La temporada pasada tuvo claros y oscuros, sensaciones mezcladas, de sabores dulces y amargos. La temporada regular sólo se puede clasificar de brillante, aunque en algunos partidos no se dio una buena imagen, en general el ataque supo tirar del equipo y la defensa maquillar sus deficiencias y entre unos y otros hacer lo suficiente para ganar los partidos. Así, quedaron primeros en la NFC, librándose de jugar la primera semana y con la ventaja de campo en todos los partidos.
Sin embargo, el primer partido de playoffs que jugaron lo perdieron contra Green Bay, posteriores ganadores de la Super Bowl, dando una imagen muy pobre, fueron barridos del campo y pasaron sobre ellos sin piedad. El ataque fue un espejismo de lo que se esperaba con un Matt «Ice» totalmente desfigurado y la defensa demostró porque son el punto más débil del equipo. La conmoción fue tal que muchos pedimos y pensamos que podía ser hora de cambiar algunos de los coordinadores para que sirviese de revulsivo. Durante bastante tiempo se suposo que Mike Mularkey iba a dejar el equipo debido a que fue entrevistado para el trabajo de head coach por varios equipos, pero no obtuvó ninguno. Según Mike Smith los problemas tanto en ataque como en defensa están siendo debidos más que a un mal trabajo por parte de los coordinadores a que los jugadores son todavía muy jóvenes y están formándose. Esperemos que tenga razón y su permanencia no se deba a la relación de amistad que les une. Eso sí, ya no queda espacio para más excusas, ahora tienen que demostrar lo buenos que son o probablemente se les haya acabado su tiempo con los Falcons.
Para mejorar el equipo el front office decidió que la mejor opción era mejorar el ataque y usar el draft. Confiemos que esto no nos convierta en los Colts de la NFC, famosos en su día por ser capaces de ganar un partido por 51 puntos y perderlo por 52. Con ese objetivo, Thomas Dimitroff realizó otra de esas operaciones al filo de la navaja que le caracterizan desde que llegó a los Falcons y subió a la posición 6 en el draft desde la 27, dando la primera, segunda y cuarta ronda de este año y la primera y cuarta del año que viene para seleccionar a Julio Jones de Alabama, considerado el mejor receptor del draft junto con A. J. Green. Esto da una nueva arma a Matt Ryan, necesaria ante la pérdida de velocidad por parte de Tony Gonzalez y la falta de capacidad de hacer jugadas de Michael Jenkins, convirtiendo al ataque a priori en uno de los más explosivos.
El resto del draft fue principalmente para reforzar el equipo con jugadores que puedan participar en la rotación o formarse en la practice squad. En la 3ª ronda, se seleccionó a Akeem Dent, LB de Georgia, jugador seguro pero no espectacular que destaca sobre todo por su juego contra la carrera según las webs especializadas en el draft, viene para darle descanso a Curtis Lofton o tomar su lugar si se vuelve a lesionar, según Dimitroff un jugador bastante deseado y con una gran proyección. En 5ª ronda, Jacquizz Rodgers, RB de Oregon St., corredor con buenas manos y ágil viene para incorporarse a la rotación y ser ese corredor que proporcione un cambio de estilo respecto a Michael Turner, suponiendo una amenaza más a la defensa. En 6ª ronda, se seleecionó a Matt Bosher, K/P de Miami, con el fin de ser el nuevo punter del equipo y cubrirse las espaldas ante el lockout y la no posibilidad en ese momento de contratar UDFA. En 7ª ronda, se seleccionaron a Andrew Jackson, G de Fresno St., para competir por un puesto en el equipo e incorporarse a la rotación. Y Cliff Matthews, DE de South Carolina, especialista al parecer en presionar al QB pero débil contra la carrera que luchará también por un puesto en el equipo y entrar en la rotación de la línea.
Con estos mimbres y manteniendo casi todos los miembros del equipo y el staff (la principal baja ha sido la marcha del entrenador de QB Bill Musgrave como coordinador ofensivo de los Vikings) se aguarda del equipo que un año más llegue a los playoffs y luche por la SB. Y en caso de caer que no se dé ni de lejos la imagen del último año, pudiendo asegurarse que este será un año clave para bastantes miembros del staff, quizás el que más desde el primer año.
Es la parte del equipo más reforzada y también la que más continuidad tiene. Aunque en principio se suponía que podía haber una renovación casi completa de la línea ofensiva, al ser agentes libres tanto el tackle derecho Tyson Clabo, como los guards Justin Blalock y Harvey Dhal, pero este último es el único que abandonó el equipo, renovando su contrato los otros dos titulares. Así, la mayor batalla que podremos ver en pretemporada en el ataque, es la de la posición de guard derecho titular, que se librará entre Garrett Reynolds y Andrew Jackson. En principio, el favorito para jugar opuesto a Blalock es Reynolds, al llevar ya tres años en el equipo, pero nunca se sabe dónde puede saltar la sorpresa. Si no hay más novedades, la línea quedaría formada por: Sam Baker (al que la mitad de la afición odia y la otra no) en el tackle izquierdo, Blalock (casi lo mismo que el anterior) a su lado, Todd McClure (incombustible) en el centro, y Reynolds (la novedad) y Clabo (un seguro de vida según las crónicas) en el lado derecho.
