Al Davis. In Memoriam

Se va una figura clave en la historia de la NFL

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La sociedad norteamericana simboliza como pocas el individualismo. Se adoran a los individuos por encima del colectivo. Es habitual que el éxito de una empresa, más que el éxito de todo un equipo directivo y su personal, es el éxito de una persona que ha tenido una idea o aquel que es la cara visible de la empresa.

Acabamos de vivir el reciente ejemplo de Apple. Pocas personas simbolizan tanto el éxito individual como el difunto Steve Jobs, que no solo fundó la compañía de la manzana, sino que la puso en órbita. Su muerte le ha supuesto un duro golpe a la cotización de la empresa en bolsa, como si la compañía Apple no tuviera vida mas allá de la de su fundador y durante los últimas años alma mater.

La sociedad norteamericana también se ha dado como forma de gobierno lo que en derecho político se denomina una monarquía por sufragio. Pocas personas, por no decir nadie, simboliza el poder en una sola persona como lo hace el Presidente de los Estados Unidos, el hombre más poderoso del planeta a pesar de que USA no pasa por su mejor momento económico ni político. El presidente es una especie de rey sin trono ni corona, pero elegido por el pueblo (by the people que dicen por aquellos lares), la cantidad de poder que reúne un solo individuo no tiene igual en todo el universo. Sólo en los tiempos de la Guerra Fría el que fuera Presidente de la desaparecido URSS podía hacer de contrapunto al Presidente USA. Un personaje que llegó a quedarse sin enemigos en la tierra tras la caída del Muro de Berlín y el Telón de Acero, de allí que Hollywood tuviera que inventarse patochadas como «Independence Day» donde se puede ver a un absurdo presidente liderando de forma personal la rebelión de los humanos frente al invasor extraterrestre.

Tampoco el cine escapa al individualismo. El cine de Hollywood crea personajes, o mas que personajes crea héroes de ficción, individuos que simbolizan como poco el triunfo del individualismo. La única aportación que ha tenido el resto del mundo es el solitario James Bond, porque otros personajes europeos como Asterix o Tintín siempre aparecen acompañados de sus socios inseparables Obelix o Milú. Y a nivel nacional tenemos a esa inefable pareja que son Mortadelo y Filemón, o el Capitán Trueno, ahora de moda, siempre acompañado de sus sempiternos Goliath o Crispín.

En el deporte también triunfan individuos. Hay deportes que son individuales per se, casos del tenis o el golf, donde el triunfo lo genera el propio talento que uno tiene porque otros deportes que pueden ser considerados como individuales como el ciclismo o los deportes de motor dependen demasiado de un equipo. Sin un buen equipo que apoye al individuo de poco sirve ser el mejor, ni Miguel Indurain o Fernando Alonso ganaron en solitario, sino con un gran equipo detrás.

El football es un deporte de equipo, a juicio de muchos es el último deporte de equipo que realmente queda, aunque no estoy en absoluto de acuerdo con ello. Los Lakers o Mavericks no son campeones por Kobe Bryant o Dirk Nowitzki, lo son con Bryant y Nowitzki. Y lo mismo podemos decir del baseball. Los San Francisco Giants no son campeones por el solo esfuerzo de Tim Lincecum, sino por todo un equipo que tenía detrás apoyándolo. De momento en el baseball eso del Partido Perfecto no ha tenido lugar, partidos perfectos hay una veintena, pero el Partido Perfecto no existe, este sería uno donde un pitcher elimina a los 27 corredores a base de strikes. El record hasta la fecha son 20 strikeouts, logradas por Roger Clemens y Kerry Wood. Lo que sí han hecho todos los deportes de equipo en USA es inventar la figura del MVP, la del jugador mas valioso y en la carrera de un jugador al final además de valorarse los títulos y records que uno ha podido conseguir se valora el hecho de haber logrado el MVP, un título que premia al individuo.

HISTORIAS DE LA HISTORIA

La historia de la NFL en sus casi 100 años ha dejado cantidad de historias individuales, y esta vez no toca hablar de jugadores, sino de otra clase de individuos que han podido dejar su marca.

