w3: No es tan raro

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Los que ya tenemos una edad y hemos seguido con mayor o menor intensidad la NFL desde hace tres décadas, hemos visto a todos los equipos arriba y abajo. Salvo los Texans, que aún no han tenido tiempo de estar en lo alto. Por eso, casi nada nos sorprende en relación a la clasificación de los equipos. Basta con rememorar la época que se corresponde con la clasificación actual de cada uno.

 

A mi hijo Ander, de 8 años, le sorprende mucho en cambio el que Bills y Lions sean los equipos que acompañan a los vigentes campeones con un récord perfecto tras tres jornadas disputadas. Pero en realidad no es tan sorprendente, sólo hay que tener un poco de paciencia (o mucha, o muchísima) y esperar.

 

Curiosamente son los equipos que más tiempo llevan sin aparecer en playoffs, por lo que para los aficionados más jóvenes puede ser toda una novedad. Lions y Bills no han olido la postemporada desde la temporada de 1999. Es decir, no han jugado el torneo del K.O. en este siglo. No hemos completado aún la cuarta parte de la temporada regular, pero es más que posible que este año tengamos caras nuevas jugando en enero.

 

Bills y Lions tienen muchos puntos en común. Detroit y Buffalo son ciudades norteñas, frías y económicamente deprimidas por la crisis en sus industrias tradicionales. Sus sufridos ciudadanos no reciben muchas alegrías de sus equipos. Son dos de las franquicias que aún no han ganado la Super Bowl. Los Lions ni siquiera la han disputado. Los Bills… ni siquiera quieren recordarlo.

 

Esta temporada ambos equipos están remontando partidos que en otras ocasiones habrían dado por perdidos y están rompiendo sus rachas más negativas, como ha analizado mi «vecino» José Villelabeitia. Este domingo tuvieron también partidos gemelos.

 

Los Buffalo Bills (3-0) dieron la campanada de la jornada al derrotar a los New England Patriots (2-1) tras 15 infructuosos intentos en los últimos 8 años. Y la victoria tiene más mérito aún si tenemos en cuenta que a los 23 minutos de juego el marcador reflejaba un 21-0 con 3 TD de un Tom Brady camino de otro récord estratosférico, y con Ryan Fitzpatrick interceptado en sus dos primeros drives. Pero este año no. Los Bills no son nuestros Bills del 7-9. Los Bills de Chan Gailey se están mostrando como un equipo con carácter, y entre Fitzpatrick (27/40, 369 yardas, 2 TD) y Fred Jackson (161 yardas desde el scrimmage, TD) comenzaron a hacer daño a la defensa de los Pats.

 

El partido comenzó a torcerse para los Pats y Brady es muy dado a irse del partido cuando se le rompe su inmaculado gameplan. Fue interceptado por 1ª vez antes del descanso, y en la 2ª parte fue acumulando picks hasta que el 4º fue retornado para TD por Drayton Florence, poniendo a los Bills por 1ª vez por delante en el marcador. Era la locura en Orchard Park. Con todo, tras un clamoroso drop de Chad Ochocinco, Brady empató el partido en 4º down con su 4º pase de TD y 2º a su mejor receptor, Wes Welker (¡16 recepciones, 167 yardas!), a 3 minutos y medio del final.

 

Pero si los 4 picks de Brady son noticia, la flojera de la defensa de los Pats no lo es tanto. Sin pass rush y con una secundarias sospechosa, a Jackson no le costó demasiado desnivelar de nuevo el partido con un screen de 39 yardas. ¡Un momento!, todos los TD ahora se revisan y el RB quedó corto del TD. Interesante situación, Bill Belichick se cabreó porque quería el TD y a los Bills les interesaba agotar el reloj. Al final, la situación favoreció a los Bills y con la absurda falta de Vince Wilfork agotaran el reloj y ganaron el partido con un cómodo FG sobre la bocina.

 

El sector pesimista de los Patfans, que es muy numeroso, pensará… con esta defensa no vamos a ningún lado, no corremos, si a Brady se le va la pinza estamos acabados… Pero el sector optimista podría pensar que con Brady lanzando 4 intercepciones tuvimos aún posibilidades de ganar el partido, o sea que no estamos tan mal.

