Desde que la NFL implantó el límite salarial, una exigencia de los propietarios como contrapartida a la ansiada agencia libre a la que tanto aspiraban los jugadores, la forma de confeccionar las plantillas cambió para siempre. Un equipo no puede acumular y acumular jugadores bien pagados ni demasiado talento porque tarde o temprano tendrá que pagar por él, y con un límite salarial de por medio cuando llegue la hora de pagar salarios no hay espacio para todos y llega el momento en que tienen que dejar ir a algunos de sus jugadores porque simplemente no pueden pagarles lo que otros equipos están dispuestos a ofrecerles.
La NFL, como en su momento hizo la NBA, no admite excepciones, todos los jugadores, independientemente de cómo llegaron al equipo, cuentan contra el límite salarial, no existen ni bonificaciones ni excepciones, es exactamente lo mismo que el jugador haya llegado vía draft o vía agencia libre. Y tampoco existe lo que tienen establecidas otras ligas, la llamada “Luxury Tax”, una especie de penalización que tienen que pagar aquellos equipos que sobrepasan el límite salarial, en la NFL el que viola las reglas del juego se le castiga donde mas duele, con elecciones de draft, por eso los equipos suelen ser muy cuidadosos con el límite salarial y se contratan a expertos para su manejo, aunque luego en la práctica se puede saltar uno el límite con artificios y otros trucos de ingeniería financiera, pero no es el momento de hablar de eso.
Como gran novedad el nuevo convenio colectivo firmado entre la NFL y la NFLPA introdujo además lo que podemos denominar el “suelo salarial”, aún no está en vigor al 100%, pero con el tiempo lo estará, y no es otra cosa que los equipos no solo tendrán un techo de gasto, sino que además deberán gastar un mínimo, y si nadie puede escapar del techo salarial para hacer la liga mas competitiva, tampoco nadie podrá escapar de ese suelo. Los equipos deberán gastar al menos ese importe en salarios, de esa forma se trata de evitar esa práctica de propietarios con cocodrilos en los bolsillos, que no gastan en salarios lo suficiente y que se enriquecen a costa de una liga que navega a velocidad de crucero merced a su éxito. Todos los años vemos que hay equipos que están por encima del límite salarial, pero también hay otros muchos que están a años luz por debajo, casos como Cincinnati, Tampa, Jacksonville o Arizona, por mencionar a los mas habituales en esta sección. Pero tampoco toca hablar de esto ahora.
Lo que toca hablar es del efecto que puede tener el límite salarial no cuando lo utilizas mal, de eso ya hablaremos en otro momento o cuando toque, sino del perverso efecto que ha tenido en la forma de confeccionar plantillas, y lo que puede suceder en algunos equipos. Este año tenemos un perfecto ejemplo de ello, los Indianapolis Colts, y no, tampoco toca hablar de Andrew Luck y las famosas campañas de “Suck for Luck” o del “Andrew Luck sweeptakes”, o como ha bautizado mi compañero de columna, el Luckómetro, que a mi es la definición que realmente más me gusta. Sobre este tema volveremos cuando lleguemos a diciembre y empecemos a ver cosas raras, que las vamos a ver, ya hemos visto algunas y voy tomando nota, pero aún no hemos visto nada de lo que vamos acabar viendo.
Con el límite salarial no es posible que un equipo pueda unir varias figuras de las mejores pagadas de la liga. Hacer equipos al estilo Dallas o San Francisco en sus años dorados es imposible hoy en día, lo más que puede hacer un equipo es tener muy bien pagada a su máxima figura y algún otro jugador, bien pagados a otros 2 a 3 jugadores y tener suerte con el resto, y tener suerte es que no sean jugadores muy caros y que den resultado en el campo, e ir renovando la plantilla lo mejor que se pueda, principalmente con elecciones de draft, especialmente 2ª y 3ª rondas, si son mas tardías mejor aún, jugadores con salarios asumibles y que den resultados, la eficiencia sobre todo los demás.
