Las aguas bajan ahora tranquilas, calmadas, por el río Cumberland a su paso por Nashville. Lejanas parecen ahora aquellas inundaciones que anegaron el año anterior el LP Field y el sosiego reina ahora sobre los Titans. El convulso 2011, con su lock-out, los problemas internos, el cambio de entrenador,… ha pasado. Hicimos honor a nuestro nombre y la situación, a penas doce meses después, pinta mucho mejor de lo esperado.
Tras los muchos cambios sufridos en la anormal off season pasada, Mike Munchak, el nuevo HC, tenía ante sí uno de los retos más duros de su vida. Nadie esperaba nada de él, no al menos tras todo lo sucedido, pero su primer año sería especialmente importante. Tras rodearse de amigos y veteranos, de viejos conocidos que le ayudasen y aconsejasen en su dura tarea, Munchak fue capaz de conducir de una de las mejores maneras posibles al equipo a lo largo de toda la temporada. Tras un dubitativo inicio contra los Jaguars, a medida que los días y las semanas pasaban el equipo comenzaba a mejorar. La coordinación, la compenetración, los nuevos esquemas, los nuevos jugadores,… todo poco a poco comenzaba a carburar, las victorias llegaban y las sensaciones, a pesar de las derrotas, eran buenas. Matt Hasselbeck (QB) estaba en una segunda juventud y las lesiones, salvo con la rodilla de Kenny Britt (WR), nos respetaron. Gracias a ello el record del equipo se fijó en un sorprendente 9-7. Un muy buen resultado para lo esperado pero que nos dejó fuera de los play offs por los pelos. No pasa nada, ese no era nuestro objetivo, y lo demostrado sobre el campo en uno de los años más difíciles de los Titans hizo elevar la moral de todos los aficionados y afrontar con ambición y con esperanza los años venideros.
Pero no todo es de color de rosa. Los resultados eran satisfactorios y las sensaciones por momentos eran bastante buenas, pero había lagunas, y en ninguna hacíamos pie. Empezando por el ataque, la línea ofensiva era un coladero en la parte central, lo que repercutía en un pésimo juego de carrera, que se veía agravado con la baja forma que presentaba Chris Johnson (RB) tras pasarse gran parte de la pretemporada en hold out buscando un multimillonario contrato. En el otro lado, la pérdida de Jim Washburn como DL coach se notó sobremanera, y el rendimiento fue bastante bajo. Problemas a la hora de generar pash rush y dificultades para parar la carrera fueron duros hándicaps a superar. Pero Munchak y sus ayudantes se han puesto manos a la obra para mejorar nuestros principales problemas y los refuerzos han llegado.
En la Free Agency había varias joyas para ambas líneas que darían un enorme salto de calidad, gente como Carl Nicks (G), Chris Myers (C), Dwight Freeney (DE) o Mario Wiliams (DE), pero nuestro objetivo fue otro y nos condicionó todos los movimientos futuros. Indianápolis cortó a Peyton Manning (QB) y nuestro propietario “Bud” Adams, comenzó a pujar fuerte para traerle de vuelta a casa. Finalmente Manning se marchó a Denver y todos los FA’s fuertes ya tenían equipo. La jugada había salido mal, pero al menos el staff fue capaz de pescar buenos jugadores como Steve Hutchinson (G) y Kamerion Wimbley (DE/OLB). Sin embargo no todo fue favorable y varios jugadores importantes como Jason Jones (DL) o Cortland Finnegan (CB) se marcharon del equipo. Llegado el Draft, las esperanzas de muchos aficionados estaban puestas en la elección de algún OL, pero todo el mundo se echó manos a la cabeza cuando el nombre pronunciado fue el de Kendall Wright (WR). En el segundo día la defensa sería la protagonista con las elecciones de Zach Brown (LB) y Mike Martin (DT), volviendo a dejar a los Titans fans con una expresión de extrañeza en sus rostros. El último día los picks tampoco fueron los esperados, pero el transcurso de los días permitió conocer, poco a poco, los verdaderos planes del staff con esas elecciones y más de una y más de dos sonrisas de complacencia comenzaron a esbozarse en las caras de los aficionados.
