Hace un año hablaba del origen del nickname de los 49ers. Repasando el artículo, titulado «Soy minerooo…» veo que el motivo que me hacía colocar a mis Niners en la cabecera del artículo era su récord de 0-5 inicial. Era otro año en busca del oro y de regreso con los bolsillos vacíos. Para remontarse a la última mina de oro que encontramos los mineros hay que retroceder hasta la temporada de 1994, con el apabullante triunfo en la Super Bowl XXIX frente a los Chargers, la del «mono en la espalda» de Steve Young.
Desde entonces, apenas hemos pillado unas pepitas: 3 títulos divisionales, 5 participaciones en los playoffs, una final de conferencia, cuatro victorias en postemporada, siempre aisladas. Desde la increíble remontada contra los Giants en los Wild Cards de 2002, nada. Nada de nada.
Pero una nueva fiebre del oro se estaba gestando. Jim Harbaugh, un chico de Toledo, Ohio, debió escuchar rumores de gold rush en su juventud y ya se fue a estudiar al High School de Palo Alto. Después de una exitosa carrera colegial como QB en Michigan y con una trayectoria de QB mercenario en la NFL, volvió a sentir la llamada del oro y se volvió para el norte de California.
Entrenó a los QB en Oakland, y a la Universidad de San Diego, pero su meta estaba en la zona de la bahía de San Francisco, a donde como él llegaban miles de buscadores de oro en 1849. En Stanford llevó a los Cardinals a su única victoria en una BCS Bowl y, como era su destino, recaló en los San Francisco 49ers (5-1), rechazando un contrato más jugoso en Miami.
Es pronto todavía para saber si encontrará una nueva mina de oro, pero lo que parece es que ha encontrado una veta, y se dirige en buena dirección hacia su objetivo. Los 49ers no tenían un récord tan lustroso desde 1998.
Y lo está consiguiendo en su año rookie, sin offseason para poder preparar la temporada, con una plantilla poco reforzada y sumida en el pesimismo, plantilla la cual no conocía hace apenas tres meses
El domingo venció a uno de los equipos de moda, los Detroit Lions (5-1), que llevaban 9 victorias consecutivas, y además en el ensordecedor y últimamente difícil Ford Field. El pasional head coch lo celebró como si hubiera ganado una Super Bowl, y enfadó a un Jim Schawrtz que perdió los papeles, pero no nos vamos a detener en lo anecdótico, como la NFL Network, que el domingo por la noche parecía Tele 5.
Los 49ers hicieron un partido muy serio y pusieron en evidencia las carencias de los Lions. Matt Stafford ha vivido de los balones que le atrapa Calvin Johnson, pero su precisión no está siendo su fuerte. La defensa minera contuvo a Megatron, que se quedó sin anotar por 1ª vez esta temporada, frenó en seco el juego de carrera y dejó el partido en las manos de un Stafford que llegó a lanzar en 50 ocasiones, completando poco más de la mitad de sus pases, para 293 yardas y 2 TD [uno de ellos no debió subir al marcador atendiendo al reglamento de la NFL, pero los árbitros no tuvieron el «coraje» se volverles a aplicar a los Lions la «Calvin Johnson Rule»].
Los Niners empezaron un poco empanados, y sufrieron el ensordecedor ruido ambiental. Se cometieron 15 faltas para 120 yardas, 5 de ellas, salidas falsas. Pero cuando se centraron, la actuación defensiva fue sensacional. Se sumaron 5 sacks y se forzaron dos fumbles (aunque no recuperamos ninguno). Se presionó a Stafford, se placó bien, la cobertura fue notable. El dúo Patrick Willis – NaVorro Bowman está en el top de la liga, el rookie Aldon Smith está aportando un pass rush del que carecía el equipo y los nuevos CB están mejorando mucho la secundaria. La defensa de los 49ers está empezando a ser muy temida.
Y al contrario del resto de la liga, y a la tradición de San Francisco, el ataque está basado en un demoledor juego de carrera, que supo aprovechar las debilidades de la defensa de los Lions, superando las 200 yardas, 141 de ellas y un TD de Frank Gore, en sólo 15 acarreos. Alex Smith se está convirtiendo en un digno gestor del partido. Aunque fue interceptado en un mal lanzamiento, supo encontrar la endzone en 4º down, en el momento decisivo del partido.