Dentro de ese modelo cada equipo apuesta como mejor sabe para confeccionar sus plantillas, sobran casos de formas de confeccionar un roste. Unos equipos apuestan por jugadores de corte defensivo, caso de los Baltimore Ravens o Pittsburgh Steelers, otros apuestan por jugadores de corte ofensivo, casos de los Green Bay Packers o New Orleans Saints, y puede haber casos mas equilibrados que pueden tener tanto la defensa como el ataque mas o menos equilibrados, aunque es mas raro. Y queda para el final un caso diferente y atípico, los Indianapolis Colts, o como alguna vez medio en broma he llamado los Indianapolis Mannings, aunque esta denominación no es muy correcta puesto que en la liga tenemos dos Mannings, quizás sería mejor bautizarlos “Manning´s Colts”, prescindir de Indianapolis
Los Colts son un equipo construido por y para Peyton Manning y que ha acabado explotando en las mismísimas narices de los Colts. Es cierto que nadie lo esperaba, pero lo que sí resulta imperdonable, y eso es propio de los equipos malos y mal gestionados, es no prever algo que es consustancial a la NFL, las lesiones. Las lesiones son una parte mas del juego, la violencia y la brutalidad del juego son también parte del juego, y ésta a lo largo acaba trayendo lesiones. Los equipos tienen que aprender a convivir con las lesiones, normalmente aquellos que mejor lo hacen son los que mejores resultados suelen tener, y no tenemos mejor ejemplo que los actuales campeones, la racha de lesiones por la que pasaron los Packers el año pasado rozó el absurdo, por momento lo grotesco y la misma Superbowl fue una clara muestra, las piezas iba cayendo a medida que avanzaba el partido, entre ellas la que es indiscutiblemente el líder de la defensa, Charles Woodson. Pero mucho antes que Woodson cayeron otros muchos jugadores. Los Packers fueron capaces de ir buscando reemplazo tras reemplazo, improvisando, e incluso en post temporada tuvieron que sacarse de la nada a James Starks, un RB salido de ninguna parte para tener algo parecido a un juego terrestre para no tener que descansar solamente en Aaron Rodgers.
El mejor ejemplo de superación de una lesión a una figura es el caso de los New England Patriots. En el año 2007 perdieron en el primer partido a Tom Brady, salió un completo desconocido, Matt Cassel, y el equipo se quedó a las puertas de los playoffs. A pesar de terminar con un record de 10-6 perdieron el desempate con los NY Jets que acabarían entrando en playoffs, pero lo que demostró el equipo es que a pesar de perder a su superestrella fue capaz no solo de jugar con dignidad, sino que a punto estuvo de entrar en los playoffs, lo cual habla mucho de la capacidad de aquella plantilla.
Y esto no sólo ocurre ahora, sino que antes ha ocurrido, no es la primera vez, ni será la última que una estrella pierde a su líder y jugador franquicia y acaban la temporada mas que dignamente. Hace no tanto los NY Giants de Bill Parcells tenían a Phil Simms como QB, cayó lesionado y parecía que el ataque de los Giants se acababa en ese momento. Simms había protagonizado en su momento una de las mejores actuaciones de una Superbowl. La estrella de aquella plantilla era Lawrence Taylor, pero el ataque se sobrepuso a la lesión de Simms liderada por Jeff Hostetler, un QB de esos que ahora se llaman jornaleros. Los Miami Dolphins perdieron también en su momento a Dan Marino, entonces un competente Scott Mitchell les salvó la temporada, el equipo no entró en playoffs aquel año al igual que los Patriots por culpa de los desempates.
