¡Vaya diferencia de un año a otro! Si el año pasado glosábamos la continuidad del equipo de Indianapolis, basada en la figura incontestable de Peyton Manning, un año y una lesión en el cuello del mítico número 18 más tarde nos encontramos con unos Colts absolutamente irreconocibles.
La lesión del quarterback le obligó a pasar por el quirófano y a perderse toda la temporada sin ni siquiera haber disputado un snap. Privados de su líder, los Colts demostraron ser el proverbial gigante con pies de barro y se arrastraron por el ídem durante toda la temporada culminando su actuación con un penoso récord de dos victorias por catorce derrotas y la todavía más penosa sensación de haber buscado ese infame récord en vías de conseguir el número uno absoluto en el draft que en esta promoción tenía nombre y apellidos, Andrew Luck.
El fenomenal proyecto de la universidad de Stanford fue durante la pasada temporada el hombre por el que todos los equipos-morralla suspiraban ardientemente y no faltaron entre los seguidores de esos equipos las campañas a favor de perder cuantos más partidos posibles para asegurarse con sus servicios. Ningún equipo abrazó el lamentable lema del «Suck for Luck» con más fervor que los Colts, aunque quizá estemos exagerando. Simplemente los Colts sin Manning eran malos de solemnidad.
Asegurados los servicios de un nuevo quarterback franquicia la directiva del equipo tiró por la calle de en medio y no dudó en romper con el pasado. Por la puerta salieron Manning y su fastuoso contrato, Jim Caldwell y su hierático rostro, y otros muchos jugadores veteranos como Jeff Saturday, Dallas Clark, Pierre Garçon o Gary Brackett, pilares básicos del equipo en sus recientes años de gloria.
La contratación de un nuevo entrenador de corte defensivo como Chuck Pagano completa el cambio radical al que se ha sometido la franquicia, obsesionada en montar un equipo con todas las de la ley que pueda resultar competitivo a pesar de la ausencia de su mejor jugador.
Naturalmente la ausencia de Peyton Manning provocará importantes cambios en la ofensiva del equipo. Todavía no sabemos de qué será capaz Andrew Luck, pero en su primera temporada es de esperar un ataque más equilibrado y conservador que facilite la transición del novato, aunque la contratación de Bruce Arians como coordinador ofensivo asegura un buen número de formaciones abiertas con múltiples receptores. De todas maneras más vale que Luck esté preparado para el desafío porque la presencia del veterano Drew Stanton y del novato de séptima ronda, Chandler Harnish, no parecen augurar un gran futuro en caso de ausencia del titular.
Como no hay nada mejor para un quarterback novato que un buen juego de carrera una de las prioridades ha sido potenciar este aspecto y para ello no se ha dudado en reforzar convenientemente la línea ofensiva con la contratación de Samson Satele como nuevo center y el cambio completo del lado derecho de la formación con las adquisiciones de Mike McGlynn como RG y Winston Justice como RT. En el puesto de LG el titular será el inmenso Joe Reitz mientras que Anthony Castonzo será el encargado de cerrar la línea por el lado izquierdo. Una línea grande y pesada que se supone será capaz de generar mejores huecos para los corredores.
El principal beneficiado de esta nueva y poderosa línea debería ser Donald Brown que se postula como corredor primario aunque seguro que alternará snaps con el jugador de segundo año Delone Carter y el novato Vick Ballard, dos jugadores potentes que se supone se adaptarán mejor a un juego de carrera basado en la exuberancia física. El veterano Mewelde Moore llega procedente de los Steelers para aportar su experiencia y fiabilidad en las jugadas de tercer down.
Para facilitar la vida de su nuevo jugador franquicia el equipo invirtió su pick de segunda ronda en el objetivo favorito de Luck en su etapa universitaria, el inmenso tight end Coby Fleener que a buen seguro seguirá siendo el principal destinatario de los pases de Luck. No contentos con eso los Colts repitieron la apuesta en tercera ronda con la incorporación de Dwayne Allen, un tight end rápido y atlético capaz de estirar las defensas aunque bastante deficiente a la hora de bloquear. El planteamiento parece claro, la NFL es una liga de «copiar y pegar» así que los Colts no se van a quedar atrás a la hora de apuntarse a la hora de reforzar la posición de moda.
