Soy Elite y además Soy Leyenda

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Con motivo de su habitual artículo de Thanksgiving, mi compañero de columna Josu Arrieta decía que Jack Harbaugh tenía que sentirse en un día tan familiar y entrañable como es Acción de Gracias el padre más orgulloso del mundo del football. Sus dos hijos eran entrenadores de una franquicia de la NFL, solo hay 32 en todo el planeta y ambos lo estaban haciendo muy bien, como muestra un botón, sus dos equipos estuvieron a punto de jugar la Superbowl, solo fallos muy puntuales de algunos jugadores en los minutos finales privaron a la NFL de la primera Superbowl entre dos hermanos.

 

The Big Sunday, el día que se juega la Superbowl, es el acontecimiento deportivo por excelencia del deporte USA y uno de los mayores acontecimientos deportivos del mundo, con millones de telespectadores repartidos por todo el mundo. No es una ceremonia tan entrañable o familiar, es más una fiesta para celebrar con los amigos. Ese día millones de aficionados al football se reúnen para ver el partido mas importante del año, se baten todos los records de consumo de cerveza y comida rápida, el país se paraliza completamente para ver un partido. La Superbowl es el revienta ratios de la televisión, nadie puede toser en lo que audiencias se refiera al partido que un buen día idearon Lamar Hunt y Pete Rozelle cuando negociaban la fusión de la NFL y la AFL, de hecho su nombre lo puso Hunt cuando vio a su hija jugando a Super Ball.

 

The Big Sunday no es una fiesta tan ceremoniosa como la de Acción de Gracias pero hoy tiene que haber un padre aún mas orgulloso de sus hijos que Jack Harbaugh, hablamos como no podía ser de otra manera de Archie Manning, el que fuera QB de los New Orleans Saints casi toda su carrera y que desperdició todo su talento, que era mucho, en un pésimo equipo y en una ciudad que apenas creía en el footbal. Los Saints no ocupan precisamente el corazón de los habitantes de Big Easy, a estos les preocupa mas Mardi Grass, el Jazz, el Barrio Francés y la NCAA, los Saints eran los olvidados de la ciudad.

 

El bueno de Archie tuvo tres hijos, el primogénito no pudo jugar al football por problemas de salud, pero sin embargo sus dos siguientes hijos sí demostraron que podían jugar, Peyton y Elisha, mas conocido como Eli. Ambos jugaron QB, primero en el high School y mas tarde en el College. Aunque Peyton y Eli fueron a universidades diferentes, uno a Tennessee y el otro a Ole Miss, ambos tuvieron carreras brillantes y fueron jugadores destacados, hasta el punto que los dos fueron elegidos como primeras elecciones absolutas en el draft, Peyton en 1998 y Eli en 2004. Mientras que Peyton fue a la que era una de las peores franquicias de la NFL, los Indianapolis Colts que desde que emigraron de Baltimore era eso que se llama equipo cenicienta; Eli se negó a jugar en San Diego, un equipo que estaba lastrado precisamente por una de las peores decisiones en la historia del draft, la elección de Ryan Leaf, que fue el QB que salió inmediatamente elegido tras Peyton Manning aquel año. A pesar de su negativa Eli Manning sí fue finalmente elegido por San Diego para ser inmediatamente traspasado a los New York Giants, lo mas que cerca que estuvo Eli de vestirse de Charger fue el momento en que posó junto al comisionado para hacerse la foto de primera elección del draft, Eli nunca pisaría San Diego como jugador de los Chargers, que se quedaban con Phillip Rivers como premio de consolación.

 

A diferencia de su hermano Eli no empezó la temporada como titular, así como Peyton estaba preparado desde el primer día para dar el salto a la titularidad, Eli contó antes con una fase de aprendizaje bajo la tutela de Kurt Warner, un QB que había salido de la nada para ganar una Superbowl y un MVP con los St. Louis Rams, aunque no tardó mucho Eli  en hacerse con el puesto, y desde entonces no lo ha dejado. Pero pronto se pudieron ver las diferencias entres ambos hermanos, mientras que Peyton era el poster boy y modelo de la NFL junto con Tom Brady, su archienemigo deportivo por excelencia, Eli vivía en la ciudad con la prensa mas cainita del país, la de la Gran Manzana, una prensa donde hay cientos de analistas cubriendo cada movimiento, cada lanzamiento, donde hay cientos de tertulias radiofónicas, una ciudad tan grande que puede albergar a dos franquicias de la NFL, de la MLB, de la NBA y de la NHL, ocho equipos profesionales de las cuatro grandes ligas, y en medio de todo ello Eli Manning. Pero las diferencias no solo eran eso, Peyton es un líder indiscutible en el campo y fuera, un espectáculo por sus aspavientos, maneras y forma de comportarse en el campo, luce ante los focos, hace cientos de anuncios y no parece molestarle la prensa y los medios, Eli por el contrario era más discreto en el campo y fuera de él, muchas veces dando la sensación de pasar de todo, de hastío desinteresado, hasta el punto de desquiciar a propios y extraños.