Hay un QB que ha hecho carrera de hacer sustituciones. Earl Morrall puede presumir de haber sustituido a 2 QB que están en el Hall of Fame y haber ayudado a sus equipos a llegar a la Superbowl, aunque en uno de los casos se saldara con derrota. Morrall sustituyó en a Johnny Unitas cuando éste cayó lesionado y llevó a los Colts, entonces en Baltimore, a la Superbowl, donde empezaría como titular, Unitas terminaría jugando el partido, pero el titular fue Earl Morrall. Años mas tarde repetiría esta vez con los Miami Dolphins, Bob Griese, titular en los Dolphins caía lesionado por una rotura del peroné, le sustituiría Earl Morrall hasta la final de conferencia, en esta ocasión no le dejarían empezar la Superbowl, sino que el titular sería Griese, aunque en este caso hubiera dado igual quien era el QB, Bob Griese solo convirtió 8 pases de los 11 que intentó aquel día para lograr poco mas de 80 yardas y Miami basó su victoria en la defensa y el demoledor juego terrestre de Larry Csonka.
Cuando Joe Montana caía lesionado salto al campo Steve Young, un QB que Bill Walsh se había encargado personalmente de fichar. Young había empezado su carrera en la desaparecida USFL y luego se marchó a Tampa donde fracasó completamente, lo reemplazo Vinny Testaverde. Young había estado detrás de Montana y aprovechó su oportunidad para demostrar que los 49ers eran un equipo competitivo tras su brazo. Montana regresaría a la titularidad, pero la controversia ya estaba en la zona de la Bahia, pero lo importante no era eso, sino que los 49ers demostraron que podían seguir siendo un equipo muy competitivo pese a la baja de Montana.
El caso Peyton Manning sin embargo ha demostrado muchas cosas, como no se debe construir una franquicia, o al menos como no se debe construir una franquicia, alrededor de un solo jugador por muy bueno que sea. Los Colts llevan 9 años seguidos entrando en los playoffs y ganando al menos 10 partidos de temporada regular por año, y en todo ese tiempo siempre hay un denominador común, Peyton Manning, el QB elegido por Bill Polian en 1998 como primera elección absoluta era el encargado de dirigir el equipo. Los Colts han vivido una era dorada bajo Manning, sólo en dos años han tenido récord perdedor, uno de ellos el año de rookie de Peyton. Todos los años eran de la partida para los playoffs, no importaban las bajas o quienes formaban el resto del equipo, este equipo mientras estuviera Peyton Manning era siempre competitivo, Manning era lo mismo que representó en su momento Dan Marino, un equipo capaz de ir hasta donde le pudiera llevar su QB.
Pero el football como no nos cansamos de repetir es un deporte de equipo y no creo que haya muchas personas que puedan nombrar a media docena de jugadores de renombre en todo el tiempo que ha estado Peyton Manning, a todos nos viene seguro el nombre de Marvin Harrison, durante años el objetivo favorito de Manning, o más recientemente Reggie Wayne o Dallas Clark, pero si a un aficionado medio le preguntas por mas miembros de la plantilla de los Colts fuera de los mencionados no se me ocurra que nadie pueda nombrar a otro que no sea Dwight Freeney, la única cara que ha tenido la defensa en todos estos años de Manningmanía.
Los Colts como suplente de Manning contaban con un tal Curtis Painter, un jugador que todo lo que sabía de él era que fue elegido en la séptima ronda de algún draft, mas que nada para tener un suplente y que fue el QB aquel que salió en aquella famosa decisión que tuvo Jim Caldwell de retirar a todos sus titulares en un momento de la temporada, eso sí, por si acaso Manning seguía saliendo siempre titular para continuar su racha de titularidades pese a ser retirado a los pocos minutos. Antes de Painter que yo recuerde el suplente era un tal Jim Sorgi, otro QB que no tuvo una sola oportunidad que no fuera minutos de la basura o en pretemporada.
Lo que nadie podía imaginar es que este equipo tuviera tantísima dependencia de Peyton Manning, o más que dependencia, que Manning por si solo pudiera tapar las gravísimas deficiencias que el equipo podía tener en otras áreas, es inexplicable que un equipo que hace tan solo dos años estaba en una Superbowl y con serias posibilidades de ganarla hasta los minutos finales, que un año después volviera a estar en playoffs y con 10 victorias en el cinto pueda encontrarse 0-6 y cayendo en picado como están cayendo este año, y es que ya se han empezado a hacer los cálculos para ver si este equipo es capaz de ganar un solo partido, y mira que ha estado cerca, pero también dan la impresión por momentos que tampoco quieren ganar partidos, la acción de Pierre Garçon es otro ejemplo.
