Alabama Crimson Tide

1689


Record 2010:
10-3 (6-1 local)
Bowl: Victoria ante Michigan State en la Capital One Bowl (49-7)
Conferencia: SEC
Coach: Nick Saban

Calendario:

Fecha Rival
03-09-2011 Kent State
10-09-2011 en Penn State
17-09-2011 North Texas
24-09-2011 Arkansas
01-10-2011 en Florida
08-10-2011 Vanderbilt
15-10-2011 en Ole Miss
22-10-2011 Tennessee
05-11-2011 LSU
12-11-2011 en Mississippi State
19-11-2011 Georgia Southern
26-11-2011 en Auburn

Estadísticas 2010:

Categoría
Total
País
Yardas Totales
444,1
22º
Yardas de Carrera
183,0
29º
Yardas de Pase
261,2
27º
Yardas Totales Permitidas
286,4
Yardas de Carrera Permitidas
110,2
10º

Yardas de Pase Permitidas

176,2 13º

Líderes 2010:

PASE PAS CMP YDS TD
Greg McElroy 296 209 2.767 19
CARRERA CAR MED YDS TD
Mark Ingram 146 5,6 816 11
RECEPCIÓN REC MED YDS TD
Julio Jones 75 14,5 1.084 7

 

Después de la exitosa temporada del 2009, donde Alabama volvería a recuperar su gran orgullo y esplendor con la consecución del decimotercer campeonato nacional reclamado por la institución, Nick Saban se pasaría todo el verano del 2010 intentando distanciar la imagen triunfadora de la anterior generación, mientras buscaba alejar la identidad de ambos equipos en una tónica que incluso se convirtió en motivo de broma entre los medios deportivos más destacados a nivel nacional.

 

“Lo que consiguió el equipo el año pasado nada tiene que ver con el de éste” repetiría una y otra vez, pero “nunca” nadie pareció realmente creerle, mientras la mayoría de analistas presagiaban una nueva oportunidad de pelear por el cetro nacional como máximos aspirantes al título (No.1 consensuado de pretemporada).

 

Esta táctica de “hablar con la boca pequeña” sería incluso perfeccionada por el legendario “Bear” Bryant y no debería ser algo que cogiese por sorpresa a la parroquia de Tuscaloosa, sin embargo, la lección de que un pedigrí de campeón poco tiene que ver con el éxito venidero se personificaría con la derrota del 26 de Noviembre ante Auburn. Un encuentro que ‘Bama tenía controlado completamente en la primera parte con 24 puntos de ventaja y que finalmente dejaría escapar en la segunda. Saban apuntó esto mismo con cuatro meses de antelación; Solamente las propias actuaciones sobre el campo cimentarían la identidad del squad del 2010.

 

Pero incluso una de las actuaciones más dominantes en una bowl de Enero que jamás se recuerde por parte de la Universidad de Alabama, donde literalmente aplastarían a los co-campeones de la Big-Ten, Michigan State, demostrando el vasto talento y autoridad de esta generación (-48 yardas negativas terrestres y 546-171 de diferencia en yardas totales en una aplastante victoria por 49-7) de poco serviría para “aliviar” una temporada que se calificó como de decepción para los estándares del programa.

 

Pero independientemente del colapso en Columbia ante South Carolina, Alabama volvería a encontrarse a apenas varias jugadas frente a LSU y Auburn de conseguir un récord de 7-1 en la división oeste y retornar a Atlanta para luchar por el campeonato nacional. La constante y eterna obstinación del programa.

 

Esta sensación de desilusión y fracaso en T-town con respecto a sus amados Crimson Tide se fundiría trágicamente el 27 de Abril del 2011 con el ataque de uno de los tornados más gigantescos y devastadores que jamás se hayan visto antes por el estado de Alabama, y que, además de provocar varias muertes y literalmente arrasar la ciudad, afectaría físicamente al long-snapper Carson Tinker y su novia. El estado de salud de Tinker en la actualidad es perfecto, incluso entrenaría con absoluta normalidad durante el fall-camp, sin embargo, su novia no corrió con la misma suerte y moriría durante el paso del mismo.

