Lo que se avecina

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Bill Belichick decía en su primera rueda de prensa tras terminar la temporada regular que la noche anterior, cuando dejó el estadio, estaban 14-2 pero que sin embargo la mañana del día siguiente estaban 0-0, igual que los restantes 11 equipos que se han metido en los playoffs. Incluso los Seattle Seahawks, y su triste record de 7-9 parten en la misma posición que los New England Patriots de cara a ganar la Superbowl, y seguro que hay al menos otros 20 equipos en la liga que cambiarían la posición de los de Pete Carroll.

 

Siendo sincero la probabilidad de que los Seahawks avancen siquiera una ronda es cuando menos algo que ahora mismo produce la risa, en una NFL donde lo que prima es la mediocridad lo que le faltaba por ver es que un equipo con semejante bagaje se pudiera plantar en Atlanta o Chicago a jugarse el pase a la final de conferencia. En todo caso hay un par de detalles que tampoco deberían pasarse por alto, los Seahawks han ganado 5 partidos en su campo y una de sus dos victorias fuera fue en Chicago, a donde podría viajar si ganan el sábado. Rizando el rizo, si se diese la improbable casualidad de que los Seahawks ganaran en las rondas de Wildcards y Divisionales, y el otro equipo que se planta en la final son los Green Bay Packers, veríamos algo inaudito y sin igual, los Seahawks tendrían el derecho a jugar la final en su propio estadio.  Sobre si pueden llegar a la Superbowl prefiero ni pensarlo.

 

Pero el caso de los Seattle Seahawks sí que nos viene muy bien para recordar una frase que hace tiempo soltó Bill Cowher poco después de ganar su primera y única Superbowl “No éramos el mejor equipo pero sí los que llegaban en el mejor momento”. Los Steelers que ganaron aquella Superbowl celebrada de Detroit llegaron desde la ronda de wildcards ocupando el último seed, el más duro de todos. Fueron eliminando a todos sus rivales, que ocuparon los puestos 3 (Cincinnati), 1 (Indianapolis) y 2 (Denver) fuera de su feudo del Heinz Field y se plantaron en la misma Superbowl con un QB de 2º año para jugarla ante los que eran favoritos aquel año, Seattle, dirigidos por un reconocido y reputado entrenador como era Mike Holmgrem, que ya tenía un anillo a cuestas. El partido casi no merece la pena recordarlo, fue lamentable, seguramente sea la peor Superbowl de todos los tiempos. Ben Roethlisberger tuvo un rating de 22.1 y el partido fue un rosario de despropósitos, tanto de los jugadores como de unos árbitros que tomaron decisiones realmente lamentables, como la de dar un TD que nunca fue un TD.

 

Pero aquella Superbowl demostró algo que viene siendo habitual, no es necesario terminar la temporada con el mejor récord, sino llegar a la post temporada con el “momento”, los Steelers lo certificaron, pero antes que ellos lo habían hecho los Baltimore Ravens y mucho antes los Oakland Raiders, y otros lo han repetido después.

 

La diferencia sin embargo es otra, antes era poco corriente que un equipo que llegaba desde la ronda de wildcards se pudiera plantar en la Superbowl, pero desde hace tiempo empieza a ser cada vez más común que no es necesario un buen récord ni evitar la ronda de Wildcards para poder tener plenas opciones, sino llegar en el momento justo de la temporada a tu mejor momento. Los NY Giants lo probarían poco después ganando desde la ronda de wildcards con el último seed, lo mismo pudieron hacer los Indianapolis Colts el año que ganaron su anillo, los Arizona Cardinals estuvieron a segundos de ganar un anillo llegando desde atrás y no es nada extraño ver que cada año se plantan en la final de alguna de las conferencias ese equipo que se ha colado en el último momento a los playoffs, el caso de los NY Jets el año pasado.

 

Por eso las palabras de Belichick tienen tanto sentido y razón, ahora estamos 0-0, y así estarán los otros 11 equipos que van a acompañar a los New England Patriots en esta aventura, quizás la última que podamos ver en tiempo, salvo que creamos en esa carta que Roger Goodell ha mandado a más de cinco millones de personas donde asegura que nada detendrá a la NFL, o dicho de otra manera, que no habrá parón por un posible cierre patronal ante una probable llamada a la huelga de los jugadores por falta de un convenio. Esperemos que esté en lo cierto, lo que le faltaba al legado bastante lamentable que está dejando Goodell es que la liga se viera paralizada, pasaría no solo a la historia por intentar transformar el football en un juego de video consola, sino por ser el jefe el día que dejó de haber football.

