Hace un año por estas fechas los Steelers eran una de las mayores incógnitas de la temporada. La sanción de cuatro partidos a Ben Roethlisberger tras una offseason llena de problemas extradeportivos, y tras una decepcionante campaña 2009, dejaban a Pittsburgh fuera de las quinielas como candidatos al Superbowl, y el proyecto Mike Tomlin parecía atravesar su primer bache.
Los Steelers encontraron el mejor remedio para contrastar la ausencia de su estrella durante el primer mes de competición. La vuelta a los origenes que tantos éxitos les dieron en el pasado. Escudados en una férrea defensa y un sólido juego terrestre, consiguieron salir con un record de 3-1 y con la moral totalmente por las nubes. Roethlisberger retornó en la semana seis y el equipo con un juego más balanceado que en las últimas campañas, disputaron una temporada regular muy cómoda, en la que consiguieron entrar en los playoffs sin demasiados problemas, para posteriormente vencer a los Ravens y a los Jets en dos grandes partidos de playoffs, coronándose campeones de la AFC y consiguiendo el billete para su tercer viaje a la Superbowl en los últimos 6 años.
Pittsburgh no pudo redondear la temporada tras la derrota en la final frente a los Green Bay Packers, en una de las Superbowls más bonitas de los últimos años, y que privaron a los Steelers de conseguir su séptimo anillo de campeón. Este año los Steelers vuelven a recuperar su condición de candidatos para conseguir el anillo, a pesar de que han vuelto a tener una pretemporada muy agitada en cuanto a lo extradeportivo, pero esta vez no será un problema de cara su desempeño en el nuevo curso, donde sin duda han sido uno de los equipos favorecidos por el cierre patronal.
Con muy poco tiempo para preparar la nueva temporada tras el comentado tema de la huelga, los Steelers vuelven con la inmensa mayoría de jugadores que saben lo que es vestir el negro y oro de la franquicia, y con prácticamente todo el Staff Técnico de vuelta. La única salida fue la del ex entrenador de la secundaria Ray Horton, rumbo al desierto de Arizona, pero cuyo puesto será ocupado por un hombre de la casa como Carnell Lake. Con tan poco tiempo para preparar los nuevos proyectos, y el no tener que adaptar jugadores nuevos en posiciones clave, en la ciudad del acero esperan que su veteranía sea una ventaja, y poder realizar una buena campaña post-Superbowl, algo que no han conseguido en las dos anteriores ediciones, donde después de alcanzar la final cuajaron dos decepcionantes temporadas en las que ni tan siquiera lograron llegar a los playoffs.
A pesar de lo comentado, no todo es color de rosa dentro del equipo, y los Steelers no han conseguido mejorar ni la secundaria ni la línea ofensiva. Ambas unidades fueron el punto débil la pasada campaña, lo cual acentúa más el problema, porque los rivales ya sabrán de antemano donde tienen que atacarles. Las renovaciones de algunos jugadores claves como Ike Taylor, LaMarr Woodley o Lawrence Timmons no han dejado dinero para conseguir refuerzos de garantías en ambas unidades, y se confiará en que algunos jugadores jóvenes puedan elevar su nivel y dar un paso al frente este año. Un año que como suele ser costumbre en la ciudad de los tres rios, el único objetivo será traer de vuelta a casa el tan condiciado Lombardi, e intentar que la palabra dinastía se comience a pronunciar sobre este veterano equipo, donde algunas futuras leyendas de la franquicia como Hines Ward, James Farrior o Aaron Smith están ante la que posiblemente sea su última oportunidad de volver a saborear las mieles del éxito.
