En esta columna hemos recurrido numerosas veces al refranero español, aunque en ese caso particular que nos ocupa podemos tener algunas discrepancias. Hay un refrán español, se desconoce exactamente cual es su origen, que dice exactamente “Más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida”, sin embargo la frase que paso a la posterioridad fue una cita de Napoleón Bonaparte cuando decía “Una retirada a tiempo es una victoria”. Ambas vienen a significar más o menos lo mismo y es más que probable que dado la antigüedad de muchos refranes aquél sea más antiguo que la famosa cita de Napoleón, pero como siempre en esta vida, suele triunfar aquella que es mas mediática y Napoleón a pesar de su estatura y de no ser precisamente un adonis ha sido siempre un personaje muy mediático, ya se sabe aquello de no hay un corto bueno.
En mi caso particular prefiero el refrán, se ajusta mucho mas al caso particular al que vamos a referirnos,. Hablamos de Brett Favre, del eterno y divino Brett Favre, y cuando termine veremos como el refrán se ajusta mucho más que la cita de Napoleón Bonaparte.
Cuando escribo estas líneas aún no sé lo que pasará este próximo domingo en el largo fin de semana de Acción de Gracias. Esta semana puede ser especial por una cuestión que en estos momentos no sabemos exactamente como terminará, y no es otra cosa que el futuro de Brett Favre, o mas bien el no futuro de Brett Favre. Viendo su rueda de prensa tras el nefasto partido del domingo Brett Favre parecía acabado, abatido y solo le faltaba alzar la bandera blanca para decir “¡Basta! ¡Hasta aquí he llegado!”. Desde entonces los acontecimientos se han precipitado, el primero que deberá abandonar la nave vikinga que ha encallado definitivamente tras estar toda la temporada a la deriva es Brad Childress, defenestrado por el Zigi Wilf, el propietario del equipo, ante lo que era más que evidente, Brad Childress había perdido por completo el control del equipo, un vestuario muy veterano y con muchos jugadores de vuelta de todo, quizás otra de las raíces del problema del equipo. La franquicia está ahora en manos de Leslie Frazier, el coordinador defensivo del equipo y que parece que tiene el respeto de varios veteranos de la defensa.
La temporada de los Vikings se terminó el domingo, aunque quizás terminó realmente mucho antes de empezar siquiera como veremos mas adelante. Ahora mismo nadie sabe que hará o puede hacer Brett Favre o qué hará Leslie Frazier con el veteranísimo QB. En la de momento única rueda de prensa ha dicho que sigue contando con él como titular, lo que indica que el domingo Brett Favre jugará su partido consecutivo número 296, y me voy a lanzar a la piscina, estoy más que convencido que salvo lesión Brett Favre va a llegar a los 300 partidos, eso en principio tendrá lugar en Philadelphia, en el Lincoln Financial Stadium, lo que pueda ocurrir después es imposible de vaticinar, los Vikings cierran la temporada en el Ford Field, uno de los enclaves que ha visto varias de las grandes actuaciones del futuro Hall of Famer y que pudiera ser el partido 301, pero así si que tengo dudas que Brett Favre sea titular.
Ya no sé el número de líneas que he dedicado al ilustre QB, quién pese a todo lo que se diga y se le critique es seguramente el jugador más importante que las últimas generaciones del football han visto jugar, y creo que su lugar en el olimpo de los QB sólo hay un jugador que lo supere, Johnny Unitas, miembro de honor de la Santísima Trinidad de la NFL junto a Jim Brown y Lawrence Taylor.
