Los Steelers afrontaban la temporada pasada con ánimos de venganza tras la derrota de la anterior campaña frente a los Green Bay Packers en la Superbowl XLV. Tras un inicio complicado, -que sirvió para que se le tachara de equipo viejo, lento y acabado- los Steelers fueron haciéndose más y más fuertes según avanzaba la temporada, para finalizar con un meritorio record en fase regular de 12-4, y con el deseado enfrentamiento ante los Denver Broncos en el partido de Wildcard. Los Steelers fueron derrotados contra todo pronóstico en la prórroga del encuentro, tras una excelente actuación del QB Tim Tebow, quien fue tremendamente infravalorado en el planteamiento del partido por la parte acerera.
Esta derrota fue señalada por la opinión popular como el fin de una generación, y el comienzo de una profunda reconstrucción dentro del equipo, que a la postre no ha sido tan drástica como se esperaba, pero que se terminó cobrando a leyendas como Hines Ward, James Farrior o Aaron Smith entre otros. Jugadores que han marcaron una etapa dentro de la franquicia.
A pesar de estos cambios, y salvo en el puesto de fullback, todos los jugadores titulares de este año ya formaban parte del roster la campaña anterior, dando paso a jugadores conocedores del sistema que han estado esperando una oportunidad, pero que todavía no han demostrado sin son capaces de ser titulares a tiempo completo. Podría decirse que la organización está llevando a cabo una renovación lenta pero progresiva, sobre todo en la parte defensiva, donde seguirán siendo una unidad veterana, pero con la incorporación de un par de jóvenes titulares, además de un mayor incremento de éstos en las rotaciones.
Por otro lado, donde mayores cambios habrá de cara a esta nueva temporada será en la ofensiva, tras la destitución del Ofensive Coordinator Bruce Arians, y la posterior contratación de Todd Haley, ex Head Coch de Kansas City. Arians llevaba al frente del ataque los últimos cinco años, pero nunca llegó a convencer. Su pobre desempeño en la redzone en el pasado curso fue clave para su destitución. La contratación de Haley es una de las grandes esperanzas por parte de los aficionados de cara a esta nueva temporada, porque desde hace tiempo se ha tenido la sensación que la ofensiva tenía mucho más potencial del mostrado en estas últimas campañas.
Con todo esto, los Steelers se aferrerán a su entrenador, Mike Tomlin (55-25), quien nunca ha tenido una temporada perdedora al frente de la franquicia. Pittsburgh no partirá este año entre las grandes favoritas, pero si consigue dejar a un lado la enorme plaga de lesiones (hasta 6 graves en los últimos 6 partidos), podrán jugar una baza que tradicionalmente les ha sentado de maravilla a esta organización, y no es otra que la de ir de tapados, que hace de los Steelers una franquicia mucho más peligrosa que cuando se la considera entre las grandes aspirantes.
Con la contratación del nuevo OC se espera que los Steelers recuperen parte de su anhelado juego terrestre que tanto éxito les dio en el pasado, y que fue el gran olvidado de los planteamientos de Arians y su repudiada ofensiva abierta. Todd Haley instalará una ofensiva más balanceada, algo que ayudará a proteger al QB y jugador franquicia Ben Roethlisberger. Big Ben sufrió más de 40 sacks por sexta temporada consecutiva, y terminó jugando los últimos partidos con una lesión de tobillo que mermó mucho su rendimiento en el tramo final de campeonato. A pesar de todo, el QB consiguió su segunda temporada con más de 4000 yardas. Charlie Batch y Byron Leftwich serán los Qbs suplentes. Ambos conocen el sistema, y podrían sostener al equipo en momentos puntuales, pero obviamente ninguno es la solución ni a largo ni a corto plazo.