La ofensiva de los Steelers volverá a estar liderada un año más por Ben Roethlisberger, quien por cierto ha tenido una de las pretemporadas más tranquilas de los últimos años. Big Ben es sin duda la referencia de la ofensiva, y a sus 29 años de edad está en el mejor momento de su carrera deportiva. Posiblemente uno de los QB que más controversia despierta a la hora de colocarlo entre los mejores de la competición, pero que su forma de jugar lo hace prácticamente único dentro de la liga. Impulsivo, elusivo, valiente, Roethlisberger es un QB que se aleja de los parámetros estandarizados que suele tener un QB franquicia, y aunque no sea de los que consigue 4000 yardas todas las campañas, tiene la mejor cualidad que puede ofrecer un deportista… es todo un ganador. Con dos anillos a sus espaldas y con prácticamente todos los records de la franquicia en el bolsillo, Roethlisberger tiene ante si una temporada muy importante a nivel personal, tras contar con el mejor grupo de receptores de su carrera, y tras haber alcanzado una madurez mucho mayor en cuanto a nivel de conocimientos del juego, todo parece indicar que posiblemente esté ante su mejor temporada a nivel individual.
Tras Big Ben, estará un año más el incombustible Charlie Batch, quien desempeña a la perfección el rol de QB reserva. Veterano que acepta con satisfacción su rol, curtido bajo el mismo sistema desde hace varios años, Batch es un jugador que posiblemente no gane demasiados partidos por si solo, pero seguramente tampoco los pierda. Gran administrador de la pelota sabe como mantener los drives vivos y comete muy pocos errores. La temporada pasada complió a la perfección su papel ante la ausencia de BR. Como tercer QB volverá Dennis Dixon, un fantástico atleta que sigue con muchos problemas en cuanto a la lectura del juego. Dixon no lo hizo mal la temporada pasada cuando se le necesitó, pero es un jugador que aun está muy verde para ser titular en esta liga y necesitará de más desarrollo.
Los Qbs de los Steelers podrían quejarse de varias cosas este año, pero seguramente una de ellas no será su cuerpo de receptores. La franquicia tradicionalmente siempre ha contado una buena pareja de receptores principales. A los Stallworth-Swann la siguió la de Burress-Ward, Ward-Holmes o Ward-Wallace en la actualidad, pero esta temporada además contarán con algo que no suelen acostumbrar a tener, y es una enorme profundidad en la posición. Posiblemente la franquicia cuente con su mejor grupo de WR de los ultimos años a pesar de no contar con ese WR de nivel top 5 (aunque se espera que pronto Mike Wallace alcance ese nivel). Wallace llegó a los Steelers como especialista en retornos y juego profundo, pero en dos temporadas se ha convertido en uno de los mejores receptores de toda la liga. La temporada pasada consiguió 1257 yardas y 10 TD, y eso sin contar con su QB principal en 4 partidos. Poco a poco va añadiendo más recursos a su juego, y la temporada pasada ya se le pudo ver ampliando su arbol de rutas, y por supuesto sigue siendo una de las armas más peligrosas campo abajo de toda la NFL.
Al lado de Wallace volverá un año más el eterno Hines Ward. El mejor receptor de la historia de los Steelers comienza a llegar al final de su carrera, y a pesar de que aun se sigue mostrando productivo, su juego ha bajado varios escalones, al igual que sus capacidades atléticas, y es muy posible que esta sea su última campaña como segundo WR. El puesto de tercer receptor estará muy caro esta temporada, y a los jóvenes Antonio Brown y Emmanuel Sanders se les ha unido vía agencia libre Jerrico Cotchery. Tanto Brown como Sanders estuvieron peleando muy duramente por un puesto en los comienzos de la temporada pasada, y ambos dejaron destellos de cierto potencial. A estos dos jóvenes se les ha unido Cotchery, un receptor muy sólido que quizá sea algo más que un seguro para esta temporada, y se especula que podría ocupar el puesto de Ward en un futuro cercano. Los tres jugadores verán acción de manera muy repartida en los primeros partidos, y junto con Wallace y Ward formarán un grupeto de lujo para las formaciones abiertas que tanto le gustan al Coordinador ofensivo Bruce Arians. (Se verán muchas formaciones de 4 y 5 WR durante esta temporada en Pittsburgh). A tanto receptor también hay sumarle el TE Health Miller, uno de los jugadores más completos de la NFL en su posición, y que añadirá más madera a un juego aéreo ya de por si explosivo. David Johnson volverá como segundo TE y FB, siendo un jugador que destaca por ser un excelente bloqueador. La unidad la cierra el rookie free agent Wesley Saunders, quien destaca por su físico espectacular (6-5/ 270 LB), un interesante proyecto a largo plazo.