Si los Colts terminan siendo el peor equipo de la temporada es posible que puedan presumir de que les haya tocado la lotería, a juicio de casi todos los expertos la posibilidad de poder tener a Andrew Luck es lo más próximo que existe a que te toque la loteria en la NFL, pero Luck por muy bueno y preparado que esté no es Peyton Manning y los Colts tienen una plantilla tan mala que harán falta años para que Luck pueda reflotarla, o eso o esperar que Manning continúe siendo el QB y obtener el número suficiente de jugadores en un trade que permitan devolver a los Colts algo parecido a un equipo.
La verdad es que me he cansado de lo bien que lo hace los Polian en Indianapolis, en mi opinión visto como andan los Colts su gestión es mas bien nefasta rozando la mas absoluta de las negligencias, aunque con Peyton Manning todo ello pasa desapercibido. Y me van a perdonar la grosería, sobre todo por aquellas lectoras que tenemos, pero como dice un amigo mío que trabaja en la construcción y que es bastante bruto en sus afirmaciones, “Con buena picha bien se jode”.
- Tras varias semanas con muchísimos QB pasando para mas de 300 yardas con pasmosa facilidad, y muchos de ellos superando las 400 yardas, parece ser que la NFL va recuperando cierta normalidad y algunos equipos se acuerdan que hay una cosa llamada juego terrestre con la que también es posible ganar partidos, y sobre todo mantener posesión, anotar y evitar que te anoten, algo que cuando los primeros fríos empiezan a asomar no es algo que los equipos deban despreciar. No todos los equipos tienen el lujo de jugar siempre a 21º, sin viento, barro, lluvia o nieve que les moleste, y cuando estas llegan es conveniente saber correr. Los Steelers, Bears y 49ers entre otros son varios de los equipos que han recuperado esa parcela de su juego, y a medida que la temporada avance veremos a mas equipos recuperar el juego terrestre, sobre todo aquellos que juegan en estadios abiertos y en el norte.
- Aunque aún quedan 11 semanas de football el MVP, que en puridad se lo deberían dar a Peyton Manning, salvo lesión, va a ser un duelo mano a mano entre Aaron Rodgers y el actual MVP, Tom Brady. Rodgers está imparable, puede con todo y con todos, incluso le es suficiente jugar medio partido para tener estadísticas escandalosas, con los St. Louis Rams los Packers se entrenaron y todo el segundo tiempo sobró, Rodgers se dedicó a consumir el reloj y que no se lesionara nadie. Brady por su parte demostró que no se le ha olvidado ejecutar un “two minute drill”, acostumbrados como están los Patriots de apalizar a todos sus rivales e ir siempre por delante en el marcador, Brady corría serio riesgo de olvidársele como ejecutar una de las suertes supremas del QB, recorrer el campo de lado a lado con una defensa muy agresiva, anotar y consumir el tiempo necesario para dejar a tu rival prácticamente sin tiempo para remontar, sin embargo no fue el caso, Tom Brady firmó un drive que hubiera firmado el mismo Peyton Manning y de los que dan votaciones para el MVP.