 

Si predecir lo que puede suceder cada año en pretemporada resulta cada día más difícil en los tiempos que corren, no hay más que recordar que los Miami Dolphins pasaron de un lamentable record de 1-15 a ganar la AFC East con un record de 11-5 en una sola temporada, hacerlo en la post temporada es otra quimera de parecidas dimensiones. Cada año cuando empieza la temporada algunos intentamos predecir que pasará y hace tiempo que llegue a una conclusión, la opción más sencilla y por la que puedes pasar a la posterioridad es decir lo más rocambolesco, algo así como decir que los Detroit Lions o St. Louis Rams van a ganar la Superbowl. En el caso de los Lions no era posible, quedaron fuera de toda contienda a mitad de temporada, pero en el caso de los Rams hemos tenido que esperar al último partido jugado para que aún fuera posible, de haber ganado los Rams hubieran pasado a los playoffs y serían ellos los que jugarían como locales en la primera ronda, y a partir de allí, todo es posible.

 

Si quiero ser más original que nadie, diferente, me puedo descolgar con la siguiente final, Seattle Seahawks contra Kansas City Chiefs, un equipo con record negativo contra un equipo que nadie podía apostar que estaría en los playoffs siquiera y que llega con un récord de 2-4 en su propia división y tras recibir una paliza en toda regla por parte de los Oakland Raiders, un equipo que curiosamente ha ganado todos los partidos de su división y no se ha metido en playoffs, algo que no ocurría desde la década de los setenta. Pero lo dicho, dudo mucho que los Seahawks puedan siguiera ser una mera amenaza para los New Orleans Saints y los Chiefs no ganan un partido de playoffs desde 1993, entonces su QB era Joe Montana, y lo que se pudo ver el domingo, un equipo completamente desactivado es algo que debería preocupar y mucho a Todd Hailey y cía, es un equipo al que quizás le falte un año o dos para ser una amenaza real.

 

Si me dejo llevar por la lógica la final debería ser New England Patriots contra Atlanta Falcons, no solo porque tienen los mejores records de cada conferencia, sino porque son equipos que se han mostrado invulnerables, o casi invulnerables en sus estadios, y como tienen los mejores records de sus respectivas conferencias el camino a Dallas pasa inexorablemente por sus campos. Pero también veo peros en esta opción, la racha de los Patriots en su campo no ofrece dudas, pero como siempre las estadísticas hay que distinguir las de temporada regular y playoffs, y casualidad, la última derrota de los Patriots en los playoffs fue precisamente en Foxboro la temporada pasada ante una Baltimore que se paseó. En el caso de Atlanta su racha es también impecable, pero su única derrota en el Georgia Dome vino de un rival directo y muy peligroso como son los New Orleans Saints, equipo que sigue vivo en los playoffs, por no recordar los apuros que pasaron los de Matty Ice con los Green Bay Packers, en un partido que pudo ganar cualquiera.

 

Por eso apostar por una final es eso, casi imposible, yo cada año me pronuncio y nunca acierto, la temporada pasada dije sin ir más lejos que los New Orleans Saints caerían en la primera ronda, sin embargo terminaron por ganarlo todo. Este año aposté por una final entre Minnesota y Baltimore, aún es posible que los Ravens se planten en Dallas, pero quienes no estarán seguro serán los Vikings, eliminados de toda contienda bastante antes de terminar la temporada. Sin embargo me voy a lanzar a la piscina, voy a apostar por una final entre los Pittsburgh Steelers y Green Bay Packers, con victoria de estos últimos, y a continuación expondré lo que creo que pasará y como llegaremos a ello.

 

Los New England Patriots tienen una marca impecable, cuando han terminado con el Seed nº 1 han llegado siempre a la Superbowl, pero este año va a ser el primero en el que no lo lograrán, siempre hay una primera vez. Antes de que se me lance al cuello la parroquia Patfan daré mis razones. Los Patriots han ganado con relativa facilidad últimamente, pero sufrieron mucho para ganar a los Indianapolis Colts en un mal partido de Peyton Manning y pasaron las de Caín para ganar a una timorata Baltimore, dos equipos con los que se pueden cruzar en los playoffs, aunque con los Colts solo en una final de conferencia. Sin embargo ganaron con contundencia a los Steelers y NY Jets, en su segundo enfrentamiento, los otros equipos con los que se podrían encontrar.

