¡Que no acabe diciembre!

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Recuerdo perfectamente que otros años cuando llegaba diciembre no sé por qué pero me entraba un cierto hartazgo de football, o más que de football, de la temporada regular, y eso que es una temporada muy corta, apenas dura 4 meses y otro mes de playoffs, todo lo contrario a la temporada de fútbol, que puede llegar a durar casi 10 meses si toca año de Mundial o Eurocopa.

 

Yo no sigo la Liga ni la Copa ni la Champions League, el fútbol me aburre soberanamente. He de confesar que este año que se nos va he visto tres partidos y mira que es difícil cuando hay partidos a diario en las TV. Todos los partidos fueron de la selección con motivo del Mundial, recuerdo que fueron los partidos de cuartos, semifinales y final. Eso sí, los vi con amigos y familiares, si estuviera solo estoy más que seguro que no los hubiera visto. En todo caso creo que hubo pocas personas que no los llegaron a ver, ni tan siquiera algunos de esos políticos que se alineaban con el rival de turno de España en su empeño de querer llevar la contraria a todo lo que suena a España.

 

Con el football no me suceda nada de esto, los fines de semana devoro partidos, eso sí, de la NFL, yo no veo el college, entre otras cosas porque no entiendo su sistema de competición y mi concepto de la NCAA es que no deja de ser una cantera de la NFL. En los primeros meses pierdo sueño y paso horas y horas viendo partidos, lo que se suele hacer cuesta arriba cuando además coinciden con el baseball, octubre es el mes por excelencia de la MLB. Entre semana suelo ver partidos grabados y detalles que a lo mejor se me escaparon. Resumiendo, que una semana puedo llegar a ver del orden de unos 7 a 8 partidos, aunque desde que tengo el NFL Game Pass veo algunos partidos menos, completos, porque con el Game Pass uno puede tener hasta 4 partidos de forma simultanea en pantalla.

 

A medida que avanza la temporada, suelo ocurrir por noviembre, me hago más selectivo, ya empiezo a ver sólo partidos que tienen algo interesante antes de jugarse, los solteros contras casados los dejo de ver, partidos donde nadie se juega nada me dejan de interesar, total si algo ocurre lo podremos ver con el NFL Game Pass, uno puede ver el partido que quiera, solo tiene que darle a la tecla y allí está, algo que era impensable hace apenas media docena de años.

 

Pero por esos caprichos del calendario diciembre no va a ser esta temporada el último mes de competición, sino que la jornada 17, que cierra la temporada regular, se va a celebrar los dos primeros días del año, es lo que tiene empezar la temporada regular siempre el primer fin de semana después del Labor Day (primer lunes de septiembre) y como quiera que este año Labor Day fue muy tarde la temporada termina en enero, pero como solo le toca un par de días, y además coinciden con el fin de semana, vamos a pensar que es un “prolongue”, como dirían los argentinos, de la temporada regular.

 

Diciembre se presenta como un mes apasionante, tras un temporada regular sin mucho fuste y con poco juego, como dije hace dos semanas la mediocridad es el signo de los actuales tiempos de la NFL. Lo que sí tenemos es emoción a raudales y partidos que sobre el papel pueden ser los mejores encuentros del año, incluso superar a los duelos en playoffs, que muchas veces levantan demasiadas expectativas y se quedan en nada una vez jugados. Anda que no nos hemos tragados pestiños infumables hasta altas de las mañana en los playoffs, especialmente en la ronda de divisionales, que es lo que se conoce como el mejor fin de semana del año.

 

El mes se presenta mejor que nunca porque la NFL tomó el verano pasado una decisión inteligente, una de las pocas que se han tomado en los últimos años, y fue cambiar el orden del calendario concentrando en las últimas fechas de la temporada regular la gran mayoría de los partidos divisionales y de conferencia, buscando que la temporada regular se pudiera decidir en las últimas semanas, sino en la última en algunos casos. Con ello se evitaba que pasara lo que en los últimos años venía siendo una constante, equipos que ya están clasificados para los playoffs se relajan y los últimos partidos no los compiten, lo hacen a medio gas y en muchos casos inflando las estadísticas personales de muchos jugadores como titularidades consecutivas, partidos con al menos un pase, etc….. lo que a todas luces constituía un fraude para los espectadores, que pagan un dineral para ir al estadio, y otro para las TV, que pagan auténticas billonadas por unos derechos donde luego acaban retransmitiendo partidos de solteros contra casados. A ello también ha contribuido que este año no hemos tenido el habitual equipo que se escapa en la clasificación y llega a los últimos partidos sin nada que jugarse. La temporada pasada los protagonistas de la Superbowl llegaron a mitad del mes de diciembre invictos y sin nada que jugarse en lo que restaba de temporada regular.

