– 89/10 -. Ese es el cómputo general de los dos primeros partidos de los Chiefs de Kansas City en las dos primeras jornadas, el cuál supuso el cuarto peor comienzo de la historia en una franquicia de la NFL. Pero ya hubo síntomas para ser agorero durante el Training Camp, cuando el rookie Jonathan Baldwin y Thomas Jones se enzarzaron en una pelea que dejó como principal damnificado al rookie, que se rompió una mano y por lo cuál se perdió toda la pretemporada y el tramo inicial de la temporada regular. Tampoco las desdichas cedieron en la pretemporada. Brandon Siler, que venía a competir por un puesto de titular como MLB, se rompió el tendón de Aquiles, dejándolo K.O. durante el resto de la temporada. Una semana después, una rotura de ligamentos -la segunda en su carrera- sacudió de lleno a Tony Moeaki, que en solo un año se había convertido en un pilar importante y casi fundamental en el ataque de los rojos. Los antecedentes no eran buenos, pero todo equipo llega al season-opener con bajas inesperadas.
Llegaba el primer domingo de Football y con el un Arrowhead lleno hasta los topes y como es habitual con una carga de decibelios importante. No tardó mucho en silenciarse, ya que la primera jugada del partido se contabilizó como turnover en un fumble de Dexter Mccluster en el retorno de Kick-off. Y nisiquiera los Bills habían anotado su primer TD cuando Eric Berry, en un cut-block de Stevie Johnson, decía adiós a la temporada con una rotura de ligamentos en su rodilla dejando el cuerpo de safeties absolutamente roto y resquebrajado. Por si fuera poco, el partido fué un paseo militar en el que nisiquiera se pudo competir. La semana dos transcurrió por el mismo cauce. Humillante derrota en Detroit y está vez el damnificado para el resto de la temporada con senda rotura de ligamentos en su rodilla fue Jamaal Charles, dejando el ataque absolutamente roto.
Llegados a la cuarta jornada y pese al lavado de imagen en el enfrentamiento de la tercera jornada ante San Diego, los Chiefs eran candidatos absolutos al «Suck for Luck» por aquel entonces. Inesperadamente, el equipo encadenó cuatro victorias seguidas, ante unos Colts de capa caída sin Peyton Manning, unos decepcionantes Vikings, unos Raiders que vieron por primera vez a Carson Palmer pese a saberse solo un 25% del playbook y unos Chargers que son muy dados al drama.
Tan solo fue un oásis ya que tuvieron que ser los Dolphins quienes devolvieran a los Chiefs a la cruda realidad. No obstante la AFC West fué una constante montaña rusa llena de altibajos y los cuatro equipos tuvieron opciones de meterse en PO’s casi hasta la última jornada. De hecho, haciendo un análisis simplista, los Chiefs pudieron meterse a PO’s si no se llega a fallar un FG a la postre decisivo ante los Raiders.
Fué una temporada de sensaciones y cambios: Una de las razones del despido de Herm Edwards fué esa fama que le persigue de que sus equipos llegan en baja forma a los inicios de temporada. Pues con Todd Haley se repitió y le costó el puesto de trabajo. Puesto que fue otorgado a un Romeo Crennel que debutó con victoria ante los imbatidos Packers, a los cuales maniató en defensa.
Matt Cassell será el encargado de tomar las riendas del ataque nuevamente. No obstante sigue sin tener una gran aceptación entre el público y la prensa. De hecho nadie le echó de menos cuando Kyle Orton le sustituyó el año pasado y no hace mucho fué abucheado en un partido benéfico de baseball en Kansas City. En mi opinión, de manera inmerecida, ya que sabiendo todos de sus limitaciones, siempre ha cumplido en mayor o menor medida. Pero parece que cada dolar de los más de 60 millones que firmó le van a salir «caros». El puesto de backup se lo pelearán en pretemporada Brady Quinn -nuevo fichaje- y el QB de segundo año Ricky Stanzi. Parte con cierto favoritismo Brady Quinn, un jugador con más tablas y experiencia. Stanzi no parece que tenga mucha confianza por parte del Staff, aunque el año pasado Crennel a su llegada le nombró backup y le colocó por delante de Tyler Palko en la rotación. De hecho si Orton no se llega a recuperar a última hora antes del partido ante GB, hubieramos visto a Stanzi en el campo.
Los encargados de recibir sus pases serán los mismos del año pasado. Dwayne Bowe, a quien se le ha aplicado el franchise tag a la espera de comprobar si se le ofrece el gran contrato que anda persiguiendo. Por si acaso las negociaciones no son fructíferas y no se llega a un acuerdo, los Chiefs se han cubierto las espaldas utilizando la 1ª ronda de 2011 con Jonathan Baldwin, del cual el año pasado vimos grandes destellos pero no terminó de explotar ni de alcanzar cierta regularidad, pero se espera mucho de él este año. A la sombra y siempre a la chita callando, Steve Breaston será ese possesion receiver que da tanto oxígeno al ataque cuando este se atasca dándole regularidad, consistencia y ayudando al movimiento de las cadenas. En el slot tendremos por momentos a Dexter Mccluster, ese jugador que como el Guadiana aparece y desaparece continuamente, de todas maneras, cuando aparece suele aparecer a lo grande con algun balón sin aparente peligro que convierte en seis puntos. Además esta temporada se quiere jugar con formaciones de dos Tight-Ends, para ello vuelve Moeaki después de un año en blanco y al ex-campeón de la Super Bowl Kevin Boss, procedente de Oakland y que sin duda formarán una de las parejas de Tight-Ends más atractivas de la liga.