 

Los Detroit Lions (3-0) también remontaron y ganaron en el Metrodome donde no lo hacían desde 1997. Pero lo suyo tiene «menos mérito». Enfrente tenían a uno de los mejores equipos de la NFL… pero sólo en los dos primeros cuartos. Los Minnesota Vikings (0-3), en la 1ª mitad de los tres partidos, tienen un marcador de 54-7, han sumado 658 yardas ofensivas (386 de carrera) y han permitido 285. ¡Todo perfecto! Pero en la 2ª mitad su marcadores de 7-67 y han sumado 248 yardas (91 de carrera) frente a 815 de los rivales.

 

Salvo que Leslie Frazer no controle cuántos cuartos hay que jugar, este bajón puede tener que ver con el estado de forma de Donovan McNabb, pero no se explica por qué se prescinde de Adrian Peterson en las segundas mitades. Porque lo de este domingo ha sido más sangrante. Con un 20-0 al descanso, gracias principalmente a las carreras de A.P., los Vikings sólo le dieron bola 9 veces en la 2ª mitad. Absolutamente incomprensible.

 

Los Lions tampoco son los Lions de las 26 derrotas consecutivas fuera de casa. Matt Stafford (32/46, 378 yardas, 2 TD) se dedicó a mover el balón entre Calvin Johnson (7 recepciones, 108 yardas, 2 TD) y Brandon Pettigrew (11, 112), y forzar primero la prórroga y luego sentenciar el partido con un FG de Jason Hanson de 32 yardas. La vida es más fácil cuando te lanzan blitzes y te dejan a Megatron con un marcaje individual. No tienes más que lanzarle el melón alto, él ya se encargará de atraparlo.

 

Estos Lions son cosa seria y creo que los vamos a ver jugar en enero.

 

NFC ESTE: FRENTE A FRENTE

La NFC Este sigue siendo tan apasionante e igualada como siempre. Es una división con igualdad, calidad y rivalidades históricas, y buena muestra de ello fue esta jornada, donde sus miembros se enfrentaron cara a cara.

 

El domingo los New York Giants (2-1) también rompieron su racha de 6 derrotas consecutivas frente a los Philadelphia Eagles (1-2). Su receta se compuso de dos partes. Por un lado, Eli Manning completó un partido de los buenos, de los que hace tiempo que no veíamos. Completó 16/23 pases para 254 yardas y ¡4 TD!, sin errores, desmantelando por completo la renobrada cohorte de CB de los Eagles implicando a sus RB en el juego aéreo y con un letal Victor Cruz, quien sumó 110 yardas y 2 TD en sus tres recepciones.

 

La otra parte de la ecuación era sacar del campo a Michael Vick, y eso lo consiguieron al comienzo del 4º cuarto con un golpe tardío que le generó una fuerte contusión en la mano no lanzadora. Hay que decir que Vick ya venía tocado, de la conmoción de la semana pasada, y que su producción no estaba siendo muy vistosa. Había sido interceptado en una ocasión y había dejado caer tres balones, aunque no perdió ninguno. Pero tirando de un magnífico LeSean McCoy (24 acarreos, 128 yardas, TD) los Eagles habían conseguido dar la vuelta un marcador que los Giants habían puesto en franquicia el 1º cuarto.

 

Con Vick fuera, no hubo opción. Manning completó su gran actuación con otros 2 TD, mientras que el pobre Mike Kafka fue inteceptado en los dos drives que dispuso, la primera vez en su 1ª jugada, lo que acabó por condenar a su equipo. El «Dream Team» se ha despertado en medio de una pequeña pesadilla. Vick se ha quejado públicamente de que no le están tratando igual que a los «pocket passers». Pero será trabajo de Andy Reid el encontrar la forma de mantener vivo a su QB. Tal vez no haya sido tan buena idea el traspasar al «resacas».

 

Tony Romo también lidió con lesiones el lunes. Con una costilla fracturada que le perforó ligeramente un pulmón el domingo pasado, llevó a los Dallas Cowboys (2-1) a una agónica victoria frente a los Washington Redskins (2-1) en el tradicional «indios contra vaqueros» en MNF.

