El Año del Quarterback

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En la que fue mi segunda colaboración de esta temporada escribía de cómo la liga había cambiado, la columna se titulaba “Cómo hemos cambiado”, como la canción de Presuntos Implicados. Filosofaba sobre el cambio del estilo del juego de la NFL, de cómo la liga se estaba haciendo una liga de pasadores y como los QB eran los protagonistas absolutos de la NFL, o más que los QB como el peso del juego aéreo había transformado para siempre el football. Entionces decíamos que lo mas probable es que las estadísticas de muchos QB irían bajando a medida que la temporada avanzara y al final las estadísticas se quedarían en números parecidos al de otras temporadas, que era posible que el mítico record de Dan Marino cayera, pero en resumidas cuentas, que a medida que avanzara la temporada los números irían decreciendo.

 

Aún falta una semana para que acabe esta temporada regular y todos los años nos gusta denominar la temporada de alguna forma, la temporada de fulano, la temporada de tal equipo, etc…. La temporada pasada de baseball, que no ésta, se definió a la MLB como el año del pitcher, los pitchers adquirieron tal importancia que poco importaba tener un equipo plagado de bateadores, los que dominaron la temporada fueron los pitchers. La Liga Nacional, donde los pitchers suelen tener un papel más preponderante al no existir la figura del bateador designado de la Liga Amercana, fue campo abonado al dominio de los pitchers, la final de la Liga Nacional fue un duelo a muerte entre los jóvenes pitchers de los San Francisco Giants contra la temida rotación de veteranos los Philadelphia Phillies, partidos de tanteo muy cortos con los pitchers dominando los partidos. San Francisco acabaría ganando el derecho a participar representando a la Liga Nacional en las World Series apoyados en un ataque anémico pero con una gran rotación de pitchers tanto titulares como suplentes así como lo que se conoce como el cerrador, el “closer” de auténtico lujo, el algo mas que excéntrico Brian Wilson, que nada tiene que ver con el que fuera cantante de los Beach Boys, sólo el hecho que ambos viven en el estado de California. En las World Series de nuevo la potente rotación de los Giants permitió a los de San Francisco celebrar sus primeras World Series en la ciudad del Golden Gate desde que emigraran hará mas de 50 años de Brooklyn junto a los Dodgers.

 

Si algo resumía a la perfección aquella temporada de la MLB fue eso, el año del pitcher, los pitchers dominaron las World Series y al final el equipo con la rotación más completa acabó ganando. En esta última temporada los pitchers no han tenido tanta relevancia, en un primer momento los grandes favoritos eran de nuevo los equipos con grandes rotaciones, pero este año los equipos con buenas rotaciones fueron cayendo en las rondas previas, los Giants ni tan siquiera entrarían en la post temporada y los Phillies, el mejor equipo de la temporada regular caía en la final de la Liga Nacional, sus pitchers no estuvieron a la altura y no pudieron llegar a las World Series, que siendo sinceros, fueron un auténtico despropósito de partidos, fallos garrafales, malas defensas, acciones puntuales que costaron un campeonato, etc… y entre tanto medianía el heroe de las World Series acabó siendo uno de esos jugadores que rellenan las plantillas y que tuvo sus cinco minutos de gloria.

Si este año tuviéramos que definir la NFL, y aún faltando una semana, sería sin duda el año del QB. Los QB se han hecho dueños y señores absolutos de la liga, todo gira alrededor de los QB, para lo bueno y para lo malo, los equipos con buenos QB tienen opciones, los equipos con malos QB no tienen una sola opción. Si miramos a quienes optan al MVP es solamente una cuestión de QB, otros años podía estar por allí algún RB, pero en esta temporada no habrá un solo RB que tenga una sola mención al MVP, el que más yardas acumule este año apenas llegará a las 1.600 yardas, ni tan siquiera aparecen como candidatos a ese premio menor que es el Offensive Player, que ahora mismo es un debate entre aquel QB que no gane el MVP y que recaerá casi con toda seguridad en Drew Brees, el único puesto que podría tener alguna opción a ese premio menor podría ser un WR o TE, pero no acabará por ocurrir, estamos en el año del QB. El MVP será para un QB, el Offensive Player para un QB, el rookie del año será casi con toda segurirdad para Cam Newton, otro QB, y el Comeback Player podría perfectamente acabar en manos de Alex Smith, un QB que tras años dando tumbos ha rehecho su carrera en San Francisco; y finalmente casi nadie duda que el entrenador del año caerá en Jim Harbaugh, jugador que fue QB durante su carrera profesional.