El football no solo vive de jugadores, por mucho que estos los hayan hecho grande y polaricen los puestos en el Hall of Fame. Hay otras muchas personas que son parte de esa Hall of Fame sin haber jugado jamás al football, al menos a nivel profesional. Sus méritos son otros muy diferentes y son aquellos que han contribuido a crear el football profesional y llevarlo hasta los niveles de popularidad actual, algo que ni una hipotética huelga de jugadores ha podido hacer decaer.

Los primeros grandes individuos del football profesional que no fueran jugadores tenemos que señalar sin duda alguna a George Halas, el que durante años fuera entrenador y luego propietario de los Chicago Bears. Halas llegó como entrenador a los Decatur Staleys, pero pronto cambió al equipo de ciudad y los renombró como Bears, un homenaje al que era el gran icono deportivo de la ciudad de Chicago, los Cubs (oseznos) de la MLB. La influencia y el legado de Halas sigue en diferentes formas, el uniforme de los Chicago Bears lleva desde hace décadas cosido las iniciales de GSH, correspondientes a George Stanley Halas. El campeonato de la NFC tiene un trofeo para el ganador, la George Halas Cup.

GSH. George Stanley Hallas
GSH. George Stanley Hallas

 Pero además de Halas otros muchos merecen ser nombrados por su aportaciones al football. Así lo siguientes en la lista podría ser Wellington Mara, miembro de la familia fundadora de los NY Giants. es otra figura clave en la NFL, fue el que junto con Halas aceptó un reparto entre iguales de los ingresos de la liga. Eso permitió que franquicias mas modestas pudieran continuar en una liga profesional que en su corta vida veía como muchos equipos desaparecían por falta de recursos económicos. De no ser por aquella histórica decisión los entonces Green Bay Packers no existirían, para aquellos equipos era imposible competir con el poderío económico de los equipos de las grandes ciudades. Si se hubiera impuesto un modelo de tiranía económica ahora mismo tendríamos una liga dominada por los grandes equipos tipo NY Giants, Chicago Bears, Dallas Cowboys o Washington Redskins.

El campeonato de la AFC hace entrega de su propio premio, la Lamar Hunt Cup, un homenaje que la AFC tiene con el que fuera el fundador, promotor y padre de la difunta AFL, una liga que nació en la década de los 60 como respuesta a la negativa de la NFL de ampliar sus equipos y abrirse. Lamar Hunt, hijo de un poderoso empresario del petróleo de Texas quería tener su propio equipo profesional y trato por todos los medios que la NFL le diera un equipo, lo único que logro sin embargo fue la negativa de la familia propietaria de los St. Louis Cardinals a venderle el equipo. Frustrado ante la imposibilidad de obtener una franquicia propia de la NFL Lamar Hunt junto con Bud Adams, otro hijo de un poderoso empresario petrolífero y que también quería un equipo profesional, fundaron en compañía de otros 6 propietarios una nueva liga que se llamarían AFL.

Uno de los ocho miembros fundadores de aquella liga era un equipo para Minnesota, pero estos no llegaron siquiera a formar parte de la liga, los propietarios de aquella franquicia de la AFL fueron aceptados en la NFL y dejaron colgados al resto de equipo de la AFL. Fue tal el caos en el que dejó sumido a la recién nacida AFL que el draft se celebró con un equipo que no existía y la propia liga haciendo las elecciones por ella. Ante las presiones del propietario de los Los Angeles Chargers, Barron Hilton, la nueva liga decidió que la franquicia originaria de Minnesota fuera concedida a un promotor inmobliario de la zona del norte de California, Chet Soda, y así nacerían los Oakland Señores, rebautizados poco después como Raiders. Aquellos Raiders pasaron sin pena ni gloria por la recién nacida AFL, sin campo propio jugarían primero en Kezar Stadium y más tarde en Candlestick Park.