 

La comunidad atlética de una ciudad apasionada por los deportes como ninguna, se movilizaría hasta escalas inéditas y el sentimiento general sería resumido perfectamente por el estelar runnigback Trent Richardson. “Tenemos mucho por lo que jugar este año. Han ocurrido muchas cosas. Hay mucha gente sufriendo ahí fuera que es parte de nuestra familia. Todo lo que podemos hacer es jugar por ellos, y puedo prometerte que eso mismo es lo que vamos a hacer”.

 

Por lo tanto, el squad de la presente temporada se presenta absolutamente motivado y con ganas de demostrar todo el fantástico talento que atesora esta generación. Sin duda, todas las piezas se encuentran alineadas para que los Crimson Tide contendan de nuevo al campeonato nacional; El calendario no será tan demoledor como el de la pasada temporada, donde sus seis últimos rivales de la SEC llegaron con una semana de descanso, mientras que el equipo recupera 17 titulares (10 en defensa con jugadores que incluso rechazaron su salto prematuro a la NFL) y dejará de ser tan inexperto como demostró durante diversas fases de la anterior temporada (sobre todo sobre su back-seven).

Pero de acuerdo a Nick Saban, para conseguir llegar hasta el final simplemente deberás de olvidar la posibilidad de jugar el 9 de Enero del 2012 en New Orleans. “Siempre que pienses en ganar el campeonato nacional, detente. En su lugar, piensa como serás capaz de dominar a tu oponente durante sesenta minutos”.

 

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Trent RichardsonMVP ATAQUE: Trent Richardson. Un tanto a la sombra como backup de su antiguo compañero Mark Ingram, esta será la temporada de su explosión definitiva, después de sumar 1.600 yardas all-purpose y 11 touchdowns totales como sophomore. Está construido para convertirse en un auténtico workhorse que supere los 20-25 balones por partido y su talento sobre la mesa es superior al del entonces Heisman Trophy.

Ofensivamente la línea de los últimos años del programa ha sido un tanto discontinua, adaptándose a los recursos y características de su personal. El ataque ha pasado de ser una auténtica smash-mouth offense basado en el poder de su línea ofensiva y en la pelea por pulgadas a transicionar sobre un juego mucho más aéreo y explosivo que buscaría establecer el pase para abrir el juego terrestre. Sin ir más lejos, la temporada pasada Greg McElroy se quedaría a tan sólo 13 yardas de conseguir ser el primer quarterback de la historia de la institución en alcanzar las 3.000 aéreas, mientras que, en cambio, el juego terrestre decepcionaría detrás de una línea ofensiva incapaz de abrir gaps con consistencia. No hay que olvidar que hace tan solo dos temporadas Mark Ingram conseguiría el Heisman Trophy después de superar las 1.600 yardas y conseguir 17 touchdowns terrestres, poniendo de manifiesto los contrastes ofensivos de cada uno de los squads anteriores.

 

Según Nick Saban, la filosofía en ataque sencillamente es “utilizar los jugadores que tenemos. Hubo momentos en mi etapa en LSU que lideramos la conferencia en pase y otros donde la lideramos en carrera. Hubo momentos que anotábamos muchísimos puntos y otros donde sufríamos para anotarlos. Por lo tanto, el resumen es que no tenemos una filosofía ofensiva”.

 

El play-caller y el encargado de la misma volverá a ser Jim McElwain, un hombre con reputación de presentar una mano especial para desarrollar quarterbacks muy consistentes (entrenador también en esa área) y que ha conseguido implantar un ataque equilibrado y suficientemente eficiente, siguiendo esta pseudo anti-tesis filosófica que “evitan” los equipos de Nick Saban desde el lado ofensivo del balón.

 

La posición de quarterback, la más importante e influyente en cualquier deporte, será una de las claves de futuro de este equipo, además de una de las más competidas de toda la conferencia y posiblemente de toda la nación. La batalla entre el quarterback sophomore AJ McCarron y el redshirt freshman Phillip Sims ha alcanzado unos niveles tan feroces que incluso el propio Saban se ha visto obligado a ofuscar las estadísticas de los últimos scrimmages ante los medios de comunicación, con el objetivo de no alimentar el debate fuera de las fronteras del propio equipo.