El juego terrestre parece que por fin volverá a tener vida, se ha traído a gran precio a Peyton Hillis, que trás un año desastroso en Cleveland buscará resarcirse y volver a ser ese RB que le convirtió en portada del Madden. Además solo tiene un contrato de un año y querrá ganarse uno de larga duración. Formará dúo con Jamaal Charles, que como se comentó anteriormente viene de un ACL y buscará volver a ser ese RB que abra el campo con sus constantes cambios de dirección y creatividad. La temporada pasada sin Charles el juego de carrera desapareció de la faz de la tierra con un Thomas Joness claramente en una gran decadencia y un Jackie Battle que carece del nivel para tener responsabilidades en la NFL. Como tercer back parece que estará Cyrus Gray, recién escogido en el draft y que parece que gusta mucho su habilidad como playmaker, aunque no esperaría mucho tiempo de juego en su año rookie.
La OL ha sufrido varios cambios, dos bastante significativos. Primero la retirada de Casey Wiegmann trás 16 años en la liga. Su recambio será Rodney Hudson que se ha pasado un año en la banda aprendiendo el oficio para cuando le tocara el turno como así será en este 2012. El segundo es la marcha a los Rams de Barry Richardson, que si bien como Back-up funcionó bastante bien, el año pasado con la responsabilidad de ser titular naufragó hasta el punto ser uno de los peores right tackles de la liga. La mejora con su recambio parece sustancial, se ha traído de Houston a Eric Winston, a priori uno de los mejores de la liga en su posición. En el lado izquierdo estará Brendan Albert, ya totalmente consolidado en la posición y entrando en su último año de contrato. La pareja de Guards seguirá siendo Jon Asamoah en el lado izquierdo y Ryan Lilja en el lado derecho.
La Defensive Line parece que seguirá en la línea de las últimas temporadas. Nula generando pass-rush pero brillando a la hora de parar la carrera. Los máximos exponentes son Glenn Dorsey y Tyson Jackson, números cinco y tres de sus respectivos drafts que dominan a la hora de parar la carrera pero son literalmente nulos a la hora de generar problemas al Quarterback Rival. La gran novedad viene en el centro, en dónde Kelly Gregg, al cual se fichó como un «parche» ante la marcha de Ronnie Edwards, ha anunciado su retirada. El centro es literalmente un agujero en donde los tres candidatos son: Dontari Poe, rookie de primera ronda que está demasiado verde para la liga. Jerrell Powe, jugador que cayó hasta la Sexta ronda el año pasado y que apenas tiene tampoco experiencia, y Anthony Toribio, un «jornalero» en la liga. Por lo que la papeleta que tiene Crennel es complicada en el centro de la línea. Además, el jugador con más facilidad para generar pass-rush, Wallace Gilberry, se ha ido en dirección a Tampa. Desde el banco saldrá Allan Bailey en terceros downs, que ya el año pasado como Rookie mostró ciertos flashes de poder ser un jugador situacional relativamente importante.
El cuerpo de Linebackers fué uno de los más sólidos de todo el equipo. En el centro Derrick Johnson sigue consagrándose como un Top-3 en la liga como ILB, curioso que tuviera pie y medio fuera de la franquicia como 43 OLB y el cambio a 34 ILB le haya «salvado la vida». Su acompañante en el centro será de nuevo Jovan Belcher, undrafted en su día que sin hacer ruido se está consagrando como un titular nada espectacular pero si bastante solvente. Justin Houston, que el año pasado fué el rookie más ilusionante después de un tramo final de temporada espectacular trás quitarle el puesto a Andy Studebaker, será el OLB titular junto a Tamba Hali, que poco cabe de decir de él, probablemente es el rostro de la franquicia.
En la secundaria veremos cambios, el más obvio, el «trueque» Brandon Carr–Stanford Routt. En principio salimos perdiendo, pero Routt ha demostrado poder ejercer en press-man coverage como hacía Carr. En el lado opuesto estará Brandon Flowers, uno de los mejores cornerbacks de la liga. El cuerpo de safeties es una de las unidades más flojas del equipo, pero vuelve Eric Berry y Kendrick Lewis parece que se puede asentar como titular a su lado en detrimento de Jon Mcgraw como ya hiciera el año pasado. El resto de Safeties, Sabby Piscitelli, Washington o el recién firmado Mccarthy, no ofrecen garantía alguna, por eso la baja de Eric Berry supuso tal impacto a la defensa.
El kicker será Ryan Succop, flamante Mr.Irrelevant en su día que se llevo el año pasado una extensión de cinco años en su contrato a cambio de 14 millones de dolares. Dustin Colquitt seguirá también siendo el Punter, como ha hecho durante toda su carrera.
Los retornos de Kick Off y Punt parece que se los seguirán turnando Dexter Mccluster y Javier Arenas, pese al fracaso de ambos la pasada temporada con un pobre nivel de yardas por retorno (salvo Arenas en los Punts) y sin anotar ningún Touchdown. Se dice que el Rookie Devon Willye podría tener repeticiones como retornador.
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