Soplan vientos de cambio en Nashville, por mucho que el propietario, “Bud” Adams Jr. y el nuevo HC, Mike Munchak, se esfuercen en negarlo. Pero, antes de seguir adelante, echemos la vista atrás para comprender cómo hemos sido capaces de llegar hasta este gran punto de inflexión que está atravesando la franquicia de los Titans.
Tras un 2009 donde Jeff Fisher logró salvar los muebles, maquillando con un récord de 8-8 un pésimo arranque de temporada, el 2010 parecía prometer algo más con un buen Draft y una FA que rellenó bastantes huecos. Sin embargo, en la pretemporada ya se empezaron a ver algunos de los rasgos que nos hundirían en la temporada regular. La DL no generaba pass rush, por lo que la ya de por sí precaria defensa contra el pase se volvía aún más débil, y la OL, hasta el momento de las mejores unidades de la liga, se vino abajo con la retirada de Kevin Mawae como Center. Sin embargo, hasta la semana del bye, el récord y la imagen del equipo parecían haberse transformado y con un juego bastante bueno a ambos lados del balón, nos plantamos con un notable 5-3 mediada la temporada. Pero si en 2009 el bye supuso nuestro resurgir, en 2010 supuso nuestro hundimiento. Las carencias mencionadas antes, unidas a la vigilancia de las defensas a Chris Johnson no sólo nos pararon los pies, sino que nos pusieron unos zapatos de cemento. Perdimos todos los partidos restantes salvo uno, para finalizar con un pobre 6-10 y últimos en la AFC Sur. Es entonces cuando un huracán sacudió Nashville.
El 21 de noviembre, tras el partido contra los ‘Skins, empezaron a saltar rumores y noticias sobre la mala relación que había entre el HC Jeff Fisher y el, hasta el momento QB titular, Vince Young, con un enfrentamiento verbal entre ambos que dividió el vestuario. Desde ese momento parecía claro que uno de los dos debía marcharse, la franquicia era demasiado pequeña para ambos, pero los acontecimientos se retrasaron hasta el final de la temporada. La actitud de Fisher en la banda durante los últimos partidos hacía pensar que sería él el “elegido” y “Bud” Adams mantendría a su protegido, pero no fue así, o al menos no del todo. El día de reyes, se anunció que el que se marcharía iba a ser Vince Young, pero con él se irían muchos de los jugadores que le apoyaban en el vestuario. Sin embargo la situación cambió a penas 20 días después, cuando Fisher sorprendió a todo el mundo presentando su dimisión. Así entrábamos en febrero sin QB, sin HC, y con una desbandada increíble en el resto de puesto del staff. Finalmente Mike Munchak, ex-jugador y entrenador de la OL, se hizo con el cargo de HC y comenzó, a marchas forzadas, debido a los pocos candidatos de calidad, la confección del nuevo staff de los Titans. Tras una semana movida, de numerosos rumores y nombres de todo tipo, se confirmaba que Chris Palmer, procedente de la UFL tras una larga carrera en la NFL, sería el OC, y que Jerry Gray abandonaba su recién conseguido puesto en la Universidad de Texas como DB’s coach para ser nuestro DC. En los próximos días se completaría el resto del staff, que prometía bastante, pero no se contó con un invitado muy peculiar, el lock-out. La reconstrucción no podía haber llegado en peor momento, y no se tenía mucha idea de qué era lo que querían los nuevos entrenadores. De hecho, incluso ahora mismo tampoco es que se sepa mucho más.
Con todo este carrusel de cambios, llegaba el Draft, de donde, no olvidarse, tendría que llegar nuestro nuevo QB franquicia, un DT para la generar pass rush, un OL para sujetar el centro, un hombre para la secundaria,… En definitiva, muchos agujeros que fueron cubiertos, bajo mi punto de vista, de una de las mejores manera posibles. Jake Locker era el elegido con el pick #8 para sustituir a VY, aunque para evitar cometer el mismo error que con éste y soltarle a los leones el primer día, se ha contratado en FA al veterano Matt Hasselbeck, pues “nuestro” veterano Kerry Collins anunció su retirada. En segunda ronda caía Akeem Ayers, un LB grande, que seguramente Jerry Gray sabrá aprovechar muy bien y que junto con el DT Jurrell Casey (3ª ronda), formarán los cimientos de una nueva defensa, que quién sabe si se pasará al 3-4. Tiempo al tiempo. El resto del Draft se centró en reforzar el front seven, y quizá dejamos un poco descuidado el ataque, pero habrá que confiar en los nuevos coaches. En cuanto a la FA, se han cubierto bastante bien todos los huecos, con especial atención nuevamente en la defensa, trayendo jugadores, como Shaun Smith (DT) o Barrett Ruud (LB), que seguramente sean titulares desde el primer día.