Mientras los Raiders deambulaban por la AFL en el sur de California un jovencísimo entrenador empezaba a ganar fama. Tras un par de años en USC Sid Gillman fichó a ese jovenzuelo venido del Este, Al Davis era natural de Brooklyn, y lo hizo su coordinador de ataque. Gillman popularizó en Los Angeles primero, y en San Diego mas tarde un estilo de juego mucho mas abierto y ofensivo que el que se practicaba por entonces en la NFL, su estilo era mucho mas vertical e incisivo. Al Davis bebería de esa fuente y uno de sus legados en la liga fue el juego vertical, por eso a Al Davis siempre le han fascinado los QB con grandes brazos y capaces de lanzar la pelota a cualquier parte del campo. De allí que Al Davis siempre fichara a grandes pistoleros como Daryle Lamonica, Ken Stabler, Jim Plunkett o más recientemente Jeff George, Kerry Collins o Jason Campbell, todos QB que tienen en común que son capaces de lanzar profundo y vertical, incluso el mayor fiasco de la era Davis como JaMarcus Russell tenía un brazo sensacional.

En 1963 Al Davis con sólo 33 años es nombrado entrenador y general manager de los Oakland Raiders. No tardó en notarse su influencia, un equipo perdedor pasaría a tener un record de 10-4. No se repetiría el record al año siguiente. Pero el estilo, la filosofía y el savoir faire del equipo cambiaría para siempre y llegaría hasta hoy en día. También en aquellos años la imagen de Al Davis saltaría al mundo entero, sus peculiares peinados, su look, su extraño acento (su equipo fue siempre para el los Raiduhs), sus gafas y en general su peculiar forma de hacer las cosas, totalmente diferentes a como hasta entonces se hacían en el football.En 1966 Jim Foss, primer comisionado de la AFL, dimite tras una no muy buena gestión. La AFL entonces nombra a Al Davis el nuevo comisionado y éste con plenos poderes enseguida empieza una guerra frontal con la NFL que acabaría en la eventual fusión de ambas ligas. El desencadenante de toda la guerra fue el fichaje de Peter Gogolak por los NY Giants. Hasta entonces ambas ligas tenían un pacto de caballeros, la guerra entre ambas ligas se producía en el draft, pero no con los veteranos, estos pertenecían cada uno a su propia liga y no podían ser tanteados por la otra liga. Los NY Giants romperían aquel pacto arrebatando a los Buffalo Bills a su kicker Gogolak, auténtica estrella del equipo y que llamaba la atención porque chutaba al estilo del fútbol europeo. Cuando Wellington Mara anunció al resto de los propietarios el fichaje de Gogolak todos se llevaron las manos a la cabeza, ya eran sabedores de que aquel nuevo comisionado llamado Al Davis iba a desencadenar una guerra sin igual y así fue, lo primero que hizo Al Davis fue atacar donde mas le podía doler a la NFL, tocando y tanteando a los QB, se llegó a rumorear que Al Davis ya tenía fichados a 7 QB de la NFL.

Para muchos el nombramiento de Davis como comisionado no fue mas que una estratagema de Lamar Hunt para forzar una fusión con la NFL. Por aquel entonces la espiral del salarios debido a la guerra entre ambas ligas estaba alcanzando proporciones incontrolables y con Al Davis aquello sólo podía ir a peor. Lamar Hunt lo sabía como también lo sabían varios de los propietarios de la NFL. Tan solo unos meses después se confirmaría todo aquello, la NFL y la AFL anunciaban su fusión, Al Davis descontento con todo el procedimiento presentó su dimisión, Davis creía que la AFL tenía todas las de ganar en la guerra desatada al ser una liga con mayor proyección que la vetusta NFL.

Ese mismo año regresa a los Oakland Raiders pero esta vez como socio minoritario, se hace con un pequeño paquete del 10% y es nombrado Jefe de Operaciones de los Raiders, Al Davis nunca mas volvió a entrenar a pesar de existir la sospecha que era quien realmente lo hacía desde la sombra. Una de las curiosidades es que Al Davis al que todos consideraban propietario de los Raiders no lo era realmente, solamente era el dueño de un pequeño paquete, pero un pacto entre accionistas le permitía controlar el equipo a su antojo y como si fuera el propietario de facto, algo que no se materializaría hasta bien llegado el siglo XXI cuando uno de los propietarios le vendió su paquete convirtiéndolo ahora sí en propietario del equipo.