 

El partido fue tremendamente igualado, con buenas defensas que impedían anotaciones y los equipos intercambiando FG. Al final el partido se iba a decantar por pequeños detalles. Y parecía que los Redskins tenían la chispa para hacerlo, a pesar de haber fallado un FG por un mal snap. Rex Grossman consiguió llevar el balón a la endzone con un play action y pase a Tim Hightower en la goaline. Parecía suficiente break frente a unos Boys que no corrían, y que eran bien frenados por los Skins, que siempre colocaban a Romo en situaciones de «3ª y largo».

 

Pero a medida que avanzaba la 2ª mitad Felix Jones despertó con un par de escapadas, DeMarcus Ware y los suyos comenzaron a hacer daño a Grossman, y siguieron sumando FG. Entonces llegó el momento de los héroes. Romo, con grandes problemas de sincronización con su center en los snaps y dedicando mucho esfuerzo a escapar de los golpes de los defensas rivales, se vió en una situación de 3ª y 21 en su yarda 30, un punto abajo en el marcador, a 2:20 del final. El momento de los héroes. Y también el momento de que un inepto coordinador defensivo mande un heavy blitz y deje en cobertura individual a Dez Bryant. Fue la jugada del partido, un pase de 30 yardas más 15 de penalización por face mask. El rookie Dan Bailey pudo convertir su 6º FG en 6 intentos y dio la ventaja definitiva a los locales. La defensa sentenció el partido provocando un fumble a Grossman en su desesperado intento por dar la vuelta de nuevo al marcador.

 

También hubo doble enfrentamiento en la NFC Norte, que dejo clara la existencia de dos «clases» en la división. De Lions y Vikings ya he hablado. Voy con los vigentes campeones de la SB y de la división.

 

Los Green Bay Packers (3-0) se merendaron a los Chicago Bears (1-2) maltratando a Jay Cutler (3 sacks, 2 picks) y con un solvente ataque, como es habitual con Aaron Rogers (28/38, 297 yardas, 3 TD, pick) a los mandos. Greg Jennings (9 recepciones, 119 yardas) fue su receptor más solicitado, pero en la redzone el que se reivindicó fue el TE Jermichael Finley, anotando los 3 TD de los queseros. Los Bears cantaron 9 jugadas de carrera en todo el partido, con el resultado de 2 yardas. Es para hacérselo mirar. Muchotiene que cambiar el panorama si Bears y Vikings quieren hacer fente a los de Michigan y Wisconsin.

 

EL SHOW DE TORREY SMITH

Parafraseando a Oscar Wilde, este capítulo también podría llamarse «La Importancia de Llamarse Smith». Porque hasta la fecha, consideraba que Steve Smith (el Panther) era el jugador que había tenido un inicio más feliz de su carrera profesional. Varios jugadores han anotado un TD con el 1º balón que han tocado como profesionales en la NFL, pero Smith fue el más brillante, retornando 93 yardas para TD el kickoff inicial del opener de 2001, en el Metrodome.

 

El domingo Torrey Smith superó su marca. No sólo anotó un TD con el primer balón que tocó, sino que lo hizo en tres ocasiones, sumando 133 yardas y 3 TD con los tres primeros balones que tocó como profesional. Todo ello en el 1º cuarto. Como para contárselo a sus nietos.

 

A los Baltimore Ravens (2-1) les bastó y sobró con la producción de su rookie, seleccionado en la 2ª ronda, procedente de Maryland, porque los St. Louis Rams (0-3) ofrecieron muy poca resistencia, con el pobre Sam Bradford encajando 5 sacks, un fumble y una intercepción. Tampoco se vio aparecer a la defensa de los carneros, ya que Joe Flacco (27/48, 389 yardas, 3 TD) tuvo su mejor partido como profesional, estableciendo nuevos records de la franquicia en yardas ofensivas totales (553) y en la 1ª mitad (406).

 

PELEANDO POR EL LUCKÓMETRO®

Más exactamente, por salir de él, porque el poker de candidatos de la semana pasada han peleado duro para salir de él. Como preveía la semana pasada, los Seahawks tenían más boletos para abandonar el farolillo rojo, debido a su calendario intradivisional. El resto peleó, pero a los tres se les escapó la victoria en los instantes finales de sus encuentros.