 

Todo parecía indicar al finalizar la pasada temporada que un más experimentado AJ McCarron sería quien se haría cómodamente con las riendas del equipo, pero Sims es también otro quarterback tan o más brillante, de refinadas mecánicas, fantástica compostura y grandes conocimientos dentro del film-room, algo que a Nick Saban le suscita mayor comodidad y seguridad. McCarron, sin embargo, es más un “gunslinger”, todo un “pistolero” con un brazo poderoso que podría adaptarse mejor a la probable orientación ofensiva del equipo.

Pero puede que éste sea un debate que no se resuelva al finalizar el propio campamento de verano, extendiéndose incluso hasta el debut en la conferencia ante Arkansas el 24 de Septiembre. Incluso el propio Saban no descarta llegar a dividir minutos entre ambos, en función de las necesidades del partido, algo que ya experimentó con éxito en su periplo en LSU. El third-string, en cambio, parece habérselo ganado Blake Sims como todo un auténtico X-Factor desde el backfield y con un cómputo de características bastante alejadas de estos dos. Sims impresionó por su capacidad de lanzador dentro del pocket en la primavera y además presenta un conjunto de habilidades que el ataque podría aprovechar dentro de paquetes específicos en la Wildcat. Su evolución y madurez permitirá el redshirting del joven Phillip Ely, mientras aprende sin presión con el tablón desde la banda.

 

En la posición de runningback parece que este año se encontrará la llave del ataque y hay quien espera que Alabama “rebobine la cinta” y vuelva a machacar terrestremente como antaño. Trent Richardson es uno de los jugadores más decisivos de college y con la constitución física y atlética para convertirse en el auténtico “workhorse” del programa. Siempre se apuntó que su talento es incluso superior al de su antiguo compañero Mark Ingram (ganador del Heisman y primera ronda del último Draft), pero los constantes problemas físicos limitaron su anterior temporada. Sano es un jugador muy difícil de derribar y un corredor poderoso, con capacidad para “asfaltar” defensores, que seguramente incremente su rol como receptor fuera del backfield. Su compañero de batalla y el encargado de liberarle de trabajo será Eddie Lacy, un runningback un tanto infravalorado por un par de críticos fumbles dentro de la yarda 5, pero que posiblemente fuese titular en varios de los equipos de la conferencia. Lacy destaca también por un juego físico y agresivo, presentando un tren superior de granito. El problema de ‘Bama se encuentra en la delicada profundidad tras el transfer de varios proyectos con cierto potencial y que podrían poner en serio peligro la unidad después del inquietante historial físico de Richardson y Lacy, pero Jalston Fowler está llamado a ser el próximo runningback poderoso con un tamaño masivo. La lesión del true-freshman Dee Hart se convierte también en otro problema añadido, ya que presentaba potencial para proyectarse como el change-of-pace de la unidad, pero podría incluso abrir el camino del también true-freshman Brent Calloway, quien experimentó un reclutamiento muy polémico y que parecía llamado a proyectarse a la posición de linebacker en defensa.

 

