Hoy nos vamos a centrar en el análisis de una jugada concreta. Quizás una de las jugadas más importantes del pasado fin de semana. Nos referimos al sack y posterior fumble forzado y recuperado por la defensa de los New England Patriots y con el que los hombres de Bill Belichick lograron una importantísima victoria ante los New York Jets.
Teniendo en cuenta la igualdad máxima que se registra en la NFC Este cualquier mínimo detalle puede llevar a un equipo a los playoffs y dejar a otro fuera de la lucha por la Superbowl y el «turnover» con el que finalizó la prórroga el pasado domingo puede ser una de esas jugadas, más aún cuando tuvo lugar en un partido entre enconados rivales divisionales y en un choque jugado a cara de perro que pudo haber caido de cualquiera de los dos lados.
Pongámonos en situación. Los Patriots ganaron el sorteo de la prórroga y, tras un largo drive de 12 jugadas, Tom Brady puso a los suyos en disposición de chutar un field goal. Steve Gostkowski convirtió la patada desde 48 yardas pasando entonces la responsabilidad a la ofensiva de los Jets. Con un TD los neoyorquinos ganaban el partido, con un field goal la prórroga continuaría.
Los Jets arrancaron desde su propia yarda 15 y, cinco jugadas después, se plantaban en su propia 40. Tras una carrera sin ganancia de yardas por parte de Joe McKnight, nos situamos en el decisivo 2&10 que sentenció el partido. Esta fue la situación que encontró ante sí Mark Sánchez.
Los Jets salían con una formación «trey» con dos receptores abiertos del lado del tight end, un corredor y un «split end», los Patriots presentaban lo que parecía una cobertura personal sobre los receptores de los Jets con dos safeties profundos. En principio Sánchez no tenía porque tener al blitz de los Patriots porque no se habían prodigado mucho en este aspecto (no sólo en el partido sino en toda la temporada), de hecho la unidad comandada por el coordinador Matt Patricia es probablemente una de las que menos recurre al blitz en toda la NFL. Así pues el «front four» #50 Rob Ninkovich, #96 Jermaine Cunningham, #75 Vince Wilfork y #95 Chandler Jones eran los encargados de mantener la presión sobre el quarterback de Nueva York.
En el back field de los neoyorquinos no estaba Shonne Green sino el FB Lex Hilliard #36. Ninkovich puso toda la presión del mundo sobre #77 Austin Howard pero el verdadero «disruptor» en el backfield fue #96 Jermaine Cunningham. El ex-jugador de los Florida Gators hizo un magnífico movimiento sobre el veterano guarda Brandon Moore #65. Cunningham, un hombre que juega como OLB o DE aprovechó su mayor velocidad para sacar tajada en esta posición de falso DT, atacó el hombro externo de Moore para después meterse hacia adentro en una maniobra ejecutada «full speed» y que le metió a los pies de Sánchez. De nada sirvió el «max protect» (los 5 OL, el RB y el TE en protección de pase) de los Jets porque el diseño de la jugada por parte de los coaches de los Pats llevaba toda la velocidad hacia el lado «débil».
Como vemos en la siguiente imagen, cuando el quarterback quiso lanzar el balón se encontró con todos sus receptores perfectamente cubiertos. Esta vez la maligna secundaria de New England no había dejados cabos sueltos.
Para su desgracia Sánchez no sólo se había quedado sin objetivos disponibles sino que Cunningham ya había superado la resistencia de la OL (y el infructuoso intento de ayuda de Hilliard) y se encontraba a sus pies, justo en el momento en el que Ninkovich vencía a Howard y se le abalanzaba encima como vemos a continuación.
El QB de los Jets había despachado un magnífico partido sin embargo, en el momento definitivo, cometió un error muy costoso. Presionado por los dos jugadores de los Patrios, quiso sacar petroleo de una jugada muerta, y armó el brazo para lanzar el balón a la desesperada. Ese agónico intento de evitar el sack le costó el fumble. La jugada ya estaba acabada, el sack era inevitable.
Proteger el balón, asumir el placaje, hubiera dado un tercer down y largo a NY. Una situación sin duda complicada pero tampoco imposible de conseguir viendo la irregularidad de una secundaria que es la que mas pases de 20 o más yardas concede en esta liga.
Sack, fumble y partido para los Patriots que, de momento, vuelven a tomar el control de la AFC East.