w4: Un deporte en el que pasan cosas

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En la divertida serie Modern Family escuché algo gracioso la semana pasada. La voluptuosa Gloria (Sofía Vergara, podría ir de cheerleader de la semana), veía con pasión un partido de fútbol (soccer) de la seleccion de Colombia en un bar. Cuando un aficionado le preguntó a su afortunado marido Jay (Ed O’Neill) si le gustaba el soccer, él contestó: «No, me gustan los deportes en los que pasan cosas.«

 

No me extraña que al «soccer» le cueste entrar en el mercado norteamericano. Es un deporte en el que es muy difícil disfrutar del espectáculo si no tienes pasión por un determinado color. El football, en cambio, es un deporte en el que sí que pasan cosas. En el que puedes disfrutar en shoot outs o en brillantes duelos defensivos, en el ambiente ensordecedor de un dome o en los rigores climáticos invernales. Bajo un brillante sol o con viento o bajo la nieve. Y ni siquiera tienes que ser fanático de un equipo para disfrutarlo.

 

Un partido en el que pasaron cosas fue, por ejemplo, el del Georgia Dome. Fue un partido de alternativas en el marcador, en el que no se puso en evidencia la diferencia entre uno de los invictos de la liga y otro que dió una pésima imagen la pasada jornada. Y es que los Carolina Panthers (1-3) dieron una imagen bien distinta. Les vino bien el tiempo extra de preparación tras jugar el jueves. Esta vez Cam Newton sí que tuvo motivos para celebrar sus TD. Completó 15/24 pases para 315 yardas y sendos pases de TD a Greg Olsen y a Kealoha Pilares, pero además corrió 86 yardas en 9 scrambles sumando otro TD. Una gran actuación.

 

Podría haber sido suficiente para doblegar a los Atlanta Falcons (4-0), pero no cabe duda de que Matt Ryan (25/40, 369 yardas, 3 TD, pick) está «on fire».

 

Tras el two minutes warning y gastado el último tiempo muerto de Atlanta, Newton tomaba el snap en «3ª y 2». Dos yardas y los Panthers hacían algo que no hacían desde 2007, ganar en el Georgia Dome. Pero en el football pasan muchas cosas y en este partido sí que pasaron cosas en los dos útimos minutos. Newton consiguió las dos yardas, pero los dioses del football le castigaron con uno de esos fumbles en el momento más inoportuno. Los Panthes recuperaron el balón pero una yarda detrás de la línea de 1º down. Podrían haber intentado convertir el «4ª y 1» en la 45 de los Falcons, pero optaron por el punt.

 

El punt de Brad Nortman fue perfecto, clavado en la yarda 1, pero no se puede decir lo mismo de la secundaria norcarolina, que se tragó un pase de 59 yardas desde el fondo de la endzone de Ryan para Roddy White (8 recepciones, 169 yardas, 2 TD). Un balón que voló casi 70 yardas por el aire, la jugada del partido. Pocos snaps después Matt Bryant convertía su 9º FG sin fallo esta temporada para mantener invictos a los suyos.

 

También pasaron cosas en casa del otro invicto de la NFC. Los Arizona Cardinals (4-0) consiguieron su 500ª victoria en la NFL y se colocan 4-0 por primera vez desde 1974. Muchos aficionados aún no habían nacido. Pero al igual que los otros pájaros invictos no dominaron el partido como tales, ni mucho menos. De hecho fueron los Miami Dolphins (1-3) los que dejaron escapar una victoria que acariciaban con las yemas de los dedos. Ryan Tannehill (26/41, 431 yardas, TD, 2 picks) supo mover el balón frente a una de las defensas más calientes del momento, y puso a los suyos por delante en el marcador mediado el 4º cuarto merced a un pase de TD a Brian Hartline que se escapó 80 yardas hasta la endzone en una elaborada jugada que puso en evidencia la defensa de los locales. La defensa de Arizona picó en el engaño, pero no es de recibo que dejen sin marca a un jugador que «sólo» llevaba 10 recepciones para 165 yardas en el partido.

 

El caso es que Hartline hizo el partido de su vida (12 recepciones, 253 yardas, récord de la franquicia, TD) y, tras un «3 y fuera» de la defensa de los Dolphins (8 sacks, ¡4,5 de Cameron Wake!, 2 picks de Sean Smith), a los de Joe Philbin sólo les quedaba ir agotando el reloj. Pero de repente, saliendo de la nada, Daryl Washington dio una oportunidad a los suyos con un monumental sack que forzó un fumble. Fue el momento de Kevin Kolb (29/48, 324 yardas, 3 TD, 2 picks), quien empató el partido en un agónico drive en el que convirtió dos situaciones de «4º down», la última en el pase de TD a Andre Roberts en «4ª y 10». En la prórroga Tannehill fue interceptado y los Dolphis se volvieron de vacío tras el FG de Jay Feely.