La unidad de wide-receivers es uno de los apartados del equipo que sugiere sospecha, ya que es un grupo repleto de “velocistas” y pequeños receptores de gran talento, pero carente de una imponente referencia aérea como fue Julio Jones desde que pisase el campus. Su salto prematuro a la NFL puede convertirse en una de las figuras que más estimen los aficionados y los inexperimentados quarterbacks del squad. Marquis Maze intentará llenar el hueco como el gran líder de la unidad gracias a su dilatada experiencia, pero es un split-end orientado a estirar las defensas rivales por su vertical velocidad, capacidad para el big-play y agilidad para controlar lanzamientos sobre su espalda. Darius Hanks es otro receptor experimentado y de gran confianza, pero su radio de acción se encuentra en los underneath-patterns y probablemente se muestre más efectivo como una opción alternativa y no con un papel de receptor principal dentro del grupo. Hanks, además, se perderá las dos primeras semanas debido a reglas de la NCAA por su medical redshirting en el 2007. El hombre del verano sería el freshman DeAndrew White, toda una auténtica flecha y un jugador de eléctricos y finos movimientos que podría emerger dentro de la rotación como una amenaza vertical o mismamente en el slot. Pero esta podría ser la gran oportunidad que buscaba el receptor senior Brandon Gibson, un jugador de trabajo y sacrificio tremendamente respetado por su carácter y por sus aportaciones en equipos especiales y que llegaría a Tuscaloosa como un recluta destacado dentro de su posición. Fue la estrella del spring-game y podría emerger como un factor importante dentro de la rotación. Otro speedster con potencial de playmaker a tener en cuenta es Kenny Bell, mientras que las esperanzas como flanker del equipo son dos auténticas incógnitas. El receptor sophomore Michael Bowman por haber sido hasta el momento todo un auténtico bust, mientras que la situación académica de Duron Carter (hijo del célebre y legendario Cris Carter), procedente de Ohio State tras su transfer del comunity college de Coffeyville en Kansas, se encuentra sobre el limbo. Carter era la gran esperanza Crimson Tide para sustituir a Julio en el flanker y ha trabajado muy duro con su padre para absorber el playbook y prepararse para formar parte del plantel, pero la creciente imposibilidad de practicar con sus propios quarterbacks podría acabar por dinamitar sus opciones de causar un impacto inmediato como se pronosticaba.


Alabama suele omitir el uso del fullback tradicional, sin embargo, la unidad de tight-ends presenta gran importancia en el ataque por el uso común de formaciones en bunch.

 

La unidad volverá a recuperar a todos sus integrantes salvo al h-back Preston Dial, un jugador de la corte clásica del programa y cuya baja será extrañada tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Michael Williams, con una estatura de 6-6 y 270 libras, es un objetivo aéreo masivo que incluso podría emerger como una válvula aérea dentro de 5-10 yardas, pero su capacidad es mucho mayor como bloqueador sobre el juego terrestre, donde se convierte en un “tackle extra”. La esperanza de la unidad es Brad Smelley, un híbrido h-back/tight-end con agilidad y seguras manos que en su año senior podría finalmente emerger como una opción aérea. El potencial de Chris Underwood en la unidad es enigmático, mientras que Brian Vogler y Harrison Jones (hermano de Barrett) son el futuro en ciernes de la unidad.


Y para finalizar con el análisis del ataque, llegamos a uno de los apartados del mismo donde a los Crimson Tide se les intuye mayor potencial y variedad de recursos. De todos modos, hay un hueco que cubrir especialmente tras el salto de James Carpenter a la NFL (primera ronda del Draft) y no en vano éste es el más crítico de toda la unidad; el blind-side. Para ello se ha contratado a Jeff Stoutland como nuevo coordinador de la línea de ataque, además de como revulsivo tras el peligroso retroceso de la misma bajo las órdenes de Joe Pendry. Stoutland sería nombrado head-coach interino de los Miami Hurricanes en la Sun Bowl tras el despido de Randy Shannon y varios informes señalaron que el grado de intensidad aumentaría solamente con su llegada.


