Chicago Bears

1760

Estadísticas 2011:

Ataque
Media
NFL
Puntos Anotados
22,1
17º
Yardas Totales
314,1
24º
Yd. de Carrera
125,9
Yd. de Pase
188,2
26º
Defensa
Media
NFL
Puntos Encajados
21,3
14º
Yardas Totales Permitidas
350,4
17º
Yd. de Carrera Permitidas
96,4

Yd. de Pase Permitidas

254,1
28º

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ALTAS
Brandon Marshall WR
Michael Bush / Jason Campbell RB/QB
Chilo Rachal / Blake Costanzo G/LB
Eric Weems / Kelvin Hayden WR/CB
Devin Thomas WR
Geno Hayes LB
BAJAS
Amobi Okoye DT
Zack Bowman CB
Corey Graham CB
Caleb Hanie QB
Brandon Meriweather S
Frank Omiyale OT

Draft 2012:

Ronda Jugador Pos College
1-(19) Shea McClellin DE Boise State
2-(45) Alshon Jeffery WR South Carolina
3-(79) Brandon Hardin FS Oregon State
4-(111) Evan Rodriguez TE Temple
6-(184) Isaiah Frey CB Nevada
7-(220) Greg McCoy CB TCU

 

 

Si 2011 comenzaba con el recuerdo aún reciente de la oportunidad perdida en la final de conferencia contra los Green Bay Packers, donde buena parte de la prensa, no sólo de la ciudad sino de todo el país, cargaba las tintas contra el quarterback del equipo, Jay Cutler, quien se retiró lesionado del partido con un esquince de rodilla cuya gravedad fue cuestionada por muchos, al mismo tiempo que aplaudían el juego de Caleb Hanie. El que por aquel entonces era tercer quarterback del equipo, saltó al terreno de juego cuando apenas restaban quince minutos para que acabase el partido, una vez se demostró la inoperancia de Todd Collins, y a punto estuvo de completar una remontada en la que no era razonable creer.

 

La nueva temporada comenzaba con Cutler totalmente recuperado de su (verídica) lesión y, tras un comienzo difícil, ante huesos duros de roer como Nueva Orleans y los propios Packers, y un lunes desastroso en Detroit (donde, con el ínclito Frank Omiyale a la cabeza, el equipo cometió la friolera de nueve salidas falsas), los Bears se encontraban en una senda ascendente, llegando a la décima jornada con un balance de siete victorias y tres derrotas, con una facilidad anotadora sin precedentes (en los cinco partidos siguientes a esa derrota contra Detroit se anotaron más de treinta puntos en cada encuentro salvo en uno) y con la defensa provocando turnovers como acostumbra, de manera que no eran pocas las voces que los señalaban como la única amenaza que tenían los Packers – invictos en ese momento – para repetir viaje a la Super Bowl. El segundo partido contra Detroit (37-13), un equipo que finalmente entró en los playoffs, resume la situación.

 

Pero estamos en Noviembre, hace frío en Chicago, los Chargers están en frente y Cutler lanza un pase sencillo para la ruta de slant que está corriendo Johnny Knox. En cuestión de segundos, Knox resbala, el pase es interceptado y Cutler, intentado evitar la anotación, choca contra el linebacker rival Donald Butler. El jugador de San Diego esquiva al quarterback sin problema y se dirige sin oposición a la línea de anotación. No habría nada más que añadir – esa intercepción no impidió que los Bears acabasen llevándose la victoria aquel día – de no ser porque tras el partido se confirmó que esa intercepción se había cobrado un precio muy alto: el pulgar de Cutler estaba roto y la temporada, aunque no se sabía en ese momento, había acabado para él. La desesperación no era absoluta en la franquicia ya que, al menos, se contaba con un jugador de garantías como era Hanie que ya había demostrado su valía en nada menos que la última final de conferencia.

 

No me voy a detener en el huracán que se desencadenó desde aquel instante (en forma de derrotas – hasta 5 consecutivas -, momentos en los que la mala suerte se mezclaba con la torpeza o ingenuidad, y más lesiones – Matt Forte y el propio Knox) y que sólo es comparable al que le siguió una vez acabada la temporada y que supuso la salida del equipo del coordinador ofensivo Mike Martz (para alivio de muchos) y el manager general de la última década Jerry Angelo, por citar únicamente a los dos nombres más importantes.

