Lázaro de Betania era un amigo de Jesús de Nazaret conocido (puede que cada vez, menos «gracias» a LOGSEs, LOEs o lo que sea) por ser el protagonista de la resurrección que narra San Juan en el capítulo 11 de su Evangelio. Su presunta casa se puede visitar en lo que es ya un barrio del gran Jerusalem. Tranquilos, no me voy a poner ahora a evangelizar, aunque como bien decía mi abuela… no os haría ningún mal. Pero todos conocemos la frase «Levántate y anda», aunque sea por el chiste de «…aduvo jodido pero andó» (sic). El Lázaro de esta jornada no puede ser otro que Tony Romo.
Romo es un tipo simpático, sencillo, de esos que caen bien a casi todo el mundo. Es «my quarterback» para un lloroso Terrell Owens. Es capaz de lo mejor y a veces también de lo peor. La semana pasada ya hablamos de uno de esos días en los que se transforma en Butterfinger, y es capaz de regalar un partido él solito.
Pero los grandes jugadores no tienen que mirar atrás. Tienen que levantarse, mirar hacia adelante y andar, y eso fue lo que hizo Tony en la ciudad más bonita de U.S.A.
Los Dallas Cowboys (1-1) no lo estaban pasando bien en Candlestick Park. Los San Francisco 49ers (1-1) estaban sorprendiendo a propios y a extraños con una gran defensa y con un ataque más consistente de lo esperado.
Los Cowboys habían malogrado su 1º drive con un FG de ¡21 yardas! fallado por su kicker rookie Dan Bailey, y los 49ers se fueron haciendo con el partido. En ataque Alex Smith estuvo más resultón (2 TD, un pick) y la defensa frenó la carrera vaquera y sacó a Romo del campo con una costilla rota y un pulmón perforado desde la 3ª jugada del partido. Su única laguna fue aprovechada por Romo para conectar con Miles Austin para un TD de 53 yardas que acortó la ventaja local en el marcador al filo del descanso.
Romo estaba doliente en la banda. Cuestionado. El eterno suplente Jon Kitna empató el partido con otro pase de TD a Austin, pero tras su 2º pick, los Cowboys ya estaban 7 abajo en el marcador otra vez. ¿Es otra temporada perdida para los Cowboys? ¿Estamos viendo los últimos días de Romo como «QB1» vaquero?
No. Romo se levantó y anduvo. Enjugó la diferencia de 10 puntos de los 49ers con tres grandes drives. En el 1º conectó con Austin para su 3º TD de la tarde. En el 2º dio la opción al kicker para que se redimiera con un FG de 48 yardas que mandó el partido a la prórroga. En ésta, conectó con el joven Jesse Holley, carne de paractice squad que nunca había atrapado un balón hasta el 4º cuarto del partido, para 77 yardas, hasta la 1.
Con su costilla rota, con su pulmón perforado, Romo giró el partido, probablemente la temporada de los Boys y puede que su carrera deportiva. Bienvenido al mundo de los vivos.
No puedo dejar de comentar la decisión más cobarde que he visto en mi vida en un campo de football, que bate la de Brian Billick en aquel partido en el que los Ravens dieron la única victoria de la temporada 2007 a los Dolphins. Jim Harbaugh, el deseado nuevo head coach de los 49ers, declinó una falta personal que le daba el balón en la yarda 22 porque David Akers había anotado un FG que ponía a los 49ers 10 puntos arriba a falta de ¡más de 11 minutos de juego! No hace falta decir que perdió el partido. Para qué van a luchar los jugadores si el head coach arroja la toalla. No puedo blasfemar, porque es pecado. Os dejo la posibilidad de adjetivar la decisión en los «Comentarios«.
NO FUE PROFETA EN SU TIERRA
Siguiendo con las citas bíblicas, Jesús dijo que nadie es profeta en su tierra (Marcos 6, 1-6). Michael Vick volvía al Georgia Dome, por primera vez como QB titular del equipo rival. Mucha gente en las gradas llevaban su camiseta, tanto de los Atlanta Falcons (1-1) como de los Philadelphia Eagles (1-1), pero era mucha más la gente que abucheaba.
Vick tuvo un partido correcto, pero no bueno, hasta el final del 3º cuarto. Había completado 19/28 pases para 242 yardas y había corrido para otras 25. Había lanzado 2 pases de TD a Jeremy Maclin (13 recepciones, 171 yardas), pero también había cometido 3 turnovers (pick, 2 fumbles) que habían mantenido a los Falcons en el partido. Con todo, cuando sufrió una conmoción cerebral que le obligó a abandonar el partido, los Eagles estaban poniéndoise 10 arriba en el marcador, con una demoledora defensa liderada por Trent Cole, con quien no podía la OL, y su magnífica cohorte de CB.
