«Se inicia una nueva temporada y en One Bills Drive todo ha cambiado para que muy posiblemente nada cambie para desgracia de los aficionados del Western New York. Para ponernos en contexto diremos que los Bills no consiguen ganar un partido de playoffs desde 1995 (¡¡hace 15 años!!) y su último partido de playoffs lo jugaron en 1999 con el histórico Music City Miracle como final. Los Bills no han tenido un temporada ganadora desde el 2004.«
Así comenzaba nuestra previa de la temporada pasada, vayamos ahora con el día de la marmota.
Parece mentira que año tras año tengamos que acordarnos del Music City Miracle pero es que esa fue la última jugada en la que intervinieron los Bills en un partido de postemporada. Han pasado muchos años desde aquel lejano 1999 y los Bills cada vez se parecen más a aquel marqués venido a menos que aún actúa con la pose que mostraba cuando además de un título tenía prestancia, dinero e influencia social. Los Bills, como ese marqués venido a menos, ahora son mirados bien con pena, bien con burla, según de donde vengan las miradas y poco pueden argumentar para evitar esto. El año pasado comenzaron la temporada como firmes candidatos para hacerse con Andrew Luck en el Draft y después que el de Stanford haya decidido completar un año más en College, los Bills parten muy a su pesar con muchas papeletas para el sorteo. Si la pasada temporada acabó con un balance de 4-12 que les llevó a la tercera posición en el Draft, este año queda por ver si deciden tocar fondo para intentar ir a por Luck y a partir de ahí intentar reflotar la franquicia o no. De momento el traspaso de Lee Evans parece indicar que los Bills abdican de la presente temporada.
Esta es la segunda temporada de Buddy Nix como manger general y Chan Gailey como entrenador principal. La NFL es una liga que cada vez tiene menos paciencia; a este staff se le dio, como a todos, la primera temporada a beneficio de inventario pero en esta nueva que va a dar comienzo este próximo septiembre ya se van a comenzar a quemar las primeras barbas. Los fans en Buffalo están comenzando a cansarse de esta situación, de tener un propietario que está más interesado en obtener beneficio económico de su inversión que de ganar partidos. Hasta la fecha ha contado con el fantasma de una posible relocalización de la franquicia (Toronto, L.A.) que ha hecho que los aficionados hayan tomado la renovación de sus abonos anuales como una cuestión de vida o muerte para el equipo, pero eso está comenzando a acabarse. El año que viene como no tengan un producto que presente claros síntomas de posible mejoría y sobre el que construir un equipo verdaderamente ganador el cemento será el principal invitado en sus partidos como locales.
Aunque nadie lo dice abiertamente los Bills se encuentran en la enésima reconversión de la franquicia, parecía que, como la crisis económica en la que vivimos, habían tocado fondo, y puede que sea así, pero si han tocado fondo ahora continúan escarbando. Esta temporada parece que los Bills quieren comenzar de cero y para ello han recurrido hasta al cambio de uniformes, los uniformes que se acaban de retirar comenzaron a usarse en el 2002 y pasarán a la historia con el dudoso honor de haber dado cobijo a tan solo una sola temporada con record positivo y no habiendo sido usados jamás en un partido de postemporada. Los nuevos uniformes toman como base los de la AFL y los que vestían los Bills en su época dorada de los Jim Kelly, Thurman Thomas, Bruce Smith y compañía pero abandonando el casco con fondo rojo a favor del blanco que ya utilizaron hasta principios de los 80.
Después de que el año pasado Ryan Fitzpatrick tomara las riendas del ataque de los de Buffalo esta pretemporada ha comenzado sin controversia en la posición. Tyler Thigpen fue fichado como agente libre y aunque en el primer partido de pretemporada tuvo pocas oportunidades, durante el segundo partido contra los Broncos sí que tuvo una buena actuación que ensombreció de alguna manera las más que discretas actuaciones de Fitzpatrick en esos dos primeros partidos. En el tercer partido Fitzpatrick tuvo una actuación estelar mientras que el partido de Thigpen tuvo más para olvidar que para recordar. Thigpen cuenta a su favor con haber estado ya a las órdenes de Chan Gailey cuando ambos coincidieron en los Chiefs durante la que ha sido hasta la fecha su mejor temporada a nivel profesional pero su lugar está más que definido, será el suplente de Ryan. Detrás de los dos QBs principales poco que comentar salvo la adquisición de Brad Smith cuya participación hasta la fecha se reduce a formaciones de wildcat, nada hace indicar que el antiguo alumno de Missouri vaya a progresar en del deph chart más allá del QB3. Tampoco parece que los Bills vayan a sorprender a casi nadie con ese tipo de jugadas que son simples recursos ocasionales que significaron una novedad hace algunas temporadas pero que actualmente están cayendo en desuso.
