El domingo de las Finales de Conferencia fue un frío domingo de football. No hubo nieve, viento, lluvia, ni nada que hiciera épico un partido, pero sí que hizo frío. Las temperaturas oscilaron entre los -7º C (con sensación térmica de -13º C) en el kickoff en el Soldier Field, a los -18º C de sensación térmica en el Heinz Field en el 4º cuarto.
Pero el frío no sólo lo percibieron los 130.000 espectadores en directo, también los millones de telespectadores nos quedamos fríos. Fueron unas finales de conferencia gemelas y bastante pobres. En ambas hubo un equipo que dejó casi sentenciado el partido en la primera mitad, con incomparecencia del rival, y un intento de remontada en la 2ª mitad que se quedó corta en ambos casos. El interés se mantuvo hasta el final, pero no llegó a haber emoción de verdad.
Es sintomático que los QB que van a jugar la Super Bowl XLV sumaran 0 TD, 4 intercepciones y un safety. Por mucho que se enfrentaran a grandes defensas, no es de recibo. Como tampoco lo fueron las primeras mitades de Bears y Jets. No puedes llegar a una Final de Conferencia y regalar media hora a tu rival.
Pero sin embargo soy optimista de cara al partido con números romanos. Ambos son dignos representantes de sus conferencias y tienen magníficos equipos a ambos lados del balón. Si el pasado domingo no hubo espectáculo, creo que vamos a tener una de las mejores Super Bowls de la década.
Es curioso que dos de los equipos que más ediciones han disputado no se hayan visto las caras en el Super Domingo. Los Steelers disputarán su 8ª SB (igualando a los Cowboys en su propio estadio), los Packers la 5ª. Ambos la han perdido en una sola ocasión. Nunca se han enfrentado en una Super Bowl dos equipos con tantas participaciones y títulos. Los Steelers aventajan a los Packers por 6 Lombardi Trophies a 3, pero los queseros tienen 8 títulos más de la NFL en su historial, en las temporadas anteriores a la primera Super Bowl.
Quedáis todos convocados, por tanto, a una magnífica Super Bowl, en un magnífico escenario, entre dos históricos equipos. Espero que nos dejen un buen sabor de boca para afrontar lo que puede ser una problemática offseason.
LA RIVALIDAD
No hay un enfrentamiento más repetido en la NFL. Bears y Packers se habían enfrentado antes del domingo en 181 ocasiones, pero solamente una en playoffs y nunca en una Final de Conferencia. El partido pasará a la historia por ello. También por la inoperancia ofensiva de un ataque de… ¡Mike Martz!
Los Green Bay Packers (13-6) llegaban a la final después de un gran partido en el Georgia Dome, con una actuación de fábula de Aaron Rodgers. Pero los Chicago Bears (12-6) son siempre un hueso para los queseros. Habían salido derrotados del Soldier Field en la 3ª jornada y sudaron tinta para doblegar a sus rivales en la season finale en Lambeau Field hace apenas 15 días, en un partido en el que los Bears no se jugaban nada y en el que los Packers obtuvieron su billete para la postemporada en un apretado final.
Sin embargo, el partido comenzó de cara para los Packers. Rodgers firmó un perfecto drive con 4/4 pases completados para 76 yardas, cerrado con un gran fake, con B.J. Raji asustando desde la posición de FB y con Rodgers haciendo un perfecto «naked bootleg». Pero el resto del partido no iba a ser tan fácil para el californiano. El resto del partido estuvo presionado por Julius Peppers y los suyos, quienes lo desconciertan como ningún otro. El resto del partido completó sólo la mitad de los pases que lanzó (después de un 86,1% de pases completados hace una semana): 13/26, para 168 yardas, 0 TD y 2 intercepciones. Greg Jennings (8 recepciones, 130 yardas) fue su mejor receptor, pero el resto de su escuadra no estuvo tan productiva. Jordy Nelson atrapó 4 balones para 67 yardas y poco más.
Los Packers estuvieron más afortunados corriendo el balón, con el rookie James Starks corriendo para 74 yardas y un TD en 22 acarreos. El propio Rodgers estuvo más afortunado con los pies, corriendo en jugadas rotas (39 yardas en 7 scrambles) y consiguiendo primeros downs. Fueron 9 los primeros downs que consiguieron los Packers en jugadas de carrera, 120 las yardas que sumaron y 2 los TD que anotaron. Otro que tuvo un gran partido fue el punter rookie Tim Masthay. Después de su «bye» particular en divisionales, chutó 8 punts, la mayoría de ellos dentro de la 20 de los Bears, limitando al peligroso Devin Hester a 3 retornos para 15 yardas.