- El incidente entre Jim Harbaugh y Jim Schwartz ha merecido mas atención de la que realmente merecía y como se le siga dando coba al final las TV españolas, esas que son tan aficionadas a ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio, acabarán, si no lo han hecho ya, por emitir las imágenes para que el presentador de turno, analfabeto funcional y forofo recalcitrante de cualquier materia que no sea el fútbol patrio, aproveche la ocasión para decir lo malo malísimos que son los entrenadores de la NFL y lo bueno buenísimos que son personajes como José Mourinho o Pep Guardiola para acabar diciendo que ambos son dos caballeros que merecen la máxima atención y los dos Jim merecen como poco la hoguera. Seguramente ambos entrenadores tienen su parte de culpa, uno por quizás excederse en la celebración y el otro por un malentendido o lo que fuera que lo llevó a sobreactuar, bien hace la NFL en olvidar cuanto antes el asunto, y mas cuando esta semana se trasladan a Londres para su habitual partido anual para acercar al público europeo el football, aunque mucho me termo que esto le va a importar una higa a las TV españolas mas centradas en las andanzas de Cristiano Ronaldo, Leo Messi y Belén Esteban.
- No recuerdo quien me decía aquella frase de “salida de caballo andaluz, parada de burro manchego” para describirme aquellos equipos y/o jugadores que arrancan la temporada de forma fulgurante pero a medida que esta avanza se van apagando o diluyendo. No estoy con ello diciendo que Cam Newton es un ejemplo de ello, pero tras un arranque espectacular de la temporada, Newton parecía imparable en las dos primeras jornadas, los números de Cam Newton empiezan a ser lo que los americanos llaman pedestres, o mas bien propios de lo que es realmente Cam, un QB rookie. Es innegable que el chico apunta maneras para ser una estrella en la liga, pero es aún muy pronto para subirlo a los altares, y si en las primeras jornadas sorprendió a toda la liga, a medida que avanza la competición hay una cosa contra lo que Newton de momento no puede luchar, los coordinadores defensivos, esos señores que enseguida se encargan de diseñar tácticas no para parar a Cam Newton, algo que es difícil, pero si para limitar los daños, es lo que tiene que te analicen y estudien cada movimiento.
- Sin embargo un QB mas convencional semana a semana mejora, hablamos de Andy Dalton. El QB estuvo en el punto de mira de varios equipos, entre ellos los de los propios Indianapolis Colts, pero al final no apostaron por él, o pensaron que no era merecedor de ser elegido en primera ronda. Los Bengals lo acabaron eligiendo en segunda ronda, supongo que cuando lo hicieron pensaban que aún podían arreglar las cosas con Carson Palmer y que este regresaría al equipo tras su calentón, pero ni Palmer ha regresó ni parece que los Bengals les haga falta en estos momentos Palmer hasta el punto que lo han traspasado obteniendo como poco una primera ronda en el próximo draft. Dalton tras unos inicios mas bien fríos se está asentando en el puesto, comete errores y los cometerá, no deja de ser un QB rookie, pero poco a poco se está haciendo notar y a medida que avanza la temporada mas de un equipo estará estirándose de los pelos por no haber elegido al pelirrojo que está estableciendo una química insuperable con A.J.Green, la primera elección de los Bengals. Pero si los Bengals están donde están no es solo por su QB y WR, sino por una defensa que hace una cosa que en la AFC North es imprescindible, defender a muerte, nadie gana la división si no sabe defender.
- No sé cuando, pero os lo prometo y no a mucho tardar, pero tengo que hacer una columna especial con motivo de Andrew Luck, lo que empezó siendo solamente una especie de broma con el famoso “Suck for Luck” a medida que la temporada avanza es cada día mas evidente. No estoy diciendo que haya equipos que estén buscando las derrotas para poder optar al QB, pero si al menos hay equipos que parece que lo estén buscando más que mereciéndolo. Los dos ejemplos más claros son Indianapolis y Miami, los únicos equipos que junto con los St. Louis Rams no saben aún lo que es ganar este año, y más de uno se pregunta si realmente quieren ganar algún partido este año. El caso de los Rams es el menos explicable, pero los Rams tienen tantos agujeros que rellenar que saben que ese número 1 puede valer en un eventual trade muchas elecciones en el próximo draft y seguramente en los venidereos, es la ventaja de tener a Sam Bradford. El caso de los Colts huelga explicarlo, pero acciones como las de Pierre Garçon del domingo son inexplicables en un veterano con muchas horas de vuelo. Y queda Miami, un equipo donde el principal promotor del “Suck for Luck” es su propia afición cansada de ver ejercicios de ineptitud año tras año de una franquicia, antaño orgullosa, que amenaza la mas absoluta ruina, y no solo deportiva, sino social, a este paso ir al Sun Life Stadium va a ser una heroicidad.