 

Los Cardinals llevan una racha de 11 victorias en us últimos 13 partidos. Curiosamente han disputado 5 prórrogas en ese intervalo, todas saldadas con victorias.

 

LOS FAVORITOS IMPONEN SU RITMO

En el primer cuarto de la temporada regular dos de los equipos más nombrados en las predicciones de pretemporada de cara a la Super Bowl XLVII han mostrado su solidez. Texans y 49ers son actualmente los equipos a los que nadie quiere enfrentarse en cada conferencia. Sólo queda por ver si van a ser capaces de mantener ese nivel  a lo largo de toda la temporada, que es corta, pero se hace larga a la hora de dominarla de cabo a rabo.

 

Los Houston Texans (4-0) pueden andar cerca de ganar su división entrando en noviembre al paso que vamos. Tienen más victorias que el resto de rivales divisionales en su conjunto. Como era de prever, los Tennessee Titans (1-3) tampoco fueron rivales este domingo.

 

Por si fuera poca la habitual aportación del ataque tejano con Matt Schaub (20/28, 202 yardas, 2 TD) y Arian Foster (24 acarreos, 86 yardas, TD), la defensa se sumó a la fiesta anotadora con sendos pick six de Danieal Manning y de Kareem Jackson. Además sacaron del campo lesionado a Jake Locker con un sack en el 1º cuarto. ¿Falta algo más? Los Titans tuvieron que tirar de Matt Hasselbeck, que está más para jugar con sus nietos que para seguir en activo. La única buena noticia para los de Mike Munchak fue la «resurrección» de Chris Johnson, quien recibió 25 snaps y sumó 141 yardas. Ya sólo le quedan 1.814 para las 2.000 esta temporada.

 

Los San Francisco 49ers (3-1) borraron del mapa a unos New York Jets (2-2) que cuesta creer que llegaran al partido con récord positivo. Fue el primer shutout de la temporada. La defensa de los mineros hizo méritos, claro, pero lo cierto es que los Jets son un equipo roto en estos momentos. Si ya perdieron a Darrelle Revis la semana pasada, ésta han perdido a Santonio Holmes, en una curiosa jugada además, que regaló un TD a los 49ers. Pero no es sólo un problema de lesionados, Mark Sanchez está en el peor momento de su carrera, la dirección del equipo es totalmente errante y la defensa no domina. Esto no se arregla ni con un milagro de Tim Tebow.

 

Los 49ers practicaron su Harbaughball habitual. En defensa sólo permitieron 145 yardas ofensivas a los Jets y en ataque fueron piano, piano, sin arriesgar, con sus múltiples looks en el juego de carrera (9 corredores distintos, 245 yardas, 2 TD). Jim Harbaugh está teniendo el acierto de implicar en el ataque al QB suplente Colin Kaepernick, quien abrió el marcador en una carrera desde la formación de wildcat.

 

Los 49ers están tan bien entrenados que estuvieron preparados para una jugada que Tebow no realizaba desde sus tiempos de college. A pesar de no haber lanzado un pase aún esta temporada, Vic Fangio, en sus largas sesiones de vídeo, estudió su jugada de pase después de amagar con el salto sobre la pila de jugadores en situaciones de yardaje corto. La defensa minera entrenó dicha jugada y cuando Tebow la puso en práctica el domingo, en lugar de anotar un TD en el engaño, la defensa de los 49ers forzó un fumble. Así se lo contó Fangio a Peter King.

 

UN JUEGO DE KICKERS

Se dice que los ataques ganan partidos y las defensas campeonatos. A mí me gusta más el aforismo que dice que los ataques venden entradas, las defensas ganan partidos y los kickers ganan los campeonatos. Y es que los kickers son los grandes olvidados del football. Han decidido muchas Super Bowls e innumerables partidos cada domingo, pero generalmente los aficionados sólo se acuerdan de ellos cuando fallan. Y hasta en esos casos, sus madres son más recordadas que ellos.

