Septiembre de 2010 comenzó para los Chargers con el objetivo de conseguir su quinto campeonato consecutivo de la AFC West y de luchar en los playoffs por una plaza en la Superbowl. Los errores garrafales en los equipos especiales, la bajas de receptores y la irregularidad de la defensa marcaron la temporada e hicieron imposible alcanzar los playoffs. Arrancó con el clásico comienzo charger con un balance de 2-5 en las primeras 7 jornadas.. Tras recuperarse con varias victorias y entrar en la lucha por el título divisional, las derrotas en casa frente a los Raiders y en Cincinnatti alejaron a los bolts de su objetivo e hicieron imposible su clasificación para los playoffs.
En el draft dos han sido los objetivos: reforzar la línea defensiva y fortalecer los equipos especiales, con la primera ronda de Corey Liuget y elecciones como las de Jonas Mouton o Marcus Gilchrist. En esta acelerada Agencia Libre los Chargers se han centrado en renovar piezas clave del equipo más que en conseguir grandes incorporaciones, las cuales han sido pocas pero de jugadores experimentados, principalmente en defensa.
Un año más el juego ofensivo de San Diego se verá enfocado hacia el pase, en función de un quarterback y un cuerpo de receptores de alta calidad y con experiencia, y un backfield joven y todavía en reconstrucción, tras la marcha en años sucesivos de Ladainian Tomlinson y Darren Sproles. La titularidad del puesto de quarterback está asegurada con Philip Rivers, que cumplirá su octava temporada, sexta como titular. Sus principales socios serán los renovados Vincent Jackson y Malcolm Floyd como receptores abiertos, además del TE Antonio Gates, del que se espera se haya recuperado de sus problemas en la planta del pie. Además, receptores como el veterano Patrick Crayton, el recién llegado Laurent Robinson, el drafteado en tercera ronda Vincent Brown o Seiyou Ajirotutu en su segundo año, darán profundidad a la posición, formando un cuerpo de receptores que destaca por su envergadura y su profundidad.
En cuanto al juego terrestre será el año decisivo para Ryan Mathews, que tras un primer año en el que no cumplió las expectativas creadas deberá consolidarse en la posición. El que a comienzos de temporada figuraba en todas las quinielas para ser rookie ofensivo del año y que llegaba para cubrir el hueco dejado por L. Tomlinson, tuvo un rendimiento por debajo de lo esperado, además de perderse varios partidos por lesión. Estará apoyado por la revelación del año pasado, el fullback reconvertido en runningback, Mike “Barrilete” Tolbert, que en la segunda mitad de la temporada arrebató la titularidad al rookie de Fresno St. La baja del pequeño Sproles se notará más en los equipos especiales, pero sus aportaciones al backfield se espera que sean sustituidas por el rookie de Connecticut Jordan Todman. En el puesto de fullback la responsabilidad recaerá en Jacob Hester. Además de bloquear, el año pasado también vimos que puede recibir pases para ganar yardas.
La línea de ataque no ha sufrido cambios respecto al año pasado ya que, sin ser sobresaliente, cumplió con su cometido, aunque se deberá mejorar a la hora de crear espacios para la carrera. Nick Hardwick seguirá como center, rodeado por Kris Dielman y Louis Vasquez como guards. Como tackles seguirán Marcus McNeill en el lado ciego y Jerome Clary en el lado derecho. El primero no se perderá ningún partido como el año pasado por su hold out y el segundo ha sido renovado recientemente por cuatro años.
En la defensa es donde más novedades veremos esta nueva temporada en San Diego. Empezando por el banquillo, tras la marcha de Ron Rivera como head coach a Carolina, su sustituto será Greg Manusky, que el año pasado ocupó el mismo puesto en San Francisco y que ya conoce San Diego. El objetivo será recuperar la regularidad de una defensa que el año pasado alternó grandes partidos con partidos casi mediocres.
En la línea de 3 los hasta ahora titulares Garay (NT), Jacques Cesaire (RDE) y Luis Castillo (LDE) tendrán que pelear la posición con Cam Thomas, elegido el año pasado en el draft y con Corey Liuget, el primer pick de San Diego del draft de 2011. En Abril se “pasó” de elegir a Cam Jordan y se escogió a Liuget con menos nombre, del que, a pesar de venir de una defensa 4-3, se espera que pueda aportar a la defensa desde el primer día.
En la línea de 4 la marcha de Shawne Merriman, que hasta el año pasado había sido el principal protagonista de la defensa de San Diego obligará a Larry English a dar el paso adelante que se espera desde su elección en el draft de 2009. Merriman dejó el equipo a mediados de la temporada pasada rumbo Buffalo, tras no poder recuperar el nivel de años anteriores debido a las lesiones. Shaun Philips cubrirá el otro lado exterior, tras una gran temporada en 2010. El interior quedará a expensas de la situación contractual de Stephen Cooper, tras la marcha de Brandon Siler a Kansas y de Antwaan Applewhite a San Francisco. Ante esta situación se ha fichado al experimentado Takeo Spikes, proveniente precisamente de San Francisco. Se espera la recuperación de Donald Butler, segunda ronda del año pasado que se perdió toda la temporada por lesión.
En la secundaria las esquinas estarán cubiertas por Quentin Jammer y Antoine Cason, que cumplieron una gran temporada, especialmente este último. Para reforzar la posición Shareece Wright fue elegido en la tercera ronda del draft. Para cerrar la defensa, Eric Weddle volverá a ser el líder de la secundaria tras completar una gran temporada en 2010 y ser renovado en esta agencia libre. Junto con Weedle, Bob Sanders, recién fichado este año y Steve Gregory serán los encargados de cerrar la defensa. Sanders llega tras dos años en los que sólo ha jugado tres partidos por culpa de sus lesiones. Si consigue mantener su nivel físico podrá formar una gran pareja con Weddle. En el caso de que los problemas físicos continúen, Gregory podrá cumplir con garantías tal y como lo hizo el año pasado, a pesar de que se perdió algunos partidos por sanción.
Los equipos especiales fueron el gran quebradero de cabeza del equipo la temporada pasada, especialmente por los punts bloqueados, con actuaciones sonrojantes como la de Oakland. Se cambió de entrenador a mitad de temporada y los errores se solucionaron en parte.
En cuanto a jugadores, los pateadores seguirán siendo los mismos. Matt Scifres como punter y Nate Kaeding como kicker, ya que este año no tuvo la oportunidad de fallar en los playoffs. Puestos que, en temporada regular, son totalmente fiables.
Tras la marcha de Sproles las funciones de retorno se repartirán. Hasta ahora han sido Cason y Crayton los que han estado entrenando los retornos de punt, mientras que Richard Goodman y Marcus Gilchrist (segunda ronda del draft 2011) se encargarán de retornar los kickoffs.
El long snapper estará entre el veterano David Binn, que a pesar de perderse toda la temporada por lesión, continua en el equipo, y el joven Mike Windt que fue el sustituto durante la mayor parte de la temporada, tras lesionarse varios long snapper anteriormente.
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