En la historia habrá jugadores que van a tener mas campeonatos que Brett Favre, Joe Montana y Terry Bradshaw tienen 4 anillos cada uno. Troy Aikman y Tom Brady tienen 3 cada uno, y Brady podría seguir sumando aún. John Elway, Roger Staubach, Bob Griese y Bart Star tienen 2 cada uno de ellos. Brett Favre a nivel de Superbowls va a estar en el mismo número que Steve Young o Joe Namath, y de momento Peyton Manning, QB que tienen un solo anillo en sus carreras, y superando a otros que nunca lo pudieron ganar como Dan Marino, Jim Kelly, Dan Fouts o Warren Moon. Todos esos QB están o van a estar en el Hall of Fame, seguramente podamos añadir en un futuro a otro QB que terminó su carrera con un anillo como es Kurt Warner, un potencial candidato a entrar dentro de 4 años.
Pero de todos los QB que he mencionado sólo Joe Montana puede estar al mismo nivel que Brett Favre por lo que supuso en la NFL, el resto le pueden superar o igualar en anillos y campeonatos, pero ninguno, ni tan siquiera Montana le podrán igualar en lo que ha hecho en su carrera y lo que significa y va a significar Brett Favre pese a sus devaneos de los últimos 3 años con anuncios de retirada y anuncios de regreso. Brett Favre ha actuado como los toreros que nunca terminan de retirarse hasta que un día una cornada monumental no les deja otra posibilidad que eso, que dejarlo definitivamente y hacer lo que en argot taurino se llama cortarse la coleta.
A Brett Favre le ha pasado lo mismo que le ha sucedido a muchísimas leyendas del deporte, no ha sabido retirarse a tiempo, son excepcionales los casos de jugadores que han sabido irse en el momento preciso, y por eso no podemos criticar a Brett Favre y su no saber retirarse a tiempo. Yo al menos no puedo hacerlo cuando otros muchos han hecho lo mismo y no reciben ni la mitad de críticas ni por supuesto venden tanto. Estoy seguro que en el futuro veremos muchos mas casos, a jugadores de leyenda les ocurre todo lo mismo, a menudo se dejan llevar por su ego, se ven arrastrados por su leyenda y van mas allá de lo que recomendable.
Y no solo ocurre en el football, ocurre en todos los deportes. El caso mas llamativo de la historia en mi opinión es el de Michael Jordan, creo que no hay nadie en este planeta que no esté de acuerdo en que Su Majestad Airness es el mas grande jugador que ha pisado una cancha de baloncesto jamás. En el baloncesto hay grandísimos jugadores como Wilt Chamberlain, Jerry West, Larry Bird o Earvin “Magic” Johnson, jugadores que han marcados etapas y el deporte, pero Michael Jordan es a nivel individual el mas grande, con él nació un nuevo concepto de atleta, el atleta universal conocido en todo el planeta y capaz de salvar de la quiebra a una firma como Nike con sus famosas zapatillas deportivas.
Michael Jordan ganó 3 anillos NBA en su primera etapa con los Chicago Bulls y se retira, el baloncesto ya no le motivaba aunque luego confesó que fue el asesinato de su padre lo que le incitó a la retirada. Es entonces cuando decide dedicarse al baseball para honrar a su padre, pero su carrera fue muy discreta, estuvo un tiempo en las ligas menores tras firmar un contrato con los Chicago White Sox, pero nunca logró debutar en la MLB y en las Minors League pasó sin pena ni gloria. Tras un tiempo retirado decide volver de nuevo a los Chicago Bulls en su segunda etapa y donde encadena otros 3 nuevos títulos, algunos de ellos en la retina colectiva de todo aficionado al deporte como aquella que logró ante los Utah Jazz, un partido que pertenece a la historia no solo del deporte del baloncesto, sino del mundial. Michael Jordan aprovechando que Phil Jackson, su entrenador en toda sus etapas de Chicago, se retira y Scottie Pippen se marcha a otro equipo, anuncia su segunda retirada.
Tras un tiempo en los despachos sin mucho éxito sorprende a todos presentándose a entrenar en el mismo equipo donde ejercía funciones de dirección. Decide nuevamente regresar con los Washington Wizards y tras un primer año correcto es en su segundo año donde su carrera termina sin pena ni gloria, hay momentos en que se pueden rememorar al mejor Jordan, pero la mayoría de las veces es un jugador que físicamente está muy lejos de lo que fue y ya no domina ni intimida a sus rivales, los últimos partidos de Jordan son básicamente un paseo y un homenaje, una oportunidad para ver en una cancha al que una vez fue el mas grande jugador de baloncesto, pero solo eso, de sus antiguas prestaciones ya apenas queda nada.