Con Al Davis de nuevo tomando las decisiones los Raiders rápidamente se hacen un sitio no solamente en la AFL, fueron su segundo representante en la Superbowl, sino que enseguida su peculiar filosofía impregna a todo el equipo. Es en aquella época cuando nacen sus famosos frases y logos “Just Win Baby” o “Comittment to excellence”. En 1969 Al Davis nombra entrenador a un jovencísimo John Madden que revolucionaría la liga y creando un estilo de juego que luego sería conocido como el estilo Raiders. Los Raiders de los 70 ganarían hasta 6 títulos de división y ganarían la Superbowl en dos ocasiones, y de no haberse encontrado en el camino a los Miami Dolphins de Don Shula o los Pittsburgh Steelers de Chuck Noll podrían haber dominado toda la década de los 70. También en aquellos años nace la mala leyenda de los Raiders, jugadores como Jack Tatum o el estilo agresivo de jugar de Art Shell y otros hacen famoso a un equipo aficionado a bordear con las reglas y el juego, the Holley Roller es una jugada patentada por los Raiders y que provocaría un cambio en el reglamento.

También los Raiders se hacen famosos por reunir en un mismo equipo a la mayor colección de excéntricos que se podía reunir en un campo de football, cualquier jugador que era desechado por otro equipo de la liga y tuviera algo de talento tenía su casa en Oakland y bajo el manto protector de Al Davis, que ya para entonces empieza a cultivar una imagen de personaje perverso y siniestro. Curiosamente es en la década de los 70 cuando llega al cine uno de los malos mas universales de la historia del cine, sino el que mas, Darth Vader, que en seguida empieza a levantar comparaciones con Al Davis.

LOS ANGELES RAIDERS

Pero Oakland es un mercado pequeño para las aspiraciones de Al Davis, la rivalidad con los San Francisco 49ers es mucha competencia para un mercado como la zona de la Bahía y a los que solamente les separa un puente. Para colmo tienen que compartir estadio con los Oakland Athletics de la MLB y la negativa de las autoridades locales a hacer mejoras en el estadio. Por todo ello toma la decisión de mover su equipo al sur de California, en concreto a Los Angeles, el segundo mercado de los Estados Unidos y que pertenecía en exclusiva a una franquicia en decadencia como Los Angeles Rams. La NFL no autoriza el movimiento de la franquicia y le bloquea el traslado a Al Davis, pero éste acaba llevando a la NFL a juicio que acabará ganando, y en 1982 traslada la franquicia a Los Angeles donde jugaría en el Coliseo, uno de los mayores estadios de toda la NFL y renovado hace menos de una década para acoger unos juegos olímpico. Pero el Coliseo también acabaría siendo la tumba del equipo.

 Los primeros años en Los Angeles fueron aún gloriosos para los Raiders y especialmente para su propietario Al Davis, que sigue cultivando la misma imagen de personaje siniestro y aficionado a caminar por el lado oscuro de la vida. Rápidamente los Raiders se hacen el equipo favorito de las famosas bandas del área de Los Angeles, las conocidas como “gangs”, y no tardan mucho tiempo en ser el equipo favorito de los raperos y de todos los renegados, incluso se populariza la estética negra de los Raiders en forma de gorras, chaquetas, pantalones, etc… por toda la ciudad. En 1984 los Raiders nuevamente llegan a una Superbowl y la ganan con claridad con Marcus Allen como MVP batiendo el record de mas yardas de carrera con 191 yardas.

Pero aquello fue el canto del cisne de los Raiders en Los Angeles y de la propia AFC que no volvería a ganar una Superbowl hasta más allá de una década después, curiosamente el primer equipo en romper aquella era de dominio de la NFC fueron los Denver Broncos de Mike Shanahan, un entrenador que se enfrentó a Al Davis y acabaría siendo despedido para luego triunfar ante los enemigos mas acérrimos de los Raiders, los Broncos, toda una bofetada en la cara de Al Davis y la mejor de las venganzas.