 

El domingo por la noche se previía una paliza de los Pittsburgh Steelers (2-1) sobre unos rivales debilitados como los Indianapolis Colts (0-3). Y los primeros minutos del partido no hicieron más que confirmarlo. Bastó con que la realización de la NBC ofreciera los datos de la excelente química entre Ben Roethlisberger y Mike Wallace para que ambos se compincharan para un TD de 81 yardas.

 

Pero si el ataque de los Colts no funcionó ni con Kerry Collins ni con Curtis Painter cuando el primero sufrió una conmoción cerebral. La defensa fue otra cosa. Por un lado frenaron la carrera como hacía tiempo no se veía en la capital de Indiana (37 yardas en 18 acarreos de Rashard Mendenhall) y por otro, el terrible dúo Dwight FreeneyRobert Mathis martirizó a la OL toda la noche, forzando 3 sacks, dos fumbles, uno de ellos retornado para TD y una intercepción a un Big Ben que ni las veía venir.

 

Los turnovers de Roethlisberger y la valiente actuación de Joseph Addai (17 acarreos, 86 yardas, TD) daban la vuelta al partido, pero al final, como suele ser frecuente en el caso de los Steelers, la defensa sacó de apuros al equipo, con el habitual sack y fumble con Troy Polamalu implicado, esta vez retornándolo para el crucial TD, justo en el momento oportuno.

 

Los Kansas City Chiefs (0-3) también tuvieron el partido en su mano. Últimamente se les suelen dar bien los duelos con los San Diego Chargers (2-1), y a pesar de que fueron siempre por detrás en el marcador, fueron haciendo la goma todo el partido. Como un rival pegajoso, Phillip Rivers (otras dos intercepciones el domingo) veía cómo cada vez estaban más cerca. Echaba de menos a Antonio Gates y era Ryan Mathews (159 yardas desde el scrimmage 2 TD) el que subía los puntos al marcador. Pero cuando fracasaron en un «4ª y 1» tras el «two minutes warning», el partido quedó en manos de Matt Cassel.

 

En estos casos, es cuando el que viene de atrás te la clava y se te queda cara de tonto. Cassel ya había llegado al campo de los Chargers. Le bastaba un FG para llevar el partido a la prórroga. Pero entonces lanzó un absurdo pase corto que fue directamente a las manos del LB Eric Weddle. Los Chargers salieron vivos de milagro.

 

Los Miami Dolphins (0-3) también pudieron ganar en el Dolphins Stadium, pero lo que hicieron fue ponerse 1-12 en sus últimos 13 partidos en casa. Un temprano pase de TD de Chad Henne a Daniel Thomas y otros 3  FG de Dan Carpenter habían hecho dominar el marcador a los locales. Los Cleveland Browns (2-1) estuvieron aún más tristes en todo el partido. Pero bastó con que Colt McCoy firmara un magnífico drive ganador para dar la vuelta al partido con un pase de TD a Mohamed Massaquoi a 43 segundos del final.

 

Pero aún y todo los Browns fueron tan poco inteligentes que le dieron otra opción a los Dolphins. Con otro FG de su MVP ofensivo volvían a dar la vuelta al marcador y a los de Pat Shurmur no se les ocurrió otra que ganarse 15 yardas de penalización por conducta antideportiva tras su TD y añadir otras 15 más por un «horse collar» en el retorno. Tuvieron la suerte de que en frente estaba Henne, quien lanzó tres incompletos y una intercepción, para devolver el regalo.

 

 

No creo que vaya a ser muy frecuente que los Tennessee Titans (2-1) ganen partidos en casa esta temporada, por lo que voy a aprovechar esta jornada para saludar a las cheerleaders de la Ciudad de la Música.

 

Música es la que está haciendo el veterano Matt Hasselbeck en Nashville. Él mismo ha declarado que no había llegado para un tranquilo retiro sino a ganar, aunque eso me suena a lo de «excusatio non petita, accusatio manifesta«. El caso es que es su brazo el que sigue sacando las castañas del fuego a Mike Munchak.