En la MLB otros muchos jugadores tampoco supieron irse en su momento y han dejado un legado bastante pobre de sus últimos días como jugadores, casos muy relevante son los de Willy Mays o Hank Aaron, dos iconos del baseball. Muchos pitchers aún creen tener lo que se llama “sustancia” y continúan sus ilustres carreras en equipos menores o en aquellos que pretenden atraer con grandes nombres a aficionados a las gradas, el caso mas reciente es el de Pedro Martínez, el excelente pitcher dominicano, que tras una impresionante carrera en los Boston Red Sox donde ganó varios Cy Young y unas World Series, en lugar de aceptar una renovación a la baja y retirarse como Red Sox acepta un gran contrato para irse a los New York Mets, el eterno segundo equipo de la Gran Manzana y siempre a la estela de los Yankees. Su paso por los Mets es precisamente eso, ver lo que fue un gran jugador, Pedro Mártinez en sus últimos tiempos en Boston ya demostró que la “sustancia” ya no estaba, y si lo estaba le duraba muy poco tiempo, desde luego no lo que se exige a un pitcher titular de una rotación. Tras lesiones varias y números discretos Pedro Martínez se queda sin pretendientes ni equipos aunque antes hace un último regreso a los Philadelphia Phillies que necesitaban un pitcher para completar la rotación de titulares. A Pedro Martínez aún le quedaba algo, pero mas bien poco, los Phillies llegan a la World Series, pero salen derrotados, de Martínez en esas series ni se habla apenas, era una sombra del jugador que fue.
En la propia NFL hay jugadores que tampoco han escapado a lo que ahora le está sucediendo a Brett Favre. Curiosamente el caso mas importante es el del propio Johnny Unitas, el QB de los Baltimore Colts aún creía tener lo que había que tener para seguir jugando, en Baltimore ya nadie creía en él. Con 40 años cumplidos y tras sufrir varias lesiones en los últimos años se marcha a la soleada San Diego donde pasó sin pena ni gloria, apenas jugó 5 partidos como titular y se acabó retirando al final de la temporada.
Otro ilustre caso es el de Joe Namath, el QB que provocó una guerra entre la AFL y la NFL ganaría su anillo con los New York Jets en su famosa garantía dando credibilidad a los equipos de la AFL. Joe Namath siempre tuvo en su carrera dos problemas, le gustaba mucho la farándula y el mundo de la noche, pero eso no acabaría con él, sino sus rodillas, de auténtico cristal. Los Jets acabaron dejando irse a Joe Namath a Los Angeles Rams, a una ciudad donde el carácter de Joe “Broadway” encajaba a la perfección, pero no pudo nunca recomponer su carrera, Joe Namath terminó deambulando por el campo tras 4 partidos.
Y se pueden enumerar otros muchos como Dan Marino, desesperado en su búsqueda del anillo y que terminó de forma humillante en Jacksonville encajando una derrota por mas de 60 puntos y con números personales de risa. Y sé que esto le dolerá a mi compañero de columna, pero tampoco podemos olvidarnos de Jerry Rice, tras una brillante carrera en San Francisco cruzó el puente de la Bahía para unirse a los Oakland Raiders, donde también rindió a un gran nivel y llegaría a la su única Superbowl de la que salio derrotado. Después sería traspasado a Seattle donde apenas se guarda recuerdo de Rice mas que qué estuvo por allí y al que dejaron usar el número retirado de Steve Largeant, la mayor leyenda de la franquicia. En un último intento para regresar a la NFL Jerry Rice intentó jugar en los Denver Broncos, pero cuando Mike Shanahan le comunicó que su papel sería en el mejor de los casos de 4º ó 5º receptor, Rice decide retirarse, no fue consciente hasta ese momento del declive de su carrera.