 

Este fin de semana, sin ser aún diciembre, sí hemos tenido un primer anticipo de cómo puede presentarse diciembre, equipos con opciones de playoffs jugándose entre ellos no solo la propia división, sino la conferencia, y esto es sólo un adelanto de que lo queda hasta final de temporada. El próximo fin de semana hay al menos dos partidos que harán saltar las audiencias y donde se puede jugar la división primero y la conferencia después, el doble enfrentamiento entre los líderes de la AFC North y AFC East se presentan así, como partidos que pueden decidir mucho lo que vendrá después. Pero antes como aperitivo hemos podido ver unos duelos de conferencia muy interesantes, en la NFC los cuatro mejores equipos se enfrentaban entre sí y dependiendo de cómo acabaran los partidos se podría haber producido hasta un empate entre 6 equipos a 8 victorias repartidos en 3 divisiones y al menos un equipo con una victoria menos. Los únicos que quedan descolgados, juegan una liga aparte, son los de la NFC Worst, donde nadie a falta de 3 semanas tiene record positivo. En la AFC parece que han decidido dosificarse, la semana pasada teníamos el ya habitual duelo entre los Patriots y Colts, y esta semana teníamos otro habitual, el duelo entre Chargers y Colts, pero la semana que viene tendremos ración doble y de la buena, eso sí, repartido entre domingo y lunes, no sea que suframos un empacho de football.

 

Pero mirando el resto del calendario y con lo abiertas que están todos las divisiones todo es posible. El que hoy parece un sólido líder puede empezar a acumular derrotas en su propia división y conferencia, y pasar de claro candidato a entrar en playoffs a quedar fuera de la carrera. Nunca tantos equipos estaban tan apretados en tan poco espacio y en una jornada todo puede cambiar, no digamos nada en dos semanas. Que se lo pregunten sino a Green Bay, la semana pasada parecía que iban directos a la Superbowl y ahora son segundos en la NFC North, donde los Vikings sin apenas nada que hacer en lo que resta de temporada pueden hacer de spoilers del resto de la división, y nada fastidia más a un equipo que otro equipo de tu propia división y que nada le va en el envite, te deje fuera de la postemporada. En los duelos divisionales a menudo los equipos juegan por encima de su nivel o lo dan todo para precisamente eso, mojarle la oreja a su rival.

 

Parece que de momento la NFL ha solucionado lo que venía siendo un problema los últimos años, que equipos dejen de competir en el último mes, y no nos referimos a los que están en la cola, en el football que se sepa no ocurre lo que sí sucede en algún otro deporte donde un equipo perdedor se deja llevar para tener mas posibilidades de elegir bien en el draft, eso en el mundo de la NFL nunca ha estado bien visto y equipos sin nada que hacer lo dan todo, incluso hasta lo poco que tienen, allí están los casos de Carolina o Buffalo, equipos que pese a sus malos records lo dan todo por seguir ganando y ninguno se deja ir a pesar de que el último clasificado se asegura elegir primero en el siguiente draft, y con 2 equipos con tantas necesidades en todas partes, es fácil sucumbir a la tentación, no los jugadores que son profesionales, sino desde la dirección del equipo.

 

Sin embargo el problema la NFL lo tenía con los equipos que ganaban, en cuanto se aseguraban el factor campo ya no les interesaba la competición, lo que en algunos casos podía incluso hasta adulterar la clasificación, siendo el caso más claro lo sucedido el año pasado cuando los Indianapolis Colts retiraron en bloque a todos sus titulares en un partido que iban claramente por delante en el marcador dando de paso entrada a los New York Jets a los playoffs, un equipo que seguramente nunca hubiera llegado allí de no ser por aquello. Luego llegarían a la final de la conferencia, y nadie les discute el cómo lo hicieron, pero lo que si era discutibles es como llegaron a los playoffs, por desidia de sus rivales.

 

La consecuencia de ello al final era que uno acababa pidiendo a gritos que llegasen los playoffs, si alguno se repasa la hemeroteca de esta web recuerdo perfectamente eso, pedir a gritos que llegasen de una vez los playoffs, la temporada regular había entrado en una suerte de letargo que lo que uno ya tenía ganas era ver partidos de verdad, no entrenamientos de cara a unos playoffs. Este año no parece que nos vayamos a hartar de ver football, tenemos emoción casi garantizada hasta el final de la temporada regular por como está configurado el calendario.

 

Eso sí, para terminar, que no porque esto le salga bien a la NFL voy a empezar a pedir que la temporada regular se amplíe a 18 partidos, la NFL está bien como está ahora, además que lo que pasará este año es la primera vez que ocurre, no sabemos si podemos volver a finales de temporada regular como las del año pasado, esperemos que no, pero antes dejemos que este nuevo calendario funcione al menos un par de temporadas.