- Mike Shanahan siempre ha tenido fama de ser un entrenador con buen ojo para el ataque, y nadie duda que siempre ha sabido construir grandes ataques terrestres. En Denver cada año aparecía de la nada un RB que corría para las 1.000 yardas con pasmosa facilidad, pero donde, y es una opinión mía, donde Shanahan nunca ha tenido tan buen ojo es con los QB. Cuando llegó a Denver heredó a John Elway, lo que hizo es rodearlo de aquello que le faltaba, especialmente de un poderoso juego terrestre. Pero después de aquello tampoco logró grandes triunfos con QB, sí, tuvo a Jake Plummer, pero Plummer nunca fue una estrella ni desequilibrante como lo era Elway. También seleccionó a Jay Cutler en el draft, pero Cutler es un QB que teniéndolo todo, desde el punto de vista físico, para triunfar no acaba de despegar. En Washington Shanahan empezó confiando en Donovan McNabb, que un año después es cuestionado en Minnesota, y luego ha confiado en 2 QB que otros equipos no querían como Rex Grossman y John Beck. El primero, tras empezar la temporada de forma decente, ya ha demostrado porque nunca será un QB no solo de la élite, sino simplemente titular en alguna franquicia, 4 intercepciones en poco mas de 40 minutos es demasiado. En su lugar saltó John Beck, el mormón, el QB que Cam Cameron pensó que iba a ser el futuro de Miami, uno mas desde que a Dan Marino lo largaron, y tras estar en Dallas un tiempo como 3er QB es sobre quien descansará de momento el futuro de los Redskins.
- Los Philadelphia Eagles superan su primer matchball y merced a los resultados del resto de los rivales de división están de nuevo en plena pomada. Cuatro derrotas siguen siendo cuatro derrotas, pero con los NY Giants a tan solo dos victorias los Eagles están de nuevo en la batalla y quedan aún muchos duelos divisionales que jugarse en la NFC East. Los Eagles tenían y tienen demasiado talento para estar fuera al segundo mes de competición, pero hasta que Andy Reid, o quien sea, no ha tomado la decisión de jugar como un equipo y no como una banda, no han recuperado el buen tono. Los Eagles estuvieron muy serios en defensas, especialmente el safety Kurt Coleman, defenestrado no hace tanto, y mandaron al paredón a Grossman, y en ataque se dejaron de florituras y optaron por jugar mas seguros, corriendo y usando a sus jugadores mas decisivos sin poner en tanto riesgo a Michael Vick, que en Washington, al igual que el año pasado renació de sus cenizas y corrió lo suficiente para ser el primer QB que corre para mas de 5.000 yardas.
- He visto los cinco partidos de Dallas esta temporada. Todos sabemos que el equipo está 2-3, pero este equipo podía estar en todos los abanicos posibles, desde el 5-0 al 0-5, pongan ustedes lo que quieran, pero las cosas como son, los Cowboys son el único equipo de la liga, salvo los Packers, que pueden presumir de haber ganado y perdido todos los perdidos, cuando ganan porque los ganan ellos, y cuando pierden porque los pierden ellos. Nunca están fuera de los partidos, nunca le pierden la cara al partido, llegan al último cuarto por delante o por detrás en el marcador, pero siempre con la posibilidad de ganar el partido, y demostrando por momentos ser el mejor equipo en el terreno, pero siempre pasa termina por pasar algo y el equipo se queda corto. Si este equipo tuviera de QB a alguien como Peyton Manning, Aaron Rodgers o Tom Brady, con el talento que tienen en todas partes, algo me dice que estarían recordándonos al equipo de los 90, y no estoy diciendo que Tony Romo sea un mal QB, sino que estos Cowboys sólo están a eso, de tener a un gran QB para ser un equipo de otra galaxia, yo si fuera Jerry Jones estudiaría seriamente pensar en hipotecar los próximos 3 drafts en el “Rights for Andrew Luck Trade”, una versión moderna del Hershell Walker Trade.