 

Otra señal de que estamos ante el año del QB es que ha caído el último de los records que le quedaba a Dan Marino, el de más yardas de pase en una sola temporada, a falta de una jornada Drew Brees, que ya estuvo a punto de batirlo antes cuando se quedó a apenas una veintena de yardas, lo ha alcanzado y superado de momento en 3 yardas, 5.087, pero con un partido mas ante una defensa tan floja como la de Tampa Bay, Brees podría dejar la marca en casi las 5.400 yardas. Tom Brady apenas necesita una 200 yardas más para superar la marca de Marino y tiene que ganar el domingo para asegurarse el primer puesto de la AFC. El que parece que definitamente no llegará a las 5.000 yardas es Aaron Rodgers, los Packers no se juegan absolutamente nada el próximo domingo y lo mas probable es que Mike McCarthy dé descanso a sus titulares, o al menos no jugarán el partido completo. Pero si seguimos mirando las estadísticas hay 6 QB que han superado las 4.000 yardas y hay otros 3 QB tocando en la puerta de las 4.000 yardas, Tony Romo, Cam Newton y Ben Roethlisberger apenas necesitan un centenar de yardas para lograr la marca, tanto Romo como Roethlisberger se han perdido minutos o partidos esta temporada y fácilmente estarían en el club de las 4.000 yardas de haber podido jugar el pasado sábado, y es mas que probable que ambos puedan batirlo el próximo domingo.

 

Durante esta semana le preguntaban a Marino sobre el récord y como era más que posible que este fuera a caer este mismo domingo, su respuesta fue un lacónico “Hoy día es mas fácil pasar”. Y no le falta razón, las reglas han cambiado, algo que ya lo decíamos en aquella anterior columna, como también ha cambiado el juego, hoy día se pasa más que antes, o más bien se pasa mucho más que antes. Cuando Marino batió su record cuando un QB pasaba para 300 yardas era portada y noticia de toda la prensa, Brees necesitaba algo mas de 300 yardas para batir el récord y casi nadie dudaba que no lo iba a lograr este pasado lunes, 300 yardas por partido es una marca habitual para Brees, incluso es una marca habitual de muchos QB en un mal día, sólo hay que ver las estadísticas de su QB rival Matt Ryan, casi sobrepasa las 400 yardas en el partido y se quedó en 16 puntos tan solamente, está claro que está liga es una liga ya de pasadores. El año que Marino batió su record solamente dos QB superaron las 4.000 yardas, Neil Lomax sobrepasó las 4.600 yardas y se quedó a casi 500 yardas de Marino, el siguiente fue Phil Simms, el actual comentarista de la CBS, que apenas superó las 4.000 yardas. Ningún otro QB pasó de la barrera de las 4.000 yardas, este año lo podrían superar hasta una decena de QB, y nadie sabe si hubieran sido más de no haber caído lesionados QB pasadores como Matt Schaub, o hubieran sido parte de la liga desde el inicio Carson Palmer o Matt Moore, o de haber jugado este año Peyton Manning, es posible que hubiéramos podido asistir a algo sin igual, casi la mitad de los QB de la liga superando las 4.000 yardas, y varios de ellos las 5.000 yardas.

 

No le quito méritos a las temporadas de Drew Brees, Aaron Rodgers o Tom Brady, son grandes temporadas en todo caso, pero el record de Dan Marino ha perdurado 27 años y se ha batido en un año excepcionalmente raro con una pretemporada muy corta y con defensas muy mal ajustadas. Yo viví aquella temporada de Marino, aquello fue una anomalía, algo excepcional, diferente, la liga no estaba preparado para aquello, de la misma forma que defiendo que la liga no estaba preparada para recibir a un QB como Tim Tebow, aquella temporada de Marino fue estratósferica en cuanto a marcas personales de yardas y pases de TD, una “rara avis” en una liga que ya había cambiado sus reglas para hacer el juego ofensivo más alegre. Pero las marcas fueron excepcionales, su equivalente actual sería sobrepasar las 6.000 yardas o mas allá, y cerca de los 60 TD, algo que si se lograra hoy en día nos parecería una autentica anomalía, sin embargo como he dicho, sin quitarle mérito a Drew Brees, que ha tenido un gran año, hoy día es mas fácil pasar, por muchas razones, y al tiempo, este record tengo serias dudas que pueda perdurar casi 30 años como duró la marca de Dan Marino, QB como Aaron Rodgers, Matt Stafford o Cam Newton pueden lograrlo, y los QB que llegan del college son pasadores natos que acabarán por acumular yardas y yardas.

