La cueva del Oso

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Esta semana vamos a a analizar a una defensa «clásica» de una franquicia que históricamente siempre se ha caracterizado por su buen desempeño en ese lado de la línea de scrimmage, los Chicago Bears.

Rod Marinelli, coordinador defensivo del equipo de Illinois, es uno de esos técnicos que han demostrado que como coordinadores o coaches posicionales son mucho más validos que como head coaches. Su etapa como entrenador principal es de infausto recuerdo ya que él era quien llevaba la manija de los Detroit Lions que hace unos años firmaron un vergonzoso 0-16, sin embargo como asistente ha tenido una trayectoria destacable.

Llegó a la NFL en el año 1996 procedente de la Universidad de Southern California (USC) donde se encargaba de la línea defensiva y comenzó a trabajar en la liga en idéntica posición a las órdenes de Tony Dungy y del coordinador defensivo Monte Kiffin en los Tampa Bay Buccaneers. Allí coincidió durante varios años con Lovie Smith, entrenador de linebackes de la franquicia de Florida, y su trabajo fue decisivo para que los Bucs, un año después y ya a las órdenes de John Gruden, llegaran a lo más alto. Su unidad fue una de las más temidas de la liga y especialmente relevante fue su trabajo con hombres como Warren Sapp y Simeon Rice. En 2006 recibió la propuesta de los Lions pero, tras su mala experiencia, decidió aceptar la oferta de Smith, ahora HC de los Bears, para volver a trabajar a sus órdenes.

Dungy, Kiffin, Smith y Marinelli fueron los padres de la conocida como «Tampa 2», una variación de la Cover-2 con la que los Buccaneers se hicieron fuertes y con la que consiguieron los mayores éxitos en la historia de una franquicia que hasta entonces había tenido la etiqueta de perdedora.

Ese mismo concepto es el que los dos últimos han trasladado a Chicago y los Bears han hecho propio y característico. Obviamente, como todos los equipos, los Bears también emplean múltiples «paquetes» con coberturas hombre a hombre pero la Cover-2 es su seña de identidad.

Intentare explicar un poco más detalladamente y con algunos ejemplos en que consiste.

Sobre la teoría la Tampa-2 es una defensa que se instala típicamente sobre un frente 4-3, de modo que contamos con 4 líneas defensivos y 3 linebackers. La diferencia con una C-2 tradicional es que el middle linebacker toma una zona del campo mucho más profunda de lo habitual.

El hombre que ocupa la posición de MLB en los Chicago Bears es nada más y nada menos que Brian Urlacher. Un jugador con 13 años de experiencia en la liga, muy grande (1,93 – 120 kilos), con tremenda velocidad y agilidad para su tamaño y con habilidad para atrapar la pelota (no en vano en la Universidad de Nuevo México era empleado frecuentemente en posiciones ofensivas). Si nuestro MLB puede abarcar «más campo» convertimos la defensa casi en una Cover-3 y permitimos que nuestros safeties tengan que cubrir menos terreno y ataquen a mayor velocidad la pelota.

La Tampa-2 depende también mucho de la presión que ejerzan los cuatro líneas defensivos y para eso los Bears apostaron en su día por sacar la cartera y hacerse con los servicios de un pass-rusher como Julius Peppers.

Pero veamos a esta defensa en acción.

La primer jugada, imagen superior, corresponde al partido del Monday Night ante los Dallas Cowboys. La intención de los tejanos es abrir una vía en el centro para Miles Austin para lo que mandan a un receptor profundo que ocupe a uno de los safeties (parte inferior de la imagen) y dejan a Jason Witten en el centro para ocupar al MLB Urlacher. El problema es que por una parte el CB de los Bears DJ Moore juega perfectamente la cobertura y que Tony Romo no coloca un pase excesivamente bueno. Intercepción para los de Chicago.

La segunda jugada se vio el pasado fin de semana ante los Jacksonvilel Jaguars. El alineamiento pre-sna (foto superior) mantiene a los 3 linebackers en la línea de scrimmage amenazando cualquier tipo de blitz o stunt con la línea defensiva, sin embargo como vemos realmente los Bears volverán a su tradicional cover-2.

En la imagen siguiente vemos el desarrollo y resultado final de la jugada. Urlacher martillea a su receptor, el balón sale rebotado y acaba en las manos de Lance Briggs quien lo retorna, imparable, hasta el touchdown. Sencillo, contundente y eficaz. Chicago Defense Style.

Ahí está precisamente la «belleza» de el juego defensivo de los Bears. Sus jugadores más carismáticos y representativos Urlacher, Briggs, Peppers, Tillman… todos cuentan con más de 10 años de experiencia en la liga. Sus instintos y conocimientos del juego están fuera de toda duda. La ejecución es de manual. Todo ello en los 2 segundos que vemos han transcurrido entre las dos imágenes. Esa es la velocidad a la que se juega en la NFL.

Puede que el lector se pregunte porque si una defensa es ya tan característica y «antigua» sigue siendo eficaz. La respuesta es muy sencilla. Primero porque una defensa es tan buena como lo sean los jugadores que la lleven a cabo. Segundo porque los Bears son buenos disfrazando sus intenciones y dando falsas lecturas al ataque. Pongamos como ejemplo la siguiente imagen.

Ofreciendo un «look» inicial de Cover-1, con un safety muy profundo atrás (sombreado) vemos que los movimientos finales conducen a la tradicional Cover-2. Brian Urlacher (#54) cubre su zona y el cruce entre tackle y end lleva a un sack sobre un Romo incapaz de encontrar a nadie desmarcado.

Podríamos considerar este tipo de situaciones el equivalente defensivo del «play action», es decir, al igual que una ofensiva «vende» su juego terrestre para terminar resolviendo una determinado situación con un engaño de carrera y ejecutando un pase, las defensivas también ofrecen determinados looks para cambiarlos en el momento preciso, confundir al ataque y sacar partido en forma de turnovers.

Y es que en este juego de ajedrez sobre el emparrillado está la belleza de un deporte único. ¿O no?

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