Donde Luck puede tener más problemas es a la hora de encontrar receptores. La franquicia se aseguró la renovación de Reggie Wayne para al menos disponer de una presencia veterana y fiable pero aparte del Hurricane el cuerpo de receptores presenta numerosas incógnitas. Austin Collie también sigue en el equipo y parece que esta temporada será ascendido a segundo receptor después de haber pasado toda su carrera en el slot. Como tercer veterano aparece el tan rápido como frágil Donnie Avery que intentará reconducir su carrera después de tres decepcionantes temporadas en los Rams. El depth chart lo cierran los novatos T.Y. Hilton y LaVon Brazill dos jugadores de futuro en los que el equipo espera encontrar los futuros socios de referencia de su flamante quarterback.
Si en el ataque la revolución ha sido completa en el apartado defensivo el nuevo staff no se ha quedado atrás. La archifamosa «Tampa 2» ha pasado a la historia en Indianapolis y a partir de ahora los Colts se apuntan a una defensa 3-4 en una transición que se antoja cuando menos complicada. De todos modos la presencia del «soso» Greg Manusky como coordinador defensivo asegura un cambio no muy radical puesto que el ex de Chargers y 49ers suele alternar formaciones con líneas de tres y cuatro jugadores y es un enamorado de los marcajes zonales en la secundaria. Veremos como resulta la cosa porque los mimbres con los que cuenta el equipo para la transición no parecen muy adecuados.
El ejemplo más claro está en la obligatoria reconversión de Dwight Freeney y de Robert Mathis. Dos de los mejores defensive ends de la liga que a partir de esta temporada y por primera vez en su carrera profesional van a disputar muchos snaps como OLB. Sin duda su principal misión seguirá siendo perseguir quarterbacks pero habrá que ver su desempeño cuando tengan que caer en cobertura y jugar con espacio por delante. El resto de los linebacker presentan también muchísimas dudas. A día de hoy la pareja interior estaría formada por el desconocido Kavell Conner y el más experimentado Pat Angerer un MLB prototípico para defensas 4-3 cuyo tamaño y características no parecen demasiado adecuados para el nuevo esquema. Completan la rotación los anónimos Mario Addison, Larry Lumpkin, Mario Harvey y Jerry Hughes, en teoría no demasiada calidad para una unidad que debería ser el punto fuerte de cualquier 3-4 que se precie.
En la línea defensiva la cosa no pinta mucho mejor. De entrada el NT titular será Antonio Johnson quién si ya era un coladero con un compañero de fatigas a su lado no nos imaginamos lo que puede ser asumiendo la tarea en solitario. Como refuerzo se ha fichado al inmenso Brandon McKinney procedente de los Baltimore Ravens. También de los Ravens llega el veterano Cory Redding para asumir la titularidad en el puesto de left defensive end, mientras que Drake Nevis será el encargado de cerrar el lado contrario. El decepcionante Fili Moala se presume como principal reserva dentro de la unidad.
Y para rematar la fiesta vamos con una secundaria que tampoco parece la alegría de la huerta. Justin King y Jerraud Powers serán los cornerbacks titulares, dos jugadores típicos para el esquema Tampa2 que ahora se van a ver mucho más exigidos en la cobertura individual. Cassius Vaughn, Terrence Johnson y Brandon King completan una rotación tan anónima como llena de incógnitas. En las posiciones de safety la cosa tiene mejor pinta. Antoine Bethea es un free safety más que decente que cumple con su trabajo sin estridencias y procedente (como no) de los Ravens llega el boxeador Tom Zbikowski para asegurar una presencia intimidante que fortifique la defensa terrestre y proporcione la contundencia necesaria a la hora de castigar a los receptores rivales. Por detrás de ellos figuran los desconocidos Jermale Hines y Joe Lefeged.
Uno de los talones de Aquiles del equipo históricamente pero uno de los puntos fuertes del equipo de procedencia de Chuck Pagano por lo que en esta unidad los cambios seguro que también se hacen notar. Para ello Pagano se ha traído de (¿a ver si lo adivináis?) de los Ravens a Marwan Maalouf, técnico asistente en los equipos especiales de Baltimore y que debutará como coordinador en los Colts.
Los cambios no afectan a las posiciones de kicker y punter en las que permanecen Adam Vinatieri y Pat McAfee, dos jugadores seguros pero que están lejos de pertenecer a la élite en sus respectivas posiciones. En los retornos el novato T.Y. Hilton se postula como el principal candidato para los kickoffs, mientras que Quan Cosby podría justificar su selección para el roster como retornador de punts. Joe Lefeged aparece como primer reserva en ambas posiciones.
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