Tras asentar la transición, el ataque de los Titans poco a poco va adquiriendo un nuevo y renovado aire, y para ello, el staff comenzó esa renovación desde la base. El año pasado, el veterano Matt Hasselbeck ocupó el puesto de QB titular, realizando una de sus mejores temporadas en la NFL a la edad de 36 años. Pero este año la cosa va a estar más complicada para él, y es que el joven y flamante first rounder Jake Locker ha comenzado a mostrar al mundo su habilidad a los mandos del equipo y Mike Munchak ha dado libertad a estos dos QB’s para que se disputen el puesto de titular, una disputa vital para el futuro del equipo, aunque ahora nos pueda parecer distante. Además, en el puesto de QB #3 también habrá batalla este año, y es que la afición se ha emocionado con el UDFA Nick Stephens, que puede dejar sin hueco a Rusty Smith. Sin duda ver quiénes serán los QB’s y como lo serán va a ser una de las mayores atracciones no solo durante la pretemporada, sino también durante la temporada regular.
Pero para que uno de esos dos QB’s triunfe como titular necesita de la ayuda inestimable del cuerpo de WR’s, y por suerte, los Titans cuentan con una gran calidad y profundidad. A la cabeza se sitúa Kenny Britt. Perdón, quería decir que se debería situar, porque parece que el pobre está gafado. Tres lesiones en cuatro años a lo que se añaden sus problemas off field han condicionado enormemente su desarrollo y pueden interponerse en la que puede ser una gran carrera. Pero ante estos problemas, el staff se ha movido bien y a la presencia de Nate Washington, líder del cuerpo el año pasado, hay que añadir la explosión de Lavelle Hawkins, uno de los WR’s con menos drops de la NFL, y de Damian Williams. Y si eso no fuese suficiente, con la primera ronda de este Draft se seleccionó a Kendall Wright, un polivalente y rapidísimo WR que puede terminar de dar el toque de Gracia a la unidad. Marc Mariani completa el cupo, pero hay WR’s jóvenes que apuntan bien y podrían sorprender.
En el puesto de TE la pareja Craig Stevens & Jared Cook es una de las claves del ataque. El primero poco a poco comienza a ganarse peso y galones como bloqueador, y el segundo se destapó el año pasado como casi un WR, con manos firmes y seguras y una fortaleza física que le hacen destacar como una referencia en el centro del ataque. Como acompañante de estos dos, el fallido Daniel Graham fue cortado y se seleccionó en el Draft al sorprendente Taylor Thompson, un gigante reconvertido en DE en NCAA y re-reconvertido en TE para la NFL y que parece que poco a poco comienza a afinarse en el puesto.
Como RB’s, Chris Johnson volverá a estar al frente. Tras una temporada nefasta, bajo de forma y con una OL cuestionable, el “chico de las 2000 yardas” retorna este año con esperanzas de recuperar su mejor nivel, y para ello ha ganado fuerza y músculo, que buena falta nos hace. Sus acompañantes, sin embargo, serán una incógnita. Javon Ringer, el “clon” de CJ se rompió la mano y se duda de su recuperación, por lo que jugadores como Darius Reynaud podrían meter presión. Como antagonista, Jamie Harper se está viendo presionado por Herb Donaldson para ocupar el puesto de heavy-runner. En el puesto de FB, Ahmard Hall finalizó contrato y será sustituido por el ganador de la batalla entre Quinn Johnson y Collin Mooney. Otro puesto interesante al que atender durante este año.
Y para concluir el ataque, vamos con uno de los mayores quebraderos de cabeza del año pasado y de este, la OL. Para empezar, los extremos de la línea ofensiva son fijos para Michael Roos por la izquierda y David Stewart por la derecha, respaldados por el ya conocido Mike Otto. Sin embargo, el problema lo encontramos por el centro. En teoría Steve Hutchinson, el veterano fichaje, ocupará el lado ciego de forma prácticamente segura sustituyendo a Jake Scott, mientras que Leroy Harris pasará al RG. Y la situación se agrava aún más cuando entramos en el puesto de Center. Eugene Amano se ha lesionado para toda la temporada y es un interrogante quién será su sustituto. Haciendo uso de la lógica, lo más posible es que Fernando Velasco ocupe, bien el RG mandando a Harris al centro, o bien directamente el puesto de Center. El otro contendiente es Kevin Matthews experto ya en el equipo y que puede dar el salto directo al centro de la OL. Bueno, y todo ello obviando a Ryan Durand, Troy Kropog, William Vlachos y el recién incorporado Chris Morris de la carrera por la titularidad, pero con altos números de permanecer como suplentes.