Parece mentira que el partido se le escapara a Andy Reid. Pero así fue. Y no sólo por la ausencia de Vick. El QB de apellido literario Mike Kafka no hizo un mal partido. Completó todos sus pases, hasta el decisivo, que se le escapó a Maclin. La remontada queda en el «haber» de los Falcons. Michael Turner (114 yardas, TD) comenzó a hacer daño con los pasillos que le abrían Justin Blalock y el resto de la OL. Además, Matt Ryan fue de menos a más y apoyado en el gran Tony Gonzalez (7 recepciones, 83 yardas, 2 TD) consiguió dar la vuelta al partido y demostrar a Vick que Atlanta era suya ahora.
Tampoco fue profeta en su tierra Steve Spagnolo. Su vuelta a Nueva York no pudo ser más frustrante, en un partido en el que los St. Louis Rams (0-2) cometieron toda clase de fallos posible, poniendo en bandeja el triunfo a unos New York Giants (1-1) que tampoco estuvieron exentos de fallos y de acciones feas. En resumen, un partido con un mayor protagonismo de los errores que de los aciertos pero que sin embargo nos deja alguna de las recepciones de la temporada, como la del TD de Domenik Hixon.
Los Rams sin Steven Jackson ni Danny Amendola (aunque hay que señalar también que los Giants tienen a casi media defensa «out for season») sumaron más yardas ofensivas que sus rivales, pero perdieron por dos anotaciones. Sam Bradford movía el balón (22/46, 331 yardas, TD), pero se mostraba totalmente inoperante en la red zone, con sólo un TD en cuatro visitas. Si además añaden un fumble en una recepción de un punt, y el que Carnell Williams no sepa que un pase lateral que se va al suelo es un fumble, apaga y vámonos.
Eli Manning, quien fue interceptado en el 1º drive, hizo lo justo para ganar con comodidad. Completó dos pases de TD y Brandon Jacobs colaboró con otro. También hicieron el canelo cuando dejaron que un receptor se levantara del suelo y continuara la jugada por no haberlo tocado. Pero peor fue el teatro que hicieron algunos jugadores tirándose al suelo para parar la «no huddle» de Bradford y la celebración del TD del LB Michael Boley, quien después de llevar hasta la endzone el balón que no quiso recoger el Cadillac, lo estrelló contra la cara de un empleado del club, sin ni siquiera excusarse después.
LA FLOR Y NATA DE LA AFC
Frecuentemente menospreciada, la AFC Este se ha convertido en este inicio liguero en la sorprendente «flor y nata» de la conferencia. Dejando a un lado a los Dolphins, cuya lucha este año se centra en el Luckómetro®, el resto de los contendientes cuentan sus partidos por victorias. Y sin lugar a dudas, la revelación de la conferencia no es otra que el equipo que más tiempo hace que no vemos en playoffs.
Los Buffalo Bills (2-0) son un equipo con un head coach sospechoso, una alineación llena de jugadores descartados por otros equipos, sin aparente calidad en las «skill positions» y sin una defensa que asuste. Están liderados por un QB jornalero sin mucho glamour. Sí, es graduado en Harvard, pero tiene más pinta de ganarte una demanda en la corte de Boston que de lanzar 7 pases de TD en los dos primeros partidos de la temporada. Y sin embargo lo ha hecho.
Los sufridos aficionados a los Bills, mi amigo Josechu incluido, se fortan los ojos ante lo que fue otro gran partido de Ryan Fitzpatrick y de los Bills, en un carrusel de 5 alternancias en el marcador con los Oakland Raiders (1-1) en el 4º cuarto. Claro que más que un gran partido fue una gran 2ª mitad. Al final del 1º cuarto el resultado era de 0-0, y al descanso los Bills perdían por 21-3. Pero en una impecable 2ª mitad, los Bills anotaron 5 TD en las 5 posesiones que tuvieron, tres a pase de Fitzpatrick, dos de carrera de Fred Jackson.
