Boise State #10 (11-1) y Utah #19 (10-2) se enfrentarán en la Maaco Bowl Las Vegas el miércoles 22 de diciembre (dos de la madrugada del jueves CET), en el Sam Boyd Stadium, en uno de los emparejamientos más interesantes del Calendario de Bowls 2010-11.
Será la 7ª ocasión en que los Broncos se enfrentan a un equipo rankeado en una bowl en las últimas 8 temporadas. Los Utes, por su parte, defienden una serie de 9 victorias consecutivas en partidos de bowl, la racha más larga de la nación y la 2ª de la historia del college football.
La Las Vegas Bowl suele enfrentar a equipos de la Mountain West y de la Pac-10. Debido a la escasez de equipos «bowl eligibles» en esta última, Boise State ha sido invitada para medirse a Utah. Boise State será el college rankeado más alto en la historia de la bowl.
Curiosamente, ambos colleges son los únicos que siendo de conferencias «sin billete automático», han ganado dos BCS Bowls contra equipos de conferencias «AQ». Sin embargo, ambos han terminado la temporada regular por debajo de sus expectativas.
Los Broncos, que aspiraban incluso a disputar el National Championship, sufrieron una cruel derrota ante su «bestia negra» particular, Nevada. El fallo de un FG de 26 yardas cortó una racha de 24 victorias consecutivas y no sólo rompió el sueño de jugar en Glendale, sino que además le privó de una plaza en la Rose Bowl. La principal labor de Chris Petersen será el reenfocar al equipo de cara a esta Bowl, cerrar una «década prodigiosa» y despedir con una victoria a la mejor clase senior de la historia del college.
Los Utes también terminaron la temporada regular cuesta abajo. Con un récord de 8-0, llegaron a estar rankeados con el #6, pero sendas palizas de TCU y Notre Dame en semanas consecutivas les colocaron en la parte baja del Top 25.
Boise State cuenta con el 2º ataque más anotador de la nación (46,7 puntos de promedio), 4º en yardas ofensivas (519,5) y 6º en yardas de pase (319,4). Lo dirige el finalista del Heisman Trophy,el junior Kellen Moore, inteligente y preciso, y que ha acabado la temporada regular con 3.506 yardas de pase, con el 71% de pases completados, 33 TD por sólo 5 picks y el 2º mejor QB rating de la nación (185.0), sólo superado por el Heisman Cam Newton. Sus principales receptores son la dinámica pareja de seniors Titus Young (1.151 yardas) y Austin Pettis (804 yardas), ambos con 9 TD en su haber.
El frenar este productivo ataque aéreo va a ser un problema para la defensa de los Utes. Es su aspecto más flojo y vienen permitiendo 215,5 yardas aéreas por partido. Utah es más fuerte frenando la carrera (104,5 yardas por partido), gracias a una potente DL y si consiguen controlar el juego de carrera del junior Doug Martin (1113 yardas, 11 TD) y del senior Jeremy Avery (440 yardas, 11 TD) podrán concentrarse en intentar frenar a Moore. Los Broncos no podrán recuperar al TE Tommy Gallarda para el partido. Gallarda, además de atrapar balones, es una pieza importante en el bloqueo pra el juego de carrera.
El ataque de los Utes es balanceado. Lo ha dirigido el sophomore Jordan Wynn (2.334 yardas de pase, 62,2% de pases completados, 17 TD, 10 intercepciones), pero estando lesionado, le sustituirá Terrance Cain quien tiene un récord de 9-1 como titular y una mayor peligrosidad en sus scrambles. También está out el LT John Cullen. Sus principales dianas serán el rápido sophomore DeVonte Christopher (660 yardas, 6 TD) y el possesion receiver senior Jereme Brooks (628 yardas, 4 TD). El juego de carrera se reparte entre los seniors Eddie Wide (683 yardas, 11 TD) y Matt Asiata (680 yardas, 8 TD).
Pero los Broncos también brillan en defensa. Estadísticamente es la 4ª de la nación en puntos (13,6) y yardas permitidas (259,3). El LB junior Byron Hout, con una pierna fracturada, será la principal baja. El senior David Acrey es su sutituto en el centro de la defensa. Los Broncos tendrán que apretar los dientes para frenar la carrera de Utah, ya que la consistencia de ésta ha bajado unos puntos en los últimos partidos, desde la lesión de Hout. Su DL no ha tenido problemas para generar pass rush y han liderado la nación con 3,8 sacks por partido. Con esta presión la secundaria, que estaba en entre dicho, se mostró muy sólida frente a los ataques «pass happies».
Los Utes deberían basar su gameplan en el juego de carrera, donde tendrían todas las ventajas. Se encontrarán un front seven de los Broncos algo permeable, evitarían un pass rush que no van a poder contener y mantendrán el ataque de sus rivales en la banda. Pero si los Broncos están aplicados en el placaje, toman una ventaja rápida en el marcador y Cain se ve obligado a lanzar, los de Kyle Whittingham estarán perdidos.
Con Moore de viaje a New York para la ceremonia del Heisman Trophy y los exámenes finales, los Broncos sólo contarán con 7 entrenamientos antes del partido. Sin embargo, Los Broncos prefirieron jugar en estas fechas en lugar de disputar la Kraft Fight Hunger Bowl en San Francisco el 9 de enero.
Los Broncos dominan la serie con un 4-2. La última vez que se han enfrentado ambos fue en 2006, con los Broncos imponiéndose por 36-3 en Salt Lake City.