El juego terrestre correrá a cargo de Rashard Mendenhall, quien se ha consolidado como el corredor de futuro para los próximos años dentro del equipo. Mendenhall es un corredor muy completo, con una fantástica combinación de velocidad y potencia, además de un interesante movimiento de spin. Tras promediar 1200 yardas en sus dos temporadas como titular, si logra mejoran su visión y dejar a un lado sus problemas con los fumbles puede convertirse en uno de los mejores corredores de la NFL. Para dar descansos a Mendenhall, Pittsburgh cuenta con Isaac Redman, un jugador que llegó como rookie free agent y que ha mostrado cierto potencial. Redman es un corredor de la vieja escuela, con un estilo » norte-sur», y será una arma a tener en cuenta en situaciones de pocas yardas. Como especialista en terceros downs de pase volverá Mewelde Moore, un jugador que cuenta con unas excelentes manos y buena lectura de los bloqueos, que le hacen ser un jugador muy interesante para este tipo de situaciones.
Tanto potencial ofensivo no servirá de mucho si la línea ofensiva no mejora su nivel, o al menos necesitarán mantener la mejoría que presentaron en la pasada temporada, cuando la contratación del entrenador Sean Kluger supuso un aumento del nivel en el grupo. Kluger necesitará volver a hacer un milagro con la unidad, que ha perdido a sus dos OT titulares, pues ni Max Starks ni Flozell Adams han vuelto esta temporada. El LT será ocupado por Jonathan Scott, que substituirá a Starks protegiendo el lado ciego de Big Ben. Scott es un jugador con unas capacidades atléticas muy discretas, y aunque es un buen jugador para pequeñas emergencias, presenta muchas dudas para prestar garantías a largo plazo en la posición más importante de la unidad. A su lado volverá un año más Chris Kemoeatu, un jugador sobrevalorado capaz de hacer una jugada espectacular para después cometer un error de High School. Kemoeatu es un especialista en el juego terrestre donde tiene la movilidad suficiente para realizar el trabajo que se le pide al LG en la unidad, sin embargo muestra muchos problemas en el juego de pase, donde su lectura del blitz es muy mediocre. Si el lado izquierdo presenta dudas el derecho no se queda atrás. Después de una dura lucha por el puesto en el RG, donde hasta 4 jugadores han sido titulares en los cuatro partidos de pretemporada, el puesto volverá a ser de Ramon Foster. El ex-Volunteer fue escogido como rookie free-agent y ha conseguido hacerse poco a poco con el puesto de titular. Foster es un jugador correcto que poco a poco sigue mejorando sus prestaciones, y lleva camino de convertirse en un buen jugador dentro de la liga, aunque sus pobres capacidades atléticas están lejos de convertirle en un jugador dominante. El centro de la unidad será ocupado por la gran sorpresa del curso pasado, Maurkice Pouncey. No es nada común que los rookies se ganen un puesto nada más en llegar en este equipo, pero Pouncey no tardó más que unos entrenamientos en ganarse el sitio y hacer que despidieran a su predecesor en el puesto. Pouncey fue de largo el mejor jugador de la unidad la temporada pasada, ganándose un viaje al Pro Bowl en su primer año dentro de la liga. Un jugador que domina todos los aspectos del juego y que tan solo las lesiones podrían alejarlo de ser uno de los mejores jugadores de la NFL dentro de su posición en la próxima década. Sin ninguna duda Pouncey es el luz entre tanta sombra en la OL. Como primer reserva de los OT estará el rookie Marcus Gilbert, un jugador que se ha mostrado muy sólido en la pretemporada y que se confía que pueda ser el LT de futuro de la franquicia. No es descartable que Gilbert tenga su oportunidad esta temporada si Jon Scott se muestra irregular en su juego. Para el interior de la OL han vuelto los veteranos Trai Essex y Doug Legursky, ambos jugadores pueden solucionar un problema puntual en caso de alguna lesión sin que la OL se resienta demasiado, pero han demostrado que están lejos de ser titulares de garantías en esta liga.