 

Llegó Phil Emery desde Kansas City, con la imposición de Lovie Smith para este 2012 pero con la libertad de elegir a quién quiera si este año no discurre como se espera (y me atrevería a decir que incluso en ese caso… Smith ha gastado muchas balas los últimos años). No tardó mucho en atender al jugador franquicia y gastar una tercera ronda en Brandon Marshall. Mientras Matt Forte firmaba su contrato, Emery traía a Michael Bush.

 

Quizá otro de los cambios de filosofía con respecto a Angelo (aunque el movimiento de Marshall no es tan raro ya que en las últimas temporadas no creo que haya queja respecto a la tradicional “dificultad” del equipo en soltar el monedero) se pudo ver en el draft. Tras varias malas experiencias (como los busts de Mark Bradley o de Michael Owko o los problemas fuera del campo de Tank Johnson), los drafts habían sido bastante conservadores y la existencia de antecedentes de problemas fuera del campo durante los años universitarios imposibilitaban su elección, el 2012 experimentó un nuevo enfoque (Emery subió varios puestos para llevarse Jeffery en la segunda ronda y eligió a Evan Rodríguez, un jugador que ha tenido varios incidentes durante su etapa universitaria, en cuarta). No se sabe aún como le saldrá la jugada al nuevo manager pero el enfoque, indudablemente, es distinto.

 

MVP ATAQUEMVP ATAQUE: Jay Cutler. Firmó su mejor año en Chicago hasta que sufrió la lesión que le impidió jugar el último tercio de la temporada. Este año vuelve totalmente recuperado y, por si fuera poco, el equipo ha traído a su antiguo socio en Denver, Brandon Marshall.

Mike Martz ya es historia en la ciudad del viento y, con él, también lo serán esos terroríficos seven-step drops o aquellos partidos en el que el juego de carrera parecía quedarse olvidado en el hotel de concentración. Comienza la era de Mike Tice en la que, espero, el ataque esté más equilibrado entre el juego de pase y el de carrera (para ser justos, el segundo año de Martz no se alejó demasiado de este guión, salvo en alguna terrible excepción), unos esquemas de protección más simples y, por tanto, más fácilmente implementables por nuestra línea ofensiva y, por último, un mayor protagonismo de los tight-ends. La agencia libre y el draft, además, han servido para incorporar a nuevas armas a este lado del balón.

 

El año pasado comencé el análisis de la posición de quarterback hablando de lo evidente que era el hecho de que Caleb Hanie tenía que ser el quarterback suplente, perdiendo una oportunidad única para estar callado. Ya he comentado en la introducción las posibles causas y lo que ha supuesto la lesión de Cutler. Este año se ha hecho propósito de enmienda y, junto con Josh McCown (quién se incorporó al equipo ya en 2011 en un intento desesperado por frenar la sangría que producía Hanie, si bien sólo anotó dos touchdowns por cuatro intercepciones en los tres partidos en los que jugó) el equipo firmó a Jason Campbell, con setenta titularidades en la liga a sus espaldas, para intentar evitar una situación como la de 2011. Sobre Jay Cutler no creo que haya mucho más que añadir aquí. Recuperado sin problemas de la lesión en el dedo, viene de una temporada donde llevaba una proyección cercana a las 4.000 yardas de pase (algo inferior, más aún si tenemos en cuenta que en las últimas semanas de competición – debido al tiempo suele hacer en Chicago a esas alturas – sus números deberían bajar un poco) y se reúne con su juguete favorito en Denver – Brandon Marshall – y su entrenador de posición en los Broncos, Jeremy Bates.

 