Los Raiders, con un Darren McFadden de nuevo estelar (143 yardas desde el scrimmage, 2 TD), fueron de más a menos, tal vez debido al síndrome de los equipos del Oeste cuando cruzan el país para jugar a «deshoras». Una vez que los Bills tomaron la delantera en el marcador en el 4º cuarto, hubo alternancia de TD por ambos equipos hasta el mismo final del partido. Fitzpatrick conectó con un increíblemente desmarcado David Nelson en «4ª y 1» desde la 6 a falta de 18 segundos para el final. Era la respuesta al sensacional pase de TD de 50 yardas de Jason Campbell al rookie Denarius Moore. ¿Game over? No, en 18 segundos Campbell a punto estuvo de completar un Hail Mary, pero Da’Norris Searcy interceptó el balón en un gran salto en la endzone. ¿Game over? No, aún tuvieron que revisar la jugada con ambos equipos en los vestuarios. Un increible final.
Los Bills tendrán que ratificar su mejoría contra su «coco» particular, los New England Patriots (2-0), que llevan nada menos que 15 victorias consecutivas en la rivalidad. Esta temporada siguen sumando victorias y yardas de pase de la mano de Tom Brady, ya son 940 yardas, 7 TD y un pick en los dos primeros partidos. Sus TE Ron Gronkowski y Aaron Hernandez fueron de nuevo sus armas más eficaces y los receptores de sus 3 pases de TD. Pero la victoria contra uno de los equipos que no se les da bien, los San Diego Chargers (1-1), no fue tan cómoda como parece. Phillip Rivers fue capaz de lanzar también, completando 29/40 pases para 378 yardas y dos pases de TD para Vincent Jackson (10 recepciones, 172 yardas). Pero los Chargers cometiron demasiados errores. El propio Rivers cometió tres turnovers (2 picks, fumble), pero más doloroso fue aún el fumble de Mike Tolbert cuando su equipo podía adelantarse en el marcador entrado el 4º cuarto.
El partido dejó otros highlights como Jerod Mayo parando a Tolbert en un gran goaline stand o Vince Wilfork retornando una intercepción. Siempre es divertido ver correr a uno de los gorditos del equipo con el balón en la mano.
Los New York Jets (2-0) también estuvieron muy solventes, pero enfrente tenían a unos desalgelados Jacksonville Jaguars (1-1). Antonio Cromartie (2 picks) y los suyos no dieron opción a Luke McCown. quien sólo completó dos pases más a los suyos que a los rivales (6 pases completados, 4 picks). El rookie Blaine Gabbert se estrenó en el 4º cuarto completando 5 pases de 6 intentos, pero el partido ya estaba liquidado. Los de Jack Del Rio sólo anotaron en un largo FG de 55 yardas de Josh Scoobee. La defensa neoyorkina disimuló un regular partido de Mark Sanchez, quien fue interceptado en dos ocasiones. Sanchez debe ser más consistente en su juego.
Poco hay que decir de los Miami Dolphins (0-2). Dos partidos en casa. Dos derrotas. Llevan una racha de 1-11 en el Dolphins Stadium. Después del «momentum» del MNF frente a los Pats, Chad Henne volvió a unos números pedrestres (12/30, 170 yardas, TD, pick) y los Houston Texans (2-0) se llevaron el partido casi sin despeinarse, frente a una defensa poco expeditiva y con un juego equilibrado entre Ben Tate y la conexión Matt Schaub – Andre Johnson. Los tejanos lideran su división aprovechando el cómodo calendario y las dudas de sus rivales divisionales. Lo tienen más fácil que nunca.
LOS LIONS SE CODEAN CON LOS CAMPEONES
Si Bills y Texans son las agradables sorpresas de la AFC dentro de los equipos con un 2-0 de inicio, en la NFC son los Detroit Lions (2-0) los que inician la liga impecablemente, codeándose en la cabeza de la Black’n’Blue con los mismísimos vigentes Campeones. Los Lions no sólo van 2-0, desde su última derrota la pasada campaña llevan una racha de 6-0, y si contamos los partidos de pretemporada llegan hasta un 10-0. La última vez que perdieron lo hicieron precisamente contra los campeones, por los pelos, con Matt Stafford lesionado en la banda.
El domingo propinaron una paliza a unos Kansas City Chiefs (0-2) en proceso de demolición. Si primero perdieron al TE Tony Moeaki y luego al S Eric Berry, en el Ford Field perdieron a Jamaal Charles también para el resto de la temporada. En Detroit la defensa es tan dura que hasta la mascota es capaz de sacar a un jugador del campo.
