sam Bradford (30/42, 251 yardas, TD) – Steven Jackson (148 yardas desde el scrimmage, TD). Frank Gore hizo un partido gemelo al de Jackson (154 yardas desde el scrimmage, TD), pero los Niners con Troy Smith (17/28, 356 yardas, TD) tienen además de juego de carrera, juego de pase. De infarto, pero juego de pase.

 

Las faltas a los Niners les costaron la friolera de una intercepción y 3 TD. De locos. En el drive clave del partido, a menos de 5 minutos del final y 4 puntos por debajo en el marcador, Smith conectó en un «3ª y 22» con Vernon Davis en un increible TD de 45 yardas con una espectacular recepción del TE. Era el delirio en Candlestick Park. Pero la jugada fue el 3º TD anulado, esta vez  por un holding. Are you kidding me? Pero Troy es increible. De un «3ª y 32»!!! con dos pases a Gore, logró el 1º Down y lanzó el pase de TD a Michael Crabtree que ponía a los suyos por delante. Increible.

 

A falta de buen juego, emoción no faltó. Bradford llevó el partido a la prórroga con un FG tras un «two minutes offense». En esta, la defensa de los Niners frenó a los Rams y volvió a dar otra opción a su ataque. Fue cuando un inexistente pass interference en 3º down (los Niners iban 0/11 en 3º down) dejó el partido en las botas de Joe Nedney, que no falló desde 29 yardas.

 

Los Rams siguen sin ganar fura de casa. El ataque de los Niners con Mike Johnson como coordinador y Troy Smith a los mandos es totalmente distinto. Simth lleva dos partidos como titular, no ha cometido ningún turnover (lo cual puede resultar algo milagroso) y ha subido dos victorias al casillero. No está mal. Tal vez sea también un Aliado de la Fortuna.

 

Decíamos que los Seattle Seahawks (5-4) eran un equipo de dos caras, cuando jugaban en casa o cuando jugaban fuera. Pero lo cierto es que la mayor diferencia en su juego es si juega Matt Hasselbeck o si no lo hace. El veterano QB se recuperó de su conmoción cerebral para sumar 333 yardas y un TD en una serie de 22/34 pases completados. Mike Williams volvió a ser su mejor receptor, con 11 balones atrapados para 145 yardas. La paliza a los Arizona Cardinals (3-6) no fue mayor por la falta de puntería en la redzone, que propició 6 FG para Olindo Mare, de los cuales convirtió 5, el más largo de sólo 41 yardas.

 

Los Cards encajan la 4ª derrota consecutiva y los Seahawks les propinan el primer doblete desde 2006. Derek Anderson, muy presionado por la defensa rival (5 sacks), sólo mejoró sus números en los minutos de la basura (23/45, 322 yardas, TD, pick, fumble), y el equipo va a la deriva. Pero también tienen sus problemas los Hawks. Hasselbeck se rompió un hueso de su muñeca, y después del descanso, con el partido encarrilado, salió Charlie Whitehurst en su lugar. Pero después de un par de series, en las que ya fue interceptado, Hasselbeck volvió al campo. Habrá que estar atentos a la evolución de la lesión, porque ya conocemos a los Seahawks sin su veterano QB.

 

Lo dicho. Todo puede pasar aún en la NFC Worst.

 

LA INFRA BOWL DEL SIGLO

Bueno, sólo llevamos 10 temporadas en este siglo, o sea que tampoco es mucho decir, pero enfrentándose un equipo sin victorias con otro que lleva 24 derrotas consecutivas a domicilio, forman un «match-up» curioso. Lo único que les faltaba era acabar empatados, y no estuvieron lejos, por lo menos la prórroga estuvo a un acierto de Shaun Hill en una conversión de 2, pero tiró el balón alto, algo incomprensible cuando te da igual que te intercepten.