 

Así, el siempre magnífico duelo entre Philadelphia Eagles (3-1)New York Giants (2-2) se decidió en el lanzamiento de un FG sobre la bocina. Hasta entonces el partido fue un intenso duelo defensivo, con un pass rush feroz, pero con grandes OL enfrente, una batalla en las trincheras con ocasionales bombas a DeSean Jackson (6 recepciones, 99 yardas, TD) o a Domenik Hixon (6 recepciones, 114 yardas) y a Victor Cruz (9 recpeciones, 109 yardas, TD). Ambas defensas son muy productivas, pero tanto Michael Vick (19/30, 241 yardas, TD, más 49 yardas de carrera) como Eli Manning (24/42, 309 yardas 2 TD) fueron muy cuidadosos con el balón, sólo hubo un sack (a Vick) y un turnover (un pick a Manning). Destacable fue también la participación del retornador de kick offs David Wilson, quien en cada retorno avanzaba constantemente 30 o 40 yardas para los Giants, una y otra vez.

 

Los Eagles fueron más sólidos en la 2ª mitad apoyados por fin en el juego de carrera de LeSean McCoy (121 yardas en la 2ª mitad). Los Giants, como es habitual, reaccionaron en el 4º cuarto, consiguiéndo ponerse por 1ª vez por delante en el marcador. Al final, un partido tan duro, intenso e igualado se resuelve con una patada. Y no sólo fue por la patada, sino con el emplazamiento de la misma. Los Giants tenían el último balón, dos puntos por abajo en el marcador. Dos pass interferences casi consecutivos les llevaron a FG range. pero entonces Ramses Bardem hizo algo que no hay que hacer nunca en esa situación, cometer una falta que te saque de FG range.

 

Así, una interferencia de pase ofensiva convirtió un FG de 44 yardas para ganar el partido en uno de 54. Andy Reid, que no lee esta columna, volvió a hacer el rídículo pidiendo un tiempo muerto para enfriar al kicker cuando a Lawrence Tynes le había saldio un churro de patada. En el intento de verdad, el balón fue directo al goal post, pero se quedó un par de yardas corto. Tenía que haber acertado sólo para ver la cara de Reid. Los campeones perdían su 8º partido en sus últimos 9 enfrentamientos con los Eagles.

 

Y si eso pasó en la Ciudad del Amor Fraterno, qué decir de lo que ocurrió en Tampa. Los Washington Redskins (2-2) dominaron el partido en la 1ª mitad con un siempre productivo Robert Griffin III (26/35, 323 yardas, más 43 de carrera y un TD) y con un trotón Alfred Morris (21 acarreos, 113 yardas, TD), el RB de cabecera de Mike Shanahan. Por los Tampa Bay Buccaneers (1-3) Josh Freeman volvió a ejercer de nuevo Captain Comeback y dio la vuelta al marcador tras el two minutes warning.

 

Pero el partido se estaba jugando en realidad en las patadas. Los Rams tienen a un Connor Barth que va perfecto esta temporada (9/9) y que había convertido tres FG en el partido. Por el contrario, Billy Cundiff había fallado los tres que había chutado, de 57, 41 y ¡31 yardas!. Un claro candidato a leer las demandas de empleo en el periódico el lunes por la mañana.

 

Al final, RGIII tuvo 1:42 para darle la vuelta al partido otra vez, y frente una sorprendentemente débil defensa, completó tres pases consecutivos e hizo un scramble para plantarse de inmediato en FG range. Sólo Cundiff puede saber cómo tenía las tripas, pero tuvo que chutar un FG de 41 yardas para ganar el partido. Por suerte para él y para su equipo, éste lo clavó.

 

También tuvo su importancia el kicker en el duelo divisional St. Louis Rams (2-2)Seattle Seahawks (2-2), como suele ser frecuente en esta rivalidad de resultados siempre apretados. Los Rams tienen a un increíble rookie, Greg Zuerlein a.k.a. «Greg the Leg», quien no sólo va perfecto en su carrera profesional (12/12), sino que en su 4º partido en la NFL se ha convertido en el 1º kicker que convierte dos FG de 58 o más yardas en un partido (58 y 60). Sus puntos (4 FG) fueron cruciales en un partido en el que las defensas se impusieron a los ataques. El único TD de los Rams vino incluso en un FG Fake, en una trick play en la que Danny Amendola hizo de «palomero» sin que los Seahawks se enteraran.

 

La defensa de los Rams también se impuso al ataque de los Seahawks. El rookie Russell Wilson, como dirían las malas lenguas, siguió lanzando picks (3), aunque los cebras titulares se los pitaron como intercepciones esta vez. El único argumento ofensivo de los de Pete Carroll fue la carrera de Marshawn Lynch (20 acarreos, 118 yardas, TD), insuficiente.