El líder de la unidad y sobre la que gira la misma es el RG Barrett Jones, un jugador tremendamente inteligente, técnicamente muy refinado y con capacidad suficiente para jugar en cualquier puesto de la unidad. Sin ir más lejos, ha llegado a trabajar en la offseason en su puesto natural de guard, de center e incluso de left-tackle, donde impresionaría en el spring-game. Probablemente el único puesto donde aún no haya sido probado sea el right-tackle, pero si existiese una necesidad, seguramente acabaría ayudando en la demarcación. Tiene escrita la palabra NFL sobre la frente, pero su puesto natural como All-American es el interior de right-guard. La clave aparente de la unidad se encuentra en la competición entre el LT true-freshman Cyrus Kouandjio y el RG Anthony Steen. Kouandjio parece llamado a cumplir las enormes expectativas como el mejor tackle de toda su promoción y su espectacular combinación física y atlética ha impresionado desde que situase un pie sobre el campus, pero Nick Saban siempre dejó claro que el objetivo es encontrar los cinco mejores hombres de la unidad y cohexionarlos. Steen es un jugador muy poderoso y mucho más experimentado, después de conseguir un puesto de titular en los tres últimos partidos por lesión de Barrett Jones ante MSU, y todo dependerá de su efectividad para desplazar a Jones al left-tackle. Este “experimento” tiene una doble lectura; el peligro de presentar un jugador undersized físicamente y atléticamente ante los feroces puss-rushers de la conferencia SEC o la enorme dificultad que entrama el lado ciego para todo un novato como Kouandjio. En cambio, el left-guard será propiedad del poderoso Chance Warmack, mientras que el center volverá a ser ocupado por uno de los jugadores más destacados en su puesto de todo el país, William Vlachos, quien, además, es uno de los líderes vocales del ataque y uno de los jugadores más carismáticos. DJ Fluker, como right-tackle, ha emergido como una masiva y terrorífica presencia sobre el juego terrestre y a pesar de perderse un total de cuatro partidos por problemas físicos, conseguiría ser nombrado integrante de los equipos All-American y All-SEC como freshman. Después de perder más de 70 libras desde que se matriculase y gracias a su importante evolución en x-and-o’s desde entonces, Fluker podría encontrarse ante la temporada que le encumbre definitivamente. El tackle senior John Michael Boswell volverá a ser un año más uno de los backups más destacados por su dilatada experiencia, mientras que el sophomore Kellen Williams es una auténtica póliza de seguros en el interior como center o guard. El left-tackle junior Tyler Love parece que acabará pasando por T-town sin más pena que gloria, después de ser un recluta muy destacado, pero al menos es otro backup sólido en el tackle, mientras que Arie Kouandjio (hermano de Cyrus) es una opción bastante consistente sobre el right-tackle, en el caso de que Fluker sufra algún problema. Alfred McCullough es el comodín del grupo por su capacidad para jugar en el interior e incluso como left-tackle.

 

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Dont'a HightowerMVP DEFENSA: Dont’a Hightower. Completamente recuperado de su lesión de rodilla y con toda una off-season sin molestias para ejercitarse, Hightower es una figura imponente como linebacker por su tenacidad, poderío y físico para detener el juego terrestre rival, además de la agresividad y capacidad para mantenerse siempre alrededor del balón como puss-rusher off-the-edge. Es uno de los capitanes y de los líderes vocales del equipo.

Llegamos a uno de los apartados donde el programa busca la excelencia como impronta de su orgullo. El sistema y los esquemas defensivos de Nick Saban son tan complejos que sus jugadores incluso necesitan varias temporadas y multitud de repeticiones para llegar a dominarla. Alabama corre una 3-4 over-under un tanto excepcional (en algunos momentos se confunde con una 4-2-5 o con un Jack divido sobre un frente 3-1-3) que se especializa principalmente en detener la carrera (promedios de 2.7 y 2.8 yardas por intento las dos anteriores temporadas), pero que necesita incrementar su efectividad atacando al quarterback rival, en un área donde Alabama retrocedió claramente la última temporada. De cualquier modo, la filosofía defensiva se aleja bastante de ser conservadora, teniendo en cuenta la preferencia del sistema por atacar el balón desde cualquier ángulo y por disfrazar coberturas, que reduciría a sus oponentes en un promedio de 13.5 puntos por partido la última temporada.

 

Kirby Smart, un antiguo graduado como estudiante-atleta de Georgia, es el coordinador defensivo desde que promocionase en el 2008 (ganador del Broyles Award en el 2009 como el mejor asistente del país) y su radio de acción se encuentra principalmente sobre la unidad de linebackers, teniendo en cuenta que la defensa es un área donde Saban audita y gobierna según su criterio personal.