Los Lions se forraron a TD, sumando media docena, incluyendo uno «Belichickesco» en 4º down en el 4º cuarto. Poco elegante, pero batieron el récord de la franquicia con sus 45 puntos de diferencia. Cuatro de ellos fueron de pase de Stafford y de estos la mitad para Calvin Johnson. También anotaron los RB Jahvid Best y Keiland Williams. La defensa interceptó en tres ocasones a Matt Cassel, provocó tres fumbles y frenó el juego de carrera de los Chiefs sin demasiados problemas. Partido resuleto. Próximo destino: Metrodome, donde debe demostrar quién es el nuevo chico duro del barrio.
Los Green Bay Packers (2-0) tendrán que vigilar a su nuevo rival. De momento, también cuentan sus partidos por victorias, aunque en Charlotte los Carolina Panthers (0-2) se adelantaran en el marcador con un 13-0. Pero con Aaron Rogers (19/30, 308 yardas, 2 TD) siempre puedes estar tranquilo y tener paciencia. Con un par de largos envíos para TD a Greg Jennings y Jordy Nelson (49 y 84 yardas, respectivamente) te puede dar la vuelta al marcador.
La otra noticia del partido fue, por supuesto, la actuación de Cam Newton. El #1 batió su propia marca del domingo pasado y lanzó para ¡432 yardas!, en una serie de 28/46 pases completados. Además corrió para otras 53, con un TD. También hay que decir que Charles Woodson le dio su particular bienvenida a la NFL con dos de las tres intercepciones que lanzó. Con el mejor inicio liguero de un QB rookie en la historia de la NFL, el #1 del pasado draft ha encendido los debates acerca de su futuro lugar en el Olimpo del football. Habrá que esperar, pero lo que ha conseguido estas dos jornadas (854 yardas) no se lo va a quitar nadie. Eso sí, aún está por conquistar su primera «W».
Los Chicago Bears (1-1) no pudieron mantener el nivel, después de que la defensa de los New Orleans Saints (1-1) maltratara de forma demoledora a Jay Cutler a base de blitzes. El pobre chaval encajó 6 sacks, innumerables golpes más y cometió un fumble. O debía dinero a alguien de la OL o los Bears van a tener un problema muy serio. Después de anotar con un pase de TD al rookie Dane Sazenbacher en su 2º drive, Cutler no volvió a pisar la redzone en el resto del partido.
En el otro sentido del juego, Drew Brees tuvo otra tarde de QB de élite, completando 26/37 pases para 270 yardas. Con pases de TD a Devery Henderson, Darren Sproles y Robert Meachem, ganó por 1ª vz en su carrera a los Bears. También fue su 1ª victoria para Sean Payton, natural de la Ciudad del Viento. La semana en Chicago estuvo marcada por el repentino fallecimiento de la madre de Brian Urlacher. Julius Peppers tuvo un gran gesto y alquiló un jet para que varios miembros del equipo pudieran acudir al funeral. Para el veterano LB, de vuelta en el Soldier Field, el del domingo fue su partido más duro.
Por último, de los que no se tiene noticia en la división es de los Minnesota Vikings (0-2). Ni con una ventaja de 17-0 en el descanso fueron capaces de ganar en casa a los Tampa Bay Buccaneers (1-1). Donovan McNabb volvió a estar impreciso y fallón y el único argumento ofensivo de los de Leslie Frazer fue Adrian Peterson (25 acarreos, 120 yardas, 2 TD, 21 yardas de recepción). Muy bueno debió se el speech de Raheem Morris en el descanso, porque los Bucs dieron una vuelta de 180º al partido. Josh Freeman, volvió a ejercer de de «Captain Comeback», con la ayuda de LeGarrette Blount, que anotó por partida doble, tomando la delantera definitiva en el marcador a falta de medio minuto para el final.
El cuerpo de cheerleaders de los Washington Redskins (2-0) se parece al 2º proyecto de Mike Shanahan en que, como se puede ver en la imagen, gozan de buena salud a ambos lados del balón.
A pesar de todo, los capitalinos sufrieron para anotarse su 2ª «W». Los Arizona Cardinals (1-1), merced a su tridente: Kevin Kolb (251 yardas, 2 TD, pick), Larry Fitzgerald (7 recepciones, 133 yardas, TD) y Beanie Wells (93 yards de carrera, TD), además de una oportunista defensa que interceptó en dos ocasiones a Rex Grossman, dominaron el encuentro en distintas fases y se pusieron 8 puntos arriba en el 4º cuarto gracias a un TD de 73 yardas de Fitzgerald.