 

El caso es con un poco lustroso 16-14, los Buffalo Bills (1-8) aprovechan la mejor ocasión que tenían para evitar la temporada funesta. Fred Jackson se ganó el balón del partido. No sólo porque movió las cadenas en 25 acarreos para 133 yardas y un TD, sino que anotó el «TD de la tranquilidad» en un shovel pass de Ryan Fitzpatrick (12/24, 146 yardas) que el RB convirtió en un TD de 16 yardas.

 

Los Detroit Lions (2-7) estuvieron dormidos todo el partido, con 3 míseros puntos en el marcador, hasta casi 5 minutos para el final. Pero después de otro FG, Hill tuvo un balón para empatar el partido. Como no se puede decir que los Bills sean Aliados de la Fortuna, en 4º down, a 19 segundos del final, Calvin Johnson (10 recepciones, 128 yardas) anotó el que podía ser el TD del empate. Los aficionados de los Bills no ganan ni para disgustos. Al final, como ya he dicho, Hill, después de caracolear un rato, hizo lo que no tenia que hacer, y los Lions batieron su propio récord con su 25ª derrota consecutiva a domicilio.

 

La última victoria a domicilio de los Lions fue hace más de 4 años en Chicago. Detroit tuvo 24 derrotas consecutivas como visitante entre 2001-03. Se han superado a si mismos. Entre las notas curiosas destaca la ausencia de Jason Hanson, lesionado, para chutar los FG después de 19 temporadas haciéndolo para los Lions. Dave Rayner convirtió dos de los tres FG que chutó, el más largo de 45 yardas.

 

CHEERLEADER(S) DE LA SEMANA

Lo prometido es deuda, y más si las prometidas son chicas tan guapas como Brianne, Nikky, Nicole, Michelle, Tara y Allyson. Con la primera victoria de los Denver Broncos (3-6) aquí viene no sólo la cheerleader de la semana sino todo el squad completo. Es curioso comprobar que las cheerleaders no sólo tienen que ser guapas y bailar bien, tienen que saber firmar «bonito».

 

Pero vayamos al grano. No sé qué comieron los Broncos en Londres, pero despacharon el derby frente a los Kansas City Chiefs (5-4) con una explosión ofensiva desconocida. Los Broncos salieron desbocados. Para mediados del 2º cuarto ya ganaban 35-0. Parecía el partido de Oakland pero al revés. Los Chiefs van de capa caída y desde su victoria al final de la prórroga a los colistas Bills han encadenado sendas derrotas contra rivales divisionales.

 

Kyle Orton tuvo el partido de su vida, completando 22/34 pases para 296 yardas y 4 TD. Brandon Lloyd se llevó la mitad de ellos, con 6 recepciones para 90 yardas. Por su parte, Knowshon Moreno sumó 156 yardas desde el scrimmage y anotó otro TD. Josh McDaniels dejó por fin lanzar un pase a Tim Tebow. Después de anotar otro de los suyos, de una carrerita de una yarda, completó su único pase como profesional para un TD de 3 yardas a Spencer Larsen.

 

Los Chiefs sólo aspiraron a evitar la sangría y a maquillar un poco el resultado. Así, Matt Cassel se fue hasta las 469 yardas y 4 TD también, en una serie de 33/53 pases. Dwayne Bowe (13, 186 yardas, 2 TD) fue su mejor receptor. No hubo tiempo para la carrera para el mejor ataque terrestre de la liga.

 

Al final del partido, Todd Haley se negó a saludar a McDaniels, gesto por el que disculpó en la rueda de prensa.

 

TWO MINUTES WARNING

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Interesante partido para comenzar los Thursday Night Football, lo cual no es difícil, porque la NFL es juez y parte en la selección de los mismos. Otra cosa es que el partido estuviera bien jugado, aunque enfrentara a sendos contendientes para la Super Bowl por ambas conferencias, ambos en el grupeto con el mejor récord de la liga.