 

El ligero retroceso defensivo de la anterior temporada se encontró en la transición del grupo sobre un total de 9 nuevos titulares (el mayor de la era Saban en Tuscaloosa), pero aún así, Alabama conseguiría finalizar No.5 en defensa total del país y en eficiencia de pase y No.3 en anotación. Esta anomalía deberá ser corregida esta temporada con 10 titulares recuperados y un total de 15 jugadores con experiencia de titular en el nivel universitario.

 

La línea defensiva estará liderada por Josh Chapman, quien se encargará de ocupar el corazón de la unidad como nose-guard. Con un total de 14 titularidades en tres temporadas, Chapman es un jugador experimentado y de superior fortaleza, convirtiéndose en toda una referencia frente al juego terrestre rival por su capacidad para absorber múltiples bloqueadores. El end junior Damion Square es un puss-rusher con talento, con gran capacidad atlética y de imponente tamaño, que sorprendió hace dos temporadas antes de romperse el ligamento cruzado anterior, pero que finalmente conseguiría hacerse con un puesto de titular en 6 encuentros de la pasada temporada (3 sacks y 4 placajes para pérdida). Completamente afianzado y sano, podría encontrarse ante la temporada de su explosión definitiva. En el otro end parece que habrá mayor competición por el puesto entre Ed Stinson y Quinton Dial. Stinson sería reclutado con poco más de 220 libras y con obvia proyección sobre el Jack LB (donde trabajó en su primera época en The Capstone e incluso se ganaría dos titularidades), sin embargo, su progreso en la sala de musculación es una de las más meteóricas que se recuerden (se encuentra cerca de las 280 libras) y su consumada habilidad de puss-rusher le convertía en el gran favorito de la offseason para hacerse con la titularidad, sin embargo, Quinton Dial, procedente del junior college, es una temible presencia por su poderoso tamaño (6-6 de estatura y 294 libras) y de un talento formidable, que formaría parte de los entrenamientos de primavera y que llega pegando fuerte desde atrás. Hay que recordar que Saban tiene bastante predilección por jugadores con potencial procedentes del JuCo. Otro hombre procedente de esta vía es Jesse Williams y quien en apenas varios meses se ha convertido en la sensación del campus. De ascendencia Australiana y con un estilo mohicano, ha sido comparado con toda una leyenda como Terrence Cody y después de haber participado en la primavera, se espera que asuma algún rol dentro de la rotación.

 

La unidad de linebackers es uno de los copyrights de la institución desde épocas inmemorables y donde siempre el programa se ha enorgullecido de disponer de jugadores superclase y ultra competitivos, abonados a la denominación All-American.

 

Habitualmente se habla de Penn State como Linebacker-U por su proliferación y proyección de multitud de grandes talentos para el siguiente nivel, pero Alabama no se queda demasiado corta a lo largo de la historia y puede que esta generación sea también recordada entre las más especiales en la historia de la institución. El líder de la unidad (y una de las voces autorizadas del equipo) es Dont’a Hightower, quien como junior ocupará una de las posiciones en el Mike de la unidad. Hightower se convirtió en toda una auténtica estrella como true-freshman (All-American), sin embargo, una horrible lesión de rodilla ante Arkansas como sophomore cuando alcanzaba el cenit de su juego, acabaría con su progresión y definitivamente con su temporada. Después de recuperarse en un tiempo record y llegar a la primavera ante todo pronóstico, Hightower decepcionaría y se mostraría absolutamente limitado tras la lesión, sin embargo, se mostraría mucho más fluido y ágil en sus movimientos según la temporada progresaba y ha tenido toda una off-season completa sin molestias para recuperar su mejor forma. Es una figura físicamente imponente y con gran olfato para el balón, además de ser un puss-rusher terrorífico cuando se sitúa sobre tres puntos. Junto a él en el Will se alineará Nico Johnson, un jugador que se vio obligado a acelerar su curva de aprendizaje como true-freshman ante la lesión de Hightower, mientras que conseguiría el puesto de titular en 6 encuentros de la pasada temporada. De todos modos, todavía se espera la explosión definitiva de Nico, después de únicamente mostrar flashes aislados de todo su enorme potencial. Otra arma importante en el interior como Will será CJ Mosley, quien impresionaría como true-freshman la pasada temporada (primer equipo All-American y All-SEC) después de disfrutar de multitud de minutos y convertirse probablemente en el mejor jugador en cobertura de toda la unidad. Más backups importantes en el interior serán Chris Jordan y el true-freshman Trey DePriest, quienes posiblemente fuesen titulares en la mayoría de equipos de la conferencia. Otra de las grandes estrellas y uno de los jugadores más dominantes del país es el Jack LB Courtney Upshaw, quien se mostraría indefendible en sus dos últimos partidos con 15 placajes, 6 para pérdida de yardas y 5 sacks. Es una de las armas defensivas más peligrosas del equipo por su explosividad y poderío como puss-rusher. En el Sam se encontrará Jerrell Harris, un antiguo recluta muy destacado que como senior podría estar frente a su última gran oportunidad. Todo parece señalar que, gracias a sus 26 partidos de experiencia y sus excelentes aportaciones en equipos especiales, sea ésta la temporada de su afianzamiento definitivo. Capacidad y talento no le faltan. Alex Watkins se había ganado un rol importante como puss-rusher en diferentes paquetes pero habrá que comprobar como retorna de su operación de rodilla en la primavera.