 

Todo jugador tiene derecho a tener días malos, hasta los mas grandes tienen días en que nada les sale, nadie ha escapado a ello, ni Joe Montana pasando por Peyton Manning y Tom Brady, pero Eli era capaz de lo mejor y lo peor, un día estaba brillante y rozando la perfección, la siguiente era una sombra de si mismo, lo mismo se plantaba el día que Jerry Jones inauguraba su parque temático en Dallas y le aguaba por completo la fiesta, que el domingo siguiente iba a jugar a Washington o Philadelphia y era interceptado de 3 a 4 veces, o simplemente tiraba el partido por la borda, y todo sin que le mueve un solo gesto de la cara, Eli Manning tenía la misma cara cuando hacía las cosas bien que cuando las hacía mal, todo parecía darle absolutamente igual, incluso muchos se cuestionaban si realmente le gustaba el football, nunca ha sido un QB al que le gustara recibir golpes y se sentía incómodo.

 

Pero Eli tenía un apellido que pesaba mucho, no era como su hermano, un modelo de regularidad pero sí era un muy buen QB cuando se lo proponía, pero también era un mal QB cuando se lo proponía, cuando era bueno era bueno, pero cuando era malo, era mejor aún, un QB como los toreros artistas o poetas, de los que cuando ven salir al morlaco de toriles enseguida saben que ese día solo pueden ocurrir dos cosas, o echa la plaza abajo con una faena antológica, o se le echa la plaza encima con una faena indigna, así era Eli Manning, y probablemente lo seguirá siendo toda su carrera, esa es precisamente su grandeza, capaz de lo mejor y lo peor, brillante como pocos cuando está en estado de gracia, fallón como nadie cuando está incómodo.

 

En el año 2007 tenía su primer gran año, elegido en el 2004 pocos le cuestionaban su titularidad en New York, pero tampoco estaba al nivel que muchos esperaban de una primera elección, otros QB de su misma promoción ya eran triunfadores, Ben Roethlisberger había ganado un anillo y Phillip Rivers era el alma de los San Diego Chargers, y Eli seguía siendo eso, Eli, un QB que a ratos era mejor que ambos, pero cuando era malo era realmente malo de narices. Pero en el año 2007 los NY Giants entraron en playoffs de tapadillo, ganaron en wildcards, luego le estropearían la fiesta a Jerry Jones, Tony Romo y T.O. y para rematar jubilaba a Brett Favre de Green Bay. Eli, el siempre cuestionado Eli estaba a un gran nivel, al que se esperaba de él cuando lo eligieron los Giants y llevaba a su equipo a la Superbowl, donde les esperaban los intratables New England Patriots, 18-0 ese año, en busca del Eldorado, la temporada perfecta y tras haber pulverizado los records.

 

Los Giants dieron la campanada, arropado por una defensa que desarboló por completo a Brady y cía. Eli estuvo perfecto, lideró a su ataque, que era básicamente un ataque terrestre, sin fallos y los Giants estaban en el partido. En el último drive tenían que anotar, y entonces apareció el genio que lleva dentro, no se sabe aún como escapó de la presión de la defensa de los Patriots, lanzar un pase imposible que David Tyree con el casco como apoyo pudo amarrar ante un incrédulo Rodney Harrison. Lo siguiente fue un excelente pase a Plaxico Burress, un WR tan polémico como con talento, y los Giants daban la campanada, ganaban la Superbowl y Eli Manning el MVP, en justicia debió haber correspondido a sus compañeros de la DL que desquiciaron a Brady, pero normalmente el MVP se suele otorgar a jugadores de ataque, y Eli había estado brillante en el drive ganador.

 

El año siguiente los NY Giants terminaban con el mejor record de la conferencia, pero eran eliminados a las primeras de cambio , en aquel año se podía haber celebrado al Manning Bowl si los hermanos hubieran llevado a sus equipos a la Superbowl. Los dos siguientes los NY Giants no fueron ni capaces de entrar en playoffs, y como siempre los blancos de todas las críticas fueron primero Tom Coughlin, y segundo Eli Manning, que pese a todas las críticas seguía a lo suyo, combinando grandes partidos con grandes decepciones por igual, un día bordeando la perfección, la siguiente el ridículo, y todos empezabamos a asumir que Eli era así, entre tanto su hermano seguía acumulando records, MVP y era capaz de regresar a una Superbowl.

 

Sin embargo esta temporada echó a andar y se veía a un Eli diferente. Los NY Giants no eran siquiera favoritos en su división, las apuestas estaban entre los Philadelphia Eagles de Michael Vick y los nuevos y renovados Dallas Cowboys de Jason Garrett. Eli a la chita callando firmo una magnífica temporada, sus números no tenían nada que envidiar a los de su hermano, sólo que esta vez su hermano no estaba para hacer comparaciones. Su equipo era capaz de lo mejor y peor, una semana ganaba a los New England Patriots con remontada de Eli , otra perdían de forma infame con los Seattle Seahawks para la siguiente dar una lección de football a los Dallas Cowboys, y en medio de todo ello dos derrotas con el peor equipo de la NFC East, los Washington Redskins. Tal era la montaña rusa de los NY Giants que la siempre dura prensa neoyorquina estaba pidiendo la cabeza de Coughlin.