- La bronca entre Harbaugh y Schwartz tapa lo que de alguna manera fue un gran partido de los San Francisco 49ers que encontraron la manera de fundir los plomos a los Detroit Lions. Los 49ers no van a enamorar a nadie con su juego, pero es un equipo que ha hecho de la eficacia y la eficiencia su lema, saben lo que hacen y lo que hacen lo ejecutan con absoluta normalidad. Su ataque no es lo que se esperaba de un entrenador con fama de gurú ofensivo, pero sí es demoledor y efectivo, el ataque terrestre dejó totalmente fuera de juego a la temida DL de los Lions que tanto se centraron en cazar al QB que se olvidaron del resto y por allí le cayeron mas de 200 yardas de carrera. En ataque la DL y especialmente Patrick Willis y NaVorro Bowman amargaron la tarde a Matthew Stafford que se quedó sin ideas, porque de patética se puede calificar su aportación en los dos últimos drives de los Lions, bien lanzando melonazos sin sentido, bien lanzando pases a ninguna parte, hasta le pitaron un intencional grounding fruto de su absoluta impotencia.
- Hace un tiempo ya dije que los Houston Texans me siguen oliendo a petardo y a medida que avanza la temporada o espabilan o van a ver como les superan los Tennesse Titans, un equipo que sin ser nada del otro planeta al menos es consistente a su manera. Si el resto de la AFC South no les supera es porque uno de los equipos son los penosos Indianapolis Colts y el otro es el no menos penoso Jacksonville Jaguars, dos equipos que ya antes de empezar la temporada regular eran “zombies”, palabra que se pondrá pronto de moda de nuevo ante el inminente regreso de la serie “The Walking Dead”. Los Texans pueden echar la culpa a las lesiones o al empedrado, a quien quieran, y sí, han perdido a Mario Williams y no cuentan temporalmente con Andre Johnson, pero la diferencia entre los buenos equipos y el resto es que los primeros saben como jugar con las lesiones y se recomponen, mientras que los demás suelen practicar ejercicios de mediocridad, y luego quedan para el final los Colts, que son directamente un equipo malo.
- Los Raiders volvieron a ganar otro partido lleno de emociones. El equipo aprovechó que el partido se jugaba en el Oakland Coliseum para encender una llama eterna en honor a Al Davis, y el encargado de ponerlo en marcha fue John Madden, el hombre que junto con el propio Al Davis llevaría el equipo a sus máximas cotas de gloria. Luego los Raiders parecía que se iban a merendar a los Cleveland Browns, pero la lesión de Jason Campbell y la incapacidad de los Raiders de rematar un partido que tenían en franca ventaja se les complicó en demasía. Pero menos mal que Hue Jackson cada semana se saca algún truco de la chistera, si la semana pasada se la jugó en un punt en esta ocasión se la jugó en un FG, algo que es mucho mas arriesgado cuando tienes en el equipo a Sebastian Janikowski, en auténtico estado de gracia y que este año no me extrañaría verlo transformar un FG de 70 yardas, los de 50 yardas ya se le quedan cortos.
- En el doble duelo de la NFC South Tampa Bay se recompuso de su humillante derrota una semana antes en San Francisco y en un partido muy disputado ganó a su particular ogro, los New Orleans Saints. Atlanta por su parte superó no con pocas dificultades a los Carolina Panthers, Matt Ryan no está tan fino como el año pasado pero acabó ganando el partido mas gracias a las aportaciones de Michael Turner que por las del propio Ryan. Salvo Carolina en esta división puede pasar absolutamente de todo, aunque esto ya es habitual en la NFC South, una división que no repite campeón.