 

Y por último llegamos a otro área con multitud de talento y efectivos, que alcanza la cresta de su potencial en el proceso iniciado por Nick Saban cuando decidió tomar las riendas de los Crimson Tide. Los defensive-backs son especialidad personal del propio Saban y el enorme potencial de la generación actual es herencia de su fantástico trabajo de coaching y por supuesto, el gigantesco esfuerzo invertido en reclutamiento.

 

El cornerback encargado de alinearse con el flanker rival será Dre’ Kirkpatrick, quien retorna en su año junior después de conseguir 53 placajes, 4 para pérdida, 3 intercepciones y 7 pases desviados en su primera temporada como titular. Con una estatura de 6-3, un juego tremendamente físico y agresivo, además de una fantástica agilidad, velocidad y excepcionales ball-skills, Kirkpatrick en el sueño de lock-down corner para cualquier entrenador. Este debería ser el año de su boom definitivo, ya que todavía no ha conseguido demostrar todo el potencial que atesora. En el lado opuesto, como cornerback titular, se encontrará DeMarcus Milliner, quien a pesar de sufrir multitud de problemas de concentración y errores conceptuales, conseguiría ganarse la titularidad como todo un true-freshman, con la dificultad que eso entrama dentro de una unidad supervisada por Nick Saban. Milliner ha demostrado un potencial fantástico por el nivel de sus fundamentos para su juventud, además de una gran velocidad, capacidad de playmaker y ética de trabajo, que le proyectan como una inminente estrella en la secundaria. Alabama tiende a alinearse con frecuencia en formaciones Nickel y otra de las posiciones especiales y críticas es la de star por dentro frente al slot, una demarcación híbrida donde además de ball-skills y capacidad para defender en campo abierto, se exige determinación, juego físico y agresividad, y donde el staff técnico tiene diseñados multitud de blitz-packages. Este rol será para DeQuan Menzie, quien se esperaba que tomase la vía del redshirting la anterior temporada después de desgarrarse el tendón de Aquiles en una pachanga de pick-up basket, sin embargo, se recuperaría milagrosamente para disputar 12 partidos (6 de titular), mientras superaba también problemas en los abductores. Menzie es un cornerback físico, con grandes instintos y que podría emerger como el auténtico playmaker de la secundaria. Varios backups importantes serán el antiguo transfer de LSU Phelon Jones o John Fulton. El auténtico líder de la secundaria y otra de las voces autorizadas es el strong-safety Mark Barron, un jugador que después de 26 titulares y toda su dilatada experiencia dentro del sistema tras cuatro años, ha conseguido convertirse en el poderoso defensive-back que se le proyectaba cuando llegó desde el instituto como jugador ofensivo. All-American consensuado, es un chico de un gran carácter, muy respetado y con una combinación atlética y física élite, que le convierte en una figura temible en la secundaria por su agresividad y capacidad de hard-hitter. Su grado de conocimiento de x-and-o’s es tan avanzado en este punto de su carrera que muchos de sus compañeros más novatos suelen consultarle en lugar de dirigirse directamente a los técnicos. Su compañero como free-safety será Robert Lester, quien con un total de 8 intercepciones (líder de la conferencia) ha demostrado que no llegaba como moneda de cambio en el reclutamiento de Julio Jones como siempre se especuló. Lester aprovecharía la suspensión de Robby Green, para hacerse con el puesto y así demostrar toda su capacidad de ball-hawking, convirtiéndose en el complemento perfecto de Mark Barron. El walk-on Will Lowery será uno de los principales backups de ambos por sus intangibles, experiencia y capacidad trabajadora, mientras que Hasean Clinton-Dix es el futuro en ciernes de la posición, y que probablemente presentaría un impacto inmediato como true-freshman si no fuese por el personal actual que tiene por delante.