 

Otra muestra mas que estamos sin duda en el año del QB, pero no sólo porque los equipos que apuntan a la Superbowl o al menos que mas boletos tienen para estar allí por lo hecho en lo que va de temporada son equipos donde los QB son la clave del equipo, es lo que está pasando en la cola de la clasificación, no por quienes son los actuales QB de los equipos que ocupan las últimas plazas, sino por como puede quedar determinado el orden del draft para elegir a los próximos QB que van a entrar en la liga. Si hace un par de semanas era casi seguro apostar que los Indianapolis Colts iba a ser el destino de Andrew Luck a día de hoy es casi imposible saber dónde pueda terminar. Parece claro que si los Colts se hacen con la elección número 1 la NFL se puede empezar a preparar camisolas con el número 12 de los Colts, se venderán como churros, pero si la elección acaba en St. Louis, y yo ahora mismo apostaría por eso, tenemos asegurado el mayor culebrón de toda la historia de una post temporada, creo que se podría escribir un libro si llegamos a ese caso, los Rams lo mas probable es que harían un trade por esa elección número 1 y con al menos media docena de equipos en búsqueda de un QB se abriría la subasta, en Miami hay rumores que Stephen Ross estaría dispuesto a traspasar al equipo entero por hacerse con la elección y parece que a los habituales del trade les ha salido un nuevo competidor.

 

Pero que nadie se preocupe, si los St. Louis Rams no se hacen con esa primera elección, y por tanto no se abre la subasta, ya fuera por los derechos da Luck o por llevarse a Sam Bradford, el otro posible escenario se presenta igual de apasionante, Luck aterrizando el mismo equipo que Peyton Manning, y si hay un escenario que veo imposible es ese donde ambos QB compartan equipo, esto ya lo hemos visto en otro deporte, en el ciclismo cuando La Vie Claire junto en un mismo equipo a un Bernard Hinault que afrontaba el tramo final de su carrera y a su delfín y sucesor, el norteamericano Greg Lemond, una batalla que acabaría por romper al equipo de aquellos que aún creían en el veterano francés y aquellos que apostaban por aquel insolente norteamericano. Si los Irsay o los Polian les gusta el ciclismo deberían tomar buena nota de lo que pasó en La Vie Claire, y eso que se saldó la guerra con un Tour para Bernard Hinault, el último de su carrera, y otro para el americano, pero los cuchillazos y navajazos que se soltaron en plena carrera aún colean por las cuestas de los Alpes y Pirineos, Hinault se quedó sin lo que hubiera supuesto su 6º Tour, algo que nunca Francia perdonó a Lemond ni al equipo. Si alguien espera que la convivencia entre Manning y Luck va a ser una repetición de lo que fue la convivencia entre Brett Favre y Aaron Rodgers ya puede ir esperando sentado, no es lo mismo ser la primera elección de un draft que ser el número 24, además de que existen algo así como 28 millones de razones que buscan solución.

 

Por cierto, hay un detalle que no sé si muchos sabrán, el año en que Dan Marino logró el que fuera record de yardas de pase otro record caía, el de yardas corriendo. Eric Dickerson, el elegantísimo RB de los entonces Los Angeles Rams superaba las 2.000 yardas, marca que sólo había logrado hasta entonces O.J. Simpson, con el mérito añadido de haberlo en una temporada regular de 14 partidos, Dickerson la dejaba en las 2.105 yardas. Desde entonces la han superado varios jugadores, pero solo Jamal Lewis se ha acercado realmente a ella y el único RB que se ha acercado hace relativamente poco tiempo fue Chris Johnson, pero viendo la evolución del juego es casi probable que salvo que la temporada regular se amplíe a los 18 partidos que nadie se pueda acercar a esa marca. Esta misma semana veíamos como caía lesionado el que probablemente sea el mejor RB que tiene la NFL en la actualidad y que no volverá a los terrenos hasta la temporada que viene, y esta noticia en una liga dominada por los RB sería la noticia de la semana y del año, pero sin embargo la lesión de Adrian Peterson no ha ocupado ni la mitad de espacio que en su momento ocupó la lesión de Peyton Manning, probablemente no ocuparía ni la centésima parte de espacio que lo haría de haber caído lesionado Tom Brady, Aaron Rodger o Drew Brees, y es que como he dicho, estamos en el año del QB.