 

Aunque todo va a depender de lo que ocurra en la ronda de wildcards, si los NY Jets ganan fin de la discusión, los Patriots irán a la Superbowl, al igual que si gana Kansas City a Baltimore, entonces el cruce que tendrían los Patriots en la ronda de divisionales sería NY Jets o Kansas City, dos equipos con los que los Patriots no tendrían muchos problemás en avanzar hacia la final, a los primeros porque tras la paliza del partido regular les tienen comida la tostada, y a los Chiefs además de su poca experiencia en playoffs se une el hecho que todos sabemos lo que suele ocurrir cuando personal que ha estado bajo las órdenes de Bill Belichick se enfrentan a él, le tienen tanto miedo que no saben qué hacer y en Kansas hay demásiados lazos con Belichick.

 

Pero si Indianapolis y Baltimore se imponen en sus respectivos duelos los que visitarán Foxboro son los Ravens, un equipo que ya sabe lo que es ganar allí en unos playoffs, son los únicos que lo han hecho desde que Bill Belichick llegó al equipo, un equipo que se suele crecer ante rivales grandes, un equipo al que no le importa jugar con frío o en ambientes hostiles, y un equipo con mucha experiencia en todas partes, y es que los Patriots siendo el mejor equipo de la temporada regular es un equipo muy joven, con muchas caras nuevas y que tiene muy poco personal con una experiencia comprobada en los playoffs. Y en playoffs se suele jugar de otra forma, más física, más dura y la experiencia es siempre un grado, y por ese lado los Ravens son claros ganadores, tienen un equipo no veterano, pero sí muy experto, con un cuerpo de WR de vuelta de todo que pueden amargar el partido a una secundaria muy joven y que lo ha pasado mal con un QB que saben diseccionar secundarias o con WR expertos y muy físicos como son es la tripleta de Baltimore, y que además tienen un juego terrestre muy potente. Además la defensa de Baltimore suele ser muy física con Tom Brady, algo que siempre ha incomodado al QB y ha recuperado a un jugador que no estuvo en el duelo de temporada regular como Ed Reed, un auténtico cazador de pelotas en la secundaria.

 

Indianapolis si gana iría a Pittsburgh donde los Steelers impondrían un juego muy físico, algo que podrán hacer tras dos semanas de descanso y no es precisamente los Steelers con el equipo que Peyton Manning se suela sentir cómodo. Los Colts saben sí o sí que su camino para llegar a la Superbowl es más difícil que nunca, tienen que primero ganar a los NY Jets, algo con lo que creo no van a tener demásiadas dificultades pese a las bravuconadas de Rex Ryan, pero luego tienen que ganar en Pittsburgh, y eso sí es más difícil, luego les quedaría ganar la final de conferencia, que si Ravens ganan en Foxboro se jugaría en Indianapolis, y si los Patriots ganan a los Ravens en Foxboro, uno de los teatros de los horrores particulares de Peyton Manning, aunque todos sabemos de lo que son capaces los Colts cuando no parten de favoritos, la última vez ganaron la Superbowl, pero este equipo actual no tiene ni el talento ni los mimbres de aquel equipo.

 

En la NFC voy a apostar por algo inédito, la final de conferencia la van a jugar los dos equipos con peor Seed de la NFC y se jugará en New Orleans, donde además ganarán los Green Bay Packers.

 

Como bien apuntó el compañero Josu Arrieta los Packers tienen las hechuras y recuerdan a aquellos NY Giants de Tom Coughlin que ganaron una Super Bowl llegando desde atrás y contra todo pronóstico a los New England Patriots. Los Packers perdieron en Foxboro porque no supieron, o no pudieron, ejecutar una última jugada, o como decía el gran Bobby Lane, nunca he perdido un partido, me he quedado sin tiempo para remontarlo. Los Packers no pudieron ejecutar un último snap en New England que de haberlo logrado y anotar les hubiera supuesto ganar en Foxboro, y lo hicieron sin Aaron Rodgers. Pero desde entonces los Packers han tomada esa clase de curva que indica que son un equipo temible, en forma y con ascendente, lo que les hace muy peligrosos. Su ataque es una máquina bien engrasada a estas alturas de temporada, la lesión del TE JerMichael Finley ha permitido que los WR explotasen y pese a no contar con un juego terrestre de rompe y rasga es un equipo que intenta siempre correr, no necesariamente con éxito, pero no tiende a hacerse un ataque unidimensional. Pero es la defensa de Dom Capers la que ha dado el salto y está en el mejor momento de la temporada, su DL es presionante hasta la extenuación, cuenta con Clay Matthews, un jugador dominante, A.J. Hawk por fin parece empezar a rendir con su status de primera ronda y en la secundaria ha regresado Charles Woodson tras un primer tramo de temporada más que discreto.