Pero lo que verdaderamente dio el partido a los Packers fue su defensa, sobre todo en los tres primeros cuartos, en los que blanquearon a sus rivales. La secuencia de los drives de los Bears en estos cuartos fue de punt, punt, punt, punt, punt, intercepción (que devolvía en dos jugadas el 1º pick a Rodgers, una acción que podía haber cambiado el curso del partido), punt, punt y punt. Los Bears chutaron punts en las yardas 34 y 31 de los Packers!!! Eso es ir a por el partido.
También perdieron la oportunidad de dar la vuelta al partido cuando Brian Urlacher fue placado por Rodgers en el retorno de su 2º pick. La acción del californiano salvó a su equipo, pero el MLB estuvo demasiado blando en la jugada.
Jay Cutler (6/14, 80 yardas, pick, QB rating de 31,8) no sólo tuvo un día horrible, sino que se marchó del partido con una aparente lesión, un esguince de rodilla, que dejó en los aficionados un sabor a deserción, y que seguro debió remover las entrañas del difunto Steve McNair. Fue sustituído por Todd Collins, un jornalero que llevaba esta temporada 0 TD y 5 intercepciones. Después de 4 pases incompletos, Lovie Smith optó por su 3º QB, Caleb Hanie, un joven signalcaller que a pesar de estar en el depth chart por detrás de un jugador con un QB rating de 5,9, fue el único que puso gallardía en el ataque de los locales.
Los Bears no convirtieron un 3º down hasta a 2:30 del final, pero gracias a la parsimonia defensiva de los de Wisconsin en el 4º cuarto, que estuvo a punto de darles un disgusto, consiguieron llegar al final del partido con los Packers a tiro. Matt Forte (17 acarreos, 70 yardas + 10 recepciones, 90 yardas) se llevó la mayor parte de los balones en ataque, sobre todo al principio, pero Hanie (13/20, 153 yardas, TD, 2 picks) abrió más el juego y metió el miedo en el cuerpo de Mike McCarthy con un pase de TD de 35 yardas a Earl Bennett, en una jugada en la que Nick Collins fue a hacerse la foto o «a por uvas» con Charles Woodson.
Hanie tuvo un balón para empatar el partido, con tres minutos por jugar. Llegó hasta la yarda 29 de los Packers, pero su agónico pase en 4º down fue interceptado por el rookie Sam Shields, quien ya había interceptado a Cutler previamente, además de firmar un sack y fumble forzado. Para él es el balón del partido… claro que compartido con Raji, que fue el que sacó las castañas del fuego en una segunda mitad en la que el ataque no subió ningún punto al marcador. El joven Raji, «The Freezer», con sus 153 kg., cayó en cobertura en una zone blitz, interceptó a Henie y retornó el pick 18 yardas para el TD que a la postre sería definitivo.
Los Bears no pudieron hacerse con «su» George Halas Trophy y los Packers se convierten en el primer seed #6 en la NFC que avanza a la Super Bowl.
STEELERS ®
Los Pittsburgh Steelers (13-4) son una marca registrada. Da igual que cambies de head coach, que juegues con el QB suplente, que cambies de RB, de OL, de defensas. Cuando vas a ver a los Steelers sabes lo que te vas a encontrar. Puede cambiar el play calling, pero los Steelers son fieles a un estilo, a una disposición en el campo, a una actitud. Y eso les lleva a ganar partidos, a ganar divisiones (20), a ganar títulos de conferencia (8) y a ganar Super Bowls (son los que más títulos tienen, 6).
Son un poco como el Barça. Tienen un estilo de juego, y si se les lesiona un jugador, tienen un recambio que sabe lo que tiene que hacer, sea un center como Maurkice Pouncey, un defensor, el QB (el #7 se ha perdido unos cuantos partidos estos años) o hasta el head coach, con la suave transición de Bill Cowher a Mike Tomlin.