Roethlisberger ya no es tan ágil como en el comienzo de su carrera, y su tendencia a la hora de aguantar en el balón y alargar las jugadas comienzan a pasarle factura. Por ello, desde la organización enfocaron el pasado draft en reforzar la maltrecha línea ofensiva, el gran talón de aquiles del ataque desde hace años. Una unidad que parece maldita, y que tras invertir su primera ronda en el Guard David DeCastro, éste cayó lesionado en el tercer partido de pretemporada y puede que no vuelva en toda la campaña. La unidad volverá a estar liderada por su único jugador de nivel, el Center Maurkice Pouncey, un jugador de élite, pero que se perdió partidos por segunda temporada consecutiva debido a sus débiles tobillos. Escoltando a Pouncey estará la única novedad de la unidad para este año, bajo la figura de Willie Colon, quien ha sido reconvertido desde el Tackle. Hace años que la opinión popular clama por ver a Colon jugando en el interior, y finalmente ocupará el Left Guard. Se espera que Colon marque diferencias en su nueva posición, aunque como mínimo no tendrá muy complicado superar el nivel ofrecido por su antedecesor en el puesto. Como Right Guard volverá Ramon Foster, un línea cumplidor, pero lejos de ser un jugador del potencial que ofrecía DeCastro. En ambos Tackles estarán de vuelta Max Starks y Marcus Gilbert. El primero retorna tras una milagrosa recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrío en el partido de las pasadas wildcards, pero habrá que ver como afectará a su movilidad en un hombre de su tamaño. Gilbert, por su parte, completó una sólida actuación para un rookie, y se espera que esta campaña dé un paso aún mayor en su juego, y pueda convertirse en uno de los mejores RT del campeonato.
La profundidad en la unidad es muy preocupante, sobre todo en el caso de que se produzcan lesiones, ya que podría tener unas consecuencias devastadoras para el desempeño de la ofensiva. No hay jugadores de garantías para afrontar contratiempos, y la pasada temporada los Steelers fueron la franquicia que más formaciones diferentes tuvo que alinear de toda la NFL.
El backfield tampoco se escapa en cuanto a los problemas físicos. La estrella de la unidad, Rashard Mendenhall, sufrió una rotura del ligamento cruzado en la última jornada de fase regular, y comenzará la temporada en la lista en la lista de lesionados. Por si esto fuera poco, su sucesor en el puesto, el corredor Isaac Redman, también arrastra algunos problemas físicos que le han impedido estar al 100% durante la pretemporada, y posiblemente comparta trabajo con Jonathan Dwyer. Ambos corredores son del estilo norte-sur, muy fuertes para correr por el medio, pero no son ninguna amenaza externa, ni mucho menos jugadores con peligro de big play. La gran novedad de esta unidad será la aportación del rookie Chris Rainey, un jugador totalmente diferente, con una agilidad y un cambio de dirección de élite, además de contar con grandes manos para salir a recibir. Será el corredor de terceras oportunidades, y ocupará el rol de quinto receptor. Como handicap tendrá su débil físico, pero se espera que sea el particular Dexter McCluster de Haley en Pittsburgh. Hasta que se recupere Mendenhall, el jugador de segundo año Baron Batch ocupará plaza en el roster, contando con cuatro corredores en este incio de temporada.
La unidad de receptores es posiblemente la de más nivel en todo el equipo, pero que tampoco ha estado exenta de contratiempos. Mike Wallace ha protagonizado el culebrón del verano en Pittsburgh, tras pasarse toda pretemporada en holdout. Finalmente Wallace ha vuelto al equipo y será una arma fundamental para el ataque, sobre todo a la hora de estirar las defensas contrarias, siendo posiblemente la mayor amenaza profunda del campeonato. Como segundo receptor volverá el joven Antonio Brown, que viene de conseguir una sorprendente y cuantiosa renovación. Brown fue la revelación de la temporada pasada en el equipo, siendo nombrado MVP por sus compañeros. Corre muy buenas rutas y siempre aparece en los momentos importantes. Esta temporada podría ser la de su confirmación dentro de élite. Emmanuel Sanders será el tercer receptor, que suele tener un papel importante en las ofensivas de Haley. Sanders es un jugador con un potencial muy intrigante que en sus comienzos fue considerado por encima de Brown, sin embargo, sus constantes problemas con las lesiones le están estancando en su desarrollo. Será una temporada importante para él. Como cuarto receptor volverá Jerrico Cotchery, todo un lujo para ese rol, que ayuda a completar el mejor cuerpo de receptores de los últimos años en la franquicia.