No habrá muchos cambios en el ataque con respecto al del año pasado, pero quizás los dos o tres que hay son, sin duda, claves. Y es que con Vince Young cortado y Kerry Collins retirado, la posición de QB ha de cimentarse desde cero. Para ello, Jake Locker, quien por cierto heredará el 10 de VY, será el encargado de tomar las riendas, pero, por el momento, estará en la banda aprendiendo de Matt Hasselbeck, el QB titular esta temporada y seguramente una o dos más mientras Locker se termina de hacer, y del nuevo OC Chris Palmer, veteranos profesores para llevar a Locker lo más alto posible. Además, se cuenta con Rusty Smith, que los problemas que hubo el año pasado le hicieron debutar, pero con un veterano y un first rounder delante de él su papel será bastante testimonial.
El cuerpo de WR’s permanece prácticamente intacto con respecto al año pasado. Kenny Britt se ha destapado como un magnífico WR con muy buenas manos y rutas casi perfectas, pero los problemas off the field son un lastre que debe soltar y centrarse de una vez por todas en brillar sólo en el campo y no en la sección de sucesos. Junto a él habrá una dura lucha por ocupar el #2 entre los experimentados Justin Gage y Nate Washington. Ambos han demostrado ser unos receptores más que decentes, pero Washington parte con una ligera ventaja, por lo que esta será una de las muchas batallas que se verán este año en los Titans. Tras ellos, la eterna promesa, Lavelle Hawkins, empieza a tener pocas fichas, y es que Fisher ya no está para protegerle y tiene dos opciones, o explotar o buscarse trabajo en otra parte, porque los jóvenes como Damian Williams o el sorprendente retornador Marc Mariani están reclamando minutos con buenas actuaciones. Mucha gente dice que haría falta un WR veterano para que el cuerpo fuese algo mejor, pero estos seis receptores, para mi, saben valérselas solitos muy bien.
El puesto de TE, sin embargo, también ha perdido a su hombre clave. Bo Scaife se posicionó a favor de su compañero y amigo VY en el affaire Young y eso le ha costado el puesto. Para sustituirle se ha contratado al veterano Daniel Graham, un buen TE receptor y mejor bloqueador, que tendrá el rol de mentar a la pareja del futuro, el nuevo “Smash & Dash” de Tennessee como muchos ya lo llaman, Jared Cook y Craig Stevens. El primero tiene una enorme proyección, unas manos de seda para atrapar balones y un gran físico para ganar yardas after the catch, mientras que el segundo, aunque no es muy llamativo, es un magnífico bloqueador, tanto para dar tiempo al QB como para abrir huecos a la carrera, por lo que son dos TE’s perfectamente compatibles.
La posición RB está ocupada por Chris Johnson, o mejor dicho, debería estar ocupada por él, y es que tras dos años de números casi estratosféricos, CJ se ha plantado en serio y quiere un nuevo y suculento contrato que justifique su calidad. Si no fuese por este inconveniente, CJ es el titular indiscutible, demostrando una combinación de agilidad, velocidad y manos muy poco comunes que vuelven locas a muchas defensas de la liga, aunque cada vez más, son capaces de lograr frenar al “hombre de las 2000 yds.”. Tras él, se encuentra Javon Ringer, muy similar físicamente a CJ y que se clava como una daga en las defensas rivales en los pocos minutos que CJ está respirando. Por el tercer puesto habrá mucha competencia entre el rookie Jamie Harper y Stafon Johnson, que se perdió toda la temporada pasada por una grave lesión en la rodilla. De uno de ellos saldrá el antagonista de CJ y Ringer, un corredor pesado y con potencia que complemente la velocidad y agilidad de sus dos compañeros.
Para finalizar el ataque, la OL tiene la dura tarea de dar un paso adelante esta temporada después del fiasco que tuvo la campaña anterior, y es que el primer año sin Kevin Mawae como Center se notó y mucho, pues el interior de la línea hacía aguas por muchas partes. Este año, el centro de línea será otro foco de atención, pues lucharán por él tanto Leroy Harris, LG el año pasado, y Eugene Amano. El perdedor, ocupará el puesto de LG. Al otro lado del Center, se situará, un año más Jake Scott. Los Titans no cuentan con un Center puro, por lo que es posible que entre Fernando Velasco y Ryan Durand, los G’s suplentes, se roten en la posición. En los extremos de la línea no habrá cambios, y Michael Roos y David Stewart seguirán siendo los titulares, pero el rookie Byron Stingily intentará poner las cosas difíciles, junto con el ya clásico Mike Otto.