En el back field del ataque de Buffalo se está gestando lo que podría ser otro desastre de proporciones cósmicas, y van… . CJ Spiller, quien fuera la primera ronda del draft de la era Nix-Gailey, el año pasado defraudó mucho y esta pretemporada se no se está luciendo precisamente. Hasta la fecha su producción en los tres primeros partidos se resume en que ha realizado 17 carreras para un total neto de 29 yardas lo que le sitúa en una media que no llega ni si quiera a alcanzar las 2 yardas por carrera. Esa producción y sus estadísticas del pasado año seguramente le hubieran supuesto decir bye-bye a los Bills como una víctima más de la pretemporada incapaz de hacerse un hueco en el roste final. Su estatus de primera ronda le librará de ello pero si su producción no cambia drásticamente de ahora en adelante la temporada que viene será carne de cañón. Visto lo visto está claro que el ataque de los Bills tendrá que basarse fundamentalmente en el juego de carrera que pueda proveer uno de los favoritos del público en el Ralph Wilson Stadium que no es otro que Fred Jackson, un jugador que supo ir haciéndose un hueco desde la extinta NFL Europa hasta su puesto como RB titular de los Bills. Todo lo demás que se pueda decir del ataque de los Bills es una incógnita que para su desgracia se despejará seguramente más veces como negativa que como positiva.
Con “lo demás” nos referimos a una línea de ataque que parece que no ha progresado casi nada sobre el año pasado, inconsistente en el juego de carrera se ha mostrado poco eficaz a la hora de montar un pocket decente a sus QBs y mucho menos saber mantenerlo, esta pretemporada cuando las primeras unidades estaban sobre el terreno sus problemas para dar una mínima protección a su QB han sido manifiestos incluso cuando las defensas renunciaban a los blitz y sólo presionaban con su DL. Los entendidos dicen que a las OL hay que darles tiempo y tiempo se le está dando a esta unidad cuyo núcleo duro ya lleva jugando juntos una buena temporada. De izquierda a derecha, la unidad está constituída por los jóvenes Demterius Bell en el tackle, Andy Levitre como guard, Eric Wood en el centro, Kraig Urbik como guard derecho y el veterano Erik Pears como tackle derecho.
La absoluta incógnita de los Bills, y mira que no andan escasos de ellas precisamente, esta temporada va a ser el cuerpo de receptores. Como ya dijimos Lee Evans ha sido traspasado a los Ravens con lo que los Bills se quedan sin su referencia en el juego de pase. Steve Jonhson supuestamente hereda la posición de Evans como WR1 y sobre él recaerá la responsabilidad de mover las cadenas en los momentos cruciales, el chico apuntó muy buenas maneras pero todavía le queda mucho que demostrar tanto dentro del campo como fuera de él. Siendo ese su caso qué no decir del resto de deph chart, jóvenes en su mayoría con mucho potencial pero que no le quitarán el sueño a ningún CB. Hasta el momento los WRs de los Bills en esta pretemporada se han dejado caer una cantidad indecente de pases, si esto tuviera continuidad durante la temporada regular el desastre está asegurado. El favorito del staff técnico para ocupar la posición de WR2 es Marcus Easley que con sus casi 2 metros de estatura se presenta como un buen blanco sobre todo en jugadas en la end zone, pero al chico todavía le queda mucho por demostrar.