Cuando escribo estas líneas Matt Forte acaba de firmar el nuevo contrato que le une a los Bears para los próximos cuatro años, después de una offseason bastante ajetreada, en la que el jugador no ha asistido a los entrenamientos y ha hecho alguna que otra declaración sorprendente, al menos para quienes seguimos su trayectoria desde sus tiempos en la Universidad de Tulane (me estoy refiriendo a los comentarios en Twitter tras hacerse oficial el fichaje de Bush en las que dijo que se sentía insultado por la franquicia). Yendo al grano, lo importante es que Forte ha firmado por cuatro años más y será el ancla, si no del ataque, sí del juego de carrera del equipo. Sus 997 yardas en 2011 corresponden a un promedio de 4.4 por carrera (se lesionó en la jornada trece) y le valieron no sólo para ser elegido para la Pro Bowl sino también para firmar el mejor registro de un corredor de Chicago desde 1990 (en términos de promedios por partido), lo que se dice pronto en un equipo eminentemente corredor. Siguiendo la línea de las últimas temporadas (Chester Taylor o Marion Barber) tendrá a un escudero de lujo en la persona de Michael Bush que, espero, tenga más suerte que sus antecesores en el puesto (aún recuerdo esa penalización tonta en un tochdown claro contra Kansas City o, la semana siguiente, aquella carrera out-of-bounds y el fumble en la prórroga contra Denver, que propició el enésimo milagro de Tim Tebow). El antiguo raider es un corredor más norte-sur que Forte aunque tampoco puede minusvalorarse su capacidad para recibir el balón en espacios abiertos. Como tercer corredor parte, en principio, Kahlil Bell. Dijo en principio porque, a pesar de haber sido renovado esta offseason, no demostró demasiada seguridad con el balón en la parte final de la temporada pasada y, además, el equipo ha fichado también al veterano Lorenzo Booker, que ha pertenecido los dos últimos años a los Minnesota Vikings, habiendo participado en el juego principalmente como retornador. En la posición de fullback se encuentra, en solitario, Tyler Clutts. El californiano fue adquirido del practice squad de los Browns al principio de la temporada pasada, consiguiendo 48 yardas de recepción. El puesto de fullback es un puesto “caliente”, no siendo descartable que el equipo comience la temporada sin nadie en esa posición. Mike Tice no se ha caracterizado por realizar un uso asiduo de esta posición (preferiendola cubrir con un tight-end que pueda jugar ahí, como por ejemplo el rookie drafteado en cuarta ronda Rodriguez). Es muy posible que la permanencia de Clutts entre los cincuenta y tres nombres finales dependa de su aportación a equipos especiales.

 

Una tercera ronda del draft fue el precio que tuvo que pagar Chicago por adquirir los servicios de un receptor número uno. Dicho así parece un una ganga, pero el antiguo jugador de la Universidad Central de Florida ha sido visitante habitual de la sección de sucesos en todos los lugares por lo que ha transcurrido su carrera profesional. Lo cierto es que Brandon Marshall tiene un trastorno de la personalidad, diagnosticado el año pasado tras un incidente en el que fue apuñalado por su propia esposa, que ha podido acabar con la paciencia de sus antiguos equipos. Con todo, sus 1.214 yardas de 2011 (6 touchdowns) representan números desconocidos para un receptor de Chicago. Junto a él, el rookie elegido en segunda ronda Alshon Jeffery (South Carolina) se perfila como titular. Jeffery es un receptor que, si bien no ha destacado por tener una velocidad superior a la media, es corpulento y tiene buenos brazos. Como siempre que hablamos de un rookie en esta posición, la transición puede ser más lenta y su aportación al equipo limitada en esta primera temporada. Earl Bennett, compañero de Cutler en la universidad de Vanderbilt, cubrirá la posición de slot-receiver. El commodore ha demostrado ser un seguro en jugadas claves y Cutler ha recurrido mucho a él en terceros downs. Esta temporada tiene que comenzar con más ganas si cabe tras haber sido renovado en la offseason. Devin Hester participará ocasionalmente y es bueno que así sea, pero creo que los números demuestran que cuanto más tiempo esté dedicado a los retornos más es el rendimiento que obtiene el equipo. Indicar también que Johnny Knox, la amenaza vertical de los últimos años, comenzará en la PUP list y no es razonable pensar que participe este año. Su recuperación de la terrible lesión de columna que sufrió contra Seattle va por el buen camino. Por si fuera poco, en esta offseason se han hecho dos adquisiciones más que refuerzan el cuerpo de receptores. Una es la de Rashied Davis (que vuelve al equipo tras jugar el año 2011 en Detroit) contratado una vez comenzado el training camp ante el anuncio de la retirada de otra adquisición de este invierno (Devin Thomas, ganador de la Super Bowl con los Giants, si bien su participación se redujo principalmente a equipos especiales) y otra la de Eric Weems (aunque consiguió dos touchdowns la temporada pasada fue utilizado principalmente como retornador por los Atlanta Falcons). Será interesante analizar durante el training camp cómo se desarrolla la lucha por un puesto en el cuerpo de receptores ya que, a mi parecer, hay sobrepoblación y uno o dos jugadores pueden no pasar el corte final (me pregunto en qué posición quedará Dane Sanzenbacher; a mí me causó muy buena impresión en 2011 – con los errores habituales de un rookie – pero parece que parte con desventaja este año). En lo que respecta a los tight-ends, tanto Matt Spaeth (eminentemente bloqueador) como Kellen Davis (su altura le convierte en una amenaza en los últimos metros, siempre y cuando sea capaz de mantener la concentración que, en momentos clave, le ha faltado y le ha impedido anotar algún que otro touchdown en su carrera en Chicago) contarán con un papel más activo en la ofensiva de Mike Tice. A ellos se les une Evan Rodriguez, novato proveniente de la universidad de Temple, que puede jugar también como halfback.