Pittsburgh es sinónimo de dura defensa, y una temporada más los chicos de Dick Lebeau volvieron a ser una de las unidades más poderosas de la liga. Los números de Lebeau al frente de la defensa de los Steelers son realmente impresionantes. Durante las 7 últimas temporadas al frente del equipo en todas ellas ha estado dentro del top 10, liderando en 3 ocasiones la liga en cuanto a yardas permitidas y otras tantas en cuanto a puntos permitidos. De esas 7 temporadas en todas ellas quedaron ranqueados dentro de las 3 mejores en cuanto a defensa contra la carrera.
Esta pasada temporada batieron el record actual de la NFL en cuanto a yardas terrestres permitidas, y gracias en parte al desempeño de su DL, la gran olvidada cada temporada, pero sin duda el secreto mejor guardado de la defensa.
El Nose Tackle Casey Hampton recuperó su mejor nivel la campaña pasada, y demostró que aun le queda gasolina para algunos años más. De ahí que al Staff Técnico de momento no le entren las prisas por encontrarle un substituto. Chris Hoke renovó este verano y a sus 35 años sigue siendo un excelente backup que puede dar descansos a Hampton sin que su ausencia se note en exceso.
Aunque Smith y Keisel ya van teniendo una edad considerable, Pittsburgh tiene esperando a dos primeras rondas como Ziggy Hood y Cameron Heyward. La pasada temporada ya se pudo observar que la unidad puede estar tranquila en caso de que alguno de los titulares se lesionen. Hood terminó la temporada pasada a un nivel muy óptimo, jugando los últimos 11 partidos de temporada regular más los playoffs. Hood es un jugador con un motor que nunca se para y es el mejor pass rusher de la unidad. Por otra parte la adquisión de Heyward en el reciente draft añade más madera a una unidad que tiene su presente y futuro asegurado.
Los linebakers de los Steelers se antojan otra temporada como la unidad más fuerte de la defensa, y posiblemente sea en su conjunto la mejor de la NFL. Esta pretemporada se han gastado más de 100 millones de dólares para que Lawrence Timmons y LaMarr Woodley lideren la defensa durante el próximo lustro. Timmons tuvo su mejor temporada desde que está en el equipo, e inmerecidamente fue dejado fuera de su primera convocatoria al Pro Bowl. Timmons es de largo el mejor atleta de todos los LB del equipo, y se espera que esta temporada por fin comience a ser reconocido como uno de los mejores en su posición de toda la liga. Por su parte LaMarr Woodley consiguió su tercera temporada con dobles dígitos de Sacks, y ya suma 35 en las últimas 3 temporadas. Woodley es un OLB muy completo tanto a la hora de llegar al QB como de frenar la carrera, sin embargo es un jugador al que le cuesta entrar en competición, mostrándose mucho más productivo según avanza la temporada. Al otro lado de Woodley volverá James Harrison, el bad boy de la unidad y uno de los jugadores más temibles de la NFL. Harrison suma 45 Sacks , 25 Fumbles forzados y 4 viajes al Pro Bowl consecutivos en los últimos 4 años. Sin emabargo arrastra problemas de espalda que ya le limitaron mucho la temporada pasada y de los que parece que no se termina de recuperar. Los Steelers están acelerando la adaptación de Jason Worilds como seguro de los dos OLB. Worilds posiblemente sea el pass rusher más puro de todos, un especialista en «cazar» Qbs, y con un «primer paso» de élite. Sin embargo aún está por probar si podrá convertirse en un jugador de todos los downs. Completando los titulares tenemos al capitán de la defensa, James Farrior, un jugador cuya longevidad parece no tener fin, y a sus 36 años se recuperó de una mala campaña en 2009, siendo el segundo máximo placador del equipo tras Timmons, y consiguiendo la nada despreciable cifra de 6 sacks. Larry Foote es el primer recambio interior de la unidad, tras su desastroso paso por los Detroit Lions. Foote es un esperimentado jugador que conoce a la perfección el sistema de Lebeau, y es un solido reserva listo para saltar al campo en cualquier momento. Detrás de Foote nos encontramos con dos jóvenes proyectos a largo plazo, como Steveson Sylvester y Chris Carter. El primero realizó una gran temporada en equipos especiales la temporada pasada, y se le está preparando para ser en un futuro cercano el sucesor de Farrior. Por su parte Carter es el típico ejemplo de DE undersized que viene de la universidad, pero al que le queda un largo recorrido para adaptarse a una nueva posición.
