Una vez que terminó la jornada de los Divisionales, que como bien apunta Peter King debería cambiársele el nombre y ponerle Semifinales de Conferencia, me vino a la cabeza una reflexión, por primera vez en este siglo XXI no vamos a tener en la Superbowl un QB que llegó a la NFL antes del año 2000, o dicho de otra manera, del siglo pasado, y aún sin saber que equipos estarán en el Big Sunday el más veterano de todos los que puedan estar fue elegido en el draft del año 2004, Big Ben Roethlisberger, que en su 6 años en la liga acumula ya dos anillos. Los otros tres QB que este domingo optarán a jugar la Superbowl proceden de los drafts de los años 2005, 2006 y 2009, cualquiera de estos tres que llegue será un debutante en el partido. Para Jay Cutler es su primer año en los playoffs, para Aaron Rodgers y Mark Sanchez es su segundo año en la postemporada.
En la AFC, salvo el año en que llegaron los Oakland Raiders liderados por Rich Gannon nos habíamos acostumbrado a que en la Superbowl estuvieran Tom Brady, 4 finales, Peyton Manning o Ben Roethlisberger con 2 finales cada uno. Este año el único que tendrá posibilidades de estar en Dallas es Ben Roethlisberger, y viendo como van evolucionando las carreras de Tom Brady y Peyton Manning, quizás sea la hora de ir pensando que ninguno de los dos va a tener demasiadas oportunidades de volver, lo que dejará a Big Ben como el QB más veterano de la AFC para el próximo futuro.
No estoy diciendo que Tom Brady o Peyton Manning estén acabados, pero lo que sí es cierto es que la temporada que viene ambos serán un año más viejos, sus cuerpos estarán un año más castigados y todos los QB suelen experimentar una curva hacia abajo en su rendimiento cuando superan cierta edad y sobre todo cuando llevan mucho tiempo en activo. El caso de Brett Favre es una rara avis y no admite comparaciones, pero tanto Brady como Manning han terminado este año la temporada antes de lo que ellos estimaban, peor que nunca y dando una imagen lastimosa. Ambos han caído de la mano del mismo equipo, los NY Jets, liderados por uno de los QB de nuevo cuño como es Mark Sanchez.
También suena igualmente raro decir este tipo de cosas cuando de ambos QB uno es el vigente MVP y el otro está a unos días de que lo nombren el MVP de esta temporada, pero tanto Tom Brady como Peyton Manning a estas alturas de su carrera los MVP significan poco o nada y lo que realmente quieren es otro anillo. Seguramente Peyton Manning lo desea mucho más que Tom Brady que ya tiene 3 en su colección, aunque no deja de ser cierto que desde el año 2005 no ha vuelto a ganar ninguno y su récord en los playoffs se empieza a parecer demasiado al de Peyton Manning. Tom Brady en sus tres primeros años acumulaba un record perfecto de 10-0, desde entonces acumula otro de 4-5, por el record de 9-10 de Peyton Manning en toda su carrera.
Manning y Brady, dos QB que verán sus bustos algún día en Canton, han protagonizado la primera década del Siglo XXI, sus equipos han dominado a su antojo sus divisiones y su presencia en playoffs era casi siempre automática, donde en más de una ocasión se han encontrado, en la memoria de los buenos aficionados, quedan los colapsos de Peyton Manning en Foxboro o aquella célebre remontada en la final de la AFC de los Colts ante los Patriots en un partido que muchos creíamos terminado en la primera parte. Aún nos queda un duelo la temporada que viene, y si finalmente la tenemos, el enésimo duelo entre ambos QB en el que ya es su tradicional duelo del mes de noviembre y que también ha dejado momentos memorables en la rivalidad de ambos, siendo el último la célebre decisión de Bill Bellichick de jugarse un 4 y 2 en su propio campo, y que ha pasado a la historia como “La Decisión”. Me temo que ese duelo ya previsto sea uno de los últimos con los 2 QB en la cumbre de sus carreras.
No es que ambos QB no estén en buenos momentos, que sin duda lo están, hoy en día un QB que supera la treintena está en un más que buen momento, sino que son sus equipos y lo que los rodea los que suscitan dudas y otro aspecto que quizás pase más inadvertido, cada vez hay más coordinadores defensivos que saben jugarles a ambos QB. Rex Ryan, el bocazas número uno de la NFL, el único entrenador que tiene la boca mas grande que su cuerpo, y eso que Rex Ryan es enorme, ha sabido buscar antídotos para maniatar a ambos QB en el plazo de una semana, porque una cosa es maniatar a uno de ambos en un partido, y otra muy diferente hacerlo en semanas consecutivas y en unos playoffs. En una liga donde todo se copia Rex Ryan ha enseñado a todo el resto de la liga como se puede desactivar a ambos QB.
