Houston… no tenemos problemas

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Tras cuatro jornadas y cuatro victorias llega el momento de hacer justicia y analizar a la que probablemente sea ahora mismo la mejor defensa de la NFL, la de los Houston Texans.

Dirigida desde la banda por el coordinador defensivo Wade Phillips los tejanos manejan también la popular 34, que como en todos los casos,  cuenta con varias particularidades que difieren de las otras 34 que hemos visto hasta la fecha.

En primer lugar, y como venimos haciendo semanalmente, conozcamos primero un poco al «padre de la criatura». Phillips es un veterano entrenador que lleva coordinando defensas desde 1970 cuando se hizo cargo de la de Lutcher Stark HS.

Su primera experiencia en la NFL le llegó en 1976 y desde entonces ha desarrollado su trabajo en diversos equipos incluyendo etapas no tan exitosas como head coach en Denver, Buffalo, Atlanta y Dallas.

Lo cierto es que pocos entrenadores de la liga puden presumir de tener su dilatada experiencia y el año pasado recibió el reconocimiento de la NFL como «Mejor asistente de la temporada» por haber transformado a una defensa que venía de ser la 30º en el 2010 a una que termino 2ª en 2011.

Houston fue la cuarta defensa que menos puntos encajó (frente a la cuarta que más en 2010), la segunda que menos yardas pemitió (la tercera peor en 2010) y la tercera con menos yardas por jugada (4.8, comparadas con la 6.0, segunda peor de 2010). Una de las mayores transformaciones en la historia de la liga.

A lo largo de su carrera Phillips ha demostrado que como coordinador sabe revertir la situación de pésimas defensas sin embargo, sus segundos años siempre han estado más cuestionados y sus unidades han solido perder fuelle. En Texas parece que ha encontrado la estabilidad y su unidad parece que incluso ha mejorado de un año a otro.

En mi opinión lo que hace diferente a esta defensa y su gran virtud es su «flexibilidad». Los Texans no cuentan con un nose tackle del tipo Vince Wilfork (325 libras), Haloti Ngata (330), Casey Hampton (325) o BJ Raji (337) «run stuffer» tradicional de las defensas 34 clásicas, sino que combinan a sus líneas defensivos nos tan pesados y más ágiles en muchas y variadas maneras. Shaun Cody (300 libras) es más ligero y rápido que los hombres citados anteriormente y junto a los ends J.J. Watt y Antonio Smith unido a los OLBs Brooks Reed y Connor Barwin causan terror en los backfields rivales llevando la presión desde todos los ángulos imaginables por su velocidad, fuerza y atleticismo. Phillips añade en numerosas ocasiones a la mezcla la incorporación en el blitz del ILB Brian Cushing y todos ellos combinados sabiamente son el corazón de esta unidad y la razón de su éxito.

Un ejemplo de lo que comentamos es esta jugada ante los Miami Dolphins. Smith (#94), alineado como nose tackle, se lleva el doble bloqueo del center y guard derecho de los Dolphins lo que Watt (#99) aprovecha para, con su explosividad, colarse por el centro y deflectar un balón que acabará en manos de Cushing (#56).

Elijo esta jugada porque esta habilidad de Watt para desviar balones en la línea no es algo casual sino que el jugador de Houston ha protagonizado varias jugadas de este tipo en sus 3 años en la liga algunas tan conocidas como su intercepción ante los Bengals en los pasados play offs. En realidad es algo que estoy seguro que esta defensa trabaja profusamente porque son numerosos los «bateos» de los jugadores en la OL (posteriormente veremos otro ejemplo de esto).

Si nos fijamos en la acción anterior ni siquiera estaba presente Cody. Tampoco es casualidad ya que dentro de esta flexibilidad de la que hablo es frecuente que Phillips combine a sus hombres múltiples formas para convertir su pass rush en lo más eficiente posible.

Otro ejemplo es esta jugada:

Se trata de un 3&5 ante los Titans. #98 Barwin, #94 Smith, #56 Cushing, #99 Watt y #58 Reed, son ahora los encargados de la presión sobre Jake Locker.

Ahora el protagonista es precisamente este último quien elude el corte a las piernas del tackle derecho #76 de los Titans, no pierde un ápice de velocidad ni de tiempo, rectifica su posición y es él mismo el que consigue deflectar el pase de Locker obligando a Tennessee a alejar la pelota.

Un último ejemplo en este sentido lo vimos también en ese mismo partido en una jugada con la que los Texans sacaron del partido al quarterback de los Titans. Esta situación ilustra perfectamente lo que es la defensa de Houston y el concepto de presión «desde todos los ángulos».

La situación ahora es un 3&7. La lectura pre-snap de Locker le lleva a entender que, como marcamos en la imagen superior la defensa está en una personal con apoyo profundo de los safeties (la 2 men free que a la que ya hemos aludido en otras ocasiones). La situación de los DBs, presionando a sus receptores. la situación de campo, el down y la distancia pueden ser también indicativo de que esa esa la defensa elegida por Houston. Quizás pecado de juventud del QB de Tennessee este se confía demasiado en esa opinión… error fatal.

Lo que ocurre a continuación (foto inferior) es que no sólo los 4 hombres que veíamos sombreados presionan al QB. #29 Glover Quin se «olvida» de su hombre y entra franco, directo como un misil teledirigido hacia Locker dejando la responsabilidad de la marca al #38 Danieal Manning. Cushing, #56 también se incorpora al blitz haciendo un rápido cruce sobre la posición de #94 Antonio Smith y es #98 Barwin el que se ocupa realmente del RB que sale en ruta hacia la izquierda de locker. El TE Cook, el hombre que tenia delante Quin busca inmediatamente la «hot route» la salida rápida para ofrecerse  al QB pero este en ningún momento se percata del blitz y no mira en su dirección.

 

El resultado de la jugada fue devastador. Quin «martilleo» a Locker y Watt le dejó también su tarjeta de visita. Los Titans se vieron obligados a alejar la pelota y, lo que es mucho peor, Locker resultó con un hombro dislocado que le impidió seguir en el partido. El «enmascaramiento» de la presión llevado a cabo por Houston fue magistral, de hecho, este era sólo el tercer sack que encajaba la OL de los de Tennessee en estos cuatro partidos que van de temporada.

Con la base de este rápido «pass rush» (la mayoría de veces de 5 hombres) la secundaria no necesita complicarse demasiado con exóticas coberturas y una agresiva defensa personal o una sencilla zona son más que suficiente. Como también he comentado anteriormente cuando más sencilla es la responsabilidad que tenga un jugador mayor velocidad podrá llevar a su juego.

El éxito de Houston reside en ese frente «flexible», rápido y letal y los equipos que quieran ganar a los Texans necesitarán la mejor de las prestaciones por parte de su línea de ataque y un correcto soporte de los backs en la protección de pase.

Además si tenemos en cuenta que Houston cuenta también con un running back solvente como Arian Foster, con un receptor de élite como Andre Johnson y con QB eficiente como Matt Schaub estamos sin duda ante un legítimo candidato a disputar la Superbowl. La NFL es una liga en la que un equipo puede venirse abajo en cuestión de semanas pero desde luego los Texans, a día de hoy, son quizás la escuadra más completa y equilibrada ataque/defensa de la NFL.

La próxima semana el rival de Houston serán los New York Jets… y francamente no creo que los de Rex Ryan, especialmente Mark Sánchez, estén en el mejor momento para detener al tornado tejano.

 

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