 

UN JUEGO DE QUARTERBACKS

Claro que si los kickers tienen una gran imprtancia en el juego, los quarterbacks también tienen alguna. En Lambeau Field se citaron dos de los mejores de la liga, dispuestos a medirse en un duelo de pistoleros al oeste del lago Michigan.

 

Aaron Rodgers (31/41, 319 yardas, 4 TD, pick) disparó primero, pero Drew Brees (35/54, 446 yardas, 3 TD)  no se quedó atrás. Rodgers siguió disparando, pero Brees volvió a contrarrestar. Al final, el pistolero local dio el último y dio más fuerte.

 

Los Green Bay Packers (2-2) llegaban «moscas» al partido por el «pick -6© affaire», pero esto es algo que ya tiene que quedar atrás. A diferencia de los New Orleans Saints (0-4), por lo menos corrieron un poco (84 yardas en 18 acarreos de Cedric Benson) aunque fuera para despistar. Al final, Rodgers acertó, mientras que Brees se estrelló en su último drive y Garrett Hartley falló el FG de 48 yardas que les volvía a poner por delante en el marcador (había acertado con uno de 43, pero un holding los echó para atrás. No fue una compensación para los Packers, el hoding fue muy claro).

 

Brees iguala a Johnny Unitas con su 47º partido consecutivo lanzando algún pase de TD, pero su equipo está a cero y en el Brakleyómetro®. El próximo SNF, salvo sorpresa, batirá el récord en la que fue su casa y en horario de máxima audiencia.

 

Y si en Lambeau Field teníamos a dos de los mejores QB, en el MNF en Jerry’s World teníamos a dos de los siempre cuestionados aspirantes, y la noche fue muy distinta para cada uno. El titular es evidente, Tony Romo fue interceptado en 5 ocasiones, dos de ellas retornadas para TD (Romo dio más pases de TD a jugadores de los Bears que de los Cowboys). No todas fueron culpa suya, evidentemente, e hizo lo que tenía que hacer para ganar el partido, sin preocuparse de sus estadísticas personales, pero algo me dice que el «pacienciómetro» de Jerry Jones está en estos momentos bastante bajo. Los Dallas Cowboys (2-2) actuales están manteniendo un perfil demasiado plano. No tienen un ataque espectacular, ni un sólido juego de carrera, ni una defensa dominante. Un perfil demasiado plano para el gusto de sus aficionados.

 

Más suerte tuvo Jay Cutler (18/24, 275 yardas, 2 TD), al que se le puso el partido de cara. Incluso cuando perdió un balón en un sack de DeMarcus Ware, los Chicago Bears (2-2) recuperaron el balón en la sigueinte jugada. Con todo, tuvo un mal gesto con su coordinador ofensivo Mike Tice en la banda. Brandon Marshall (7 recepciones, 138 yardas, TD) volvió a ser su diana preferida y los Bears equilibraron su récord en un partido que no se preveía fácil.

 

Las cheerleader de los Denver Broncos (2-2) son siempre bienvenidas a esta sección. Esta semana están de enhorabuena después de que Peyton Manning volviera a ejercer de Peyton Manning firmando un partido con 30/38 pases completados, para 338 yardas y 3 TD. Un partido perfecto.

 

Claro que contó con la inexistencia de algo que pudiera llamarse defensa por parte de los os Oakland Raiders (1-3). Manning distribuyó uniformemente el balón entre 8 receptores, diseccionando la secundaria rival sin ser apenas molestado por el pass rush. Willis McGahee complementó el ataque con 112 yardas y un TD en 19 acarreos y asunto liquidado.

 

Los Raiders apenas corrieron (34 yardas en 13 acarreos de Darren McFadden) y si lo que prentendían era mantener un pulso a Manning con Carson Palmer (19/34, 202 yardas) no iban a llegar muy lejos. La defensa local apenas les dejó franquear la red zone un par de veces, una de ellas por los pelos y en los minutos de la basura. Su única aportación al marcador fueron un par de FG de Sebastian Janikowski.

 

Esta semana teníamos doble duelo en la AFC Oeste y ya se ha hecho el corte entre los que optan al título y los que no, ya que los San Diego Chargers (3-1) tampoco tuvieron problemas para deshacerse de los flojos Kansas City Chiefs (1-3). Claro que es muy fácil jugar cuando fuerzas 6 turnovers, 5 en la 1ª mitad. Para cuando los Chiefs abrieron el marcador ya estaban 20-0. Matt Cassel fue intercpetado en 3 ocasiones, Jamaal Charles cometió dos fumbles y Shaun Draughn otro. A Phillip Rivers le bastó con mover un poco el balón para asegurar la victoria. Atención, pregunta. Si era el 100º partido de Rivers en la NFL y justo superó la barrera de las 25.000 yardas en el mismo, ¿cuál es la media de yardas por partido en su carrera? No vale usar calculadora.