Los 49ers están brillando hasta en el tercer aspecto del juego. El kicker David Akers volvió a estar perfecto, con 3/3 FG, el más largo de 55 yardas, el punter Andy Lee siguió en su tónica habitual y Tedd Ginn Jr. es un peligro en los retornos de punt. En resumen, no sé si estos Niners van a ser de oro, pero se les empieza a ver dorados.
Lo que sí que han conseguido los Niners es establecer un colchón en su división, que por parte de sus rivales sigue siendo la NFC Worst. Tienen una ventaja de dos partidos y medio frente a Seattle Seahawks (2-3) y de 3 y medio frente a Arizona Cardinals (1-4), ambos de bye esta semana.
Y lo de los St. Louis Rams (0-5) es aún peor. Están aún por estrenar. Los Green Bay Packers (6-0), el único invicto ya, les arrearon otro meneo de los suyos, y eso que los Rams llegaban frescos tras el bye. Tres TD y más de 300 yardas de Aaron Rodgers y que pase el siguiente. El #12 se superó a si mismo lanzando el pase de TD más largo de su carrera, 93 yardas, para Jordy Nelson. Todo antes del descanso, el marcador no se movió en la 2ª mitad. Tal vez los Packers se tomaron un pequeño mini bye antes de su visita a Minneapolis del domingo que viene.
El inicio liguero de los Rams es nefasto, cuando casi todo el mundo los veía favoritos para hacerse con el título de su débil división. La llegada de Josh McDaniels no ha podido ser más desafortunada. Este chico lo rompe todo allá donde va. De momento ha repescado a Brandon Lloyd, quien firmó su mejor año bajo sus auspicios. Veremos.
LOS EAGLES SE REENGANCHAN A LA LIGA
La victoria de los Philadelphia Eagles (2-4) frente a los Washington Redskins (3-2) y el dudoso momento del resto de los rivales divisionales da vida a los de Andy Reid. En este momentoo los 4 históricos rivales se encuentran en una horquilla de dos partidos y, lo que es más importante, ninguno parece encontrarse en la forma exigible a su prestigio.
Reid no suele perder después de un bye, y el domingo no fue una excepción. Pero tal vez a quien debería agradecérselo es al penoso partido de Rex Grossman. Sexy Rexy cuando tiene un partido malo lo tiene muy malo, y el del domingo fue uno de los peores de su carrera. Fue interceptado en 4 ocasiones, 3 de ellas en la redzone, y completó sólo 9 pases de los 22 que lanzó, para 143 yardas. Sus días en Washington pueden haberse acabado, tras sus sustitución por John Beck, quien por lo menos anotó en un QB draw.
En la otra cara de la moneta está el free safety Kurt Coleman, autor de 3 de los 4 picks a Grossman y cuya actuación salva la temporada de los Eagles, de momento, porque el equipo tampoco entusiasmó. A pesar de adelantarse en el marcador 20-0 poco antes del descanso, no volvieron a anotar en el resto del partido. Les salvó que los de Mike Shanahan testaban aún peor.
El MVP del ataque es para LeSean McCoy, auténtico motor del equipo con sus 126 yardas y TD en 28 acarreos. Michael Vick (18/31, 237 yardas, TD, pick, 54 yardas de carrera) en cambio, no está lo fino que estuvo el año pasado. Pero más le vale mantenerse sano. Tras un golpe a Vick, Vince Young lo sustituyó en un par de snaps y su único pase fue una de las intercepciones más absurdas del año.
Los New York Giants (4-2) toman la cabeza de la división sin hacer mucho ruido. Están siendo muy irregulares, y les costó mucho deshacerse de sus «vecinos» norteños Buffalo Bills (4-2), pero cuando corren y presionan al QB rival la victoria siempre estará cerca.