Tampoco O.J. Simpson terminó mucho mejor, tras toda una carrera desperdiciada en Buffalo no le fue mejor en San Francisco donde llegó tras un sonoro traspaso. Lo mismo podemos decir de Emmitt Smith, tres anillos, MVP y una gran carrera en Dallas para terminar deambulando en el desierto de Arizona. Tampoco al gran Joe Montana le fue mejor, Montana creía que aún podía llevar a un equipo a una Superbowl y se fue a Kansas City, en su primer año llegó a la final de la AFC, pero después de aquello la carrera de Montana cayó en picado, algo similar a lo que le sucede a Brett Favre, tras llegar a la final de la NFC el año pasado la carrera de Favre tan solo ha caído en picado, si esta es su última temporada solo será recordada por dos hitos, el primer y único QB en alcanzar los 500 TD y seguramente el que sea su record mas legendario si lo alcanza, las 300 titularidades consecutivas, a Favre ya no le queda nada mas que eso, y si los Vikings pensaron que alguna vez podían lograr el anillo con Favre quizás le daban eso, que logre esa marca, a fin de cuentas los Vikings eligieron morir con Favre y ahora en el pecado llevan la penitencia.
Yo creo que si Leslie Frazier siente la tentación de sentar a Favre y romper su racha, Favre anunciará su retirada definitiva, o si la NFL decide finalmente suspender a Favre por su escándalo sexual, eso será lo que determine su final, el problema es en que número ocurrirá una de ambas cosas, si me piden opinión no me extrañaría nada ver que alcanza los 300 partidos, lo deja y seguido la NFL anuncia que dado que se retira que no lo sanciona ni anuncia la sanción.
En todo caso creo que Brett Favre se retiró de facto la temporada pasada, mas bien lo retiraron los defensas de los New Orleans Saints con el tremendo castigo que le sometieron en la final de conferencia. Brett Favre hasta ese día había vivido su mejor temporada como profesional pese a sus 40 años, a efectos estadísticos incluso mejor que sus mejores años en Green Bay, lo único que lo separó del MVP aquel año fue otro memorable año de Peyton Manning. Brett Favre firmó una temporada de ensueño en Minnesota, inclluso mejor que aquella que le dio el título de Sportmans of the Year de la revista Sports Illustrated, sólo unos pequeños altibajos en el tramo final de temporada regular fueron el único lunar, pero que enseguida pasaron a segundo plano tras un gran partido en la ronda de los Divisionales donde los Vikings aplastaron literalmente a los Dallas Cowboys.
Si los Vikings ganaban la final de la NFC Brett Favre podía llegar a su tercera Superbowl, un escenario perfecto para retirarse, y mas si la ganaba como hizo en su día John Elway. Pero la defensa de los Saints aquel día rompió a Brett Favre, no solo ganaron un partido inverosímil que de 100 veces que se hubiera jugado solamente esa vez ganaron, sino que rompieron por completo a Brett Favre, tanto físicamente como emocionalmente, Brett Favre apenas pudo llegar a la rueda de prensa posterior al partido, estaba completamente destrozado por dentro y por fuera, y tengo dudas que de haber ganado los Vikings hubiera podido haber jugado la Superbowl.
Todos los que han visto las fotos del cuerpo de Favre, especialmente de su tobillo, no pueden dejar de asombrarse que alguien pudiera jugar en esas condiciones físicas, Favre estaba roto, lesionado y yo creo que por primera vez en su carrera tenía miedo de no salir de allí. La defensa de los Saints aquella noche se ensaño con él, las imágenes no dejan muchas dudas que algunos de los golpes fueron lo que se llaman “cheap shots”, en castellano golpes bajos, Favre terminó como pudo aquel partido y al final el tremendo castigo que sufrió fue lo que inclinó la balanza.