 

Finalizamos el análisis del ataque hablando de la línea ofensiva, causante habitual de dolores de cabeza a los aficionados de esta franquicia en el pasado reciente. Por poner un poco de optimismo, he de apuntar que de los 49 sacks permitidos la temporada pasada, 26 de ellos fueron durante los últimos seis partidos en los que el equipo fue a la deriva de la mano de Hanie. Tras un comienzo titubeante, ante buenas defensas como Atlanta o Nueva Orleans, el equipo fue capaz de dar cierta seguridad a Cutler durante una gran parte de la temporada. No es este, en mi opinión, el único punto positivo. Roberto Garza asumió en 2011 la posición de center con más dudas que otra cosa (el hueco dejado por Olin Kreutz no es fácil de suplir) y creo que cumplió con creces. Gabe Carimi vuelve tras haber estado en blanco el año pasado (se lesionó la segunda jornada). Y Frank Omiyale ya no está en Chicago. Hasta aquí lo positivo. No me gusta que Chris Williams vaya a disputar el puesto de left tackle a J’Marcus Webb. Webb ha tenido sus fallos y no es un fuera de serie, pero ha mantenido la compostura durante gran parte de la temporada. Williams no funcionó en esa posición y el año pasado mostró su mejor versión como left guard, donde parece que este año jugará o Chris Spencer o incluso Chilo Rachal (fichado de San Francisco). Yo apostaría por una línea (de izquierda a derecha) formada por Webb, Williams, Garza, Lance Louis (que suplió el año pasado a Carimi como right tackle haciéndolo muy bien pero tiene más potencial como right guard) y Carimi. Dejaría a Chris Spencer como center/guard suplente, así como a Rachal y Edwin Williams, siendo James Brown el swing tackle (undrafted free agent).

 

MVP DEFENSAMVP DEFENSA: Brian Urlacher. El liderazgo de Urlacher, no sólo sobre la defensa en el campo, sino sobre todo el equipo fuera del terreno de juego tras la marcha de Olin Kreutz en 2010, está fuera de toda duda.

La defensa – junto con los equipos especiales -ha sido el pegamento que ha mantenido a flote al equipo en diversas partes de las últimas temporadas, si no en temporadas enteras (me estoy refiriendo al equipo del 2006). Aunque los números de 2011 no son tan buenos como los de 2010 (fruto irregularidades en algunos momentos), la unidad ha sido siempre una amenaza y las intercepciones y fumbles provocados siguen siendo una constante. Pero estos elementos (Urlacher tiene 34 años, Briggs va a cumplir 32 o Tillman, que tiene 31) están ya en los últimos años de sus carreras (sé que digo esto todos los años, alguna vez acertaré) y, en algunas posiciones, no hay recambio aparente. No hay espacio – ni salarial ni en el roster – para cubrir todas las necesidades de una franquicia profesional de fútbol americano pero lo que sucedió con Cutler el año pasado debe preocupar a los responsables de buscar soluciones ante, pongamos por ejemplo, una lesión de Urlacher.

 

La línea defensiva ha experimentado varios cambios durante este invierno. El equipo no fue capaz de retener a Amobi Okoye, un unrestricted free agent que contribuyó con cuatro sacks pero que partió rumbo a Tampa Bay. Junto a él, Anthony Adams fue cortado. Sólo quedaban tres tackles en la plantilla: Henry Melton (un jugador en el que están puestas muchas esperanzas – consiguió siete sacks en 2011 – pero que aparece y desaparece durante largas fases de la temporada), Stephen Paea (un rookie de segunda ronda que en este su segundo año debe adquirir más protagonismo) y el veterano Matt Toeaina. Este trío ha sido completado con las adiciones de jugadores como Brian Price (proveniente de Tampa Bay a cambio de una séptima ronda del draft) o John McCargo (cuyo último equipo fueron también los bucaneros). En un extremo de la línea continua Julius Peppers atrayendo dobles marcajes mientras que en otro, es deseable la aportación de la primera elección del draft, Shea McClellin (Boise State). Israel Idonije sería el tercer hombre en la rotación y Corey Wootton deberá evitar las lesiones que le han perseguido durante toda su carrera para poder ser tenido en cuenta.