La definitiva cuesta debajo de los Raiders empezaría en 1986 cuando Al Davis toma una de las decisiones mas incomprensibles de su carrera, mandar al banquillo a Marcus Allen, la estrella del equipo y uno de los jugadores mas desequilibrantes de la liga tras cometer un absurdo fumble que le costaría a los Raiders no sólo el partido sino la temporada. Con aquella acción y decisión empezaría una suave cuesta abajo de la franquicia lo que unido a varias decisiones muy polémicas como las elecciones de Todd Marinovich o Bo Jackson en el draft iban a marcar el descenso a los infiernos. A eso se une el hecho de que la zona del Coliseo era un territorio muy peligroso y dominado por las bandas, lo que desaconsejaba acercarse a ver partidos, y menos a unos Raiders en profunda crisis, se llega al extremo de que la NFL decide no celebrar mas Monday Night en Los Angeles.

REGRESO A OAKLAND

En 1995 tras esperar durante tiempo reformas en el Coliseo Al Davis toma la decisión de desandar el camino y regresa con el equipo a la zona de la Bahía donde las autoridades locales acometen toda clase de mejoras en el estadio y le garantizan un arrendamiento muy bajo. Con el regreso a Oakland de los Raiders llegan de nuevo momentos de gloria, esos momentos llegan de la mano de una de las mejores decisiones que en tiempo tomo Al Davis cuando decide fichar a un prometedor coordinador ofensivo de Philadelphia llamado Jon Gruden, una de las pocas ocasiones en que Davis se decidió por un entrenador no formado en el sistema de Oakland. Gruden se traerá poco después a un QB que no era del gusto de Al Davis, o mas que de su gusto, no era el QB prototipo que tanto gusta a Al Davis. Ese QB era Rich Gannon que manda al banquillo a Jeff George, otro fichaje personal de Al Davis, tan buen jugador como polémico y controvertido. Tras unos comienzos discretos Gruden comienza a devolver a la gloria a los Raiders, pero un año por una lesión a Gannon en la final de la AFC y otro por la polémica de la Tuck Rule, los Raiders se quedan sin premio.

Al año siguiente Al Davis toma otra decisión polémica, otra mas, manda a Gruden a Tampa a cambio de dinero y elecciones de draft dejando el equipo en mano de Bill Callaham, el otrora coordinador ofensivo bajo Gruden. Con Callaham el equipo llega a la Superbowl en una fantástica temporada de Rich Gannon pero en la final se encuentran con la Tampa Bay de Gruden que no solamente les gana el partido, sino que los humilla. De nuevo Al Davis tiene que ver como un ex pupilo suyo gana ese anillo que tanto tiempo lleva buscando en otro equipo. Tras esa Superbowl los Raiders empezarían el descenso a los infiernos, no han vuelto nunca más a unos playoffs y solo la temporada pasada alcanzaron un record de 8-8, una marca que además es incluso absurda porque los Raiders fueron capaces de ganar a todos sus rivales de división, pero eso no les fue suficiente para entrar en los playoffs.

El Siglo XXI no ha sido generoso con Al Davis ni con los Raiders, a sus malas temporadas hay que unir decisiones mas que polémicas, todas ellas tomadas sin duda alguna por Al Davis, solo así puede explicarse que se fichara a Randy Moss, que durante su estancia en Oakland no hizo nada para explotar en su mejor temporada nada mas ser traspasado. Otras de las decisiones mas polémicas, sino la que mas, fue la elección de JaMarcus Russell en el draft como número 1, algo que todo el mundo advirtió a Al Davis que no funcionaría, pero Al Davis pensó que el descomunal brazo de Russell sería más que suficiente. JaMarcus no tiene ahora mismo equipo.

Otras decisiones de Al Davis han arrastrado a la franquicia estos años, aunque algunas de ellas en los últimos tiempos se están volviendo como buenas decisiones. En su momento se ficho a Michael Huff, pero con el tiempo Huff está demostrando ser un excelente jugador, al igual que Darren McFadden, un jugador que empezó muy mal pero a medida que se ha ido asentando está demostrando ser de la élite de la liga. Tampoco parece mala decisión la elección de Rolando McClain que junto a Richard Seymour son el corazón y el alma de una defensa muy agresiva y que solo tiene un pero, su excesiva querencia a las penalizaciones.