Tras perder 5 yardas en una absurda penalización los Vikings tenían una jugada mas para ganar unas pocas yardas y ejecutar un FG que de transformarlo hubiera dado el pase a la Superbowl a los Vikings, que contaban con el kicker mas fiable de todos, Ryan Longwell, amigo íntimo de Brett Favre y un auténtico seguro de vida. Brett Favre en esa jugada tenía una posibilidad de avanzar corriendo y lograr esas yardas, pero decidió hacer lo que había evitado todo el año, lanzar un pase cruzado que acabó en intercepción. Luego vino lo demás, la prórroga, el FG de los Saints y Favre nunca mas tocaría la pelota.
En este año los Vikes hubieran tenido al menos una posesión en la prórroga tras el cambio de reglas de la prórroga en post temporada, pero en aquella Favre firmó su epitafio con aquella intercepción y su no intento de correr, es seguramente esa jugada y ninguna otra la que finalmente motivó a Brett Favre a regresar otro año mas, a intentarlo una vez mas. Pero los Vikings de este año ya no eran el mismo equipo a pesar de que los nombres y hombres eran los mismos, la agencia libre no había apenas pasado factura y aunque todos eran un año mas viejos todo parecía que podía repetirse la experiencia.
Pero no es así, este equipo ya no es igual, para empezar la OL no protege ni abre los huecos de antes, tampoco el juego aéreo es el mismo, la baja temporal de Sydney Rice ha sido un peaje muy alto, se intentó solucionar primero con el WR de San Diego Vincent Jackson, pero no hubo acuerdo, y luego llegaría Randy Moss, que puso el primer clavo en el ataúd de Childress. Tampoco el juego terrestre era el mismo, en parte porque la OL no hacía sus deberes, pero Chester Taylor se notaba, su aportación en 3er down saliendo del backfield era una excelente opción que ya no estaba allí a pesar de la mejora de Adrian Peterson. Pero es la defensa la que quizás ha perdido un paso, o dos, o incluso tres, su mal rendimiento dejaba vendido a un ataque obligado a forzar cuando este año estaba claro que no era el mismo que el pasado, al final el domingo se pudo ver como las diferentes unidades de la defensa se acababan gritando unas a otras, pero lo que estaba claro es que la secundaria de los Vikings era un paseo para los ataques rivales, si encima los de delante ya no presionaban, la derrota estaba servida.
Pero fueron los propios Vikings los que decidieron apostar por Brett Favre y ahora deben pagar por ello. Favre se dejó querer y cortejar, lo sabio era dejarlo, como dice el refrán, una retirada a tiempo vale mas que una batalla perdida, y lo que le queda a los Vikings de aquí a final de temporada no es mas que eso, una batalla perdida, o mejor dicho, seis batallas perdidas. Es posible que puedan ganar mas de un partido o dos, o incluso ganen 5 de 6 para no terminar con record negativo, pero la guerra la habrán perdido en todo caso y si Brett Favre no se hubiera embarcado en esta última cruzada no hubiera logrado una victoria como dice la cita de Napoleón, pero si hubiera evitado varias batallas perdidas, y sobre todo una guerra perdida como es esta temporada.
Pero lo dicho, ahora los Vikings le deben a su general intentar ganar una última batalla, los 300 partidos, ellos fueron a por el general retirado y con él ahora deben morir.
- Mike Smith, Head Coach de los Atlanta Falcons, decía que el próximo domingo su equipo juega el partido más importante de su historia, de la suya personal se refería, no de la franquicia. El comentario venía a raíz de que los dos últimos Head Coachs de los equipos a los que se han enfrentado y ganado los Green Bay Packers la derrota les había costado el puesto, refiriéndose a Wade Phillips y Brad Childress, no fuera que él corriera la misma suerte. Pero bromas aparte, el duelo entre Atlanta y Green Bay puede decidir mucho en la NFC y en particular el factor campo en los playoffs, algo que se antoja fundamental en ambos equipos. Los Falcons no pierden un encuentro en su campo cuando Matt Ryan es el titular y en Lambeau Field hasta hace no tanto era casi imposible ganar en los playoffs a los Packers, racha que curiosamente rompió hace unos pocos años los propios Falcons cuando se presentaron con Michael Vick como QB y rompieron una de las leyendas de la NFL, esa que decía que en The Frozen Tundra no ganaba nadie que no fuera los Packers en un partido de playoffs.