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

El jueves los Baltimore Ravens (3-1) se deshicieron de unos Cleveland Browns (0-4) que plantaron más batalla de la esperada en un equipo que había perdido las 8 veces en que se han enfrentado a John Harbaugh. La defensa de los Browns es más dura de lo que parece y siempre le tienen ganas a los Ravens, y no le hicieron la noche nada fácil ni a Joe Flacco (28,46, 356 yardas, TD, pick) ni a Ray Rice (49 yardas en 18 acarreos, 47 más en 8 recpeciones). Brandon Weeden (25/52, 320 yardas, pick six) no se amilanó frente a la defensa de los Ravens y tuvo incluso un drive para forzar la prórroga en el último minuto, pero no tiene un «supporting cast» adecuado, sólo al rookie Trent Richardson (más de 100 yardas desde el scrimmage, TD) más una cohorte de receptores anónimos.

 

Siguiendo con la división, los Cincinnati Bengals (3-1) siguen ganando y convenciendo con el «triplett» Andy DaltonA.J. GreenBenJarvus Green-Ellis. El QB lanzó un par de pases de TD y corrió  para otro. El WR superó las 100 yardas de recepción y anotó uno de los TD. El RB se acercó al centenar de yardas y controló el tempo del partido. En el duelo de felinos, los Jacksonville Jaguars (1-3) se mostraron muy inferiores a los tigres de Bengala. Blaine Gabbert fue muy presionado por la defensa (6 sacks, pick) y Maurice Jones-Drew resultó totalmente anulado. Este equipo es muy flojo.

 

A Bill Belichick no hay que cabrearlo. No sé qué le hacen los Buffalo Bills (2-2) pero siempre la acaban pagando.

 

Los Bills se pusieron 14 puntos arriba al inicio del 3º cuarto, y eso que C.J. Spiller había cometido un fumble a una yarda de la endzone justo antes del descanso y Ryan Fitzpatrick ya había sido interceptado en dos ocasiones.

 

Pero a partir de ese punto, los Bills siguieron siendo poco cuidadosos con el balón (otro fumble de Fred Jackson, otro par de picks al despreocupado Fitzpatrick), pero la defensa comenzó a hacer aguas a medida que Tom Brady (22/36, 340 yardas, 3 TD, otro de carrera) hacía de Tom Brady y los jóvenes corredores de los New England Patriots (2-2) se ponían a correr sin oposición por parte de la cara defensa rival. El rookie Brandon Bolden y Stevan Ridley sumaron 243 yardas y 3 TD en sus 38 acarreos. Los Pats anotaron 6 TD consecutivos en la 2ª mitad para reafirmar su autoridad en una división en la que nadie tiene récord positivo.

 

Por último tenemos una de las sorpresas de la jornada, con la victoria de los Minnesota Vikings (3-1), en la Motown, frente a una de las decepciones de la temporada, los Detroit Lions (1-3). Ninguno de los dos atques funcionó demasiado y fueron bien amarrados por las defensas rivales, pero los Vikings dominaron una de las tres fases del juego, la de los equipos especiales, y el TD de retorno del kick off inicial por parte del eléctrico Percy Harvin y el retorno de punt de 77 yardas, también para TD, de Marcus Sherels en el 3º cuarto, marcaron la diferencia en el partido.

 

Los Lions están ofreciendo una pésima imagen en este inicio de temporada mientras que la victoria de los Vikings rompe su racha de 11 derrotas intradivisionales consecutivas.

 

BYES DE LA SEMANAPittsburgh Steelers (1-2). Indianapolis Colts (1-2). Lo peor del bye fue la noticia de que Chuck Pagano, nuevo head coch de los Colts, sufre leucemia. Desde aquí le deseo una pronta y completa recuperación. El coordinador ofensivo Bruce Arians se hará cargo del equipo.

 

Como dicen por allí, Best team in football.
Tienen una derrota, pero los veo más sólidos que Cards y Falcons.
Ex Aequo

 

No son tan malos como se podría pensar, y tienen un interesante proyecto lleno de jóvenes promesas, pero llevan 10 derrotas consecutivas, y un rosco en el récord.
Los Saints siguen con el rosco.
Dentro de los equipos con una victoria es de los más flojos.

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