 

El domingo los Denver Broncos (1-2) los tenían contra las cuerdas. En un partido de alternancias en el marcador, Kyle Orton y los suyos llegaban al 4º cuarto 4 puntos arriba en el marcador y con «1ª y goal» desde la yarda 2. Chris Johnson (¡21 yardas de carrera en 13 acarreos!) seguía desaparecido en combate y Hasselbeck había perdido a su mejor receptor, Kenny Britt, para el resto de la temporada. No habría en Las Vegas mucho dinero dirigiéndose a la casilla de los Titans.

 

Pero los Titanes recuperaron su casta. Primero frenaron a los Broncos en cuatro ocasiones (en tres de ellas a Willis McGahee) en un motivador goaline stand. Luego Hasselbeck, como la situación económica, dio motivos para alargar la edad de jubilación el día de su 36º cumpleaños y completando 27/36 pases para 311 yardas, dio la vuelta al partido con su 2º pase de TD de la tarde. Orton tuvo una oportunidad de lucirse con un drive ganador, pero fue interceptado por 2ª vez y la victoria se quedó en casa, para alegrar a las bellas cheereaders de los Titans.

 

También podría ser una Topcat la cheerleader de la semana, pero la lluvia y la niebla de Charlotte estropearon sus peinados. Era un día señalado el de la 1ª victoria del #1 del pasado draft, pero seguro que vendrán más y tendremos ocasión de dar a las Topcats el protagonismo que sin duda se merecen.

 

Lo que se vio en el Bank of America Stadium, cuando las condiciones meteorológicas lo permitieron, fue un duelo de pistoleros entre dos QB rookies Top Ten del pasado draft. Cam Newton (18/34, 158 yardas, TD, 27 yardas de carrera) batió a Blaine Gabbert (12/21, 139 yardas, TD, pick) tanto en números como en el marcador final. El #1 dio a los Carolina Panthers (1-2) su 1ª victoria en el día en que sus números fueron menos espectaculares. Newton estuvo fallón pero el día tampoco acompañaba. Los Jacksonville Jaguars (1-2), a pesar de que Gabbert sufriera un safety en el 1º drive de su debut como titular, con Maurice Jones-Drew (24 acarreos, 122 yardas, más 45 de recepción) dominando el juego de carrera y con el pase de TD de 45 del tiger a Mike Thomas al filo del descanso, llegaron por delante en el marcador a los últimos 5 minutos de partido.

 

Fue entonces cuando Newton estuvo preciso y firmó un drive con 4/4 pases completados incluyendo la conversión de dos puntos al TE Greg Olsen, quien también fue el receptor del pase de TD. Es la 1º victoria de Ron Rivera como head coach. Esperaremos a la 2ª en casa para nombrar a una Topcat como «Cheerleader de la Semana».

 

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

A los equipos de Rex Ryan no suele haber muchos RB que les hagan 100 yardas de carrera, pero el domingo, en el Black Hole, a los New York Jets (2-1) les pasó por encima un tren llamado Darren McFadden, quien sumó 171 yardas y 2 TD en sus 19 acarreos. Si añadimos que también Michael Bush y el rookie Denarius Moore anotaron sendos TD de carrera, es que los Jets tienen un problema. Los Oakland Raiders (2-1), en cambio, con este juego de carrera pueden ganar partidos incluso con Jason Campbell como QB.

 

Pero el agujero de la defensa no fue el único problema de los Jets. A Mark Sanchez se le puede llamar también por su segundo nombre, «inconsistencia». La presión y los golpes de la defensa Raider (4 sacks, 1 pick) hicieron que no cogiera ritmo en toda la tarde, aunque a lo tonto batió su marca personal con sus 369 yardas fruto de 27 pases completados de los 43 que lanzó. Al final LaDainian Tomlinson fue su aliado más productivo, atrapando 5 pases para 116 yardas y un TD. Insuficiente, teniendo en cuenta el cuerpo de receptores del que dispone.