Pero de todas las decisiones que ha tomado Al Davis en los últimos tiempos, seguramente la mas criticada, con el tiempo ha acabado siendo probablemente la mejor decisión de la última década, y no es otra que la elección de Sebastian Janikowski. Cuando en el año 2000 Al Davis toma la decisión de elegir en la primera ronda al kicker toda la liga creyó estar ante uno de los últimos delirios seniles de Al Davis, pero al final el tiempo ha acabado dando la razón. De todos los jugadores elegidos aquel año sólo dos se puede decir que han tenido buenas carreras, Brian Urlacher y John Abraham, el resto han tenido momentos y la gran mayoría no pasaron de ser jugadores correctos, pero sin embargo Janikowski y su fabulosa pierna once años después son lo mejor que ha dado aquel draft y hoy en día sigue siendo el mejor kicker de la liga, o al menos el único que es capaz de anotar FG de mas de 50 yardas como el resto de la liga anota FG de 30 yardas. Y fue Sebastian Janikowski el hombre vital en la primera victoria de los Raiders de la era post Davis, sus 4 FG fueron decisivos, pero mas decisivos lo fueron que 3 de ellos fueran de más de 50 yardas.

Al Davis, genio y figura, hasta en la sepultura.

  • Muy mal fin de semana el que han tenido los aficionados al deporte en Philadelphia con la hecatombe de los 2 Dream Teams de la ciudad. Los Phillies, el equipo de baseball, ya tenían una fantástica rotación de pitchers conocida como H2O, combinación que formaban Roy Halladay, Cole Hamels y Roy Oswalt. A esa terna en verano se unió el gran agente libre del año, Cliff Lee, el equivalente a Nnamdi Asomugha del baseball, perseguido y adorado por todos firmó por sorpresa con Philadelphia para formar la rotación de pitchers mas fantástica que había conocido el baseball desde los tiempos de los Atlanta Braves. Parecía que el Cy Young no podía salir de la rotación de los Phillies. Los Phillies eran claros favoritos a las World Series y durante la temporada regular fueron el único equipo que ganó 100 partidos. Pero el viernes cayeron ante los St. Louis Cardinals, un equipo que se clasificó para las World Series el último día de competición tras el colapso de los Atlanta Braves. Los Eagles, compañeros de los Phillies, tenían una historia parecida, un equipo en principio de ensueño y que logró atraer a los mejores agentes libres, entre ellos la gran pieza, Asomugha. Pero la temporada de Philadelphia está en el filo de la navaja, otros equipos que han empezado 1-4 en el pasado se han metido en playoffs, pero el problema de los Eagles es que dan la sensación de ser más una banda que una orquesta, nadie duda que están plagados de talento en muchos puestos, pero cuando tocan desafinan y no es casualidad que el germen de los problemas del equipo están en dos áreas que han sido siempre una fortaleza en los equipos de Andy Reid, la OL y la DL.
  • Hablando de Reid, hace tiempo que dije que era un experto en la venta de mercancía averiada, sobre todo cuando se trata de QB. Hace ya tiempo empaquetó a los Dolphins a A.J. Feeley, el año siguiente ya no era tan siquiera de la plantilla. Años mas tarde mandó con un lazo a los Redskins a Donovan McNabb, que acabó siendo suplente y siendo traspasado a los Vikings. Este año ha vendido a Kevin Kolb, un QB que había tenido algún momento de brillantez en su corta carrera, pero que tampoco había demostrado que era un QB franquicia. Muchos equipos se acercaron a Philadelphia para pedir precio por Kolb, pese a lo dicho, cuando Reid no quiere a un QB es porque sabe que tiene mercancía averiada, y los Arizona Cardinals acabaron picando. Mandaron a su mejor CB, Dominique Rogers-Cromartie y una segunda ronda para el draft del 2012, que tal y como van los Cardinals puede acabar siendo una segunda ronda muy alta, tan alta que los Cardinals se han apuntado por derecho propio al Luckómetro® salvo que Kolb le acabe dando la vuelta de alguna forma a su temporada, que de momento es nefasta.