El domingo Ahmad Bradshaw estuvo más sólido en su producción (104 yardas en 26 acarreos) y demoledor en la goaline (3 TD). Cuando el juego de carrera funciona, Eli Manning (21/32, 292 yardas) no comete errores. Es así de sencillo. Al otro lado del balón complicaron mucho la labor de Ryan Fitzpatrick (3 sacks, fumble forzado pero no recuperado, 2 picks), pero a pesar de todo el de Harvard, en colaboración con un Fred Jackson en estado de gracia, capaz de firmar un TD de carrera de 80 yardas, no estuvieron lejos de ganar. Les faltó un poco de acierto al final, pero sieguen siendo serios candidatos a pelear por el título divisional o para alcanzar los playoffs vía wild cards.
En el otro enfrentamiento entre las divisiones orientales de ambas conferencias, los Dallas Cowboys (2-3) vendieron cara su piel, pero al final acabaron siendo víctimas de los New England Patriots (5-1) con un arma que hacía mucho no utilizaban, un «two minutes drill» de Tom Brady, de 8/9 pases completados, 78 yardas y pase de TD de la victoria a Aaron Hernandez.
Como no podía ser de otra manera, la defensa de un Ryan se le atragantó a los Pats. Brady estuvo vulgar los otros 58 minutos (19/32, 211 yardas, otro pase de TD a Wes Welker, 2 picks). Los Cowboys tuvieron el partido en su mano, pero el miedo de Jason Garrett a que Tony Romo (27/41, 217 yardas, TD, pick) fastidiara el partido, acabó por condenarlo con su playcalling conservador
El tándem Bill Belichick – Tom Brady alcanza en victorias al mítico Don Suhla – Dan Marino (116). Este récord se va para Foxboro. En cambio, se rompió la racha de victorias anotando más de 30 puntos, un récord que seguro que B.B. le tenía echado el ojo. Con 12 partidos, se han quedado a uno de los Rams del The Grand Show on Turf. El último equipo que dejó por debajo de los 30 puntos a los Pats fueron los Browns, cuyo coordinado defensivo era precisamente… ¡Rob Ryan!
LA NFC SUR FRENTE A FRENTE
El doble duelo divisional es un buen momento para evaluar cómo está la NFC Sur. Sin un favorito claro, y descartados los Panthers, cualquiera puede ganar la división, incluso los Falcons, que no se encuentran en un buen momento de juego, pero que visto el juego de sus rivales, si se centran pueden ser los primeros en romper la maldición de la división y repetir título. De momento, todo está en el aire.
Es significativo que después de caer con estrépito en San Francisco hace 7 días, los Tampa Bay Buccaneers (4-2) se han aupado al liderato divisional depués de vencer a unos New Orleans Saints (4-2) a quienes se les suele dar muy bien el Raymond James Stadium.
Sin LeGarrette Blount, pero apoyado en un buen Earnest Graham, Josh Freeman firmó un partido muy serio, superando las 300 yardas de pase, con 2 TD. Connor Barth completó el trabajo convirtiendo 4 de los 5 FG que chutó, el más largo de 48 yardas.
Los Bucs se adelantaron en el 2º cuarto y ya no volvieron a mirar para atrás. Los Saints no jugaron nada cómodos y fueron arrastras todo el partido. Drew Brees jugó forzado frente a una excelente defensa y fue interceptado en tres ocasiones. Su 3º pick sentenció el partido cuando, en 4º down, estaba en posición de anotar un TD para la victoria. Tenía receptores desmarcados en la endzone, pero sin embargo puso fin al partido con un mal lanzamiento, directamente a las manos de un sorprendido Quincy Black.
La otra noticia del partido fue la lesión de.. ¡Sean Payton!, quien fue arrollado en la banda por su TE Jimmy Graham, quien le rompió la tibia y un ligamento cruzado de la rodilla. Un molesto inconveniente para el resto de la temporada.
Los Bucs ya están en Londres, donde se enfrentarán a los Bears en su 2ª experiencia europea. Por lo menos, van rodados. La experiencia es un grado y creo que van a ganar.
En el Georgia Dome, los Atlanta Falcons (3-3) se desembarazaron en el 4º cuarto de unos Carolina Panthers (1-5) que dieron mucho trabajo. Mike Smith aprendió la lección de la semana pasada y le dio la parte del león del ataque a Michael Turner, sólido toda la tarde, y que acabó con 27 acarreos para 139 yardas y 2 TD. Matt Ryan estuvo más comedido, lanzando sólo 22 pases, de los que completó 14, para 163 yardas y un TD, anotando el TD crucial en la victoria gracias a un QB sneak.