 

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La temporada pasada, Alabama necesitaría recomponer esta unidad con jugadores jóvenes e inexpertos, después de perder a varios de sus sólidos contribuidores y esta transición se comprobó en la regular consistencia del grupo. La graduación del antiguo All-American y uno de los recordmen del programa, Leigh Tiffin sería sustituida por la combinación de place-kickers formada entre Jeremy Shelley y Cade Foster.

 

Shelley convertiría 12 de 16 field-goals, con un máximo de 42 yardas, mientras que se encargaría de la mayoría de intentos dentro del rango de las 40, además de la totalidad de extra-points (50 de 51). Como se puede comprender, Shelley presenta una pierna precisa y segura pero no tan poderosa, por lo que los lanzamientos profundos son competencia exclusiva de Cade Foster, quien convertiría 7 de 9 fieldgoals, con un máximo de 49 yardas, además de encargarse expresamente de los lanzamientos de kick-offs. Foster dispone de mucho más talento, después de recibir una beca desde el instituto y es un auténtico bombardero, con una gran proyección por delante.

 

Como walk-on, Cody Mandell se convertiría en el reemplazo de PJ Fitzgerald en la demarcación de punter, después de promediar 39.2 yardas en 41 intentos, situar 13 dentro de la línea de 20 yardas y 9 por encima de las 50 yardas, además de forzar 20 fair-catches totales. Aunque estos números no fuesen malos del todo, ‘Bama finalizaría en la décima posición de la conferencia con un promedio de 36 yardas por punt. El freshman Jay Williams será el encargado de presionar y competir el puesto de titular después de tomar la vía del redshirting en su primera temporada en el campus.

 

Por último, Carson Tinker se encargará de nuevo de las responsabilidades en los snaps como long-snapper (y short-snapper) titular, mientras que está por comprobar quien se ocupará finalmente de retornar tanto punts como kickoffs. Hay varias opciones poderosas como Marquis Maze (12.7 yardas por intento, No.4 de la SEC) o Trent Richardson (un kick-off para touchdown, No.4 de la SEC con 26.4 yardas de promedio), sin embargo, el staff técnico es probable que evite sobrecargar a estos jugadores, muy determinantes en sus demarcaciones y probablemente florezcan nuevas alternativas como DeAndrew White o Christion Jones.

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Tras un año de ligero retroceso, donde varios jóvenes se vieron ante la obligación de asumir gran responsabilidad, la defensa se presenta con un potencial terrorífico y con multitud de experiencia, incluso sobre sus second y third strings. Hay quien cree que estamos frente a la generación cúlmine de la era Nick Saban. Un grupo que podría llegar a ser recordado como el mejor de la dilatada historia Crimson Tide.
DOWN

La unidad de receptores muestra la carencia de un referente aéreo imponente como lo fue Julio Jones, mientras que el grupo de runningbacks podría pender de un hilo ante cualquier mínimo problema físico. La importante demarcación de left-tackle presenta diversas alternativas importantes, pero podría incluso llegar a convertirse en un auténtico quebradero de cabeza, sí fracasan las opciones planteadas.

 

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