  • Leslie Frazer ha tardado cinco partidos en darse cuenta que si tienes al mejor RB de la liga si lo utilizas bien tienes mas posibilidades de ganar un partido que hacerlo confiando en tu defensa, esa misma que se ha dejado en el camino ventajas de hasta 20 puntos en lo que llevamos de liga. Los Vikings han llegado a estar por delante en el marcador todas las semanas. Frazer mando usar a destajo a Adrian Peterson y éste le devolvió el favor anotando 3 TD y corriendo para 122 yardas. No fueron necesarios ni tan siquiera los servicios de McNabb, que se anotó otro TD de carrera y estuvo muy discreto con el brazo, tampoco hacía falta más para ganar a los Cardinals donde solo Bennie Wells da la cara.
  • No tengo ni idea de quien es el suplente de Ben Roethlisberger en Pittsburgh, y sinceramente, no sé como estará de forma, pero muy mal debe andar cuando los Steelers se arriesgan a sacar a un cojo Roethlisberger. Big Ben estuvo más que bien, aunque sabido es que suele rendir mejor cuando más golpes recibe y cuantas más lesiones acumule, un Big Ben sano es algo imposible, o al menos no es conocido. Los Steelers noquearon a su antiguo rival divisional con el que mantenían un largo historial de rivalidades, antes cuando eran los Houston Oilers, y después cuando fueron los Tennessee Titans. Quién no recuerda aquellos míticos choques entre los Steelers de Bill Cowher y los Titans de Jeff Fisher, dos equipos construidos del mismo modo.
  • El cuestionado Matt Cassel cuando ha empezado a oír los primeros susurros que apuntaban a que los Chiefs se podían apuntar al Luckómetro® se ha despertado con un señor partido, 4 TD y mas de 250 yardas de pase, sin fallos y liderando una remontada como hacía tiempo no vivían los Chiefs. La victoria de momento disipa dudas sobre el futuro tanto de Todd Hailey como del propio Cassel y aunque los Chargers y Raiders están ambos por encima de los Chiefs quedan aún los duelos divisionales que pueden devolver a los Chiefs a la pomada.
  • Quienes se quedan colgados de toda posibilidad de hacer algo en la AFC West son los Denver Broncos, que van a vivir un par de semanas de lo mas agitadas. Esta semana les toca descansar, pero la siguiente viajan a Florida donde se la jugarán frente a los Miami Dolphins en una de las primeras Luck Bowls del año, el equipo que pierda será el más claro candidato a llevarse al QB de Stanford. De momento la gran decisión que debe tomar John Fox es quién será el QB titular en Miami, si un pusilánime Kyle Orton que irá a una ciudad que en pretemporada lo aclamaba cuan hijo pródigo, o por el contrario saldrá al campo el ídolo Tim Tebow que en apenas un cuarto de partido lo revolucionó y tenía a todo el estadio a sus pies.
  • Curiosa paradoja la de Victor Cruz, el WR de los NY Giants. Tras realizar dos de las recepciones mas acrobáticas de la temporada cuando su equipo los Giants tenía la posibilidad de ponerse por delante ante los Seattle Seahawks otra recepción acrobática y provocada por el mismo acabó en manos de un defensa de Seattle que anotaría el TD que sentenciaba el partido.
  • ¿Quién nos iba a decir que el partido de la Semana 6 sería un San Francisco-Detroit? No lo recuerdo, pero seguramente la última vez que estos dos equipos protagonizaban el partido de la semana estaban aún en activo Barry Sanders y Steve Young, y anda que no ha llovido y nevado desde entonces tanto en San Francisco como en Detroit.
  • Los NY Jets del bocazas Rex Ryan deben estar en modo alerta, es la primera vez que el equipo encadena 3 derrotas consecutivas, aunque el que no se consuela es porque no quiere, tras perder ante New England los jugadores y Rex Ryan declararon que habían mejorado y mucho, lo que no sé si es verdaderamente un consuelo. Para suerte de los NY Jets reciben el domingo a los Miami Dolphins donde la frase de moda es Suck for Luck, que no es otra cosa que Miami se posicione para poder elegir a Luck en el draft venidero.

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