- Los Philadelphia Eagles de Michael Vick se han postulado como el tercero en discordia en la NFC, y es el más firme candidato para ganar la NFC East, aunque el camino que le quedan a los Eagles es aún muy duro por lo que empieza a parecer una decisión mas que acertada de la NFL cuando decidió dejar para el final de temporada regular los duelos divisionales. Aunque esta semana tienen que viajar a Chicago donde los Bears se han reivindicado en la NFC North tras una muy agresiva defensa y un ataque que sin ser espectacular hace el número de cosas lo suficientemente bien para ganar los partidos, al menos estos Bears de los últimos encuentros tienen bastante mejor pinta que los que se pudieron ver en los primeros partidos donde la suerte fue determinante para ganar varios partidos. El partido enfrenta a dos equipos con idéntico record, 7-3, y la clave será como la defensa de los Bears busca fórmulas para detener a Michael Vick, que sin estar al mismo nivel que en el partido ante Washington, volvió a ser clave en la victoria del pasado domingo ante los NY Giants.
- Definitivamente la NFL tiene un problema muy grave en la NFC West que este fin de semana se ha ganado más que merecidamente el apelativo de Worst. Salvo que se trate de enfrentamientos directos entre los equipos de la división no parece que estos equipos sean capaces de ganar a nadie fuera de la misma. Seattle salió apalizada de New Orleans, St. Louis a pesar de estar en ventaja por momentos acabó claudicando ante los Atlanta Falcons y Arizona Cardinals y San Francisco 49ers fueron totalmente ridiculizados por sus rivales, los Cardinals al menos lograron anotar puntos y maquillar el resultado ante Kansas City que les dominó por completo, pero los 49ers fueron incapaces de anotar un solo punto en su propio estadio ante Tampa Bay, algo que no ocurría desde la década de los 70, cuando aún no estaba ni Bill Walsh por aquellos lares. La NFC South se puede decir que humilló por completo a la NFC Worst, tan solo nos quedó la duda que resultado hubiera arrojado un duelo entre la patética Carolina y la no menos patética Arizona. Con todo, uno de estos equipos va a estar en los playoffs y jugará un partido como local.
- Como hemos dicho antes parece que la decisión de retrasar los duelos divisionales al final de temporada puede acabar siendo la mejor decisión tomada en mucho tiempo en la NFL. En la NFC South los Falcons lideran la división con un solo partido de ventaja a los New Orleans Saints y Tampa Bay Buccanneers, lo que significa que cuando comiencen los duelos divisionales entre ellos la clasificación puede acabar dando toda una vuelta de calcetín. Todo indica que en esta división uno de los equipos entrará con una wildcard sino hasta las dos y Tampa es sobre el papel el equipo mas débil, aunque lo dicho, en todo caso habrá que esperar a que empiecen los cruces divisionales para ver quien es quien se acaba llevando las plazas de la postemporada. Pero además de esta división la AFC South y AFC West están muy igualadas y con todo por decidir aún, entre el primer equipo y el tercero hay apenas un partido de distancia, y en este paquete podríamos incluir la NFC West, aunque en este caso por deméritos de todos sus integrantes.