Especialmente llamativo ha sido el caso de Tom Brady, nadie apostaba un solo dólar por los NY Jets en Foxboro, donde semanas antes habían salido apalizados y humillados tras endosarles los Patriots 7 TD, y sin embargo los que salieron apaleados y humillados este pasado domingo fueron los Patriots, aunque el marcador diga que el partido terminó a un solo TD de diferencia. La diferencia real de ambos equipos en el campo fue sideral, la mejor imagen del partido es la total cara de impotencia de Tom Brady en el banquillo, no tenía a quien pasar, daba igual que tuviera tiempo y tiempo para pasar, no tenía a quien pasar, y cuando encontraba un hueco o una línea de pase, estos llegaban tarde o mal al receptor.
Peyton Manning vivió sin embargo otra clase de impotencia, la del QB que no puede estar en el campo, los NY Jets aplicaron con los Indianapolis Colts una fórmula que es muy vieja y está muy manida, pero hay que saber aplicarla, o más bien tener el material para poder hacerlo, y no es otra que tener a Peyton Manning en la banda, cuando menos tiempo esté en el campo menos posibilidades de que te haga daño existen. Peyton Manning sólo saltó al campo en la segunda parte del partido de la ronda de Wild Cards en tres ocasiones, los NY Jets con su poderoso juego terrestre y capacidad de ejecutar drives muy largos dejaron en la banda a Manning que sólo podía ejecutar lanzamientos para calentar.
Es cierto que ambos QB pueden la temporada que viene protagonizar un duelo por el MVP y optar de nuevo a la Superbowl,. Los Patriots tienen un equipo muy joven y poseen muchas elecciones altas en el próximo draft. Por su parte los Colts van a recuperar a muchos de sus jugadores lesionados, pero tras la eliminación de ambos equipos en los playoffs se ha levantado la tapa de la caja de los vientos. Desde New England se empieza a hablar de la necesidad de tener un WR de rompe y rasga, de los que rompen las defensas, de mejorar una OL que tuvo muchos problemas con el pass rush de los NY Jet, que sólo mandaron 3 a lo sumo 4 hombres a presionar a Tom Brady y aún así le hicieron la vida muy difícil. En Indianapolis se busca mejorar la OL y un RB que sea capaz de durar sano toda una temporada para descargar a Peyton Manning de tener que hacerlo todo, por no hablar de mejorar una defensa que no termina de consolidarse, no es casualidad que el único anillo de Peyton Manning lo fue en el año en que los Colts defendían como nunca con un gran Bob Sanders y atacaban peor que nunca. Peyton Manning tuvo muy poca presencia en aquella post temporada y el auténtico protagonista ofensivo fue Joseph Addai, aunque por aquello de lo políticamente correcto el MVP de una deslucida Superbowl fue para el QB.
Los Patriots parecen mejor posicionados en la tarea de tener que mejorar el equipo, Bill Belichick desde hace tiempo aplica una filosofía que era el ABC de Vince Lombardi y que también dio unos increíbles frutos a Jimmy Johnson no hace tanto, acumular elecciones de draft, cuantas más mejor, y reconstruir el equipo a base de acumular elecciones y jugadores en rondas altas y medias. El problema que pueden tener los Patriots es que están en la misma división que los NY Jets, un equipo que mientras Rex Ryan siga al mando, guste o no guste, va a ser siempre competitivo, porque de Rex Ryan se podrán criticar sus declaraciones, sus payasadas o su constante deseo de llamar la atención, pero no hay en su equipo un solo jugador que no estaría dispuesto a lanzarse a las heladas aguas del rio Hudson por su excéntrico entrenador.
Más difícil parecen tenerlo los Indianapolis Colts que si este año han llegado a los playoffs es merced a los fallos clamorosos de sus rivales de división. Los Jaguars estaban en el asiento del conductor a falta de 2 jornadas, pero una vez el equipo de Jack del Rio demostró que no está preparado para jugar con los chicos grandes, cuando llega el momento de dar el salto siempre aparecen las limitaciones que permanecían ocultas. El caso de Houston es menos explicable, o sí, el equipo cuenta con uno de los mejores y más completos ataques de la liga, pero es su defensa la que le deja siempre vendida. La presencia de un super clase como Mario Williams no es suficiente para dar credibilidad a la defensa de los tejanos.
En la NFC hablar de relevo generacional en el puesto de QB resulta algo mas complicado, desde los tiempos de Steve Young en San Francisco y Troy Aikman en Dallas, en la NFC no se ha conocido una rivalidad del estilo a la que había en la AFC, cada temporada algún QB saltaba al ruedo con un gran año, desde Jack Delhomme pasando por Donovan McNabb y Kurt Warner para terminar con Brett Favre y seguramente el que sea ahora mismo el mejor QB disponible en la NFC, Drew Brees. En la NFC sí que parece que quitando a Drew Brees, que fue elegido en el año 2001, el futuro pertenece a los Tony Romo, Eli Manning, Aaron Rodgers, Jay Cutler, Matt Ryan, Matthew Stafford, Josh Freeman y Sam Bradford. Glorias del pasado como Donovan McNabb o Matt Hasselback tienen sus horas contadas y el papel que les queda en esta nueva década es ser formadores de futuros QB o hacer de puente hacia un nuevo QB. Quitando a los QB que hemos mencionado el déficit de QB en la NFC en muchos equipos es mas que notable, equipos como Minnesota, Washington, Carolina, Arizona, Seattle y San Francisco es hoy toda una incógnita, y no he mencionado a Philadelphia porque nadie puede predecir que pasará en Philly, Michael Vick puede ser la solución a corto plazo, pero detrás de él no parece que exista mucho mas futuro, Kevin Kolb yo no creo que es la solución de nada ni de nadie.