Para terminar con la defensa nos encontramos con la secundaria, sin duda el gran punto débil de esta defensa, y donde las carencias de profundidad son la gran preocupación del equipo para esta temporada. Tras Ike Taylor el panorama es desolador, donde ningún jugador se ha mostrado capaz de mostrar un rendimiento ni tan siquiera aceptable durante el curso pasado. Ike Taylor fue renovado durante la pasada off-season como objetivo primordial. Taylor es un jugador muy sólido capaz de enfrentarse a cualquier tipo de WR, grande, rápido y físico hacen de Taylor un jugador que encaja muy bien en el sistema de los Steelers, pero al que posiblemente las peores manos de la competición le han alejado de haber conseguido una mayor reputación en la liga. Al lado de Taylor volverá Bryant McFadden, un jugador que retornó el año pasado tras su penosa estancia en Arizona, pero que cuajó una temporada horrible. B-Mac arrastró toda la temporada varias lesiones y fué un completo desastre en cobertura, permitiendo casi todo lo que se lanzaba por su costado. Como Nickel-Man volverá William Gay, quien si la temporada de McFadden fue mala, la de Gay fue aun peor. Gay quien en algún momento de su carrera pareció mostrarse como un efectivo CB, se ha convertido en el blanco descarado de los coordinadores ofensivos rivales, y como este año no mejore no creo que tarden demasiado en mostrarle la puerta. Aparte del tridente ya mencionado, Pittsburgh cuenta con un ramillete de jóvenes jugadores, quienes no tardarán demasiado en ir entrando en el equipo si las cosas no cambian. Los Safetys serán ocupados de nuevo por Troy Polamalu y Ryan Clark. De Polamalu hay poco que decir que ya no se sepa, es el mejor jugador de la NFL en su posición, pero sus problemas con las lesiones en las últimas campañas empiezan a preocupar mucho a la comunidad Steeler. Polamalu ya no es ningún chaval y su estilo de juego «Kamikaze» está empezando a pasarle factura. Algo muy serio porque cuando este jugador no está en el campo la defensa de los Steelers baja muchísimos enteros. En cuanto a Clark podemos decir que se mantiene a un nivel correcto, pero al que la edad y las nuevas reglas en cuanto al contacto están empezando a descubrirle sus «verguenzas». Clark es un Safety que basa gran parte de su juego en la intimidación y en los duros golpes al rival, y la temporada pasada se le vió más expuesto que nunca en cobertura. Es bastante probable que su recambio no tarde demasiado en llegar. Ryan Mundy y Will Allen completan la profundidad de los Safetys, pero ambos jugadores son meros jornaleros, y ninguno de los dos es una garantía fiable en caso de que alguno de los titulares caigan lesionados.
Shaun Suisham tenía el dificil reto de remplazar a Jeff Reed, todo un icono de la franquicia durante su larga estancia en el equipo, pero Suisham se ha mostrado como un Kicker fiable, si bien está lejos de ser especial. Esta temporada anotó 14 de sus 15 FG en la liga regular, pero su desempeño en Playoffs no fue tan bueno, y su débil pierna puede ser un handicap cuando se acerque el invierno al Heinz Field. Como punter volverá Daniel Sepulveda, un jugador quien mostraba una proyección para convertirse en uno de los mejores jugadores de su posición, pero las lesiones han sido un completo lastre para su evolución, con dos roturas del ligamento cruzado de la rodilla. Los retornos correrán a cargo de Antonio Brown, tanto de Punts como Kickoffs. Brown un jugador eléctrico y muy elusivo, pero debe mejorar su visión en los retornos. De todas formas es una gran mejora después del pobre desempeño de los retornadores en los últimos años.
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