- Los Oakland Raiders pagaron los platos rotos de la humillante derrota de los Pittsburgh Steelers ante New England el pasado domingo. Los Steelers aplastaron a los Raiders que no tuvieron una sola opción en todo el partido y parecían por momentos aquellos viejos Raiders que no hacía tanto deambulaban por la liga, ni tan siquiera el cambio de QB le dio resultado a los de Tom Cable que ahora deberán centrarse en su división ya que es allí donde realmente se va a decidir quien ganara la AFC West, donde los Kansas City Chiefs recuperaron el liderato de forma muy cómoda ante los Cardinals que apenas ofrecieron resistencia. El en principio fácil calendario de los Chiefs les hace claros favoritos de su división, pero lo que no tiene nada tranquilos a los Kansas es la ya habitual recuperación de San Diego que sin comerlo ni beberlo ya están 5-5, con casi todo su arsenal ofensivo recuperado y un Phillip Rivers que está llamando a la puerta del MVP.
- El duelo de los equipos de dos de los claros candidatos a MVP como son Tom Brady y Peyton Manning, o sea, entre New England Patriots e Indianapolis Colts, se decidió como viene siendo habitual en los minutos finales aunque en esta ocasión al que le tocó ganar fue a los Patriots. Tom Brady tuvo unos números mas bien discretos, casi todo lo que consiguió lo logró en la primera parte, la segunda fue como si no hubiera jugado, pero sin embargo fueron números muy efectivos y jugando con el estilo al que se abonado los de Bill Belichick en los últimos tiempos, el “dink and dunk” y que tan buenos resultados le dio en el pasado. Peyton Manning por su lado puso todos los números, los buenos, anotó 4 TD, pero también fue interceptado hasta 3 veces, la última de ellas clave, todo indicaba que Manning lo iba a conseguir una vez más y de paso estropear un nuevo record de Tom Brady, ser el QB con mas victorias consecutivas en su propio estadio, pero aceleró tanto el ritmo que acabó siendo víctima del mismo, los Patriots le interceptaron cuando ya tocaba la endzone y acabaron ganando un partido que se les complicó y que en todo momento llevaron la ventaja.
- Los Cincinnati Bengals, que en los últimos años parecían que habían dejado atrás el apelativo de Bungles vuelven por donde solían antes de llegar Marvin Lewis y Carson Palmer al equipo. Tras ponerse en clara ventaja ante los Buffalo Bills el sentido común te indica que es entonces cuando debes “dormir” el partido y prepararte para el siguiente, pero con los Bungles todo es posible, hasta permitir que los Buffalo Bills anoten 49 puntos detrás de un QB que se llama Ryan Fitzpatrick y que jugó al football en Harvard y un WR llamado Steve Johnson que no fue siquiera elegido en el draft. Ridículo es poco para calificar lo sucedido en Queen City, pero si hay un entrenador que está en al silla caliente ahora mismo no es otro que Marvin Lewis, su crédito se ha empezado a agotar, y puede que la corriente se lleve de paso al propio Carson Palmer, que todo sea dicho, nos recuerda a aquella versión mala de sus primeros años en USC. Con esto queda todo dicho, lo mejor en Queen City es la temporada de T.O., algo huele a podrido en Ohio cuando las cosas están así.
- En la temporada regular tan corta de la NFL la buena y mala suerte son fundamentales y nadie mejor que los NY Jets y los Houston Texans simbolizan una y otra. Los NY Jets llevan tres partidos rozando la derrota pero de alguna manera todo se conjura para que puedan ganar, los Texans por el contrario simbolizan la mala suerte como nadie, y todo ello se juntó el domingo en Meadowlands, aunque mas que hablar de buena o mala suerte hay que hablar de la que es probablemente la peor secundaria que ha conocido la NFL en los últimos años, con decir que un descartado de los Miami Dolphins como Jason Allen es titular en Houston es motivo mas que suficiente para explicar los males del equipo, Braylon Edwards por segunda vez en la temporada le bailó el agua al CB.
- Y ahora llega la gran pregunta que muchos se estarán haciendo ¿Qué pasa con los árbitros y Jerry Jones? ¿No hay ración de ellos esta semana? Pues no, no la hay, los árbitros no nos han dado mucho de que hablar, lo que es positivo para la liga, pero Jerry Jones tampoco, aunque en este caso no sé si es bueno o malo, una semana sin uno de mis personajes favoritos no es una semana completa.