Tomlin preparó un gameplan perfecto para enfrentarse a los New York Jets (14-6). En ataque les dieron donde más les duele, con un duro juego de carrera, muy físico, entre tackles, protagonizado por un magnífico Rashard Mendenhall (27 acarreos, 121 yardas, TD). Es el punto más débil de la defensa de Mike Pettine. La OL de los Steelers, y no sólo ellos, sino tambien los receptores, bloquearon a la perfección a un explosivo Mendenhall y los Jets, flojos a la hora de placar, sufrieron mucho para derribarlo en cada acarreo. Pittsburgh consiguió 10 primeros downs en jugadas de carrera.
A caballo del ataque terrestre, Ben Roethlisberger (10/19, 133 yardas, 2 picks) movió el balón lo justo para despistar, haciendo más daño corriendo (21 yardas, un TD y múltiples primeros downs en sus 11 scrambles) que pasando.
Y en el otro sentido del juego el gameplan funcionaba aún mejor. La defensa de los Steelers anuló por completo el juego de carrera de los Jets (¡1 yarda en toda la 1ª mitad!), controló a sus peligrosos receptores y martirizó a Mark Sanchez. Su premio fue el sack y fumble de Ike Taylor, retornado 19 yardas para TD por William Gay. La jugada fue revisada, y la Tuck rule se podría haber aplicado perfectamente, pero Ed Hochuli mantuvo su decisión. D’Brickashaw Ferguson aún está buscando a quién tenía que bolquear en esa jugada.
Faltaba 1:13 para el descanso. Los Steelers tenían un marcador de 24-0 y superaban a sus rivales en yardas ofensivas por 231 a 12!!!.
Pero una cosa no se les puede negar a los de Rex Ryan. Cuando lo tuvieron todo perdido no se dejaron llevar, y lucharon hasta el final para dar a su head coach algo a lo que agarrarse de cara a la temporada que viene. A partir de ese punto del partido los Jets anotaron 19 puntos incontestados, y con una gran defensa no dejaron acercarse a los Steelers ni a FG range. Las yardas ofensivas cambiaron de orientación y los Jets sumaron 277 frente a las 56 de los Steelers.
Sanchez (20/33, 233 yardas, 2 TD) hizo una muy buena 2ª mitad, sorprendiendo a la secundaria local con un profundo pase de TD de 45 yardas al ex-Steeler Santonio Holmes y poniendo el partido en una anotación con otro pase de TD al bravo Jerricho Cotchery.
Los Steelers, a pesar de todo, aguantaron el arreón. En defensa no sólo firmaron un magnífico «goaline stand», frenando a LaDainian Tomlinson, sino que hicieron gastar demasiado tiempo a los Jets. Salvo el despiste en el TD de Holmes, los drives de los Jets fueron muy trabajados porque la defensa de los Steelers se lo puso muy difícil. El ataque en la 2ª mitad fue un desastre. Big Ben generó yardas negativas en el juego aéreo, con dos sacks, un pick y un safety encajado, pero supo finiquitar el partido consiguiendo sendos primeros downs, el último de ellos, con un pase a su 4ª opción, el rookie Antonio Brown, de nuevo determinante al final del partido.
Los Steelers avanzan a su 3ª SB desde 2005. Los Jets pierden su 2ª Final de Conferencia consecutiva.
TITLETOWN vs. SIXTEELERS
Como cantarán los Black Eyed Peas, tengo el presentimiento de que esta noche va a ser una gran noche, con un partido vibrante y espectacular, de alta anotación. Los Packers parten como favoritos con un spread de -2,5. El over/under es de 45. Si alguien quiere ganar algún dinerillo, mi apuesta sería por los Packers y por un marcador over 45. Acepto un 15% de donativo sobre las ganancias que tengáis. Sobre las pérdidas… ya hablaremos.
Creo que el Dome va a marcar la diferencia. El californiano se va a encontrar mucho más a gusto en un dome cerrado y en una superficie rápida como el Cowboys Stadium. Rodgers lanzará tres o cuatro pases de TD y correrá para otro. No será fácil correr para los Packers, pero tendrán más éxito que los Jets. La única sombra de duda la tengo en la banda, con la gestión de los partidos de McCarthy.
Los Steelers andarán cerca. Al contrario de este domingo, pasarán más de lo que correrán, y Big Ben superará las 300 yardas de pase, con dos o tres pases de TD. A remolque de los Packers la mayor parte del partido, probablemente éste se resuelva con un pick al #7 cuando busque empatar el partido tras el two minutes warning.
Por cierto, no hemos podido disfrutar de la nueva fórmula de prórroga esta postemporada. Sería grandioso hacerlo en la Super Bowl.