Como receptores, tendremos como número uno una vez más a Roddy White y al otro lado a la gran promesa Julio Jones. La batalla en esta unidad se centrará en el puesto de tercer receptor, entre Harry Douglas y Kerry Meier, después del despido de Jenkins por no cumplir con las expectativas que se esperaban en función de su sueldo. El favorito es Douglas, a no ser que Meier tenga una recuperación milagrosa de su lesión del año pasado. En la posición de tight end, un año más la referencia será Tony Gonzalez, que aunque ha perdido un paso respecto a sus mejores años, sigue demostrando por qué será un Hall of Famer. Detrás de él, Justin Peelle y Michael Palmer lucharán por ser su segundo y puede que su sustituto en el futuro.
En el juego de carrera, como titular tendremos una vez más Michael Turner, otra contratación criticada en su día por algunos y que le ha salido de maravilla a Dimitroff. Como segundo en el depth chart tenemos a Jason Snelling, quien sorprendió con su renovación cuando todo el mundo creía que se iría a los Rams. Como tercero, el rookie Jacqizz Rodgers debería ser el encargado de proporcionar ese cambio de estilo en la carrera que le gusta tener a todos los equipos. Como fullback seguirá Ovie Mughelli, considerado uno de lo mejores en su posición.
Dirigiendo la orquesta en la posición de QB, el titular indiscutible es Matt Ryan, quien tendrá que sacar provecho de todo lo que tiene y colocarse entre la élite en su posición. Como suplente seguirá Chris Redman, un seguro de vida cuando se le ha necesitado. Como coordinador de ataque seguirá un año más Murlakey, elegido la temporada pasada coordinador del año pero que tendrá que demostrar a sus detractores que es capaz de montar un ataque explosivo e imaginativo.
Como casi siempre, en principio por lo menos, es la parte más débil y menos reforzada del equipo. Pero también de la que se espera que dé el paso más grande adelante. La línea defensiva, si no hay novedades, estará formada por: Ray Edwards, Peria Jerry, Jonathan Babineaux y John Abraham. La novedad es Edwards, procedente de los Vikings, que va a asumir el papel de DE multipropósito que permita aumentar la presión sobre el QB, algo que faltó mucho estas dos últimas temporadas y que se achacó sobre todo a Jamaal Anderson, despedido, y que ya es considerado uno de los mayores fiascos del draft de la historia de Atlanta. La batalla estará en ver si los suplentes: Chauncey Davis, Kroy Biermann y Lawrence Sidbury logran mantener su puesto o el rookie Cliff Matthews logra quitárselo. Es un jugador en el que algunos tienen grandes esperanzas y otros dicen que nunca pasará de ser un jugador de jugadas puntuales.
Los titulares en en cuerpo de LB serán: Stephen Nicholas (otro que se apostaba que no renovaría) en el lado débil, Curtis Lofton como MLB y Sean Weatherspoon en el lado fuerte. Mike Peterson pasará a ser suplente de Nichols, después de su renovación confiando en tener la posibilidad de un último asalto al anillo. También, hay expectación en ver si Akeem Dent, según vaya avanzando la temporada, pone en apuros la titularidad de Lofton, no demasiado bien tratado por las lesiones. En el lado fuerte, Coy Wire proporciona profundidad.
En la posción de CB, los titulares previstos serán: Dunta Robinson y Brent Grimes, estando casi toda la atención centrada en quién será el nickelback: Dominique Franks o Chris Owens, una batalla que según los cronistas del training camp está siendo sin cuartel ni piedad, deportivamente hablando. Hay que señalar la baja de Williams debido a sus lesiones y edad, esperándose que se contrate a algún veterano que permita reforzar la posición. La titularidad en la posición de strong safety será un año más para William Moore, del que se espera que mejore después de un año de experiencia. A su lado, como free safety, la responsabilidad será para Thomas DeCoud. Detrás de ellos, Rafael Bush y Shann Schillinger. Como coordinador defensivo, un año más, seguirá Brian VanGorder que tendrá que conseguir que la defensa sea capaz de aguantar los partidos cuando las cosas se le pongan difícil al ataque.
Los Falcons tienen un gran retornador, tanto de kickoffs como de punts, en la persona de Eric Weems, quien fue a la probowl el año pasado y que será otro que pierda dinero con la nueva norma de chutar los kickoffs desde la yarda 35.
Como kicker seguirá otro año más Matt Bryant. Aunque su temporada pasada no ha sido espectacular ha sido seguro. Para la posición de punter el rookie Matt Bosher tendrá que asumir la responsabilidad, después de que no se renovase a Michael Koenen, sobre todo por su alto sueldo y el cambio en las normas. En estas dos posiciones, aunque es muy improbable, podría saltar alguna sorpresa. Según algunos miembros de la prensa en el training camp de los Falcons ha habido hasta seis kickers y punters. Como coordinador un año más seguirá Keith Armstrong quien ha conseguido que su unidad tuviese buenas actuaciones en determinados partidos, pero en otras han sido completamente desastrosos. Confiemos este año en una imagen más estable y mejor.
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