A Cam Newton ya le están calando. En el inicio liguero las defensas tenían miedo de sus piernas y subían los safeties. Después de sus exhibiciones con el brazo, han empezado a defenderlo con los safeties atrasados. Ahora hace más daño corriendo, aunque de forma limitada, y su juego de pase profundo se ha desplomado. El domingo corrió para 50 yardas y un TD, pero fue interceptado en tres ocasiones, dos de ellas cuando intentaba remontar el partido. No fue profeta en su Atlanta natal. Pero aún está empezando, seguro que alguna vez se doctora en el Georgia Dome.
No suelen ser habituales en esta columna las cheerleaders del Flight Crew de los New York Jets (3-3), pero por lo que se ve, méritos no les faltan.
Lo que no sé es si van a tener muchas más oportunidades de disfrutar con una victoria de los de Rex Ryan, porque no todos los días te visitan los Miami Dolphins (0-5).
No se puede decir que los Jets hicieran un gran partido, sobre todo en el lado ofensivo del balón. Mark Sanchez tuvo problemas a la hora de mover las cadenas, aunque consten en su haber un pase de TD (que se fabricó Santonio Holmes, siguiendo los bloqueos de sus compañeros y aprovechando la flojera de la secundaria rival) y otro de carrera. Hubo mucha inconsistencia y demasiados «3 y fuera».
Pero claro, enfrente estaban los Dolphins, dirigidos por un Matt Moore que no encontraría endzone ni en la liga canadiense. Con los Jets atascados en ataque, Moore les metió en el partido con su gran pase a Darrelle Revis, quien se recorrió el campo de costa a costa para un pick six de 100 yardas. El partido se acabó allí mismo. Luego el propio Revis volvería a interceptar a Moore en los largos minutos de la basura.
Los Jets pueden estar satisfechos con una victoria más que necesaria, pero están lejos de dar una buena imagen. Estuvieron finos provocando turnovers, pero siguieron fallando frente a la carrera. Si Reggie Bush supera las 7 yardas por acarreo, da miedo lo que les puede hacer Fred Jackson.
Los Dolphins no les queda más temporada que ganar un partido menos que los Indianapolis Colts (0-6), lo que no parece demasiado difícil. Los Colts andan rondado la victoria mucho más cerca que los Dolphins, aunque siguen perdiendo. Curtis Painter progresa adecuadamente, pero los partidos se tuercen al final. A pesar de entrar en el 4º cuarto 13 puntos abajo, Adam Vinatieri tuvo un FG de 52 yardas para empatar el partido, pero fue bloqueado. Después de frenar a los Cincinnati Bengals (4-2), los Colts tuvieron otro balón para dar la vuelta al partido, pero Pierre Garçon cometió un fumble que fue retornado para TD por Carlos Dunlap. Game over.
Los conspiranoicos empiezan a ver cosas raras. Da igual lo que se diga porque por sistema nunca se les puede convencer, pero los Colts pelearon por ganar el partido.
Los que están más felices son los Bengals, con un impensable récord de 4-2, un QB rookie jugando mejor de lo esperado y encima largan a Carson Palmer a Oakland a cambio de una 1ª y 2ª ronda que se pueden convertir en dos primeras. El futuro parece prometedor en la Queen City.
El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».
En el resto de la jornada destaca el homenaje rendido a Al Davis en un Black Hole más negro que nunca. John Madden fue el encargado de encender una llama perpetua que honrará su memoria en el Coliseum.
En cuanto al partido, los Oakland Raiders (4-2) ganaron un partido que tenían encarrilado pero que se les fue complicando por momentos, sobre todo después de perder a Jason Campbell, quien se rompió una clavícula. Los Raiders se basaron en la carrera de Darren McFadden (20 acarreos, 91 yardas, TD) y en los equipos especiales para batir a unos Cleveland Browns (2-3) peleones pero con no demasiado talento. Los Raiders anotaron gracias a un retorno de kickoff de 101 yardas de Jacoby Ford y a un FG fake. Sebastian Janikowski se preparó para chutar un largo FG de 53 yardas, algo habitual en él, pero el excelente punter Shane Lechler, holder a la sazón, lanzó un perfecto pase al TE Kevin Boss, quien recorrió las 35 yardas hasta la endzone.