 

Como decía, el partido fue interesante, pero no bueno. De hecho, parece que los Baltimore Ravens (6-3) no se presentaron al mismo hasta entrado el 4º cuarto. Hasta entonces, salvo un buen drive de 65 yardas de Joe Flacco (22/34, 215 yardas, 3 TD, pick) terminado en TD, los Ravens habían chutado 4 punts y habían cometido un turnover, con 87 yardas ofensivas ganadas. A los Atlanta Falcons (7-2) también les costó arrancar, pero dominaron el partido, con un magnífico Matt Ryan (32/50, 316 yardas, 3 TD), que sacó los colores a la secundaria de Baltimore. Pero el partido se volvió loco y Flacco encadenó sendos drives para TD, gracias también a un clamoroso drop de Roddy White (12 recepciones, 138 yardas, 2 TD) entre ambos, dando la vuelta al marcador. Pero los Ravens anotaron demasiado pronto y le dejaron un minuto y 5 segundos a Ryan. Este juega muy a gusto en el Georgia Dome (su récord es de 18-1) y le sobraron 20 segundos para conectar con White y poner las cosas en su sitio, eso sí, con un arbitraje bastante casero y pro-ofensivo, que permite a los WR lo que no deja a los CB.

 

En el descanso se elevó al «Anillo de Honor» el número de Deion Sanders, a.k.a. «Prime Time», posiblemente el mejor CB de la historia de la liga. Un jugador con mucho más talento que gusto en el vestir, desde luego.

 

Los Minnesota Vikings (3-6) agotaron las escasas esperanzas que les quedaban para acabar celebrando dignamente su 50º aniversario, Las únicas que les quedan son las matemáticas, porque sólo 7 victorias consecutivas les podrían dar opción de alcanzar los playoffs, pero visto el desempeño contra sus rivales Chicago Bears (6-3), los Vikings están muy lejos de eso.

 

Brett Favre (18/31, 170 yardas, TD) volvió a tener un día aciago, lanzando tres intercepciones en una 2ª mitad en la que los Vikings sólo anotaron tres puntos. El joven Jay Cutler (17/30, 188 yardas, 2 TD) también fue interceptado en dos ocasiones, lo normal, pero pudo mover las cadenas completando 22/35 pases para 237 yardas y 3 TD. Con un magnífico y rapidísimo Devin Hester, que firmó dos largos retornos además de anotar un TD de 19 yardas de recepción, los Bears alcanzan a los Packers en la cabeza de la Black&Blue. Aún no me lo creo.

 

También alcanzan el liderato divisional, de nuevo, los Indianapolis Colts (6-3), a pesar de que su ataque de alto octanaje no carbure tan bien sin sus piezas originales. Peyton Manning (20/36, 185 yardas) tuvo uno de los días con menos puntería de su carrera, con su nómina de receptores de 2ª y enfrentado a una secundaria de 1ª. Pero tuvo suerte de que se enfrentaba a unos Cincinnati Bengals (2-7) más Bengals que nunca.

 

La defensa de los Colts sacó las castañas del fuego, frenando la carrera de Cedric Benson (24 yardas de carrera en 14 acarreos, fumble), interceptando a Carson Palmer (31/42, 292 yardas, 2 TD) en tres ocaiones, una de ellas retornada 31 yardas para TD por Kelvin Hayden, y recuperando dos fumbles. Los Bengals llegaron a cometer dos turnovers en un lapso de 15 segundos. Seis puntos abajo, tuvieron sendas opotunidades para dar la vuelta al marcador en los últimos dos minutos y medio, tras recuperar un onside kick, pero sus opciones se les escaparon con un fumble del WR rookie Jermaine Gersham (9 recepciones, 85 yardas, TD), quien malogró el que era su mejor partido como profesional. Chad Ochocinco (7, 86, TD) tuvo también un buen partido, pero acabó con un hombro lesionado. Los Bengals llevan 6 derrotas consecutivas y están 0-7 contra Manning.