En la línea defensiva las cosas tampoco pintan mucho mejor que en su homóloga ofensiva, pero por lo menos se ven algunos “brotes verdes” que esperemos que, estos sí, acaben floreciendo. Por la parte exterior, el experimento Jason Jones fue fallido y el joven defensa hizo las maletas, al igual que William Hayes. Para sustituirles y arreglar la falta de pass rush exterior, se contrató, sobrepagando un poco, a Kamerion Wimbley, que lleva 6 años sin jugar como DE puro, y se drafteó a Scott Solomon, un capricho del staff. Junto con ellos dos estarán Derrick Morgan, de quien se espera que arranque de una vez por todas, Dave Ball y Panel Egboh, que han dejado buenas sensaciones en la rotación. Estos cinco tienen la tarea de mejorar los pobres registros del año anterior. Mientras tanto, por el centro, la cosa parece más estable tras la consagración en su temporada como rookies de Jurell Casey y Karl Klug, un run stopper y un pass rusher respectivamente que parecen ser la pareja titular ideal. Pero para apuntalar más el centro, se escogió a Mike Martin en el Draft para que ayude en situaciones de carrera, donde la DL también sufrió bastante al fallar numerosos placajes y perderse en los bloqueos, y en formaciones con 3 DL’s como NT. A ellos tres les acompañarán Sen’Derrick Marks, al que se le está empezando a acabar el crédito, Zach Clayton, que está por estrenar, y Leger Douzable, fichado tras el fracaso de Shaun Smith, y capaz de jugar tanto por dentro como por fuera de la DL.
En el puesto de LB’s, la situación empieza a ser todo lo contrario, mucho más estable y segura de lo esperado. La horrible temporada de Barrett Ruud como MLB, que le ha costado el puesto hasta en el equipo, dio paso al joven y sorprendente Colin McCarthy, que en su primer año como profesional dejó a gran parte del público con la boca abierta con su seguridad y buen rendimiento, por lo que es el candidato #1 a volver a ocupar el puesto. Por los extremos hay algo más de disputa. En principio, Akeem Ayers, tras una más que aceptable temporada como rookie, permanecerá en el lado fuerte como titular salvo cataclismo, dejando a Gerald McRath en el banquillo. En el lado opuesto, por el contrario, sí habrá más competencia entre el ya veterano Will Witherspoon, que la temporada pasada ya dio muestras de bajo rendimiento, y el recién incorporado Zach Brown, la flamante selección de segunda ronda con unas condiciones atléticas envidiables que pueden dar mucho juego y colocarle en prácticamente cualquier posición del campo, dejando abiertas muchas quinielas y formaciones poco habituales.
En el puesto de Cornerback habrá bastantes sorpresas esta temporada. El jugador más consistente y veterano, a pesar de todo lo malo, Cortland Finnegan, acabó contrato y se marchó de Nashville, dejando a la unidad en cueros. Sin embargo, ese no ha sido motivo suficiente para traer alguien en su puesto, pues el staff consideraba que los jugadores que había estaban más que preparados, por lo que la apuesta es a todo o nada. Es difícil discernir el puesto de cada uno, pues el único que parece asegurado es el de Jason McCourty como #1. Su acompañante, en principio, sería Alterraun Verner, pero tras sus declaraciones que prefiere jugar como Nickel, la opción de Ryan Mouton cobra fuerza, especialmente tras el buen training camp que se está marcando. Junto a ellos, el veloz Tommie Campell y el drafteado Coty Sensabaugh completan una de las unidades más jóvenes de la NFL.
Y para concluir la defensa, vamos con la pareja de Safeties. Michael Griffin ha renovado y será un Titan durante cinco años más, por lo que el puesto de FS tiene dueño para rato si no se duerme en los laureles, que bastantes críticas le han llovido en estos últimos tiempos. A Griffin le acompañará el veterano Jordan Babineaux, que robó bien merecidamente el puesto de SS titular a Chris Hope, que ya no está en el equipo. A pesar de la calidad titular, la profundidad del puesto es poca, contando tan solo con Robert Johnson, rescatado tras pasarse el año anterior en el Practique Squad, y el rookie Markelle Martin, por lo que habrá que cruzar los dedos con las lesiones.
En equipos especiales solo habrá una novedad este año. Como kicker sigue el mismo señor que los últimos siete años, Rob Bironas, del que creo que no hace falta añadir nada. Como punter se mantendrá Brett Kern, que hizo una campaña bastante buena con patadas dignas de los mejores tiempos de Hentricht. La variación llegará con el LS, pues tras la marcha de Ken Amato, el staff le ha sustituido por el UDFA Beau Brinkley, del cual esperemos conocer solo su nombre.
Como retornador Marc Mariani se mantendrá en el puesto, aunque no debe menospreciar a la competencia, pues gente como Kendall Wright o Tommie Campbell pueden arrebatarle el puesto.
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