En todo caso la NFC sí que parece contar con una mayor reserva de QB para el futuro mas próximo en la liga, Aaron Rodgers está protagonizando una post temporada fantástica, desde hacía tiempo no había visto a un QB en un momento como el que está Aaron Rodgers, que lo tiene todo, potencia, precisión, movilidad y un cuerpo de WR de auténtico lujo. Rodgers además tiene la fortuna de estar en un equipo que ha sabido llenar el roster con jugadores de calidad y con una defensa de las que se llama de campeonato. Tony Romo necesita tener más estabilidad en el equipo y seguramente centrarse más en jugar y aparecer menos en los medios como el nuevo chico de América, a ver si ahora que ha decidido casarse sienta la cabeza y se dedica sólo a jugar al football. Eli Manning ya sabe lo que es ganar una Superbowl y si recupera el buen tono aún tiene muchos años por delante, pero los que vienen empujando muy fuerte son Matt Ryan y Josh Freeman, el primero demostró aún no estar muy maduro para dar el salto en los playoffs pero su gran temporada regular es un dato a tener en cuenta, mientras que Josh Freeman se está mostrando como un auténtico diamante en bruto y con un recorrido enorme. En principio el mejor QB de la nueva hornada parecía Matthew Stafford, pero mientras las lesiones no le respeten nunca podrá ser nadie y de Sam Bradford sabemos que en su primer año lo ha hecho muy bien y es muy pronto para juzgarlo aún.
La AFC presenta muchas mas dudas, Phillip Rivers sí está más que consolidado y es el llamado a suceder a Tom Brady y Peyton Manning junto con Big Ben Roethlisberger como mejores QB de la AFC, pero en el caso de Rivers su equipo tiene que rendir todo el año y no sólo cuando la cuesta se pone muy cuesta arriba, y sobre todo debe mejorar en los playoffs. También el futuro de Matt Cassel parece más que despejado aunque de momento solo ha rendido este año de acuerdo a su estratosférico contrato y en los playoffs mostró unas limitaciones más que importantes. Mark Sanchez evoluciona favorablemente, aunque de momento no es ese gran QB que los NY Jets esperaban y que en un par de años podría estar a un gran nivel, combina auténticas calamidades con jugadas de auténtico maestro, y sí está llamado a ser el QB de la próxima década en la Gran Manzana, pero tengo mis serias dudas que se pueda poner al nivel de Phillip Rivers o de Big Ben.
Detrás de estos QB en la AFC el salto es enorme, Joe Flacco en sus tres años en la liga pese a ser el QB con más partidos ganados en sus tres primeros años como profesional, no ha pasado de ser un simple gestor de partidos. Carson Palmer vive un claro declive pese a su aún juventud. Quizás salir de Cincinnati sea lo mejor que le pueda ocurrir e iniciar de nuevo su carrera en otro sitio menos envenenado sea lo mejor que le pueda pasar al único QB que en la AFC en los últimos año llegó a estar en el mismo escalón que Manning y Brady. Matt Schaub está también consolidado en Houston, pero sigue teniendo grandes lagunas en muchos partidos y necesita tener un rendimiento mas continuado para dar el salto. Es un QB correcto, sabe lanzar muy bien pero necesita ser un líder y no desaparecer de los partidos como hace en muchas ocasiones para luego aparecer cuando todo está perdido.
A partir de aquí en la AFC lo que hay es un enorme abismo, equipos como Miami, Buffalo, Cleveland, Tennessee, Jacksonville, Denver y Oakland no dejan de tener meros parches y muchos de ellos ni tan siquiera eso, sino que tiene auténticas vías de aguas abiertas en el puesto mas importante del equipo.
Por terminar, parece que de nuevo la balanza se puede ir inclinando cada vez mas a hacia la NFC, de hecho el relevo generacional es ya una realidad quedando como veterano de lujo Drew Brees y cualquiera de los 2 QB la represente en la Superbowl están llamados a ser parte importante del futuro de la liga, y detrás de ellos hay una auténtica cuadrilla de chicos que pueden dar el salto en cualquier momento. En la AFC el panorama no se presenta tan claro, en la medida que Manning y Brady vayan bajando sus prestaciones son Phillip Rivers y Ben Roethlisberger los llamados a sucederles, pero a partir de allí el salto es enorme, por no decir abismal.