La DL es, junto con la posición de QB, la unidad que más cambios va a presentar con respecto a la temporada pasada. Jim Washburn, nuestro magnífico DL coach, se marchó del equipo, como la práctica totalidad del staff, por lo que lo que suceda este año con el rendimiento de la DL será una incógnita. Además, se ha perdido también al mejor jugador del año pasado, Jason Babin, y el experimentado Tony Brown ha sido cortado por sus problemas de lesiones. Pero algo bueno tenía que haber, y es que la primera ronda del 2010, Derrick Morgan, regresa a pleno rendimiento tras un año lesionado para ocupar el vacío dejado por Babin en el DE. Al otro extremo parece que habrá una dura pugna por hacerse con el puesto de titular entre William Hayes, que está dejando muy buen sabor de boca, Jacob Ford, Dave Ball, que el año pasado se destapó y el propio Babin ha recomendado como su sustituto, e, incluso, el DT convertido Jason Jones. En el centro, la pelea también esta servida por ser los DT’s titulares. Jason Jones, si no juega como DE, es el que parte con más ventaja, pero han llegado refuerzos. Vía Draft, la principal incorporación es Jurrell Casey, que tiene una pinta magnífica para entrar en la lucha, mientras que Karl Klug y Zach Clayton corren con un papel más modesto, pero disfrutarán de minutos en la rotación si su trabajo es bueno. Sin embargo, el candidato principal para acompañar a Jones parece Shaun Smith, una incorporación desde la FA, y el tipo de jugador grande que gusta al nuevo DC. Por último nos queda Sen’Derrick Marks, pero la segunda ronda del 2008 debe despertar rápido si quiere ser un candidato serio a ocupar un puesto en el centro de la DL.
En la posición de LB’s también ha habido más de un cambio para esta nueva campaña. El MLB titular, Stephen Tulloch, hizo las maletas para Detroit, y David Thornton (OLB) ha anunciado su retirada, por lo que los Titans han traído sendos sustitutos. Para el centro de la línea, Barrett Ruud, llegado desde Tampa, es el candidato número uno, con el rookie Collin McCarthy detrás, así como Will Witherspoon, un OLB que ha estado probando en la posición por si fuese necesario. En los extremos, la pelea también será interesante de ver. El propio Witherspoon hizo una temporada magnífica y parece tener un sitio asegurado, pero no ha de confiarse ni un pelo. El rookie Akeem Ayers cuenta con un gran aprecio por parte del staff, y además están Gerald McRath, que ya puso las cosas complicadas el año pasado, Rennie Curran, que a pesar de ser un poco undersized, tiene una gran proyección, y Tim Shaw, que llegó sin hacer ruido el año pasado y se ha hecho con un hueco. La posible incorporación de paquetes de 3-4 dará incluso más emoción a las luchas tanto de los LB’s como en la DL.
El puesto de cornerback es uno de los más disputados y, a su vez, de los más débiles del equipo. Básicamente, los integrantes son los mismos que el año pasado, por lo que los papeles se mantendrán. Cortland Finnegan, a pesar de sus trifulcas y piques sobre el campo, es el mejor CB con el que cuentan los Titans, y, por lo tanto, el único que tiene el puesto de titular asegurado. En el otro extremo habrá una dura pugna entre Alterraun Verner, que afronta su segunda temporada tras un año rookie donde se hizo con el puesto y deslumbró a más de uno, y Jason McCourty, que durante los tres años siempre se ha quedado a las puertas y ha actuado como nickel. Tras ellos solía estar Ryan Mouton, pero la rotura del tendón de Aquiles le mantendrá fuera todo el año, por lo que se abre una puerta para Pete Ittersagen, que ya gustó el año pasado y se quedó en el Practice Squad, para Vincent Fuller, que a pesar de ser Safety juega más minutos como dime, cumpliendo con creces y este año podría convertirse definitivamente, y para el reciente fichaje, Frank Walker. El rookie Tommie Campbell también ha probado como CB, pero por su tamaño parece que acabará como Safety.
Por último, la pareja de Safeties será la misma que los últimos años, Michael Griffin en el FS y Chris Hope en el SS. Sin embargo, la pareja no ha estado exenta de críticas, algunas bastante duras, que podrían provocar que el año que viene Hope no continúe. Por el pronto, le ha salido una dura competencia tras la reciente incorporación de Jordan Babineaux y Anthony Smith. Tras ellos, se encuentran los sophomores Myron Rolle y Robert Johnson, que volverán a luchar por mantenerse en el roster.
Las novedades en los equipos especiales son nulas. Como kicker sigue el mismo señor que los últimos seis años, Rob Bironas, del que creo que no hace falta añadir nada. Como punter se mantendrá Brett Kern, que hizo una campaña más que aceptable, y aunque el rookie Chad Cunningham intentará hacer todo lo posible por inquietar a Kern, parece que la posición no cambiará de dueño.
Como retornador, el año pasado se destapó toda una sorpresa, Marc Mariani, que logró 2 TD’s de retorno y fue a la Pro Bowl en su año rookie. Este año parece que se mantendrá en el puesto, aunque con el adelanto del kick-off 5 yardas, seguro que su trabajo va a ser menor y menos influyente.
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