Colt McCoy hizo honor a su nombre y disparó a todo lo que se movía (45 pases, de los que completó menos de la mitad) y puso el partido a una anotación con su 2º pase de TD, pero a pesar de que los Browns recuperaron un onside kick, su último drive murió «on downs».
Con Al Davis homenajeado y el partido liquidado, la noticia que ha revolucionado el mundo del football ha sido el «carísimo» fichaje de Palmer. El tiempo dirá si ha sido una inversión o un derroche. De momento, sus rivales de división, San Diego Chargers (4-1), Kansas City Chiefs (2-3) y Denver Broncos (1-4), todos ellos de bye, ya tienen algo de lo que preocuparse.
Los Baltimore Ravens (4-1) regresaron del bye para dar cuenta de unos Houston Texans (3-3) de capa caída. Pelearon durante buena parte del partido, pero al final la defensa de los Ravens impuso su ritmo. Joe Flacco (más de 300 yardas de pase, pick, TD de carrera), junto con el juego terrestre (101 yardas de Ray Rice, TD de Ricky Williams), hicieron lo justo para ganar, sin demasiados alardes, pero la defensa contuvo a Matt Schaub y a Arian Foster sin problemas.
Les Texans están sin Andre Johnson ni Mario Williams, y empieza a parecer que van a malograr otra temporada más. La próxima jornada visitan a unos Tennessee Titans (3-2) en un partido que puede determinar el curso de su floja división.
Los otros rivales divisionales, los Jacksonville Jaguars (1-5), disputaron un flojo y raro partido en el Heinz Field. Los Pittsburgh Steelers (4-2) comenzaron como era de esperar, con Ben Roethlisberger conectando para TD con Mike Wallace, y Rashard Mendenhall corriendo para 146 yardas y anotando otro TD. 14 puntos de ventaja el descanso y partido encarrilado. Pero los Steelers se atascaron en un mal partido de Big Ben y no volvieron a anotar. Claro que el peor ataque de la liga tampoco es para asustar y Blaine Gabbert (12/26, 109 yardas, TD) y Maurice Jones-Drew (22 acarreos, 96 yardas) recortaron distancias, pero tampoco asustaron a la afición más allá del Hail Mary con el que terminó el partido.
Por último, los Chicago Bears (3-3) hicieron algo que habitualemente no hacen, jugar bien en primetime, y ganaron con comodidad a sus vecinos Minnesota Vikings (1-5), que ya no funcionaron ni en la 1ª mitad. A Adrian Peterson no le dieron cancha y Donovan McNabb ya es historia en los Vikings, después de otro partido insuficiente. El rookie Christian Ponder tomó la alternativa y por lo menos le dio un poco de gracia al equipo.
El partido fue una fiesta para los Bears. Jay Cutler, con formaciones de máxima protección, volvió a mostrar que se encuentra en un momento dulce de juego, completando 21/31 pases para 267 yardas y 2 TD, sin más error que un «trifecta» que firmó Jared Allen (sack, fumble forzado y fumble recuperado). Pero el hombre del partido fue Devin Hester, quien además de anotar en el 1º cuarto en una gran recepción de 48 yardas, volvió a anotar otro TD de retorno, de 98 yardas, en el 4º cuarto. Es su 17º TD de retorno. Iguala a Rod Woodson y se queda a 2 de Deion Sanders en cuanto a TD de retorno de cualquer tipo (punt, kickoff, FG, intercepción, fumble).
6-0. Primer set para los Packers. | ||
El hermano mayor, John, por delante del pequeño, Jim. | ||
Me hacía ilusión ponerlos por 1ª vez en el Lombardímetro. Su victoria frente al 3º de la semana pasada les da derecho a ello, además. |
No veo a este equipo ganando un partido este año. |
||
Veo a este equipo con más posibilidades de ganar algún partido este año. | ||
Les doy una semana para ver si los cambio por los Rams. |