Era el momento de comprobar de qué pasta estaba hecho Sexy Rexy. Y Grossman, después de haber sido interceptado en sus dos primeros drives, respondió con sendos magníficos drives, culminados con un pase de TD a Santana Moss en 4º down y con el FG de 34 yardas con el que Graham Gano dio la vuelta al marcador. Los Cards tuvieron aún una oportunidad en el 1:45 que quedaba. Les bastaba con un FG, pero Chansi Stuckey perdió el balón tras recibir el 1º balón del drive. Los Redskins les tienen tomada la medida a los Cards, con ésta son 8 las victorias consecutivas de los capitalinos.
Los Redskins viajan a Dallas para celebrar el tradicional derby entre indios y vaqueros en el MNF. Con un Romo tocado, puede ser una buena oportunidad para confirmar la mejoría del equipo y presentar sus opciones a la lucha por el caro título divisional.
El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».
Los Seattle Seahawks (0-2) pagaron los platos rotos del desastre de los Pittsburgh Steelers (1-1) en el opener, y encajaron un severo shutout. Los Steelers derribaron en 5 ocasiones a un Tarvaris Jackson que corrió por su vida, permitieron menos de 20 yardas de carrera a los RB, y sólo 164 yardas ofensivas totales. No está mal para una defensa que ha sido tachada de «vieja» por algunos analistas esta semana. Los de Pete Carroll no pisaron el campo contrario hasta los minutos de la basura.
Ben Roethlisberger, quien se llevó un gran susto en un golpe en su rodilla, completó 22 de los 30 pases que lanzó, para casi 300 yardas y un pase de TD a Mike Wallace, que es el jugador en activo con una racha más larga de partidos por encima del centenar de yardas de recepción (6). Por último, alguien tuvo el mal gusto de poner como referee a Bill Leavy, protagonista de la peor actuación arbitral en una Super Bowl, precisamente la que enfrentó a Steelers y Seahawks, la XL.
A los Baltimore Ravens (1-1) les pasó lo contrario. Después de conseguir su 1º objetivo de la temporada regular, vencer en casa a su mayor rival, se plantaron relajados en Nashville y los Tennessee Titans (1-1) les pasaron por encima. Joe Flacco tuvo un partido horrible en el que no completó ni la mitad de sus pases y en el que fue interceptado en dos ocasiones. Los Titans sacaron el partido en ataque de una manera a la que no estamos acostumbrados, con Matt Hasselbeck superando las 350 yardas de pase y Kenny Britt (9 recepciones, 135, TD) como playmaker, en lugar del acostumbrado monólogo de Chris Johnson (53 yardas en 24 acarreos). «CJ 1000» es más rico que nunca y está más vago que nunca. Son cosas de la NFL, de los holdouts y de la manera de negociar los contratos.
Estoy empezando a sospechar de que los Indianapolis Colts (0-2) no van a coseguir la acostumbrada docena de victorias en la temporada regular. A los Cleveland Browns (1-1) les bastó con un partido aseado de Colt McCoy (22/32, 211 yardas, TD) y de Peyton Hillis (94 yardas de carrera, 2 TD) y esperar a que los Colts cayeran como fruta madura, para llevarse la victoria. Con Kerry Collins completando apenas la mitad de sus pases, el MVP ofensivo de su equipo fue el kicker Adam Vinatieri (4/4 FG, el más largo de 52 yardas). Va a ser una temporada muy larga en el Lucas Oli Field, y no sólo porque el último partido en dicho estadio se vaya a jugar el próximo 5 de febrero.
Por último, Denver Broncos (1-1) y Cincinnati Bengals (1-1) disputaron un apretado encuentro. En los visitantes destacó la «conexión rookie» entre Andy Dalton (332 yardas de pase, 2 TD) y A.J. Green (10 recepciones, 124 yardas, TD). Por los locales lo hicieron Kyle Orton, con dos pases de TD a Eric Decker, y el RB Willis McGahee (101 yardas de carrera, TD). Al final, Dalton no pudo alcanzar el FG range en su último drive, tras encajar un sack y lanzar tres incompletos en su última cuenta, y el partido cayó del lado de los de casa.
Por cierto, yo soy daltónico pero…¿me pareció ver a Tim Tebow alineado como receptor?
Están «on fire» desde el principio de la temporada. |
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Con reservas, pero no van a ser un equipo fácil para nadie, y menos en playoffs. | ||
Hoy por hoy, están en una racha magnífica. |
Por orden alfabético. No tengo elementos de juicio aún para establecer un orden, pero estos 4 equipos están rotos y son los que van a pelear por Andrew Luck. De los cuatro, puede que el primero que quede fuera sean los Seahawks, por la «dureza» de su calendario. |
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