 

Otra interesante victoria de la tarde fue la de los Tampa Bay Buccaneers (2-1) sobre su habitual hueso, los Atlanta Falcons (1-2). En ataque no estuvieron muy finos. Josh Freeman fue interceptado en dos ocasiones y sólo pudo anotar en un scramble, pero en defensa estuvieron tremendos, sumando 4 sacks sobre un confundido Matt Ryan que perdió tres balones (2 fumbles, pick de Ronde Barber). Los Bucs no tuvieron ni que preocuparse de Michael Turner, quien sólo contó con 11 handoffs.

 

A pesar de todo, los Falcons apretaron en el 4º cuarto con un TD de Tony Gonzalez y el 2º FG de Matt Bryant. Icy Matt tuvo la opción de firmar un drive ganador, ya que la defensa había frenado a los Bucs a falta de 1:49 en medio campo. En «4ª y 1» los Bucs se alinearon para jugársela. Vamos, ¿va a picar la defensa? ¿Van a saltar en offside en una hard count? Vamos, ¡que somos profesionales! Pero… WTF?

 

Los New Orleans Saints (2-1) y los Houston Texans (2-1) estaban citados para disputar un partido de tipo «Madden 2K11». En los tres primeros cuartos estuvieron bastante contenidos, con los Texans llevando la iniciativa en el marcador, pero en el 4º cuarto se desató la locura, con 5 TD y un FG entre ambos.

 

Los tejanos dieron una buena impresión, con Matt Schaub (22/39, 373 yardas, 3 TD, pick) jugando cómodo, pero los Saints son mucho Saints en el Superdome, y Drew Brees (31/44, 370 yardas, 3 TD, 2 picks) tiene un arsenal mayor de recursos. Además de su competente cuerpo de receptores, tiene a un Darren Sproles que está rapidísimo, en su mejor forma, y un joven Mark Ingram que debe ir a más. Ambos anotaron sendos TD de carrera, los que les faltaron a los Texans. Para los Saints es una victoria que vale, para los Texans una derrota que no duele, viendo cómo está el resto de su división.

 

Los San Francisco 49ers (2-1) lideran la NFC Worst a pesar de ser el peor ataque de la liga, el 28º en ataque aéreo y el 29º en ataque terrestre, además de ser el 3º en penalizaciones. Está visto que no vamos a poder quitar la etiqueta de «Worst» en mucho tiempo. Aunque como he dicho al principio, todo es esperar.

 

Si ganamos a domicilio a los Cincinnati Bengals (1-2) es que los trigretones no están para nada esta temporada. En ataque ambos equipos estuvieron negados (226 y 228 yardas ofensivas). Los 49ers no cruzaron la línea de medio campo hasta bien entrado el 3º cuarto, pero anotaron un TD en una carrera del rookie Kendall Hunter. El ataque de los Bengals sólo subió 2 FG al marcador y Andy Dalton (sólo 17/32, 157 yardas) fue interceptado en dos ocasiones en los últimos 4 minutos, liquidando sus opciones de remontar el partido. Los 49ers no han permitido 100 yardas de carrera a un corredor desde noviembre de 2009.

 

Siguiendo con la NFL Worst, los Seattle Seahawks (1-2) fueron los menos malos en su efrentamiento con los Arizona Cardinals (1-2). Tarvaris Jackson sigue sin poder mover las cadenas, pero anotó en un scramble de 11 yardas. Kevin Kolb se dedicó a lanzar melones, en dos ocasiones fue interceptado, pero en otro de sus melonazos un gran Larry Fitzgerald atrapó el balón en la endzone por encima de dos defensas mejor colocados. Kolb le debe una caña. Ambos equipos fueron tan inoperantes que ninguno fue capaz de mover el apretado 13-10 en el marcador en los últimos 21 minutos de partido. Jay Feely falló FG de 49 y 51 yardas que podrían haber girado el partido. No todos pueden tener un «Janikowski» en su roster.

 

 

No me gusta ir con el campeón, pero se están mostrando sin fisuras.

Hay que celebrar la llegada de los Bills al Lombardímtero®. Tienen el mejor récord de la AFC.

Completando el podium de los invictos por derecho propio.

 

Hoy por hoy, es el peor equipo de la liga.

No están muy lejos de los Dolphins.

Han mostrado signos de vida, una defensa, pero no creo que veamos a Peyton Manning de azul este año.

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