 

 

  • Cuando un QB ha jugado toda su carrera en un mismo equipo y se retira, si miramos sus estadísticas lo normal es que marcas como equipo al que más TD ha anotado, del que más intercepciones ha recibido, más yardas ha lanzado, etc… suelen ser los equipos de su propia división, los equipos de una misma división se encuentran al menos dos veces al año y por el contrario contra el resto pueden estar hasta 4 años sin enfrentarse por las rotaciones del calendario. El caso de los Indianapolis Mannings puede ser especial, cuando Peyton Manning llegó a la liga su equipo estaba en la antigua AFC East, pero con motivo del realineamiento pasaron a la actual AFC South, una división que dominan casi desde su nacimiento. No me he puesto a mirar las estadísticas individuales de Peyton Manning contra cada uno de esos equipos, pero si hay un equipo con el Peyton Manning tiene pesadillas en cuanto a las intercepciones son los San Diego Chargers, hasta 10 veces han interceptado a Peyton en los dos últimos años, y eso sin ser compañeros de división, si lo llegaran a ser esos números se podrían multiplicar al menos por 2 ó 3 veces, así es como la defensa de San Diego tiene tomada la medida al QB de los Colts.

  • Sin salir de la AFC South, lamentable espectáculo el que protagonizaron Cortland Finnegan y André Johnson enzarzándose en una pelea a puñetazo limpio y sin cascos de por medio, al mas puro estilo de la NHL cuando se autoriza a dos jugadores a darse puñetazos. La diferencia es que en la NFL no está permitido y el espectáculo resultó poco edificante, seguro que nuestras TV basura, tan dadas a ridiculizar el deporte USA ya estarán haciendo chanzas sobre ello sin darse cuenta de aquello de la paja en ojo ajeno y la viga en el propio. Cortland Finnegan no tiene fama precisamente de ser un santo varón en la NFL y por eso a nadie le extraño que fuera una de las partes, lo que sí resultó extraño fue ver a Andre Johnson, un jugador con una trayectoria impecable desde que llegó a la NFL, lo que tiene mérito viniendo como viene de la Universidad de Miami, un nido de gangsters y macarras de medio pelo. Finalmente la sanción ha quedado en económica y si por esto la liga no sanciona con un partido habrá que preguntarse que hay que hacer para que te dejen sin jugar.

  • Leslie Frazer, al igual que su compañero de oficio, Jason Garrett de Dallas, se ha estrenado con victoria como entrenador interino de los Minnesota Vikings. Frazier, que sabe que se está jugando la posibilidad de continuar como Head Coach la temporada que viene, no sólo en Minnesota, sino en otros posibles vacantes que puedan quedar libres apostó sobre seguro, puso a Brett Favre como titular pero el peso del ataque lo puso en manos de Adrian Peterson, experimento que funcionó a la perfección hasta que All Day se lesionó. Pero no hay problema, salió el suplente de Peterson y le suplió a la perfección corriendo para 122 yardas y anotando otro TD, hasta Brett Favre, no conocido últimamente por su habilidad para correr selló el partido con una carrera de 8 yardas. El resto lo puso una defensa seria que amargó la tarde a Donovan McNabb, incapaz de generar peligro y que dejó al QB con unos números ridículos.

  • La semana empezó antes con los partidos de Acción de Gracias, la verdad que lo que sobre el papel era un excelente menú cuando la temporada echó a andar, jugaban 5 equipos que la temporada pasado habían estado en playoffs, de los que 4 eran campeones de división, se quedaron en tres partidos con 3 equipos que aspiran a todo contra 3 equipos prácticamente eliminados de toda contienda. El mejor encuentro acabó siendo el que se jugó en Dallas, el que sobre el papel era el mejor partido y no defraudó, pese a que los Boys están eliminados por sus desastroso inicio de campaña es un equipo con talento a raudales y que ha encontrado una motivación especial en ejercer de “spoiler” para otros equipos. Los Saints tuvieron que esperar a los minutos finales para ganar un partido que se les puso muy cuesta arriba, pero su oportunista defensa salvó los muebles. En Detroit apenas hubo historia, bueno sí, el partidazo de Tom Brady, aunque a ellos contribuyó un equipo muy flojito como son los actuales Lions. En el partido que cerró la jornada los NY Jets se impusieron con comodidad a los Cincinnati Bengals, Darrelle Revis calló la boca a la única amenaza seria que hoy por hoy tienen los Bengals, T.O., el resto en su habitual línea de altos y bajos, aunque lo que es preocupante es la cuesta abajo que está siendo la carrera de Carson Palmer.

