El cierre patronal de la NFL volvió a imponerse el viernes después que la liga consiguiera su primera victoria legal en la pelea contra los jugadores por el futuro de un negocio valuado en 9.000 millones de dólares. Los jugadores que horas antes llegaron a las instalaciones de los equipos y se alegraron de estar de vuelta, ahora están a la espera. Los sucesos del día además de las semanas y meses de esta disputa laboral podrían aniquilar el primer partido de la pretemporada que inicia en unos tres meses.
El día comenzó con decenas de jugadores de regreso a las instalaciones de sus equipos en toda la liga. Se reunieron con entrenadores, recogieron los libros de jugadas y estuvieron entrenando por primera vez desde que inició el paro patronal el 11 de marzo después de que se suspendieron las negociaciones para un nuevo convenio colectivo.
La orden que dio el lunes la jueza federal Susan Richard Nelson para que se suspendiera el cierre patronal que ya llevaba 45 días, fue temporalmente anulada el viernes por la octava corte de apelaciones de distrito en Saint Louis. La NFL tomó su decisión horas después. «A los equipos se les avisó que las normas del primer cierre patronal eran efectivas de inmediato», declaró el portavoz de la NFL, Greg Aiello. El agente Peter Schaffer le recomendó a sus clientes acatar el fallo de la corte. «No puedes tener justicia a conveniencia», dijo Schaffer. «Cualquiera que sea el fallo del día, debe cumplirse. Por eso le dije a mis jugadores que se mantuvieran alejados de las instalaciones».
Se espera que la corte de apelaciones decida la siguiente semana sobre una solicitud de la NFL para que se ejecute más tiempo su sentencia, la de volver a imponer el cierre patronal, hasta que los dueños de equipos logren apelar la decisión de la jueza Nelson para levantar el paro, un proceso que podría tardar de seis a ocho semanas. «Nadie está feliz por esto», dijo el dueño de los Packers de Green Bay, Ted Thompson. «Pero es lo que hay. El cierre patronal volvió a tener efecto». Los equipos planeaban organizarse para practicar la siguiente semana, pero otra vez los planes quedaron en el aire.