 

Los Miami Dolphins (5-4) por fin ganaron un partido en casa (llevaban 5 «L» consecutivas), y eso que se enfrentaban a unos descanasdos Tennessee Titans (5-4). Fue un encuentro en el que hasta 6 jugadores lanzaron algún pase. Por los Titans Kerry Collins (9/20, 51 yardas) y Vince Young (8/18, 92 yardas, TD, pick) tuvieron una mitad para cada uno, por decisión de Jeff Fisher. En los Dolphins tuvimos un culebrón. Chad Pennington fue desigando el titular por el bajo rendimiento de Chad Henne. Para variar, se lesionó en el 2º snap y Henne (19/28, 240 yardas, TD, pick) ocupó su lugar hasta que a su vez se lesionó y tuvo que salir el 3º QB, Tyler Thigpen (4/6, 64 yardas, TD). Para rematar el sexteto, Brandon Marshall también lanzó un pase, incompleto, en una trick play. Pennington y Henne van a ser bajas para el resto de la temporada.

 

Pero a pesar de tanto pasador, o tal vez por ello, lo que les funcionó a los Titans fue el juego de carrera (117 yardas y TD de Crhis Johnson), y a Miami la formación wildcat y la defensa, con tres turnovers que desequilibraron el partido. Al final, fue Thigpen el que aseguró la victoria con un magnífico drive culminado con un pase de TD al mejor receptor de la tarde, Anthony Fasano (5 recepciones, 107 yardas). Randy Moss, prácticamente blanqueado por Vontae Davis, sólo atrapó un pase para 26 yardas.

 

Por último, los Tampa Bay Buccaneers (6-3) siguen mirando para arriba después de deshacerse del peor equipo de la liga, los Carolina Panthers (1-8). Con un juego aéreo pedreste (16/29 para 191 yardas de Jimmy Clausen), un juego de carrera del montón (107 yardas de carrera y un TD), y una defensa nada especial, los Panthers languidecen esperando que llegue enero, no renueven a John Fox y tengan un «fresh start» la temporada que viene. Los Bucs tuvieron en Josh Freeman (18/24, 241 yardas, 2 TD) y en el dúo LeGarrette BlountCadillac Williams (153 yardas de carrera entre ambos y un TD para cada uno) argumentos más que suficientes para seguir optando a todo.

 

BYES DE LA SEMANA

Ultima semana de byes. Nos quedan en adelante 7 jornadas de 16 partidos, con la vista ya en las clasificaciones de cara a los playoffs. Es una liga más apretada que nunca, y seguro que vamos a tener pocos partidos intrascendentes. Esta vez se va a jugar todo el fin de semana de año nuevo.

 

Pero de momento vamos con los últimos en descansar. Los Green Bay Packers (6-3) ven cómo los Bears los alcanzan en la cabeza de la división, pero eliminan prácticamente un peligroso rival como los Vikings. Más positiva aún fue la jornada para Oakland Raiders (5-4) y San Diego Chargers (4-5), ya pudieron comprobar cómo los Chiefs, una de las sorpresas de la primera mitad de la temporada, se están vininedo abajo. Raiders comparten el liderato con los Chiefs, mientras que los Chargers, que han contado con una semana extra para recuperar a lesionados, se quedan apenas a un partido. Por último, los vigentes campeones New Orleans Saints (6-3) habrán comprobado que sus rivales les van a poner muy difícil el volver a ganar la loca NFC Sur. Tanto Falcons como Bucs van a ser huesos duros de roer.

 

 

Si hay que poner a uno primero, ésos deben ser los Pats.

Tienen que pelear para ganar el home field advantage. En casa serían terribles en playoffs.

Nunca hay que desdeñar las opciones de unos Aliados de la Fortuna..

 

Mostraron un poco de vida, por momentos, pero definitivamente son el peor equipo de la liga.

Vale, ha sido contra los Lions en casa (casi no debería ni valer) pero los veo más vivos que los Panthers.

Son tan poco de fiar que jugaban contra un equipo con un récord de 0-8 y eran «underdogs» en las apuestas.

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