 

Los Packers tienen que viajar a Philadelphia y si ganan irán a Atlanta. Los Eagles parecían la creme de la creme después del partido de New York, pero han terminado la temporada con serias incógnitas. Ya he dicho numerosas veces que el estilo de football que practican los de Michael Vick es un estilo que gana partidos, pero de lo que tengo dudas es si es un estilo que gana campeonatos, para ganar partidos valen las genialidades y los big plays, para ganar campeonatos hay que tener un estilo y un modo de jugar que te permita avanzar, y es allí donde no veo a los Eagles. Dependen totalmente de lo que puedan hacer Vick y DeSean Jackson, sus dos estrellas rutilantes en ataque, pero no son un ataque que te domine, que te agote y te deje groggy, lo que no quita para que en un cuarto te hagan un traje como el que le hicieron a los NY Giants. Tampoco la defensa de los de Andy Reid es una unidad que domine, las lesiones y las bajas formas de algunos jugadores no hacen de la unidad nada intimidatoria, es más, yo creo que esta defensa de los Eagles es de las peores que recuerdo en unos playoffs.

 

Los New Orleans Saints van a ser los otros protagonistas de la final de la NFC, pero este año el factor campo no les va a valer. Los Saints van a tener un cómodo enfrentamiento en Seattle, qué quien sabe, es probablemente lo mejor que les pueda pasar a los de Drew Brees, el partido les va a servir para tener algo más que un entrenamiento y para recuperar heridas, aunque la baja de Pierre Thomas puede hacer daño. Después les espera Chicago y aquí es donde se me plantea un problema, el tiempo, si hace frío, lluvia, viento o nieve, ese puede ser un entorno demásiado hostil para los Saints, que ya saben lo que es ir a Chicago en esas condiciones, la última vez no salieron precisamente bien servidos y los Bears les pasaron por encima. Pero si no nieva, llueve o hace viento, entonces los Saints se pueden adaptar mejor al entorno y su defensa, que no es dominante, pero si muy oportunista podría amargar la tarde a un Jay Cutler que ya hemos visto en toda la temporada que no tiene miedo a lanzar la pelota en ninguna parte y en ninguna circunstancia, y cuando Cutler empieza a lanzar intercepciones se parece demasiado al de las malas tardes de Brett Favre.

 

¿Y qué pasa con Atlanta? Es cierto que tienen el mejor record, es cierto que tienen un campo casi inexpugnable, es cierto que es el equipo más sólido de toda la NFC y hace todo correctamente, sin ser nunca espectacular, pero siempre con una nota media que roza el notable. Pero esto son los playoffs, aquí manda el momento como decía Bill Cowher y no me da la impresión de que Atlanta llega en su mejor momento a esta post temporada, aunque eso mismo dije el año pasado de los Saints y luego mirar lo que pasó. Tengo la sensación de que los Falcons van a caer ante Green Bay, ya casi lo hacen en temporada regular, pero estos Packers llegan con momento y en la NFC es ya casi normal que el mejor equipo en temporada regular la pifie en la ronda de Divisionales, siendo la única excepción a los últimos años los New Orleans Saints, con el equipo que tiene eso, el momento. Si se impusieran a los Packers les tocarían los Saints, que ya les han demostrado que son capaces de ganar en el Georgia Dome y que al igual que los Packers tienen más momento ahora mismo.

 

Y aquí termino por ahora. Esta semana no haremos los AUDIBLES, como dije me importa poco lo que pasó en la última jornada y me parece más interesante que la semana que viene la dediquemos a la interesante post temporada que se avecina, pero antes de terminar dejo mis premios individuales de la temporada y mis motivos.

 

  • MVP: Tom Brady. Creo que no hay muchas dudas sobre ello, me extrañaría que Brady no se impusiera con absolutamente todos los votos del coro de expertos que forman parte del comité de votación, en mi opinión esta temporada de Brady ha sido infinitamente mejor que la del año 2007 cuando la ganó batiendo records, pero en aquel año tenía tan solo dos jugadas: Moss y Welker, grandes jugadas eso sí. Pero este año sus números los ha logrado con dos TE rookies, y un cuerpo de WR que recuerdan a los de los primeros años de la década pasada, y siempre he defendido que aquel Tom Brady, el que data de 2001 a 2005 me parecía mucho más peligroso que el del año 2007 a 2010.