 

Brian Urlacher enfila su duodécima temporada como profesional capitaneando el cuerpo de linebackers. 2011 fue un año muy bueno para él (125 placajes y 4 sacks) a pesar de lesionarse en la rodilla en el último partido de la temporada (lo que le impidió acudir a la Pro Bowl para la que había sido seleccionado por octava vez). A pesar de haber perdido una pizca de velocidad, sigue siendo una figura dominante en el centro de la defensa. El lado débil lo maneja Lance Briggs, que amplió su contrato por un año (este y otro más) este invierno. Sus números de 2011 (147 tackles – líder del equipo en este aspecto – y 2 fumbles) hay que tomarlos con reservas porque, sin tener ninguna queja, es cierto que su juego no fue tan decisivo como en años anteriores. El lado fuerte es responsabilidad de Nick Roach, siendo la posición más “débil” de este cuerpo. La profundidad la garantizan Geno Hayes (aunque con mejores condiciones para jugar en el lado débil, puede ser una amenaza para el puesto de Roach), Dom DeCicco (un undrafted free agent que contribuyó en 2011 en equipos especiales y que se perfila como suplente de Urlacher) y Blake Constanzo.

 

En la secundaria la figura de Charles Tillman brilló por encima del resto, siendo elegido en 2011 para la primera Pro Bowl de su carrera. La fama de Chicago como defensa provocadora de turnovers es debida en gran parte a este jugador (3 fumbles forzados en 2011). Junto a él, parece que Tim Jennings será el otro cornerback titular a pesar de haber sido sentado en el banquillo la última temporada. Tanto Kelvin Hayden como Jonathan Wilhite son dos jugadores veteranos que han sido adquiridos esta offseason y que pueden luchar por un puesto de titular. Respecto a los safeties, parece que tras muchos años de travesía en el desierto el equipo cuenta con una pareja estable. Chris Conte se ha asentado en la posición de free safety consiguiendo 30 tackles y una intercepción en su primera temporada como profesional. Como strong safety parte Major Wright. El antiguo gator ha sufrido diversas lesiones en sus dos años como jugador de Chicago que le han impedido tener más continuidad en el campo. El rookie Brandon Hardin puede ser una amenaza para su puesto y Craig Steltz también es una opción a tener en cuenta. El pequeño D.J. Moore, otro producto de la Universidad de Vanderbilt, será el nickelback.

 

El coordinador Dave Toub ha estado más fuera que dentro del equipo esta offseason pero finalmente está de vuelta tras no haberse materializado ninguna opción de entrenar a otra franquicia (llegó a ser entrevistado para ocupar el puesto de head coach en los Dolphins). Que Toub esté en Chicago este año es garantía de producción para los equipos especiales y también de innovación.

 

Devin Hester, que retornó tres kick-offs para touchdown en 2011 (lleva 17 en toda su carrera) y lideró la liga en yardas por retorno de punt es indiscutible en el puesto y una amenaza para cualquier equipo. Es previsible que las adquisiciones de esta offseason (Eric Weems principalmente) den un respiro a Hester cuando la situación lo requiera.

 

Adam Podlesh, que sustituía a Brad Maynard en las labores de punter, cumplió solventemente su papel, alcanzando un record personal (40.4 yardas por punt) y siendo bastante consistente a lo largo de toda la temporada. Robbie Gould (kicker) sigue siendo un seguro cuando el ataque se atasca. Comentar por último el regreso de Pat Mannelly (long snapper) tras haberse roto los ligamentos de la rodilla la temporada pasada.

 

La fortaleza del juego de carrera (Forte y Bush pueden conformar una de las duplas más peligrosas del campeonato) y la variedad de armas con las que cuenta Jay Cutler.
DOWN Los titubeos (en forma de cambio de posiciones en los entrenamientos de pretemporada) y la falta de refuerzos de la línea ofensiva. Poca profundidad en el cuerpo de linebackers.

 

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