 

 

  • La anotación del acrobático TD del WR de los Cincinnati Bengals Jerome Simpson ha dado la vuelta al mundo y por una vez las televisiones españolas han dado una noticia referida al deporte americano donde no se le rompe a uno el cuello o la pierna, donde un aficionado fallece cuando se cae desde la grada o dos aficionados tamaño brontosuario equipados con las camisolas de su equipo no empiezan una pelea por un quítame allá, o donde una ciudad es tomada al asalto por unos gamberros para celebrar una victoria o desahogarse por la derrota. Ya sabemos que el fútbol patrio es un deporte donde las aficiones son ejemplares y un modelo de educación cívica, donde los jugadores son modelos para la sociedad y la prensa es exquisita, amable y alejada de cualquier forofismo, esas cosas malas sólo suceden al otro lado del charco, y a veces ocurre eso, que un gran atleta es capaz de dar un salto de tal calibre que pasa por encima de un defensa que mide mas de 1,80, dar una vuelta en el aire y caer al suelo cual atleta de gimnasia. La anotación del TD es sin duda espectacular, pero los que estamos acostumbrados a ver football cada semana podemos ver al menos un par de jugadas que merecen estar en cualquier sitio por las acrobacias y atletismo que muestran algunos jugadores, lástima que en nuestras televisiones solo se entienda como una faceta circense del deporte más que de la capacidad atlética.

 

  • Durante casi la temporada, y ya desde hace un tiempo para acá, hemos venido denostando la NFC West llamándola la “NFC Worst”, y puede que sea injusto al menos este año y quizás en el futuro nos tengamos que olvidar de ello. San Francisco ha ganado 12 partidos y ganando muchos de ellos a rivales fuera de la división. Seattle y Arizona han llegado a la semana 16 con posibilidades matemáticas de entrar en los playoffs, y caso de haber despertado ambos equipos antes del letargo en el que empezaron la temporada hubieran tenido más opciones. El único equipo que ha bajado su rendimiento son los St. Louis Rams, han pasado de ganar 7 partidos y casi la división el año anterior a ser el más serio candidato, con permiso de los Colts, a tener la primera elección del draft, algo que podrá ser una realidad en las primeras horas del año 2012.

 

  • Por el contrario la tan laureada y cacareada NFC East este año ha sido la “NFC Least”. La división con más campeones y presencias en la Superbowl, la madre de todas las divisiones, es una sombra de lo que fue. Dallas y New York se jugarán la única plaza que queda por decidirse en la NFC, la del campeón de la NFC East y que por primera vez desde la fusión de la NFL y la AFL no tendrá un campeón con al menos 10 victorias. Pase lo que pase el próximo domingo el que gane jugará la ronda de wildcards en su estadio, si Dallas termina campeón los Cowboys jugarán en el parque temático de Jerry Jones, si los campeones son los NY Giants el partido se jugará en Meadowlands, y está por determinar si el rival serán los Atlanta Falcons o los Detroit Lions. En todo caso poco importa, ni Dallas ni New York son equipos que han hecho de la regularidad su mejor carta, lo mismo son capaces de jugar un gran partido que plantar un huevo de dimensiones colosales, por no hablar de la extraña tendencia que tienen ambos equipos a perder partidos de la forma mas inverosímil, por lo que apostar por quién pasará tras jugarse el último partido de la temporada regular es un ejercicio totalmente inútil, todo dependerá si aparece la cara A, cara B o ninguna de las dos caras de estos dos equipos.

 

  • Los Detroit Lions ponen fin a doce años de penurias y de travesía por el desierto, cuyo punto más bajo fue terminar la temporada regular 0-16, único equipo junto con Tampa Bay en perder todos los partidos de la temporada, aunque en el caso de los de Florida su temporada era la primera de su historia, cuando los equipos no se construían a través de la agencia libre y la temporada regular tenía 14 partidos, lo que hace la marca de los Lions aún mas humillante. Aquella nefasta temporada al menos tuvo un premio, Matthew Stafford, un QB que si la salud se lo permite, y tener como socio a “Megatron” Calvin Johnson, puede escribir grandes tardes para la ciudad de la Motown. Stafford por fin ha podido jugar una temporada completa y ha mostrado un gran potencial pero aún tiene que mejorar muchas cosas, en muchas ocasiones parece un conejo asustado en el backfield, algo que también es achacable a su OL, que tiene que mejorar en la protección, y también tiene que mirar más allá de Megatron. Brazo, puntería y otros WR tiene, pero en demasiadas ocasiones esta temporada su única baza era el lanzamiento alocado de un pase y ver que pasa, algo que le puede valer contra secundarias de papel, pero que no le va a valer contra secundarias más veteranas y que van a buscar o forzar esos lanzamientos.