 

  • Offensive Player: Arian Foster. Más de 100 yardas de carrera de promedio por partido y más de 600 yardas en jugadas de pase, lo que supone pasar las más de 2.000 yardas totales desde la linea de scrimmage son un aval más que suficiente, y al que hay que unir sus 18 TD. El año que viene seguro que Foster será la pieza más codiciada en todas las ligas Fantasy, pero Foster deberá refrendar su gran temporada con al menos otro gran año, sino será algo a lo que ya estamos acostumbrados a ver últimamente, un One Year Wonder, algo parecido a lo que le pasó a Chris Johnson. Esperemos que a Arian Foster no se le llene la boca con declaraciones tipo voy a por las 2000 yardas etc…. y se limite a lo que mejor sabe hacer, correr.

 

  • Defensive Player: Cameron Wake. Es posible que aquí muchos se dejen llevar por los nombres más que por los hombres, ya he empezado a leer que si Troy Polamalu u otros grandes nombres defensivos como Juluis Peppers o Clay Matthews, pero Cameron Wake ha sido el mejor hombre de una de las mejores defensas de la liga como ha sido la de los Miami Dolphins, que si no están en post temporada, o mejor dicho, si no están eligiendo en el Top 3 del siguiente draft es gracias a la defensa que dirige Mike Nolan donde Cameron Wake, un jugador que hace 2 años estaba en la liga canadiense, ha tenido una temporada excepcional.

 

  • Head Coach: Todd Hailey. ex a quo con Raheem Morris. La elección más sencilla sería Bill Belichick o Mike Smith por aquello de haber terminado con los mejores records de cada conferencia, pero Todd Hailey y Raheem Morris han dado la vuelta totalmente a dos franquicia que estaban hecho unos zorros por el desastre que dejaron como hernecia Herm Edwards y Jon Gruden. Todd Hailey, con la colaboración de Scott Pioli, ha ido reconstruyendo por el draft, auténtico camino para construir un equipo, una franquicia que yo creo que este no es su año, pero que en 2 años cuando todos esos jóvenes que hay tanto en defensa como en ataque se pongan a carburar realmente, puede ser la franquicia espejo del resto de la NFL. Tampa es ya una realidad como lo es Josh Freeman, ha competido de tú a tú con los dos monstruos de su división y es un equipo increíblemente joven al que solo una posible huelga puede cerrarle lograr objetivos más importantes.

 

  • Comeback Player: Mike “Seattle” Williams. No sé si Pete Carroll lo va a intentar, pero viendo el estado de salud de Matt Hasselback y que Charlie Whitehurst no deja de ser un parche, quizás debería intentar fichar a Matt Leinart y recuperarlo para el football, si lo ha podido hacer con Mike Williams, un primera ronda que estaba fuera del football quizás pueda recuperar al zurdo de oro que por momentos parecía ser el heredero de Steve Young. Mike Williams ha firmado un gran año con aquellos QB, si tuviera a Leinart, su QB en su etapa colegial, u otro QB, quizás se hubiera salido del mapa.

 

  • Offensive Rookie: Sam Bradford. Aunque no ha estado brillante en el tramo final de temporada, sobre todo en el último partido, Bradford ha salido desde el primer día al campo y ha demostrado que tiene madera de líder y de gran QB. En St. Louis pueda que exista cierta decepción por no haber entrado en los playoffs, pero cuando tienes un QB como Sam Bradford y encuadrado en la NFC Worst, el futuro en St. Louis se presenta muy interesante, tan solo queda que Steve Spagnuolo mejore como Head Coach, su saber defensivo es innegable, pero debe mejorar para no desperdiciar la carrera de ese auténtico diamante en bruto que es Sam Bradford.

 

  • Defensive Rookie. Ndamukong Suh. Siendo sus números buenos lo mejor que ha traído Suh es un nuevo aire a una defensa que lleva más de una década anclada en la más absoluta mediocridad siendo muy generosos. Deberá mejorar su ímpetu y no ser tan agresivo en una liga que castiga cada vez más la agresividad, pero con él los Lions tienen a un DL para una década, y la elección de Suh viene a confirmar una vez más la máxima que si tienes que elegir muy alto en el draft la elección más segura es casi siempre un DL.

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