 

Pero al igual que en el 2007 los NY Giants encontraron su mejor momento en diciembre, pero a diferencia de aquel año donde lo que mandaban era la defensa y el ataque terrestre, esta temporada era Eli y su cuerpo de WR y una defensa que hizo clic en el momento justo. Eli se quedó a apenas una decenas de yardas de entrar en el club de las 5.000 yardas, pero a diferencia de los otros QB que sí estaban allí llevó su gran estado de forma a la post temporada y los que lo han notado en sus carnes fueron primero los Atlanta Falcons, después se destapó con una excelente actuación en Lambeau Field dejando en un segundo plano a Aaron Rodgers, eventual MVP y la sensación de la temporada regular junto con Tom Brady y Drew Brees. En San Francisco, en un partido durísimo contra una defensa que el dio una paliza monumental, Eli Manning se hizo mayor de edad, aguantó, demostró madurez y liderazgo y puso sus galones encima de la mesa, desde ese momento la discusión era solo una, era Eli un QB de la élite como el mismo se postulaba, la Superbowl era su asignatura pendiente, ya había ganado una, ya tenía un MVP, pero a nadie parecía importarle demasiado, todos consideraban aquello un churro.

 

Sin embargo Eli acalló a todos, completó un sensacional partido, mientras Brady batía nuevos records, mas yardas y pases completados en su quinta participación en el gran partido, Eli, como llevaba toda la temporada, se demostraba muy eficiente, no perdía nunca la calma ni la compostura, ni tan siquiera tras la primera parte, un tiempo que su equipo dominó por completo pero que sin embargo veía como se iban abajo en el marcador. Tras el descanso parecía que los Giants se iban del partido, un inspirado Brady abría brecha en el marcador. Pero Eli no se asustó, salió al campo, avanzaba con drives largos y el único pero era que su equipo no anotaba TD sino FG, el resto lo ponía su defensa evitando que los Patriots anotaran. Y llegó nuevamente el momento de la verdad, faltando 4 minutos los NY Giants tenían que avanzar 88 yardas, anotar algo e impedir que los Patriots pudieran anotar, pero lo mas importante no era eso, de momento era perentorio anotar, aunque fuera un FG.

 

Y en ese drive Eli Manning de nuevo lo hizo, si en el 2007 se sacó un pase de la chistera y bastante afortunado, en esta ocasión dirigía el drive con la misma maestría que lo hubiera podido hacer su hermano o el mismo Brady, el pase de 38 yardas a Mario Manningham sólo lo pueden hacer los grandes QB, esa precisión de poner el pase donde solo tu WR puede atraparlo es algo que está al alcance de unos pocos elegidos, un auténtico ejercicio de precisión y toque donde el mérito es compartido entre el QB y el WR. Eli siguió tirando pases milimetrados el resto del drive y los Giants acabarían por anotar un TD, y no es el momento de debatir si debieron anotarlo o no, o si debieron usar el reloj y anotar un FG no dejando tiempo para remontar a Brady. Lo importante era que Eli Manning había hecho su trabajo y méritos mas que suficientes para ser MVP si su equipo terminaba por ganar. Justin Tuck, el brillante DL de los NY Giants declaraba al final del partido que de nuevo Eli le había birlado el MVP de la Superbowl. En el año 2007 Tuck fue una pesadilla constante para la OL de los Patriots y para Brady, y nuevamente lo había sido este año, pero nuevamente apareció Eli en un drive preciso para dar otro Vince Lombardi a su equipo.

 

La discusión desde ahora ya no va a ser si Eli Manning es élite o no, lo ha demostrado ganando dos Superbowls, algo que está al alcance de muy pocos, su hermano tiene una, y no se puede decir que Eli es un mero gestor de partidos como lo han sido otros QB que han ganado el anillo como Trent Dilfer o Brad Johnson, sino que ha sido siempre parte decisiva. La discusión a partir de ahora es si pertenece al Hall of Fame o no, y aquí es donde me pronuncio. Yo creo que Eli Manning es como los toreros artistas, esos que son capaces de no hacer nada durante mucho tiempo y de repente se destapan con una actuación primorosa, de esas que te hacen olvidar todo lo malo que has podido ver de ellos antes porque cuando lo hacen bien son eso, maravillosos de ver. A mí este chico me recuerda a Morante de la Puebla, uno de esos toreros artistas que hay en el escalafón, lo he visto en cantidad de ocasiones no hacer nada de nada, pero nada de nada, pero un día encuentran el toro que les gusta y ese día no lo olvidas jamás, y lo continuarás viendo año tras año, faena tras faena, en las que nunca sabrás lo que pueda pasar, y siempre esperando que repita. Eli es igual, puede desesperarte, desquiciarte, aburrirte, pero el día que se pone es una autentica delicia verlo jugar, y sí, yo sí creo que pertenece al Hall of Fame.

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