Hay una cosa que está más que clara en Buffalo esta próxima temporada. Los Bills llegarán hasta donde su defensa aguante. Si es capaz de mantener a los equipos rivales con anotaciones por debajo de los 20 puntos los Bills tendrán alguna oportunidad porque es probable que su ataque sea incapaz de poner suficientes puntos en el marcador para ganar un partido cuyo tanteador exceda dicha cifra.
No obstante las expectativas están ahí y es posible que la defensa de Buffalo sea una de las sorpresas favorables del próximo campeonato. La adición en la primera ronda del pasado draft de Marcell Dareus posiblemente será la única decisión buena que hayan tomado los Bills en esa ronda desde hace más de una década y para “celebrarlo” Chan Gailey se ha visto en la obligación de deshacerse de uno de los últimos lastres de la era Jauron, cortando a Aaron Maybin que tras ser elegido en primera ronda (11 overall) hace tres temporadas ha venido a demostrar que es absolutamente incapaz de acercarse a algo que pueda tener visos de parecerse a un futbolista profesional. Si la defensa contra la carrera de los Bills la pasada temporada estaba entre las peores de la liga esta temporada seguramente la cosa cambiará. El ya citado Dareus y el Pro Bowler Kyle Williams han de ser las piedras angulares de dicho proyecto. Si finalmente se confirma que Shawne Merriman tras su vía crucis particular con lesiones y castigos por uso de esteroides ha vuelto a ser quien era en sus momentos felices con los San Diego Chargers, la cosa comienza a resultar más que esperanzadora para los sufridos fans de los Bills.
En el back field se fue de Buffalo otra primera ronda al que nadie echará de menos, la partida de Donte Whitner será cubierta entre George Wilson y Bryan Scott como Strong Safeties. Jarius Bird como FS será otro de los que tienen que probar que pertenecen a esta liga después de haber deslumbrado a todos en sus primeras actuaciones en la NFL, pero lo difícil es mantenerse y a él ya le costó trabajo la pasada temporada, si bien es cierto que se vio mermado por las lesiones sus 9 intercepciones del 2009 se vieron reducidas a tan solo una la pasada temporada.
Para finalizar decir que el veterano Nick Barnett ha llegado proveniente de los Packers para cubrir el hueco dejado por Paul Posluszny al que, a juicio de muchos, los Jacksonville Jacguars han sobrevalorado habida cuenta del importante contrato que le han ofrecido. El Poz de los Bills fue un jugador interesante al que las lesiones le respetaron bien poco y que desde su posición como ILB veía como sus Bills eran barridos una y otra vez en el juego de carrera, si por delante tienes como NT a un Pro Bowler como Kyle Williams ello dice poco de ti aunque seas el líder en placajes, algunas veces la cosa no versa sobre a quién placas sino sobre donde lo placas, placajes a 6 o 7 yardas de la línea de scrimmage tienen un valor relativo y eran la especialidad de Poz.
El resto de las posiciones de defensa están dignamente cubiertas, los Terrence McGee, Leodis McKelvin, Draiton Florence, Regie Corner y compañía ya llevan un cierto tiempo en el equipo y sin ser un cuerpo de corner backs excepcional cumplen adecuadamente con su papel, sin más. Se supone que este año con la incorporación de Dareus y el segundo advenimiento de Merriman los Bills han de ser capaces de poner, por primera vez en mucho tiempo, una presión sostenida sobre los QBs rivales, de ser así el trabajo de los CBs se verá facilitado y sus estadísticas y las de toda la secundaria deberán dejar constancia de ello. Rresulta curioso que cuando el resto de la liga está comenzando la transición de las defensas 3-4 a las 4-3 los Bills recorren en camino inverso. Si es que …
Como la liga se está encargando de dejar sin contenido a esta unidad con sus cambios de reglamentación, primero fue la prohibición de las cuñas de tres y ahora esta temporada el kickoff desde la yarda 35 no merece la pena perder mucho el tiempo hablando sobre ellos. Los Bills tienen sobradamente cubiertas las dos pociones de especialistas por antonomasia con Ryan Lindell como kicker y Brian Moorman como punter. En lo que respecta al resto del grupo de equipos especiales, o lo que es lo mismo las formaciones de cobertura y retorno, los Bills tienen unos equipos especiales del montón.
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