 

  • Mientras que en Detroit Stafford se consolida como QB y parece una excelente elección, en New York, el QB que fue elegido 4 puestos más tarde que Stafford, Mark Sanchez, es cada día mas cuestionado y la paciencia con él se está empezando a agotar. Muchos no se preguntan si Sanchez no es otro QB más de USC, que parecen grandes en la NCAA pero que luego cuando llegan a la NFL no valen para nada, siguiendo el ejemplo de Matt Leinart y en menor medida el de Carson Palmer, por eso la posible elección de Matt Barkley levantaba tantas sospechas en los scouts, hay mucho miedo que sea el típico QB manufacturado por la USC. Si algo ha salvado la carrera de Sanchez hasta el momento era que cuando los NY Jets se ponían en modo playoffs no cometía esos errores garrafales que es capaz de cometer en otros momentos de la temporada, pero este año los NY Jets se están derrumbando aunque siendo justos no todo es imputable al QB, lo que ocurre es que es más fácil personalizar los errores en el QB que en el resto de plantilla, pero Rex Ryan mejor que se dedicara más a entrenar y actuar que a hablar, lleva dos semanas sin parar de hablar y en esas dos semanas los de NY Jets han visto como la temporada se les ha escapado hasta el punto que ahora dependerán de terceros para entrar en los playoffs, pero antes de eso deberán ganar en Miami ante unos Dolphins a los que nada les va en el envite.

 

  • También en la AFC queda por determinar quién ganará la AFC West, si Oakland o Denver, con ventaja para estos últimos que jugarán en su propio estadio ante los Kansas City Chiefs de Kyle Orton, el QB que dejó paso a Tim Tebow y que luego largaron. Si Denver gana estará en postemporada, si pierde y gana Oakland, lo estará Oakland que necesita en todo caso que los de Tebow pierdan. Oakland nos ha dejado sin el que hubiera sido uno de los mejores partidos del año, o más que mejor partido uno de los que mas morbo hubiera levantado, un eventual duelo entre Kansas y Denver por dirimir el campeón de la AFC West. Los Chiefs tenían el partido en la mano, sólo necesitaban que Ryan Succop, el héroe de la victoria ante Green Bay anotara un FG más o menos convertible, pero la defensa de Oakland, Richard Seymour en concreto, bloqueó el FG y el partido se fue a la prórroga, posesión para los Raiders y FG de Sebastian Janikowski, partido ganado. De haber ganado los Chiefs el campeón de la AFC West se hubiera salido del equipo que ganara el próximo domingo en Mile High Stadium, del duelo entre Tebow y Orton, pero no será así y habrá que esperar que sucede en dos escenarios, en todo caso los Chiefs tienen la oportunidad de ponérselo más difícil a las tropas de Tebow.

 

  • Un partido que hace dos semanas era el partido que un aficionado a la NFL no se podía plantear siquiera ver es ahora mismo uno de los partidos que mas morbo levanta, hablamos del duelo entre Jacksonville e Indianapolis. Antes de que los Colts no supieran que era una victoria este partido parecía destinado a eso, a ser el partido menos transcendente de la historia de esta temporada, pero las dos victorias consecutivas de los de Indianapolis, junto a la caída en barrena de los St. Louis Rams, hacen del partido al menos que tenga morbo, porque football es de suponer que veremos mas bien poco. Los Rams cierran la temporada con los San Francisco 49ers que necesitan ganar para asegurarse el segundo puesto de la NFC, y la diferencia que separa a ambos equipos hace suponer que de San Francisco se llevarán el partido, lo que les dejaría con un récord final a los de St. Louis de 2-14. Si los Colts pierden se asegurarán ellos terminar 2-14 y el primer puesto del draft, pero si ganan esa elección se va para St. Louis. Yo no me atrevo a pronosticar nada, los Jaguars están en la misma división que los Colts y si les ganan les pueden esperar otros 10 a 12 años de calamidades antes los Colts si Andrew Luck es el gran QB que se supone que es, pero si pierden los Colts se quedarán sin Luck y deberán seguir con Peyton Manning, que en el mejor de los casos le quedan de 3 a 4 años mas de carrera. A eso se podría unir que por los Colts quizás no haya mucho interés en ganar, o más que en los jugadores en el Front Office y la propiedad, y no digamos en la afición que hace dos días se frotaba las manos con la posibilidad de tener al mejor heredero que podía tener Manning. Resumiendo, podemos tener un partido que nadie va a querer ganar por diferentes motivos. Yo creo que el karma del football fue justo con los Colts cuando los dejó sin Superbowl el año que renunciaron a ser perfectos, y puede que el karma les quiera jugar otra pasada castigándoles su desidia durante buena parte de la temporada y dejarlos sin Luck.

 

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