El cuerpo de Tight Ends seguirá liderado por Health Miller, uno de los TE más completos de la liga, pero cuyo rol estará por ver en esta nueva ofensiva. Todd Haley nunca tuvo un jugador de tanto nivel en la posición, y es una incógnita la importancia que tendrá. Como segundo TE, Pittsburgh incorporó al «gigante» Leonard Pope, quien tendrá un rol muy secundario, y quizá podría perder el puesto a lo largo de la temporada con el rookie David Paulson. Will Johnson ocupará el puesto de FB/TE tras la lesión para toda la temporada de David Johnson.
La defensa de los Steelers terminó estadísticamente como la mejor de la NFL por cuarta vez en los últimos ocho años, aunque esta vez su desempeño no fue acorde al de otras ocasiones. A pesar de liderar la liga en cuanto a yardas permitidas y puntos permitidos, la defensa se mostró muy débil en la redzone, y gran parte de las estadísticas vinieron de enfretarse a ofensivas lideradas por Qbs de muy de poco nivel. Algo reconocido por los propios jugadores. Además, la defensa terminó como una de las peores consiguiendo turnovers, y tuvo muchos problemas para llegar al QB rival, aunque las lesiones de Harrison y Woodley tuvieron mucho que ver en esto último.
Dick Lebeau volverá a los mandos de la defensa a sus 75 años, a la que posiblemente será su última temporada. Aunque cada año se dice lo mismo y al final termina volviendo.
La pasada temporada por primera vez en los últimos ochos años, la defensa contra la carrera no estuvo entre las tres primeras de la competición, a pesar de que Casey Hampton jugó a un gran nivel. Hampton es otro de los que se han estado recuperando de una grave lesión, y sorprendentemente estará de vuelta después de tan sólo siete meses de rehabilitación. A sus 35 años, está por ver en que forma llega este jugador, aunque seguramente esta temporada vea reducido drásticamente su rol. Steve McLendon ha estado ocupando el puesto de Hampton durante esta pretemporada y en las rotaciones del año pasado, con un nivel bastante bueno. McLendon tendrá que demostrar si realmente es el jugador de futuro para la posición. Por si acaso, desde la organización no desaprovecharon la oportunidad de seleccionar al rookie Alameda Ta´amu, uno de los Nose Tackles con mayor proyección del draft, que contra todo pronóstico cayó hasta la cuarta ronda. La posición de NT ha pasado a ser de las más preocupantes en Enero, a ser una de las mejores cubiertas en Septiembre.
Como Defensive Ends volverá la pareja Brett Keisel – Ziggy Hood. El primero se ha convertido en uno de los líderes de la defensa tras la marcha de algunos veteranos. Por su parte, Hood ha ocupado de manera silenciosa el puesto de Aaron Smith, unos zapatos muy complicados de llenar, y que el joven jugador lo ha conseguido sin llamar la atención, algo que dice mucho a su favor. Como recambio de ambos jugadores estará Cameron Heyward, un jugador que apunta muy buenas maneras, y que posiblemente jugará muchos minutos esta temporada tras asentarse en el sistema, además de que la edad avanzada de Keisel le va exigiendo más minutos de descanso. Esta unidad apunta un año más a ser muy sólida, pero deberá mejorar en la presión sobre el QB, algo en lo que estuvo demasiado floja la temporada pasada.
El cuerpo de Linebackers, tradicionalmente la unidad más potente de la defensa, presenta más dudas de las habituales esta temporada. Empezando por James Harrison, quien a sus 34 años comienza a dar signos de decadencia en su juego. Harrison se perdió varios partidos la temporada pasada, además de toda la pretemporada de este año. Su rendimiento esta campaña es toda una incógnita. En el lado izquierdo estará LaMarr Woodley, que ya se ha convertido en el mejor jugador de la defensa. Woodley, tras recibir muchas críticas por su pobre rendimiento al comienzo de la temporada pasada, fue mejorando hasta mostrar un nivel espectacular, siendo imparable en muchos partidos. Finalmente cayó lesionado, y la defensa nunca se pudo sobreponer a su perdida. Esta temporada deberá seguir en ese nivel, además de convertirse en un jugador más regular. La profundidad de Linebacker exterior es una de las debilidades del equipo. Jason Worilds disfrutó de muchas oportunidades tras las lesiones de los dos titulares el año pasado, dejando más interrogantes que otra cosa. Este año se ha pasado toda la pretemporada lesionado, y puede que esté ante su última oportunidad para demostrar que puede ser algo más que un mero jornalero. Por otra parte, el jugador de segundo año Chris Carter podría disfrutar de más minutos y quitarle el puesto de tercer OLB a Worilds, tras cuajar una notable pretemporada.