  • Mi compañero Josu se encarga de recordarnos una semana tras otra la alianza con la diosa Fortuna que tienen los NY Jets esta temporada, pero los que no se pueden quejar tampoco son los Pittsburgh Steelers. Los Steelers se salvaron de una más que probable derrota en Miami donde un garrafal fallo arbitral les permitió seguir vivos en el partido, pero en la tarde del domingo lo que ocurrió es que al pupas de la liga de este año, los Buffalo Bills lo tuvieron que echar el mal de ojo cuantas gitanas existan en Pittsburgh y seguido les debió mirar un tuerto. Ryan Fitzpatrick lanzó uno de esos pases de manual a la endzone, no era un pase cualquiera, era El Pase Perfecto, espiral perfecta, con la potencia justa y por encima de un defensa totalmente batido, un pase que si lo hace Peyton Manning o Tom Brady abría el Sportcenter de ESPN alabando las excelencias de ambos QB. Pero Steve Johnson lo dejó caer inexplicablemente, no atrapará otro pase más fácil en toda su carrera y que le dé a unos pobres Buffalo Bills una victoria mas trabajada que la del domingo.

  • Jack Delhomme no está para jugar a esto, el domingo una vez mas dio muestras que sí, es un excelente mentor para el joven Colt McCoy, pero que por favor no lo saquen mas de titular. Tras una buena primera parte su colección de errores en la segunda parte le devolvió la vida a su moribundo ex equipo, los Carolina Panthers, solo el fallo del eterno John Kasay, Carolina no ha conocido a otro kicker en toda su historia, privó a los de John Fox de ganar un partido que tuvieron perdido buena parte del mismo. Pese al garrafal error que para la franquicia ha supuesto fichar a Jack Delhomme, no tanto por el jugador que es sino el precio que pagó por él, el front office si ha hecho un gran trabajo con Peyton Hillis, un RB que ha salido de ninguna parte, o mas bien, ha llegado desde Denver via trade por Brady Quinn, ese QB que tanto prometía en su día, se habló de la posibilidad de que fuera la elección número 1 del draft y que ahora lleva la tablilla en Denver.

  • En una liga donde los números lo son todo no basta con leerlos sino que muchas veces hay que analizarlos, Tampa Bay estaba 7-3 antes de jugarse el partido del domingo pero es un record que merece un apunte, las 7 victorias son contra equipos que no tienen record ganador y todas las derrotas eran contra equipos con record perdedor, y el domingo pasó lo que pasó, Tampa Bay perdió contra un equipo que tiene record ganador. No es momento de quitarle méritos a la temporada que están haciendo los de Raheem Morris, pero ahora viene lo duro del calendario para Tampa cuando se enfrente a sus rivales de división, solo ganando a Atlanta y New Orleans veremos si este equipo se ha hecho verdaderamente mayor de edad o por el contrario es un equipo que ha mejorado pero al que le queda mucho camino aún por andar.

  • A principio de temporada se comentó que el equipo de la NFC West que tuviera mejor QB tenía todos los boletos para ganarla y así había sido mientras Kurt Warner estaba en los Arizona Cardinals y antes había ocurrido cuando Matt Hasselback aún tenía salud. Tras la retirada de Kurt Warner los Seattle Seahawks eran para muchos el equipo con mejor QB salvo que Alex Smith de los San Francisco 49ers explotará y empezara a jugar conforme a su status del draft, primera elección absoluta. Cuando se afronta el último mes de competición lidera la NFC West los St. Louis Rams y curiosamente es el equipo que tiene mejor QB, Sam Bradford en su primer año se está comportando como un todo un veterano y es de largo el mejor QB que hay en la NFC Worst, lo que es motivo de alegría para los Rams, si se consolida el ex Sooner en el puesto se avecinan años de un largo dominio de los Rams en la división, entre su QB y una defensa cada día mejor liderado por un gran Chris Long, corren buenos tiempo para el equipo de Missouri, o quizás deberíamos decir de Los Angeles, los Rams es otro de los equipos que apuntan hacia la mega urbe californiana ante el inminente fin del arrendamiento de su actual contrato en el Edward Jones Dome.

  • Cada día resulta mas difícil explicar la trayectoria de los Miami Dolphins en esta temporada, su récord es de 6-5, el cual se corresponde al potencial del tipo de juego que este año practica Miami en comparación con el que practican los New England Patriots y NY Jets, otra cuestión es el potencial del talento disponible en el equipo. Pero si analizamos los números Miami ha ganado 5 de 6 encuentros fuera de su feudo y ha perdido 4 de 5 en su propio estadio, es el equipo con peor record en su campo con permiso de los Carolina Panthers, que son el peor equipo de toda la liga. pero su marca es una por la que los Detroit Lions se pegarían de cabezazos, los Lions no saben lo que es ganar un encuentro fuera de su estadio desde hace mas de 4 años, también a Miami le gustaría al menos haber ganado el mismo número de partidos en casa que los Detroit Lions, dos, con ello aún optarían a una plaza de wildcard.

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