Por primera vez en 10 años la defensa no contará con su gran capitán, James Farrior, uno de los mejores LBs de la historia de la franquicia. Su puesto será ocupado por el veterano Larry Foote, que volvió la temporada pasada tras su breve paso por Detroit. Foote es un veterano que conoce el sistema a las mil maravillas, pero cuyo nivel está muy lejos de lo que tradicionalmente acostumbra a tener Pittsburgh en la posición, y no deja de ser un parche a la espera de encontrar un nuevo titular en el próximo draft. A su lado volverá Lawrence Timmons, quien comienza a convertirse en la eterna promesa que nunca termina de explotar. La temporada pasada por exigencias de las lesiones fue desplazado de posición en varios partidos, lo cual afectó a su rendimiento, pero esta temporada ya no tiene excusas, debe recuperar el nivel exhibido en 2010 y demostrar que puede convertirse en uno de los mejores jugadores de la liga.
Si la profundidad en el exterior es preocupante, en el interior es alarmante. El rookie Sean Spence se rompió todos los ligamentos de la rodilla en el último partido de pretemporada. Spence había sorprendido a todo el staff por su conocimiento del juego, y se esperaba que incluso quitara el puesto a Foote a lo largo de la temporada. Stevenson Sylvester será el recambio en caso de que alguno de los titulares caiga lesionado.
La secundaria pasó de ser la unidad más señalada hace dos temporadas hasta convertirse en la mejor defensa contra el pase de la liga, aunque fue de más a menos durante la temporada. Ike Taylor fue el mejor ejemplo de esto, tras un incio espectacular donde ofreció un nivel de Pro Bowl, terminó siendo humillado por Demaryius Thomas en playoffs. Al otro lado de Taylor estará Keenan Lewis, un jugador que tiene muchas cosas que demostrar esta temporada, pero que parece una mejora respecto a William Gay. Como Nickel estará Cortez Allen, la gran esperanza de futuro de la secundaria, y del que se espera que pueda convertirse en el sucesor de Ike Taylor en el futuro. El joven Curtis Brown será el cuarto CB, y sobretodo un jugador muy importante de equipos especiales, donde estaba siendo el máximo placador de la unidad hasta que terminó lesionado.
Como Safeties volverán una temporada más la clásica pareja de los últimos años, Troy Polamalu y Ryan Clark. De Polamalu poco se puede decir que ya no se sepa. Es el mejor jugador de la NFL en su posición a pesar de que físicamente ya no es el mismo. La temporada pasada por fin consiguió mantenerse sano todo el año, y de su salud dependerá mucho del éxito de la defensa acerara. Clark mejoró su desempeño de 2010, lo que le ha servido para seguir siendo titular un año más. Clark es uno de los jugadores más temidos de la NFL por sus violentos golpes, pero físicamente ha perdido mucha velocidad y le cuesta demasiado llegar a las ayudas. Ryan Mundy y Will Allen serán los recambios en la posición, aunque ambos están lejos del nivel de los titulares.
Antonio Brown se ganó una invitación al Pro Bowl la temporada pasada como retornador, pero tras convertirse en un titular muy importante ya no ocupará este rol. Sanders será el encargado de retornar los kicks, que sin ser tan peligroso como Brown, sigue siendo una buena opción. Rainey será el encargado de hacer lo propio con los punts, donde podría convertirse en uno de los mejores especialistas de la liga, y ser una arma muy importante para los Steelers a la hora de conseguir buenas posiciones de campo.
Como Kicker volverá Shaun Suisham, a pesar de realizar una campaña muy mediocre la temporada pasada, promediando un 74% de efectividad. El punter será el rookie Drew Butler tras arrebatarle el puesto a Jeremy Kapinos, quien no había realizado una mala campaña 2011. Butler ha convencido a Tomlin tras una gran pretemporada.
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